internacional
neral, desarrollada entre el 4 y 5 de junio, es considerado por muchos evangélicos presentes en la convocatoria como una “victoria” compartida con los grupos profamilia y provida presentes en la reunión anual de la organización. En este período de sesiones, en el que también se debatió la situación de Venezuela, los temas sobre la familia elevaron la tensión
en el ambiente durante cada intervención de, por ejemplo, grupos favorables o contrarios al aborto o al papel del Estado y las instituciones ante la educación o la religión. “Tengo ocho semanas y tengo derecho a vivir”, sostenía la pancarta de un asistente contrario al aborto, mientras que un grupo de mujeres enarbolaba unos carteles que pedían la “despenalización” de este.
Luis Losada, director de campaña en español del grupo CitizenGo, que incluye la plataforma del colectivo Hazte Oír, defendió al llamado “autobús de la libertad” y aseguró que el objetivo es garantizar el derecho de los padres a educar a sus hijos fuera de lo que denominó “ideología de género”. “La ideología de género se aleja de la realidad y la biología. Decir a los niños de 5 años que aunque tengan pene puede que sean niñas les genera una confusión de género”, recalcó. Este espacio era normalmente secuestrado por organizaciones progresistas que se autodenominaban portavoces del pueblo latinoamericano y marginaban a entidades con una agenda diferente a la de ellas. En la asamblea del año pasado, en Cancún, México, hubo una especie de “insurrección” que se gestaba desde hacía algunos años. En la asamblea del año pasado, en Cancún, México, un mar de asociaciones provida y profamilia inundaron el evento y neutralizaron el discurso unilateral que imperaba hasta entonces. La cosa parece cambiar ahora. (Con insumos de diversas páginas de internet)
Julio 2018 / Impacto evangelístico
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