INTERNACIONAL
como vaticinó en su célebre alegato de defensa en 1953, tras el asalto al cuartel Moncada, o si por el contrario le someterá a un largo juicio. Cuba es en gran medida una república de privilegios en la que miles de burócratas de empresas públicas y del propio Partido Comunista de Cuba respaldan su futuro, la pervivencia de sus prerrogativas y el mantenimiento del statu quo. Y este factor es precisamente el mayor obstáculo para el avance de toda reforma económica y política que quisieran impulsar Raúl Castro, sus colaboradores y sus sucesores. Es muy probable que los exiliados de Miami y el Gobierno de Estados Unidos aumenten la presión a favor de un cambio político en Cuba, pero los cubanos de la isla están mucho más preocupados por resolver su vida diaria que impulsar una transición política. Es obvio que existe una enorme demanda de libertad, mas la tarea no es fácil, sobre todo porque no existe una oposición organizada ni mínimamente articulada. De todos modos, lo que nadie ha querido ni ha podido negar es que con la muerte de Fidel Castro, para bien o para mal, se apaga una de las
figuras históricas del siglo XX, período marcado por la lucha contra el capitalismo e imperialismo comercial en el que se apostaba a la vez por una sociedad igualitaria y sin privilegios que muchas veces pudo perjudicarla más que beneficiarla. La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos tampoco ayudará a profundizar las concesiones hechas por Obama al castrismo, en este caso, al poscastrismo encarnado en Raúl Castro. Quienes atribuyen al menor de los Castro un carácter más dialogante que el de su difunto hermano, se equivocan. Raúl hereda ahora la Isla que Fidel construyó a su imagen y semejanza. Los jóvenes y los que ya no lo son tanto reclaman libertad para poder expresar sus ideas y tener al alcance de la mano cosas tan básicas como el acceso a internet. La isla sin Fidel Castro no será de momento muy diferente a la que era desde su retiro, hace una década, por mucho que el fallecimiento represente una conmoción general y que a unos les apene mientras a otros les produzca alegría l Diciembre 2016 / Impacto evangelístico
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