Oscar Pistorius Una larga carrera por el sueño olímpico

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Ignacio Bellido Servicios Educativos y Formación Antropólogo, Formador y Educador con más de 3.000 horas de experiencia como docente. Vine al mundo un martes del mes de Noviembre, cuando el frío y el viento detienen el paso del tiempo y fomentan las miradas desde las ventanas. Por esto creo que en el acto de mirar y de hacer mirar se encuentran las enseñanzas y los significados que buscamos a nuestras vidas. Fomentar la capacidad de observación y análisis es la estrategia pedagógica de la que me sirvo para que, mis alumnos y lectores, aprendan, a la vez que se divierten, a descubrir las conexiones entre sus capacidades y las respuestas que éstas ofrecen a las incógnitas que nos rodean. E-mail: nachobellido09@gmail.com www.elefectobellido.blogspot.com


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Este verano se disputan los XXX Juegos Olímpicos de la era moderna en Londres y durante dos semanas los ojos del mundo no se apartarán de la capital británica. Varios serán los momentos con los que los espectadores no perderán detalle de lo que suceda en Londres, el primero de todos será la ceremonia de apertura, pero si nos centramos en lo meramente deportivo, el mundo contemplará expectante la pista de atletismo del Estadio Olímpico de Londres para descubrir qué es capaz de hacer el jamaicano Usain Bolt en la carrera de los 100 y 200 metros lisos. Se contemplará la carrera de Bolt como un desafío a cómo el ser humano es capaz de rebasar los límites impuestos por la naturaleza. La carrera de los 400 metros lisos será otro de los momentos cumbres de la próxima edición de los Juegos. En ella podremos comprobar cómo un ser humano, Oscar Pistorius, pone en entredicho los límites que la naturaleza le impuso desde su nacimiento y los obstáculos que se le han puesto en el camino para impedir su presencia en Londres. Pistorius, atleta sudafricano, se ha convertido en atleta de fama mundial y en imagen publicitaria de marcas como Nike, Oakley y Ossür, y su presencia en Londres será un acontecimiento histórico. Cuando Pistorius salte a la pista del Estadio Olímpico será la primera persona que compite con prótesis en una cita olímpica. El camino recorrido por Pistorius hasta conseguir una plaza que le permita competir con todo derecho en competiciones internacionales con atletas sin ninguna discapacidad no ha sido fácil. Oscar Pistorius nació en Johanesburgo, Sudáfrica, el 22 de noviembre de 1986 y desde ese momento se supo que tendría que hacer frente a una vida cargada de obstáculos. Nació con una malformación ósea por la cual carecía de peronés y tobillos en ambas piernas. A los once meses de su nacimiento sus padres tuvieron que tomar la decisión, aconsejada por los médicos, de amputar ambas piernas a la altura de las rodillas para evitar que la malformación en sus huegos degenerase con el paso del tiempo. Esta decisión cambiaría su vida para siempre. Dos meses después Oscar se puso sus primeras prótesis para, pasados una meses, dar sus primeros pasos. Vivir toda su vida con prótesis, que se iban renovando cada nueve meses para adaptarse a su crecimiento lo cual sólo ha sido posible gracias a los recursos económicos de su familia, su padre es propietario de una mina situada el este del país, no ha sido un impedimento para que Pistorius disfrutase de una infancia similar a la de cualquier otro niño. Gracias a crecer en el seno de una familia muy aficionada al deporte y al ejercicio Oscar creció rodeado de estímulos que continuamente le animaban a andar y su cerebro lo agradeció desarrollando las conexiones neuronales precisas para que su cuerpo se adaptara de forma rápida y eficiente a las exigencias de la movilidad necesaria para la práctica de las distintas disciplinas deportivas que práctico durante su infancia: waterpolo, tenis, boxeo y rugby.


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Creció como uno más entre los chicos de su edad pero esto no quiere decir que su infancia haya sido fácil ya que tuvo que hacer frente a varios sucesos traumáticos. El primero fue la separación sus padres cuando tenía seis años y a los quince, la muerte de su madre, con quien estaba muy unido, como consecuencia de una intoxicación farmacológica tras sufrir una histeroctomia vinieron a desestabilizar la vida de Oscar. Aún así siguió adelante y gracias a los esfuerzos y el recuerdo de los mensajes de su madre ha llegado a serla persona y el atleta que es hoy. Pistorius, desde su infancia, ha sentido la necesidad de demostrarle al mundo de lo que es capaz y para ello asume excesivos riesgos. Su lucha se centra en mostrar que aquello que consigue es gracias a su capacidad atlética, su esfuerzo y su talento y no por utilizar unas piezas de carbono. La asunción de riesgos y la búsqueda de retos mayores es la estrategia que el sudafricano utiliza para autoprotegerse. Es por esto por lo que quiere competir con los mejores y hacer ver al mundo que no es diferente de los demás sino que lo único que lo diferencia es el hecho de que él utiliza piernas de carbono, pero cada atleta, antes de situarse en los tacos de salida también ha tenido que hacer frente a los reveses que la vida le ha presentado y superar los obstáculos con los que se hayan ido encontrando.

Pistorius persigue retos cada vez mayores y asume riesgos para autoprotegerse

La carrera como atleta de Pistorius comienza a la edad de 17 años, meses antes de que se disputen los Juegos Olímpicos de Atenas en el año 2004, a la que llega por casualidad. Hasta entonces Pistorius jugaba en el equipo de rugby del instituto pero una lesión de ligamentos en una de sus rodillas le llevó a la carrera a pie como actividad de rehabilitación para poder reincorporarse al equipo. Sin embargo, esta vuelta al rugby nunca llegará a producirse. Ampie Louw, entrenador de la Universidad de Pretoria, encargado de supervisar su proceso de rehabilitación descubrió en Oscar su gran talento para el atletismo. Tras unos meses en los que compaginó la carrera a pie con el trabajo en el gimnasio, Ampie apuntó a Oscar su primera competición del atletismo para el día de año nuevo de 2004. Varias semanas después, durante una competición escolar, corrió los 100 metros lisos en una tiempo de 11,17 segundos, más rápido que el record del mundo paralímpico de la distancia vigente en ese momento. Unos meses después, subido sobre sus Cheetah, las prótesis de carbono que utiliza para competir, consiguió participar en los Juegos Paralímpicos de Atenas en donde consiguió la victoria y batir el record del mundo en los 200 metros lisos y la medalla de bronce en los 100 metros. Ambas medallas las consiguió compitiendo en la categoría T44, en la que participan personas con una pierna amputada a la altura de la rodilla o con una lesión o daño similar a la amputación de una de sus piernas a dicha


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altura. Estos resultados catapultaron a la fama a Pistorius quien, a partir de entonces, se convirtió en el atleta de referencia del deporte paralímpico. Una vez terminados los juegos de Atenas, Pistorius, se plantea un nuevo reto: competir con atletas no discapacitados, de igual a igual, para probar y descubrir su verdadero nivel ya que, desde la cita olímpica, su nivel atleta debe seguir en continua progresión. La primera oportunidad de correr frente atletas sin discapacidad la tuvo, pocos meses después de competir en Atenas, en su país natal Sudáfrica. A partir de este momento le llueven las invitaciones para participar en otros mítines de atletismo de mayor nivel para lo que debe trasladarse a competir a Europa, especialmente ente los meses de Mayo y Agosto, en los que abundas las competiciones atléticas en el viejo continente.

Las Cheetah asemejan los movimientos de un guepardo, generando un mayor impulso gracias a la energía generada en cada impacto contra el suelo

Su participación en una carrera conseguía atraer la atención de numerosos aficionados y de los medios de comunicación, quienes contemplaban expectantes el desafío de si “Blade Runner” (apodo con el que es conocido Pistorius) sería capaz en algún momento de superar a los mejores atletas del mundo. Oscar acudía a estas pruebas con la intención de seguir progresando y poder medir continuamente su nivel como atleta de cara a ser más competitivo y alcanzar su sueño, participar en los Juegos Olímpicos que tendrían lugar en Beijing en el año 2008. Su sueño estaba cada vez más cerca a tenor de los resultados que estaba consiguiendo, el atleta sudafricano llegó a finalizar segundo en la final B de los 400 metros de la “Golden Leaque” disputada en Roma. Pero un año antes del comienzo de los Juegos, en 2007, tuvo que hacer frente a uno de los mayores retos a los que un atleta ha tenido que hacer frente. La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAFF) aprobó una nueva norma que impedía a los atletas el uso de cualquier ayuda técnica, con el propósito de frenar determinados avances tecnológicos en las zapatillas así como el uso de ruedas u otros resortes que pudieran desvirtuar la competición. Esta norma, aprobada en enero de 2008, cerraba las puertas a Pistorius para competir en cualquier competición nacional o internacional en lo que se convertía un ataque frontal al velocista, a quien la propia IAFF acusaba, tras la realización de un estudio y seguimiento del atleta sudafricano, que las prótesis de carbono que utiliza a la hora de competir, las famosas Cheetah, le


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dan una gran ventaja a la hora de competir frente otros atletas. Con esta norma el sueño de estar en Beijing y competir en la pista con atletas sin discapacidad se desvanecía para Pistorius y todo la atención mediática se centraba en el corredor discapacitado con mayor proyección deportiva del momento. Las Cheetah, cuyo precio ronda los 20.000€, son las prótesis que Oscar Pistorius y otros atletas que también tienen amputadas alguna de sus piernas utilizan en competición. Estas prótesis son fabricadas por la empresa isalandesa Ossür, de la que el atleta es imagen, compuestas de fibra de carbono, están diseñadas en forma de J para facilitar la práctica deportiva de atletas que tienen amputadas sus piernas a la altura de las rodillas. Las prótesis Cheetah asemejan los movimientos de carrera del animal más rápido de la tierra, el guepardo, de cara a garantizar la extensión del pie y de la articulación del tobillo de cara a generar el mayor impulso posible beneficiándose de la energía generada en cada impacto contra el suelo. El fabricante asegura que la prótesis es capaz de devolver al corredor el 90% de la energía absorbida en cada zancada y, en un intento de defender al atleta sudafricano, lo compara con la capacidad de las piernas de cualquier otro ser humano diciendo que éstas son capaces de devolver más del 200% de la energía creada. Con la aprobación de la norma de la IAFF Pistorius inició una batalla legal para explicar su inocencia para lo cual debería demostrar la falsedad de los argumentos esgrimidos por el máximo organismo del atletismo. Para lograrlo se rodeó de un experimentado equipo de abogados en materia deportiva encabezado por Jeffrey Kessler (mejor abogado de Estados Unidos en 2011) quien presentó un recurso de apelación ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Una vez presentado este recurso ante el TAS le correspondía a la IAFF demostrar los beneficios en el rendimiento que las Cheetah reportan a la hora de competir. Para hacerlo el profesor Gert Peter Bruggemann de la Universidad de


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Colonia en Alemania elaboró un informe que justificará la introducción en su reglamento de la nueva norma. Bruggeman, científico de referencia en las ciencias del deporte, tomó los datos necesarios para el estudio durante dos días en el Instituto de Biomecánica y Ortopedia de Colonia en el mes de noviembre de 2007, con el fin de conocer su las prótesis empleadas por Pistorius suponen una ayuda tecnológica a la hora de competir. Para ello comparó al sudafricano con otros seis atletas sin discapacidad con marcas similares en los 400m. Para el estudio se utilizaron reflectores de infrarrojos situados en el cuerpo y las prótesis, se emplearon diferentes cámaras para analizar comparativamente las carreras y esprints de los sujetos, se usaron plataformas de fuerza para analizar los apoyos y las fuerzas de reacción recibidas del suelo. Se valoró como afecta el menor peso de las extremidades a la carrera, el almacenamiento y retorno de la energía elástica y los cambios de longitud de la zancada. También se midieron variables fisiológicas como el consumo de oxígeno y la producción ácido láctico para establecer una comparación de los esfuerzos entre estos atletas.

Algunos estudios sostienen que las Cheetah dan una ventaja de 10” en una carrera de 400 metros

Según los resultados presentados, basándose en el análisis en vídeo de una carrera de Pistorius y otros estudios complementarios, se llegaba a la conclusión de que las Cheetah otorgaban ventaja en relación a los atletas que no las llevaban ya que el efecto rebote que éstas generan ofrecen una ventaja en la locomoción, llegando a ser de 10” en una carrera de 400 metros gracias a la mayor amortiguación de las prótesis que le permiten mantener el rendimiento en los metros finales, así como permiten alcanzar una misma velocidad a la del resto de atletas con un menor consumo de oxígeno y de calorías. La IAFF en base a los resultados de este estudio justificaba la aprobación de la norma. Para hacer frente a los argumentos y los datos expuestos por la IAFF el equipo jurídico de Pistorius encargó a la Universidad de Rice en Houston que realizaran sus propias pruebas, realizadas durante una semana, para demostrar que las acusaciones vertidas sobre el sudafricano se hacían bajo argumentos científicos erróneos e


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incompletos. Los resultados de este informe, que vería la luz en Septiembre de 2009 en la revista The Journal Applied Phiosiology bajo el título ”The Fastest Runner on Artificial Legs: Different Limbs, Similar Function?” concluía que el rendimiento de Pistorius en carrera era similar al de cualquier otro atleta a nivel fisiológico y que las únicas diferencias que se percibían eran a nivel mecánico consecuencia de adaptar su forma de correr a la utilización de las prótesis. Los resultados del informe expuesto por la defensa invalidaron los presentados por la IAFF con lo que la norma tuvo que impedía competir a Pistorius con atletas sin discapacidad hubo de ser retirada a dos meses del inicio de los Juegos de Pekín. El veredicto de los jueces del TAS fue unánime y los argumentos empleados por la defensa fueron utilizados por el tribunal para revocar la normativa de la IAFF y, de paso, conminarla para que un futuro no se prive a un atleta de competir por el hecho de beneficiarse de una ventaja específica omitiendo las desventajas que entraña. El sueño olímpico de Pistorius estaba más cerca pero tuvo que quedarse con la miel en los labios al no conseguir la marca mínima que le permitiese competir en Pekín ya que se quedó a siete décimas de segundo de obtener su plaza olímpica, probablemente porque apenas dispuo de tiempo para obtener conseguir la marca una vez resuelto el fallo del TAS. Pudo resarcirse de esta decepción participando en los Juegos Paralímpicos de ese verano siendo el primer atleta en la historia en conseguir la medalla de oro en los 100m, 200m y 400m lisos en la categoría T44. Tras la cita olímpica de 2008 y el fallo del TAS el debate sobre el rendimiento de Pistorius parecía zanjado. Nada más lejos de la realidad, el debate del tecnodopping continuó en plena vigencia con el planteamiento de un interrogante ¿Dónde empieza y termina la ayuda tecnológica en el esfuerzo deportivo? Gran parte de la vigencia del debate se debió, durante el año 2009, al uso de bañadores en los mundiales de natación en Berlín que empleaban materiales como el pulioretano, neopreno o aluminio que ayudan a mejorar la flotabilidad y compensar defectos en la técnica del nadador. Como queda demostrado los avances tecnológicos en e mundo del deporte están a la orden del día. Basta con que volvamos la vista atrás y observar cómo eran los bañadores hace unas décadas, las zapatillas de los atletas, las bicicletas , las raquetas en el tenis… La clave del debate radica en que la introducción de estas tecnologías no alteren la esencia de la práctica deportiva: todos los deportistas

En 2008 la Federación Internacional de Atletismo le prohibió competir con atletas “normales” al considerar que sus prótesis le daban ventaja a la hora de competir


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compitan en una situación de igualdad. Para evitar esta alteración las federaciones intervienen e introducen medidas destinadas a garantizar la pureza del deporte. Algunos ejemplos los tenemos en la regulación de los manillares de la bicicleta en las competiciones de triatlón, el peso mínimo de las bicicletas en las pruebas ciclistas, el grosor de las zapatillas en atletismo, el uso de bolas de tenis más lentas para combatir a supremacía en los noventa del por entonces número uno Pete Sampras. Otras limitaciones tecnológicas no van destinadas a minimizar las consecuencias sobre el rendimiento en la práctica deportiva, sino a garantizar la seguridad de los deportistas como el hecho de alterar el centro de gravedad de las jabalinas o la ampliación de la base del potro en gimnasia. La cuestión Pistorius volvió a la palestra cuando meses después de publicación del estudio que exculpaba al sudafricano varios de los científicos que lo firmaron planteó sus dudas respecto a los resultados que en él se exponían. Peter Weyand encabezó las críticas al estudio y por ello se lanzó a aportar su punto de vista acerca de la cuestión. Según él, las Cheetah le dan a Pistorius una ventaja sustancial respecto a sus rivales. El argumento que utiliza guarda relación con el peso de las prótesis las cuales, al pesar la mitad que una pierna humana, le permiten obtener una ventaja fundamental en uno de los aspectos fundamentales en la técnica de carrera: el tiempo de oscilación (cambio de posición de los miembros durante la carrera). Comparado con el resto de atletas Pistorius, siempre bajo los argumentos de Weyand, obtiene un rendimiento en esta fase muy por encima de la capacidad biológica del ser humano, lo cual sólo puede ser posible gracias al uso de las Cheetah. La carrera a pie ha sido ampliamente estudiada y analizada por biomecánicos a fin de comprender cómo interviene la anatomía del atleta y su técnica de carrera con los resultados cinéticos derivados una vez iniciado el movimiento de correr. Estos análisis que llevan realizándose años tienen como objetivo ayudar al corredor a mejorar y perfeccionar su estilo de carrera de cara a mejorar los resultados y reducir el coste energético de cada zancada. Una mayor comprensión de la biomecánica del movimiento de correr se consigue analizando el ciclo de zancada (período que transcurre desde que un pie inicia el contacto Peter Weyand asegura que el sudafricano es capaz de comienzo con el de cambiar la posición de sus extremidades un suelo hasta que el 20% más rápido que el resto de atletas mismo pie vuelve a contactar con la pista). El ciclo de zancada se compone de dos fases: la fase de amortiguación o de contacto, y la fase de oscilación o vuelo. Siempre que una pierna se encuentra en una fase la otra se encuentra en la siguiente. La fase de amortiguación, representa el 40% del ciclo (este porcentaje es mucho menor en el caso de los velocistas, está


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determinada por el contacto inicial del pie con el suelo. En esta fase, la planta del pie se encarga de absorber el impacto contra el suelo y dispersarlo sobre la superficie completa del pie y el resto del cuerpo a fin de garantizar el equilibrio. La fase de oscilación comienza con el vuelo, el cual forma parte del desplazamiento hacia delante terminando, es decir, cuando el pie está en el aire, terminando cuando el pie impacta de nuevo contra el suelo. Durante el vuelo u oscilación los músculos flexores de la cadera, los cuádriceps y la pantorrilla trabajan para conseguir un impulso adecuado e iniciar todo proceso de rotación que da lugar al ciclo de zancada. La naturaleza dinámica de los movimientos que tienen lugar durante la carrera hace que tanto la energía potencial, acumulada dentro del sistema físico, y la energía cinética, la energía del cuerpo resultado de su movimiento, actúen simultáneamente. Se da así un proceso continuo por el que los músculos de las piernas pasan de ser los motores y generadores del movimiento a cumplir una función de estabilizadores del cuerpo y viceversa. Es preciso indicar que un atleta no sólo equilibra su postura utilizando las piernas, sino que los brazos también actúan como estabilizadores de la postura aunque lo hacen a diferente nivel.


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Peter Weyand realizando las pruebas en la Universidad de Houston que serían presentadas como apelación en el TAS por los abogados de Oscar Pistorius

Weynad, profesor de fisiología aplicada y biomecánica, sostiene que las Cheetah le dan a Pistorius una ventaja muy notable en esta segunda fase del ciclo de zancada lo cual deriva en unos resultados anormalmente altos. Los datos obtenidos por los estudios realizados por Weyand indican que Pistorius es capaz de cambiar la posición de sus extremidad en 0,28”, un 20% más rápido que el resto de atletas. Este hecho representa para el científico la razón de mayor calado para señalar lo artificial de los tiempo obtenidos por el sudafricano. Es más, si atendemos a otros datos que el estadounidense presenta, descubrimos que incluso este tiempo de oscilación es superior al medido durante las carreras en las que se batió el record del mundo en la prueba reina de la velocidad del atletismo en pista: los 100 metros lisos. Los datos recopilados por Weyand le llevan a verter una acusación directa contra Pistorius al afirmar que, según sus cálculos, sus prótesis le dan una ventaja de 11,9” en una carrera de 400 metros. Sin ellas, sostiene, Pstorius no sería mejor que


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cualquier atleta de instituto ya que su mejor marca rondaría los 57”, muy lejos de la marca mínima que da acceso a competiciones internacionales: 45,25”. Hugh Herr, otro de los investigadores que firmaron el estudio presentado por Pistorius en el TAS, sigue defendiendo la inocencia de Pistorius y el hecho de que las Cheetah no aportan ninguna venta significativa a la hora de competir. Herr, director del Instituto Tecnológico de Massachussestts, investiga y desarrolla a diario nuevas prótesis destinadas a aumentar las capacidades del ser humano mediante la implantación dispositivos acoplados al sistema nervioso respondan a las órdenes del cerebro. Sus descubrimientos han dado lugar a las llamadas prótesis neurales o biónicas: dispositivos conectados con la mente de un sujeto de tal manera que ésta tenga un control de los movimientos la prótesis mediante la emisión de los impulsos eléctricos emitidos por el cerebro a través del sistema nervioso. El ejemplo más presente y visualizado a día de hoy en nuestra sociedad es el implante coclear No obviemos lo fundamental de estos avances, que permiten a personas que has sufrido algún tipo de amputación recuperar la funcionalidad de la extremidad perdida mediante la implantación de una prótesis que deja de funcionar gracias a otras partes del cuerpo que nada tienen que ver con la extremidad perdida y comienza a ser controlada por el cerebro. Un gran ejemplo de estos avances lo encontramos en el proyecto BrainGate por el que se intenta conectar la corteza motora a un ordenador de personas que están completamente inmovilizadas a fin de que sean capaces de mover objetos a distancia valiéndose sólo de la mente. La logro palpable está en los participantes han sido capaces de mover un cursor por la pantalla de un ordenador. Hugh Herr en el laboratorio del Instituto Tecnológico de Masachussetts El futuro de las prótesis está en conseguir que sean una prolongación del cuerpo y el cerebro las sienta como propias y que no sólo puedan moverse como miembros normales, sino que también sean capaces de percibir calor y frío, humedad, presión… Herr utiliza una perspectiva diferente y más amplia que la utilizada por Peter Weyand. Para Herr es difícil que las Cheetah reporten algún beneficio a la hora de correr a quien las lleva, más aún tratándose de un producto que lleva más de 15 años


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en el mercado, pero fundamentalmente porque si comparamos las prótesis con una pierna humana éstas carecen de músculos, tendones, ligamentos o nervios y, a día de hoy, no se conoce máquina más perfecta y compleja el cuerpo humano. Además, las Chettah, al contrario de muchas de las prótesis que se desarrollan en el laboratorio de Herr, no emplean ningún elemento que sustituya o emule la actividad neurológica, por lo que no deben considerarse como biónicas ya que no emulan ni sustituyen ninguna función fisiológica. Las razones que conducen al sobresaliente rendimiento de Pistorius se debe única y exclusivamente a su capacidad atlética y esto es lo que Herr intenta demostrar. Existen argumentos que apelan al hecho de que debido a que la amputación de Pistorius se produjo a muy corta edad esto haya podido tener alguna relación sobre su capacidad atlética, aunque en torno a esta cuestión no hay ningún estudio científico que avale dicho enunciado. Es posible aunque no esté demostrado, que el hecho de sufrir una amputación a una edad temprana active mecanismos de adaptación destinados a optimizar la fisiología. La gran aportación de Herr al debate en torno al uso de prótesis en el deporte está en la importancia que éste otorga al contexto cultural. Nuestra sociedad nos enseña y nos bombardea de mensajes en los que nos traslada que el ser humano perfecto es aquel que es bello y físicamente fuerte y sano. Los grandes velocistas representan ese ideal y cuando vemos a Pistorius competir con ellos y vencerlos nuestros sentidos de alarma se disparan y aparece lo que en el mundo de la psicología se conoce como disonancia cognitiva. El estado de confusión en el que entra nuestro cerebro cuando se le presenta un hecho que es contrario o incompatible con su sistema de creencias. Cuando esto sucede rápidamente elaboramos creencias o ideas nuevas que ayuden a suavizar o hagan desaparecer la tensión generada. Por ejemplo, un policía puede justificar y legitimar las torturas empleadas hacia un presunto terrorista, aunque el empleo de estas técnicas sea contrario al orden moral que dice defender, apelando a que lo hace para prevenir futuros actos terroristas. Este mismo recurso utilizamos en el caso de Pistorius cuando vemos correr a Pistorius: No puede ser un gran atleta si consigue vencer es porque utiliza piernas artificiales. En pleno auge del debate, mientras unos y otros se afanan en el elaborar argumentos a favor y en contra del uso de prótesis en las competiciones internacionales, Pistorius sigue entrenando y esforzándose por lograr su billete a Londres. El primer paso que le acercó a la cita olímpica fue lograr plaza para los mundiales de Daegu (Corea del Sur) en 2011. Allí, alcanzó las semifinales en su especialidad, los 400m, en las que fue el último atleta en cruzar la línea de meta de su serie a casi dos segundos del vencedor. Pese a ello vió cumplido una parte de su sueño competir de igual a igual con los mejores y se llevó como premio la ovación de los


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Cuando vemos a Oscar competir y ganar nuestros sentidos de alarma se activan y surge lo que los psicólogos llaman disonancia cognitiva aficionados y el reconocimiento de sus compañeros. El campeón olímpico hasta la fecha señalaba que ver al sudafricano en la pista es una dosis de motivación extra por la energía y personalidad que Óscar proyecta. A pesar del innumerable número de críticas de sus enemigos que este resultado le reportó, Oscar no escapa al debate y se empeña en defender continuamente su presencia en estas competiciones apelando a un argumento sencillo pero cargado de lógica.” Nadie puede prohibirme competir por utilizar las mismas herramientas son las cuales no podría andar y no digamos siquiera correr”. Si Pistorius está entre los mejores atletas de 400 metros del mundo tiene una justificación muy sencilla su capacidad de mover sus piernas muy rápidamente y si lo consigue no es gracias a sus prótesis, sino que lo que le diferencia del resto de atletas y lo ha llevada a la elite es el potencial de sus caderas. Cierto es que las críticas y las sospechas le acompañarán durante toda su carrera deportiva. Numerosos aficionados le recordarán continuamente que sus prótesis le dan la ventaja de poder correr los últimos 200 metros de la prueba más rápido que los primeros, al contrario de lo que le sucede al resto de atletas, ya que su rendimiento se ve afectado en menor medida por el hecho de utilizar las Cheetah a lo que Pistorius tendrá que responder con la gran desventaja que cuenta a la hora de


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salidas y la mayor dificultad de aceleración que las prótesis le confieren durante los primeros metros en comparación con una pierna humana. Además, si realmente las prótesis dieran ventaja, probablemente un gran número de atletas se estarían dispuestos a amputarse las piernas por lograr una medalla olímpica. Pistorius no ha renunciado durante todos estos años a su sueño de estar en una olimpiada y a base de esfuerzo lo ha conseguido. El pasado mes de marzo consiguió la marca que le da un billete a Londres 45,20” y, sin duda, nos reportará una de las imágenes de estas olimpiadas. Su imagen pondrá en primer plano cómo una persona es capaz de superar todos los obstáculos físicos, psicológicos y legales para hacer realidad un sueño, aunque esto también le haya supuesto tener que renunciar a su gran pasión :la velocidad ya sea encima de una moto, un coche o un barco (en 2009 sufrió un accidente al estrellar su barco contra un muelle en el río Vaal por lo que tuvo que recibir más de cien puntos de sutura en la cara). La presencia del primer atleta de un atleta amputado que se vale de prótesis en una olimpiada marca un hecho histórico. No será el primer deportista amputado en competir en un juegos porque su compatriota, la nadadora Natalie Du Toit, ya participó en los Juegos de Beijing en la pruebas de los 10km en aguas abiertas. La cara de concentración antes de la salida en la que nos mostrará cómo el sudafricano se concentra en visualizar la carrera y en centrarse en todos los detalles para hacer la

“El perdedor no es el que llega el último, sino el que se sienta y mira sin haberlo intentado nunca”


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mejor carrera posible. Ésta es la clave de su presencia en Londres su empeño en que cada vez que salta a la pista hacer una buena carrera para no tener que reprocharse al terminar y volver la vista atrás el no haber hecho una buena carrera. Es aquí donde se encuentra la verdadera ventaja de Pistorius, en el hecho de querer correr mejor y más rápido cada día que pasa. Este tesón acompañado del recuerdo de las palabras de su madre son el verdadero impulso de sus zancadas. “Un perdedor no es quien llega el último, sino aquél que se sienta y mira cómo corren los demás sin haberlo intentado nunca” Es éste el verdadero logro de Pistorius, que los quienes le observan sean capaces de verle tal y como él se siente, una persona normal, la mejor versión de sí mismo.

Fuentes consultadas

MICHAEL SOKOLOVE “The fast life of Oscar Pistorius” New Yoork Times. 18 de enero de 2012 JOSH FISCHMAN “Bió-ni-ca” National Geographic. Febrero 2010. JOE PULEO y PATRICK MILROY “Anatomía del corredor” Editoriral TUTOR. Madrid 2010. www.ossur.com


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