Estudio bíblico # 27. Grupos pequeños OASIS. Serie de entrenamiento y discipulado: “Evangelizando a grupos especiales” Evangelizando a los testigos de Jehová Parte IV
Las doctrinas de los Testigos de Jehová. Los testigos comparten con nosotros algunas de sus creencias, aunque distorsionan parcialmente algunas de ellas. A continuación se mencionan algunos puntos que tenemos en COMUN. a) La Biblia es la palabra de Dios. b) El alma deja de existir al momento de la muerte. Sin embargo, distorsionan resurrección. c) No deben usarse imágenes. d) El cristiano no debe participar en movimientos ecuménicos (Unión de iglesias). e) El hombre no es el resultado de la evolución, sino de la creación. A pesar de ello, no respetan el mandamiento dedicado a adorar a Dios como Creador (Exodo 20: 8-11). f) El cristiano debe dar testimonio público de su fe.
Errores doctrinales que suelen combatir los testigos de Jehová. a) La tradición. Los testigos aseguran que las creencias deben basarse en la Biblia, que es más confiable que la tradición. A pesar de ello presentan enseñanzas que no tienen respaldo bíblico, como es el caso de los días de la creación como períodos de 7000 años. b) El infierno. Los testigos No aceptan que los muertos estén hoy en un infierno de fuego. Ellos enseñan que el infierno es el sepulcro común de la humanidad.
Doctrinas que distorsionan. a) La resurrección. Como Cristo no vino en 1914, los testigos comenzaron a decir que su venida había sido espiritual. Esto los llevó a cometer otro grave error: separaron la segunda venida de Cristo del Armagedón y el del comienzo del milenio, diciendo que sería un período de tiempo corto. Pero la Biblia dice que la segunda venida de Cristo y la resurrección de los fieles ocurrirían en el mismo momento (1 Tesalonicenses 4: 16).
Como el tiempo fue pasando y los probables 144000 fueron muriendo, trataron de resolver el problema con la siguiente distorsión: Los 144000 resucitarían instantáneamente al momento de morir. Ellos resucitarían como espíritus y ascenderían para gobernar con Cristo. Pero la Biblia es muy clara: a. La resurrección incluye el cuerpo físico (Isaías 26:19). b. Los muertos fieles resucitarán cuando Cristo venga (¡ Corintios 15:22-23) c. No irán al cielo unos primero y otros después. Los fieles que resuciten, más los fieles que estemos vivos, haremos un solo grupo recibiendo a Jesús en las nubes de los cielos (1 Tesalonicenses 4: 15-17). Los testigos creen en una segunda oportunidad después de la resurrección. Eso contradice a la palabra de Dios. Jesús dijo que al resucitar, cada uno lo hará para recibir lo que le corresponde (Juan 5:28-29). No habrá una segunda oportunidad (2 Corintios 6:2). “…Está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27).
b) El Milenio. Los testigos cometen un error al separar la segunda venida de Cristo del milenio. Sin embargo la Biblia es clara al establecer que: •
El milenio es el período de tiempo que transcurrirá entre dos resurrecciones (Apoc. 20: 4-6).
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La primera resurrección es la de los fieles (Apoc. 20: 6; 1 Tes. 4:16).
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La primera resurrección ocurriría en ocasión de la segunda venida de Cristo (1 Tes. 4:16; 1 Corintios 15: 20-23).
c) La Tierra Nueva. Los testigos esperan la tierra nueva al comienzo del milenio. Apocalipsis dice que será después del milenio (Apoc. Capítulos 2022), cuando Satanás y sus seguidores sean definitivamente destruidos (Apoc. 20:5-15).
d) La Santa Cena ó comunión. Los testigos consideran que los únicos que pueden participar de la cena del Señor son los llamados a la vida celestial, o sea, los 144000. A los demás solamente se les permite presenciar la cena. Sin embargo, el apóstol Pablo, quien habla de la preparación espiritual adecuada (1 Corintios 11: 18-22, 27-34), no establece una división entre los 144000 y los demás miembros de la iglesia (1 Corintios 11:23-26). Considerando la conducta de los Corintios descrita en 1 Cor. 1:11; 3:1-3; 4:18;5:1,9,11. Sería muy difícil argumentar que toda la congregación se comportaba como los 144000. Sin embargo, él dice que cada uno se probase a sí mismo, y decidiese si participaría o no de la cena 1 Cor. 11:28.