Por la lapidación y su castigo. Mueren inocentes en manos de cobardes. Quiero Inventar un nuevo diccionario, Quitar el sexo débil de las definiciones. Y armarlo de mil palabras de poder. Porque me han educado libre, pero a mí. Diciéndome que lo éticamente correcto, no siempre está bien. Por esto levanto la voz. Por ella que ha vivido la hipocresía en sus venas por manos de los más poderosos. Las caídas de ducha, y las excusas por amor. La muerte por los celos y el asesinato como costumbre. Por las mujeres que se aman Y que al decir su nombre...vibra el suelo. Ojalá, no viva el miedo en nosotras Y Cuando otros rocen sean solo caricias. Mirad mi palabra y no mi cuerpo. Todas las carencias que un día alguien hizo de mí.
LA REPORTERA SELENITA, por MJG (porque hay mucho que contar)
TODOS SOMOS GABRIEL El pasado 27 de febrero desapareció un niño de 8 años, Gabriel, en Las Hortichuelas (Almería). Ha sido un caso que ha tenido a toda España durante doce días pendiente del “Pescaito”, que era como llamaban en casa al niño porque le gustaban mucho. Toda Almería se volcó ayudando a la Guardia Civil y Policía buscándole por todos los rincones. Por desgracia, el día 11 de marzo apareció muerto. Le había matado la pareja de su padre, ya que sus padres biológicos estaban separados y tenían otra pareja cada uno. Ha sido un drama social. Toda España ha seguido día a día si había algún avance o no en la investigación, a todos nos ha tocado el corazón la sonrisa del “Pescaito”. Tanto es así que cuando sus padres pidieron que se llenaran las redes sociales y las ventanas de casa con dibujos de peces pidiendo la aparición de Gabriel, toda España respondió e inundó todo el país con peces. Y cuando ha aparecido, siendo encima la pareja de su padre quien le había matado, ha desatado la ira de la mayor parte de la gente. Pero yo quiero quedarme con la actitud de los padres de Gabriel. Han sido una pareja ejemplar, dándonos a todos una lección, primero con lo unidos que han estado todo el tiempo, a pesar de estar separados, pero se han apoyado el uno al otro desde el primer día hasta el último. Y ahora, cuando el desenlace ha sido el que nadie quería, Patricia, la madre de Gabriel, ha demostrado ser una mujer realmente estupenda. Una mujer, que, a pesar de que tiene todos los motivos para odiar y pedir la mayor pena posible para la asesina de su hijo, lo único que ha pedido ha sido que no se envíen mensajes de odio ni negativos, solo quiere que nos quedemos con la parte buena que ha aportado todo esto que ha sido la unidad de sus padres, la generosidad de la gente que se ha lanzado al campo a buscarle lloviendo y con un tiempo bastante adverso, con la bondad que ha demostrado todo el mundo. Patricia nos ha dado una lección de bondad y saber estar que no debemos olvidar. Por Gabriel.