Cómo lograr sistemas financieros sólidos y seguros en América Latina

Page 115

105

zas ligeramente más complejas, ya que nuestros riesgos presentan mayor variedad. Una solución, imperfecta sin duda, sería incluir un factor adicional en el cálculo de los activos en situación de riesgo, a saber, el interés cobrado por un préstamo. Los préstamos que atraen tasas de interés más elevadas suelen implicar mayor riesgo. Por eso, un factor adicional que aumente en consonancia con la tasa de interés puede ser una manera de mejorar la precisión de las ponderaciones de riesgo de Basilea. Este es, de hecho, el enfoque adoptado por Argentina: el coeficiente básico capital-activos en situación de riesgo se fija en el 11,5 por ciento, pero los activos de riesgo son mayores de lo que correspondería de acuerdo con los criterios de Basilea, debido a un factor adicional vinculado a la tasa de interés. En resumen, los coeficientes de capital bancario inspirados en los del Acuerdo de Basilea para el riesgo de contraparte son muy válidos para América Latina, y una metodología común ofrece considerables ventajas. No obstante, se requiere una adaptación, y el 8 por ciento no debe considerarse como una cifra tallada en piedra. Coeficientes bancarios para los riesgos de mercado Tras la enmienda del Acuerdo de Basilea en enero de 1996, tanto México como Argentina han aprobado recientemente reglamentos sobre los coeficientes de capitalización para los riesgos de mercado -ambos reglamentos entraron en vigor el 1 de septiembre de 1996. En este caso, quizás todavía más que en el de los riesgos de contraparte, se requiere una adaptación. El enfoque "estandarizado" de la Enmienda de Basilea, cuya versión ha entrado ya en vigor en Europa, establece ponderaciones de riesgo fijas, tanto en los distintos países como a lo largo del tiempo, para el cálculo de los coeficientes de capital para los activos con mercados líquidos. Igual que antes, la mayor inestabilidad económica de América Latina significa que los valores de las ponderaciones de riesgo de la Enmienda de Basilea y de la Directiva europea sobre adecuación de capital quizás no tengan mucho sentido en nuestra región. América Latina necesitará sin duda coeficientes más altos por cada dólar de activos líquidos que figure en los balances de los bancos. No obstante, podemos formularnos dos interrogantes más interesantes: primero, si los países de América Latina deben tener ponderaciones de riesgo que se mantengan fijas a lo largo del tiempo; segundo, si América Latina debe tener las mismas ponderaciones de riesgo en los distintos países. Una vez más, me temo que la respuesta sea probablemente negativa en ambos casos, pues la inestabilidad suele variar más en América Latina, tanto en el espacio como en el tiempo, que en el Grupo de los Diez. Pero no

© Banco Interamericano de Desarrollo. Todos los derechos reservados. Visite nuestro sitio Web para obtener más información: www.iadb.org/pub

MESA REDONDA


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.