Ciro Caraballo Perichi

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México y el Patrimonio Mundial": Los valores desde la mirada comunitaria. Dr. Ciro Caraballo Perichi Secretario Académico de ICOMOS Mexicano. Presidente de la Red Iberoamericana de Conservación y Gestión de Cementerios Patrimoniales. Consultor externo de la UNESCO.

RESUMEN: La Convención del Patrimonio Mundial de 1972 orienta la valoración de los bienes naturales y culturales a partir de los Valores Universales Excepcionales, identificados en atributos materiales. Si bien el criterio VI de la Convención establece la valoración de los intangibles relacionados con los bienes, éste poco es aplicado y menos aun promovido en el discurso de valores. Se presenta una metodología de participación para la lectura de valores desde la comunidad que convive con el bien, en el entendido que la representación del patrimonio para la comunidad es una e indisoluble, en la cual los afectos, las referencias personales, los espacios donde se realizan las fiestas y celebraciones locales, así como los intangibles que acompañan a estas, comidas, músicas, trajes, bailes, conforman un todo unitario en los criterios de valoración pública. La metodología permite una participación personalizada de los habitantes, independientemente de su relación formal y de su conocimiento estructurado de los valores patrimoniales. A su vez actúa como canal para el empoderamiento, el desarrollo de la autoestima y la difusión no formal de los valores patrimoniales. Palabras clave: Patrimonio cultural y natural; Patrimonio Inmaterial, Participación Comunitaria; Valoración; Empoderamiento.

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1.- La valoración del patrimonio: Un concepto en cambio constante. La preservar del patrimonio cultural se inicia a partir del reconocimiento de los valores atribuidos a dichos bienes o manifestaciones. Esos valores se forman en la mente de los individuos en una compleja relación entre los subjetivo y personal y lo colectivo. Al ser los valores patrimoniales convenciones y construcciones sociales, tienen claramente referidos connotaciones culturales, con temporalidad y territorialidad cambiante. Todo patrimonio es cultural, incluso el natural. Las sociedades califican, nominalizan, y establecen valores diferenciados para todos los bienes culturales y el espacio en que se establecen. No hay espacio natural que no esté humanizado de una u otra manera, y cuyos valores no hayan sido construidos en función de referentes culturales. Es así que no hay valores estables, ni generales, por lo tanto no puede haber discursos patrimoniales permanentes y unidireccionales. Es así como los bienes culturales se cargan de múltiples discursos patrimoniales, incluso contradictorios, y fluctúan en sus valoraciones de una generación otra. Al ser la estructura discursiva de dichos valores múltiple, podemos categorizarla a partir de al menos cuatro grandes vertientes: el valor académico del bien, el valor político, el valor económico y el valor comunitario. El primero, el académico, es asignado a partir de investigaciones y lecturas comparativas un valor cargado de data informativa, histórica, artística y científica, discurso generalmente críptico para la mayoría de los mortales, pero esencial para el posicionamiento del bien patrimonial en el contexto universal. El valor político está directamente referido a la relación entre el discurso del bien y el poder, a través de bienes culturales que los representan o bienes culturales que se rechazan. Esta valoración es absolutamente subjetiva, construida a partir de argumentaciones cargadas de oropeles y esdrújulas, pero básico para entender muchas veces la relación de los estados y gobiernos, con los bienes patrimoniales y su jerarquización discursiva y financiera, así como el desarrollo de filias y fobias en la población. El valor económico está dado por el valor de mercado del objeto, manifestación o espacio territorial contenedor del patrimonio. Esta valoración ha incrementado su peso exponencialmente en los últimos años, paralelamente a las políticas de libre mercado, circulación monetaria del arte y de las artesanías como bienes de consumo y estatus social, a lo que se suma el turismo “cultural” masivo, y la imagen del objeto en “Facebook”, con el sujeto en primer plano. Tener, poseer, aunque solo sea de manera virtual, categoriza y valoriza el patrimonio. El valor comunitario es muchas veces el de menos fuerza aparente, pero el de mayor continuidad, dada su estrecha relación espacial y temporal con el bien en 2


cuanto construcción de identidad local y de uso cotidiano. Carece de la fuerza discursiva del primero, así como de la capacidad financiera del segundo, sin embargo es el único con capacidad de reconstruirse permanentemente y traspasar sus lecturas de una generación a otra. Muchas veces los especialistas olvidamos la complejidad del mundo de los valores que rodean un bien cultural, y desde la academia atribuimos a un objeto, o a una manifestación cultural o a un territorio natural valores, los cuales no siempre coincide con aquellos asignados por otros actores, y menos aun por la comunidad que lo usa, lo posee o lo recrea. En los últimos decenios nuevos discursos socio-políticos, relacionados con la diversidad cultural y los derechos humanos han abierto las puertas para la aceptación de la multiplicidad discursiva sobre el bien patrimonial. Ello ha obligado a una revisión de los criterios disciplinares y las metodologías de valoración que hasta ahora hemos aplicado para la calificación de los bienes de interés cultural, e insistimos, incluidos los naturales. Los valores no son elementos tangibles, son ideas, son conceptos e incluso son lecturas imaginarias. Estos se expresan a través de atributos, materiales o imágenes, que los representan y los hacen “socialmente visibles”. Asó como históricamente cambian los valores, así mutan los referentes y atributos que los representan. En un planeta que reivindica los derechos culturales provenientes de distintas líneas civilizatorias, al menos en los discursos, el determinar los distintos valores que se reflejan en un bien tangible o intangible, permitirá a la construcción de espacios de diálogo intercultural, y a través de ellos alcanzar acuerdos que faciliten las acciones y mecanismos requeridos para la conservación del bien. Es así que al no considerar los valores homogéneos ni permanentes, y menos aun “socialmente” objetivos, la labor del gestor cultural es fundamental, y los instrumentos metodológicos para acercase a esta lectura múltiple, indispensables. El análisis de la multiplicidad de valores asociados al bien, académicos, políticos, financieros y comunitarios, facilitará la gestión del bien patrimonial, entendiendo de esta manera que el conflicto forma parte inherente de dicha gestión. Los especialistas deben conocer los valores del bien, al igual que como preservar sus atributos, pero lo que siempre se olvida es que deben ser gestores de los conflictos. Los valores patrimoniales no necesariamente son reconocidos de igual manera por todos los miembros de una comunidad; distintos grupos sociales y culturales pueden reconocer en un mismo atributo valores diversos, incluso contradictorios entre sí. He allí su grado de subjetividad. Forman parte de esas valoraciones los 3


referentes colectivos relacionados con la religión, la educación, o la conciencia individual; igualmente dependen de los mecanismos que cada sociedad tiene para su transmisión: la familia, la escuela, o los medios de comunicación. Al mismo tiempo alguno de estos valores, en especial aquellos relacionados con los grupos culturales de mayor poder, pueden estar formalizados por las leyes y normas oficiales, transformándolos en discurso institucionalizado y colectivo, el cual no necesariamente se corresponde en la práctica con la multiplicidad de valores sociales relacionados con el bien cultural. La metodología que aquí se presenta busca incidir en uno de los espacios menos trabajados, cual es el reconocimiento de los valores patrimoniales desde las comunidades que conviven diariamente con ellos. Dicha metodología acepta lecturas múltiples, valores e incluso sentimientos, incluyendo en muchos casos abiertas contradicciones con el “deber ser” de la conservación, entendida desde el punto de vista de los expertos. 2.- Las Convenciones de la UNESCO: Globalización de los criterios. La lectura eurocéntrica de los valores culturales privó en todo el hemisferio occidental, así como en los territorios coloniales, por varias centurias, universalizándose en el siglo XIX. Los procesos políticos socialistas, como la revolución soviética y la mexicana, fueron la base para nuevas lecturas culturales en los procesos de descolonización posteriores a la Segunda Guerra Mundial. A partir de allí se abren espacios para las lecturas culturales de valor local, en todos esos casos con fuerte sesgo político de carácter nacionalista y excluyente. El surgimiento de la UNESCO en 1945, como órgano responsable de la educación, las ciencias y la cultura dentro de la estructura de las Naciones Unidas, abrió las puertas a múltiples espacios de discusión de políticas internacionales referidas a la valoración, conservación y difusión de los bienes culturales, además de los naturales, concebidos aun en ese momento como ajenos a criterios antrópicos de valoración. En la década de los sesentas programas de formación y promoción de museos, así como las lecturas históricas y sociales de los nuevos países independientes, abrieron espacios para la cooperación internacional y por ende a discusiones más amplias de las lecturas multiculturales. Un nuevo acercamiento se generó con la creación de los organismos asesores externos, como ICOMOS en 1965, dando seguimiento a recomendaciones de la Carta de Venecia del año anterior. Ello abrió canales para el intercambio profesional en el campo de los monumentos y sitios, como el ICOM lo hacía en el campo de los museos y el ICCROM en metodologías y técnicas de conservación. A partir de ese momento comenzaron a gestarse los criterios y códigos de 4


atención a los bienes culturales, en una espiral continua y de lectura cada vez más diversa. Una de las iniciativas más exitosas de la UNESCO fue la Convención del Patrimonio Mundial, Natural y Cultural, aprobada por la Asamblea General en París, en 1972. La Convención establece la importancia de los valores naturales y culturales de los sitios excepcionales, como herencia de toda la humanidad, por lo que la pérdida de los mismos significa un empobrecimiento colectivo. Como puede observarse los criterios establecidos en 1972, y en buena parte aun vigentes, los criterios de valoración fueron concebidos dentro de una estructura conceptual donde privaban los valores estéticos excepcionales y monumentales, exaltando la capacidad humana como aporte a la civilización, la creatividad, y la belleza (a pesar de la existencia del criterio VI tan limitadamente utilizado)1. En lo natural, asociado por vez primera en un instrumento a lo cultural, los valores estéticos y científicos ocultaban cualquier referencia a la interacción de los grupos que habitan esas áreas. Luego de cuarenta años de aplicación de esta convención los principios técnicos y la ética sobre la conservación y difusión del patrimonio se han ampliado gracias a los expertos externos, pasando de la visión cerrada del monumento, a incluir los valores intangibles. Esta lectura transversal del patrimonio fue la base teórica de la Carta de Nara, (ICOMOS 1994), la cual abrió el espacio técnico para el desarrollo de una visión intercultural de los sitios patrimoniales, así como la identificación amplia de los valores en ellos representados. Con la aprobación en el año 2003 de la Convención del Patrimonio Inmaterial, se llenó un significativo vacio en el campo de la gestión patrimonial. Sin embargo aun ambas convenciones de la UNESCO actúan en separado, cuando es imposible en la primera de negar el peso de los valores comunitarios en la conservación y gestión de los sitios, y en la segunda hablar de intangibles separado de espacios y sitios donde estas manifestaciones tienen lugar. En el informe presentado en 1997 por la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de las Naciones Unidas, presidida por el Embajador Javier Pérez de Cuellar, actuó como reactivador de los trabajos que venía desarrollando la UNESCO, y que apuntaban a la necesidad de mirar la cultura como una dimensión transversal de la vida de toda comunidad, así como una oportunidad de desarrollo económico y social. Esta posición se enfrenta abiertamente a la visión tradicional de entender como cultura sólo la representación creativa estética de un sector de la Estar asociado directa o materialmente con acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias u obras artísticas o literarias de significado universal excepcional (criterio utilizado solamente en circunstancias excepcionales y aplicado conjuntamente con otros criterios). 1

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sociedad, así como la que entiende el patrimonio como icono sagrado de un pasado remoto, absolutamente imposible de replicar y por tanto cosificado, bajo la égida absolutista del estado. La nueva visión de la cultura establece que todo proyecto de desarrollo económico, y más aun en todo proyecto cultural, el análisis de la trama social donde se inserta, y la participación de las comunidades asociadas, es esencial para su aplicación. En América Latina como en otras latitudes, son muchos los ejemplos de sitios y centros históricos excepcionales en sus atributos materiales y ricos, además, en manifestaciones de cultura viva. Sin embargo las rápidas transformaciones sociales y económicas, sumadas a teorías urbanas extrapoladas de los países desarrollados, han incidido en que estas áreas se encuentren con un alto deterioro físico, a lo que se suma procesos acelerados de degradación social y económica. Las experiencias de los años ochenta y principios de los noventa también enseñaron que la respuesta no puede limitarse a la restauración de monumentos aislados, al embellecimiento de fachadas o a la pavimentación y ornamento de calzadas. Una real transformación pasa por procesos de apropiación colectiva de los espacios, con oportunidades ciertas de mejora de la calidad de vida de sus habitantes y usuarios, sumado a la necesidad de reactivar este espacio urbano con dinámicas económicas actuales, adecuadas a su valor cultural. “El patrimonio cultural de un pueblo es su memoria viviente. Se expresa mediante una multiplicidad de expresiones materiales e inmateriales. Pero también es múltiple en sus orígenes. Un pueblo que sigue su propia filiación cultural, que conoce las influencias plurales que han surcado su historia y modelado su identidad, estará mejor preparado para establecer relaciones pacíficas con los demás pueblos, proseguir el diálogo muchas veces iniciado en tiempos inmemoriales y forjar su propio futuro”. ( K. Matsuura. 2002) Conocer la valoración comunitaria de los espacios y sitios con valores patrimoniales es una condición básica para su gestión. Consideramos por ello que la metodología aquí presentada constituye un significativo aporte para un acercamiento a una lectura múltiple, transversal, democrática y participativa de la comunidad, en un proceso de construcción colectiva de valores y visones de actuación en relación a los bienes patrimoniales. 3.- La participación comunitaria: una tarea pendiente. Si bien el discurso participativo ya llena varios renglones en las recomendaciones técnicas, incluso en los instrumentos legales de buena parte de los países de la región, en práctica las acciones no han sido todavía lo incluyente que debiera ser. 6


Por una parte privan los protagonismos coyunturales de especialistas y responsables, políticos, eruditos, organismos oficiales responsables de patrimonio, así como de agencias y ONG´s internacionales, quienes con la oferta de recursos financieros opacan en la práctica las gestiones locales. Es necesario a toda costa evitar acciones inmediatistas que juegan más al efecto a corto plazo que a la consolidación de una dinámica socialmente heterogénea en lo económico, lo social y lo cultural. Un sitio de valor patrimonial debe asumirse con una visión de gestión de clara mirada de futuro y nunca cargada de nostalgia por el pasado. Para asegurar un proceso sostenido de mejoramiento de los sitios patrimoniales es necesario establecer planes estratégicos de desarrollo integral de mediano y largo alcance, que busquen la mayor participación posible de los distintos actores sociales presentes, atendiendo sus múltiples visiones e intereses, y muy particularmente la de aquellos que conviven diariamente con el bien protegido. Conservar cualquier bien patrimonial, material o inmaterial, requiere generalmente de una inversión económica significativa. Es por ello que es imposible pensar en la conservación de los bienes sin que ellos cumplan un papel en la dinámica social local: puede ser un símbolo, activador de relaciones de identidad y autoestima; también puede tener un valor de uso local asociado; a través de la construcción de una imagen con representatividad social. En cualquiera de los casos se hace necesaria la identificación de los valores sociales adscritos al bien, a fin de identificar aquellos claramente apropiados por el colectivo, así como aquel patrimonio desprovisto de reconocimiento, aislado de la estructura de de valores sociales, y por lo tanto sujeto a la pérdida de sentido social, que a la larga se traduce en su desaparición, como objeto material o como dinámica colectiva. Si bien desde hace más de treinta años estos criterios están presentes en el concepto de cultura que aplica la UNESCO2, vale aquí el proverbio popular que dice “del dicho al hecho, hay mucho trecho”. A casi treinta años del posicionamiento del nuevo concepto de cultura en la UNESCO, y casi quince años de que la ONU gestara el documento guía “Nuestra Diversidad Creativa”, aun privan las visiones técnicas o las políticas de gestión

“…la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracteriza a una 2

sociedad o un grupo social। Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias, ..." UNESCO.

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oficial, buena parte de las veces dispersas y verticales, que impiden potenciar al máximo la riqueza cultural, tanto heredada como de nueva producción. Una conservación efectiva del patrimonio pasa, necesariamente, por procesos por apoyar o generar procesos de empoderamiento colectivo de los espacios y de los bienes patrimoniales, con oportunidades ciertas de mejora de la calidad de vida de sus habitantes y usuarios. Ello debería entenderse como un programa permanente, con monitoreo y ajustes continuos, asegurando la sostenibilidad social de un sector urbano o de un espacio cultural colectivo. Una población que se apropie de las metodologías que le permitan interactuar con su patrimonio garantizará un mayor involucramiento en el proyecto, por ello, resulta conveniente observar los distintos niveles de participación, así como vías, modalidades y canales de participación. La participación es un concepto central que se refiere a la incidencia de individuos y grupos sociales en las diferentes etapas en las que se resuelven asuntos de interés público, es decir, la identificación de valores y prioridades, la consulta, discusiones, planteo de propuestas y, en algunos casos, la creación de formas de organización y gestión de recursos. La participación es un mecanismo que permite llegar a decisiones colectivas, en la medida que la ciudadanía se involucra en el proceso de toma de decisiones, el diseño, la implementación de proyectos y la evaluación. Ello significa que su efectividad aumenta cuando está presente en todo el ciclo del proyecto: el diagnóstico, el trazo de la zonificación, las acciones y criterios, la instrumentación, el monitoreo y el seguimiento del mismo. No obstante, sería erróneo asumir que la participación más intensiva, la más amplia y frecuente es la mejor participación, ya que en algunos casos el resultado puede arrojar un debilitamiento de la autoridad y crisis en la rendición de cuentas de los gobiernos electos. De ahí que se deba poner sumo cuidado en el diseño de los espacios y las metodologías de participación. La participación debe ser diseñada en función de las circunstancias específicas de cada contexto. En primer lugar es recomendable atender al área de influencia geográfica y al perfil sectorial de los actores. Es indispensable elaborar el “análisis de los grupos de interesados”: conocer y comprender a los grupos implicados en los problemas que la estrategia intenta tratar y que deben involucrarse de una forma u otra en la definición de las posibles soluciones. En lo que respecta al manejo del patrimonio, resulta muy provechoso identificar la red de actores e intereses, las demandas, conflictos, modos de acción y a los potenciales socios del proyecto. La metodología anexa y sus resultados son un avance en cuanto a instrumentos de participación que permiten la más amplia expresión de los participantes, 8


independientemente de su nivel de educación formal, así como la construcción colectiva de propuestas iniciales con capacidad de convertirse en proyectos viables. 5.- Una metodología participativa de valoración e inducción a la gestión. Nada más complejo organizar talleres participativos donde la autenticidad de la opinión del habitante no se vea opacada bien por la direccionalidad de las preguntas del ente que convoca, bien por la presencia de líderes locales que asumen que es su opinión la de la mayoría, bien por la presencia de maestros o cronistas locales cuyo conocimiento ampliamente externalizado impide a otros opinar, bien por los manejos políticos que muchas veces se hace de este tipo de reunión. El taller participativo es una técnica grupal que se puede definir como un espacio de producción cooperativa en el que la sistematización de conocimientos se construye a través de la participación, la vivencia y la reflexión. El taller es entendido como un grupo de personas que se reúnen con el propósito de reflexionar sobre la realidad y operar sobre sus prácticas específicas. En cualquiera de sus variantes metodológicas el taller ha demostrado ser eficiente para detectar problemas y jerarquizar necesidades en forma participativa.3 Un ejercicio participativo de identificación de valores en relación a un bien patrimonial, (natural o cultural) nos arrojaría, en todos los casos, una importante lista de valores reconocidos por la comunidad y los actores que interactúan con el bien. Muchos de estos valores identificados pueden ser conceptos de gran nivel de abstracción, como solidaridad comunitaria, emprendimiento, etc. La materialidad del propio bien, o la singularidad de un componente del mismo, o de una representación inmaterial, permitirán adscribir estos valores al atributo que se analiza, actuando éste proceso para la comunidad como mecanismo de objetivación de conceptos abstractos como son los valores. De igual forma a través de este ejercicio participativo podremos observar que otros valores, incluso algunos ampliamente reconocidos por los estudios académicos, no son mencionados por los actores locales, e incluso llegan a ser identificados por las comunidades como anti-valores del lugar. Los espacios de participación comunitaria se extienden en un amplio margen de opciones, dependiendo del tipo de participación y el control que el agente externo tiene del proceso. Utilizando para el taller presentado el esquema de Kumar (2000), este se ubica en la zona de “participación funcional”, dado que permite amplio espacio para la opinión local, con limitada autonomía en las 3

(SIEMPRO, UNESCO, 1999: 119).

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Kumar, Somesh, Methods for Community Participation. A complete guide for practitioners, Yidg Pulishing, 2000. pag. 25. figura, 1.1

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dinámicas, pero que al mismo tiempo deja orientaciones de programas y

El control de outsider

1Participación pasiva

Participación para dar información

El control de gente local

Participación por consulta

Participación por incentivos materiales

Participación funcional

Participación interactiva

Movilización social

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acciones con mínima intervención externa. Con estos criterios y en sucesivos talleres en sitios del Patrimonio Mundial en América Latina4, se fue decantando el proceso y desarrollando los mecanismos de control, que facilitan una intervención fluida y muy personal de los participantes 6.- Una metodología participativa con papel y lápiz. En la siguiente sección describiremos las etapas del proceso operativo de los talleres participativos de valoración patrimonial, centrándonos en la fase de diagnóstico e identificación de valores, reconocimiento de riesgos y acciones. En buena medida esta descripción se basa en la experiencia de los talleres aplicados en diversos contextos, pero también recupera aspectos de la planeación prospectiva y el mapeo de alcances. La metodología desarrollada se orienta a construir espacios en los cuales, desde las visiones locales, se identifican bienes patrimoniales, naturales o culturales, los riesgos y las acciones que podrían realizarse para impedir su deterioro o pérdida. Al mismo tiempo identifica oportunidades de desarrollo de actividades económicas compatibles con la conservación del lugar, que contribuyan a la construcción colectiva de programas de manejo y gestión del patrimonio. El núcleo de la metodología es la identificación participativa de los bienes adscritos al patrimonio; ese mosaico de bienes orienta el propósito de las 4.- Los talleres de valorización patrimonial realizados en sitios del Patrimonio Mundial en América Latina entre 2007 y 2010 fueron: Cartagena, Colombia; Coro- La Vela, Venezuela; Ciudad de Panamá, Panamá Valparaíso, Chile; Lima, Perú.

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acciones y el mapa de estrategias. En primer lugar, al trazar el mapa de bienes en la comunidad, podemos contrastar los valores de excepcionalidad que motivaron la inscripción del sitio en la lista del Patrimonio Mundial, con los valores atribuidos por los usuarios del patrimonio. En segundo, la identificación de los valores es una vía para aproximarse a las representaciones, que constituyen el imaginario social de los habitantes del sitio. La convocatoria al taller busca conocer la lectura local de los bienes con valores patrimoniales, a través del más amplio mosaico de actores sociales que interactúan en el territorio específico, desde su propia subjetividad. Se recomienda así buscar la más amplia representatividad social (Habitantes; usuarios, prestadores de servicio; comerciantes, funcionarios públicos; grupos religiosos, etc.). No se requiere conocimiento específico sobre el sitio ni de los bienes patrimoniales; tampoco desempeñar un oficio relacionado con el mismo (turismo, docencia, vigilancia arqueológica, etc.), pero si, en lo posible, liderazgo local. El proceso del taller consta de las siguientes etapas: 1) Organización previa. (Instituciones locales conjuntamente con organizaciones de base)     

Definición de área de trabajo. Identificación de socios locales para organización y convocatoria. Identificación de espacio de realización del Taller. Identificación de posibles participantes y consulta verbal de su posibilidad de atender el taller. Convocatoria inicial por carta formal de la autoridad convocante, con el nombre de cada participante y entregada en su domicilio. Esto empodera al participante y asegura una participación más comprometida. (Debe asegurar la inclusión equitativa de hombres y mujeres y estratégica pensando en líderes comunitarios, así como un 25% de jóvenes (entre 14 y 29 años). Confirmación de asistentes en forma telefónica dos días antes del taller.

2) Trabajo de taller. (1 facilitador y cuatro auxiliares de mesa) El taller consta de seis secciones de trabajo las cuales se representan en la siguiente figura.

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Elaboraci贸n Dr. Ciro Caraballo Perichi en su car谩cter de consultor de la UNESCO

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Cada taller tiene una duración promedio de tres a tres y media horas, previsto para 25 a 40 participantes máximo, con las siguientes etapas de trabajo: Presentación del taller. 15 minutos. 1) Etapa de Integración. Cada participante presenta a otro, comentando sobre su área de trabajo y gustos personales. Esta presentación permite integrar al grupo, además ayuda a identificar las redes sociales y de reconocimiento existentes. El grupo se organiza por mesas en forma aleatoria. Esto busca equilibrar la distribución de actores informados; líderes; permite evitar conflictos. 2) Identificación de valores. 35 minutos. Primera ronda de trabajo en mesas. (4 mesas; hasta 10 participantes x mesa máximo). Este ejercicio abre un espacio a la participación individual, que permite que cada participante, desde su punto de vista personal, identifique aquellos bienes o manifestaciones que deben ser valoradas. La pregunta básica es… “que edificios, espacios, costumbres, valores de su comunidad, considera Ud. importante que sus nietos puedan conocer y disfrutar”. Este acercamiento pone en contexto el tiempo y la conservación, sin tener que explicar o comentar ningún concepto formal de patrimonio cultural o natural. Esta primera lista no contiene sino los enunciados de los atributos patrimoniales reconocido por cada participante. En cada mesa se comparan las respuestas y se escogen los (4) mas mencionados para dar continuidad al trabajo. Las listas se recogen y se tabulan, saliendo de allí un mapa patrimonial del sector o comunidad, que presenta el más amplio espectro de bienes reconocidos. 3) Identificación individual de valores, riesgos y acciones, (cuatro ejemplos seleccionados por mesa). 55 minutos Con las preguntas: ¿Qué VALOR tiene para ti ese bien?; ¿Cuáles son los RIESGOS de que ese bien pueda perderse?; ¿Qué ACCIONES pueden realizarse para evitar que eso pase?; ¿A QUIÉNES corresponde hacerlo?; ¿Qué puedo hacer YO Y MI COMUNIDAD? Este trabajo es realizado de manera personal utilizando la siguiente matriz: 4) Consolidación de aportes. 35 minutos. En forma colectiva se conocen los bienes o manifestaciones culturales trabajadas en cada mesa. Cada mesa consolida e integra, sin establecer juicios de valor, los aportes efectuados sobre uno de los bienes trabajados, con los documentos de las distintas mesas. Los resultados, usando las 13


mismas categorías, se escriben en una lámina de papel bond tamaño rotafolio para su presentación en asamblea. MATRIZ DE VALORACIÓN Y PERCEPCIÓN / POR MESA

Atributos del patrimonio

¿Por que vale para Ud ?

¿Que habría que hacer para evitar esos riesgos ?

¿Cuales son los riesgos de que se pierda ?

¿Quien es tendrían que hacerlo ?

Bien / manifestación 1 Bien / manifestación 2 Bien / manifestación 3 Bien / manifestación 4

El Tajín. Planilla individual por mesa / Foto: C. Caraballo

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¿Qué puedo hacer yo o mi comunidad?


5) Sesión plenaria. 25 minutos. Presentación y lectura de los resultados consolidados por mesa en asamblea. Un/a vocal de cada grupo expone los resultados de la mesa, abriéndose a la discusión, la complementación y el debate de aquellos puntos que se contradicen. Este proceso es muy rico ya que todos han participado de una u otra forma en la construcción de lo que se presenta, por lo que hay un fuerte empoderamiento de las propuestas.

El Tajín. Presentación de resultados / Foto: C. Caraballo

6) Conclusiones y clausura. 5 minutos. Cierre de la reunión, agradecimientos. Información sobre el seguimiento.

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7) Seguimiento. Una vez tabulada la información obtenida de las mesas de trabajo. Para ilustrar las categorías de Patrimonio identificado se realizara un conjunto de gráficas circulares donde se ilustran los porcentajes de los diferentes categorías de los valores mencionados, y a su vez, el desglose de cada categoría por elementos identificados. Las tablas de análisis de los casos se consolidan y organizan, manteniendo la estructura y lectura de los participantes. El informe se completa con información científica de los bienes analizados, incrementando con ello el conocimiento del lector final del documento. Los resultados son enviados a cada participante vía correo electrónico o fotocopias. El documento resultante es público y podrá ser enviado a todo el que lo solicite. La aplicación de la metodología en más de 50 talleres efectuados apunta a un 90% de éxito de los mismos, dependiendo fundamentalmente de la calidad del proceso de identificación de participantes y de la eficiencia en la convocatoria. El taller permite un acercamiento muy subjetivo de los participantes, al tiempo que evita espacios de confrontaciones o concursos de ego local. El proceso continuo de integración asegura un resultado muy objetivo, enriquecido por lecturas alternativas y que en la práctica, para cada caso analizado, es la base para generar proyectos de acción. El empoderamiento del participante, desde la convocatoria personalizada hasta la entrega individual de los resultados, asegura un compromiso con la difusión del mismo, dado que la totalidad de los allí contenido es fruto de la lectura local, con mínima contaminación externa ni lecturas ajenas a la misma. La simplicidad operativa, un taller que no requiere de equipos electrónicos sino de lápiz y papel, asegura que el mismo pueda ser realizado sin riesgos y muy bajo costo de aplicación. Permite a su vez la participación de personas con escaso nivel de estudios, analfabetas, o personas de lenguas indígenas, en este caso acompañados de un facilitador en lengua local por mesa. Un instrumento efectivo, de fácil aplicación, bajo costo y alto impacto en procesos de valoración y apropiación comunitaria. 7.- Diez casos del Patrimonio Mundial de México: la lectura comunitaria. A partir del desarrollo de la metodología para identificar valores patrimoniales integrales, desde los espacios y lecturas de la comunidad que convive con los bienes, fue desarrollado desde la oficina de la UNESCO en México un programa de aplicación (2010-2011) en 10 sitios de Patrimonio Mundial en México. Para la selección de los casos y los permisos de acceso se contó con el apoyo del INAH y la CONAPO, así como la facilitación de otras instancias públicas como la UNAM, el Fideicomiso del Centro Histórico de la C. de México, y de las municipalidades 16


respectivas. La mirada comunitaria los valores del sitio no siempre coinciden con los valores establecidos por las categorías universalmente expuestas. En la mayoría de los casos, la valoración de los habitantes se da a partir de los valores inmateriales existentes, y en un menor nivel y especificidad menos definida, a partir de la identificación de los soportes materiales y atributos formales e históricos de dicho bien. La riqueza de valores y de análisis de los factores asociados a su conservación se incrementa exponencialmente en aquellas comunidades tradicionales que conviven con el bien, bien sean comunidades indígenas como las de El Tajín, comunidades productoras como las de la reserva de El Vizcaino o talleres barriales como los efectuados en Zacatecas y en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La identificación de valores, así como la propuesta de acciones disminuyen significativamente en talleres con participantes conformados por trabajadores institucionales, funcionarios, estudiantes y comerciantes, como los realizados en Ciudad Universitaria y el Hospicio Cabañas. Ello nos dice que son las comunidades vivas las que en una lectura integral de patrimonio material, natural e inmaterial, identifican un sinnúmero de valores y atributos del sitio, a partir de su experiencia de vida y de las lecturas heredadas y transmitidas por sus mayores. Son estas comunidades las que la mayor parte de las veces no son convocadas para los procesos de valoración y conservación, y menos aun para la generación de propuestas en planes de manejo y gestión de los sitios. Un reto para todos los administradores y responsables de sitios patrimoniales, en especial aquellos incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. a.- La lectura formal: Ciudad Universitaria y Hospicio Cabañas. Los resultados corresponden a un taller efectuado en cada uno de los sitios mencionados. Es de mencionar que ambos talleres se caracterizaron por una enorme dificultad en su organización, pobre convocatoria y resultados bastante mediocres. Los participantes, en su mayoría empleados y usuarios de las instalaciones educativas mencionadas se caracterizan por un amplio desconocimiento de los valores patrimoniales del sitio, poca o ninguna relación con valores asociados del entorno inmediato, y lecturas estándar en cuanto a la identificación de bienes patrimoniales, acciones y propuestas de intervención. La experiencia apunta a la necesidad de generar programas que generen relaciones menos racionales y más emocionales entre los usuarios y el lugar patrimonial que comparten. Así mismo tiempo es necesario abrir el conocimiento y el uso del patrimonio a las comunidades vivas que rodean el sitio patrimonial, generando una interacción generacional, de uso social más rico y más efectivo en cuanto a apropiación y conservación patrimonial.

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12%

Comerciantes

4%

8% Estudiantes

28%

Académicos

48%

Funcionarios Personal administrativo

Participantes Ciudad Universitaria / 26 participantes Tabla de valores Ciudad Universitaria Integración CulturaDiversidad

Libertad

Lugar patrimonial

3*

Sistema transporte 2*

6* 11* Lugar de formación integral

Acervo Cultural

Estructura administrativa

4*

Sitio histórico emblemático

2*

9* 2* Contexto natural, biodiversidad

Lugares universitarios 3*

Espacio público

CU lugar donde se cosecha amigos

2*

8*

2*

Gente y estructura hace la CU

Ciudad de convivencia

7*

3*

Autonomía universitaria 2*

Lugar de esparcimiento deporte, ocio y esparcimiento 7*

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CU como segundo hogar 2*


ARQUITECTURA INTERNA Y EXTERNA DEL HOSPICIO CABAÑAS

SENTIDO DE PERTENENCIA

LAS FUENTES DEL CENTRO HISTÓRICO

7*

20*

2*

CÚPULA Y MURAL “EL HOMBRE EN LLAMAS”

PLAZA TAPATIA

PARQUE AGUA AZUL

16*

7*

2*

HOSPICIO CABAÑAS COMO ESPACIO CULTURAL 15*

ESCUELA DE ARTES EN EL HOSPICIO

CILINDREROS

5*

1*

JARDINES DEL HOSPICIO CABAÑAS

ARTESANIAS

CULTURA HOSPITALARIA 10* HISTORIA DEL HOSPICIO CABAÑAS 8*

PARQUE SAN JACINTO (CLASES Y ACTIVIDADES SOCIALES) 3*

FOLKLORE

MERCADO LIBERTAD

7*

MERCADO SAN JUAN 1*

3*

OBRA PICTÓRICA DE JOSÉ CLEMENTE OROZCO (MURALES) 7*

1*

3*

TORTAS AHOGADAS 2*

Tabla de valores del Hospicio Cabañas (31 participantes) Valores identificados 19 / algunos contenidos en otros

b.- La lectura desde el Paraíso Perdido: Campeche. El taller efectuado en Campeche fue organizado por las autoridades municipales. Para el mismo se convocó a personas relacionadas con la crónica y la historia local, la gestión municipal, emprendedores turísticos, así como jubilados y estudiantes. La lectura hace énfasis en el recinto amurallado y otros sitios arqueológicos externos a la ciudad (Calakmul y Ezna), asumidos como unidad, con énfasis en su valor histórico y turístico, generalmente sustentado por frases construidas, y de apreciación genérica. Hay un sentido de pérdida de tradición y se reconoce el escaso valor que le atribuyen las nuevas generaciones. Las propuestas llegan incluso a plantear acciones de recuperación del pasado, como la reconstrucción de las murallas demolidas en el siglo XX. Es el único taller en el cual las categorías de bienes identificados del patrimonio edificado son casi equivalentes a las del patrimonio inmaterial (43% a 46% del total). Ello se debió al 19


sesgo profesional de los participantes, en buena parte personal relacionado con el manejo del patrimonio y de turismo. La lectura patrimonial se modifica en tono al referirse al patrimonio intangible o natural, como es el caso del carnaval, el Pan de Cazón o la playa. Allí se observa una lectura más proactiva, entusiasta y comprometida. Es importante observar cómo, a medida de que el discurso patrimonial es institucionalizado, al tiempo que convertido en producto turístico, pierde su contenido vivo, de componente capaz de interactuar con la vida, emociones y economía diaria de los ciudadanos. Un equilibrio entre el discurso histórico y la vida contemporánea es esencial para mantener el dinamismo del bien cultural y con ello su trascendencia. Tabla de análisis del valor “Recinto amurallado”.

TEMAS

VALORACIÓN

RIESGO

ACCIONES

Historia y antigüedad.

No permitirla Perdería su para no perder imagen por la el recinto piratería. amurallado.

Historia. Funcionalidad. Arquitectura. Antigüedad.

Perder gran parte de nuestra historia, de nuestro país y estado.

Antigüedad. Historia del por qué fue creado.

Perder su nombre de ciudad amurallada. Menos turismo.

Historia.

Se perdería la muestra de que existió la piratería en Campeche

Está muy bien preservado. Fue aprobado por el rey de España.

Las generaciones futuras solo conocerán las

RECINTO AMURALLA Estructura. Su antigüedad. DO

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QUIÉNES

Gobierno.

QUÉ PUEDO HACER YO O MI COMUNIDAD

No permitirla. No tirar basura. No destruir las cosas.

Dar más Comunidad. Agruparnos mantenimiento Gobierno para apoyar y cuidado al del estado. su cuidado. recinto. No tirar basura. Demandar el maltrato a esta. Fomentar los valores de preservarlo.

Darle mayor publicidad. Cuidado y mantenimiento de la misma.

Uno como ciudadano. Gobierno estatal y municipal.

Mantenimiento Hacer consciencia a la población para cuidarlo.

En caso de ver algún Gobierno y daño hacia la H. misma, Ayuntamien reportarlo y to. ayudar a su cuidado.

Restaurarlos. Reconstruir las partes que fueron derribadas.

INAH. Gobierno del estado. Ayuntamien

Evitar cualquier acción que le ocasione


Es identidad de nuestra ciudad Forma parte de nuestro escudo de armas.

Histórico. Identidad. Único en su tipo.

murallas por fotos y libros de la historia, no podrían apreciar la arquitectura ni la vista que tienes de la ciudad. Sensibilizar a la localidad. Conocimiento de la historia. Capacitaciones. Programas de conocimiento. Campañas publicitarias.

Identidad. Publicidad.

to de Campeche.

algún deterioro.

SECTUR Turismo municipal. INAH. CONACULTA . ANCPM. SEDUC. INBA.

Asistir a los talleres, pláticas. Leer acerca de historia.

Como egresado de Es lo más la carrera en promocionad turismo, Cultura turística o, así que los iniciar una en todos los Es parte de nuestra turistas campaña niveles INAH. identidad como dejarían de agresiva de académicos. SECTUR. citadinos. visitar difusión del Spots de radio y Población en Es parte de nuestra Campeche valor de televisión sobre general. memoria histórica city. nuestro el valor de Estudiantes. y marcó una época. La ciudad patrimonio nuestro capital para educar y patrimonio. perdería obtener identidad. respuesta de la población en general.

Identidad e Historia (1680).

Historia. Identidad. Única en su tipo. Funcionalidad.

El deterioro del tiempo o el mal uso.

Se perdería la imagen, identidad y la prueba de que existieron piratas en Campeche. El turismo disminuiría.

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Que se reconstruyan INAH. en su totalidad.

Sensibilizar a la población; darle mantenimiento a todo; campañas publicitarias; cultura turística.

Gobierno del estado, H. Ayuntamien to, SECTUR, INAH, sociedad, SEDUC, CONACULTA , ANCPM, INBA.

Participar como ciudadano en la mejora de lo que se conserva.

Informarse; formar grupos; difundir la información desde Campeche.


c.- La lectura barrial: Centro Histórico de México (2) y Zacatecas (2). Cuando se busca profundizar en valores locales es altamente conveniente sectorizar los talleres por barrios, comenzando por definir la lectura de los límites de los mismos a través de consultas con la población local, y no ateniéndose a sectorizaciones administrativas o religiosas. Durante la aplicación de los talleres se pudo contactar en el caso del Centro Histórico de la Ciudad de México y Zacatecas a instituciones dependientes de la administración local en proceso de construcción de un plan de manejo. En el primer caso se establecieron relaciones con el Fideicomiso del Centro Histórico y con el otro con el programa de Plan de Manejo de la Municipalidad. En el primer caso se realizaron talleres en la Colonia Guerrero y en la Lagunilla, y en el caso de Zacatecas en los barrios de La Pinta y Villalpando. Al tratarse de talleres relacionados con los habitantes de sectores urbanos tradicionales, la lectura patrimonial cambia en forma significativa. La identificación de monumentos urbanos se reduce, reconociéndose acaso los más significativos del área protegida. El lente se enfoca a los valores locales, donde los monumentos existentes alcanzan el mismo peso de valor que espacios de vida diaria como plazas, centros culturales, estaciones de transporte o mercados. En general la lectura de los bienes patrimoniales, reconociendo su valor histórico, no refleja sentido de pérdida, sino ansiedad por participar de las soluciones a los problemas identificados. Los principales problemas están referidos en todos los casos a la gestión urbana: basura, inseguridad, ambulantes, mantenimiento, pasando los temas de restauraciones o reconstrucciones patrimoniales a un tercer lejano plano, cuando son mencionados. El peso de los intangibles está referido directamente al grado de vitalidad del barrio. Mientras que en la Colonia Guerrero representan el 49% de los bienes identificado en el caso de La Lagunilla llega al 60% del total. Destacan en este caso valores de uso tradicional de la vida nocturna, como salones de baile, cantinas, fiestas, posadas, y mariachis. Los valores de la vida comunitaria son ampliamente reflejados en el caso de Zacatecas, donde el reconocimiento a una”ciudad limpia” y “tranquila” sobrepasan en reconocimiento al “Centro Histórico” como referente colectivo. La relación espacial de los barrios con las manifestaciones populares incide claramente en su reconocimiento. Mientras en el taller de Villalpando solo un participante reconoció como valor “Las Morismas de Bracho”, la fiesta más popular y numerosa de la ciudad, en el barrio de La Pinta estas fiestas fueron reconocidas por 1º de los participantes, solo por debajo del Centro Histórico.

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IGLESIA Y PLAZA DE SAN FERNANDO 24*

SALONES DEL CENTRO( MÉXICO Y LOS ANGELES) 5*

CAFE COUTEPEC y BOHEMIO 3*

CLAUSTRO DE SOR JUANA 1*

REFORMA Y MONUMENT OS 2*

TEMPLO DE CUEPOAPAN 1*

PANTEON DE SAN FERNANDO 15*

IGLESIA DE SANTA MARIA 5*

MERCADO MARTINEZ DE LA TORRE 12*

ESCUELA BELISARIO DOMINGUEZ (DIEGO RIVERA) 5*

CENTRO CULTURAL JOSE MARTI 3*

PLAZA GARIBALDI 2*

ESTACION DE FEROCARRILES 1*

CENTRO HISTORICO 11*

CASA DE ANTONIETA RIVAS MERCADO 4*

MEMORIA HISTORICA DEL BARRIO 3*

MERCADO DE SAN CAMILITO 2*

BIBLIOTECA FRENTE AL PANTEON GOMEZ 1*

ARBOLES DE LA AVENIDA 3*

TIANGUIS DEL CHOPO 2*

ANTIGUA PLANTA DE LUZ 1*

TEMPLO DE SANTA VERACRUZ 2*

TRADICIONES DE MUERTOS 2*

IGLESIA Y CONVENTO DE SAN HIPOLITO 7* INSTITUTO WASHINGTO N 6*

IGLESIA Y PLAZA DE LOS ANGELES 6*

ESTACIONES DEL METRO 6*

TRADICIONES IGLESIA SANTA VERACRUZ 4* FESTIVIDADES DECEMBRINAS 4* LA FIESTA DEL 2 DE AGOSTO DE LA IGLESIA DE LOS ANGELES 3*

MUSEO DE LA ESTAMPA 3*

MERCADO 2 DE ABRIL Y CALLEJONES 6*

TEATRO BLANQUITA 3*

MUSEO FRANZ MAYER 6*

IGLESIA DE MARTINEZ DE LA TORRE 3*

GASTRONOMI A LOCAL 3*

MONUMENT O A LA REVOLUCION 2*

FESTIVIDAD DEL 28 DEL TEMPLO SAN JUDAS 2*

TEATRO HIDALGO 2*

ESCUELA DE ARTE INBA 2*

TEMPLO SAN JUDAS 2*

BELLAS ARTES 2*

TEMPLO MAYOR 1*

ZOCALO 2*

SAN ILDEFONSO 1*

23

ESCULTURA DE VICENTE GUERRERO Y ZARCO 1* TEMPLO SAN JUAN DE DIOS 1* TALLERES DEL COLEGIO IGNACIO ALTAMIRANO 1* ORGANIZACION CIUDADANA 2 DE OCTUBRE 1* CINES 1*

MUSEO DE CERA 1*

DEPORTIVO CUAUHTEMOC 1* TEATRO ANTONIO CASO 1* AREAS VERDES CON ACTIVIDADES CULTURALES 1* ALBERGUE DE LUNA 8 1*

XOCHIMILCO 1*


Tabla de valores individuales / Colonia Guerrero Tabla de análisis del Zócalo / Colonia Guerrero Valores

Riesgos

Acciones

Quienes

La comunidad

Conservar tradiciones y cultura. Por el futuro de nuestros hijos. Limpieza.

Asiento de la cultura mexica. Es el lugar que concentra los Eventos más relevantes políticoculturales. Existe la tesis de que es un lugar

ZÓCALO

Representa el corazón del Centro Histórico se acoto que es del país en su totalidad). Símbolo arquitectónico del Sincretismo y mestizaje.

No tener cultura e historia. Ambulantaje. Restricción del espacio público por razones políticas. Que la economía caiga. Uso del zócalo con estructuras Monumentales. Cierre de calles. Que el poder económico programe las actividades Ganado para la protesta

Educación para conservarla.

Fideicomiso Centro Histórico.

Tener eventos importantes con

SEDESOL.

Gobierno local y federal. Organización y participación del ciudadano en los eventos. No corrupción y honestidad. Mayores opciones orientadas a jóvenes. Regulación del uso del zócalo.

Delegación Cuauhtémoc. Instituto nacional de Antropología e Historia.

Tarjeta de descuentos para vecinos del Centro Histórico.

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Cooperar en familia y con Asociación de muebleros.

Consejo Que los visitantes nacional para la respeten la Cultura cultura ecológica. y las Artes. Autoridad del Centro Histórico.

Gobierno del Que se respete Distrito Federal. para que no haya Plantones Gobierno Federal. Eficacia del montaje y Participación desmontaje. ciudadana. Obedecer el reglamento del uso del zócalo.

Amarlo y apreciarlo.

Proponer acciones en el zócalo. Los mexicanos trabajen por su país.


d.- La lectura del sitio arqueológico con comunidades vivas: El Tajín, Palenque y Calakmul. El taller posibilita el trabajo con comunidades indígenas, al no existir conceptos complejos o etapas que requieran de complejas traducciones. En esos casos al contar en cada mesa con algunos participantes bilingües, o ser bilingües los facilitadores de mesa, el proceso no cambia de dinámica ni se extiende en el tiempo. Tres ejercicios apuntan a la integridad de la lectura patrimonial para las comunidades indígenas, donde lo natural, lo edificado y las manifestaciones culturales, forman un permanente continuum, destacando la identificación de la lengua, componente conector, como uno de los valores más identificados por los participantes, referidos siempre en primer o segundo lugar de la lista de repeticiones. El patrimonio inmaterial alcanza siempre valores superiores al 50%, alcanzando en algunos casos a significar dos tercios de los valores identificados con en el caso del Tajín. En las acciones propuestas priva la educación de las nuevas generaciones en sus lenguas y tradiciones, responsabilidad no cumplida que asume la comunidad. Igualmente destaca el juicio negativo sobre la conservación y administración de los sitios arqueológicos relacionados,

Vestimenta tradicional

Tabla de análisis El Tajín. Vestimenta tradicional VALORES

RIESGOS

ACCIONES

Es un símbolo de identidad totonaca que da distinción ante otros grupos indígenas. Tiene valor social, cultural y económico. Forma de vestir con lindos bordados multicolores y de fácil aprecio. Muestran limpieza y pureza. Tiene valor histórico. Es muy cómodo su uso.

Perdida de su uso. Vergüenza al usarlo por las nuevas generaciones. Los padres ya no transmiten el amor al traje originario. Pocas personas elaboran el traje por que casi no lo compran. Se han perdido los diseños originales. La moda se impone ante la juventud. Discriminación para la gente que lo usamos

Portarlo con orgullo. Transmitir desde la familia el valor étnico que tienen. Que en la escuela existan programas especiales para niños y niñas indígenas que permitan usar su ropa originaria un día a la semana y crear talleres de bordados. Fomentar el conocimiento en su elaboración y propagar su uso en la comunidad. Apoyos económicos del gobierno para crear talleres de costura y bordado.

QUIENES

YO Y MI COMUNIDAD Las mujeres que saben Portarlo con orgullo y bordar, la comunidad motivar su uso entre en general. Los medios nuestros hijos y de comunicación, familiares. Convocar a maestros y autoridades. las mujeres que hacen Instituciones los trajes para que den educativas. clases en talleres comunitarios que invites tanto a alumnos como a maestros. Que la comunidad urbana respeten a la gente que portamos nuestros trajes

e.- La lectura del patrimonio Natural: Santuario de ballenas de El Vizcaino De todos los talleres efectuados fue el taller en un sitio natural, santuario del Vizcaino, donde se logró la más desarrollada lista de valores patrimoniales diferenciados, 84 bienes, de los cuales casi el 67% correspondió a patrimonio 25


natural. El bien excepcional, la ballena gris, es reconocido en primer lugar por casi todos los participantes. La mitad de los participantes identificó valores morales, como los familiares, como parte importante de su herencia. El detallado conocimiento de la gestión sostenible del sitio se observa en los cuadros de análisis, al identificar claramente los riesgos y las acciones propuestas.

8.- Conclusiones. Categorías de Patrimonio Identificado por Taller En las siguientes gráficas podemos tener un comparativo del tipo y número de valores patrimoniales identificados en los distintos talleres. En la gráfica no está incluido el taller de El Tajín por no formar parte del informe final. En ese caso el total de bienes reconocidos fue de 33, similar a Palenque y algo inferior que Calkmul. 69% de los mismos correspondieron a patrimonio inmaterial, 17% al natural y solo 13% a patrimonio edificado. En todos los caso, excepto El Vizcaino, podemos observar que el patrimonio inmaterial prive en la lectura, llegando a ser en varias oportunidades más que la suma de los bienes de patrimonio natural y edificado sumado.

26


Ello apunta claramente que es imposible la gestión de un sitio sin que en los procesos de identificación de valores, riesgos y acciones, participen grupos organizados de la sociedad civil, evitando en todo caso que se trate únicamente de élites organizadas. Por otra que los valores del patrimonio edificado y monumental requieren de una lectura compartida para que se inserten en la valoración comunitaria. Los discursos formales y las estrictas restricciones de uso poco aportan a la generación de experiencias de vidas individuales y colectivas, que son las que termina transformándose en valores permanentes...

84

76 56

60

46 34

36

35 17

19

Número de valores identificados por Taller

Colonia Guerrero-Ciudad de México

Total

Materiales

27

Intangibles

26 56

Mixtos

2

Naturales

1 Colonia La Lagunilla-Ciudad de México

Materiales

Total 22

27

60


Intangibles

36

Mixtos

2 Villalpando-Zacatecas

Total

Materiales

15

Intangibles

18

Naturales

1 Colonia La Pinta-Zacatecas

Total

Materiales

12

Intangibles

22

Naturales

2

Ciudad Prehispánica y Parque Nacional de Palenque- Chiapas

36

Total

Materiales

5

Intangibles

18

Naturales

12

Campus Central de la Universidad Nacional Autónoma de México

35

Total

Materiales

5

Intangibles

11

Naturales

1 Hospicio Cabañas-Guadalajara

17

Total

Materiales

7

Intangibles

11

Mixtos

34

19

1 Ciudad Histórica de Campeche- Campeche

Total

Materiales

33

Intangibles

35

76

28


Naturales

8 Antigua Ciudad Maya de Calakmul- Campeche

Total

Materiales

8

Intangibles

21

Naturales

17

Santuario de ballenas de El Vizcaíno-Baja California Sur

46

Total

Materiales

9

Intangibles

19

Naturales

56

84

El patrimonio cultural, incluido el natural, se construye en la mente de los habitantes y usuarios. El discurso formal es importante para la gestión y conservación física del bien, pero poco ayuda en la apropiación del mismo, al menos en la manera como de difunde. La apropiación se produce a partir de la experiencia diaria, de un mosaico de imágenes interceptadas donde el patrimonio inmaterial muchas veces es el activador emocional de la valorización del espacio o del edificio que lo acompaña. El patrimonio no debe tener nunca una lectura nostálgica y de “todo tiempo pasado fue mejor”. El patrimonio tampoco es una máquina del tiempo que permite retroceder a “pasados ideales”, aunque buena parte del turismo busque eso. El patrimonio es básicamente un constructor de identidades y autoestima; para ello debe estar vivo, y ser utilizado en actividades contemporáneas sostenibles y socialmente adecuadas, y no convertirlo en postales en sepia con olor a naftalina.

Referencias bibliográficas: Caraballo, Ciro. (2010). Patrimonio Cultural. Un enfoque diverso y comprometido. UNESCO. México. ICOMOS. (1994)Carta de Nara. ICOMOS. (1999) Carta de Burra. ICOMOS. (2005) Carta de Ename. 29


Kumar, Somesh, (2000) Methods for Community Participation. A complete guide for practitioners, Yidg Pulishing. UNESCO. Nuestra Diversidad Creativa. Informa de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo. Fundación Santa María. Ediciones UNESCO. Madrid 1997. UNESCO. (2004) Tejiendo lazos de un Legado. Qhapaq Ñan, Camino Principal Andino. Coord. C. Caraballo. Lima. UNESCO (2006). UNESCO. Xochimilco. Un proceso de gestión participativa. Coord. C. Caraballo. México. UNESCO. Informe Mundial “Invertir en la Diversidad Cultural y el Diálogo Intercultural”. 2009.

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