
Tuya siempre, Julita

Drama en dos actos y el ensayo “Los amores entre Julia de Burgos y Luis Lloréns Torres: cartas y poemas inéditos”
(Edición Corregida y Aumentada)
Ediciones Tapianas
San Juan, Puerto Rico 2023
Tuya siempre, Julita. Drama en dos actos deRobertoRamos-Perea,yelensayo“Tuya siempre, Julita: Los amores entre Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos” están completamenteprotegidos bajo laLeydeDerechosde Autor, en Puerto Rico, Estados Unidos y países con relaciones recíprocas.Queda totalmente prohibida su reproducción por medios mecánicos, electrónicos, cibernéticos y/ o fotográficos. Los derechos de reproducción,representación profesional,aficionada,estudiantilouniversitaria,cine,radio,televisión,vídeoprivado,lectura pública,citasmásalládeextensiónrazonable,así como adaptación y traducción a idiomas foráneos, son de absolutapropiedaddesuautory/osusucesoresdirectosodepositarios autorizadosyestánsujetosaregalías.Parainformaciónopeticióndederechosdebedirigir correspondencia al Instituto Alejandro Tapia y Rivera. Correo electrónico: IATR.pr@gmail.com.OporescritoaInstitutoAlejandroTapiayRiveraPOBOX260968 San Juan, Puerto Rico 00926-2633. Ediciones Tapianas. Parainformación o petición de derechos debe dirigir correspondencia a RobertoRamos-Perea.
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Ramos-Perea Roberto; Tuya siempre, Julita Drama en dos actos San Juan de Puerto Rico: Ediciones Tapianas, 2023. Incluye el ensayo “Tuya siempre, Julita: Los amores entre los poetas puertorriqueños Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos”. Edición Corregida y Aumentada.
Primera Edición: Ediciones Gallo Galante. 1993
Segunda Edición: Publicaciones Gaviota: 2006. Tercera Edición: Editions Le Provincial. 2017. Cuarta Edición: Ediciones Tapianas. 2023.
© Roberto Ramos-Perea. 1993-2023
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Portada: Ludovic Bertrand. Dijon, France.
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Prólogo a la Edición Corregida y Aumentada
Ante la salida del presente libro en su edición del año 2017 (luego de su estreno y publicación en una primera edición en 1993) y su consecuente presentación, los amores de Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos comenzaron a estudiarse como algo mucho más concreto que una simple habladuría. Fueron muchos los comentarios de asombro, sobre todo de los más avezados estudiosos de la vida de Julia, quienes pensaban que esta relación era solo un chisme o peor aún, apócrifa. Pero que, de ser cierta, cambiaba el panorama socioliterario de la producción poéPca de ambos.
Recuerdo que el más serio y respetado académico literario del país, el Maestro Marcelino Canino Salgado, la noche de la presentación de este libro, y en honor a mis descubrimientos y mi restante obra como dramaturgo e historiador, se hizo mediador en la otorgación de la Medalla Víctor Hugo a mi persona, medalla que otorgan lingüistas y académicos literarios de varias naciones del Caribe. Esa medalla de las manos de aquel insigne Maestro, me dio mucha seguridad.
Me senYa saPsfecho de haber escrito un libro sobre Julia de Burgos y Lloréns Torres que no era una simple biograZa general o apologéPca, sino un escrito de un autor curioseando en sus historias de vida para con ella producir una obra que jusPficara su inesperada premisa, que no era otra que el amor imposible, pero real, de los dos más importantes poetas de la Nación Puertorriqueña.
Mi libro atrajo la inteligente curiosidad del académico Edwin Cuperes, quien a la sazón escribía su tesis doctoral Ptulada Poema en 20 surcos. Enfrentamiento dialéc6co a la crí6ca doxográfica, é6co/moral e ideológica desde el materialismo filosófico como teoría de la literatura. Tesis somePda como uno de los requisitos para el grado de Doctorado en FilosoZa y Letras con especialidad en Literatura Puertorriqueña y del Caribe del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, donde fui profesor invitado de las materias de sociología del teatro,
intelligentsia negra puertorriqueña y RomanPcismo Puertorriqueño del Siglo XIX. Cuperes conocía mi trabajo y reconoció su seriedad y me escribió apoyando y felicitando mis descubrimientos sobre el periodo al que ambos dedicamos horas de estudio.
Cuperes, más inmerso que yo en ciertos detalles que yo pasé por alto, me hizo una vital corrección Ppográfica que cambió radicalmente una de mis interpretaciones de uno de los hechos narrados en mi ensayo original. Si bien reconoció la importancia de mis descubrimientos, cosa que ha hecho consecuentemente con gran profesionalismo académico, comenzamos una sana discusión e intercambio de materiales que me obligó a reconsiderar ese fragmento incorrecto de la historia que había analizado.
La presente edición corregida y aumentada se apoya en la corrección de ese error, la añadidura de nuevos datos encontrados por mí y algunos de los ofrecidos generosamente por Cuperes de su propia invesPgación.
A él y a su entereza y dignidad académica debo esta segunda edición corregida y ampliada de mi ensayo, y algunos cambios menores al texto dramáPco que de esta invesPgación surge. Vaya con este prologo mi eterno agradecimiento a Cuperes, tanto por su generosidad, como por la excelencia de su tesis, cuyo sobresaliente Pene más que merecido.
A ambos nos une el amor a Julia de Burgos. Pero no la míPca y censurada por una generación de mujeres y hombres que hicieron de ella una diosa inexpugnable. Sino a la Julia mujer, a la viva, a la jodida, la violada y borracha tanto como a la inspirada, como a la mujer exacta entre imagen y palabra, a la hermosura y hondura de sus iluminados versos, hijos de una colonia devastada y de un corazón hecho pedazos, todo a un Pempo. Por esa Julia aspiramos a la verdad y estoy seguro que a ambos, en la pobre medida de nuestros esfuerzos, la hemos dejado con una nueva sonrisa ante la historia.
Roberto Ramos-Perea 2023
“Tuya siempre, Julita”
Los amores entre los poetas puertorriqueños Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos. «Lo que importa, en la creación, es saber de dónde viene y qué ha atravesado». Zoran Music Pintor esloveno encarcelado por la SS en 1944.
Luis Lloréns Torres había nacido bajo el “claro clarín” de la fama. Julia de Burgos bajo la cruz de la pasión. Estas dos almas, que encarnaron como ninguna otra el devenir de la poesía puertorriqueña del siglo XX, habrían de encontrarse y de amarse con un trágico destino, el de la contradicción y la indiferencia. Y tal vez, el de una “extraña” codependencia que en el fondo era el resultado de una profunda desolación.
No podemos asegurar que la relación amorosa entre Luis Lloréns Torres (Juana Díaz, 14 de mayo de 1876-San Juan, 16 de junio de 1944) y Julia de Burgos (Carolina, 17 de febrero de 1914-Nueva York, 6 de julio de 1952) haya sido del todo generosa y en su defecto poéticamente “bella”. De parte y parte hay saetas de misterioso origen que bien miradas, nos devuelven a la pasión ensombrecida por la triste y desolada actitud ante la vida, la dramática diferencia de edad y de la posible, y tal vez probable envidia entre colegas. Envidia que, volviendo a bien mirar, podría haber nacido de una profunda admiración
y respeto mutuo, evidente en sus papeles íntimos. Esta a su vez, debe haber sido saboteada por el deseo carnal, el hastío y la culpa.
Aunque poco podría importar las veces que hayan hecho el amor, que se fundieran en una desnudez literal y al mismo tiempo poética y que ambos quedaran en la historia empuñando muchos otros valores más o menos gloriosos, con sus excelsas obras y sus notorios talentos, no es menos cierto que sus pasiones y la vida que vivieron juntos nos ayudan a decodificar los poemas escritos por ambos en los años cruciales de 1937 a 1939. Años del auge del nacionalismo radical, de resistencia activa a la identidad estadounidense y del comienzo de la madurez poética de ella y la decadencia y el agotamiento literario de él.
¿Y por qué sería importante saber esto, si la calidad insuperable de su quehacer poético publicado opaca cualquier apunte sobre sus vidas íntimas? Ciertamente.
Pero, ¿es acaso menos importante el amor poético, carnal y real que la destreza con que se escribe sobre ese mismo amor? No es una reducción simple. Es importante saber orígenes, causas, y como cualquier actante (actor-objetivo-escena), es imperioso saber su motivación.
Pretender no saber los orígenes de una obra literaria porque se espera que ella sostenga sus valores por sí misma, es como ir a un matrimonio con una persona que solo “nos gustó”, pero de la que nada sabemos y que solo interpretamos.
Ya, finalmente, el estudio de una obra literaria sin tomar en cuenta el privado espacio de su carácter social1, ha pasado al olvido con las banalidades e imposturas del posmodernismo2 .
1 No es contradicción hacer del espacio privado y desconocido la plataforma de lanzamiento de la actividad social. Tome el Facebook como ejemplo “posmoderno” y la poesía publicada en revistas y prensa marginal como vocativa de esa militancia social.
2 “El posmodernismo, ya se sabe, fue el reino de la paradoja, el pas8che, la ironía y el fluir libre de significantes y significados. Aunque en su proyecto se pretendía potenciar la importancia de lo concreto frente a lo abstracto, de lo local frente a lo universal, emancipando así al cuerpo de ataduras y convencionalismos históricos o morales, en la prác8ca muchos de sus autores potenciaron un 8po de alienación tan poderosa, tan cerebral, que la realidad misma terminó siendo un asunto irrelevante.” MarAn Rodríguez-Gaona. “En torno a la posmodernidad y la muerte del Posmodernismo”, Riff-Raff: revista de pensamiento y cultura, Nº 33, 2007, pp. 97-102.
Si bien para ciertas escuelas posestructuralistas, solo basta “el texto” para aquilatar o categorizar una obra literaria en sus múltiples interpretaciones barthianas3 , el “pos-pos-modernismo” nos ha devuelto a una “eutopía”4 donde el creador “vive lo que escribe” y lo ofrece de manera generosa sin esperar nada a cambio. Como una confesión que no espera consuelo. Esa generosa “confesión” y su relación con lo creado legitima el carácter de la poesía como autobiografía. La invita a decodificarse en la “empatía” del poeta con lo incuestionable de sus versos como espejos fieles de sí mismo. Y el primero de los grandes “hechos” humanos incuestionables, es la poesía confesional y autoreferencial5 , porque en ella hay el espacio necesario para dilucidar los temas primales de “la verdad” y no necesariamente para alimentar los constructos e imaginarios que convienen a una visión pesimista o pretenciosa de lo creado.
Es una nueva forma de mirar, con un nuevo espíritu romántico, todos los eventos o hechos sociales que exponen al autor en pugna con su entorno. Neo-romanticismo social que vincula la poesía del yo con las vivencias de sus destinatarios en una relación simbiótica que se sostiene con una clara compasión mutua.
Que, como en el viejo romanticismo, habla de “la verdad” que pare la desolación, de la frustración y el fracaso, de la sexualidad contrita, de un yo sumergido en el ambiente y la naturaleza, el dolor del origen racial, en la oscuridad y la lejanía, en la opacidad de la melancolía y el misterio de lo ignoto, en la necesidad de sentido y con una terrible carga de deseo y ansia libertadora. Ansia que por momentos se convierte en elemental misticismo.
3 Ver: Roland Barthes El grado cero de la escritura. México: Siglo XXI, 2005.
4 “Eutopía” podría definirse como lugar de felicidad y bienestar alcanzable y posible, contrario a “utopía”, como lugar imposible e inalcanzable.
5 No excluimos de este aserto –aunque en ocasiones se dude de su “sinceridad”– la poesía espuria, de ocasión, o el “micrófono abierto” en los cafés teatro, o de espectáculo “performático” o hasta los de la “farándula literaria” o la poesía “hipster”, como ha dado a llamarse cierto tipo de expresión poética de factura cuestionable, que solo busca exaltar la “imagen de moda” del poeta. O la del poeta actor (cantautor en ocasiones) en una comunidad literaria donde la “presencia”, el impacto o la “performance” de la “recitación” son más valiosos que el contenido mismo, lo que convierte esta poesía en un acto eminentemente “teatral”. (Ver s.a., “Poetry Slam” o la poesía como espectáculo”. Rescatado de: http://www.sala-mandra.es/blog/arte-y-terapia/poetry-slam-o-la-poesia-como-espectaculo)
A partir de allí, lo antes descrito genera el neo-romanticismo, recargado de imágenes de dolor y culpa, aboga por un yo no negociable, y se solaza en la insatisfacción y en la pena que provocan deseos tan limpios –como el amor y la pasión carnal- en una sociedad que nunca los ha entendido, no importa la sensibilidad con la que se les justifique. Lo cierto es que dramaturgos, narradores y poetas acuerdan que la expresión de estas emociones ya no es propia de un individualismo estulto, llorón e infantil, por el contrario, son un hecho social que busca a duras penas una revolución -no la exaltación- del espíritu. ¿Para que escribe un poeta si no es para despertar su alma dormida con el cañoneo de un imaginario apasionado de sensaciones que “ya ha vivido antes” y quiere compartir?
En uno de los parlamentos de la obra teatral Tuya siempre, Julita, del que esto escribe y aquí presentamos, Luis señala con algo de arrogancia: “Nunca escribas lo que no te atrevas a vivir”. Por tanto, exige esta simbiosis caníbal de vida y literatura como condición sine qua non para el creador. Si esto es así para muchos artistas, ¿por qué no exigirlo también como criterio crítico? ¿Es que acaso revela demasiado de lo socioliterario? ¿Es que acaso, conociendo la vida vivida del autor, otras puertas de interpretación se abren exigiendo otros métodos y formas, otras miradas menos rigurosas y confusas y tal vez más útiles y comprensibles… o más humanas? ¿Es que acaso la relación del autor con su entorno desmerece la imaginación y el talento creador? Por el contrario, creemos que los magnifica, es decir, los aumenta y además los hace “magníficos”, porque representan con luces y bengalas, lo más hondo del abismo humano.
La escritura de Tuya siempre, Julita la comencé ante la bahía de Cádiz, España en uno de los muchos festivales teatrales a los que asistí en la bella “tacita de plata” del mediterráneo, y luego la continué encerrado en un hotel de la Avenida Corrientes de Buenos Aires a mediados de octubre del año 1992, pues me estrenaban allá otra pieza mía en el Teatro Alvear.
En ese, mi momento creativo, muchas poetas de tristes destinos de los aires del Sur me ardían en el pecho. Alfonsina Storni (Argentina, 1892-1938), Delmira Agostini (Uruguay, 1886-1914), Violeta
Parra (Chile, 1917-1967), Alejandra Pizarnik (Argentina, 1936-1972) y tantas otras cuyas vidas terminaron en un abrupto corte voluntario, o con los disparos machistas de una comunidad literaria hegemónica que nunca reconoció la capacidad poética de la mujer. Y, por cierto, llevaba mis lecturas (y relecturas obsesivas) de Julia de Burgos y Clara Lair (Puerto Rico, 1890-1973) al extremo de mis ansiedades.
Tenía además una copia de una foto borrosa probablemente del año 1937 o 1938, -de procedencia desconocida–, del viejo poeta, ya canoso y acabado, inclinado y al parecer tembloroso, del brazo de una voluptuosa y esbelta criolla de negro pelo y amplia sonrisa, utilizando pantalones de montar, llamada Julia Burgos de Rodríguez. Junto a ellos, otras jóvenes mujeres de rostro desconocido.
En ese mi “entonces”, Luis Lloréns Torres aparecía fragmentadamente entre las historias de la literatura como ese dios del que poca gente habla y publica, pero del que nadie niega su omnipotencia. Lloréns nunca ha tenido agnósticos. (Distinto a Luis Palés Matos, cuya poesía, vida e ideología ha desbordado los anaqueles de la crítica poética contemporánea con vapuleos y panegíricos.)
Llevaba en mis notas de trabajo, los apuntes de largas horas de conversación con alguien que había estado presente en aquellos primeros encuentros entre Julia y Lloréns; el joven dramaturgo entonces, el Maestro Don Manuel Méndez Ballester (Aguadilla, 1909-San Juan, 2002), queridísimo maestro mío y de una generación de dramaturgos puertorriqueños. Estos relatos me fueron contados por él en presencia del dramaturgo y Maestro Francisco Arriví (Santurce, 1915-San Juan, 2007), con quien también recordaba algunos detalles breves, en alguna mesa de un restaurante santurcino en los años 1991 a 19926. En estas fechas, además, trabajé y se publicó mi texto Desde la Escuela del Aire: Julia de Burgos. Textos de radio-teatro escritos por Julia de Burgos, que complementó mis curiosidades sobre este momento de la vida de Julia7 .
Con estas narraciones y algunas investigaciones adicionales en periódicos, revistas y libros de historia literaria y crítica, suplementé mi
6 Compartían esa interesante mesa, mi colega dramaturgo Carlos Canales (1956-) y el Maestro Enrique Laguerre (1905-2005).
7 Roberto Ramos-Perea Desde la Escuela del Aire: Julia de Burgos. Textos de radio-teatro escritos por Julia de Burgos. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. Cuadernos del Congreso Internacional Julia de Burgos #6. 1992, 40p. Reeditado con el mismo título por: San Juan, Puerto Rico: Editorial EDP. 2015. 60 p. y reeditado en 2022.
obra de teatro, que tuvo su estreno en el año 1993 bajo el título Tuya siempre, Julita, producida y actuada por el Primer Actor Marcos Betancourt (1930-2012), su compañía El Cemí y las actuaciones de las primeras actrices Ivonne Goderich y Angela Mari en el papel de Julita8 .
Años más tarde, en 1998, Méndez Ballester publicará su pieza dramática Julia de Burgos y su amante secreto. Dramatización del poema Río Grande de Loíza de Julia de Burgos9 , en la que certificaría mucho de lo contado a mí. A esto volveremos más adelante.
En aquel viejo restaurante de la Calle Loíza, el gran Manolo me relató que debió haber sido en algún momento del año 1937 (él no pudo asegurarlo con exactitud10), que él había escuchado del propio Lloréns la historia de su inusitado encuentro con Julia de Burgos, poeta en ciernes entonces, conocida por sus aguerridos versos nacionalistas en el periódico La Acción, activa militante del Partido Nacionalista y fiel discípula de Don Pedro Albizu Campos.
Cuenta Méndez Ballester, que contaba Lloréns con algún desparpajo, que Julia entró una tardecita cualquiera del otoño de aquel año, acompañada con unas amigas a El Chévere, en la Parada 23, en las esquinas de las hoy Avenidas Ponce de León y José de Diego,11 y que él, sin mediar palabra, se acercó a la hermosa jovencita de 22 años y “le
8 Tuya siempre, Julita se estrena la noche del 5 de marzo de 1993 en el Teatro de Orocovis, y se mantuvo en gira por los pueblos de Aguadilla, Bayamón, San Sebashán, Mayagüez, Humacao y Dorado, para finalizar en la Sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes de San Juan de Puerto Rico la noche del 14 de mayo de 1993. La Producción fue realizada por la Compañía de Teatro El Cemí como parte de la VI Gira de la Productora Nacional de Teatro y contó con el siguiente reparto: Julia: Ivonne Goderich, Luis: Marcos Betancourt, La Gringa: Angela Mari, El Pianista: Jesús “Papillón” Garcés. Puesta en Escena de Roberto Ramos-Perea.
9 Manuel Méndez Ballester Julia de Burgos y su amante secreto. Dramatización del poema Río Grande de Loíza de Julia de Burgos en dos partes y doce escenas. San Juan, Puerto Rico: Edición de autor. 1998. 72p.
10 Tampoco sus más entusiastas y acuciosos biógrafos han podido establecer la fecha con exactitud. Hay versiones del año 1936 hasta imprecisiones cerca del año 1938. Para ver este y otros detalles pertinentes, ver: Rodríguez Pagán, Juan Antonio. Julia en blanco y negro. San Juan, Puerto Rico: Sociedad Histórica de Puerto Rico. 2000. 479p. Aunque con serias omisiones, esta es la más abarcadora biografía de Julia de Burgos hasta la fecha. Sobre la fecha de este encuentro, ver las declaraciones del propio Lloréns más adelante.
11 Julia era asidua a las tertulias a las que acompañaba a su marido, el periodista nacionalista Rubén Rodríguez Pagán (1910-196?), y se hacía acompañar de varias militantes del Frente Unido Femenino Pro Convención Constituyente, entre ellas la poeta Martha Lomar, y probablemente Carmen Alicia Cadilla.
pellizcó una nalga” de aquel turgente cuerpo. A este acto, inusitado y en extremo irrespetuoso para la época, Julia se volteó y con una sonrisa –pues sabía de sobra quién era su “pellizcador”– contestó que, si el viejo poeta se había atrevido a hacer tal cosa, lo mejor que podía hacer en consecuencia, era invitarla a su mesa de tertulia a sentarse junto a él.
La tertulia de El Chévere12 la presidía, un ya viejo y decadente Luis Lloréns Torres, que vivía de la merecida gloria de sus primeros libros y de una fructífera profesión de abogado. Vestido de punta en blanco con su famosa corbata punzó, Lloréns se hacía rodear de abogados como Alfonso Lastra Charriéz (1888-1946), políticos escritores como Luis Muñoz Marín (1898-1980), escritores y periodistas como Miguel Guerra Mondragón (1880-1947), los hermanos Antonio (18981983) y José Coll Vidal (1892-1970), Epifanio Fernández Vanga (18801961), Gustavo Jiménez Sicardó (1888-1982), Luis Antonio Miranda (1896-1975) periodista de El Florete, José Arnaldo Meyners (1907-1990) de El Imparcial, Jorge Font Saldaña (1907-1983) del Puerto Rico Ilustrado, el destacado crítico Manuel Rivera Matos (1908-1981) de La Democracia, Evaristo Rivera Chevremont (1896-1976), Luis Palés Matos (18981959), José I. de Diego Padró (1896-1974) y Manuel Méndez Ballester, entre otros más o menos diletantes independentistas, viejos unionistas y liberales de nuevo cuño, muchos de ellos además, eran poetas de un lastrado modernismo en proceso de experimentación a los diversos “ismos” de vanguardia que copularon la literatura nacional en la primera mitad del siglo XX13 .
Varias poetas circulaban también por esos cenáculos. Las poetas Mercedes Negrón Muñoz (Clara Lair), la joven poeta Isabel Cuchí Coll (1904-1993), Martha Lomar (seudónimo de Victoria López de Reus: 1895-1973), Nimia Vicéns (1914-1998) y Carmen Alicia Cadilla
12 Tres tertulias importantes se desarrollaban entonces como cenáculos del mundillo literario treintista. La tertulia de Vicente Géigel Polanco en el Ateneo Puertorriqueño, la tertulia de Luis Muñoz Marín en el Café El Nilo, justo frente al Restaurante/Café El Chévere, que era la tertulia de Lloréns Torres, renovada herencia de la vieja tertulia de La Mallorquina en los años 20. Era común que los contertulios intercambiasen lugares y que los mismos fueran vistos indiferentemente en cada una de las tres. Una cuarta tertulia, la de Musarañilanda, dirigida por la poeta Carmen Alicia Cadilla, era también asistida por muchos poetas asociados al mundo académico.
13 Méndez Ballester:1998:13-15. Rodríguez Pagán: 2000:152. Ver además: Luis Hernández Aquino. Nuestra aventura literaria. San Juan, Puerto Rico: Editorial Universitaria, 1980.
(1908-1994), entre varias otras, aparecían con frecuencia en las tertulias integrándose a las discusiones de la vida literaria de los cafés.
Luis:
En 1937, Lloréns, aunque viejo, era todavía un hombre corpulento, panzón, no muy alto, de amplia frente, cara limpia y mirada lujuriosa. Fumaba y bebía como un poeta maldito; acostumbraba a hablar muy alto para que todos lo oyeran y era notoria su debilidad por las jovencitas. A pesar de ser un hombre casado –con una esposa que mantenía enclaustrada en su casa- muchos de los poemas de sus Voces de la campana mayor (1935) y de Alturas de América (1940) podrían –mal mirados- ser un catálogo hermosamente lírico de varias de sus conquistas.
Era un seductor empedernido y un cantor lujurioso de la belleza de las jíbaras inocentes, de las que se contaba que había seducido a muchísimas. Al parecer tal “pasatiempo” era política de la comunidad cultural machista de ese momento, pues Lastra Charriéz, Muñoz Marín y Palés, entre muchos otros, hicieron gran revuelo con sus amores pasajeros14 .
Y estos amores tan furtivos como lujuriosos motivaron muchos de sus mejores poemas llamados “criollistas” de nuestra literatura, entre los que se encuentran “La luna durmió conmigo” y “Copla Mulata”15, poemas de una excelencia suprema, pero de cuestionable machismo, dedicados a dos jibaritas utilizadas por Lloréns para su placer sexual.
Obviando esas consideraciones, hay que dejar claro que Lloréns era y es una de las voces poéticas masculinas más portentosas de la Nación, sino está entre las primeras tres con José Gautier Benítez (Caguas, 1856 - San Juan, 1881) y Palés en abierta competencia. Pero es entendido y aceptado lo que ha sentenciado el poeta y revolucionario Juan Antonio Corretjer (Ciales, 1908-San Juan, 1985),
14 Ya para esta época los requiebros escondidos de la poeta Clara Lair (Mercedes Negrón Muñoz) y Luis Muñoz Marín –primos hermanos y ella su secretaria personal– aunque silenciados, eran conocidos por muchos de sus contemporáneos. Lastra Charriéz, famoso abogado y gigoló de entonces, simpatizante de Francisco Franco, intercambió afectos con Clara Lair, quien le llamaba “Petronio”.
15 En Voces de la campana mayor (1935) y en Alturas de América (1940) respectivamente.
al decir que Lloréns es “el poeta más importante de toda la historia de la poesía puertorriqueña” 16 .
Los hechos de su vida hasta 1937 son conocidos y aunque pocas, sus biografías redundan17. No abundaremos en detalles, y nos baste recordar que había nacido en el Barrio Collores de Juana Díaz, en una familia de rancio abolengo español, acomodada a fuerza del trabajo y el capital que proporcionaba un extenso fundo de café en ese pueblo. Sus estudios de Derecho los cumple en España y allí publica su primer libro de ensayos de interpretación histórica titulado América, cuando apenas tenía 22 años.
Luego de togarse continúa sus estudios en Granada. Su vida amorosa estudiantil fue intensa: “yo era muy enamorado, mucho, ¡tanto que a veces tenía dos novias!” 18 . Abandona a la que fue su prometida puertorriqueña, su prima hermana María Caro Echevarría, para casarse con la jovencita granadina Carmen Rivero, quien fue su esposa hasta su muerte19. En 1899 publica en Granada su primer libro de versos Al pie de la Alhambra, cuyos 35 poemas celebran la herencia poética granadina. Su prólogo destila erudición y estudio y contribuye a la divulgación de la poesía granadina y la obra de los poetas andaluces. En 1901 regresa a Puerto Rico y va a vivir a Ponce, y desde allí se une a las filas del Partido Federal, fundado por el que será un gran amigo suyo, el Comisionado Luis Muñoz Rivera (Barranquitas, 1859-San Juan, 1916). Expresa públicamente entonces su adhesión incondicional a la causa de la independencia de Puerto Rico. Al disolverse ese partido en el año 1904, se une a las filas del Partido Unión, que tenía en su base quinta el reclamo de la independencia para Puerto Rico y por ese mismo partido es nombrado a la Cámara de Delegados por el Distrito de Ponce
16 “Juan Antonio Corretjer. “Un poeta con destino”. El Nuevo Día, 8 de mayo de 1976, citado en Córdova Iturregui, Félix. “Prólogo a la Segunda Edición” en Lloréns Torres, Luis. Obra poética. San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 2010.
17 Dos excelentes, aunque parciales biografías de Lloréns lo serán: Carmen Marrero Luis Lloréns Torres. Vida y obra. Publicada como “Prólogo” en Lloréns Torres, Luis. Obras Completas. Tomo 1: Poesía. San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 1967. pp.V-CXXXII y Nilda S. Ortíz García Vida y obra de Luis Lloréns Torres. San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 1977. 305p.
18 Ortíz García:1977:30.
19 Ídem. Explicativa por sí sola, la anécdota que narra Ortíz García, al preguntarle a Carmen Rivero sobre si Lloréns había sido “buen esposo”, a lo que ella contestó: “Mire usted señora, cuando Luis estaba de esta puerta para allá (me señalaba hacia la calle) era de toda la que le quisiera”.
en el año 1908 y desde allí lucha contra la Ley Foraker abogando por la desobediencia y la revolución.
En 1910 –al igual que el que será su estrechísimo amigo, el abogado Nemesio R. Canales (Jayuya, 1878-Nueva York, 1923)– se muda a San Juan y funda un Bufete con Canales y otros abogados en la Calle San José frente a la Plaza de Armas. Junto a Canales y Guerra Mondragón funda en 1913 la Revista de las Antillas. Revista cosmopolita e hispanófila en la que se publican los mejores versos de los poetas iberoamericanos y puertorriqueños y muchos suyos.
Su paso por esta y muchas otras revistas literarias nacionales es fecundo y extenso. Así mismo, sus amistades con poetas españoles y latinoamericanos como José Santos Chocano (Perú-1875-1934), Francisco Villaespesa (España-1877-1936), Rufino Blanco Fombona (Venezuela, 1874-1944), entre muchos otros, fueron su puente a las publicaciones poéticas americanas y se coloca por sus propios méritos, en el canon poético de la lírica latinoamericana de la primera parte del siglo XX. La celebrada publicación de su épica lírica Canción de las Antillas, en 1913, prepara el camino para su gloria siguiente 20 .
En 1914, el año en que nace Julia de Burgos, Lloréns publica el que será su libro consagrador, los Sonetos sinfónicos. Este libro cambiará la historia de la poesía puertorriqueña en numerosos aspectos. La excelsa valoración de este supremo libro ha quedado registrada por varios estudios excelentes, que diagnostican al poeta en sus más prístinas intenciones renovadoras21. Y tras los miles de elogios, y de voces críticas de alto prestigio celebrando los descubrimientos, trasgresiones y fusiones de Lloréns, y entre variadas y controvertibles avanzadas en terrenos poéticos prohibidos hasta el momento, con este libro el poeta boricua trasciende hasta las fronteras latinoamericanas dando al modernismo una de sus voces más potentes y de inconmensurable calidad. Lloréns aborda todos los aspectos del numen poético isleño, abre las puertas a las vanguardias de su tiempo, hace exploraciones en lo criollo, en lo negro, en lo hispano en lo clásico y en lo erótico, dando vida a una voz muy singular por su honestidad, por su sensibilidad y su armoniosa, novedosa y feliz arquitectura poética. Es sin duda alguna su
20 Luis Lloréns Torres. Canción de las Antillas. Introducción de Félix Córdova Iturregui. Edición y Notas por Miguel Ángel Náter. San Juan, Puerto Rico: Editorial Tiempo Nuevo. 2015.
21 Ver el “Prólogo y notas” de Raúl Guadalupe Torres, en Luis Lloréns Torres. Sonetos Sinfónicos. San Juan, Puerto Rico: Editorial Tiempo Nuevo, 2016.
mejor libro y uno de los mejores –sino el mejor– de toda la lírica borincana de ese momento. En esa altura gozará de sobrada admiración, fama y una excelencia imposible de superar por ningún poeta de su tiempo, incluso imposible de superar para él mismo. En esta época buscará un ansiado reconocimiento de su obra por parte de Rubén Darío, reconocimiento que nunca llegó22 .
Lloréns seguirá publicando versos que luego recogerá en libros y en ese mismo año, presa del furor creativo de su madurez, se lanza a la aventura del teatro escribiendo y publicando el drama El Grito de Lares, primero de los dramas históricos puertorriqueños, y en él se entremezclan el modernismo, el realismo criollo teatral y los primeros fermentos del realismo poético dramático que inundará la escena puertorriqueña 20 años después23 .
Lloréns disfrutará de esa gloria y ésta será exhibida con pompa a través de los sucios cristales del Café El Nilo o de El Chévere. En 1916 se une a Nemesio para fundar la Revista Juan Bobo, tras el obligado silencio –por estrangulamiento económico– de la Revista de Las Antillas. Juan Bobo será un oasis para la política, la poesía y el panorama internacional. Más aún, será la plataforma desde la que se lanzará un contingente de intelectuales públicos, al tiempo que creadores, para reformular el pensamiento puertorriqueño en muchas facetas, sobre todo políticas a favor de la independencia. Será Juan Bobo la que dará a la escritora, a la mujer poeta y la fabuladora pensante, una voz activa y militante en la exigencia del voto femenino. Es desde este espacio que Mercedes Negrón Muñoz, pupila predilecta de Nemesio Canales y bajo varios seudónimos, será el paradigma de la poeta liberada, la poeta genuina y la feminista rebelde24 .
22 Luis Lloréns Torres. Antología, verso y prosa. Edición de Arcadio Díaz Quiñones. San Juan, Puerto Rico: Ediciones Huracán. 1986. p. 36, n. 30.
23 Luis Lloréns Torres. El Grito de Lares. (Drama histórico poético en tres actos en prosa y en verso). Prólogo de Luis Muñoz Rivera. Aguadilla, Puerto Rico: Tipografía Libertad. 1914.
24 Roberto Ramos-Perea. Clara Lair: la amante del Gobernador. Vida y obra de la poeta puertorriqueña Mercedes Negrón Muñoz (1890-1973). San Juan de Puerto Rico: Publicaciones Gaviota, 2024. (En redacción final para prensa). Ver además el drama histórico titulado La amante del Gobernador. Biodrama neoromántico sobre la vida de la poeta puertorriqueña Clara Lair. San Juan, Puerto Rico: Editions Le Provincial /Instituto Alejandro Tapia y Rivera, 2019, basado en las investigaciones y hallazgos del primero y estrenado por la Compañía Nacional de Teatro en el 2018.
Por razones igualmente precarias y cierta separación amistosa entre Lloréns y Canales, Juan Bobo cerrará sus páginas en 1917 y una nueva revista será fundada al calor de las discusiones que sobre el fin de la Primera Guerra Mundial estallaban en el Café El Chévere: Idearium fundada en 1917 será un nuevo foro para lo mejor de nuestra literatura y la consolidación de las relaciones poéticas que por afinidad ideológica, y estilística unían a Latinoamérica con Puerto Rico. Posteriormente Idearium morirá al calor de nuevos planes y aspiraciones de Nemesio, quien se marcha a Panamá a fundar con otros escritores la revista Cuasimodo en 1919.
Lloréns ocupará diversos puestos en organizaciones políticas y cívicas y ampliará en la prensa diaria sus escritos en prosa en las columnas de La Democracia, El Imparcial, Puerto Rico Ilustrado y La Correspondencia de Puerto Rico y así, sin grandes variantes o contribuciones más significativas llega al 1935 con la publicación de un libro desigual que no encanta a sus lectores. Voces de la campana mayor ni desvalora, pero tampoco engrandece su bien ganada fama. Ejemplo de su repetida excelencia lo será su famoso poema erótico “Hembra sabanera” (“Esta criolla pelinegra y ojinegra…”), republicado numerosas veces entre los meses de agosto y septiembre de 193725 . Lloréns se convierte, por la fuerza y el estro de los poetas jóvenes, en un ideal que nadie quiere imitar. En el lustro final de los años treinta, el viejo poeta ya se sienta a ver su decadencia y su actividad poética y política irá silenciándose poco a poco26 .
Julita:
Julia Constanza Burgos García, hasta 1937 tendrá una biografía militante. Como dijimos, nace en el Barrio Santa Cruz de la ciudad de Carolina, de una familia de muy escasos recursos y como la hija mayor de siete hermanos. De niña vendría marcada de amores y fantasías, pero también de la tortura de la pobreza. Aún con una vida de privaciones, la naturaleza, el río, el mar y el campo serán devenir diario de su naciente respirar poético. Un sentido de arrolladora libertad se
25 Para estos meses es que Lloréns conoce a Julia de Burgos, pero el sugerir que este poema tenga algo que ver con ella sería pura especulación.
26 Quien interese una muestra de su decadencia política y los ataques a los que era expuesto por su nacionalismo condicionado, puede ver passim, El Florete, 1936 a 1937.
desprende de los testimonios de su infancia y adolescencia27. Bañarse desnuda en el río, mojarse bajo la lluvia, recitar sus versos para sí misma, criar nostalgias y acariciar melancolías de vidas aún no vividas serán las señas de un numen liberador de convencionalismos y en anarquía férrea contra el papel de la mujer de su tiempo.
La joven Julia Burgos ingresará a la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico en el año 1928, de la que se gradúa de Maestra Normal en el año 1933. En abril o mayo de 1934, luego de trabajar para la PRERA28 y como consecuencia de una unión de intereses políticos, Julia contrae matrimonio con el periodista nacionalista y locutor radial Rubén Rodríguez Beauchamp (San Juan, 1910-197?) bajo el padrinazgo del líder nacionalista Juan Antonio Corretjer. Conoce de cerca al Maestro Pedro Albizu Campos y entrega su corazón de patria a la liberación de Puerto Rico del yugo yanqui.
En 1936, Julia “camina” con su marido en el mundo del periodismo y la bohemia de San Juan. Se pasea por los cafés y los mítines políticos, y acude sin pausa a tertulias y al Ateneo. Es para este tiempo que publica sus primeros versos, llenos de sensualidad y atrevimiento en una revista liberal y amplia, como lo fue en sus inicios Alma Latina. Estos poemas formarían parte de un libro proyectado, pero nunca realizado por su autocrítica, titulado Poemas exactos a mí misma que debió haber interrumpido durante ese año. Al mismo momento en que cesan las operaciones de la PRERA, Julia se iniciará temporeramente como Maestra Normal en una escuela en el montañoso Barrio Cedro Arriba del pueblo de Naranjito29 . Prosigue estudios en la UPR y más tarde comenzarán sus tareas en la Escuela del Aire del Departamento de Instrucción Pública, para la que escribe varios dramas infantiles30 . Serán los versos escritos al fragor de su militancia nacionalista los que comenzarán a darle una merecida fama de renovadora del verso. Muchos son los poemas que regala en papeles sueltos a sus amistades, y que publica ocasionalmente en El Imparcial y en Alma Latina. Pero sus poemas publicados en La Acción marcarán un hito guerrillero
27 Rodríguez Pagán: 2000: 45-55.
28 Puerto Rico Emergency Relief Administration. La agencia que comenzó la distribución de alimentos y recursos para la reconstrucción de Puerto Rico después de los incidentes de huracanes y la depresión económica que asoló a Puerto Rico desde 1928 al 1935.
29 Íbid. 95-96.
30 Op.cit. Ramos-Perea:1992. Rodríguez Pagán:2000:97-103.
en la poesía femenina de su momento. Son poemas de abierta militancia, de aguerrido y sonoro verbo y de una profunda convicción con la libertad patria31 .
Estos poemas serán la obligada consecuencia de una pluma ultrajada por el latrocinio imperialista, que, entre otras barbaridades, empujó al Partido Nacionalista a la lucha armada, masacró y asesinó a cientos de puertorriqueños en nuestras calles en la década más sangrienta de nuestra historia, recordando entre estos versos, los escritos a la Masacre de Ponce del 21 de marzo de 1937.
Con ellos, y con poemas a la situación caótica y política de España y Europa en su lucha contra el fascismo, Julia se construye el nombre que la acompañará el resto de su vida: Julia de Burgos 32 .
Su matrimonio con el locutor no tiene grandes posibilidades. Como señala su mejor biógrafo, Julia se baña desnuda bajo chorros de agua de lluvia sin importarle quién la mire, se amanece en tertulias poéticas, expone sus ideas políticas sin preocupaciones o miedos y comparte bebida y tabaco sin pudor alguno; el marido no puede soportarlo pues es “chapado a la antigua” y se impone a las incomprensibles acciones de su esposa y protesta la excesiva dedicación de Julia la militancia. Se separan a mediados de 1937 (y no se divorciarán hasta 1942), y es el momento para Julia vivir su libertad creativa, acompañando y amando a otros hombres, pululando entre círculos literarios, y militando sin pausa al lado del Maestro Albizu Campos.
Por estas fechas funda con otras militantes como la poeta socialista Martha Lomar, el Frente Unido Femenino Pro-Convención Constituyente de la República de Puerto Rico de la cual Julia será la Secretaria General33 .
31 Íbid. Rodríguez Pagán:2000:110-153.
32 Juan A. Rodríguez Pagán La Hora tricolor: cantos revolucionarios y proletarios de Julia de Burgos. Humacao, Puerto Rico: Editorial Cundeamor. 1992. Ver además: Edgar Martínez Masdeu “Julia de Burgos y Rubén Rodríguez Beauchamp en el periódico La Acción”. Revista del Ateneo Puertorriqueño, Año IV, números 10-11-12, enero a diciembre. 1994. Existe la impresión de que, para estas fechas, es el propio Lloréns Torres quien le sugiere el “de Burgos”, tomado de el de Carmen de Burgos, “Colombine”, poeta y periodista española. Ver: Cuperes, Opcit.
33 Ídem.
Regresemos al Café El Chévere:
En algún momento del otoño de 1937, Julia recibe el indiscreto pellizco del más grande poeta de la nación, y le pide a cambio de tal gesto confianzudo, el sentarse a su mesa. La implicación era clarísima, y viniendo de una mujer separada de su marido –y algo aburrida de esa vida-, podía ser una inevitable tentación. A probable recomendación del propio Lloréns, será en noviembre de 1937, en la revista Renovación, que se publica lo que será la obra maestra de Julia, el poema Río Grande de Loíza.
Tratemos de precisar el momento reproduciendo fragmentos del ensayo de Lloréns, titulado Cinco poetisas de América: Clara Lair-Alfonsina Storni-Gabriela Mistral-Juana de lbarbouru-Julia de Burgos, publicado en el Puerto Rico Ilustrado del 13 de noviembre de 1937.
“A nuestra Julia de Burgos la conocí van como dos meses, aunque antes me había hablado de ella nuestro gran tribuno José Yumet Méndez34, diciéndome que era una poetisa genial sin precedente en nuestra literatura ni nadie que pueda igualarla en el presente, y además, ahora poco, leí un libro de ella (veintitrés poemas), aun no publicado35 , que me prestó la escritora Isabel Cuchí Coll, quien publicó en Santo Domingo un jugoso juicio sobre Julia, del que copio: "El tomo consta de 23 poemas que nos revelan una poetisa nueva, original, de vigorosa mentalidad. Su aspiración patriótica es independentista: ideal que desnuda en algunos de sus poemas, en forma recia, fuerte, agresiva, de varonil valentía".
Si restamos dos (o tres) meses de noviembre de 1937, eso nos daría el fin del verano de ese año, es decir, agosto de 1937, si tomamos como cierto el hecho de que el poeta está escribiendo dos o tres meses antes de ser publicado.
Méndez Ballester recuerda que este encuentro fue en 1937, y que para la publicación del artículo de Lloréns, ya éste conocía el poema, había estimulado su publicación en Renovación y había felicitado a Julia en una tertulia en la Librería Campos.
34 José Yumet Méndez, (1887-196?) poeta modernista aguadillano. Autor del libro Gemas (1913). Su más famoso poema será el titulado “Sola”, dedicado a la bandera puertorriqueña y a la libertad de la Patria. Su juicio sobre Julia, que no dista mucho de lo citado por Lloréns se incluyó en los juicios críticos anejos al libro Poema en 20 surcos.
35 Se refiere a su libro Poemas exactos a mí misma, inédito y probablemente destruido que fue el cimiento de Poema en veinte surcos, publicado en diciembre de 1938.
Pero volvamos a la tertulia poética de Luis Lloréns Torres en El Chévere. Allí no se hablaba más que de poesía, de amor y de mujeres bellas. Allí fue donde yo conocí a Julia que estaba sentada entre Lloréns y el periodista y poeta Luis Antonio Miranda. Lloréns se levantó de su silla, me dio la bienvenida y dirigiéndose a Julia dijo: "Esta es la nueva reina de la poesía puertorriqueña". Lo dijo en voz alta con la cordialidad y fineza de un galán entrado en años y en amores. Los contertulios y comensales se pusieron de pie aplaudiendo y hacienda alabanzas de la nueva reina…. Julia y yo congeniamos al instante y comenzamos a hablar sin parar. Le dije que yo trabajaba como escritor en la Escuela del Aire del Departamento de Educación y se sorprendió alegremente diciéndome que Lloréns Torres le había conseguido trabajo en la Escuela del Aire36 .
Julia debió comenzar a trabajar en la Escuela del Aire en agosto de 1937 y continúa trabajando o afiliada allí hasta mayo de 1938 37 . Es extraño que, si este encuentro entre Méndez y Julia se dio en el verano o en agosto del 1937, Julia pueda expresar que Lloréns le consiguió trabajo allí sin que Méndez Ballester lo supiera, dado que éste era el Dramaturgo en Jefe de la Escuela en ese momento. O bien equivoca las fechas y no los hechos, o viceversa.
36 Méndez Ballester:1996: 14-25. El hijo de Méndez Ballester relata otra versión de este encuentro: “Una noche, relataba mi padre, en medio del bullicio de la tertulia, donde en ocasiones parhcipaba Luis Muñoz Marín, se levantó de una de las mesas el poeta Luis Lloréns Torres, quien estaba acompañado de una ¡oven mujer totalmente desconocida: Julia de Burgos. Los acompañaba también en la mesa el poeta del verso negroide Luis Palés Matos. Lloréns, a quien yo conocía de anteriores tertulias", decía mi padre, "me llamó y me la presentó''. "Manolín", le dijo Lloréns, “ésta es Julia de Burgos. Ésta es la nueva reina de la poesía puertorriqueña Acabo de conseguirle trabajo en la Escuela del Aire como librehsta. A lo que mi padre le respondió: "¡Qué casualidad! Yo también trabajo ahí como librehsta''. En ese momento, comenzó una gran amistad entre mi padre y Juli de Burgos.” Manuel Méndez Saavedra. “Mi padre y Julia de Burgos” El Nuevo Día, 4 de abril de 2002. 37 Se ha dicho repetidas veces que Julia fue despedida de la Escuela del Aire en 1937 por sus filiaciones políticas y sus poemas nacionalistas, especialmente aquellos dedicados a la Masacre de Ponce de marzo de 1937 y el famoso Ochenta mil, poema antifranquista republicano entre otros publicados en La Acción. El que esto escribe cayó en ese error un par de veces en su ensayo sobre LA Escuela del Aire y Julia de Burgos, op.cit. Si Lloréns consiguió trabajo a Julia en la Escuela del Aire en agosto o digamos como temprano, en julio de 1937, la Masacre de Ponce no tuvo nada que ver con esa contratación, porque este hecho sangriento ocurrió en marzo. No será hasta el descubrimiento hemerográfico de Edwin Cuperes, que podemos argüir que Julia seguía su filiación con la Escuela del Aire en mayo de 1938, cuando fue jurado de un certamen de Arte auspiciado por la Escuela del Aire, según reza el periódico El Mundo, del 6 de mayo de 1938.
Sin embargo, Méndez Ballester recuerda varias cosas muy importantes que le fueron dichas por Julia en esos encuentros a lo largo de 1937 y principios de 1938. Entre ellas, que “Lloréns se ha portado muy bien conmigo”. Y al Méndez decirle que cree que Lloréns se ha enamorado de ella, ella contesta: “Lo sé, y lo sabe medio mundo”. Le recuerda Méndez que fue Lloréns quien “la descubrió” (refiriéndose al artículo del Puerto Rico Ilustrado) y seguido justifica su mal humor repentino con la noticia de que: “Voy a divorciarme de Rubén”. En su recuerdo dialogado, Méndez hace una suposición nada descartable: el divorcio de Julia se debe en parte a las habladurías de la gente sobre un posible romance con Lloréns. Julia señala: “La amistad con Lloréns se ha convertido en murmuración callejera. La gente ya está diciendo por ahí que mis poemas me los escribe Lloréns”. A lo que suma e insiste: “La amistad con Lloréns me ha perjudicado mucho”. A esto Méndez responde que la publicación de Río Grande Loíza es la consagración de Julia y que no debe hacer caso a los “chismes de tertulia”38. Pasa que los chismes de tertulia se abonaban con la porosidad de los panegíricos de Lloréns sobre la poesía de Julia.
“Julia de Burgos, puertorriqueña, es en esta hora la promesa más alta de la poesía hispanoamericana. Asombra la refinada consciencia literaria con que esta muchacha genial borda cada frase de sus poemas. Ninguna otra poetisa de América, por otra parte, tiene el arrebato lírico, la vibración emocional, con que inflama sus cantos esta joven poetisa puertorriqueña. En los vuelos puramente metafísicos, cuando el pensamiento sobrepasa todo plano de sensibilidad, para entrar en las honduras de las netas abstracciones, Julia de Burgos es única, porque hoy no hay en nuestra América ningún poeta que pueda seguirla en la altura de sus vuelos ideológicos. Por su abuela paterna tiene un cuarto de sangre germánica que se advierte en ciertos rasgos de su óvalo facial y más en su propensión mental a las abstracciones kantianas, con su ironía se solaza en el verso (ahí está el poema Nada) y en que zahonda con firmeza en la prosa su mente pura (su razón pura, que diría Kant) desintegrada de toda sensibilidad, de toda aprehensión experimental, de toda visión de lo existente, de toda captación sensorial. Y aquí reviento, si no le digo a Julia de Burgos, a la vez que a todos los catedráticos de filosofía, apasionados como ella del kantianismo metafísico, lo siguiente: que
38 Ídem. Ya en noviembre de 1937 el poema era conocido por su publicación en la Revista Renovación. El poema “Río Grande de Loíza” forma parte de Poema en 20 surcos publicado en diciembre de 1938. En noviembre de ese mismo año, Clara Lair, ya de 47 años, publica Arras de cristal.
toda la metafísica de Kant se me cayó de las manos, derrumbándome estrepitosamente (entiéndase en cuento a lo que él quiere construir como razón pura), cuando vi, y esto lo he discutido con la Burgos sin lograr convencerla, que el gran metafísico alemán, en muchas de sus intrincadas abstracciones alrededor de la razón pura, la somete o por lo menos la conecta a las ideas que tenemos del bien y del deber, sin ver o meditar que éstas son también sensaciones (no ideas puras), como derivadas de nuestra aprehensión empírica del universo y de los seres y cosas y aún de nosotros mismos.”39
Sobrada consagración para una poeta de apenas 22 años y de un solo libro aún inédito, frente a las otras cuatro poetas que fueron y siguen siendo pilares en la lírica femenina latinoamericana.
Sin embargo, lo que fue “un chisme” al parecer por todos conocido, ocultó por años la hermosa tesitura de una expresión poética desgarradora para ambos.
Pero antes: Tuya siempre, Julita.
Con el devenir de las décadas y el progreso en los estudios e investigaciones sobre la crítica e historia de la literatura puertorriqueña, se ratificará que la consagración de Julia no se le debería al artículo de Lloréns Torres, sino a su propio talento. Cientos de artículos de las más destacadas plumas, evaluarán y “disectarán” su poesía, dentro de todos los métodos críticos inimaginables, para exponer con su verso lo que no puedo expresar con su vida y negarle a su verso, la tesitura de la vida que le tocó vivir40 .
Julia trasciende los chismes de tertulia y los malintencionados recuerdos –fabricados y no– de sus muchos enemigos y se convierte en signo y motivo literario. A parte de los cientos de trabajos críticos sobre su obra poética, Julia de Burgos ha sido personaje de varios cuentos, poemas, miles de recitales, documentales y varias obras dramáticas puertorriqueñas.
39 Julia de Burgos. Poema en veinte surcos. San Juan, Puerto Rico: Imprenta Venezuela, diciembre de 1938. Introducción de Lloréns Torres y varios críticos, entre ellos Yumet Méndez y Juan Isidro Jiménes Grullón.
40 Baste Edgar Martínez Masdeu. Bibliografía de Julia de Burgos en: Carta de presentación: Julia de Burgos. San Juan, Puerto Rico: Los libros de la Iguana, 2014, que, aunque solo alcanza al año 1992, es un sencillo muestrario de las miles de fichas que conciernen al análisis crítico de los versos de Julia de Burgos.
Casi una mitología se erige desde la sombra de una vida desconocida o inventada, mitomanía que ni cierta ni probable, dejaba el campo abierto a las vacuas interpretaciones, al imaginario fragmentado y construido con la crueldad de un machismo crítico sin par, y junto a las asociaciones más pueriles, se pretendió instalar la idea de que sus poemas y su vida –en este caso, los detalles sórdidos e inventados de la mujer “perdida”, la “borracha” que se entregaba por una botella, y la que mereció la muerte que tuvo por ser una “prostituta” de la letra–eran mundos opuestos e irreconciliables donde para disfrutar de la excelsitud de uno, había que desdeñar y silenciar el otro. Comenzó a hablarse de “dos Julias”. Dualidad que la persigue desde su canto “A Julia de Burgos”.
Se obvió la sencilla enseñanza de que, sobre la vida más horrible, podía renacer un artista complejo, multidimensional, profundo y melancólico, que en el fondo solo deseaba encontrarse a sí mismo, conocerse a través de sus propios versos, y construirse un hogar feliz en su pequeñito lugar en el mundo41 .
Mucho del mito de Julia de Burgos se construye sobre el morbo de sus desgracias y no de sus plenitudes. Y mucho de lo que se dijo o se escribió sobre ella escapó de la sencilla compasión por la más acendrada condición humana. El tiempo no sanará esa herida. No empecé los cientos de celebraciones a su obra, el “mito de Julia” se alzará en dos grandes oposiciones, cual más desintegradora de su verdad. Por un lado, como ya dijimos, la imagen morbosa de la poeta borracha prostituida por el vicio y la necesidad, y por el otro, un ángel mítico, encumbrado lo más alto posible sobre lo humano, que representaba, más que ninguna otra mujer puertorriqueña, esa mitología de la sensibilidad femenina excelsa y ese “empoderamiento” sobre el abigarrado mundo machista y patriarcal42. La sobreviviente del privilegio social blanco, macho y rico y la
41 Innumerables veces en sus cartas a su hermana Consuelo Burgos, habla sobre este deseo. Burgos:2014: passim.
42 Sobre el asunto del “patriarcado” siempre se obvia mencionar su compleja relación de pugnas patriarcales con el Director de la Revista Pueblos Hispanos donde Julia trabajó en Nueva York, el Comandante comunista Juan Antonio Corretjer. Bien por respeto a su intocable figura como revolucionario, como por lo aparentemente insignificante de sus conflictos, no es menos cierto que existe referencias -en sus cartas- a la incomodidad de Julia tanto con él, como con su esposa, Consuelo Lee Tapia, quienes al parecer rechazaban el carácter liberado de Julia y su vida fuera de la redacción. Sospechas que fueron chismes,
encarnación misma de la inalcanzable libertad femenina con su pequeñita carga de masoquismo y victimización.
Es curioso como para defenderse de lo primero, se crea una mitología de lo segundo. Por lo que la verdadera Julia es, ni más ni menos, un campo de batalla sobre sí misma. El ser y no ser colonial no alcanza en ella espacio para su purgación. Esta continua lucha de cuál era su verdadera esencia como poeta continúa. Aún sin contar con la excelencia de sus versos, Julia ha recibido la transferencia de todos nuestros complejos coloniales, de las luchas femeninas por la reivindicación de los derechos de la mujer, donde el cartel con la imagen de su rostro se levanta sobre los demás rostros masculinos y femeninos en nuestra eterna lucha por nuestra autoestima. ¿Nos ha servido de algo esa mitología para entender su ser verdadero?
Tal vez ha estimulado en algunos una nueva visión de la poesía femenina puertorriqueña. Pero sin temor a generalizar, la vida de Julia y esa lucha por sobreponerse a la adversidad debe tomarse como lo que es, una lucha de su ser con su ser como garante de una poesía extraordinaria, estudiarse en su contexto, y sin aplicarles los porosos criterios de los contextos de este presente, en los que empujada por esa misma batalla alcance el merecido reconocimiento como poeta, escritora, militante, política, mujer de trinchera, y también esposa, bohemia, seductora, dipsómana, enajenada, inadaptada, víctima del sistema, de la pobreza y el hambre, y los mores de su tiempo, y victimaria irremediable de sí misma por no decir suicida. En eso creemos que estriba tanto su importancia como su grandeza, sin que tengamos que levantarle un pedestal sobre los retazos desconocidos pero supuestos, de una vida que nunca se bastó a sí misma. En ello, mal que nos pese, son pocos los acercamientos críticos que nos ayudan a verla en su contexto sin imponerle el nuestro -o nuestra moralidad mitificadora- y es cuando la sociología de la literatura viene a nuestro auxilio.
Pero en esa desigual batalla de su verdad contra su mitología, veremos alzarse entre aciertos y catástrofes, un breve drama de corte biográfico que se estrenó como el Oratorio a Julia de Burgos, escrito por Roberto Ramos-Perea, y que estrenó con éxito como parte de las actividades del Primer Congreso Internacional Julia de Burgos en el Ateneo en el
vincularon a Corretjer con Julia y motivaron los celos de Consuelo. Pero esto, como chisme queda.
año 199243 . Un collage de escenas sobre su vida que escribió y produjo en 1994, el productor teatral Florentino Rodríguez, titulado Julia de Burgos: una mujer para la historia que fue vapuleado por la crítica, pues mostraba la imagen de una Julia prostituida en los bares, alcohólica, etc. La destacada dramaturga nuyorican Carmen Rivera, escribirá con precisión biográfica y excelsa calidad literaria el drama Julia de Burgos: Criatura del Agua44 , que estrenará en el año 1999 en el Teatro Rodante de Nueva York. La obra Inferno (2006), de Roberto Ramos-Perea coloca a Julia de Burgos en el rol del Virgilio de Dante, en esta versión puertorriqueña del Infierno de Dante Alighieri45 . En la cinematografía puertorriqueña Julia encuentra la primera difusión de su obra en el documental Julia de Burgos del cineasta José García en 1974, y tras éste una buena docena de cortos y mediometrajes, así como reportajes de difusión de su vida y obra hasta el connotado largometraje documental Julia toda en mí, en el año 200446 .
Con las actividades del Centenario de Julia de Burgos en el año 2014, florecieron los recitales dramatizados, los docudramas breves con la información biográfica sabida de Julia y varios escritos novelados o biográficos comisionados por la Comisión organizadora del Centenario, destacándose controvertiblemente la novela Yo misma fui mi ruta (2015)47 de Mayra Santos Febles, biografía novelada que fue rechazada severamente por la familia de Julia y por la más reputada crítica literaria nacional, porque pretendió no solo desvirtuar la vida poética de Julia exponiendo hechos imposibles de probar, sino que éstos fueron narrados y exagerados con sordidez, para complacencia del morbo popular.
Así que podemos decir que la vida conocida de Julia ha sido motivo de innumerables estudios críticos, muchas ficciones, y poca investigación de su vida y entorno, hasta, ciertamente, la contribuciones
43 Roberto Ramos-Perea Oratorio de Julia de Burgos. Publicado en: Actas del Congreso Internacional Julia de Burgos. Edgar Martínez Masdeu, editor. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993
44 Carmen Rivera. Julia de Burgos, criatura del agua. Amazon: Kindle, 2014. Estrenada en 1999.
45 Robert Ramos-Perea Inferno. En: Teatro Escogido dos: Teatro Nocturno. San Juan, Puerto Rico. Publicaciones Gaviota.2010.
46 Para la relación completa del teatro y el cine ver: Instituto Alejandro Tapia y Rivera: “Julia de Burgos”: BD MASTER TEATRO PR y BD MASTER CINE PR.
47 Mayra Santos Febres. Yo misma fui mi ruta. La maravillosa vida de Julia de Burgos. Municipio de Carolina: Carolina, Puerto Rico, 2015.
24 pioneras de Ivette Jiménez de Báez48 , del algunas ponencias en el Congreso Internacional Julia de Burgos del Ateneo49, organizado por el Dr. Edgar Martínez Masdeu en 1992; de las dos biografías ya mencionadas de Juan A. Rodríguez Pagán, del libro Cartas a Consuelo50, publicado en el 2014 y las reediciones del Diario de Julia de Burgos (1994)51 y la Cronología de su vida publicadas por Edgar Martínez Masdeu (quizá su mejor biógrafo), en el año 1992 y reeditadas en 2014 y 201652. Sume a esto el asombroso y revelador trabajo de la académica Vivian Auffant sobre los últimos días de Julia de Burgos, donde concluye que Julia fue “asesinada” durante los experimentos científicos a los que fue sometida en el Hospital Goldwater de Nueva York53 .
Volvamos entonces a octubre del año 1992, en el que esto escribe, traza las últimas líneas de su drama Tuya siempre, Julita, la estrena por la Productora Nacional de Teatro y recibe el espaldarazo de la pluma de los más autorizados críticos literarios54 .
Debo decir con honestidad que escribí un drama como si fuera un visionario de imposibles. ¿Qué idea podía tener yo entonces de las intimidades de la relación, hoy más que ya probada, de la “poeta nacional” Julia de Burgos con el “poeta nacional” Luis Lloréns Torres? Si como dije, solo tenía a la mano brevísimos comentarios de un testigo, las brevísimas notas y escritos formales de ambos sobre ambos, y una insoportable e hiriente curiosidad.
48 Ivette Jiménez de Báez. Julia de Burgos: vida y poesía. San Juan, Puerto Rico: Editorial Coquí. 1966. Jiménez tuvo el privilegio de ser la primera lectora no familiar de las cartas de Julia a su hermana Consuelo.
49 Actas del Congreso Internacional Julia de Burgos. Edgar Martínez Masdeu, editor. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993
50 Julia de Burgos. Cartas a Consuelo. San Juan, Puerto Rico: Folium. 2014.
51 Julia de Burgos “Diario”. Revista del Ateneo Puertorriqueño, Año IV, números 10-11-12, enero a diciembre. 1994.
52 Edgar Martínez Masdeu. Cronología de Julia de Burgos. En: Publicaciones del Congreso Internacional Julia de Burgos. Edgar Martínez Masdeu, editor. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993. Reditadas por Ediciones La Iguana. 2014.
53 Vivian Auffant Vázquez. “Julia de Burgos en Nueva York: miradas de vida”. Magisterio. Revista de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Número Extraordinario dedicado a Julia de Burgos. Año 4. Octubre de 2014. En este número se publican otros interesantes trabajos que refieren las experiencias de vida para explicar la obra de Julia de Burgos. Incluso el Expediente del FBI de Julia de Burgos, señala que Julia fue sometida a nuevos experimentos sobre la cirrosis del hígado, que esta padecía por su avanzado alcoholismo.
54 Ver apéndices de este volumen.
La obra se estrenó a lo largo de ese año de 1993 hasta 1994, se ha reeditado cuatro veces 55, y obtuvo un remontaje por Teatro El Ángel con los actores Angela Mari y Carlos Esteban Fonseca, cuando la obra fue reducida de cuatro personajes a solo dos en el año 2004.
Luego fue leída dramáticamente por la compañía del Repertorio Español en Nueva York en el año 2007. Y antes ya se había estrenado en Caracas, Venezuela, en Los Ángeles, California y más recientemente (2017), ante la comunidad hispana de Florida56 .
De ella se dijeron varias cosas amables, sobre todo de la necesidad de abstraer de dos personajes ficticios como Luis y Julia, los hechos conocidos por todos, de la vida de Julia de Burgos y Lloréns Torres.
Debo admitir que asumí riesgos, pero de eso se trata la dramaturgia, de asumir riesgos en busca de una efectividad dramática verosímil. Pasa que la obra hacía aseveraciones controvertibles, como, por ejemplo, la posibilidad de plagios mutuos57 .
Pero, por otra parte, caminé con seguridad sobre los rumbos poéticos de ambos en lo que a la relación amorosa y simbiótica se refiere. Como dependientes vida y obra, ambos personajes me llevaron a la gran pregunta de qué obtuvieron de esta relación y cómo este incidente cambió sus vidas o cómo nos ayuda a entender sus obras desde otra perspectiva.
Yo nunca me contesté estas preguntas. Conforme con solo la sospecha, la obra quedó como lo que pretendió ser, una abstracción biográfica con la premisa de los amores apasionados de los dos más grandes poetas de la Nación Puertorriqueña. Y esto, con su furgón de dudas y sospechas, persiguió a este autor que escribe, hasta un revelador instante.
55 Roberto Ramos-Perea. Teatro Secreto. San Juan, Puerto Rico. Ediciones Gallo Galante. 1996 y ______Teatro Escogido Uno: Teatro Secreto. San Juan, Puerto Rico: Publicaciones Gaviota. 2006.
56 Al momento que esto revisamos (agosto de 2023) se prepara una reposición en Nueva York a cargo de la actriz y productora Amneris Morales.
57 No es la intención de este trabajo detenerse a probar esta aseveración con un estudio crítico de las figuras retóricas y estilísticas, o de los temas y contextos en que fueron escritos los poemas concurrentes con la vida de ambos. El curioso puede adentrarse en Poema en veinte surcos y Canción de la verdad sencilla y yuxtaponerlos con los poemas de Lloréns publicados en Voces de la Campana Mayor y sobre todo en su último desigual libro Alturas de América. Se hallarán asombrosas similitudes y aún más reveladores intertextualidades.
El hallazgo de los documentos:
Todas esas preguntas que dejé en el tintero de mis dudas desde 1992, encontrarían respuestas a mediados del año 2017, en un hallazgo si bien fortuito, tenazmente perseguido.
Buscaba la vida de Clara Lair para mi biografía en progreso, en varios epistolarios de las Colecciones Particulares del Archivo General de la Nación. Allí existen varias colecciones de la papelería de muchos de los grandes hombres y mujeres que han contribuido a nuestra cultura en todos los campos del saber. Allí están, sin ser visitados con el fervor que merecen, los papeles creativos y privados de Luis Lloréns Torres, Marigloria Palma (San Juan, 1921-1994) y muchos más que huelga mencionar. Perseguía la amistad de Lloréns con Clara Lair, a quien el viejo vate siempre respetó y admiró, pues era la sobrina de uno de sus mejores amigos, el político Luis Muñoz Rivera y era muy querido por la familia de esta. A ella, Lloréns le había dedicado un poema que tituló a “A su merced Doña Mercedes”, publicado en Voces de la campana mayor.
Al hurgar en la breve colección de apenas dos cajas, encuentro en la Caja #1 un pequeño sobre de cartas, arrugado y sucio, con varios papeles doblados malamente en su interior y apretados y remendados con alguna cinta adhesiva seca. Eran en total seis manuscritos con poesías y notas personales en los márgenes. Eran poemas inéditos –pues no están registrados en ninguna bibliografía ni incluidos en ninguno de sus proyectos de Obras Completas. Algunos poseían títulos, otros no, y estaban firmados por el poeta “Luis Lloréns Torres”, y otros solo firmados con la letra “LL” o simplemente “L”.
Junto a estos poemas y notas, una página con un poema con letra diferente a la de Lloréns. Se levantaron fotografías de los documentos y se procedió a certificárseles su legitimidad. En efecto, las firmas de Luis Lloréns Torres son auténticas y un breve vistazo paleográfico es concluyente.
Por otro lado, la carta de letra diferente, en abierta sospecha y con las referencias de los demás documentos adjuntos a este, la preadjudicamos entonces a Julia de Burgos. Procedimos al análisis paleográfico del manuscrito y su comparación con los manuscritos de sus cartas de 1940. El resultado era evidente. Se trataba de un poema de Julia de Burgos, sin título ni fecha, incluido entre los papeles de Lloréns.
La mejor noticia del hallazgo es que la mayoría de los documentos de Lloréns están fechados y confirman que en efecto la relación se estableció entre agosto y septiembre de 1937 hasta su quiebre definitivo en el verano de 1938.
Procedemos a transcribirlos en orden cronológico con su número de registro de acceso58 y algunas notas de interpretación, contexto y análisis al pie de página. Comenzamos con el escrito que parece más antiguo, del 25 de octubre de 1937, un mes antes del ya citado artículo donde Lloréns celebra a Julia:
(AGPR:CP28:N78)
Lunes, 25 de Otbre- 9 de la noche-En mi cuartoEstoy contento- ¡Cómo me inspiras y me inspirarás!Esta noche, de 8 a 9, sentado bajo la madreselva, he compuesto este poema, que ahora mismo, al momento, paso al papel, y va para ti esta la primera copia.-
El título quizá sea provisional, porque quiero que tú seas la que le ponga nombre; y mira a ver si me le puedes añadir alguna estrofa o sugerirme alguna mejora, porque me gusta el poema. 59
-Tú y tu río-60
Te vi desnuda, garza del río: que el Río Grande te desnudó. De mediodía, sobre la grama de su ribera, te puso al sol.
Se hizo de plata todo tu seno.
Se hizo de oro cada pezón.
La húmeda yerba, desde las nalgas hasta la nuca, te humedeció.
La luz corría sobre tus muslos y entre tus muslos y alrededor.
Tu mensajera torcaz del monte
58 La Colección Particular de Luis Lloréns Torres lleva en sello oficial del Archivo la numeración: AGPR: CP 28. La “N” se refiere a la notación del folio.
59 La incitación a la colaboración de dos poetas era una práctica común a principios de siglo XX. Sin embargo, esta invitación adquiere visos de una inmediata dependencia afectiva en la que Lloréns pretendió unir su admiración, al afecto y probablemente a la seducción.
60 Aun cuando Río Grande de Loíza se publica en noviembre de 1937, ya era un poema conocido por la comunidad literaria. Y es perfectamente probable que Julia lo haya dado a Lloréns en algún momento del otoño de ese año, antes de su publicación.
-la piquirroja- se despertó sobre la paja color caoba que se enrizaba color del sol.
Tus picos hurgaban, en el cojitre, frescor de hojas a tu calor. El viso rosa de tus mejillas, de toda gasa se desnudó.
Desde tus labios, hacia los montes, vino en suspiros a mí tu voz.
Bajé del monte. Llegué a la hora en que la tarde se iba del sol.
Te dije el verso del zapatito que yo guardaba en el corazón61 .
En tu criolla buenhembrería62 toda tu boca se amelcochó.
Te alzó del agua tu Río Grande, porque tú eras su suma flor.
Te alzó del agua tu Río Grande, y al verte copa desnuda al sol, me dijo el río:- Toma, poeta, que a nuestra patria das tu canción, toma esta copa de Puerto Rico que es nuestra copa de más valor, y bebe en ella, y que ella sea la sola copa para tu amor.
Mandando a nombre de la isla toda -¡Yo sí que vengo del corazón!-, traje esta copa llena de patria, y yo, el Río Grande ¡yo! ¡te la doy!
Luis Lloréns Torres
Quiero que tengas parte en este poema tan tuyo. Procura añadírmele como cuatro versos más, contestándole yo al río, diciendo más o menos que la copa que me da será mi máximo premio y que, cada vez que la alce, con ella, “por Puerto Rico brindaré yo”, que esas palabras pueden ser el último verso.63
Ubicado el poema en octubre del 1937, es evidente que la confianza que se ha desarrollado entre ambos fue rápida, si es que fuera
61 Se refiere a su poema “El zapatito azul” de 1935.
62 Neologismo de “buena hembra”.
63 No existe constancia de que Julia hiciese lo que él le pide.
cierto que en agosto o septiembre es que se han conocido. Aquí la sospecha de lo dicho por Méndez, sobre el famoso chisme de que los versos de Julia eran copias de los de Lloréns, encuentra su pared demoledora. Es el viejo poeta quien está pidiendo la genialidad de la joven poeta para su propio beneficio. Pero Méndez no tenía por qué conocer este documento. Sin embargo, ¿agradecería Lloréns la colaboración de Julia si ella hubiese accedido a terminarlo?
Estos poemas coinciden con las discusiones de divorcio de Julia con Rodríguez Beauchamp, por lo que el ánimo de Julia de Burgos no debe haber sido el más dispuesto para una relación tan desigual, sobre todo si ansiaba libertad creativa y personal64. El rompimiento no se hace esperar, y una vez más, como muchas veces en su vida, la felicidad temporal de su gloria literaria será opacada por algún traspiés emocional o un serio conflicto amoroso. Lloréns sangra a borbotones por la herida del despechado y al hacerlo no disimula la sensualidad, la sexualidad y la carnalidad de sus intenciones para con la joven Julia.
(AGPR:CP28:N70)
(Del futuro libro: “Poesías que a la luz no saldrán”. Versos que siempre dormirán inéditos. Que solo la luz de tus ojos verán.)
65
Julia Burgos se va de mis ojos, Julia Burgos me deja y se va… Por la senda del frío y el viento, su pegazo de crin tropical66 , caminando veloz al olordo67 …
Pacatás-pacatás-pacatás… 68
Remontando el azul de la cuesta,
64 Tomemos en cuenta, además, el interesante testimonio del sobrino de Lloréns, el académico Washington Lloréns, quien señalaba que eran públicos los celos de la esposa de Lloréns contra Julia de Burgos específicamente. Si bien quedó establecido que la referida esposa era permisiva con respecto a las aventuras sexuales y amorosas de Lloréns, con Julia no pareció ser así. Gladys Niggers. “Clara Lair y Julia de Burgos: Reminiscencias de Evaristo Rivera Chevremont y Jorge Font Saldaña” Revista Interamericana Review. Vol. IV, No. 2, Summer 1974.
65 Desconocemos la relación que pueda tener Cedro Abajo, con Cedro Arriba en Naranjito, el Barrio donde Julia de Burgos fue maestra rural en 1936.
66 Conservamos la ortografía original. Lloréns escribe Pegazo con z, y es con s.
67 “Olordo” es una palabra yoruba que al parecer tiene que ver con algún tipo de paisaje.
68 Onomatopeya del cabalgar. Lloréns lo utiliza en varios otros poemas.
Julia Burgos, zumbando, se va. Pacatás-pacatás… a lo lejos Pacatás-pacatás-pacatás…
Mi trato adverso lo manda69 , que era, era mucha mi felicidad. El azar me la puso en los brazos, y el azar ya me dice: no más. El amor nunca ha sido conmigo generoso en mi ansia de hallar, una flor que en mi alma y mi carne apacigüe la llama voraz.
Cada vez que la encuentro y la gozo y la quiero por siempre gozar el destino la troncha y decreta: busque el bardo otra flor que libar.
¿Qué otra Julia vendrá a que la bese y a llenarme los labios de sal, de la sal que me dio la salina de su cálida brasa carnal?
¿Qué otra Julia sabrá ser gozada, ser bebida en la cofia inmortal, como solo mi amor ha sabido como nadie gozarla sabrá?
Sea, en fin, lo que Dios ha dispuesto. Seguiré por la ruta fatal, mendigando, de la hembra que pase, el divino pedazo de pan.
Julia Burgos: no es tuya la culpa ni de nadie. Vivir es pasar del presente al pasado y volcarse en la noche sin fin del jamás…
Adiós, Julia. Te trajo a mis brazos el vaivén del ensueño fugaz, el voluble vaivén pasajero de la ola que viene y se va…
Adiós, Julia!... Ni un vuelo de lágrimas
69 Reconocimiento de algún tipo de insistente hostilidad suya, rechazada por ella.
en el nuevo remanso de paz. Ni un vuelo de lágrimas porque de los brazos se me caiga muerta la real realidad de la hembra gozada, mordida, sudada, rasgada en la garra del macho triunfal.
Quedarás, amada, viviendo en mi ensueño. Acaso mi ensueño te dé más verdad. Y un claro de luna (por entre las ramas caído de un árbol)= a ser volverás.
LLT.
En tonos más pausados y aplacado el ardor de lo perdido, el poeta reflexiona en sus heridas.
(AGPR:CP28:NXX70 )
En lo más alto
El amor, que nos mece en su onda de inquietudes, es la vena en que al mundo nuestra vida se abre: fuente de poesía, de anhelos ultrahumanos, en lo grande y lo hondo de lo más hondo y grande. Las más limpias pasiones, los desvelos más puros, los más altos ensueños, los sentí yo al amarte; Al amarte creyendo que tú también soñabas en salirte conmigo de la tierra y la carne71 . Hoy, que a tu honradez debo la angustia dolorosa de saber que no me amas y que nunca me amaste72 , También te debo el oro, el don, de haber sabido Que si el amor es grande, el dolor es más grande: más altas, más profundas, más bellas inquietudes… Amor desesperado, amor sin que nos amen, es un dolor tan bello, a los altos espíritus, que la mente no atisba belleza que lo iguale.
Quiera el hado que el tiempo no rompa este poema: que nunca el pecho mío se liberte de amarte,
70 Este documento carece de número de folio, pero es parte de la CP28: Caja #1.
71 Vana pretensión del hombre mayor que se enamora o se “chala” con la jovencita inteligente y sensible.
72 Es obvio con este verso, que Julia fue muy clara en su negativa de continuar su relación con Lloréns.
como al Claro de Luna y al azul zapatito73 , ¡y que tú nunca me ames!
Luis Lloréns Torres Nbre. 1937.
Otro poema de Lloréns cargado de profundo despecho, se publica en el Puerto Rico Ilustrado, el 4 de diciembre de 1937, titulado “Toda en el tiempo”, en el que expresa su necesidad de presente respecto al amor de Julia. Para ello reniega de su pasado y rechaza el futuro con la pasión de un amor que es todo y nada.
Será el 28 de enero de 1938 que asoma el definitivo rompimiento de la relación amatoria. El despecho de Lloréns llega hasta la humillación de ella para encumbrar su herido machismo. Él se considera “alto” y víctima, y a ella “una de tantas”, una pobre mujer que no sabe lo que es el amor que él puede ofrecerle. Denosta su carácter, insulta su figura y desmerece la sexualidad de Julia acusándola de fingir el acto sexual, como consecuencia de los hombres maltratantes de su vida.
(AGPR:CP28:N119)
POEMA________
Ella fue una de tantas que rozaron mi vida… ¿Amor?... ¿Ensueño?... ¿Alma? ¡Altas fiebres mentales que para ella son nada!... ¿Lujuria acaso? Ni eso… Bellamente fingía gozar al ser gozada. En ella no hay ninguna realidad buena o mala; ni aún la pobre verdad de la carne incendiada. La amé sin conocerla; como el poeta verdadero ama; sin ver que jamás ella comprenderá mi alma, ni entendería el secreto de mis mentales ansias, ni sabría ser fuerte
73 Se refiere a dos poemas suyos “El zapatito azul” del 1927, republicado en 1935 y “Claro de Luna”, sin fecha.
en el nido del águila.
¡Pobre voluntad muerta!
¡Pobre carne azotada!
¡Pobre mente caída de mujer por los buitres maltratada, que no sabe salvarse y hasta huye del que quiere salvarla!
¡Ay pobre de la pobre mujer que, sin ser mala, no podrá amar lo alto porque lo alto ya nunca podrá amarla!
¡yo que la quise sin saber quién era, para ella siempre guardaré una lágrima!
L28 de enero/938= Rómpelos: que corran la suerte de los que se perdieron con las cartas74. ¿A qué guardar nada que nos recuerde aquella mentira?
La última nota de los versos no tiene desperdicio. Le exige que rompa estos versos de la misma forma que se rompieron las cartas que se cruzaron desde que comenzó la relación. Y finalmente llama a toda la ordalía de esta convivencia sexual y “lujuriosa”, una “mentira”. El viejo poeta reclama “amar de verdad”, pero la expresión de ese amor es un despecho adolescente con el que no puede lidiar. Incluso, como un intento de celar y mofarse del amor que sentía por Julia, Lloréns publicará el poema “Noche de enero”, en el que ronronea con una amante de “zarca mirada”, es decir de azules ojos, y además de piel blanca, y le reprocha que ya no quiere “el agua de su río”, y que sus otros amores han sido pasajeros y hasta le han provocado hastío, entre otras saetas evidentes contra Julia75 .
Otro poema de este periodo, no incluido -hasta donde sé- en ninguna otra antología, medita hondamente en el vacío en que quedó su alma de viejo poeta engañado por su propia pretensión…
Amada mía pura, amada mía clara,
74 Es sabido que Julia no guardaba nada. Era sumamente descuidada y manirrota con sus escritos y borradores y cuando quería salir de ellos los daba a sus amigos o a su hermana Estas cartas de ambos, de haber existido, deben haber sido quemadas o destruidas por ella.
75 Luis Lloréns Torres. “Noche de enero”, Canción del recuerdo. 1939.
qué has llegado, a la orilla franca, noble, sincera, de la verdad desnuda, donde yo te esperaba. Blanco cisne, bogaste, rumbo a tu cisne hermano, largos días y días, noches y noches largas; mientras tu hermano cisne, hacia esta misma orilla, por hallarse contigo, rompió largas distancias; y ambos, al fin, estamos frente a frente, desnudos, sangrando nuestros cuerpos, mirándonos a las almas. No nos digamos nada de lo que fue o no ha sido; no nos contemos nada de la loca jornada que ambos corrimos, ciegos, surcando los pantanos, por opuestos caminos, tras mentiras doradas, hasta esta franca orilla de la verdad desnuda, donde al fin has llegado, donde yo te esperaba. Bástenos hoy, amada, saber que, como cisnes, al surcar el pantano, salimos dél sin mancha, y que para los vuelos presentes y futuros están limpios los cielos y limpias nuestras alas. Y ya que al fin estamos: estemos y seamos el uno para el otro, en la cuesta que falta; que cada uno viva en el vivir del otro, y si uno cae, que el otro se eche el hombro al que caiga; que no haya vino mío, ni pan mío, ni agua mía, sino que de ambos sean el vino y pan y agua; que vueles tú en mis alas, si se cansan las tuyas, y al cansarse las mías, que vuele yo en tus alas; que a nuestros corazones los arrulle un cariño más puro que el del aire cuando besa en el agua; que el amor tuyo sea el faro en mis empeños, y las sendas de alumbre mi amor en tu jornada; que a mi amor seas pura y leal como toda mujer que ama a deveras al hombre que la ama; que ni en mi pensamiento ni en todos mis sentidos jamás roce la sombra de otra mujer amada; Y en el placer, que sepa la mente hacerse carne, y el fuego de la carne, que haga mente sus llamas. Piensa que, para el alto sentir a que te invito, por encima del cuerpo se miran nuestras almas. Contigo así quisiera fundir la vida mía para escalar contigo a las cúspides más altas: para decirle al mundo las verdades futuras, y volar sobre América, tocando las campanas que anuncien a los pueblos de nuestro continente que ya llegó la hora de redención humana. Piensa que para el alto volar a que te invito están limpios los cielos y limpias nuestras alas.
(Vaya este mensaje, mi regalo de Reyes, a ti, mi hermana, amiga, novia, amante y amada.)
Luis Lloréns Torres 5 enero 193876
Este poema, casi al modo de la “Elegía a Laura” de José de Diego, contiene múltiples reconvenciones, justificaciones y resignaciones condicionadas, pero sobre todo invitaciones a una conciliación –“un alto volar” juntos- que es obvio que Julia no desea hacer con él. Curiosamente, la lacónica respuesta de Julia a esta poética invitación es un desolado “O.K.” en manuscrito, que firma como “JdeB” en una esquina de la página. Esto pareció dar fin a todo de una buena vez. Pero lamentablemente no sería tan fácil para el viejo modernista. Y su resentimiento seguriá manifestándose de formas amargas77 .
Julia debe haber tomado las prepotencias sexuales de Lloréns como un juego, o un inconsecuente coqueteo provocado por él, en el cuál ella, sin involucrar sus emociones, debe haberle seguido un tanto por aquello de aventura. Pero ya hemos visto que esta obsesión del viejo poeta por ella, le molestaba mucho y amenazaba con minar su credibilidad como poeta nueva. Así lo dijo a Méndez Ballester y así lo debe haber llevado a la práctica en un rompimiento de raíz y a sangre fría que Lloréns no pudo soportar.
Entre este grupo de papeles hemos encontrado un poema, cuya relación con los incidentes es elusiva y probablemente metafórica. El documento no tiene título, ni fecha. ni firma. Pero como ya dijimos, es obra de su mano. ¿Se referirá la llamada “cabrita” desolada y “blanca” (recordemos que Lloréns siempre andaba vestido de blanco) a Lloréns?
(AGPR:CP28:N173)
Blanca cabrita blanca del Río Grande. Leche que sabe y huele a matorral.
Blanca cabrita blanca. Rizo blanco
76 Poema sin marca de registro, número de folio o de acceso entre los poemas a maquinilla de la AGPR: C.P. Luis LLoréns Torres. Caja 1.
77 Informa Cuperes que el artículo de Puerto Rico Ilustrado sobre las cinco poetas latinoamericanas en las que se incluía a Julia publicado en 1937, es republicado en la misma revista el 13 de enero de 1940, por el periodista Frenando Torregrosa, con toda la sección sobre Julia sustituida por otra sobre la poesía de la poeta uruguaya Estrella Genta.
en la verde melena del pozal. Hervor de espuma que brincó del río a cuajar los bellones de tu piel.
Blanca risa de coco entre tus dientes donde la malojilla se hace miel.
Celaje que en tu faz de medianoche sobre ruedas de viento resbaló.
Claro de luna de la medialuna que por entre las ramas descendió. No hacia mí te enviaron los paridos cafetales de cárdeno matiz, te envió la neblina del Río Grande entre la onda de su gasa gris.
Del traje gris se alzó tu busto rosa como del agua el rosa caracol, besé luceros en tus rojos labios luna en tu seno y en tus ojos sol.
Cabrita que o reías o llorabas sin saber por qué no ni por qué sí. Ya solamente reirás conmigo y cuando llores, llorarás por mí.
Cabrita de la tarde alicaída en que mi piel mojaste de ilusión y en mis brazos crujiste al ser gozada berreándote en el pecho el corazón78 .
Rota la relación, Lloréns vivirá su despecho entre silencios y suspiros, durante todo ese año. ¿Qué escribió Julia de Burgos en los meses de enero a diciembre de 1938? Muchos, más de una veintena entre poemas afectivos y poemas políticos.
Atravesada la crisis, Julia volverá a la carga con poemas “Como puños”, en honor a la huelga portuaria de enero de 1938, entre muchos otros productos del entorno de lucha nacionalista en el que militaba.79 Julia se mantendrá todo este año corrigiendo algunos de los nuevos poemas y reescribiendo, probablemente, aquellos que guardaba para Poemas exactos a mí misma.
78 El tono infantil de estos versos se debe asociar a los dramas para niños que escribió en ese mismo momento para la escuela del aire. Ver: Ramos-Perea Desde la Escuela del Aire: Julia de Burgos. Textos de Radio Teatro., op.cit.
79 Rodríguez Pagán: 2000:148-152. Como ya mencionamos, los poemas a la masacre de Ponce y a la Guerra Civil española y las luchas del Maestro Pedro Albizu Campos.
Es en el invierno de 1938 que saldrá de la imprenta la primera edición de Poema en veinte surcos. 80
Pasaron a la historia comentarios y cuestionamientos de cómo Julia habría pagado la edición de su poemario, que al costo de edición de esa época debe haber rondado los 400 dólares. Se rumora que fue Lloréns quien pagó por él, mientras por otro lado, se dice que fue pagado por Juan Isidro Jiménes Grullón, de cuya relación hablaremos más adelante. Lloréns celebra la salida del libro con inusitada alegría y alabanza.
Como inconsecuente coletilla del anterior poema, Lloréns escribe en el ánimo del que concluye su melancólico despecho.
(AGPR:CP28:N147)
Un millón de besos. Celebrando el libro Poema en veinte surcos de Julia de Burgos.
En ti, las sumas aristocracias. La de la poesía, la del verso.
La del sentimiento evaporándose en idea y la de la idea condenándose en sentimiento.
La de ser siempre distinta, en cada vibración, en cada vuelo, sin dejar de ser tú sola y única, así en realidad como en el sueño.
La de saber desnudar y lavar las palabras y libertarlas de los afeites del espacio y del tiempo, para que surquen desnudas y limpias al silencio y la soledad del pensamiento.
La de poder montar a Rocinante y clavarle las espuelas y correrlo por los azules caminos de los pájaros, por los imposibles caminos que van a los luceros, y por los más azules e imposibles que llegan hasta los molinos del viento.
La de saberte y comprenderte hermana del sarnoso perro hermano y del hermano lobo hambriento a pesar del hambre del lobo y a pesar de la sarna del perro.
80 Una vez más agradecemos al Dr. Edwin Cuperes el haber compartido la primera edición de “Poema en veinte surcos”, donde claramente la portada señala “invierno de 1938” y el colofón especifica 28 de diciembre de 1938.
Al fin, ya no te amo. En verdad, no te amo81 Quédame ahora el soso sabor de ya no amarte. Queda el desabrimiento del que al vender su casa mira un rato los árboles por su mano sembrados. Si un gran amor el nuestro pudo ser y no ha sido a pesar de lo iguales que nuestros vuelos eran, no es ésta ya la hora de atrás volver los ojos a la nada a que ha vuelto lo que antes fue nada.82 La tierra es solo tierra; la vida, transitoria; volverán a ser polvo nuestros dos corazones; Y si nuestro cariño pudo ser grande, grande lo hubiera sido solo por amarlo menos tiempo. Mutable siempre, siempre, y eterno nunca, nunca. Y lo que no es eterno lo mismo da que dure.
No sabemos a ciencia cierta que contestaba, si algo, Julia a estos nuevos despechados y desgarrados versos, muchos de ellos escritos a la carrera, sin pulir ni ser pasados a máquina y es probable que ni siquiera fueran leídos por otras personas, mientras otros son hijos de una profunda e intensa reflexión sobre lo efímero de esa pasión.
(AGPR:CP28:N84)
(Anverso)
La del hondo Río Grande de Loíza corriendo por el cauce de tu verso, convertido en una lágrima de tus ojos y en un ay del dolor puertorriqueño.
(Reverso)
La de sentirte de tu tierra y sentirte a la vez del mundo entero, y ansiar la redención de todo hombre, y ansiar la libertad de todo pueblo.
Y la aristocracia de ser bella: la dorada belleza de los oros terrenos: noche tus ojos, candela de cabello, marfil la dentadura, flor tus labios,
81 Ha tenido un año y meses para concluir esta pasión, pero al parecer no le ha sido suficiente.
82 Clara referencia al poema “Nada” de Julia de Burgos, publicado en Poema en veinte surcos.
mármol los surcos de tu seno, fruta la piedra de tu honda, y arena de la mar el matiz de tu cuerpo.83
Por tus hembrísimas antenas de mujer bella y dulce, como a la colasa te olfatearán los homoperros. Por tu machísimo Poema en veinte surcos serán veinte hembras tuyas los veinte hispanos pueblos: Vaya mi aplauso en un millón de besos de un millón de puertorriqueños.
Luis Lloréns Torres 24 Dbre 193884 .
Desde mediados de año, hasta la salida del libro en el “invierno” de 1938, Julia se concentrará en trabajar para mantener el último vagido de su matrimonio con Rodríguez Beauchamp. Tal vez los dos poemas más reveladores de este momento lo sean “Nada”85 …
Brindemos por nosotros, por ellos, por ninguno; por esta siempre nada de nuestros nunca cuerpos;
…y “Yo misma fui mi ruta”, con el que cierra Poema en veinte surcos, en que los signos de una liberación de los “troncos viejos” es el primer paso hacia la ruta propia de su ser.
83 Julia hizo alegría de su herencia negra en su poema “¡Ay, Ay, Ay, de la grifa negra!”. Aunque su negrura ha sido puesta en duda por el estudio doxográfico de Cuperes y el contenido racial de muchas de sus referencias en sus Cartas a Consuelo citadas por el destacado crítico, y sumado a estos tropos de Lloréns, se hace retadora la calificación de Julia como “negra”. Añadimos su figura en las fotos de la época que la muestra “criolla” o “canela” como la llamó Juan Bosch, lo que ciertamente se acerca más a la tez blanca que a la mulata o negra.
84 Como señalamos en una nota anterior, el colofón de Poema en veinte surcos señala la fecha como terminación de la impresión el 28 de diciembre de 1938 y el poema de Lloréns está firmado el 24 de diciembre. O bien tuvo acceso a él antes o fue suya una de las primeras copias de la edición antes de su salida. La diferencia es de pocos días, pero sugiere incluso la posibilidad de que Lloréns haya tenido acceso al poemario antes de haber sido publicado.
85 Curiosamente citado por Lloréns en la presentación de Julia en el Puerto Rico Ilustrado con una peroración sobre la filosofía kantiana. Filosofía a la que el poema de Julia le revierte en cinismo con este poema.
“A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado de los troncos viejos.
Pero la rama estaba desprendida para siempre, y a cada nuevo azote la mirada mía se separaba más y más y más de los lejanos horizontes aprendidos: y mi rostro iba tomando la expresión que le venía de adentro, la expresión definida que asomaba un sentimiento de liberación íntima; un sentimiento que surgía del equilibrio sostenido entre mi vida y la verdad del beso de los senderos nuevos”.
Este monumento a la libertad de la mujer en todo sentido es también en su fondo, un poema de renunciación y revolución a un tiempo. La liberación silenciosa pero aguerrida de un yugo loco como lo era el matrimonio o la unión de sometimiento, y de la que hace poco conservaba la costumbre de firmar “Julia Burgos de Rodríguez”, y de la férrea negativa –y esto nos parece fundamental- de estar muy cerca de lo mismo, de haber accedido a convertirse en amante de los requiebros melindrosos del viejo Lloréns, a quien pudiera considerarse un “tronco viejo” en “aleteo desesperado” del que se desprende la nueva rama y de la “Nada” de sus peroraciones sobre el nulo sentido filosófico de la vida que Julia contenía con su alebrestada y algo cínica juventud.
Pero el dato innegable más interesante de este momento es la presencia de Julia en el ciclo de Conferencias de filosofo dominicano Juan Isidro Jimenes Grullón (1936-1983) que sobre Teorías Políticas y otros temas, ofreció en el Ateneo, invitado por la entonces presidenta de la Sección de Actividades de la Asociación de Mujeres Graduadas, Nilita Vientós Gastón, en el mes de noviembre de 193886 .
El inevitable “después”:
Ciertamente este rompimiento con Rubén y con Lloréns a un tiempo, como una hartura múltiple de la que uno se libera de un solo latigazo, hará que Julia se concentre en sus luchas políticas mientras disfruta de su éxito editorial y de una vida en plena libertad creativa y
86 Revista de la Asociación de Mujeres Graduadas de la Universidad de Puerto Rico. Diciembre de 1938, Año I, Vol. II
personal. Tal parece además que disfrutó de la compañía de un “amante”, que residía en Aguadilla y a quien dedicó sus poemas titulados “Brindis”87 .
Pero cierto hado maldito, —imán de desgracias y númenes gloriosos salidos de penas infinitas–, se acurrucará en la rápida atracción de Julia por Jiménes Grullón, en la ya referida visita –“exilio”– a Puerto Rico en abril de 1938 88 .
Este encuentro le cambió radicalmente su panorama afectivo en continuo e inseguro vaivén. Es conocido que Julia de Burgos tuvo muy pocas amistades femeninas en el mundo literario. Su más reconocida enemiga lo sería Nilita Vientós Gastón, miembro de la Junta de Directoras de la Asociación de Mujeres Graduadas a quien Julia llamaba “la renacuaja”. Será notoria la leyenda referida por Martínez Masdeu89 , de que Nilita envidiaba que el escritor dominicano Juan Isidro Jiménes Grullón hubiera preferido estar con Julia que con las llamadas “doctas del Ateneo”, en su visita a Puerto Rico. Es notoria la anécdota -no sabemos si cierta, pero aun así la referimos por posible, dado su carácterque una mañana en la que se habían citado las doctas del Ateneo encabezadas por Vientós Gastón, para invitar a un desayuno al notorio dominicano, éstas al acercarse al hotel y llamarle, quien sale a la puerta de la habitación es Julia de Burgos en refajo de dormir, pues a la salida de una de las conferencias del Ateneo esa misma noche, Julia le acapara su conversación y se marcha con él del brazo a caminar por el Viejo San Juan.
Para complementar estos hechos, léase el poema “Yo fui la más callada” (1939)90 de Julia de Burgos. Este sencillo evento manifestó la envidia de muchas de sus contemporáneas, especialmente de Vientós Gastón quien al parecer había desarrollado una admiración desmedida sobre el filósofo, que deseaba cultivar y se malogró.
87 Jorge María Ruscalleda Bercedoniz. Memoria y descripción urbana de Aguadilla II. Aguadilla, Puerto Rico: Editorial Mester, 2012. El nombre de este “amante” era Oscar Valle Vélez.
88 Edgar Martínez Masdeu. Cronología de Julia de Burgos. Cuadernos del Congreso Internacional julia de Burgos 1992.
89 La anécdota fue referida en un aparte del Congreso Internacional Julia de Burgos, en presencia del intelectual dominicano Juan Bosch, en el Ateneo en el año 1992.
90 Julia de Burgos. Canción de la verdad sencilla. San Juan de Puerto Rico, 1939.
A partir de este evento se dispersó la frase de Vientós en la que con dejo de rabia decía “al Ateneo puede entrar la poetisa, pero no la mujer” 91 .
Además, se cuenta su inquina contra la que consideraba una “doble cara”, la poeta y dramaturga Isabel Cuchí Coll, quien escribía elogios de ella y por otro lado no se cansaba de criticar el estilo de vida de Julia.92
El resto es historia conocida y ampliamente estudiada y excede los límites de este ensayo. Resumimos rápidamente:
Julia sostiene una relación terrible, violenta y conflictiva con Juan Isidro Jiménes Grullón, que lleva a la poeta a perseguirle por la Habana y Nueva York y rendirse –ultrajada en su dignidad personal–en sus intentos de casarse y tener familia con él 93 .
Jiménes Grullón, aristócrata, niñito de mamá, intelectual machista, mentiroso y megalómano que nunca amó a Julia ni la tomó en serio, y hasta la utilizó, obedeció a la queja de familiares y amigos que le señalaban que Julia “no era de su clase”94 .
El intelectual, escritor y expresidente dominicano Juan Bosch referirá de los abusos de palabra y ultrajes físicos a los que Jiménes Grullón sometió a Julia. Bosch lo adjudica a los celos enfermizos del dominicano, abusos de los que él fue testigo, pues Julia y Jiménes Grullón vivían en su misma casa en la Calle Jovellar 107 de La Habana 95. Relata
91 Aunque no hay constancia documental de una frase como esta, se dice además que fue dicha cuando se discutió el traspaso del féretro de Julia a la sala del Ateneo. Homenaje al que Vientós Gastón, presidenta entonces del Ateneo, se opuso, pero ante la presión de la comunidad literaria tuvo que aceptar a regañadientes.
92 Ver Op.cit. Burgos:2014, passim.
93 Juan Bosch “Julia de Burgos, estrella refulgente en la poesía de América”. En: Actas:1993:18-23.
94 Burgos:2014. passim.
95 Chiqui Vicioso. Julia de Burgos en Santo Domingo San Juan, Puerto Rico: Editorial Patria, 2018. Vicioso transcribe en el libro una entrevista sostenida con Bosch en 1987, mientras en 1992, en el Congreso Internacional Julia de Burgos, (Actas op.cit.), Bosch se extendió en aspectos de la relación de Julia y Jiménes Grullón, que la periodista Vicioso es obvio que trató de evadir en su entrevista, porque Bosch sabía que mucho de lo que Vicioso edulcoraba de la relación de Julia y el dominicano eran flagrantes mentiras. Vicioso además reproduce en este libro, su entrevista conocida con Jiménes Grullón, llena de exculpaciones, justificaciones, mentiras, acusaciones, chismes y elogios extemporáneos e insustanciales. Este abusador hombre se limitó a señalar la imposibilidad de la relación entre ambos por la negativa de sus burgueses padres. Bosch calificará con duras palabras a Jiménes Grullón, entre las cuales sobresale la de “mentiroso”. Concluye Jiménes
Bosch que en una fiesta en su casa, estalla una discusión por celos entre Julia y Juan Isidro que culmina con él empujándola en rabia fuera de la casa, casi desnuda por haberle despedazado a golpes el traje que ella tenía puesto, haberle lanzado sus ropas a la cara y tras una escena de gritos a media calle, abandonarla a su suerte en alguna noche de aquella su atormentada vida juntos 96 .
Auscultado el epistolario conocido de Julia de Burgos, no hemos encontrado cartas de Julia dirigidas a Juan Isidro Jiménes Grullón que atestigüen la intensidad del amor de ella. Solo aquellas dirigidas a Consuelo y a algunos amigos en los que ella se justificaba y narraba a terceros la raíz de sus sentimientos.
Sorpresa será el encontrar, en la papelería de la poeta Marigloria Palma en el Archivo General de la Nación 97, varios documentos inéditos de Julia de Burgos, que de alguna manera añaden a estas narraciones de su vida, nuevos referentes. Según cuenta la propia Marigloria Palma, estas cartas inéditas a “Juanín” que aquí transcribiremos, así como un poema inédito y otra carta a una mujer llamada “Mari” -que suponemos es la propia Marigloria– le fueron regaladas por la propia Julia de Burgos en algún momento del año 194698. Creemos y ojalá que nos equivoquemos, que estas dos son las únicas cartas entre Julia y Jiménes Grullón que han sobrevivido. Al parecer Jiménes Grullón no quiso conservar las
Grullón con unas palabras harto cínicas: “yo la había amado demasiado”. Conociendo los relatos de Juan Bosch y el texto de las cartas encontradas, no es difícil concluir que Juan Isidro Jiménez Grullón fue un hombre abusador, maltratante y desvergonzado hipócrita. La periodista Vicioso no tuvo el arrojo de confrontarlo con esa realidad harto conocida por los estudiosos de la vida y la obra de Julia. La razón es obvia, mientras los testimonios de Bosch están sostenidos por haber sido testigo de esos ultrajes, y por su intachable prestigio.
96 Conversatorio con el intelectual dominicano Juan Bosch en las sesiones plenarias del Congreso Internacional Julia de Burgos, en el Ateneo en el año 1992.
97 AGPR: Colecciones Particulares #79: Marigloria Palma: Correspondencia. Caja #2.
98 Dice la nota de Marigloria Palma en el reverso de la presente carta: “Nota: La presente carta de Julia de Burgos escrita en Habana, Cuba, a su adorado Juanín (Juan Jiménes Grullón) en septiembre de 1941, así como la otra carta y el poema escritos en Habana en marzo de 1940, me fueron obsequiados por Julia de Burgos personalmente. Vivíamos en la misma casa en el 3413 R. St. Washington D.C. y un día Julia registrando papeles y rememorando, se detuvo con un paquete de cartas en la mano sin saber qué hacer con ellas: no las quería más consigo y no las quería romper. Entonces optó por regalarme dos de ellas y un poema como un gesto de amistad. Marigloria Palma. San Juan, Puerto Rico – 1969”. Marigloria Palma se unió a la redacción de Pueblos Hispanos en junio de 1944 y estrechó amistad con Julia, y le dedicó a su obra varios escritos.
cartas de Julia y ésta las recupero en la separación y luego las hizo desaparecer.
(AGPR. CP 79. Caja 2. Colección Marigloria Palma)
Habana, Cuba
Viernes 19 de septe/41
Juanín mío adorado:
Unas cuantas horas más de existencia y otra eternidad de emoción rodeando tu recuerdo. En eso se resume mi presente, entre el mensaje de ayer, bastante torturado, y este nuevo, perplejo de conmovidos sueños y recién halladas claridades. Sí, mi tristeza se me ha extraviado sin saber por qué, y me he quedado desnuda en un suelo fecundo a la esperanza y a las auroras núbiles. Ayer te dije que me sentía renacida. Hoy ni siquiera soy consciente del renacimiento. Siento como si por primera vez hubiera nacido y más bello y raro aún: como si los dos hubiéramos nacido juntos, y fuéramos un mismo sentimiento y un idéntico sueño azul. Es que nuestras vidas están definitivamente unidas, no me canso de decírtelo y toda unión definitiva conlleva un nacimiento mutuo. Hemos nacido en el punto mismo de nuestra unión integral.
Cada nuevo dolor una vez sentido, nos lleva al punto de partida, porque el alumbramiento fue también doloroso, también trágico y grandioso. Y una voz allí en la raíz misma de nuestra existencia -porque antes de nosotros fue la nada- nos damos cuenta de la indisolubilidad de nuestro pacto infinito, y nuestras lágrimas se hacen risas de triunfo en el paisaje del amor. Así me siento, toda en risas aladas para llegarme a ti y decirte en los ojos: “Juanín mío, hemos representado, en lo individual, la tragedia que se cierne sobre el mundo. Hemos sido sorprendidos en las sombras por los monstruos fatídicos del desequilibrio y la desgracia. Nuestro ha sido el espanto y el dolor. Poco nos ha faltado para partirnos ante el monstruo, por estupefacción y sorpresa. Pero por fortuna, habíamos sufrido antes y nuestras riendas espirituales estaban intactas. A ellas nos adherimos, con más pasión que nunca, y nos desquitamos de una vez por todas los dolores sufridos. Porque después de esta monstruosa amenaza, ya nada más llegarnos, que no sean vuelos y sonrisas”. Aquí están Juan y Lily99 . Han venido todas las noches. Me han fortalecido mucho con su hermandad.
99 Afima la catedrática Vivian Auffant que “Juan” es Juan Bosch, quien en 1941 aún no había conocido a su esposa Carmen Quidiello (se casa con ella en 1946) y que Lily se trata de su compañera de entonces Isabel García. Acojo con agradecimiento la aclaración.
De lo demás, nada nuevo. Mañana iré a buscar el carnet100 Cuídate, amado mío, y busca siempre a tu lado a quien te adora. Tu mujercita. Te beso como te idolatro.
Juan:
Hemos venido ayer y hoy a dar vueltas para que Julia no se sienta sola. Mañana sacaré un rato para ver a los viejos. Nuestras visitas no pasan de algunos minutos porque no nos alcanza el tiempo; pero tampoco hace falta mucho tiempo para testimoniar el afecto, verdad?
Estamos rogando aquí por buen viaje tuyo, por luz en tu cabeza y alegría en tu corazón. Te enviamos un estrecho abrazo de hermano.
J. y L.
Una segunda carta inédita y desconocida de Julia a Juan Isidro, está fechada en La Habana en 1942. Si en la primera la expresión del amor intenso se convierte por virtud del verso en luz y en complacencia del alma, en esta segunda carta esa complacencia adquiere tintes de amor místico. Que tal es la altura del amor del alma sentido por Julia, después de las pedestres atracciones de su esposo y de las prosaicas seducciones adocenadas de Lloréns.
“Habana, Jueves, 26 de marzo/42
Angelito adorado:
Gran emoción sentí al abrir tu carta y ver que me fue escrita esta mañana. Quiere decir que estuvimos unidos en la luz mi amado, en la hermosa luz de un mismo día, iniciado en tu corazón y atardecido en mi alma. Así recibí tu mensaje, como una bella continuación de tu alma que utilizó como vehículo para llenarme de luz, que se ha prendido a mí con imposición de poesía. Esa luz que te trajo me está diciendo a gritos que te escriba; prometo hacértelo esta noche, pues de todo mi espíritu llueven versos. ¡Si pudiéramos sentir esta paz siempre, amado mío y esta total ternura de lo bello y de lo puro rondándonos por dentro! ¡Si no hubiera horas pesadas rojas de lágrimas y angustias! Hoy me parece que por mi alma no ha cruzado el llanto, y te quiero sin lágrimas, sin penas, toda en risas, en capullos, en esperanzas núbiles. ¡Si pudieras recibirme toda así y hacer que tu conciencia se funda en la mía en ese dulce estado de mañana rompiente! Tal vez sí, pues me amas y todo tu horizonte se expande hacia un definitivo triunfo.
100 En las cartas a Consuelo correspondientes a estas fechas, se hablan de temas similares, aunque desde otra perspectiva y con otro matiz.
Esta tarde fui con Lily a la conferencia de Neruda. Juan no pudo ir, pues ha trabajado tanto en las cuestiones políticas que se sentía agitado. La conferencia esta tarde versó sobre Quevedo y también fue música poesía. Había enorme público.
En medio de la conferencia bajó el poeta a leer versos entre el público. Fue impresionante. Tiene Neruda una enorme personalidad frente al público, pero ella es hacia adentro, hay que saberla captar.
Sin embargo [para] ambos, el adjetivo “total”, que aislado, que separado de Rusia no podía ser más prosaico. Otra de las concepciones estéticas análogas fue la de concebir como aliados en Rusia a la nieve y al hambre. Neruda dice: “En tu nave de nieve y sangre”.
Hoy volví a hablar con él. Me preguntó que cuándo nos reuniríamos para hablar sobre los versos101. Imagínate, y qué puedo hacer pues no sé si invitarle a una casa que no tengo. Me dijo que hablara con una secretaria que tiene quien me citó para el lunes, pero ese día estaré en tus amados brazos. Creo que lo mejor es esperar a que tú regreses y así lo veremos los dos juntos con los versos pasados. Creo que se va el día 6, de manera que hay tiempo. Conocí también a su señora, una vieja casi sin dientes ni pelos. Hablé también con Marinello102 . Me dijo de llamarlo pues parece que van a publicar algo mío. Su señora, muy amable conmigo. Estuvo Serafina Nuñez103 y muchas otros poetizas. En fin, pasamos Lily y yo una tarde muy agradable.
El sábado es su última conferencia que será una lectura de sus versos, desde los comienzos. Será lo más interesante.
Mi vidita, hoy vi a tu papá en el laboratorio y hablé con él. Fui a buscar $10.50 donde Cabrera (él no estaba) que es lo único que ha podido darme hasta la fecha. El sábado me dará el recibo. Así es que no voy a darle a Juan el papel que me enviaste. Lo que haré es descontarlo de lo que voy a darle a Lily. Aún no sé nada de cuándo se celebrará el acto de los premios. Trataré de averiguar mañana para ver que no coincida con mi viaje a Tunas. Ya te avisaré.
101 Loc.cit. En esta carta no se repite la noticia que da en Cartas a Consuelo de que Neruda “le escribiría” un prólogo al libro El mar y tú Bosch afirma que, contrario a la mentira de Jiménes Grullón, Neruda conoce a Julia en una fiesta en la Casa de Bosch en Jovellar y que de esa fiesta acuerdan encontrarse para hablar de los versos de Julia. Jiménes Grullón afirma que fue él quien los presentó.
102 Juan Marinello (Cuba. 1898-1977), uno de los más destacados filósofos, poetas e ideólogos cubanos. Escritor, ensayista y revolucionario marxista.
103 (Cuba, 1913-2006) Una de las grandes glorias de la poesía femenina cubana. Autora del libro Mar Cautiva (1936) y de Vigilia y secreto (1942).
Estoy estudiando mucho de nuevo. Esta tarde antes de ir a la conferencia fui a la Habana con Lily a comprarme algunas cositas. Luego me acompañó donde Cabrera a buscar el dinero. Te estrecho en el alma y te inundo de besos. Te ama (cortado en la copia) del…. Mañana trataré de ir al tren a esperar a (ininteligible)104. ¡Cuánto me alegra que llegas!
Entre los documentos entregados a Palma, Julia le entrega una carta dirigida a “Mari” en la que ofrece noticias suyas:
Julia de Burgos (En sello)
1432 N. St. Apt 6 N.W., Washingt, DC. 5 de febº/45.
(Ininteligible) Mari, Cinco minutos nada más en mi tiempo para ti, aunque vives en mi emoción por siempre y siempre amontonando infinitos.
Noticias:
No 1. Me ascendieron al puesto de Margie. Me gusta porque esa disciplina matemática es un antídoto a mi corazón.
No. 2: Aprobado el Portugués I con A, a pesar de desertar la clase lo mismo Armando105. Esta noche comenzó el segundo semestre, nos matriculamos en francés.
No. 3 La semana pasada después de cinco meses en el Servicio Civil, empezaron mi investigación. Naturalmente han iniciado sus trabajos con Julia Marín. ¿Encontrarán a Julia en sus pesquisas?
No. 4 De Washington St. En NY me enviaron un blanco para certificar que existes, trabajas y eres fiel a Estados Unidos. Lo envié enseguida naturalmente. ¿Cuándo me preguntarán si eres o sueñas, Mari? Adiós. Tuya, J.B.
Un cuarto documento entregado por Julia a Marigloria es el poema, al parecer inédito, escrito en el año 1941, titulado “Tu regreso”, y este no aparece registrado en su obra poética recogida106 .
104 Los documentos hallados en la colección Marigloria Palma son fotocopias de originales, que deben estar guardados en las bóvedas del AGPR. Pero éstos originales no me fueron facilitados.
105 Armando Marín, segundo esposo de Julia de Burgos.
106 Ni en la Obra Poética coleccionada por Consuelo Burgos y Juan Bautista Pagán (San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2004. Edición original de 1961), ni en los trabajos recopilatorios de Rodríguez Pagán ni tampoco en los dos tomos de la Obra Poética, editada por Juan Varela-Portas. Madrid, España: Ediciones La Discreta, 2009, se encuentran estos versos ni versiones de este.
Habrá de ser un sueño abriendo madrugadas -despertador de nidosel sueño que traiga. Y llegarás callado dispersando palabras breve como un silencio corriendo hacia una playa. Y no sabrás mirarme por temor a mis lágrimas, ni te hallarás el beso que sigue la distancia. Creerás que es solo un ave Mi rostro en tu mirada -el ave del ensueño donde me veo noctámbula.Silente como un eco hundido en la montaña; Del alma de los bosques esperarás palabras.
¡Amor!
El eco: –¡Amor!
¿Su nombre en la montaña? ¡Amor!
El eco: –¡Amor! ¿Quién sube por mis alas?
Y no sabrás tirarme Por recuerdo a otra ala, el ala de tu vida -ala luz, nave ala-
Amor, novio distante, Habrá de ser el alba -despertador de nidosel sueño que te traiga. Y crecerá en mis manos el rocío, como un ánfora universal de vientos y de mares colmadas.
Amor, novio distante, el sueño nos ampara,
pero todo no es sueño -seré tu madrugada.Seré la sed por dentro, y por fuera sed-agua, para cuando regreses: ¡Palomita exaltada! Palomita corriendo tu feliz madrugada, palomita soñando, despertando soñada…
Amor, para el instante, sueño, quietud, palabra -sin pronunciarse apenasamanecer, sandalia colgada para el viento, como decir “su alma”.107
Un recuerdo poco conocido de Marigloria Palma resume mucho de lo acontecido en su relación con Julia:
Empecé a trabajar en Pueblos Hispanos. Hermoso nombre este y palpitante Idea. Se intentaba agrupar bajo esta égida la vida de los pueblos españoles dentro de la justicia, el progreso y el orden. Pueblos Hispanos era semanario, un tabloide dirigido por J.A. Corretjer y Consuelo Lee Tapia. De cimientos humildes, la redacción estaba en el llamado “Barrio”, en la Calle 103, a una cuadra de Quinta.
Aquí conocí a Julia de Burgos, poetisa y escritora, que trabajaba también en el periódico. No recuerdo qué tiempo permanecí yo en él... Julia luego se fue a trabajar a Washington D.C. me escribió una carta para que yo me fuera. Fui a tomar un examen y volví a Nueva York pensando en un fracaso, pero no fracasé.
Un día reuní mis pertenencias y me ubiqué en Washington D.C en Georgetown, donde Julia vivía: amigas y vecinas, justo en la misma casa. Ella se había casado con Armando Marín quien trabajaba en una compañía naviera. Julia con el gobierno; yo ídem en otra dependencia. Julia tenía que ver con matemáticas, yo con correspondencia: con informes y datos. … Mientras tanto Julia de Burgos había sido expulsada de su empleo por ser nacionalista Un día la F.B.I., subió hasta su oficina y la hicieron salir sin la cartera108. Ella en una ocasión me había dicho:
107 Al margen de la primera página aparece esta frase: “¿Es que no hay un camino para ser soledad?”
108 El 18 de mayo de 1945, agentes del FBI entraron en las oficinas del Instituto de Asuntos Interamericanos y en efecto, sacaron a Julia de Burgos de su escritorio, bajo la acusación de ser miembro del Partido Nacionalista Puertorriqueño con lazos con miembros del
"Trabajaré hasta que me descubran. Ahora investigan mis pasadas acciones”. Un día fue descubierta.
Regresó a Nueva York Para esta fecha, ya yo había regresado: … Un día me enteré dónde Julia vivía, y una tarde, como a eso de las seis me acercaba a su puerta, cuando oí fuertes voces. La poetisa y su esposo109 se peleaban por razones prosaicas. No sabría a quién culpar. El marido alegaba que a las seis de la tarde no era hora para poner a hervir las habichuelas; que él había trabajado todo el día y quería su comida justo en el plato de regreso al hogar. Ella alegaba en contra ...
Bajé las escaleras creyendo inoportuna mi visita. Y nunca más supe de la poetisa, hasta su muerte trágica, lo que tanto lamento. Parece que el destino la siguió atropellando hasta ya más no poder existir. 110
Aunque no tienen que ver directamente con la relación de Julia con Lloréns, estos documentos inéditos presentados hoy, sirven de marco para entender el desapego de Julia por el pasado, y la continua esperanza de presentes que marcará su vida desde el conflictivo proceso de finales de 1937 y su relación accidentada con su esposo Rodríguez Beauchamp y el interludio con Lloréns.
A la enfermedad y muerte del poeta de la Nación, Julia estará a su lado y escribirá tres textos sobre sus afectos hacia él. En carta de 1944 a Consuelo, le cuenta la agonía del patricio:
“New York City, N.Y. Martes, 20 de junio de 1944.
Mi Consuelito adorada:
Hace tiempo estoy esperando carta tuya. No sé qué pasa últimamente que está llegando todo atrasado. Por acá hemos tenido días terribles con la enfermedad de Lloréns Torres. Sabrás que desde el momento que llegó a Nueva York estuve a su cabecera111. El hospital estaba a una
Partido Comunista, bajo órdenes directas de los funcionarios de Edgar J. Hoover. Julia Constanza Burgos García. FBI Files. 1944-1954.
109 Las relaciones entre Julia y Armando Marín terminaron cerca del año 1948. Se reporta que Julia se entregó de lleno al alcoholismo y a comportamientos públicos disipados. Esto la llevó a su calvario por varios hospitales nuyorquinos.
110 Marigloria Palma. Bolitas de mármol. Autobiografía rimada. San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1989.
111 Los médicos puertorriqueños recomendaron a Lloréns y a su familia que tratasen su enfermedad en un hospital nuyorkino.
cuadra de mi oficina. Tan pronto supe por otro periódico de su llegada me situé a su lado. No llegó tan mal. Pensamos que con algún cuidado saldría de sus males. Pero no fue así. Se siguió agravando hasta el desenlace fatal.
Puedo decir Consuelito, y lo sabe su hijo Luis que estuvo conmigo a su lado, que viví los últimos momentos de conciencia de Lloréns, que fueron míos sus últimos momentos de lucidez en los cuales me encargó muchas cosas para cumplirlas en P.R. Recogí su última mirada, escuché su última palabra, y hasta su última fiebre la sentí en mi mano. Cuando los médicos nos dijeron que todo estaba perdido, me conseguí unos cuantos donantes de sangre entre mis amigos, para sostenerle la vida hasta su llegada a Puerto Rico. Él me lo pidió así. Lo vi partir a pocas horas de mi desgarrándome el alma, pero interiormente me sentí satisfecha de haber podido hacer algo por él en su última jornada.
Me decía él antes de agravarse para la muerte: "Imagínate Julia, sino es por esta enfermedad a lo mejor no vuelvo a verte. En un solo día crucé las tres Antillas, que en toda mi vida sana no había visitado". Me dedicó también su último libro112 , que me envió por avión el mismo día que salió de P.R. Él llegó antes que el libro.
Por todo esto sabrás por todo lo que he pasado. Algo completamente inesperado en mi vida. Envíame todos los recortes que puedas sobre su muerte tan pronto recibas esta. P.H.113 le prepara un gran homenaje. Acá todo va bien. Le escribiré a Pepín y a Angelina.
P.D. Mis besos a Iris en su graduación. No recibí su carta. Para ti, Juanito y Juanote, mi cariño hondo, Julita”.
Pueblos Hispanos no dejó de reconocer la vida y la obra del bardo, tanto como por el amor compasivo de Julia, como por la admiración de Corretjer.
Luis Lloréns Torres enfermo en Nueva York114
En su lecho de enfermo en un hospital de Nueva York donde hubimos de descubrirlo, con la inmediata respuesta para su cariño y su cuidado de parte de todo el directorio de PUEBLOS HISPANOS,
112 Luis Lloréns Torres Alturas de América. San Juan de Puerto Rico: Casa Baldrich. 1940.
113 Pueblos Hispanos. Revista que dirigían Juan Antonio Corretjer y Consuelo Lee Tapia. Julia de Burgos era redactora.
114 Pueblos Hispanos, 10 de junio de 1944, Vol. 11, No. 69, p. 5. La nota es de Julia de Burgos.
pronunció el poeta una de las frases más conmovidas y conmovedoras de su vida, ante unas palabras de Juan Antonio Corretjer. En tonos de genuina esperanza le habló Juan Antonio a Lloréns de la necesidad que tenemos todos los puertorriqueños de su vida, para que cante, como tan magistralmente cantó la tragedia, la alegría de El Patito Feo en su definitivo triunfo. La reacción del poeta que ha dedicado su talento y su corazón al canto inmortal de la tierra amada, tuvo la violencia de un huracán a la vez que amargaba hasta el llanto.
-Eso te toca a ti-, y su rostro, demacrado por la enfermedad, se le adelgazó de nuevas sombras, quizás pensando en la inconcebible tardanza de nuestra independencia, o tal vez sintiendo en lo más hondo la infidelidad de sus carnes que quieren apagárseles, hacia su cerebro y su corazón, que aún arden de amor para la patria y para el mundo.
-Eso te tocará a ti- Nosotros queremos que no. No porque Juan Antonio Corretjer no pueda ni tenga derecho a cantar esa alegría, sino que la ha sufrido en la persecución, en las cárceles y en el destierro. Nosotros queremos, desde un reclamo, que nuestro titán lírico sea el primero en dar esa alegría al mundo, para que borre, con las mismas manos con que descubrió un día la desgracia de su querido cisne azul por el nido de la gorda pata norteamericana, la dolorosa historia de su sueño, y nos dé en cambio, la alegría de una verdad sublime. Lo queremos, y lo creemos por derecho, el primer grito que suelte al mundo, la alegría de nuestra libertad.
Hace varios días que llegó el poeta a Nueva York, en muy crítico estado de salud. Después de haber sido asistido durante varios meses por la ciencia médica de Puerto Rico, se decidió una delicada intervención quirúrgica. A reclamo de él mismo, se trasladó por avión a esta ciudad, acompañado de su hijo, el ingeniero Luis Lloréns Rivera. Nuevas complicaciones en el sistema del enfermo han agravado su condición. Tan pronto supimos la desesperante noticia, nos situamos al lado del poeta, en su cuarto privado del Hospital Sinaí. Para una inmediata transfusión de sangre, acudimos todo el personal de PH, con nuestro director, Juan Antonio Corretjer, y nuestra administradora Consuelo Lee Tapia. Asimismo, acudieron nuestros amigos los esposos Eduardo y Esther Velarde y su sobrino, el joven Jaime Bosch, cuya sangre fue la primera en serle inyectada al enfermo. Nuevas transfusiones serán necesarias para la vida del poeta. Nuevas transfusiones de sangre y nuevas transfusiones de apoyo espiritual para quien tan altamente ha llevado a nuestra patria por los caminos de la belleza y del corazón. Ahora más que nunca, cuando la salud quiere partirle en dos el Canto, debemos estar los puertorriqueños junto a él, en el suelo patrio, y en las tierras extrañas. La crisis de su vida lo ha tomado lejos del más hondo motivo de su existencia: Puerto Rico. Somos los puertorriqueños de Nueva York los que tenemos el deber de cuidar de esa vida preciosa. Unámonos todos, alrededor de PUEBLOS HISPANOS para el homenaje de su vida.
Una de sus últimas apariciones públicas en 1951, Julia de Burgos la dedicará a recordar a Lloréns. En un programa radial lee su prosa “Homenaje al cantor de Collores”115 :
“Hay dos clases de homenaje para un hombre inmortal. El homenaje de un pueblo apasionado puesto de pie frente a la memoria de uno de sus predestinados y el homenaje conmovido, individual, de aquél que en algún instante de su vida sintió su presencia para jamás libertarse de su profundo recuerdo. Y cuando ese hombre inmortal es poeta, y cuando ese poeta representa a cabalidad el alma viva de una tierra que palpita en cada flor de nuestra existencia espiritual y moral; y cuando esa tierra, pese a su destino, se llamará Borinquen para la eternidad, es doblemente inmenso este homenaje que hoy busca expresión en mis labios para transportar, desde esta tierra extraña, hasta la amapola que de seguro enciende la lápida distante, el beso de amor de la mujer puertorriqueña para su máximo cantor.
Hace seis años arribó el poeta a Nueva York en las fronteras de su cuerpo enfermo. La vida del hombre se balanceaba entre dos expectaciones angustiosas. Aquí, la guardia espiritual de la mujer puertorriqueña presagiando su fin hacía esfuerzos por trasladarlo a Puerro Rico. Allá, en Borinquen, la esperaban los flamboyanes, el cielo y el mar, para cantar al poeta la última serenata de amor. Pero triunfó la llamada del clavel y la rosa. Allá, junto al coquí consternado, aspirando por última vez el aire tropical que llenó sus pulmones para la poesía eterna, para el amor y para el recuerdo, se durmió para siempre la vida de nuestro bardo inmortal mientras su espíritu vagaba por el aire disputándole al mar y al sol a su jíbara con su canto máximo: Canto a la mujer puertorriqueña.”
Como ha sido noticia conocida, Julia de Burgos pasó los últimos años de su vida de hospital en hospital. Y como ha sido ya documentado por el Diario (en su ratificación de autenticidad última116 ) e investigaciones de otras fuentes como el trabajo de Auffant,117 Julia de Burgos si bien fue encontrada inconsciente entre la Calle 105 y la 5ta, también es cierto que durante su estancia en los hospitales, fue sometida a abusivas y racistas investigaciones científicas, exhibiciones, y experimentos médicos cuya naturaleza y propósito ella misma desconocía y que probablemente, unidos a sus males cirróticos, fueron los causantes de su muerte. Tratar de añadir morbo o perversidad a estos últimos retazos dolorosos de su vida ha sido un error de juicio por parte de quienes
115 Homenaje del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, el 18 de julio de 1951. Reproducido en: Artes y Letras. Año II, No. 12, junio 1954.
116 Julia de Burgos. Diario. Edición de Edgar Martínez Masdeu. San Juan, Puerto Rico: Los libros de la Iguana. 2014.
117 Auffant. Op.cit.
pretenden hacer de su obra un tributo al libertinaje autodestructivo o por el contrario, el paso por un calvario insoportable que elevó su alma a los más altos númenes de la poesía latinoamericana. Ninguno de los dos extremos es justo para ella.
Pero tras estos accidentes, su obra queda como monumento a la expresión del alma femenina y a la inteligencia creativa y excelsa de la lírica nacional. Pero Julia ya es mucho más que Puerto Rico o que cuerpo de mujer o alma de poeta, es mucho más que no podemos definir porque está entre nosotros, y los que se piensan casi nunca se conocen, por el contrario, invierten la vida descubriéndose. Y muchos de nosotros, nos hemos descubierto en las obras y la vida de Julia y Lloréns.
Última reflexión:
Desde que en el 2017 descubrí los documentos inéditos que aquí he presentado, mi propia obra me sabe algo amarga. Con la amargura dulce de haber podido gozar de más detalles, de más contradicciones, de más angustias que hubieran resultado ser un material creativo realmente impresionante y efectivo. Aún así, creo que entonces, allá en 1992, cumplí el propósito de escribir este drama para conocerme en ellos.
Tampoco Tuya siempre, Julita pretendió ser un drama histórico. Pero muchísimo de la historia pervive en todo drama. En este mío, sí. Y como se ha dicho tantas veces en tantas épocas y lugares que la literatura, aunque imperfecta, es una manera honradamente humana de historiar, pues asumí esa humanidad y me senté a escribir “la historia” de estos amores.
Mucha gente no confía en la literatura como fuente de conocimiento histórico. Lo entendemos y hasta cierto punto aceptamos la sequedad de la ciencia de la historia y el dato sobre la fertilidad de la imaginación que se crea sobre la historia misma. Pero, por otro lado, si fuera así, qué poco conoceríamos del mundo antiguo, por decir algo pesado. ¿Acaso el Gilgamesh, el Majabharata, los Upanishads, la Ilíada o la Odisea, acaso Herodoto o Séneca o los códices Incas o Mayas o Aztecas, o el Corán o la misma Biblia (con toda su contradictoria mitología), no son literaturas tomadas como pilares de la historia?; -y ellos no tuvieron que hacer citas a pie de página. Sí importa -para algunos dramaturgos, sobre
todo- el que las obras que lidian con personajes históricos disfruten de un contexto probable o cierto, porque el drama histórico interpreta y busca explicaciones, igual que lo hace la historia. El drama histórico no se solaza en su ingenio o en sus efectos o en sus abstracciones, sino que busca el camino seguro del detalle, del dato, de la sutileza verdadera, del hálito de certeza y verosimilitud exigido por el público, de que las cosas fueran “más o menos” como se representan. Porque el drama no solo “representa” (vuelve a presentar) cierta realidad o abstracción creativa o ciertos imaginarios y entendidos colectivos, sino que además REPRESENTA (asume la representación, como faz, de los hechos presentados) como signos legítimos de algo que ocurrió o debió ocurrir de tal o cual manera. Y esa manera es probable, legítima, y trae bajo el brazo algunas certezas y con ellas entenderemos a estos personajes perdidos en las sepiosas páginas del olvido. Y además nos queda el incitador asunto de la incitación. ¿A qué conformarse el dramaturgo con medias verdades? ¿A qué someterse a la duda eterna, si de cualquier manera que se le mire, un drama histórico es una pregunta sobre un hecho histórico?118 Pregunta cómo nos afecta, cuánto nos importa, cuánto satisface nuestra curiosidad o nuestro morbo, o, en suma, qué papel jugamos ante esa “verdad histórica representada”.
Puede ser que los amores de Lloréns y Julia, carnales y platónicos a un tiempo, no hayan trascendido a sus biografías por algún prurito protector de escándalos. Pero estos nuevos documentos encontrados y la confirmación misma de una relación poética en la que se confrontaron ideologías, generaciones y estéticas que fueron las fronteras de dos mundos literarios opuestos y separados por la violencia nacionalista y la decadencia del modernismo, se convierten en un manjar neorromántico que solo el teatro y el conflicto pueden degustar.
Y en cuanto al amor… Julia debe haber despachado las pretensiones de Lloréns, si bien con algún dejo de amargura y pena, también con algo de cinismo. Eso nos dice mucho de ella y su contexto. A Lloréns, si le conocíamos ese desbabar sumiso de viejo verde, no conocíamos cuán lejos podía llevarle, hasta el punto de escribir los versos de cíclope herido que nunca quiso que otro leyese. ¿Para qué los escribió entonces? Pero de chismes, detalles espurios e interpretaciones
118 Véase como suplemento a esta reflexión: Herbert S. Lindenberger. Historical drama: the relation of literature and reality. Chicago, Ill.: University of Chicago Press. 1975.
irracionales y alocadas se ha escrito historia suficiente como para llenar varias bibliotecas.
Tuya siempre, Julita no tiene más justificación que esa ni más pretensión histórica que la que se pueda argüir tras confrontarlos generacionalmente y apoyar estas pugnas no solo con sus obras, sino con los pobres y pocos documentos biográficos que se encuentren. Con ellos también representamos las eternas confrontaciones y cuestionamientos de nuestra literatura. Sea la poesía o el teatro, o la novela o el cuento, la literatura puertorriqueña se ha crecido precisamente por sus confrontaciones y sus conflictos; por las inquinas, los amores, los desdenes y los odios de quienes la han escrito. ¿Acaso la flor de la historia no nació de esa misma raíz? Al fin y al cabo, Julia y Lloréns son los poetas más portentosos de toda la literatura puertorriqueña. Algo nos debe importar de eso.
Y encima se vieron en pura carne y se hicieron el amor con alguna fogosidad. La mirada que deben haberse dado al contemplarse desnudos, la turgente y hermosa jovencita frente al viejo canoso y rechoncho, –probablemente con un fondo de excitados coquíes o ante el bramar de las olas del mar–, debe haber destrozado mundos. El roce de sus manos en los escondrijos de los versos debe haberles incitado a ser conquistadores de metáforas. Y encima de toda esa breve pero excitante banalidad, queda el respeto, la admiración mutua, la genuflexión tierna y sonreída, o quizá hasta el guiño, de quien se sabe poseedor de mágicos misterios, que solo puede compartir con quien los tenga iguales.
Yo quise mirar esos misterios por el agujerito de la puerta de mi sana envidia y de mi tenaz e impertinente curiosidad. Hice teatro de esta historia, y por ello también la Historia me hizo dramaturgo.
Roberto Ramos-Perea Valhala
29 de diciembre de 2017-2023.
Archivos:
AGPR. Archivo General de Puerto Rico. Colecciones Particulares.
CP 28: Luis Lloréns Torres.
CP 79: Marigloria Palma
IATR: Instituto Alejandro Tapia y Rivera.
Bibliografía (Referencias mínimas, en notas al pie de página): –Auffant Vázquez, Vivian. “Julia de Burgos en Nueva York: miradas de vida”. Magisterio. Revista de la Asociación de Maestros de Puerto Rico. Número Extraordinario dedicado a Julia de Burgos. Año 4. Octubre de 2014. –Bosch, Juan. “Julia de Burgos, estrella refulgente en la poesía de América”. En: Actas del Congreso Internacional Julia de Burgos. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993. –Burgos, Julia de. “Río Grande de Loíza”. Renovación, noviembre de 1937, Año I, No. 10, p. 12.
–________Homenaje del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York, el 18 de julio de 1951. Reproducido en Artes y Letras. Año II, No. 12, junio 1954.
–________“Diario”. Revista del Ateneo Puertorriqueño, Año IV, números 10-11-12, enero a diciembre. 1994. – Obra Poética. Coleccionada por Consuelo Burgos y Juan Baustista Pagán. San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2004. Edición original de 1961.
– Diario. Edición de Edgar Martínez Masdeu. San Juan, Puerto Rico: Los libros de la Iguana. 2014.
– Cartas a Consuelo. San Juan, Puerto Rico: Folium. 2014.
–Córdova Iturregui, Félix. “Prólogo a la Segunda Edición” en Lloréns Torres, Luis. Obra poética. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 2010.
–Cuperes Vélez, Edwin. Poema en 20 surcos. Enfrentamiento dialéctico a la crítica doxográfica, ético/moral e ideológica desde el materialismo filosófico como teoría de la literatura. Tesis sometida como uno de los requisitos para el grado de Doctorado en Filosofía y Letras con especialidad en Literatura Puertorriqueña y del Caribe Junio de 2020
–Guadalupe Torres, Raúl. “Prólogo”. En Lloréns Torres, Luis. Sonetos Sinfónicos. San Juan, Puerto Rico: Editorial Tiempo Nuevo, 2016.
–Jiménez de Báez, Ivette. Julia de Burgos: vida y poesía. San Juan, Puerto Rico: Editorial Coquí. 1966.
–Lloréns Torres, Luis. Alturas de América. San Juan de Puerto Rico: Casa Baldrich. 1940.
Obra poética. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 2010.
Canción de las Antillas. Introducción de Félix Córdova Iturregui. Edición y Notas por Miguel Ángel Náter. San Juan, Puerto Rico: Editorial Tiempo Nuevo. 2015.
–Marrero Carmen. Luis Lloréns Torres. Vida y obra. Publicada como “Prólogo” en Lloréns Torres, Luis. Obras Completas. Tomo 1: Poesía. San Juan de Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 1967.
–Martínez Masdeu, Edgar. “Julia de Burgos y Rubén Rodríguez Beauchamp en el periódico La Acción”. Revista del Ateneo Puertorriqueño, Año IV, números 10-11-12, enero a diciembre. 1994.
–________ ed., Actas del Congreso Internacional Julia de Burgos. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993
– Cronología de Julia de Burgos. En: Publicaciones del Congreso Internacional Julia de Burgos. Edgar Martínez Masdeu, editor. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993.
– Carta de presentación: Julia de Burgos. San Juan, Puerto Rico: Los libros de la Iguana, 2014. –Méndez Ballester, Manuel. Julia de Burgos y su amante secreto. Dramatización del poema Río Grande de Loíza de Julia de Burgos en dos partes y doce escenas. San Juan, Puerto Rico: Edición de autor. 1998. 72p. –Ortíz García, Nilda S. Vida y obra de Luis Lloréns Torres. San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña. 1977.
–Ramos-Perea, Roberto. Oratorio de Julia de Burgos. Publicado en: Actas del Congreso Internacional Julia de Burgos. Edgar Martínez Masdeu, editor. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. 1993
– Desde la Escuela del Aire: Julia de Burgos. Textos de radio-teatro escritos por Julia de Burgos. San Juan, Puerto Rico: Ateneo Puertorriqueño. Cuadernos del Congreso Internacional Julia de Burgos #6. 1992, Reeditado con el mismo título por: San Juan, Puerto Rico: Editorial EDP. 2015 y 2021.
– Teatro Secreto. San Juan, Puerto Rico. Ediciones Gallo Galante. 1996.
–Rodríguez Pagán, Juan A. La Hora tricolor: cantos revolucionarios y proletarios de Julia de Burgos. Humacao, Puerto Rico: Editorial Cundeamor. 1992.
Julia en blanco y negro. San Juan, Puerto Rico: Sociedad Histórica de Puerto Rico. 2000.
Octubrede1937. EnlaEscueladelAire.
ca. Octubre de 1937. En la escuela del Aire. El dramaturgo Manuel Méndez Ballester junto a Julia de Burgos, actúan para la radio. Abajo, Julia de Burgos, la actriz María Teresa Picó, dirigidas por Méndez Ballester.
EldramaturgoManuelMéndezBallester juntoaJuliadeBurgos,leen unapiezadramatizada.
Atrás, a la izquierda, la dramaturga Carmen Marrero, biógrafa de Lloréns y dos actores sin indetificar.
Abajo,JuliadeBurgos, laactrizMaríaTeresaPicó yeldramaturgo
ManuelMéndezBallester, enlamismasesión. Atrás,alaizquierda ladramaturgaCarmenManero, ydosactoressinidentificar.
(Estas dos fotografías hasta hoy inéditas, son propiedad exclusiva del Instituto Alejandro Tapia y Rivera (IATR) y pertenecieron a Francisco Arriví, escritor de la Escuela del Aire. El IATR es el custodio de los derechos y las obras de Arriví.)
Luis Lloréns Torres (Foto tomada cerca de 1935.)
(Tomada cerca de 1937)
Manuscrito del poema “Tú y tu río” de Luis Lloréns Torres. (1937) y carta a Julia de Burgos. (AGPR:CP28:N78)
Primera página de los versos de la “Cabrita”. Letra manuscrita de Julia de Burgos. (AGPR:CP28:N173)
Manuscrito del poema inédito de Julia de Burgos. “Tu regreso” Probablemente de 1941. (AGPR:CP:79)
Arriba: Foto de procedencia desconocida. Probablemente tomada en alguna gira al campo en el año 1937 o 1938. Lloréns del brazo de Julia, acompañado de otras damas desconocidas. Recuadro: Rubén Rodríguez Beauchamp, 1936. Abajo: Julia y Juan Isidro Jiménez Grullón. Cuba. 1941.
Ivonne Goderich como Julita. Producción de Tuya siempre, Julita de Teatro El Cemí. 1993.
Angela Mari como “La Gringa”. Producción de Tuya siempre, Julita de Teatro El Cemí. 1993.
El Dramaturgo Roberto RamosPerea, junto al Primer Actor Don Marcos Betancourt como Luis e Yvonne Goderich como Julita. Producción de Tuya siempre, Julita de Teatro El Cemí. 1993.
Angela Mari como Julita y Carlos Esteban Fonseca como Luis en la Producción de Tuya siempre, Julia por Teatro El Ángel. 2004.
Manuscrito de una carta de Julia de Burgos a Juan Isidro Jiménez Grullón. Cuba, 1941. (AGPR:CP79.)
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1954, 8 de agosto. El Mundo
y Julia.
mi Santa Madre; ROSARIO PEREA BALAGUER Poeta.
“Caprice is at heart of writer’s nature. Exploration, fixation, isolation, venom, fetishism, austerity, levity, perplexity, childishness, etcetera. The nose in the seam of undergarment -that’s the writer’s nature. Impurity.”
Philip Roth Deception
Interpuestos en mi texto hay algunos versos más o menos cambiados, muy pocos, de varias poetas de tristes destinos; hay dos o tres de la puertorriqueña Julia de Burgos, uno de la argentina Alfonsina Storni y otro de la uruguaya Delmira Agustini. También hay dos del bardo boricua Luis Lloréns Torres y una sugerencia de uno de Luis Palés. Pero mi obra no tiene nada que ver con ninguno de ellos; ni tan siquiera tiene que ver con el inmenso amor que les profeso. Pero tengo el deber de confesarlo, aunque en verdad sean tan pocos. Lo cierto es que lo hice -usted ya se imaginará- porque sencillamente “no pude evitarlo”.
RobertoRamos-Perea 1992
PERSONAJES:
LUIS y JULIA
...ambosirremediablementepoetas.
LA GRINGA
…rubia,altayhermosacomolamuerte.
EL PIANISTA
(quehablaráporPedroJuan.)
DECORADO:
Terraza de una lujosa casa de playa. Al centro, una gran silla de mimbre blanco con espaldar imperial. Mesa baja y ancha junto a ella. Sobre la mesita, candelabro con dos velas que estarán encendidas durante todo el tiempo que dure la pieza, varias botellas de licor y algún libro. Rodeando el ámbito, varios arbustos playeros. Estelas que caen del techo al piso, de varios colores opacos. Piano en la oscuridad del fondo. Ante él, El Pianista que interpreta los cambiantes ánimos de Chopin o Debussy, según sea el caso. Ínfima o ninguna luz sobre él, más que aquella que sale de las temblorosas llamas de otro candelabro que está sobre el piano. Nada de luces plenas o amarillas. Toda la obra como un mal sueño.
La acción transcurre entre 1914 y 1954. Al comenzar, Luis tiene 48 años y Julia 19.
I.
Debussylunaryamable.LuzdeaparecidasobreJuliaquecaminaentre loscolgajosdetela.Pausa.Sola,mira.Sale.
Debussy decrece mientras resalta la música potente y alegre de una farradeborrachos. Risas, algarabía, juerga, enla que sobresalen hermosas carcajadasdemujeresvivas.
LUIS. – (Iluminadobrevemente,mientrassedirigeaPedroJuanyalaGringa, quesalenconél.) ...este merecidísimo honor, que sin modestia alguna recibo. (Aplausos.)Ahora, con permisito, me voy a leer mi carta otra vez. (Burlasychacoteo.)
PEDRO JUAN .– (Enelpianosirviéndoseuntrago.)Oh, otra vez no.
LUIS. – Oh, sí... todo rico manjar debe repetirse hasta agobiar. (Bailando y tarareando,botellaenmanoylacartaenlaotra,sesientacondesenfado, bebe y suelta una sonora carcajada.) Oigan esto, oigan... “Admito que tu poesía es poderosa, limpia, maciza. Admito que es el canto más sonoro que he escuchado desde la Patagonia hasta el Río Bravo. Admito que eres y serás uno de los más grandes de América” Firma: Rubén Darío. (Pausa.) Comemierda. ¿Lo ven? Se lo dije. Se tuvo que tragar el orgullo y encima ponerlo por escrito.
PEDRO JUAN .– Ven, ya lo sabemos. Date un trago.
LUIS. – Déjame leerla otra vez. “Admito que...”, que eres un comemierda. Santos Chocano ya había dicho cosas mejores. Ese al menos tenía un poco más de clase. (Pausa.) Yo... el hijo de campesinos, el atrapado de la miseria, el que de la nada se hizo abogado y poeta, yo, el de abajo, ahora soy el grande... ¡Vencí a los monstruos!
PEDRO JUAN .– (BesandoyacariciandoalaGringaquenodejademirara Luis.)Ven, Luis, improvisa algo pornográfico.
LUIS. – Estoy borracho, déjenme en paz que la noche es toda mía. Darío me la regaló. (Pausa.) Miren ese cielo... Dios bendito. Esa luna parece que está
70 prendida en llamas. (Besa la carta.) Es perfecto todo. ¡Qué prolija eres conmigo, vida!
LA GRINGA .– Come on, honey, please.
LUIS. – ¡Shhh! Díganle a mi mujer que llego tarde. Estoy saboreando mi triunfo. Es lo único que tiene sabor en este mundo miserable. ¡Por el Premio Príncipe de la Poesía Iberoamericana! Hasta el fondo... (Bebe largo. Sin darsecuenta,mantienelacartaenalto,losuficienteparaqueunaindiscreta llama del candelabro la incendie sin remedio. Luis trata desalvarla,peroel disfrutedeltragolehizoperderalgúntiempoparaunposiblerescateexitoso.) ¿Qué? ¡No! Mierda... (Espatéticasufiguratratandodeapagarlas llamas,quefinalmenteconsumenelpapelensutotalidad.Luissequedamirandoelúnicopedacitoquefaltabaporquemarse,asidocomounhuerfanito entre sus dedos.) Era demasiado bueno para que durara. Como quiera, está dicho. Mierda...
Chopinsepresenta.LuzíntimasobreJuliatraslastelas,comounaaparición.
JULIA. – Lo felicito.
LUIS. – (Sinmirarla.) Si sabes lo que acaba de pasarme, consideraré tu felicitación como un insulto.
LA GRINGA. – Come on, honey. We are waiting for you! Please, don’t let us burn of love! (Risas.)
LUIS. – Duérmete un ratito a ver si te callas, mi reina. Y sí, yo también te amo. (LedaunanalgadaaLaGringayéstasale.)
JULIA. – Usted no ama a nadie. Sólo se ama a sí mismo.
LUIS. – Amándose uno mismo es la mejor manera de amar a los demás, ¿no crees? (Sevolteaylave.Enlaoscuridadnoladistinguebien.) ¿Quién diablos eres? ¿Una aparición?
JULIA. – Porque ese triunfo de hoy es un triunfo hueco, sin vida, gratuito. Y usted lo sabe. Es el triunfo de la envidia sobre el talento. Tal vez, si hubiese sido la victoria de la Poesía sobre la pasión, yo me hubiera sentido doblemente orgullosa. Por la Poesía, primero... y luego por usted.
LUIS. – ¿Quién diablos eres tú? ¿Cómo entraste?
JULIA. – Usted me invitó.
LUIS. – Pero si ni siquiera sé quién eres.
JULIA. – Fue en el Café El Nilo. Esta tarde. (Pausa.) “Tengo una fiesta en la Casa de Playa de Pedro Juan. Celebro mi Premio, chiquita, y quiero que el país entero se emborrache conmigo hoy”. (Pausa.)Además, me pellizcó una nalga. Lo considero una invitación, no muy seria, pero bien mirado y viniendo de usted, no me puedo quejar.
LUIS. – ¿Cómo te llamas?
JULIA. – (Entra.)Julia.
LUIS. – Julia ¿qué?
JULIA. – Sólo Julia... por ahora. (Pausa. Chopin incendia. Ella se le acerca mucho.) Me has visto muchas veces. Y yo te he visto clavarme los ojos como si quisieras desnudarme la memoria. En ese sucio café de poetas que gritan y fuman. Allí me has visto... y me has reconocido. (Pausa.Chopinse aleja.)
LUIS. – ¿Por qué dices que mi triunfo es hueco? ¿Ya viste lo que escribió Darío sobre mí?
JULIA. – Lo acabas de quemar, pero no importa. Lo has estado gritando toda la noche.
LUIS. – Y este no es un poeta de café. Es nada menos que el monstruo de la Poesía: Rubén Darío.
JULIA. – Pero tú dijiste que era un comemierda.
LUIS. – Sí. Pero no todos los comemierdas se llaman Rubén Darío.
JULIA. – Es eso lo que te complace. Vencerlo. No importa que tu libro sea bueno o malo, que tenga pasión, vida, electricidad... ¡Qué va! Solo vencer a Darío.
LU IS. – ¿Qué sabes tú del orgullo de los grandes poetas americanos, si eres una mocosa?
JULIA. – Ya le habías puesto el ojo negro a Chocano. Sólo te faltaba el orejón y decadente modernista.
LUIS. – Chiquita, suenas obscena y arrogante.
JULIA. – Llámame como quieras. (PedroJuanleofreceuntrago,ellalorechaza.) Pero creo que no deberías esperar tener ochenta años para saber que la Poesía no tiene nada que ver con la ambición. Y escribiste tu libro y ganaste ese premio por la sucia ambición.
LUIS. – Vamos, vamos...
JULIA. – Confiésalo. Eres un “busca premios”, un caculo social de palmaditas con cónsules y ministros, la foto, la prensa, las medallas, ¡aspirante al Nobel! Pero en el fondo... te repites como un rosario, aburres como una novela de Clarín.
LUIS. – Pero, ¿vas a seguir?
JULIA. – ¡Sí! Porque enjuagas las viejas metáforas que alguna vez te quedaron más o menos bien. Porque te plagias sin disimulo de los peores versos de Darío.
LUIS. – ¿Me acusas de plagio? Bien...
JULIA. – Te acuso de ser un romántico decadente. Tu “nueva” poesía me suena tan divertida que cuando la leo, ¡lloro a gritos! ¿Y eras tú el que ibas a cambiar la página de la poesía americana? Pues date cuenta de que no llegas ni a
cambiar el culero del más cursi modernismo de barricada. ¡Eres antiguo como una pirámide!
LUIS. – (Iniciandomutis.)¡Juan!... Oye.. Juan...¿Quién...
JULIA. – No me saques de aquí.
PEDRO JUAN .– ¿Qué te pasa?
LUIS. – Tú eres la comemierda. ¡Juan! ¿Quién dejó entrar a esta mocosa?
PEDRO JUAN .– ¿A quién?
JULIA. – Tú me invitaste.
PEDRO JUAN: Tú la invitaste.
LUIS. – Óyeme una cosa... si alguna vez te clavé la mirada en ese café... (Pausa. Bajito.) es porque en el fondo de mi corazón, sólo quería clavarte otra cosa. (Juliaseparaliza.)Ahora, ¡lárgate de aquí!
JULIA. – (Respirahondo,valiente.) He escrito un libro de versos. (Leextiende unacarpetadepapelesmuyordenados.) Lo he pasado a máquina yo misma. Hice tres copias y una es para ti. Necesito tu opinión como el aire.
LUIS. – (Fuma.) Tú sí que tienes agallas. Barres el piso conmigo y ahora me pides una opinión.
JULIA. – Así somos las mujeres. (Pausa.)Las mujeres modernas.
LUIS. – (Tomaelfolleto.Lomiraporencimayselodevuelve.) Hoy no es un buen día. Si me llevo tu libro se me perderá junto a la primera botella que encuentre. ¡Así somos los hombres! Los hombres antiguos. Te perdono la arrogancia, chiquita, porque estoy muy borracho. Y no te golpeo porque tu cara es demasiado hermosa para provocar mi brutalidad. Vete a tu casa. Estás en un mal sitio, en un mal momento.
JULIA. – Si no lees mi libro, te juro por mi madre que me mataré. (Luis ríe.) Me lanzaré desnuda al mar.
LUIS. – Maravillosa muerte. Invítame para no perderme nada.
JULIA. – Te lo suplico. (Seloextiendeotravez.)
LUIS. – ¿Te matarías por tan poca cosa?
JULIA. – Me desangré en ese libro.
LUIS. – (Lotomaylosopesa.) Le falta peso. Vete y vive, mocosa. Cuando hayas vivido lo suficiente podrás entender la Poesía. Solo cuando la vida te mate, entonces podrás escribirla. (Pausa.)Ahora vete.
JULIA. – Orgullo inflado. ¡Tú no respetas a las mujeres!
LUIS. – ¿Para qué?, si hay mujeres que no se respetan a sí mismas.
JULIA. – (Sacauncuchillomatarifedesucartera.) Te dije que me iba a matar. (Seponeelcuchilloenelpecho.)Mira...
LUIS. – Jara kiri en noche de Luna ardiente. Mira, qué bien. ¿Es de verdad?
JULIA. – Lo usa mi tío para matar puercos. Mira... (Lo empuja un poquito.) ¡Ay!
LUIS. – A ver, un poco más fuerte.
J
ULIA. – Te juro que lo hago.
LUIS. – Pues, dale...
JULIA. – Por mi madrecita santa.
LUIS. – (Dispuesto.)¿Quieres que te ayude?
JULIA. – ¡No!
LUIS. – (TomalamanodeJuliayvuelveaponerelpuñalenelpechoconalgo deviolencia.)¿Te matas? Vamos, me encanta la sangre.
JULIA. – Lee mi libro. Te lo suplico.
LUIS. – No me da la gana.
JULIA. – ¿Por qué no?
LUIS. – ¿Y por qué sí?
JULIA. – (Lequitaelpuñal.) Y bueno... porque tú eres un poeta viejo y yo una poeta joven.
LUIS. – Poetisa.
JULIA. – Poeta, querido.
LUIS. – Ahora también quieres cambiar el idioma, pero ¿qué te has creído?
JULIA. – Poeta. No me vengas con esas palabritas paternalistas y humillantes. Tú me debes ese honor, la cortesía de un colega.
LUIS. – ¿Colega tú? Pero si eres...
JULIA. – Mujer. Sí. Y a mucha honra. Vamos, sé digno de mi valentía.
LUIS. – Adoro las mujeres insensatas. (Pausa.) Esta bien, déjalo ahí. Lo leeré mañana. Guarda el matapuercos ese y no vuelvas a hacer estos disparates de adolescente. Si de verdad eres “poeta”, sabrás esperar.
JULIA. – (Poniéndoleelpuñalenlapanza.)¡Léelo ahora!
LUIS. – Uy... ¿Me vas a despanzurrar? Se me saldrán los versos por las tripas.
JU LIA. – Ya sabía que era allí donde los guardabas.
LUIS. – (Lequitaelpuñal.)Te dije que los leeré mañana.
JULIA. – Déjame ser terca.
LUIS. – ¿Puedes serlo más?
JULIA. – Hasta el ridículo.
LUIS. – Mira que tienes...
JULIA. – ¿Tengo qué?
LUIS. – Ovarios, carajo.
JULIA. – Tengo dos, hasta donde sé.
LUIS. – ¿Cómo voy a leer esto ahora? Estoy en medio de una... de una...
JULIA. – ¡De una orgía! ¿Qué mejor sitio que éste para leerme? (Guarda el puñal.) Tú te me sientas ahí... (Lo sienta.) y empiezas. Si quieres te busco una botella o cinco o diez... pero tú me vas a leer y yo, después que leas, decidiré si mi vida vale la pena.
LUIS. – ¿Pero de qué rayos hablas tú?
JULIA. – Nada. Tú vas a leer y vas a leer bien. (Ledesanudaloszapatos.) Cómodo, sin presiones, con calma. Yo no tengo nada que hacer ahora ni tú tampoco. Aflojamos esta corbata y listo. (Pausa.Semiranintensamente.Le acaricialacaraconeldorsodesumano.)Tienes mi vida en tus manos.
LUIS. – ¿Por qué?
JULIA. – (Pausa.) La incertidumbre de no encontrar las palabras para explicar mis ansias más tremendas. La duda ante la imagen desgraciada. La angustia de no saber si encontré, aunque sea una miserable vocecita para la multitud millonaria de mis anhelos. Las palabras, Luis, son más fuertes que yo.
LUIS. – Son palabras, mujer. Sólo eso.
JULIA. – No. Son barcos y puertas. Y el ansia es como un emigrante que busca un barco para regresar y una puerta que se abre en bienvenida.
LUIS. – Puede ser.
JULIA. – Y dime tú, ¿cómo voy a saber si todo lo que he sufrido hasta hoy ha valido la pena siquiera por un par de palabras mal escogidas? ¿Si mis horas de dolor son mías en la intimidad sencilla de la letra?
LUIS. – Niña, si escribes como hablas...
JULIA. – Vamos, lee. Tendrás el poder de decidir si me salvo o me tiro de cabeza al malecón.
LUIS. – Yo no voy a cargar con esa culpa.
JULIA. – Sólo un poeta puede decir si otro es realmente bueno.
LUIS. – Eso no siempre es así. Si te matas, es tu asunto. (Pausa.) Esta bien. Tráeme una botella.
Toma el libro. Julia emocionada lo besa rápido en el cachete y sale. Luis abreellibro,serascalosojos.Juliaentraconlabotella.Chopintriste.
JULIA. – Eso allá adentro es el Decamerón de Bocaccio y los cuartos, ¡Virgen Santa!, son el Décimo Infierno de Dante.
LUIS. – Voy a decirte algo, chiquita... Una vez una mujer alegó que tendría un hijo mío. Fue a mi casa, escandalizó a mi mujer y a todos y dijo que, si yo no lo reconocía, se mataba.
JULIA. – ¿Y se mató?
LUIS. – Sí. (Bebe.) Pero yo nunca he tenido hijos. No puedo. (Pausa.) Escucha niña, aún no estoy viejo. Y tengo suficiente energía para cruzar el mundo y volver saltando en una pierna. Pero cuando otro depende de mí, el cariño se me vuelve condena. ¿Entiendes? (Pausa.)Aquel niño no podía ser mío de ninguna manera, pero ella se mató y yo me siento muy culpable.
JULIA. – Cuando un mal poeta se mata, queda abierto el espacio para un genio.
LUIS. – Mi opinión no te servirá de mucho. Nunca soy honesto, no me gusta herir. Ya he herido demasiado y a gente que no se lo merecía. ¡Qué caray! Esa termina siendo la condena de la arrogancia.
JULIA. – Piénsame como una hija.
LUIS. – No podría. Mi hija no tendría esos labios tan dulces. Eres hermosa, chiquita. No te mates, el mundo es demasiado feo.
JULIA. – Léeme.
LUIS. – Leerme yo en tus labios, vivir tus labios... (Pasasusdedosporsuslabios finosyencendidos.) ...así de pronto, sin palabras... no hay cosa más seductora que el silencio. (Ellatomalamanodeélycariñosamentelaponesobre laspáginas.)Está bien, poeta. Está bien.
Comienza a leer, Julia se arrodilla ante él a mirarlo. Ella musita, en voz muybaja,suspropiosversosposiblemente.LaGringa,alfondo,trasunade lastelas,fuma.
Penumbra.
II.
Luz muy tenue. Julia recostada de la silla, Luis se rasca la cabeza, lee sin pausas.Juliasedauntragohondo,toseysedaotro.Luislequitalabotella. Juliaseabanicasugaznatequemado.
Penumbra.
Luegolaluztriste.Luiscontinúaleyendo,Juliaduerme. Penumbra.
Luznuevamente.JuliadormidaenlasrodillasdeLuis.Luisterminadeleer el libro y se queda un momento en silencio. Luego mesa el pelo de Julia quiense despierta estirándose unpoco. Chopindescansa. La Gringa, a la quehemosvistotodoeltiempo,desaparecedespacio.
JULIA. – ¿Qué hora es?
LUIS. – (Mirasucebolla.)Tres y media.
JULIA. – (Ansiosa.)¿Lo terminaste?
LUIS. – Sí. (Pausa.)
JULIA. – (Furiosamentecariñosa.)¡No te hagas de rogar!
LUIS. – ¿Cuántos años tienes?
JULIA. – (Le toma la mano con fuerza.) Dime que no es una herida abierta sangrando para mí sola. Que no es predecible, ni manso, ni cursi, ni tan de señorita de esos que dan asco de tanto pudor. (Pausa.) ¡Yo quiero que mi libro sea un volcán!
LUIS. – ¿Cuántos amores tuviste?
JU LIA. – Antes de escribir este libro quemé tantos poemas, ¡quemé un libro entero y fue horrible! Me senté a la orilla de mi río de la infancia y fui quemando página por página. Quemar poemas es quemar barcos, cerrar puertas.
LUIS. – ¿Crees que has sufrido lo suficiente?
JULIA. – Sabía que no iban a gustarte. Son poemas de mujer. ¡De mujer, Luis! Tienen otro color, otra voz, se escriben con otra fuerza más atronadora y viril que la tuya. Hablan de rabia callada, de corazón en armas... ¿qué sabe un hombre de eso? ¿Qué sabes tú del fuego de la carne y del frío del alma? ¿Qué sabes tú de esos dos animales ciegos peleándose a morir entre mi pecho?
LUIS. – No me has contestado.
JULIA. – Lo sé... ya... ya... (Lequitaelpoemarioeiniciamutis.)Adiós.
LUIS. – No me has contestado.
JULIA. – Adiós, poeta.
LUIS. – (La deja ir un poco.) Me gusta. (Julia se detiene.) He dicho que me gusta.
JULIA. – (Regresa rapidita.) Tengo 19 años. Sí, tuve un gran amor que me abandonó por una riquita de ojos verdes y sí, también he sufrido todas las hambres del mundo. Pero más que nada, me he destrozado por amar lo que no debo. (Pausa.)¿De veras te gustó?
LUIS. – Lo necesario, sí.
JULIA. – Escríbeme el prólogo, ¿sí? Por lo que más quieras. Para publicarlo he ahorrado más de la mitad de mi sueldo de maestra. Los niños han recogido dinero para mí, ¡tienes que escribirme el prólogo! Además, necesito que me presentes en la Sociedad de Escritores. Quiero que me lean, que hablen de mis versos, quiero...
LUIS. – ¡Ya, cállate un minuto, por favor! ¡Cuánto hablas!
JULIA. – Perdón.
LUIS. – Déjame ver si entiendo bien. Primero, entras sin invitación. Luego me insultas como nadie me había insultado en toda mi vida. Después me obligas a que te lea a punta de cuchillo, me pides un prólogo y que te presente en el gremio, bien. Si hago todo eso, ¿qué me pedirás después, que me case contigo?
JULIA. – Ya estás casado. Es tu más grande estupidez.
LUIS. – Eso a ti no te importa.
JULIA. – Perdón.
LUIS. – Y todo en un par de horas. Eres genial, eres tan manipuladora, como... ¡como una esposa, eso!
JULIA. – No me humilles. Dime si vale la pena y me iré calladita.
LUIS. – Así está mejor.
JULIA. – A ver, di.
LUIS. – Entiende que, aunque me gustó, eso no significa que sea bueno.
JULIA. – ¿Pero es bueno?
LUIS. – No.
JULIA. – Pero...
LUIS. – Mira este verso: “congelada y calcinada por tu sombra”. Vamos, niña... ¿Cómo se calcina alguien bajo una sombra? Además, el contraste es absurdo. O te congelas o te calcinas, pero no las dos cosas a la vez. Tal vez te puedas congelar “en el místico frío azul de tu sombra”, eso estaría mejor. Tendrás que leerme de nuevo, fíjate en mis metáforas. Pero esto de “calcinada por tu....”, no. Es un mamarracho
JULIA. – (Traga.)Así lo sentí. La vida está llena de emociones contradictorias.
LUIS. – Pero la Poesía no. Y mira este otro. Dios bendito, mira, mira... “abro despacio los labios de mi cuerpo y dejo que penetres a cantarme tus blancuras”. ¡Por Cristo!
JULIA. – ¿Qué tiene?
LUIS. – Es pura pornografía de la más baja calaña.
JULIA. – ¿Cómo?
LUIS. – “Los labios de mi cuerpo”, ¡cielo santo! Si publicas esto te acusarán de prostitución. ¡Y no quiero imaginarme cuáles son esas blancuras!
JULIA. – Es de las cosas más hermosas que he escrito en mi vida, ¿cómo puedes decir eso?
LUIS. – Y mira este otro... este poema entero. ¡Te has escrito un poema a ti misma! “A Julia, de Julia” No, deja. Esto es un egocentrismo intolerable. Además, que a nadie le interesa la historia de tus calenturas.
JULIA. – ¡No son calenturas, son vivencias!
LUIS. – ¡Son basura!
JULIA. – ¡No!
LUIS. – ¡No sirve! Es una confesión de tus aspiraciones burguesas; con este poema estás aceptando que eres una miserable.
JULIA. – Eso no es verdad.
LUIS. – ¡Es un escrito de agitación femenina!
JULIA. – Yo sólo...
LUIS. – Te censurarán. Nadie te leerá si te expones así.
JULIA. – Yo sólo...
LUIS. – No sirve, Julia, ¡no sirve! Es malo con M de mierda.
JULIA. – (Buscando fuerzas.) ¡Yo sólo me hablaba a mí misma! ¡Para eso también es la Poesía!
LUIS. – Te equivocas, mocosa. La Poesía no es esto. La Poesía canta a la belleza, no a la crueldad. Canta a la claridad, no a la confusión. Canta a la magia, no a lo sórdido, no a la porquería que llevamos por dentro.
JULIA. – ¿Dónde dice que eso tiene que ser así? Y si aún lo dijese en algún sitio, ¿por qué tendría yo que seguirlo? ¿No es el poeta una criatura libre?
LUIS. – ¡Libre! No libertina.
JULIA. – Entonces, querido; esos afamados poetas nacionales que están borrachos y desnudos allá adentro...¡son peores que yo!
LUIS. – Ellos no escriben de sus bajezas.
JULIA. – Pues entonces, ¡no son poetas! ¡Ni tú tampoco! (Learrancaellibrode lasmanos.)No quiero tu prólogo, ¡no me interesa! (Iniciamutis.)
LUIS. – ¡Julia, regresa aquí ahora!
JULIA. – ¡Vete al carajo!
LUIS. – ¡No he terminado contigo!
JULIA. – ¡Absurda, pornográfica y egocéntrica! ¿Algo más, mi amo?
LUIS. – Tú me llamaste hueco, plagiario y antiguo. Estamos a mano.
JULIA. – (Pausa.)Me dolió mucho lo de pornográfica.
LUIS. – Y a mí lo de antiguo.
JULIA. – ¿Y lo de plagiario no?
LUIS. – A veces plagio cariñosamente, todos lo hacemos.
JULIA. – Yo no.
LUIS. – Oh, sí, hay cientos de versos míos en tu libro.
JULIA. – ¡Eso no es verdad!
LUIS. – Está bien. Lo discutiremos otro día. (Chopinindiscreto.) No te vayas, por favor. (Juliaseacerca.)¿Te hizo sufrir mucho ese muchacho?
JULIA. – ¿Para qué quieres saber?
LUIS. – Porque yo no te quiero hacer sufrir. No me mires así, yo... soy muy vulnerable y.… pues, tengo que conservar cierta... ¡qué tontería! No... no me gusta hablar de mis emociones.
JULIA. – Lo siento mucho por ti.
LUIS. – Da trabajo aceptar, así, a sangre fría que... que uno ya no es el mismo. ¿Entiendes?
JULIA. – No.
LUIS. – No puedo ser más claro. Soy hombre y tengo miedo. (Pausa.) Me gustaron demasiado tus versos, chiquita. Te lo juro. Me gustaron de otra forma, de otro signo de poesía opuesto y diferente al que conozco. Es como... como haber rezado letanías toda la vida y de pronto escucho a una niñita orar con la candidez de su cuerpo fresco y desnudo, adornado de palabras relucientes y nuevas. (Pausa.) Me rendí de pronto a esa imagen absurda, lo siento.
JULIA. – No te creo.
LUIS. – ¿Y sabes por qué? (Intensoydulce.) Porque yo voy cuesta abajo, niña. Y veo en tus versos el más claro presagio de mi decadencia. ¡Y aún no llego a los cincuenta!
JULIA. – ¿Sólo por eso?
LUIS. – Y porque tus versos son pura sangre. Están tan vivos que me roban la poca savia que alguna vez tuvieron los míos. Me enloquecen tus versos sudados de pasión y deseo, de inocencia lujuriosa, de... ¡Dios!, ¿qué estoy diciendo? (Pausa.) Me invitan a hacerte el amor en plena playa, metidos desnudos en el mar a que nos quemen las espumas. (Deleitosamentesutil.)Poseerte justo cuando el lucero del alba está encimita del palmar... y quedarme muerto de vida en tus brazos, como si de pronto tuviera 20 años de inocencia.
JULIA. – (Loabrazafuerte,apretadaaélcomolapalabraencontrada.)Ya...
LUIS. – No sólo escribiría tu prólogo. Escribiría todo un libro de versos para ti. (Pausa.)Pero no es fácil. ¡Las formas, Julia! Estoy condenado a las formas.
JULIA. – (Sedesabrazadeél;unpocopedestre.) ¿Y crees que para mí fue fácil brincar esa maldita cerca, llenarme los zapatos de arena, meterme hasta la cintura en esa playa fría y encima rasgarme las pantaletas con ese alambre de púas, para que tú me dijeras que te gustó mi libro?
LUIS. – Antes dijiste que te matarías por mi opinión.
JULIA. – Bueno, eso fue antes. Cuando no era nadie. Ahora por lo menos te gusto a ti. ¡Entiéndeme!
LUIS. – Acompáñame a la playa.
JULIA. – Ah... ah... No voy a hacer el amor contigo.
LUIS. – No te lo he pedido.
JULIA. – No soy una de “esas” que está allá adentro.
LUIS. – “Esas” son mujeres que están viviendo lo que tú escribes.
JULIA. – ¡Pero yo amo de verdad!
LUIS. – Ellas lo hacen a su modo. Ven.
JULIA. – Te dije que no. ¿De qué te ríes? Eres una amenaza. Es más, me voy. (Pausa.)Además, ese mar es puro hielo.
LUIS. – Tu pudor vence tu poesía. Aprende esto, chiquita. Nunca escribas lo que no te atrevas a vivir. (Iniciamutis.)
JULIA. – ¡Envidioso! Claro que me atrevería. (Luis,sinescucharla,hasalidodel ámbito,aunqueleseguimosviendo,mirandolalunayfumandoapaciblemente.) Me he atrevido siempre, pero ustedes terminan acobardándose, culposos y ... culposos y acobardados... ¡estúpido! (Mira a todos lados. El marbramamuyfuerteysensual.LaGringaaparececruzandomuylentamente -casi ebria- porfrenteaJulia.Semiran.Unarisitaexcitadaseleprolongaunpocoentreelcantodelmar,hastaquedesaparece.Julialaveirse ensilenciosoasombro.Luego,tímida,caminahastaLuis.Sequitaloszapatosylessacudelaarena.)
LUIS. – ¿Esa es la luna o es un farol del puerto?
JULI A. – Puede ser lo que quieras. Un lucero, una estrella orgullosa... lo que quieras.
LUIS. – Quiero que sea... ¡Ja! ...el honorable culo del cielo brillando como una medalla.
JULIA. – (Ríedivertida.)Iluminando... las amables tetas del mar.
LUIS. – Tratando de abrir los... escurridizos muslos del ocaso.
JULIA. – ...que besan los húmedos labios del amanecer.
LUIS. – ¡Y dale con los labios!
JULIA. – Toda mujer es un labio.
LUIS. – Ya... y luego me dirás que toda poesía es una mujer. (La mira a través delcristaldelabotella.)
JULIA. – Puede ser, pero en la mía también hay hombres, inmensos y fuertes como los ríos en los que me bañaba de niña.
LUIS. – Espero no haberme dado cuenta demasiado tarde.
JULIA. – ¿De qué?
LUIS. – (Pausa.)Nada, no tiene importancia.
JULIA. – ¿De veras quisieras tener 20 años otra vez?
LUIS. – Sí. Porque no sé si alguna vez los tuve. Me casé muy joven, con la chica virgen, rica, blanca... muda y obediente como una monjita de la Caridad. Me aburrí pronto. Pasé toda la juventud leyendo y estudiando, preparándome para ser un abogado más o menos justo, que en sus ratos libres fuera un poeta sensato. Y hoy... me lamento de no haber sido insensato siempre. ¡Ah! ¡Cuánto hubiese querido ser irrespetuoso, díscolo, caprichoso! ¡De veras! Ser el señorito rico que sólo levantó las faldas de las mujeres a sueldo porque así lo hicieron todos. ¡Sí! Yo hubiera querido ser un tahúr de oficio, un bandolero, un violador, un pirata con un parche y una cicatriz en medio de la cara, pero... ¡Bah! Estoy harto de ser un poeta serio. En mi próximo poema pondré la palabra “pantaleta”... y la palabra “culo”. Oh, sí, señor. Si Quevedo lo hizo, ¿por qué yo no? ¡Culo! ¡Grande y redondo como una luna! ¡Pantaleta! ¡Hay que ser sedoso y feliz como una pantaleta! (Julia ríe, luegoambos,muydivertidos.)
JULIA. – “Pantaleta” rima con “teta”.
LUIS. – Y “teta” rima con “carajeta”.
JULIA. – Y con “chancleta”.
LUIS. – “Cantaleta”.
AMBOS: “Cuchufleta”.
LUIS. – (Larisasesilenciadeapoco.) Me has enfermado con tus versos, niña de agua. ¿Qué le voy a hacer?
JULIA. – Nada. Vivirlos, como dijiste.
LUIS. – Tengo un nido de serpientes blancas ardiéndome en el corazón.
JULIA. – Es lindo eso.
LUIS. – Y no quiero conformarme y cogerme pena. Antes podía culpar al mundo, pero ahora, la angustia me viene de adentro, del fondo de mi recién comenzada vejez. Así, de meterme insensatamente en tus ojos y calcinarme con tu sombra...
JULIA. – Plagio.
LUIS. – Te plagiaría toda, mujer; porque tus versos me han dejado roto y no lo puedo remediar. (Pausa.)Y mi mujer me espera en casa.
JULIA. – A mí nadie me espera.
LUIS. – El futuro te espera. Serás la mejor. Pero tendrás que sufrir.
JULIA. – ¿Por qué?
LUIS. – La Poesía siempre te pedirá algo a cambio.
JULIA. – ¿Qué?
LUIS. – Lo más que amas.
JULIA. – ¿Y a ti qué te pidió?
LUIS. – No puedo decírtelo.
JULIA. – Viejo adorado... (Leagarralacaradulcemente.)De hoy en adelante tú me dirás todo.
LUIS. – Me pidió... la honestidad. ¡Qué vergüenza! (Pausa.)
JULIA. – No entiendo.
LUIS. – Mejor ni hablemos de eso. Es horrible. Escúchame esto, chiquita; Nunca... nunca dejes que te venza el hastío.
JULIA. – No podrá. Soy demasiado joven.
LUIS. – Eso es lo menos que importa, mujer. He visto poetas tan jóvenes como tú volarse los sesos de un tiro o podrirse en la morfina y lo hacen porque un buen día ya no creyeron en nada.
JULIA. – Yo creo. ¿Y tú?
LUIS. – Cuando acabé de leer tus versos, empecé a creer en tus labios. (Labesa, ellaseasustaysesuelta.)
JULIA. – Es el delirio, ¿te das cuenta? En cuanto le ves la cara, ya no hay vuelta atrás.
LUIS. – El delirio.
JULIA. – Una vorágine eléctrica aquí, justo en medio del pecho, una corriente loca que revuelve la sensatez... ese beso tuyo, mi espantoso miedo a entregarme, y todo vibrando y temblando a punto de estallar... sin razón, porque sí... (Pausa.) Es el delirio, el caos del alma... ¡qué maravilla! (Pausa.) Nunca me matará el hastío, mi viejo, porque siempre buscaré el delirio.
LUIS. – Es tan magnífico que no podré recordarlo mañana.
JULIA. – Así será mejor.
LUIS. – (Pausa.)Me esperan en casa.
JULIA. – Esto es una locura.
LUIS. – Lo sé.
JULIA. – No escribas mi prólogo. No quiero comprometerte.
LUIS. – No, no lo haré. (Pausa.) Pero irás a la Imprenta Nacional, buscarás a Pepe Sánchez. Le darás tu libro y le dirás que yo te mandé, ¿está claro?
JULIA. – No.
LUIS. – ¡Que vamos a publicar tu libro, mujer! Usa el dinero que ahorraste para comprarte un vestido mejor que ese, un sombrero y unas pantaletas nuevas.
JULIA. – Luis, no...
LUIS. – En una semana te esperaré aquí, a esta misma hora.
JULIA. – Son las cuatro de la mañana.
LUIS. – Bueno, pues a las ocho.
JULIA. – No voy a brincar las púas de nuevo.
LUIS. – Tocarás a la puerta.
JULIA. – Está bien.
LUIS. – Esta noche descubrí algo que Darío no tuvo jamás. Y lo hice gracias a ti.
JULIA. – Pero que el delirio no se te vuelva estupidez.
LUIS. – No, si tú lo cuidas.
JULIA. – Yo publicaré mi libro y tú me traerás tus versos delirantes. ¿De acuerdo?
LUIS. – (Pausa.)Voy a enamorarme, Julita.
JULIA. – Te lo prohíbo. Sé un verdadero hombre y no lo hagas. (Julialobesa rápidoysale.)
LUIS. – ¡Un verso delirante! Dios mío... ¿Es que no había una manera más fácil de hacerme joven otra vez?
PenumbraconChopinalvuelo.
III. Unasemanadespués. Luzdespacio.LuisesperayentraJulia.
LUIS. – Vienes con el mismo traje.
JULIA. – Está limpio. Y tú también vienes con la misma ropa.
LUIS. – Yo siempre visto de blanco con una corbata punzó; es costumbre en mi apellido.
JULIA. – Oh... en el mío es costumbre lavar la ropa todos los días.
LUIS. – ¿Y te quedas desnuda mientras lavas?
JULIA. – Lavo en mi río, nadie me ve. Aprovecho para bañarme -desnuda, símientras la ropa se seca.
LUIS. – No hiciste lo que te dije.
83
JULIA. – No todo. Mis hermanos comen.
LUIS. – ¿Hablaste con Pepe?
JULIA. – Sí. Y tan pronto dije que tú me habías mandado, los obreros de la imprenta empezaron a murmurar y a reírse por lo bajo. Me sentí prostituta.
LUIS. – Lo siento. (Juliaenciendeuncigarrilloconunadelasvelasdelcandelabro,inclinándosesensualmenteaquelatristeluzdelavelailuminesurostromanchadodemelancolía.)Compraste cigarrillos.
JULIA. – Unjú. (Pausa.Liberaelhumoconlagenuinadejadezdequienyasabe fumarybuscaunaposturaatractiva.) ¿Sabes cuánto va a costarte imprimir mi libro?
LUIS. – Ya me pagarás.
JULIA. – Eso es lo que me da miedo.
LUIS. – Una mujer que fuma no le tiene miedo a nada. (Julialomiraysonríe muyconfundidaytriste.)Tengo varios poemas nuevos, totalmente delirantes. Quiero que los oigas.
JULIA. – No.
LUIS. – ¿Qué te pasa?
JULIA. – Temo, sí. Me da pánico enamorarme. Tengo un pavor incontrolable a mí misma. ¿Qué van a pensar tus amigos, tu mujer? Es terrible querer lo que no se debe, lo que no es de uno.
LUIS. – Pero no puede evitarse.
JULIA. – No, no se puede, pero duele. Y tratar de evitarlo duele más. Y también tengo mucho miedo al dolor.
LUIS. – Déjalo que duela, así madura y se vuelve Poesía.
JULIA. – El dolor del delirio, no lo conoces.
LUIS. – Lo calmaremos. (Lotomaporelbrazogentilmente.) Ven, sube conmigo.
JULIA. – (Soltándoserabiosa.)¡Me estás comprando y no quiero eso!
LUIS. – No, Julita.
JULIA. – Me desnudarás y luego me olvidarás como a las otras. Tal vez eso es todo lo que hay en tu memoria; un circo de jovencitas lujuriosas que recuerdas cada vez que te aburre tu mujer. Y cuando estás con ella, pones sobre su cara el rostro de todas nosotras, para aliviarte, para borrarte el hastío.
LUIS. – Las otras no escriben Poesía.
JULIA. – ¡Qué mundo este! Una mujer es mejor que otra sólo porque escribe versos. ¿Y si te digo que no sé cocinar? No sé ni cómo se hierve el agua. Si te digo que le tengo pánico a la oscuridad pero que me fascina comer sola. Que vendería mi alma al diablo por tener un hijo, pero soy estéril como un desierto. Estéril como tú.
LUIS. – No quiero nada de eso de ti.
JULIA. – No soy mejor que otra. Soy yo, Julia; débil, vulnerable, terca, irresponsable y.… y fantasiosa.
LUIS. – Tú eres un camino esplendoroso, Julia.
JULIA. – (Rabiosa.) ¡Basta ya! ¡No me seduzcas más con las palabras! No me tires esas sucias redes de viejo Don Juan que sólo quiere verme desnuda en una cama. ¡Por Dios! Si todavía puedo mirarte a los ojos es porque creo que soy un poco más que eso.
LUIS. – Julita, yo...
JULIA. – ¡Estoy harta de pensar en ti! ¿Es que no lo ves, imbécil? Estoy cansada de imaginarte, no hago otra cosa. Ahora hasta escribo como tú... “Soy una isla, una isla verde en el verde azul del mar” ¿Cuánto más te estaré debiendo mañana?
LUIS. – No me debes nada.
JULIA. – Eso dices ahora. Pero desde hace una semana todo me parece tan sucio, tan feo, tan pequeño. Será tu dinero, tu mirada lasciva o mi desesperada ansia de amar, ¡yo qué sé! (Pausa.) Necesito... necesito descansar, morirme extrañamente, morirme de este pensamiento mudo como una herida.
LUIS. – Tú me enseñaste que no hay descanso. Fuiste tú la que habló de barcos y puertas. ¿Por qué tienes miedo ahora?
JULIA. – Porque creo que tomé el barco equivocado, porque de pronto sentí que se abrió la puerta del hastío. ¿Qué hago yo aquí? ¿Por qué contigo? ¿Qué tienes tú que no pueda querer yo de otro hombre, más joven, más hermoso, soltero, común y apacible, menos machista tal vez? ¡Maldita sea! Puedo darte mi cuerpo, ¡eso es tan fácil... y puede ser hasta feliz y hermoso! Pero después...¿qué querrás de mi después?
LUIS. – (Silencio largo.) Sí... el después. El inevitable después. Es verdá, está bien. Todo esto fue un error. Esas cosas pasan y no tienen explicación. (Juliainiciamutis.)Te adoro, chiquita. Eres valiente.
JULIA. – (Se detiene, se voltea y le mira.) Una semana, aquí de nuevo. (Sale presurosa. Penumbra.)
IV.
Chopinfrenético.Luztenue.EntraLuisyluegoJulia.Seabrazansindecirsenada.
JULIA. – (Leenseñaellibro.)Aquí está. ¿Qué te parece?
LUIS. – A ver...(Lomira.) Este Pepe es un chapucero. Este no es el tipo de letra de mis libros, ni el papel y mira este corte. Además, lo encoló, no lo cosió. ¡Devuélvelo!
JULIA. – Pero si está perfecto.
LUIS. – ¡Que lo haga de nuevo!
JULIA. – ¡No!
LUIS. – Es una basura, es una...
JULIA. – ¡No, no y no! Es lo más hermoso que he tenido en mi vida.
LUIS. – Aprende otra cosa, de las tantas que tendrás que aprender si sigues a mi lado, nena. Lo mejor de la vida -óyelo bien- siempre está un paso más adelante.
JULIA. – Es terrible eso que has dicho.
LUIS. – Oh, pero muy cierto.
JULIA. – Pero, ¿es que nunca hay un final?, ¿un espacio de quietud, una sensación de pausa donde todo se concentra de una vez?
LUIS. – Tal vez eso sea lo mejor de las palabras. Por eso creo tanto en ellas. Porque dan fe... cuando no hay fe, sólo hay vacío.
JULIA. – Hay cosas muy vivas para las que no hay palabras.
LUIS. – Todo está en la palabra. ¡Todo! ¿Qué cosa puede no tener una palabra?
JULIA. – Si no hay palabra para ella, ¿cómo quieres que te la nombre? (Lequita ellibro.)Creo que es el libro más hermoso del mundo. (Sale.Penumbra.)
Luego Luz. Luis mira su cebolla y se pasea. Julia se acerca por entre las telas.Lelanzaunbesosinqueéllaveaysemarcha. Penumbra.
Luz de nuevo. Luis se pasea inquieto. Pausa. La Gringa entra, fuma un pocodelcigarrillodeLuis mientrasleacariciauntanto.Éllepasalamano suavemente por el rostro. Luego le dice algo al oído que la hace sonreír muypícarayloabrazafuertecomoprotegiéndoseconél.Sebesanysetocancongranplacer.LuisbuscaconsumiradalaposibleentradadeJulia. Elmarseoyebramarconinmensafuerza.LaGringamiraatodosladosun pocoasustada.TratadellamarlaatencióndeLuis,peroestenopuedecontrolarsuurgentedesesperoporlaposiblellegadadeJulia.Ledicealoído algo que le molesta. Ella se separa de él con violencia. Luego, se marcha. Luismirasurelojporúltimavez. “Wait!”.LaGringaespera.Luisapagael cigarrilloenlaarena,tomalabotellaquehaysobrelamesitaysevaconla Gringasindejardemiraratrás.PedroJuanarreciaenelpianoylosveirse soltandounaextrañacarcajada.AlpocoratoentraLuisysequedamirando aPedroJuanextasiadoenelteclado.Juliaentraconotrablusa.PedroJuan dejadetocaryluegodeunasonrisa,semarcha.
LUIS. – Blusa nueva. Tus hermanos deben estar verdes del hambre.
JULIA. – Mi tía la cosió. (Enseñándose.)Ahora tengo dos.
LUIS. – No ha salido nada del libro en la prensa.
JULIA. – En este país las mujeres no hacemos literatura. Sólo hacemos niños que cagan, mean y lloran todo el tiempo. Estamos entrenadas para aburrir al hombre. La prensa no quiere aburrirse.
LUIS. – Veré qué puedo hacer.
J
ULIA. – No harás nada. Es peligroso. Además...
LUIS. – Además, ¿qué? ¿Se molestará tu nuevo amiguito?
JULIA. – (Pausa.)¿Cómo lo sabes?
LUIS. – Te he seguido.
JULIA. – No tienes derecho.
LUIS. – No, no lo tengo. Pero tampoco quiero escenas de celos.
JULIA. – Fuiste tú el que empezó.
LUIS. – Es un periodista, ¿tienes sed de fama?
JULIA. – Su periódico publica mis versos.
LUIS. – Es un periódico nacionalista que sólo lo leen los que lo hacen.
JULIA. – Alguien lo leerá algún día y sabrán cosas de mí.
LUIS. – No te metas con esa gente. Además, la política es muy sucia y cruel.
JULIA. – ¡Mira quién habla!
LUIS. – Yo tengo ideales, esos nacionalistas quieren sangre.
JULIA. – Yo también tengo ideales por si no lo sabes, y si no podemos votar es porque ustedes le temen a nuestra inteligencia.
LUIS. – ¿Por qué te juntas con ellos? ¿Por qué, si hablan tan mal de mí?
JULIA. – Te compadecen. Pero no te pongas muy bravo porque te aplastan.
LUIS. – ¿Él sabe que me ves?
JULIA. – No.
LUIS. – Que nadie lo sepa.
JULIA. – Ya lo sé, no soy idiota.
LUIS. – Sería la ruina de los dos.
JULIA. – Puedo cuidarte las espaldas mejor que tú.
LUIS. – Cuídate de esa gente.
JULIA. – Las cosas nunca son blancas o negras, Luis. ¿Sabes cuánto poder te dará ese puesto al que estás aspirando? ¿Sabes que apuntarán hacia ti, no importa si lo haces bien o mal? ¿Que poco a poco irás dejando de ser tú?
LUIS. – Es un riesgo.
JULIA. – Serás un hombre público. Tus pensamientos serán públicos.
LUIS. – No le temo a mis errores.
JULIA. – Tus amores serán públicos. Dejarás de escribir.
LUIS. – (Laabrazaylabesaenelcuello.)Dejaré de hacerlo si te vas de mi lado.
JULIA. – Te volverás el Sumo Pontífice de lo serio. Ya no podrás escribir la palabra “culo”.
LUIS. – Tal vez.
JULIA. – (Pausa. Sin mirarlo.) Pero tú sabes que, aunque esté con él... estaré contigo siempre. Seré tu mejor secreto.
LUIS. – Sube conmigo.
JULIA. – (Saliendo.) Que te cerraré los ojos cuando te mueras, que estaré toda la vida contigo.
LUIS. – ¡Pero yo no tengo toda la vida, niña imbécil! (Penumbra.)
V.
Luz tenue. Chopin histérico. Julia en medio del escenario, baila con desenfreno;davueltasyvueltasestirandosusmanosenindescriptiblealegría, es una risa hermosa que la hace brillar como una estrella loca. La Gringalaobservadesdeelcomienzodelaescena.Luis,botellaenmano,la miramientrasbebe.Juliasedetienealdarsecuenta.
JULIA. – (Coninefablealegría.) ¡Darío murió! ¡El Dios murió! (Pausa. Calma suagitación.)Ahora sólo quedas tú.
LUIS. – Esos hijos de puta no mueren nunca. (Pausa.)Y pronto me tocará a mí. Cuando se muere uno de los grandes, el Diablo se queda esperando por más.
JULIA. – No te creo. Ahora estás más vivo que nunca. Ahora es tu momento, Luis.
LUIS. – (Laempujasinviolencia.) Ya... basta. ¿Es que no puedes dejar de pensar en mí? Dejar de pensar en... bah. (Ambossedancuentadelapresencia deLaGringa.Estaselevanta,caminadespaciotraselpiano,acariciandolos hombrosdePedroJuan.Sequedatraselpianopreparándoseuntrago.)
JULIA. – No, no puedo. Es insufrible esto. Te he seguido. Me tienes mal. Me escondí para verte como te besabas con La Gringa. ¿Ya no discriminas? (La miradadeLaGringasobreJuliaesinsistente,asesinacasi.)
LUIS. – No me sigas más y asunto resuelto. (Luis abraza a la Gringa, la besa hondoyleacariciasuspechos.Julialosmiraimpotente.)
JULIA. – Es la hija de un diplomático. Te van a arrestar por corromper a una señorita.
LUIS. – Que lo hagan. Bastante que los gringos nos corrompen a todos.
JULIA. – ¿Compensación tenemos?
LUIS. – Puede ser.
JULIA. – No me gusta. Tiene la muerte dibujada en su belleza. Es rubia como el sol de mediodía.
LUIS. – Me gustan las rubias.
88
JULIA. – El sol del mediodía es el sol de los muertos. (LaGringa,luegodeuna miradafulminanteaJulia,desaparece.)
LUIS. – ¿Y tu periodista? ¿Ya no te publica poemas?
JULIA. – Me da de comer. Es un hombre bueno.
LUIS. – Y yo... ¿soy bueno?
JULIA. – Tú le das de comer a mi espíritu. (Sonríe.) Es una buena excusa para seguirte viendo. (Pausa.)No aguanto más.
LUIS. – Yo tampoco, mi reina. Llevo meses soportando el deseo de besarte. Todavía no sé si bajo esa ropa existe la mujer entera que hay bajo tus versos. (Ríe.) ¿No serás un transformista? ¿Un transformista poeta? Te juro que no lo soportaría.
JULIA. – ¿Todavía me quieres?
LUIS. – No lo sé. Estoy borracho todo el tiempo. Anoche al llegar tropecé con todo. Ella se despertó y formó un pequeñito escándalo. Me miró muy fijo a los ojos y me dijo: “Aquí dentro eres mi marido. Afuera no me importa lo que hagas, pero si te gusta hacer escándalos, vete con la sucia poetisa esa, ahora mismo”. Eso dijo...
JULIA. – ¿Lo sabe?
LUIS. – “Y si te quieres quedar conmigo... aquí adentro ni un sólo ruido, ¡ni un sólo ruido!”. Así me lo soltó, sin pena. ¿Y para rematar sabes lo que dijo? Dijo... “Todas esas escritoras con las que te ves son putas, todas las mujeres que escriben son putas”. Yo me sentí despreciable. (Pausa. Va a salir.) Sor Juana Inés no fue puta, ni la Pardo Bazán, ni... (Pausa.) Esta noche mi mujer me espera. Tengo que irme.
JULIA. – Pero yo estoy aquí... llevo semanas sin verte. Me duelen los dedos de tanto escribir. Se me acabó el dinero, no tengo tinta, ni papel... ¡tengo tanta hambre! ¿Es eso lo que tu culpa quiere oír?
LUIS. – Si todas las escritoras son putas... ¿qué somos los escritores? ¿Chulos?
JULIA. – Vamos, olvida eso, ella no importa ahora.
LUIS. – ¿Subirás conmigo? Es la última vez que tendré el valor para pedírtelo.
JULIA. – (Pausa.)Esta bien, subiré.
LUIS. – Gracias, mi poeta. (Pausa.)Pero no podemos hacer ruido...¡Shhh!
JULIA. – No estamos en tu casa. Podemos hacer todo el ruido que nos dé la gana, ¡podré jadear, gemir y gritar de gusto hasta que se me reviente la garganta y a nadie le importará!
LUIS. – Te lo pido, por mí... hazme caso. No hagas ruido... calladitos...¿sí? (La tomadelamano.)¡Shhh!, que nadie se entere. Ven.
JULIA. – Tu conciencia se enterará, mi viejo... esa sí...
LUIS. – ¡Shhh! Calladitos... calladitos... (Salen. Ella ríe dichosa. La Gringa vuelve a aparecer y los mira alejarse mientras fuma. Penumbra azul con Chopinenéxtasis.)
VI.
Veinteañosdespués.
LuzsobreLuis,comoenunatribuna.LaGringaloobservaunpocoalejada.
LUIS. – (Furibundo.) ¡Más rápido se hundirá la Patria si la ayudamos con nuestras divisiones! Correligionarios, amigos... los señores dirigentes del Partido Nacionalista han cerrado todas las puertas al diálogo. Como independentistas que somos, no podemos permitir que la Patria sucumba ante este irracional fanatismo. ¡Lo siento mucho por ellos! ¡No, señor! Pero por otro lado ambos sabemos que la hora de la redención ha llegado. Y no podemos permitir que entre ellos y nosotros existan inuendos y calumnias mientras el Yanqui se ríe a pata suelta.
JULIA. – (Que ha entrado por el público se sienta y escucha atenta. Al Luis decirlaúltimafrase,aplaudeescandalosadepie.)¡Bravo! ¡Bravo! Lindas palabras, mi viejo. ¡Qué bellas son! ¿Verdad que sí? Conmueven, incitan a la revolución, palabras, Luis, palabras...¡Cuánta mierda! A ver, señor delegado del Partido Unión... unas palabras para su periódico “El vigilante”.
LUIS. – (Sinoírla.) La patria no puede reconocer la voz traidora de quien bajo el ala del yanquismo y del fascismo...
JULIA. – ¡Bravo! ¡Cuánta basura junta! ¡Eres un experto, no lo puedo creer!
LUIS. – (A Pedro Juan, que observa y cuida desde una esquina.) Por favor... (PedroJuantratadesacarla.)
JULIA. – ¡No me toques! Diles que no me toquen, porque me pongo a gritar hasta que se me revienten los ovarios. Vine a preguntar, ¿cómo es posible que el delegado de ese partido de cobardes esté aquí sacando su cresta de gallo manilo, cuando el Partido Nacionalista le ha pedido posiciones con respecto a la lucha armada y la Guerra Civil Española... ¡Claras y contundentes!
LUIS. – Señorita...
JULIA. – ¡Y usted! -viejo escritor fermentado en la burguesía- ¿aún no las ha dado?
LUIS. – ¡Sáquenla de aquí!
JULIA. – No se atrevan.
LUIS. – Por favor, está usted interrumpiendo....
JULIA. – ¿Apoya la lucha armada? ¿Sí o no?
LUIS. – No es el momento...
JULIA. – ¿Está usted con Franco y sus asesinos? ¿Sí o no? ¡Contesta, viejo! ¡Déjame verte tal cual eres! ¡Contesta!
LUIS. – Disculpen, disculpen todos... así no se puede. (Sale al área de la butaca demimbre.)
JULIA. – ¡Cobarde! Viejo poeta cobarde... ¡para la revolución no hay metáforas! ¿Me oyes? ¡Cobarde! (Losmiraatodos.)¡Cobardes!
Penumbra.
Julia camina hasta donde está Luis y éste, sin preámbulo alguno le mete una violentabofetadaquelahacecaerenlasilla.
LUIS. – No sé por qué no te mato.
JULIA. – No vuelvas a hacerlo porque quien va a matar aquí soy yo.
LUIS. – Me humillaste.
JULIA. – Te humillas a ti mismo, viejo y me golpeas porque te mueres de miedo. Todos estos años hablando de patriotismo, de libertad, y cuando el demonio te aprieta los cojones, no sabes qué hacer. ¿No te da vergüenza? Tú que fuiste savia de la Patria ahora huyes, te escondes bajo ideales turbios, te escudas con palabras grandes pero huecas. ¿A quién está protegiendo tu silencio?
LUIS. – ¿Qué sabes tú de lo que yo he luchado? ¿Qué sabes tú de lo que he perdido por creer en utopías?
JULIA. – De perder no sé. Pero en todos estos años te has convertido en el abogado de media capital, hasta tus enemigos te escuchan, los abogados gringos te consultan, y todo porque eres la caricatura de la honestidad. Eso, una caricatura. ¡Ah! La revolución no es utopía.
LUIS. – ¡Tú, los tuyos, y el negro parejero ese que los dirige la llevaron a eso!
JULIA. – (Lo toma por la chaqueta en ira.) Primero me golpeas el cuerpo y ahora me golpeas la idea. ¡Nunca, óyeme bien, nunca, volverás a hablar así del Maestro! Hazlo y te arrancaré el corazón con los dientes.
LUIS. – Lo siento, no quise decir eso.
JULIA. – ¿Crees que soy ingenua? ¿Crees que no sé cuánto te pagan por ser abogado de centrales cañeras? ¿Crees que no sé cuánto te ganas por defender a esos gringos gordos y colorados? ¿Con qué cara sales a la calle y hablas de libertad? ¿Es que no te da vergüenza ser una mentira andante? ¿De veras crees que todo el mundo te respeta?
LUIS. – Soy “el Poeta Nacional”. Soy la voz de la Patria.
JULIA. – Pero todavía tienes a esa Gringa como tu amante. Dios, ¿cómo puedes?
LUIS. – Tal vez hice de la contradicción una virtud; igual que tú.
JULIA. – ¿A qué aspiras, viejo? ¿A una estatua en una plaza? Los pajaritos se cagarán en ti.
LUIS. – ¡He ganado todo lo que tengo!
JULIA. – Yo soy un pajarito. (Hacetrompetilla.)
LUIS. – Vine de abajo, de los pobres, blanco, pero pobre. Me enseñaron a triunfar, pero a triunfar con la razón, Julia. Mi padre supo darme una dignidad y mi madre una honra que hoy ya nadie tiene. ¿Por qué me culpas de eso?
JULIA. – Mi padre es el mar, mi madre la tierra, mi hombre es el río, mi vida mi país. Tú no puedes decirlo tan simple.
LUIS. – ¡Por supuesto que no! ¡Pero tú tampoco puedes hacer que los demás lo vivan con la misma simpleza que tú, porque sabes que es tan falso como tus esperanzas!
JULIA. – Falsa es tu voz, falso es tu rostro.
LUIS. – ¿Sabes que te persiguen? Te sacan fotos. Hay un expediente sobre ti que tiene más páginas que todos tus poemas juntos.
JULIA. – Lo sé. En este país el vicio secreto de la Policía es fabricar expedientes.
LUIS. – Te ves con él en todas partes, los periódicos te retratan con él y él es casado... vamos. Hay rumores sobre tu intimidad, Julia. Rumores feos que yo no quiero pensar que...
JULIA. – Si alguien conoce mi intimidad ese eres tú y también eres casado.
LUIS. – Como quieras. Pero te advierto que estás al filo de un arresto.
JULIA. – ¿Y tú cómo lo sabes?
LUIS. – Tengo amigos, tú lo dijiste.
JULIA. – ¿Y a ti no te arrestan?
LUIS. – No.
JULIA. – Qué pena. Lindo se vería el Poeta Nacional, amarrado de pies y manos con la cabeza rota y con una metralleta en la sien. Sería una muerte gloriosa.
LUIS. – ¿Así quieres morir tú?
JULIA. – Puede ser.
LUIS. – Primero tendrías que dejar de beber y de drogarte, dejar de entregarte a cualquiera por una botella, y dejar de... (Julialeagarraconviolenciaporsu chaqueta,amenazante.)
JULIA. – ¿Dejar de vivir? Eso te gustaría. Dejar atrás mi cara, mi cuerpo, mis fantasías en tu oído, mis gemidos de amor en tu conciencia....
LUIS. – (Herido.) ¿Por qué te separaste de mí? ¿Por qué te fuiste con ellos? ¿Es que no ves que los están masacrando? Julia, por Cristo, ¡piensa un poco!
JULIA. – Estoy en una edad, mi viejo, en que ya no pienso. Hago. Si vieras mis poemas a la patria libre...
LUIS. – Así, borracha eres indigna de ese sueño.
JULIA. – (Traga.)No estoy borracha. Y los sueños no se me acaban como a ti.
LUIS. – ¿Y crees que tus poemas salvan a la patria? ¿Pero es que no te das cuenta de que eres sólo una mujer?
JULIA. – ¿Cómo?
LUIS. – Una mujer. Aunque quisieras no podrás hacer mucho. Estás condenada a las palabras, no a las acciones. Hace años te dije que no te metieras en esto. Que te darían de codo, que sólo serías útil en las pausas... que después no te harán caso. Un trabajo menor quizá -como ser la oscura amante de algún líder- algo que no comprometa mucho al Partido. Es así, no hay otra. Ese es tu papel y tienes que jugarlo. Es tu personaje, el personaje de Julia, la poeta...
JULIA. – ¡No sigas!
LUIS. – Ese miserable e indigno rol de la mujer adelantada a su época. ¡De la mujer que dice y escribe “cosas bonitas”, pero que nadie puede entender! Ese personaje que en el fondo sólo sirve para justificar la desconfianza que te tienen.
JULIA. – ¡Eres despreciable!
LUIS. – Estás mal, Julita.
JULIA. – ¡Salte de mi vista!
LUIS. – ¡Estás borracha!
JULIA. – ¡Claro que sí! ¿Cómo carajo crees que puedo soportar estar al lado tuyo sin vomitarme de asco?
LUIS. – Porque para ti yo soy la verdad, la vieja verdad irrefutable, que después de tantos años, aún no puedes evadir.
JULIA. – ¡ No sé por qué te sigo escuchando...!
LUIS. – ¡ Por eso, Julia!
JULIA. – ¡No sé por qué sigo pensando en ti!
LUIS. – (Estallandodeangustia.) ¡Porque me amas, Julita! Vuelve conmigo, te haré una mujer de bien, te haré útil, te haré dichosa, pero déjalos, por lo que más quieras, ¡déjalos!
JULIA. – (Hastiada.) ¡Dios! Si es que existes, ¡ponle una dinamita en el culo a todos los hombres que son como él! (Penumbra.)
VII.
Luz muy triste sobre Luis, que fuma apaciblemente mientras lee algún libro.Untangoseescuchaenundiscoviejoyarenoso.LaGringa,moviéndose lenta pero rítmicamente al compás de la música, como una odalisca desganada,davariasvueltasalrededordeLuis.Enelfondo,Juliaenciende uncigarrillo,elresplandorhacequeLuislavea.Luishaceunaseñala La Gringaquiensevauntantomolesta.
JULIA. – ¡Qué lindo te ves! Pareces un Rey Pachá de Bombay. Me encanta tu panza. Pareces un Buda.
LUIS. – Mi mujer está por llegar, no deberías estar aquí.
JULIA. – Pedro Juan acaba de verme entrar. Si viene tu mujer ya se inventará algo.
LUIS. – No es justo lo que hacemos.
JULIA. – La vida no es justa.
LUIS. – Ya lo veo. Estás vieja, corrompida por el vicio.
JULIA. – Creí que te gustaba más así, pero tu amor siempre va de la mano de la pena.
LUIS. – Ya no me gustas.
JULIA. – Todavía mis pechos son firmes. Puedo parirte un regimiento si pudiera. Pero ni tú ni yo podemos hacer hijos. ¿No te parece loco? Podemos crear soberanos mundos imposibles, pero no podemos dar vida a un miserable mocoso.
LUIS. – Tal vez sea mejor así.
JULIA. – Estériles, inútiles, yermos... como la poesía del desencanto. (Pausa.) ¿Has visto mis poemas en la prensa? Creo que estoy mejorando. Pronto terminaré un libro. Quiero que tú seas el primero en leerlo, ¿me lo prometes? Tengo mucha fe en él.
LUIS. – Veremos a ver.
JULIA. – Cada vez que viajo mi cabeza se libera de este país estrecho y rencoroso y escribo como una frenética. Deberías ir a Cuba y a México, son países exquisitos. Y hay muchas mujeres poetas, distinto de aquí. Y muchas de ellas son mejores que los hombres.
LUIS. – Tú siempre has tenido la oportunidad de ser mejor.
JULIA. – ¿Es por eso por lo que todavía me quieres?, ¿que todavía me citas aquí?
LUIS. – Yo no te cito. Tú llegas y yo estoy.
JULIA Sí, claro.
LUIS. – ¿Qué quieres, Julita? ¿A qué viniste? Hace varios meses que estoy tranquilo, callado, no quiero más problemas contigo ni con nadie.
JULIA. – Te cansaste de luchar, viejo.
LUIS. – Puede ser. Cansa mucho ver que nada cambia.
JULIA. – Yo he cambiado.
LUIS. – No se nota.
JULIA. – Bueno, hace largos meses que no nos vemos. Desde que perdiste las elecciones. Fue como si se te acabara el mundo. Estoy preocupada por ti. ¿Estás enfermo?
LUIS. – Puede ser. Enfermo de hastío.
JULIA. – Nunca pensé que me dirías eso.
LUIS. – Pues ahí lo tienes. Estas canas no son precisamente por los triunfos.
JULIA. – No puedes soportar fracasar. Lo llevas en la sangre. No sabes lo que es el tedio, la soledad, el olvido. No sabes lo que es vivir aquí. Yo sí... pero lo peor de todo es que... (Silenciolargo.)
LUIS. – ¿Qué?
JULIA. – Bah... eso. (Pausa.)Que no puedo vivir sin ti.
LUIS. – Yo... lo siento mucho, pero... no puedo hacer nada.
JULIA. – ¡Shhh! Déjame escucharme en este servilismo fácil. (Cierralosojos.)
LUIS. – ¿Tienes dinero? Toma...
JULIA. – (Sintomarlo.)¡Qué imbécil soy!
LUIS. – Ahí lo dejo. Me voy a casa.
JULIA. – Sólo escucho lo mismo.
LUIS. – Adiós, Julita.
JULIA. – Lo mismo. Que no puedo vivir sin ti. (Pausa.) ¿Por qué no puedo ser violenta, rabiosa, prepotente y manipuladora como un hombre? Madrecita Santa, ¿por qué no me enseñaste a golpear como un salvaje? (Pausa.) Luisito de mi vida... ¿Qué no ves este amor audaz como un oscuro velo de agonía?
LUIS. – No es tiempo para poemas, Julita, vete a tu casa.
JULIA. – (Sonríe llorosa.) ¿A cuál? (Pausa.) ¿Cuándo podré tener un hogar, Luisito?
LUIS. – ¿Qué pasó? ¿Y el cuarto que te pagaba él?
JULIA. – Él... (Pausa.)Él... se me fue. Me dejó. (Lloramuyquedo.)
LUIS. – ¿Qué le hiciste? Te iba bien con él. Ya sé. Lo presionaste, te olvidaste de tus deberes, lo empujaste al divorcio escandaloso, pero ¿quién te crees que eres para andar por ahí rompiendo hogares?
JULIA. – Me golpeó, me humilló, me rasgó la ropa y me tiró casi desnuda a la calle... ¡Dios mío! ¿Qué le hice yo? ¿Qué le hice?
LUIS. – ¡Tú te lo buscaste!
JULIA. – Me quitó todo. Hasta la poquita dignidad que me quedaba.
LUIS. – Si viniste a buscar pena, lo siento. Ya se me acabó la que sentía por ti. Levántate y vete de aquí.
JULIA. – Déjame quietecita aquí, un solo minuto, por favor, ¿quieres?
LUIS. – ¿Para qué lloras? Si toda tu vida está reventada hace tiempo, es por tu culpa. Todo lo que estás sufriendo ahora, ¡fuiste tú quien se lo buscó!
JULIA. – (Suave, creciendo en ira.) ¿Cómo, imbécil? ¿Con qué cara... (Llanto deira.) ¿Cómo me dices que es culpa mía si lo único que hice fue creer en él igual que creí en ti?
LUIS. – Y te parabas bajo su ventana a espiarlo cómo besaba a su esposa.
JULIA. – Él era mío.
LUIS. – Lo seguías cuando sacaba a pasear a su familia.
JULIA. – Era mío...
LUIS. – Te citabas con él borracha y sucia en los bares del puerto.
JULIA. – ¿Qué importaba dónde?
LUIS. – Abandonaste tus ideales, tu decencia, abandonaste todo...
JULIA. – Nunca te abandoné a ti.
LUIS. – ¿Y dónde estaba Julita?
JULIA. – ¡Entregada a sus versos!
LUIS. – ¡Oyendo boleros cursis mientras el mundo se le cae encima!
JULIA. – Pero tú sí sabías. Tú me seguías en las noches, yo te vi, con el rabito del ojo, tu celaje cruzando por la puerta del cabaret. ¡Yo te vi! En el giro rápido de mi cara cuando iba del brazo de quién sabe quién, ¡¿eras tú?! ¿Eras tú aquí en mi cabeza como el fantasma del padre que nunca tuve?
LUIS. – Yo ya no sé quién soy para ti. Estamos muy viejos ya.
JULIA. – Recuerdo que también fuiste mi amante. Mi amante, ¡qué dulce palabra! (Pausa.)“Me voy a enamorar, cuídate”.
LUIS. – Ya no.
JULIA. – “Me estoy enamorando, chiquita”.
LUIS. – Vete con tu familia.
JULIA. – “Me enamoré, Julita, estoy chocho por ti, por tu boca, por tus labios”.
LUIS. – Vete ahora, ¡por favor!
JULIA. – Y tus dedos de viejo caprichoso tocaron a Chopin sobres mis caderas desnudas. (Hacequetocaytararea.) ¡Hiciste música sobre mi carne blanda y dulce como el barro de mi río! Estoy loca, Luis... loquita de no sé qué. (Ríe.) ¡Rasgada y rota, pero feliz! Y sentí tus versos posarse limpiamente en todos los labios de mi cuerpo... Ay... ¡Con qué fiera alegría quisiera ser hombre para violar tu debilidad de mujer vanidosa! Y entonces recuerdo, ¡recuerdo el sol metido entre tus labios!, ¡míralo; toda tu boca es un sol! ¡Qué belleza! (Lobesa.) Ni Darío hubiese llegado tan hondo ni tan hermoso...
LUIS. – Ni tan bajo.
JULIA. – (Silencio largo. Julia se queda quieta mirándolo sin comprender. Lo suelta, se acerca a la mesita, toma el dinero, lo cuenta, se lo guarda en el seno.) Qué pena más alegre, mi viejo... que siempre termino siendo superior a ti. (Sale.Luislamirairse.Penumbra.)
VIII. Luztenue.Juliaescondida,iluminadaparcialmente.LaGringa,acurrucada ysoñolientaenlasillademimbre.EntraLuisyveaJulia,quienseesconde.
LUIS. – (Enbatadedormiryconunmanuscritoensumano.) Sal de ahí. Ahora te escondes como los ladrones. Entra... ya estás aquí. Tengo trabajo que hacer y no puedo hacerlo en paz si me vigilas todo el tiempo.
JULIA. – Estoy bailando sobre la tumba del diablo.
LUIS. – Tengo que escribir, Julita. Si vas a entrar hazlo, pero no te quedes ahí.
JULIA. – (Entrando un poco.) No me gusta ese libro que estás escribiendo. Ese... ¿Lo vas a mandar al concurso? Ese que tienes ahí.
LUIS. – No lo has leído.
JULIA. – Oh, sí... lo dejaste allí esta tarde.
LUIS. – Entrometida.
JULIA. – Cuando lo leí me di cuenta de que ya no me querías. De que ya no quieres a nadie. Todo poema siempre habla del amor del poeta.
LUIS. – Puede ser.
JULIA. – No vas a ganar. A tu libro le falta delirio. (Pausa.) ¿Sigues con ella? Por lo que veo, está casi todo el tiempo aquí...
LUIS. – Trabaja para Pedro Juan.
JULIA. – Vaya, ahora a eso le llaman trabajar. ¿Escribe versos?
LUIS. – No, pero sabe amar y eso es bastante.
JULIA. – Sí, ya sé que te conformas con poco. (Lejuegaunpococonelrubio pelo.) Es siniestramente bella... como tu siglo. (Pausa.) Y sigo pensando que se parece a la muerte, no envejece.
LUIS. – (DespiertaalaGringaconunsuavetoque.) Go to sleep. Go. (Ella se desentumeceunpocoymiraaJulia -quelesonríe-,luegoselevantasingestoalgunoysevaafumartraslastelas.)¿Cómo van tus cosas?
JULIA. – Mejor que las tuyas. ¿Viste el periódico? (Lotraedobladoensubolsito.)
LUIS. – Sí.
JULIA. – (Loabreylee.) “Nuestro viejo poeta nacional, agobiado por el tedio de una poesía decadente, se refugia en su rancio modernismo para tratar de mantenerse a flote entre sus pares más viejos”.
LUIS. – Te dije que ya lo leí.
JULIA. – “¿Por qué el viejo poeta no deja ya de escupir sobre los huesos de Darío y mira un poco más de cerca a los poetas jóvenes? ¿Qué nos dice de la obra genial de Palés, o la vibrante de los nacionalistas Julia de Burgos y Corretjer? ¿Qué nos dice Don Luis de la poesía increíblemente bella de nuestra Julita?”
LUIS. – Basta.
JULIA. – ¿Conoces a esa otra Julia, la de Burgos? Yo la conocí hace poco. Es una jovencita muy apasionada. Se parece tanto a mí. Me dijo que te conocía. Otra mujer poeta, eso es algo... algo importante. Y qué cosa que se llame igual que yo.
LUIS. – (Feroz.) ¿Cuándo? ¿Cuándo he tenido que mirarme en la obra de otro para ver lo grande que he sido?
JULIA. – No te agites.
LUIS. – ¿Cuándo me fijé yo en esos presumidos?; ese Palés, que lo único que hace es escribir poemas de negros, o en el comunista ese, ¿o en la mocosa esa que se llama igual que tú? (Duro.) ¿Y cuándo me fijé yo en tus versos para hacer crecer los míos?
JULIA. – No me tires a mí, esto no lo escribí yo.
LUIS. – ¡Pues no me lo estrujes en la cara! Bastante tengo con ser viejo para que ahora esos imberbes me manden a callar. Ni lo has hecho tú, ni nadie lo hará.
JULIA. – Cálmate, está bien. (Ledaunmanuscrito.) Toma. No importa lo que digan siempre serás mi maestro. Quiero que me leas. Es mi último libro. “El mar y ella”. Míralo bien... te lo dedico a ti.
LUIS. – Estoy cansado.
JULIA. – Son 50 cuartillas, quiero publicar otra vez. Quiero hacerlo, de veras.
LUIS. – ¿No crees que ya es un poco tarde para que trates de tomar esto en serio?
JULIA. – Vamos, no quiero que esa otra Julia me tome delantera. Léelo.
LU IS. – Retírate de esto. Cásate y ten cien hijos. Aprende a cocinar y a tejer. Tal vez en eso seas mejor.
JULIA. – Tienes coraje. No te haré caso. Toma. Suelta esa trompa de viejo caprichoso y tómalo. (Luis lo toma.) Tiene peso, ¿eh? Este sí. Tiene años. ¿Me leerás?
LUIS. – Sí. Ya... ya.
JULIA. – Una sonrisita. Vamos.
LUIS. – Deja.
JULIA. – Acuérdate que esos que te llaman “viejo” también lo serán algún día.
LUIS. – Sólo espero que sea pronto para que sepan lo que es joderse.
JULIA. – A lo mejor ya son viejos. Tan pronto se hacen llamar “jóvenes,” es cuando comienzan a envejecer.
LUIS. – ¿Te quedarás esta noche?
JULIA. – ¿Y tu mujer no te extraña? ¿Ya no haces ruido al llegar?
LUIS. – Está muy enferma.
JULIA. – Lo siento. Pero ya ni duermes con ella. Bueno, con ella ya ni dormir se puede. Además, estás todo el tiempo aquí.
LUIS. – Sólo aquí puedo escribir.
JULIA. – Claro, aquí está La Gringa. (LaGringasalealpiano.) ¿Le has escrito mucho?
LUIS. – Un par de poemas... pero no los entiende.
JULIA. – Y yo, ¿todavía te inspiro?
LUIS. – Sabes que sí. (GestodeJuliahaciaLaGringa,comoquiendice,“¿Oíste eso?”)
JULIA. – Ay, viejo. ¡Cuánto he envejecido al lado tuyo sin arrepentirme! (Pausa. Lejuegaconelpelo.)Viejo, viejito querido. ¿Y te besa como yo?
LUIS. – No. Aunque a veces pienso que eres tú.
JULIA. – Ella no tiene mi sangre negra. (Pausa.)Viejo...
LUIS. – ¿Qué?
JULIA. – Me quiero ir.
LUIS. – ¿No has viajado suficiente?
JULIA. – Tengo amigos en Nueva York. Dicen que hay un puesto en un periódico latino.
LUIS. – No será el periódico del comunista ese, ¿cómo se llama?
JULIA. – Ese mismo.
LUIS. – Y vuelves... haz lo que quieras. Ya no tengo fuerzas para corregirte. Además, ya no necesitas mi permiso.
JULIA. – Gracias. (Julialobesaenlacabezayvaasalir.)
LUIS. – Dijiste que te quedarías.
JULIA. – ¿Lo dije?
LUIS. – No me acuerdo.
JULIA. – Estaba pensando en tu mujer. ¿Cuándo se morirá? (Sale.Luistomael librodeJuliaycomienza a leer.LaGringaseacercaparaquitárselo,Luisla empuja;ella,enunaquejafuriosa,perocontenida,sale.Seescuchanfuriosaslasolasdelmar.)
IX.
LuzsobreLuisqueleeunacarta.Otrasqueiluminan aJuliayaLaGringa entrelastelas.
JULIA. – Amado mío. Este frío no se puede creer. He trabajado algo, pero no me acostumbro a recibir órdenes. Recibí tu dinero. (Pausa.) Lamento lo de tu esposa. (Pausa.) Bueno, tú sabes que no lamento nada. Era una hija de puta y al fin saliste de ella. (Pausa.) Sí, es cierto. No aprendo a controlarme y te ofendo, siempre sin querer. Perdóname. Es que pienso demasiado en ti y tengo mucho dolor de estar sola. ¿Me ayudarás con mi libro? Hay muchos poetas latinos acá y quieren saber de mi poesía, pero todas mis cosas las guardas tú. (Pausa.) Tuve un amante poeta. Llegó de allá no hace mucho y dijo que se habla y se escribe mucho de tu premio. ¿Cómo pudiste ganar con un libro tan malo? Digo, si es aquel que yo leí aquella tarde. ¿Me has dedicado algo? Ya nadie te lo reprochará. Es repugnante el silencio de tu amor. Odio tus cartas frías como el dinero. Escríbeme versos, Luis.
¿Cómo puedo entender el mundo si no puedo rabiar sobre tus versos? ¿Sabes? Ayer descubrí que todo poeta tiene dentro de sí un toquecito de perversidad. Una inocente perversión que lo hace más sensible a todo lo humano. Y es por ese pequeño toque prohibido, que cuando sueño que te hago el amor, te muerdo suavemente los labios como si fueran pedacitos de pan dulce... tuya siempre, Julita.”
Penumbra.
LuzsobreLuis,sentado,bebiendodelabotella.Leeotracarta.LaGringale juegaconelpelo.
Amado mío: Me envías más dinero que el de costumbre. ¿Qué culpa estás pagando? ¿Qué me has hecho? ¿Te quieres casar con La Gringa? No te culpo. Puedes hacer lo que quieras, después que no me dejes. Supe que salió tu libro. ¿Por qué no me lo has enviado? (Pausa.) Acá está Julia de Burgos. ¿La recuerdas? La poeta que se llama igual que yo. Me miré en sus ojos, y los tiene cristalinos como el agua de mi río. Será una mujer poderosa, lo presiento. Así me hubiera gustado ser a mí. Aquella noche, en el bar de la 105 y la Quinta, -el lugar en el que usualmente nos encontramos-, hablamos mucho sobre ti. Y en medio de un silencio, se me quedó mirando fijamente; nos sonreímos... y me dio un beso melancólico en los labios. De pronto me di cuenta de que éramos las mismas, sólo que yo era más triste porque era más vieja. Hace varias semanas que no la veo. Hace semanas que no me veo con nadie. (Pausa.) Me siento a la deriva. Sola y temblorosa, como una isla poblada de murmullos feroces. (Pausa.) Pero tengo...(Una carcajadita pícarayhermosa.) Tengo el deseo caníbal de comerte tus orejitas ricas. Tuya siempre, Julita.”
Penumbra.Luegoluzotravez,Luisdejacaerlascartassobresuregazo.La Gringalasrecoge.
LUIS. – Ya tu dinero me ofende. Ni siquiera una carta, sólo billetes. Ni siquiera tu firma. ¿Y qué pasa con tu libro? Lo quiero ahora. Julia.
Penumbra. Luego luz sobre Luis, quien bebe del cuello de la botella, se levanta,daalgunostraspiés,ebriohastaloshuesos,desgarbadoypatético; empujaa LaGringa –“Get out!”- estatomaelmanuscritodeJuliaqueestá sobrelamesa,ysaleconél.
LUIS. – Eres un viejo de mierda. Sé que es la putita esa la que no te deja pensar en mí. ¡Contéstame o te arrancaré la vida de un solo mordisco! ¡Tu
100 libro, ahora! Tu libro, Luis, tu maldito y asqueroso libro, tu libro, ¡tu libro!!!
La voz repetida de Julia enloquece a Luis, quien ebrio hasta el delirio se dejacaerdeespaldasdelrespaldodelasilla,mientrasgritaatodopulmón: “¡Julita!”.
Querido LUIS. – Vas a saber de mí.
Apagón.
X.
LuzsobreLuis,querecibeaplausosyvítores.LaGringatrasél.
L UIS. – Un homenaje más, y cada uno de ellos se lo debo a mi Patria. A la Patria noble y mansa que me dio la inspiración desde la cuna. Esta condecoración y este reconocimiento, lo agradezco a las autoridades gubernativas de mi país, y a esta distinguida sociedad de escritores, en la que veo muchas caras amigas y rostros amados. Gracias de nuevo por esta excelsa distinción, más que a mí, a la obra que la Patria me ha inspirado. (Aplausos.) Gracias, mil gracias.
Entraaláreadelsillónycomienzaaescucharse la consuetudinaria farra de poetasborrachos.Trassentarse,LaGringaletraeunfajodecartas.
¿Qué, no hay whisky? ¡Pedro Juan!... Come one, Honey, bring me some whisky. (La Gringa sale. Abre un par de cartas. Lee.) Oigan muchachos, ¿alguien conoce a éste? Se llama Pablo Neruda... me pide mis libros. Me suena su nombre, Neruda, Neruda...
ApareceJulia.
JULIA. – Yo lo conozco. Es brilloso y bello como una serpiente mojada. Es chileno y será más grande, muchísimo más grande que tú y Darío juntos.
LUIS. – ¿Por qué no me avisaste que llegabas?
JULIA. – Porque eres un cochino, un viejo de mierda, un animal, una bestia inmunda (Legolpeaenarrebatonervioso.)¡Maldito hijo de puta! (EntraLa Gringaytratadeintervenir,inclusodegolpearaJulia)
LUIS. – Get out of here! Now! (LaGringasale.AJulia.) ¿Qué diablos te pasa? ¿Además de borracha, loca?
JULIA. – ¡Loca, sí, loca! Así podré matarte con excusa. ¿Por qué me hiciste esto viejo?
LUIS. – ¿Qué te hice, Julita?
JULIA. – (Se suelta de él. Se sienta y saca torpemente de su bolso, el libro de Luis.)Por favor Luis, dedícame mis versos...
LUIS. – (Silenciolargoypesado.)Yo no te debo nada, Julia.
JULIA. – Déjame ser cínica un momento, uno solo... Perdóname, querido, ¿pero será verdad que nos parecemos tanto? ¿Hemos estado así de juntos alguna vez?
LUIS. – Julita, mira, las cosas no son como tú crees.
JULIA. – No, no vas a enternecerme otra vez con la historia de que mis versos te devolvieron la juventud y ...
LUIS. – Puede ser que hayan parecidos, algunas frases, pero no puedes acusarme así.
JULIA. – ¿Qué más vas a quitarme, Luis?
LUIS. – Nunca te quité nada.
JULIA. – (Sindetenerse.) Traté de buscar mi original, y no hice copias porque todo se me pierde, y de pronto recordé que tú lo tenías, y entonces tú, ...yo no sé... Tú eras mi guardián, mi ángel bueno....
LUIS. – Lo soy.
JULIA. – Porque cuando ya no me quedaba nada, ni de nadie, ni de ti... Cuando ya no tenía qué comer, ni qué vestir...
LUIS. – Julia, yo siempre velé por ti.
JULIA. – Cuando me moría de frío en los brazos de algún muellero borracho... ¡Cuando quise tantas veces matarme, Luis! (Magnífica.) ¡Todavía me quedaban mis versos! ¡Míos! Desnudos, miedosos de frío, pero vivos y apretados a mi pecho como una pena inmensa. Míos, Luis, tan míos como mi peste, mi hambre, mi sexo... ¡tan míos como mi vejez y mi locura! (Llorade ira.) Míos, son míos, ¡míos!... y cuando los veo aquí, plagiados en tu libro con tal descaro... (RasgaellibrodeLuisconfuerzadeloca.)
LUIS. – Nunca quise...
JULIA. – Hoy ya no sé qué me queda. (Pausa.) ¿Dónde está la niña que escribía sus versitos tristes junto al río que era como su padre, luego la maestra de los niños descalzos que convirtió el río en amante, luego la cruel mocosa que un día se atrevió insultar tu poesía, luego la amante del viejo poeta, la incógnita autora de un primer libro que ya nadie recuerda, luego la empleada de un bar, luego, la amante de este, de aquel...
LUIS. – ¡Julia, ya basta!
JULI A. – (Dura.) ¡Estoy buscando mi memoria! Déjame hacerlo un minuto no sea que también me la hayas robado. (Sigue,creciendoenirallorosa.) Luego la puta borracha que escribía versos en servilletas para los marinos grin-
102 gos... luego, la amante otra vez, la persecución, luego la lucha política finalmente fracasada... ¡ay!... ¡luego el desencanto!; luego los viajes, luego un espacio de piedad entre los poetas hombres, luego algún cabaret donde me tocaran “los labios de mi cuerpo” a cambio de una botella, luego alguna cuneta de Nueva York... luego, luego tú otra vez... tú, ¡Tú! ¿Es esta toda mi historia, Luis? Dios bendito, ¿terminaremos todas así?
LUIS. – ¿Cuánto más tendré que pagar para que perdones mi ambición?
JULIA. – (Lo mira.) Eso es lo que has hecho toda tu vida, pagar. ¡Ese fue el precio que te cobró la poesía, tú lo dijiste, ahora lo recuerdo: la honestidad... ¿Por qué lo hiciste, Luis?
LUIS. – (Pausa.)No lo sé... no pude evitarlo.
JULIA. – Dios, qué simple: “no pude evitarlo”.
LUIS. – (Rabioso.)¿Y qué querías?, ¿que me muriera de hastío como tú?
JULIA. – ¡Que fueras honesto!
LUIS. – ¡No hay honestidad en la ambición!
JULIA. – ¡Honesto con la vida!
LUIS. – ¿De qué me sirve una vida podrida?
JULIA. – ¡Es tu alma la que está podrida!
LUIS. – ¡Yo sí tengo memoria, Julita! Demasiada memoria, ¿qué no lo ves? (Pausa.)¿Es que no ves esta cara quebrada como tierra seca, no ves el esqueleto asomándose por las cuencas? ¿No ves los gusanos del tiempo en estas manos que ya han olvidado acariciar? ¿Qué querías? ¿Que me entregara a la muerte así, tan fácil como lo haces tú? Todavía tengo algo... ¡Algo dentro de mí que me sostiene!
JULIA. – ¡Algo que era mío!
LUIS. – ¡Y mío también! Y ese algo era la vida que me diste, Julita. Y volví a robártela porque hace tiempo que estoy muerto. Que estoy seco... y muerto como un verso sin amor.
JULIA. – (Pausa.)¿Dónde está mi manuscrito?
LUIS. – No recuerdo dónde lo puse, tendría que buscarlo.
JULIA. – ¿Sabes cuánto me vas a pagar tú por esto?
LUIS. – Pagaré. Pagaré lo que sea.
JULIA. – Vas a publicarlo completo, sin quitar ni poner nada. Lo pagarás tú y usarás a tus amigos para que escriban de él, para que lo critiquen, para que la gente hable de él. ¿Me estás escuchando?
LUIS. – Sí.
JULIA. – También buscarás que le pongan música a mis versos. Que los jóvenes los pinten en las paredes y en sus ropas. Que se recen mis poemas en los templos de bohemia...
LUIS. – Julita, por Dios.
103
JULIA. – Que en los cuartos oscuros los amantes se desvistan recitándome. Que toda mujer que haga el amor suspire metáforas mías en los oídos de su hombre. ¡Que no haya pasión sin mi poesía! ¡Que no haya amor sin mi dolor! Eso quiero y por eso pagué.
LUIS. – Julita, si yo publico tus versos, dirán que fuiste tú la que me plagió a mí.
JULIA. – ¡Vaya! Es cierto. (Pausa.) Escribirás un prólogo a mi libro. Dirás que mi manuscrito es anterior al tuyo.
LUIS. – No puedo hacer eso.
JULIA. – ¿No eres suficiente hombrecito, ah?
LUIS. – Estoy acabado, Julita, piensa lo que sería...
JULIA. – ¿Y a mí que me importa tu vejez? Publicarás mi libro con tu prólogo. Lo que pase después, es tu problema. ¿Me oíste?
LUIS. – Sí.
JULIA. – Júrame que lo harás.
LUIS. – No sé.
JULIA. – Si no lo haces me mato.
LUIS. – No harás eso.
JULIA. – Oh, sí... y esta vez no será como la mujer aquella que te achacó el niño. Esta vez sí eres culpable y lo dejaré todo escrito, listo para la prensa.
LUIS. – No te creerán.
JULIA. – Tu conciencia no aguantará. Terminarás por confirmarlo todo. La duda de la gente, Luis, nunca la subestimes. Me mataré viejo, te lo juro por mi madre. Quiero que te pudra la culpa.
LUIS. – ¿Tanto me odias?
JULIA. – No, viejo. Te amo demasiado para darte esta última oportunidad de ser un poeta entero. Porque nunca será poeta quien no acepte sus bajezas y escriba de ellas como si fueran divinas virtudes. Estas a tiempo, será tu mejor poema: la confesión de tus plagios. (Pausa.) Mañana regreso a Nueva York. Publica mi libro pronto, o me mataré. (Lobesarápidaysalvajemente en los labios.) Ahora, voy a subir al cuarto, te espero... no tardes. (Sale. Luis,porprimeravez,dejándosecaerenelrespaldodelasilla,deja salir su llantodébil,anciano,impotente.)
Penumbra.
Luzmuydébil.Loscandelabrosdelamesitayelpianoiluminantorpemente.Elmarestremecelanoche.Juliasaledescalzayuntantodesgarbada,con loszapatosenlamanoyuncigarrilloenlaotra.LaGringa,sentadaenlasillademimbre,laobservasalirmientrasjuegaconlasllamitasdelcandelabroqueestáenlamesita.
JULIA. – Vamos rubita mía, bájame la lámpara un poquito más. (La Gringa soplaunadelasdosvelasdelcandelabrodelamesita.) Para que no me olvides... (Se escuchan las olas fieras.) ¿Oyes ese romper de olas? Así tienes que jadear cuando ames. (Elmarbramaenloquecido.) ¿Tienes toda esa pasión, muchacha? (Va a salir.) Ah, y si llama él, dile que no insista, que he salido... (Penumbra.)
XI.
LaGringasentadajuntoalPianista.LuzsobreJulia,desarreglada,cubriéndosecomopuedeconsuabrigo.
JULIA. – (Suvozsuenaahoramásgrave,hondayvieja.) Amado mío... vuelvo a encontrarme con este frío que calcina. Y me haces demasiada falta. ¿Ya salió mi libro? Han pasado tres semanas...
LUIS. – (Desdeotroextremo.) Amadísima Julita: Te prometí que lo haría. No me has dejado alternativa. Sé que no te matarás, pero tranquilízate. Tu libro es un hecho.
JULIA. – Amado Luis: Lo que será un hecho es que me mato si mi libro no llega. Ya va más de un mes. (Pausa.) Quiero mi libro, por favor. No dejes que el amor se me detenga.
LUIS. – Amor mío: Los obreros de la imprenta estuvieron en huelga más de dos semanas. Traté de llevarlo a otra pero el trabajo ya estaba empezado y...
JULIA. – Querido mío: ¿Te acuerdas de mis besos? ¿Te acuerdas de mi cuerpo caliente y desnudo en tus ojos como un horizonte? ¿Recuerdas mis jadeos? Dime, ¿cómo se escribe un gemidito de amor?
LUIS. – Adorada Julita: ¡Cuánto hubiera querido haberte dolido menos! Nunca me perdonaré mi vida. (Pausa.)Tu libro ya está foliado, la portada es azul y dorada, será muy hermoso. “El Mar y ella” no es un buen título. Te sugiero lo cambies. Estamos a tiempo.
JULIA. – Mi amado Luis: ¿Será mejor ese último calorcito de la muerte? Es que... tengo... tengo algunas pequeñas llaguitas en los muslos y en ... (Sonríe.) en mi pajarito... me duelen. Me hacen fea. Mándame dinero, por fa-
vor. Tú sabes para lo que es... No quiero ir al hospital. Hacen demasiadas preguntas. Por favor, Luis, quisiera tanto verte, tenerte aquí.
LUIS. – Unos días más y tu libro será un hecho, mi reina.
JULIA. – Nuestro libro, Luis... (Pausa.) Querido mío, ayer me internaron. Por más que grité, fueron más fuertes que yo.
LUIS. – Querida de mi alma: Los de la imprenta ya se preparan para el corte final, unos días más y listo...
JULIA. – ¡Tantas flores en el mundo y mi mesita de hospital está desolada y blanca como una novia triste! (Pausa.) La calavera de la muerte me lame los senos con su lengua engañosa; si en los próximos días no llegase mi libro, Luisito mío, no sé qué haré. Me fugaré de aquí a correr por las calles como una loca en celo, tal vez termine desmayada en una esquina oscura de este Nueva York estéril como yo, un callejón donde nadie me conozca, donde nadie me mire. Si supieras... imagino que lo tienes en tus manos... ¡Ah!
LUIS. – (Enalgúnotrolugaryenextrañasolemnidad.)Queridos colegas...
JULIA. – Que lo acaricias, que hasta lo besas despacio en su tapita azul de mar....
LUIS. – Nuestra Julita, la poeta del mar y del deseo, ya no está con nosotros.
JULIA. – Que pasas una a una las hojas de tu prólogo, de mis poemas, despacio, como fijándolas en tu siempre vívida memoria.
LUIS. – Murió sola y abandonada en una calle oscura de Manhattan; nuestra poeta, la que fue tan grande como la porteña suicida Alfonsina Storni, como la puertorriqueña agónica, Julia de Burgos, como la uruguaya asesinada Delmira Agustini... Destinos trágicos, unidos en el tortuoso rumbo de la pasión poética.
JULIA. – Que lo vas envolviendo lentamente en un papel dorado y brillante, amarrándole su cuerdita justa.
LUIS. – Se nos fue, como se nos va la esperanza, con el cuerpo abatido por las debilidades de la carne, sin dejarnos siquiera su último libro de versos, hoy desaparecido, quién sabe dónde.
JULIA. – Que escribes con tu mano firme sobre el papel: “Para Julita, Manhattan, Nueva York”.
LUIS. – Julia vivirá para siempre en nuestros corazones.
JULIA. – Y me lo envías, y yo lo recibo y tiemblo de gusto porque es nuestro, Luis, ¡nuestro!
LUIS. – Gracias a todos por acompañarnos en este gris y amargo momento.
Laluzsobreélseapagayseenciendeladelaterraza.Haciaallásedirige. LaGringaleentregaelmanuscritodeJulia.Luislotoma.
JULIA. – Y lo abro, y veo tu prólogo en el que cuentas todo tal y como pasó... (Pausa.) Y no te perdono, viejito adorable y mío, desde lo más hondo de mí, desde mis besos más profundos...
Mientras ella habla, Luis ha acercado el manuscrito a las velas del candelabroyesteseincendialentamente,comounavidaqueseextingue.
JULIA. – ...desde todos y cada uno de los labios de mi cuerpo, no te perdono amado, mío, querido de mi alma, sangre mía, mi fuerza y mi palabra, ¡Vida mía y sólo mía! ¡No te perdonaré nunca! ¡Nunca!...
LaGringaseabrazaaLuis.Ambosmirancómoelmanuscritoterminade incendiarseenelsueloconlasúltimaspalabrasdeJulia...
JULIA. – (Ardorosa.)Tuya siempre, Julita.
...hastaeloscurofinalenelqueChopinenloquece . Cádiz Buenos Aires Septiembre-octubre de 1992 Revisado en Valhalla, en 2023
HISTORIAL DE REPRESENTACIONES de Tuyasiempre, Julita.
• Estrenada por la Compañía Cemí en dirección del autor el 5 de marzo de l993 como parte de la VI Gira de la Productora Nacional de Teatro. La gira cubrió las ciudades de Orocovis, Aguadilla, Bayamón, San Sebastián, Mayagüez, Humacao y Dorado, para finalizar en la Sala Carlos Marichal del Centro de Bellas Artes de San Juan, en mayo de ese año. Actúan: Ivonne Goderich, Marcos Betancourt, Angela Mari y Jesús Garcés.
• Repuesta por el Grupo Agoteatro en la Sala Rómulo Gallegos de la Ciudad de Caracas, Venezuela en octubre de 1994, bajo la dirección de Virginia Aponte.
• Se estrena en el City Lights Theatre de la ciudad de San José, California. Octubre de 1996.
• Repuesta por Teatro El Ángel como obra de apertura del Festival de Teatro del Ateneo Puertorriqueño el 27 de agosto de 2004, bajo la dirección de su autor. Con las actuaciones de Angela Mari y Carlos Esteban Fonseca.
• Estrenada por el Tallahasee Hispanic Theater en el Opera House of Monticello, Tallahasse, Florida, bajo la dirección de Alexandra Gutiérrez. Noviembre de 2017.
Tuyasiempre,Julita
“Tuyasiempre,Julita” en el Centro de Bellas Artes
De una forma dubitativa, esta obra nos introduce al mundo aparente de los poetas Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos: el primero ya en su etapa de decadencia y la segunda en su momento de fermento lírico. Pero no parece ser la intención de su autor Roberto Ramos-Perea, establecer abiertamente que, en realidad, se trata de la relación sentimental entre ambos literatos. … Pero más allá de si es la crónica de la lucha amorosa y literaria de estos dos bardos puertorriqueños, Tuyasiempre,Julitaes una obra de enorme fuerza en su texto, que se traduce en soberbias actuaciones…
Tuya siempre, Julita nos trae a un Roberto Ramos-Perea manejando hermosas metáforas… y parece haber alcanzado su tónica definitiva. Tal vez por esta misma razón ya está consagrado en la dramaturgia iberoamericana con el codiciado Premio Tirso de Molina que se le dio en España a fines del año pasado.”
Nelson del Castillo RevistaVEA#1243. Mayo de 1993.
Tuyasiempre,Julita
“After an island tour, award-winning playwright Roberto Ramos-Perea has presented his latest work at the Performing Arts Center in a production by Teatro El Cemí. It is a very poetic piece, titled Tuya siempre, Julita , obviously inspired by the sad life of poet Julia de Burgos. The author has invented or provoked a disastrous involvement between Julia and another poet, Luis (Lloréns Torres).
This framework allows the exploration of the literary influence between two creators, their explosive and passionate affair, and the psychological and emotional dependency that develops as their lives clash and waver, ebbing and flowing with the social, political and economic issues of their time. As such, it is a fascinating play, providing insights into the minds of two fully developed characters of contrasting personalities who, in trying to understand, conquer and dominate one another, end up switching roles constantly, turning their passion into a
consuming love-hate relationship that tears them apart.
The play achieves great success in the use of poetic language and expression. It is very satisfying to enjoy the eloquent use of language, words, phrases, extracts from known or newly created poems, for they evoke a romantic mood.
Jorge Martínez Solá TheSanJuanStarDramaCritic
ElVocerodePuertoRico
21 de mayo de 1993
Tuyasiempre,Julita o la desacralización de los muertos.
María Teresa Bertelloni
En la historia de los pueblos hay figuras, nombres y personas que cargan sobre sí y encarnan los vicios y las virtudes en que los demás se reconocen; y no se sabe nunca a cuál de los dos debe atribuirse su influencia porque la historia se transforma en leyenda, y los vicios en virtudes gracias a la fascinación que ejercen sobre los otros, esos que viven y mueren sin comprometerse ni enterarse. Así, el ser humano se transforma en personaje, el personaje en mito y el mito en demonio que hay que exorcizar para que vuelva a surgir el hombre o la mujer que le dio vida. Así y solo así puede operar sobre la historia y en la historia la persona que alguna vez vivió y creó, reconstruyendo el mundo para ofrecerlo nuevo, en el esplendor y en la miseria, a su pueblo y al mundo. Eso es lo que ha logrado Roberto Ramos-Perea con su última obra teatral, TuyaSiempre,Julita , que se presentó en el Teatro Yagüez de Mayagüez los días 15 y 16 de abril.
La obra en dos actos, presenta los amores literarios de su autor a través de los personajes de Luis y Julia, cuyos nombres señalan y así lo entendió el público, hacia dos poetas puertorriqueños que encarnaron y vivieron dos distintas visiones del mundo y del poetizar: Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos.
Naturalmente, los personajes del drama de Ramos-Perea son ficticios, pero la historia cultural de donde brotan los reviste de una dimensión embrujadora que sin ella no tendrían y los espectadores más enterados seguían el desarrollo del drama como si fueran a descubrir algo distinto de lo que se lee en la historia de la literatura. El interés por la intrahistoria de los personajes aludidos añadía curiosidad a la atención del público. Eso es siempre teatralmente acertado.
Los actores, Marcos Betancourt e Ivonne Goderich lograron transmitir lo que me gustaría llamar un cambio de guardia poético y vital, que fue otro de los aciertos. En el primer acto, en efecto, dominó Marcos Betancourt. Su Luis fue una convincente y desacralizadora personificación del poeta nacional, histriónico y soberbio, hipócrita hasta consigo mismo.
El segundo acto fue de Ivonne Goderich. A pesar de algunos gestos
excesivamente teatrales, logró transmitir la amargura, la decepción, la frustración de quien pudo ser auténtico y no lo logró y aun así conserva la última esperanza, la fe en la honestidad del amor.
En cuanto al drama, el tono sarcástico y burlón, a veces excesivo del primer acto, alcanza una gran fuerza dramática en el segundo acto, que sorprende por la profundidad trágica que la risa amarga hace más dolorosa y catártica. Teatralmente, la obra resulta densa y sugerente que la parte del segundo acto, en la que los protagonistas leen las cartas que se escriben, podía haber constituido, por sí sola, un espectáculo teatral.
En conclusión, Roberto Ramos-Perea ha demostrado, una vez más, un manejo amplio y seguro de los recursos dramáticos y teatrales y que tiene todavía mucho qué decirse y qué decirnos.
La autoraesCatedráticadeLiteraturaComparada enlaUniversidaddePuertoRico,RecintodeMayagüez.
DelArenaStage.WashingtonD.C.,
“I found Forever Yours, Julita to be a very touching piece with beautiful writing. The relationship between Julita and Luis is a fascinating one which we can view either as a literal love affair or as a metaphor for a poet and his muse. Mr. RamosPerea captures both the creative sensitivity and personal arrogance of these artists.”
CathyMadison LiteraryManager
Un invento fascinante sobre la historia literaria: Tuyasiempre,Julita
Por María Solá y Elsa Arroyo Váquez
Especial para En Rojo/Claridad
¡Tremendo chisme! Roberto Ramos-Perea sugiere en su drama que un escritor sospechosamente parecido a Luis Lloréns Torres, aunque no se menciona ningún apellido, tuvo un prolongado affaire con una poeta, a quien le robó un manuscrito que publicó con su firma. El personaje de la poeta, llamado Julia, pueda relacionarse con Julia de Burgos, incluso por medio de versos específicos que se dicen en el drama. El juego entre la realidad y la mentira, la imaginación y los hechos, es el eje del drama. Hay una gran verdad que se presenta con diversas caras: que el espacio literario ha sido ocupado casi con exclusividad por los que tienen acceso al mundo o sistema literario. Ciertas personas e instituciones fomentan y controlan el gusto literario, la publicación y la difusión de libros y revistas. En particular la escritora, si ha de lograr reconocimiento, debe exhibir el doble del
talento y la maña que muestran los hombres favorecidos por ese “establishment” de las letras. Aun cuando una mujer pueda alcanzar éxito, lo paga con sufrimiento, con escarnio o queda marcada como mujer fatal, aunque no lo sea.
Tuya siempre, Julita es, pues, una consideración profunda y, valga la redundancia, dramática, de lo que es el mundo literario, de cómo se dan estas luchas por el espacio y los recursos, tanto entre artistas de distintos sectores sociales como entre las generaciones y, por supuesto, aunque no con exclusividad, entre hombre y mujer.
En este drama, Julita (¿de Burgos,) busca al vate, al poeta consagrado por el gusto de los lectores de la época, para que lea la poesía que ella ha escrito. Ella demuestra que ha leído con cuidado la obra de Luis (¿Lloréns Torres?) y probablemente ha sido modelo del oficio poético que ella ha elegido como meta de su vida. Lo admira, mas a la vez lo reta, se burla de alguno de sus versos con desenfado desafiante. Su lenguaje corporal es desinhibido y su palabra hiriente, pero en el instante siguiente lo amenaza con matarse si él no lee al poemario que ella ha escrito. Así comienza la biografía inventada por Ramos-Perea de una poeta que, si bien en términos de la cronología del drama no puede ser Julia de Burgos, nos presenta las múltiples caras de su leyenda. Julia fue una puertorriqueña y escritora que conjugó todas las marginalidades que ha generado el proceso histórico de Puerto Rico, y las asumió con valentía y sufrimiento. Burgos fue mujer, mulata, nacionalista, izquierdista, militante, feminista, escritora, irreverente, iconoclasta y apasionada. Es imposible proyectar una imagen unívoca de una mujer que reúne en su vida esas cualidades. Por eso, la Julia de Ramos-Perea junta todas las versiones de Julia, la sufrida del amor y la activista política, la mujer desinhibida y la prostituta borracha, la escritora altiva y la que se humillaba en busca un espacio en ese mundo literario masculino, la amante de un renombrado poeta casado. Es la Julia que conciben y desprecian los prejuiciados, pero también la que recuerdan quienes la aman y admiran.
Para plantear el problema del escritor en el mundo literario, Ramos-Perea hace que el local de la sociedad literaria (o casa de los autores de aquel momento) sirva a la vez como sitio de orgías o burdel. Esta doble función es una metáfora crítica de los manejos y falsos valores de los sectores dominantes del sistema literario. La autenticidad política de Julia contrasta poderosamente con la vacilación oportunista de Luis como hombre público. Son también contrastantes los procesos de creación que ambos siguen : mientras a Julita, el construir su propio discurso artístico le cuesta desnudarse y descarnarse, a Luis le es posible asumir la poesía como una pose a veces galante y superficial, a veces magna y conmovida, mas siempre retórica en gran medida.
El dramaturgo mayagüezano Roberto Ramos-Perea combina, con sagacidad y certero sentido teatral, chismes, prejuicios, datos históricos, suposiciones e inventos para jugar con el público. Por ejemplo, los protagonistas no pueden históricamente ser quienes aparentan, no pueden ser Lloréns Torres y Julia de Burgos. En un episodio Julia anuncia que acaba de morir Rubén Darío, lo cual
ocurrió en 1916. A juzgar por ese dato, la acción se desarrolla en un marco cronológico posible para Lloréns (1878-1944), pero imposible para Burgos, nacida en 1914, porque la Julita del drama, por más que se parezca a Julia de Burgos, tenía en 1916, 20 años. Por otro lado, en la obra el personaje Luis despide el duelo en el funeral de Julita, cuando en el plano histórico eso es imposible para Lloréns, dado que murió diez años antes que Julia de Burgos (1914-1953). A pesar de todo lo dicho, sin remedio se entiende, al ver Tuya siempre, Julita , que los sucesos representados se relacionan con las admiradas figuras históricas. o mejor sería decir legendarias, del bardo de Collores y la cantora del Río Grande de Loíza.
Quedamos perplejas: una obra semejante, ¿no viene a degradar la imagen de los seres que deseamos erigir como modelos de la cultura puertorriqueña? ¿Cómo reconciliamos con la idea de que el poeta nacional a veces era un viejo verde, borrachón y cobarde? ¿Será ésta la venganza que esperábamos contra lo que hacen algunos profesores cuando, antes de presentar los textos de Julia de Burgos la tildan de promiscua, la llaman una alcohólica que murió arrastrada por las cunetas de Nueva York? Más importante aún, ¿no es un deber patriótico callar las miserias humanas de los héroes y heroínas nacionales, tan entrañables por sus actos?
Es necesario y valioso conocer también las bajezas y limitaciones de los seres que han forjado el devenir que nos toca continuar; es inútil y contraproducente tratar de ocultarlas. Después de todo, ¿para qué queremos cultivar la ilusión de que puede haber personas que estén por encima de toda debilidad? Por el contrario, es más productivo entender que la cultura, la nacionalidad se construye con grandezas y bajezas, y que los que nos han precedido solo tienen que ofrecernos el camino de la constancia, de la persistencia en caerse y levantarse. No está arrinconada ni maltrecha la nacionalidad puertorriqueña, sino pujante, conflictiva, contradictoria y compleja, como tiene que ser.
No hay que horrorizarse de ver a una Julita siempre desmesurada, que termina aniquilada por el vicio, porque aún en ese momento tiene la fuerza y lucidez para indignarse contra la ofensa de su amigo y antiguo amante Luis. Tampoco hay que repudiar a Luis, que en esta alegoría de las luchas de poder en el ámbito cultural, no es un monstruo de maldad individualizada, sino una representación patética del agotamiento e impotencia para la renovación creadora. Marcos Betancourt personifica con logrado oficio al viejo zorro de las letras, no exento de momentos dignos y generosos, pero capaz de rebajarse hasta el robo literario. La conmovedora actuación de Ivonne Goderich culmina cuando su personaje Julita le grita a Luis desde la distancia que jamás perdonará que le haya arrebatado lo que, según el discurso intensamente lírico que construye RamosPerea, ella califica como "más mío que mi dolor, más mío que mi cuerpo", su arte. Con poetas y patriotas tan esforzadas como ella, no necesita la nación puertorriqueña mitificados fantoches de intachable superioridad.
Lasautorassoncatedráticasdeliteratura enlaUniversidaddePuertoRico,RecintoenMayagüez. Claridad:EnRojo.Del14al20demayode1993.
ElNuevoDía.
1deseptiembrede2005
Excelente y poética propuesta
JorgeMartínezSola
Este pasado fin de semana dio inicio la presentación teatral que clausura el vigésimo séptimo Festival de Teatro del Ateneo Puertorriqueño, que tiene lugar en su sede en Puerta de Tierra La obra presentada se titula Tuyasiempre, Julita y el autor es el dramaturgo Roberto Ramos Perea, quien fiel a su política personal también dirigió el montaje.
En ocasión de su estreno original hace ya un montón de años, por lo menos 11 ó 15, escribimos, en otro periódico, que la obra era estupenda, fascinante y llena de poesía. Nos complace señalar que dicha apreciación continúa vigente en su totalidad.
Es más, durante todos estos años hemos ido observando paulatinamente cambios en la dramaturgia de Ramos-Perea, como es natural en un autor pensante e importante.
Aquel teatro de sus inicios era un poco truculento, pero estaba lleno de poesía y compromiso, además se regodeaba mucho más en el buen manejo del idioma y el choque de ideas que ahora, que es un teatro más ácido y bastante cínico. Pero esta pieza pertenece a aquel momento de teatro duro pero tierno, de explorar el amor y presentamos personajes fascinantes y redondos, delineados cuidadosamente y con imaginación. Hoy Ramos-Perea anda por otros caminos, igualmente válidos. Pero esta obra, Tuyasiempre,Julita, podría incluirse entre sus mejores y más imaginativas obras, junto a Callandoamores,Avatar y otras más.
La obra pretende explorar una relación amorosa, profesional y tortuosa entre unos poetas, Luis y Julita, que componen trazos de Luis Lloréns Torres y Julia de Burgos, y que el autor deja deliberadamente ambiguos.
Los personajes están maravillosamente delineados. Luis lucha contra el tiempo y el insularismo que lo constriñe. Julita busca el amor y lucha contra el discrimen contra la mujer y sus propios demonios, entre los que se encuentra su sexualidad y sus orígenes humildes. La relación que puede resumirse un poco en términos pedestres como de amor y odio a la vez, está plena de conflictos y confrontaciones, a veces bastante violentos, pero bien traídos y explicados.
Un estreno muy bien logrado, con desarrollos interesantes y conflictos teatrales muy efectivos. Hasta el formato algo episódico del drama, que rompe en ocasiones la línea cronológica y juega con el tiempo, nos fuerza a cobrar conciencia del paso del tiempo. Entre el comienzo del drama hasta su repugnante, aunque comprensible desenlace, transcurren muchos años, más de 30. Y gran parte del
logro, del autor y de los actores, por lo menos para nosotros, es ver a los personajes madurando, cambiando y envejeciendo ante nuestros ojos. ¡Excelente!
Los dos personajes están estupendamente encarnados por Angela Mari y Carlos Esteban Fonseca. Ella, de lo que la hemos visto hacer, hace aquí posiblemente la mejor actuación de su carrera. Sencillamente memorable. Nos conmueve y convence ampliamente que tiene 20 años al comienzo y luego es ya una mujer madura, desencantada y deprimida.
Por su parte, Fonseca le confiere a su personaje toda una serie de gestos y detalles de personalidad interesantes y definitorios que individualizan su actuación hasta el punto de la maestría actoral que, para nosotros, lo coloca entre los mejores del país. ¡Bravo a ambos intérpretes!
Desde Venezuela.
“Tuya siempre, Julita está hecha de encrucijadas, de decisiones que solo después conocemos como trascendentales… estos dos seres se encuentran en una playa y es a orillas del mar donde veremos desarrollarse una historia de ¿amor? que a la larga les hará darse cuenta de que, en alguna parte, en alguna encrucijada, en alguna noche, con algún trago, tomaron dos caminos irreconciliables…vale la pena reflexionar sobre el camino escogido, sobre lo honesto, lo verdadero. Sobre lo que siempre queda… El autor de Tuya siempre, Julita , el puertorriqueño Roberto Ramos-Perea, ganador del Premio Tirso de Molina 1992, es considerado uno de los autores contemporáneos más conocidos, respetados y representados de la actualidad teatral latinoamericana”.
El Diario de Caracas 13denoviembrede1994
Tuyasiempre,Julita porViglamarTorresLeón
“La poesía como todas las expresiones artísticas ha tenido la necesidad de redimensionarse, de transgredir el género, lo habitual, de abordar esas mil caras con que se presenta la realidad.
Este choque que se da entre la poesía convencional y la vivencia sirvió de numen a la dramaturgia del escritor puertorriqueño Roberto Ramos-Perea, quien se adentra con la obra Tuyasiempre,Julita en el conflicto poético que se le planteó a este género literario que tiene que ver esencialmente con este hecho inefable y extraño que constituye el vivir.
El Grupo Agoteatro bajo la dirección de Virginia Aponte lleva a escena una propuesta que aborda el lenguaje de la poesía, ese que está lleno de misterio,
que se mueve en un borde donde no caben certidumbres rotundas, de donde nace su fuerza desconcertante. Con el montaje de Tuyasiempre,Julita , la poesía alza la voz, sobre todo la poética femenina latinoamericana que sobrevive, dentro de una sociedad machista, donde las poetisas deben crear en medio de una soledad que desborda los umbrales donde yacen quebradizos los cristales de la creación. Con Tuyasiempre,Julitael alma poética cae en la veneración…
ElUniversaldeCaracas 7 de noviembre de 1994
Otrosartículoscríticosquepuedenconsultarse:
Dávila López, Grace. “El teatro secreto de Ramos-Perea”. En Teatro secreto, Mayagüez, Puerto Rico: Ediciones Gallo Galante. 1993.
Rodríguez Vivaldi, Ana María. “De todas las voces una: el discurso revisionario en Tuyasiempre,Julita” . RevistadelAteneoPuertorriqueño . Año 2, Núm. 6 septiembre-diciembre. pp. 116-124.
(Foto © Juanky Álvarez)
Nació en Mayagüez, Puerto Rico, el 13 de agosto de 1959. Dramaturgo, guionista, actor, director de escena, historiador y sociólogo del teatro y el cine Puertorriqueño.
Cursó estudios superiores de Dramaturgia y Actuación en el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, D.F. y prosiguió esos estudios en la Universidad de Puerto Rico.
Es Presidente del Instituto Alejandro Tapia y Rivera. Ha sido profesor invitado y seminarista de la Universidad de Puerto Rico, la Universidad Interamericana y el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe siendo sus áreas de especialidad, la dramaturgia, la inteligencia puertorriqueña negra, la sociología del teatro, y el drama romántico del Siglo XIX.
Ha estrenado y publicado más de cien obras teatrales en Puerto Rico, Japón, Estados Unidos, Europa y Latinoamérica y sus obras han sido traducidas a más de siete idiomas. Ha sido premiado por instituciones nacionales e internacionales como el Ayuntamiento de Sevilla, Casa de las Américas de Cuba, el PEN Club de Puerto Rico, la Fundación Ricardo Alegría, la Medalla Víctor Hugo, la Asociación de Directores de Escena de Japón, el Instituto de Literatura Puertorriqueña y el Ateneo Puertorriqueño.
En diciembre de 1992, el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid, España le otorgó el Premio Tirso de Molina a su obra Miéntememás . El Premio Tirso de Molina es el más alto premio que se le ofrece a un dramaturgo de habla hispana en el mundo.
Ha dirigido y escrito las películas puertorriqueñas Callandoamores(1996), RevoluciónenelInfierno(2004),DespuésdelaMuerte(2005),Iraqenmi(2007), Lallamarada(2015) , BienvenidoDonGoyito(2017)y Vejigantes (2023) así como el largometraje documental Tapia:elprimerpuertorriqueño(2009).Ha actuado en más 70 producciones teatrales y una docena de películas nacionales.
Ha publicado el volumen de cuentos Sangredeniño(1976) y los ensayos PerspectivadelaNuevaDramaturgiaPuertorriqueña(1989), Teatro PuertorriqueñoContemporáneo1982-2003 (2003) y 4ensayosjodidosyunaobra deteatro(2012).
Publicaciones Gaviota edita su TeatroEscogidoen siete volúmenes. EditionsLeProvincialpublica sus más recientes obras: BrujadeDios(2012), PuertoRicoUrgente (2013), LaDamadelasCamelias/Marianela(2014), y cinco de sus piezas de teatro histórico GozosdeInquisición(2014), IluminadoNegro (2015), Por Maricón (2016), Vivirdeimagen(2017) y AquaFunesta(2021). EDP University edita su teatro breve Censurado(2016), su adaptación de la novela Bufé de Yvonne Denis (2021) y su estudio sobre el teatro de Julia de Burgos (2022).
Trabaja actualmente en el DICCIONARIODELALITERATURA DRAMÁTICAPUERTORRIQUEÑADELSIGLOXIX,el DICCIONARIO DELCINEPUERTORRIQUEÑOy el estudio casuístico HistoriadelaCensura TeatralenPuertoRico.
Ha publicado, además, como historiador teatral, HistoriadelaNueva DramaturgiaPuertorriqueña (1987); ObrasEncontradasdeCeledonioLuisNebot dePadilla(2008);ObrasCompletasdeManuelMaríaSama(2007), el amplio estudio LiteraturaPuertorriqueñaNegradelsigloXIXescritapornegros(2012), el tratado biográfico Tapia:elprimerpuertorriqueño(2016), y Baldorioty:Tratado Biográfico(2023).
En preparación para prensa los libros: “Losnegrosnopiensan”:historiade laintelligentsiapuertorriqueñanegray ClaraLair:laamantedelGobernador. BiografíacríticayobrasrecogidasdeMercedesNegrónMuñoz.
Actualmente vive en San Juan de Puerto Rico, y es aficionado al esoterismo y a la astronomía.
Tuyasiempre,Julita: losamoresentreJuliadeBurgosyLuisLlorénsTorres. Cartasydocumentosinéditos…………………………………………..1
Fotografías…………………………………………………………….54
TUYA SIEMPRE, JULITA. Dramaendosactos……………………………………………………..65
Historial de Representaciones de TuyaSiempre,Julita…………………107
Extractos de notas críticas aTuyasiempre,Julita………………………108
Roberto Ramos-Perea…………………………………………………..116
EdicionesTapianas TÍTULOSPUBLICADOSen2021-2023.
#1PANDEMIA..tfntologlatk!TatroPumonit¡ueñoentiempo1dtPandtmia.(2020). ObrasdeMyrnaCasas,RobertoRamos-Perea,JoséLuisRamosEscobar, TeresaMarichalLugo,AleydaMorales,CarlosCanalesyCándidoTirado.
#2TEATROREUNIDO.(1968-2023) deANTONIORAMÍREZCÓRDOVA -COLECCIÓNDRAMÁTICANACIONAL•
#1AVESINRUMBO.InspiradaenlavidadeSylviaRexach. DeRobertoRodríguezSuárezyRobertoRamos-Perea.(1974/2019)
#2VIVIRENLOSTIEMPOSDELJAIBA deIvonneGoderich.(2012)
#3MUERTOENVIDAdeRobertoRamos-Pereasobrelaobra deFranciscoArriví(1951/2022)
#4AQUAFUNESTAdeRobertoRamos-Perea(2023)
#5LAPARADAdeCarmenRivera.(2017)
#6ELGRANPINCHEdeFloraPérezGaray(1979)
*COLECCIÓNTAPIA* HISTORIASOCIALDEPUERTORICO*
# 1MEMORIASOBRELAADMINISTRACIONDELAISLADEPUERTO RICO,REDACTADAPORELINTENDENTEDONMANUELNUÑEZ,1852. ConelCentrodeInvestigacionesHistóricasdelaUniversidaddePuertoRico.
# 2OBRASENCONTRADASDEROMÁNBALDORIOTYDECASTRO.4vols. ConlaFundaciónHernándezColón.
Estaprimeraediciónselogragracias aundonativolegislativodela ComisiónEspecialConjunta deFondosLegislativospara ImpactoComunitario.2022-2023.
ElInstitutoAlejandroTapiayRivera agradeceprofundamenteestagenerosa concesión.
ALEJANDROTAPIAYRIVERA,Inc. esunaorganizaciónacadémicasin.inesde lucro,dedicadaalainvestigación,preservación,difusióny produccióndetodoJorelacionadoalaliteratura dramáticaclásicaycontemporáneapuertorriqueña,elcine nacional,asícomoaestudiosdelaliteraturay pensamientodelosintel.ectualesafrodescendientesyotras manifestacionesdelpensamiento ylahistoriaculturaldePuertoRico.