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por José Orraca-Brandenbet'Ker

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idea de Luis Enrique Vergara Fotografla: Eduardo Valdéz Intérpretes: Blue Demon, Jaime Fernández, Marta Romero 11. DETECTIVES O LADRONES (DOS AGENTES INOCENTES) (1966) Director: Miguel Morayta Producción: Atenea Films Argumento: Roberto Gómez Bolaños Fotografla: Raúl Martfnez Solares Intérpretes: Viruta y Capulina, Tin-Tan, Héctor Lechuga, Manuel "Loco" Valdés, Alfonso Mejia, actuaciones especiales: Marta Romero, Luis Aguilar 12. UN LATIN LOVER EN ACAPULCO/ UNA PUERTORRIQUEÑA EN ACAPULCO (1967) Director: Fernando Cortés Producción: Cor-Cord, lnc. Argumento: Fernando Cortés y Alfredo Varela, Jr. Fotografta: Fernando Álvarez Garcés Intérpretes: Manuel López Ochoa, Kitty de Hoyos, Marta Romero, Fernando Luján, Maura Monti 13. AMOR PERDÓNAME (1967) Director: Jerónimo Mitchell Producción: Producciones Jerónimo Argwnento: Jerónimo Mitchell y José Maria Femández Unsain Fotografia: Orlando Jiménez Leal Intérpretes: Julio Alemán, Kitty de Hoyos, Marta Romero, Pedro Annéndariz, Jr., Susana Cabrera, Braulio Castillo 14. LAS VAMPIRAS (1967) Director: Federico Curiel Producción: Filmica Vergara Argumento: Adolfo Torres Portillo y Federico Curiel Fotografia: Alfredo Uribe Intérpretes: Mil Máscaras, Marfa Duval, Marta Romero, Pedro Annéndariz, Ir., Maura Monti, John Carradine

CRÍTICA DE CINE

por JOSÉ ORRACA-BRANDENBERGER

REVOLUCIÓN EN EL INFIERNO (2004)

Producción: Proyecto Dramático Lucy Boscaoa. TUTV, CANAL 6 Dirección: Gilberto Rivera Torres Guión y Dirección Artfstica: Roberto Ramos-Perea Producción General: Vicky Cortés y Benito de Jesús Interpretes: Ernesto Concepción Hijo, Cordelia González, Braulio Castillo, Miguelángel Suárez, Francisco Capó, Angela Mari, Raúl Carbonen hijo, Elsie Moreau

Apunten la fecha. Miércoles 13 de octubre de 2004. A las ocho PM las emisoras del gobierno, Tutv, como hacen llamarse, estrenó Revolución en el Infierno, una magnifica producción dramática, que recrea uno de los eventos más vergonzosos de nuestra historia reciente. La Masacre de Ponce. Sugiero conservar la fecha en nuestra memoria colectiva porque quizás podamos decir en un futuro que en ese dfa el canal6 se recuperó de la amnesia histórica/polftica que ha sufrido por décadas. Espero que el estreno de esta pellcula para televisión le de la estocada fmal al miedo de las instituciones gubernamentales culturales a hurgar en los temas controversiales de nuestro pasado y presente.

Los dire<:tores de la Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública han sido atrevidos. Su compromiso con Revolución en e/ Infierno no fue solo crear el espacio y darle cabida en la programación, lo que exige poco 'valor y sacrifico', sino que hicieron suya la idea de Roberto Ramos-Perea de llevar a la pantalla su obra teatral del mismo nombre, y más, respaldaron esa idea con el dinero y talento que se requerfa. El resultado de este atrevimiento es una producción de envergadura, seria e inteligente, que obliga a las emisoras comerciales a ceevaluar sus criterios sobre lo que ponen al aire como 'películas puertorriquel\as'.

La trama de Revolución en el Infierno es sencilla. Conocemos a Ulpiano Perea, joven mayaguezano, y su mejor amigo, Ramón, en la primera escena. El dialogo establece la situación dramática. Ramón insiste en la importancia de participar en la parada de los nacionalistas en Ponce. Patria y conciencia son los temas. Pianito, interpretado por Ernesto Concepción, está indeciso. Asistir a la parada es contradecir la voluntad de su padre, don Nisio, un republicano rabioso, para quien la mera idea del nacionalismo es una ofensa.

Luego conocemos a Rosario, la amante de Pianito. El dialogo entre ellos también gira en tomo a la parada del próximo domingo, pero el tema es el deber. El deber a la patria, a los compueblanos, al país, el deber a la familia y el deber que nace del amor. Concluye el primer acto confrontando padre e hijo. Don Nisio arguye que el deber a la familia es el primer y único deber, Pianito discrepa alegando que el deber a la patria y a todos los puertorriqueftos, va por encima de cualquier obligación familiar. Es un debate que nunca se podrá resolver. Es la eterna discusión entre el padre, racional y práctico, y el hijo idealista. Pianito promete obedecer a don Nisio, pero sabe que la decisión que tiene que tomar, de ir o no a la parada puede ser la mas importante de su vida, quizás de vida o muerte.

Durante el segundo acto se devela la conspiración. A partir de un humilde policia unifonnado seguimos las ramas de un complot hasta encontrar las ralees del mismo en la más alta esfera de gobierno. El gobernador, el fiscal general, coroneles y capitanes han decidido darle un golpe de muerte al movimiento revolucionario nacionalista. La parada del Domingo de Ramos es el momento idóneo. Con el liderato del partido nacionalista reuní-

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dos en la protesta pacifica, los policfas armados con metralletas Thompson pueden liquidar el movimiento sin temor a una confrontación armada o represalias. La emboscada les asegwa el éxito. Presionado por su amigo Ramón y superadas sus objeciones, Pianito decide desobedecer a su padre y unirse al grupo de cadetes, de camisas negras, que van rumbo a la parada en Ponce.

Sucede lo que ya sabemos que sucede. Decenas dejóvenes idealistas, espectadores, y mujeres son abaleados indiscriminadamente. Y Pianito, es asesinado sin misericordia por un policfa sicótico. Un fmal muy dramático para un segundo acto.

El tercer acto es mas un epilogo largo que la conclusión del drama. Se destaca al fiscal de Ponce como la voz de la conciencia aunque su reto al gobernador y al fiscal general termina en su renuncia. Ramón, Rosario y don Nisio vistan los mismos temas del primer acto, patria, conciencia y el deber, afladiendo las variantes que provoca'ta muerte de Pianito. Quizás para la sorpresa de algunos, es Ramón, el que sonsaca a Pianito y lo lleva al encuentro con la muerte, el que más cambia de parecer. Su fanatismo quedó en las calles de Ponce. Ramón es ahora promotor de la paz y el cambio sin violencia. Al ftnal Rosario y don Nisio se consuelan al compartir el dolor de la terrible perdida que la muerte de Pianito representa para cada uno.

Lo que hace dificil escribir un drama de tema histórico es que el final ya se conoce. Lograr que un público se interese por el devenir de unos personajes cuyo funesto desenlace es ineludible es tarea de gigantes. Ramos-Perca supera la dificil tarea con su minuciosa exploración de los temas y la capacidad de elaborar argumentos contradictorios con el mismo afán y sinceridad. Cada personaje expresa la verdad, su versión de la verdad, y la agresiva defensa de don Nisio a los deberes de familia puede ser tan valida como los argumentos de Rosario en defensa de la patria. Los diálogos entre padre e hijo son tan reales que estoy seguro que se repiten hoy en las casas de todo estudiante universitario que pretende seguir su conciencia idealista aunque contradiga la voluntad de sus padres. El conflicto y el drama de Revolución en el Infierno son tan históricos como modernos. Y ese es un gran logro.

La muerte y el amor son temas que requieren su espacio en todo drama. Con la letra de Ramos-Perea, Pianito anuncia su muerte desde el primer acto. Le regala a Rosario un traje de Marshall Fields, negro como el luto que sabemos vestirá y le habla de la muerte como consecuencia de su felicidad. Los policías se dan tragos de ron condimentados con la pólvora de sus balas, como muestra de su hombria y súnbolo de sus intenciones. La otra cara del amor, lo expresa el policía Ñemo, que jura quitarle la vida a Pi anito para quedarse con Rosario. El valor, el miedo, el honor y la justicia se suman a los temas que entrelazan los personajes con la situación histórica. R.amos-Perea hace que Revolución en el Infierno sea relevante como un denunciante documento histórico y como una parábola de la vida del puertorriquefio cuyo debate politico y social continúa dando vueltas como la rueda de una carreta sin destino final.

Lo más importante para lograr la credibilidad de un drama es la actuación. La espontaneidad, la sinceridad, y la convicción del actor es lo que hace que las palabras escritas calen en la audiencia y provoquen el interés del público en conocer lo que falta por suceder. En Revolución en el Infierno todas las actuaciones son buenas. No hay personaje, por pequetla que sea su participación en la pantalla, que no esté a la par con los grandes nombres de nuestro teatro, aunque algunos son mas iguales que otros. Miguel Ángel Suárez, que interpreta a don Nisio y nos tiene acostumbrados a la excelencia en la actuación, en este caso, supera lo esperado, lo imaginable. Su caracterÍ7lleión no solo consigue que le prestemos atención a lo que dice don Nisio, sino que nos hace entender y sentir lo que mueve al personaje, que solo pretende el bienestar de su hijo. Con Miguel Ángel Suárez, don Nisio se nos hace familiar, lo conocemos, lo hemos visto antes. Se nos parece a aquel tío, que todos tenemos, que parecfa fuerte, dominante, exigente y severo, pero que al ftn de cuentas era uno mas de nosotros, con nuestros mismos temores y ansiedades. Aquel tío que en momentos de crisis fue el sostén de la familia.

Ernesto Concepción, como Pianito, hace un trabajo espléndido. Pianito es un personaje tipo Hamlet, que no logra decidirse y vacila entre los polos opuestos que representan Rosario y don Nisio. Es un personaje dificil de interpretar. Ernesto Concepción consigue que aceptemos las ambigüedades del personaje, no como miedo o indecisión sino como parte de su carácter respetuoso y honesto. hace parecer que la muerte que persigue a Pianito no es el final de la historia sino un destino trágico que detiene el tiempo en el momento de mayor fe.. licidad.

Raúl Carbonen interpreta un personaje grotesco, mentalmente enfermo, villano y cobarde hasta la médula. Y lo interpreta con un deleite que mete miedo. Para los que gustan de aplaudir a los villanos, este personaje de Carbone U, gana sus merecidas ovaciones. Cordelia González es Rosario. Ni más ni menos. Llevando su mensaje de patria, sangre y sacrificio con el mismo aplomo que el luto que abriga su futuro. Francisco Capó, intérprete de Ramón, cumple a cabalidad su rol del amigo finalmente responsable por la muerte de Pianito y logra que no sea una sorpresa cuando el personaje abandona su postura de héroe rebelde. Braulio Castillo encama la tegridad y el respeto. Ángela Mari y Maribel Quii'iones le suman al drama con su mera presencia. La lista de buenas actuaciones se extiende hasta incluir a todo el reparto.

En este medio, frecuentemente el pasar desapercibido es un atributo. Los valores de producción están a la par con la calidad del drama y las actuaciones. La dirección de arte, a cargo de Jesús Lugo, se distingue primero, junto a la fotografia de Salvador A vellino. Ambas, ajus-