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Notas de Don Manut!l Mindez Ballester

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(mentor de Callas), Oliviero de Fabritis, Francesco Molinari Pradelli, Antal Dora ti, Fausto Cleva, Pietro Cimarra, Antón Coppoh, Nicola Rescigno, Carlos Chávez entre otros. Y entre sus colegas famosos se encuentran; Guiseppe di Stefano, Feaucio Tagli2vini, Giacomo Lau.ti-Volpí, Giuseppa Campara, Leonard Warren, Robert Menill, Giuseppe Taddei., Giuseppe Valdengo, Cado Tagliavue, Salvatore Baccaloni y Nicola Moscona. También coincidió en temporadas operísticas con Maria Callas, Mario del Monaco y Beniamino Gigli. En 1972 Graciela Rivera fue invitada a enseñar en el Hostos College de la ciudad de Nueva Yo!k en calidad de "Assistant Professor". Allí impartió cursos de Historia de la Música Puertoo:iqueña, dirigió el Coro -actividad ésta que la llenó de mucha satisfacción-, dio cursos de Teoria de la Música, Introducción a la Música y Armonía. También enseñó italiano y español. En 1974 produjo y protagonizó la ópera Ntla del compositor puertorriqueño Manuel B. González. Aquí voy a dar lectura del testimonio que nos da este pianista y compositor puertorriqueño contándonos cuál fue su experiencia al trabajar con ella. "Cuando Gracieh vino a trabajar a Hostos, y me pidió que la acompañan pan un recital en la Catedral de S t. J ohn the Divine, mi gozo se tomó casi pánico. La primera vez que acompañé a una cantante había sido en Texas, cuando yo estaba en la Fuerzas Armadas (Air Force) y tocaba muchísimo para el USO, pero después de varios "shows" todo se hada rutina. El mínimo minuto que pasábamos haciendo música, Graciela demostraba el amor que tenía para el canto. Cuando empecé a ensayar con Graciela fue una cosa excepcional A principios me faltaba aire y se me iba la respiración; hasta que me di cuenta que inconscientemente estaba respirando al ritmo que Graciela resphaba, ¡y eso era imposiblelll¡Córno recuerdo cómo ellareial El talento de Graciela le permitía cantar una melodía de tal manera que no se notaba cuando respiraba o cuando dejaba de respirar. Las melodías más dulces, más perfectas musicalmente, y de gt:an belleza, las oia de Graciela. A veces cuando ella sostenía una nota (en cualquier registro) yo, como acompañante, me preocupaba porque en ocasiones se me olvidaba que la estaba acompañando y me quedaba "eslembao" escuchando y pensando que lo que yo oía era humanamente imposible. Pero en poco tiempo aprendí que sí era posible. Muchas veces me preguntan y respondo que la lección musical más valiosa que he aprendido es el respeto y amor que tengo hacia la voz humana. No hay sonido más bello que el de la voz humana, y tengo el honor de haber compartido ratos inolvidables acompañando a la primera diva puertorriqueña, mi amiga Graciela." Nuestra soprano ha recibido innumerables honores de parte de instituciones gubernamentales, c.ívicas, culturales y educativas. Ha recibido Doctorados en Humanidades de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y del Herbert Lelunan College de la Universidad de Nueva York..

Graciela tiene a su haber tres discos comerciales: Danzas Puertorriqueñas; Canciones de Navidad, acompañada nada menos que por José Enrique Pedreira, y el ya mencionado disco de canciones de lrma Morillo. En mi gestión como Presidenta de la Sección de Música del Ateneo Puertorriqueño, en nombre del Presidente y en el mío propio, siento una particular satisfacción de premiar, aunque de maneta verdaderamente hwnilde, la labor de esta gran artista puertorriqueña. Reciba Graciela Rivera, con el más cariñoso de nuestro agradecimiento estas flores heanosas, así como esta pequeña placa donde se cita su labor con especial orgullo patrio. Y como Gra.ciela dice que nunca se ha retirado del canto, esta noche, más adelante la tendremos cantándonos algunas piezas. Ahora nos gustarla que nos telatara algunas anécdotas de su larga y fructífera carrera.

18 de diciembre de 2003

EL TEATRO SATÍRICO

(Notas de MANUEL MENDEZ BALLESTER

al programa de representación de su obra LOS COCOROCOS en el 21 Festival de Teatro Puertorriqueño del ICPR. en el Teatro Tapia ell3 de marzo de 1980, en una producción de Teatro La Máscara en una producción de Helena Montalbán.)

Hay ocasiones en la historia en que el mundo tropieza, se tambalea y cae de espaldas con las patas arriba corno un caculo. En tales ocasiones los mortales se vuelven locos y se tiran de las greflas cuando no se tiran a matar. Asi, patas arriba, se halla el mundo en estos dias. No es la primera vez ni será la última, pues todavía nos quedan algunos billones de años por delante mejorando lo presente. De manera que este estado de locura en que hoy vivimos pasará el día menos pensado cuando estornude el gigante de Gargantúa y el escarabajo del mundo enderece sus patas y cambie de rumbo. De acuerdo con don Beltrán de Papahígo, vivaz historiador de civilizaciones muertas, estas caídas y locuras del mundo suceden cada vez que la corrupción política, los intereses creados, los amapuchos, la desvergüenza, la avaricia, la