N°542-CHICLAYO, 13 DE FEBRERO DE 2015-LAMBAYEQUE-PERÚ EDITORIAL DROGADICCIÓN Y ALCOHOLISMO La salud es el patrimonio más importante de toda comunidad humana para impulsar su desarrollo económico, social, cultural y político. Es un derecho natural que todo hombre adquiere al nacer. Un pueblo enfermo, no puede alcanzar el pleno desarrollo de sus facultades productivas. Nadie duda hoy día que la salud es la piedra angular para todo hombre que quiera alcanzar su bienestar. Las múltiples acciones que s emprendan para alcanzarla trascienden el interés individual porque compromete a toda la comunidad humana. Uno de los males sociales actuales es la drogadicción y alcoholismo, que está minando al potencial más rico de nuestras naciones –la juventud- bloqueando sus cualidades que podrían vertirlas para trabajar por el desarrollo de sus comunidades. Frente a éste complejo problema agravado en estos últimos años, las instituciones educativas, tenemos que realizar continuamente evaluaciones de nuestros programas y métodos para revisar su eficacia y vigencia histórica. Sabemos que toda pedagogía es dinámica, no estática, porque se va enriqueciendo con el avance de las ciencias sociales y la tecnología, que surge como respuesta a las necesidades propias de cada comunidad. La experiencia acumulada en cada uno de nuestros pueblos en más de sesenta años de escultismo nos prepara para asumir la responsabilidad de acoger a nuestra juventud y compartir ideales de servicio y de entrega, de fraternidad y solidaridad, posibilitar diversas acciones y trabajos que permitan al joven, descubrir que su aporte es invalorable para el desarrollo de su comunidad y, que el sueño de una sociedad mejor será posible si cada uno de nosotros aporta lo mejor de sus ideales y de su vida. La nobleza que siempre hemos constatado en los jóvenes hará posible que se sacuda del mundo de hedonismo y placer en el que se encuentra, descubra que su situación de inseguridad afectiva, social y económica puede ser superada si participa activamente en la construcción del mundo que quisiera vivir. La drogadicción no debe verse como causa de los males de la sociedad, tenemos que precisar que es la consecuencia de una serie de desajustes en la personalidad provocados posiblemente por problemas inherentes al campo familiar o social. Acrecentemos nuestros esfuerzos para lograr que la mayor cantidad de jóvenes de esta parte del continente tengan la oportunidad de desarrollar su vocación de servicio y alcanzar la madurez social en el Movimiento Scout. Será la mejor contribución que podamos dar en esta parte del Mundo. Tomado del Boletín Internacional “Acción” N° 4 del mes de marzo de 1980, siendo Director el Señor Daniel Oscar Tagata. EL DIRECTOR