vías. La expansión de volumen, probablemente se consigue mejor con soluciones cristaloides isotónicas, lactato de Ringer y solución salina. Las soluciones cristaloides son más económicas, se encuentran más disponibles y no producen reacciones de sensibilización. Ellas expanden efectivamente el agua intersticial y corrigen las deficiencias de sodio. Pero no expanden eficientemente el volumen intravascular, sólo una cuarta parte de la solución cristaloide permanece en el compartimento intravascular. Por esto se requiere una gran cantidad de cristaloides para restaurar el volumen intravascular en el paciente hipovolémico. Las infusiones rápidas, pueden causar edema pulmonar en el niño crítico con enfermedad cardíaca o pulmonar de base. Las soluciones coloides, permanecen en el compartimento intravascular más horas que los cristaloides. La sangre y soluciones coloides como la albúmina al 5%, el plasma fresco congelado, y las soluciones de coloides sintéticas (dextran 40 y 60), son expansores de volumen, más eficientes, que las soluciones cristaloides. La sangre es recomendada para el reemplazo de volumen, en los pacientes de trauma pediátrico con inadecuada perfusión, a pesar de la administración de 2-3 bolos de cristaloides. En la terapia de reanimación con líquidos, los bolos de cristaloides de 20 cc/kg se administran rápidamente, generalmente en 5-20
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