Trastornos del comportamiento en la infancia y la adolescencia: ¿qué está sucediendo?

Page 19

La adaptación española del BASC, Sistema de evaluación de la conducta de niños y adolescentes (Reynolds y Kamphaus, 2004), permite evaluar los aspectos adaptativos e inadaptativos de la conducta de los niños y adolescentes desde los 3 hasta los 18 años. El BASC diferencia tres niveles en función de la edad (preescolar, escolar y adolescente) y recoge información de los padres (escala P), de los profesores (escala T) y del propio paciente (escala S). Evalúa tanto aspectos positivos como negativos. Para tener información del grado de adaptación del paciente y las actitudes de los padres también se puede utilizar el Test Autoevaluativo Multifactorial de Adaptación Infantil (TAMAI) de P. Hernández (2004), aplicable de los 8 a los 18 años. Teniendo en cuenta la importancia de la integridad neuropsicológica en el pronóstico del trastorno, siempre que haya dificultades a nivel académico, es útil obtener información del rendimiento del niño a nivel del razonamiento verbal, razonamiento perceptivo, memoria de trabajo y velocidad de procesamiento, aplicando la Escala de Wechsler para niños (WISC-IV). Cuando se sospecha la coexistencia de otros trastornos (TDAH, ansiedad, depresión, etc.), se utilizan los métodos de diagnóstico específicos y apropiados para éstos.

Cuando el paciente presenta síntomas que hacen sospechar la presencia de déficit de atención y/o hiperactividad, o bien un trastorno de ansiedad o del estado de ánimo, se debe utilizar el material de psicodiagnóstico específico para la evaluación de estos trastornos.

2.8. Tratamiento El tratamiento integra acciones dirigidas tanto al niño como a su familia.

Programas de entrenamiento a padres: Se enseña a los padres a establecer reglas, dar normas claras, negociar acuerdos, dar refuerzos positivos y también como aplicar métodos disciplinarios eficaces cuando la conducta requiere castigo.

Debido que en el trastorno de conducta hay múltiples factores determinantes, el tratamiento tiene que combinar e integrar intervenciones, dirigidas tanto al niño como a la familia. Los programas de entrenamiento a padres, la terapia multisistémica, el entrenamiento en la resolución de problemas, las intervenciones psicopedagógicas, los recursos comunitarios psicoeducativos y el tratamiento farmacológico, forman parte de los recursos que los profesionales utilizan para diseñar los planes terapéuticos de cada caso. Programas de entrenamiento a padres: Están diseñados para incrementar la coherencia y consistencia del proceso de socialización de los hijos dentro del hogar. La mayoría de programas se centran en la modificación de conducta del hijo y en el incremento de comunicación y mejora de la relación padres-hijos. Se enseña a los padres a establecer reglas, dar normas claras, negociar acuerdos y reducir o eliminar las reprimendas verbales. Los padres también aprenden a utilizar el refuerzo positivo para incrementar las conductas más adaptadas y actitudes prosociales. El niño descubre que sus padres ya no ven en él sólo lo negativo y este cambio de actitud facilita la reducción del patrón de interacción coercitiva. También se enseña a los padres cómo aplicar métodos disciplinarios eficaces cuando la conducta requiere un castigo. Para que los cambios que se van produciendo en casa, se generalicen a otros ámbitos, el niño ha de incorporar las nuevas formas de actuar y para ello necesita contar con el apoyo y confianza de los padres. En

17


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.