El que no está dispuesto ...
Facundo Cabral
nuestros prejuicios, lo que llamamos mal es nuestra distracción del bien porque no existe el mal en la Creación de Dios, lo que llamamos mal es el bien en decadencia por nuestra ceguera). Todavía no comprendimos que el asesino y el loco son enfermos a los que tenemos que curar, no encerrar, y no hay cura como la comprensión, es decir el amor (el amor es la primera respuesta que el otro necesita, y el amor nos enriquece porque incluye al otro). Hay equivocados, no malos, y el castigo no sirve porque el miedo no cura, cura el amor, que es valentía. El mal que haces a los demás te lo haces a ti mismo porque todos somos parte de lo mismo, es decir que tu equivocación, tu distracción, a la que llamamos mal, pone en peligro a todos, como un hombre sano es la esperanza de todos. Por favor, no confundas al enfermo con su enfermedad, no te castigues castigándolo. Aprende a decir que no y nunca te sentirás incómodo, entonces no te harás mal ni le harás mal a nadie. Deja las ilusiones que no puedes 45