Sentimientos sufridos
Poemario



Por la noche en el mar navego y quiero que todos anhelemos.
Miro, pienso. El mar me dice que no termina.
Mi cobardía, nace. Mi tiempo, corre.
Mi sonrisa, muere. Mi tranquilidad, tarda.
Las olas, susurran que debo irme. Y las mareas, tratan de auxiliar mis pensamientos.
Las estrellas de arriba, me desvían.
Descansar en paz, Es bueno si te conocí.
Si quiero descansar, No quiero decir adiós, y si digo adiós, aún no quiero descansar.

Vive y recuerda
Hijo, crecer no es solo estar más alto o tener más edad.
Crecer te hace ver las cosas diferente, y al principio todo te confundirá.
Podrás sentir, traición, temor y, sin falta, cansansio.
Será un mundo totalmente diferente, que siempre te podrá decepcionar. Pero sí habrá cosas maravillosas, que cuando las vivas, te enseñaran a valorar el tiempo.
Hijo, solo cuando lo vivas, sea bueno o malo, disfruta, disfruta, disfruta, el momento.
Al final, recuerda, recuerda, recuerda.
Al final, algo valdrá la pena.

Orgullo
La fogata, hipnótica, baila la mujer, apática, espera.
Mi suspiro, le intriga.
Si hay que regalar mi suspirar, deberé besar, pero yo no quiero empezar, debe ella primero invitar.

Sentir el amor
Tu mirada se encuentra, en cada par de aretes preciosos, y la resplandeciente luz que posee, me está aprisionando.
En tu voz, me acurruco.
Me siento como una niña, a la que le están leyendo un cuento, pero no pegaré ni un ojo, para no perderte.
Ámame, ámame, ámame.
Tu presencia es mi té de cada tarde, porque si te acercaras a mis labios, un calor llegará hasta mis orejas.
Me enamoraste, y me atrapaste.
Deseame, deseame, deseame.
Soy yo, la única, que puede saber, como amarte.

Vivir
He aprendido a disfrutar. Y que las sonrisas, no son las únicas que cuentan.
He aprendido a llorar. Y que disfrutar la tristeza, es también para disfrutar.
He aprendido a sonreír. Y que cada sonrisa tiene poder, aunque sea un recuerdo borroso.