“Inspirador del Hogar de Cristo Ecuador" Josse van der Rest, s.j. (Bruselas, 1924 – Santiago, 2020)
Va apagando las luces por los pasillos, saludando a voz en cuello y anunciando la novedad: “¡Tenemos nuevo provincial, chiquillas! Es un venezolano”. Por Ximena Torres Cautivo, Diciembre 2016. osse van der Rest (92 años) se refiere a Arturo Sosa, el recién electo Superior General de los jesuitas de todo el mundo. Funcionarios y secretarias de las oficinas del Hogar de Cristo lo saludan con simpatía, mientras farfulla: “No sé si ahorraremos algo con esto de apagar las luces”. Caminamos detrás de él, obedientes, rumbo a su oficina, observando a este hombre alto y fuerte pese a su edad, que viste una raída guayabera blanca. La camisa tiene el cuello deshilachado y parece muy poca ropa para una mañana tan fría, pero este cura belga, con título nobiliario y familia multimillonaria en Bruselas, conocido como “el padre de las mediaguas” en Chile, donde llegó en 1958, no se amilana. “Vengo de un país donde en invierno puede haber hasta 8 grados bajo cero”, dice en su español entreverado y poco académico del que se enorgullece. “Nunca ‘abrí’ una gramática, nunca un diccionario. Hablo chileno de oído. Aprendí en las poblaciones, en las invasiones de terrenos”.
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Como 92 son muchos años, tiene más historias que nadie. Es el primogénito de la familia dueña del poderoso consorcio de empresas belga ETEX, que en Chile tiene nueve industrias y más de 300 en el mundo. “Les hace bien a los ricos tener un comunista en la familia”, bromea, confesando que sus tíos más conservadores siempre lo hallaron medio revolucionario, un cura rojo. “Pero la segunda, tercera y cuarta generaciones, la de los sobrinos y los sobrinos nietos y sobrinos bisnietos, no sabes lo macanudos que son. Todos quieren renunciar al capital. Muchos han venido a construir mediaguas con Techo. Cualquier adolescente que va a trabajar a Curanilahue o a cualquier parte donde se necesita levantar una vivienda para los más pobres, mejora, se transforma. Conocer al pobre es mejor que ir a la universidad. Los pobres deben ser nuestros maestros. Es lo que enseña Jesús. Él vivió como pobre entre los pobres, por eso, pero hoy nadie entiende eso”.