P 01 b Portada_P 01 14/04/2016 13:26 Página 1
La dignidad del trabajo. Creación, amor y justicia.
HOAC.es • Nº 170 • mayo 2016 • III Época • 0,80€
D
así lo vemos
ifícilmente no tendremos en nuestro entorno personal, familiar o del trabajo personas queridas que sufren la precariedad en las condiciones laborales o la falta de empleo tan esencial para «ganarse la vida». Son esos rostros cercanos los que responden a las frías cifras de desigualdad, pobreza laboral y precariedad vital. Son cercanos y entraña un sufrimiento que nos es conocido y que nos emplaza a levantar la voz para reclamar trabajo decente, porque si no es así «la dignidad está herida» (Francisco). El trabajo es una necesidad imprescindible para cualquier persona. A través de él nos planteamos vivir dignamente; favorece y desarrolla nuestras capacidades y nuestra humanidad y, con ello, avanzar en la creación de una sociedad más justa, más solidaria… más decente. Por eso, cuando la Iglesia señala que «todos puedan poner sus capacidades al servicio de los demás» para «contribuir al desarrollo de las personas y de la sociedad» (ISP 32), implica necesariamente condiciones respetuosas así como una economía orientada a este planteamiento. Una cuestión hoy más necesaria que nunca a la vista de los efectos devastadores, provocadas por las medidas «anticrisis», a los derechos y a la vida de la mayoría de las personas trabajadoras. Por eso la HOAC y la JOC, organizaciones de la Iglesia comprometidas en la realidad del mundo obrero y del trabajo, denuncian estas situaciones dolientes e injustas que atentan contra los derechos de las personas y de las familias y reclaman salvaguardar la dignidad de toda mujer y todo hombre «en las fábricas, en los talleres, en las minas, en los campos, en la mar, en las escuelas, en los despachos y en nuestras casas...» para favorecer así un proyecto de humanidad acorde al plan de Dios.
Pilar Martín y Juan Rodríguez, militantes de la HOAC