Un Mundial de Fútbol con perdedores Creando empleos por el bien común Edita HOAC - Nº 155 - JUNIO 2014 - III ª Época - 0,75 € - Suscripción anual: 6 €
Se necesitan empresarios solidarios así lo vemos ras siete años de crisis, infinidad de sacrificios y recortes y varias reformas del marco laboral, se ha sabido que los consejeros ejecutivos mejor pagados de las compañías del Ibex 35 (el grupo de empresas más selecto que cotiza en la Bolsa de Madrid) ganaron de media 75,5 veces más que sus plantillas. Desde la teoría económica imperante, se justifican los altos incentivos como medio, el único, para retener a los más productivos y conseguir de ellos sus mejores esfuerzos. Sin embargo, ese mismo pensamiento se utiliza para rebajar los sueldos de los trabajadores más humildes, con el fin de ganar en competitividad.
T
Nadie duda del papel importante de las empresas y los empresarios. Pero no todo vale, el único motor no puede ser la
búsqueda incesante del máximo beneficio. El Papa Francisco, en una audiencia con los miembros de la Fundación ÿCentesimus Annus-Pro PontificeŸ, dijo que «en el sistema económico actual –y en el modo de pensar que genera– la palabra «solidaridad» se ha convertido en un inconveniente, incluso molesto. La crisis de los últimos años, que tiene causas profundas de orden ético, ha incrementado esta ÿalergia» a palabras como solidaridad, distribución equitativa de los bienes, prioridad del trabajo...». Además explicó que «el Evangelio le pide (al empresario) poner en primer lugar a la persona humana y al bien común, hacer todo lo posible para asegurarse de que haya oportunidades de trabajo, y de trabajo digno».