hoja nº 4 Rovirosa

Page 1

Rovirosa

Causa de canonización de

Guillermo

HOAC

HOJA INFORMATIVA Nº 4

JULIO 2008

SU VIDA La experiencia de su conversión a Jesús marca la vida de Rovirosa y la transforma. La fe y el bautismo son un tesoro que progresivamente va a ir descubriendo. «Hasta que tuve treinta y seis años no empecé a interesarme por aquel Gran Desconocido que para mí era Jesús. Enseguida ganó mi voluntad y el corazón se me iba hacia Él. Pero no podía aceptar que un hombre, por extraordinario que fuese, pudiera ser Dios.» Cuando, tras ocho meses de lucha agotadora entre la atracción de Jesús y la repulsión de su inteligencia, descubre la humildad de corazón de Jesús, da el paso a la fe: «Aquella maravilla no habría podido salir nunca de ningún hombre, por extraordinario que fuese. ¡Jesús era Dios! ¡Jesús ES Dios! Fue un deslumbramiento que trastornó toda mi vida». Efectivamente, encontrar a Jesús y disponerse a seguirlo fue todo uno: «Cuando pasa el Señor, la salvación no está en verlo pasar, sino en ir con Él». Y esta conversión le lleva a cederle a Él el centro de su vida: «La conversión al cristianismo empieza exactamente cuando uno hace esta afirmación: el Yo de Cristo es, para mí, muchísimo más importante que mi propio YO. El centro del universo ya está ocupado; ya no puedo ocuparlo yo: ¡lo ocupa Él! Mientras que yo pretendo ocupar el centro del universo, toda la creación junto con los hombres y el Creador se revuelven contra mí, todo me es hostil; pero en cuanto cedo este puesto a Cristo, la creación me acoge como un nuevo elemento positivo dentro de su armonía, y el mismo Cristo me asegura que si le amo me hará uno con Él y me hará entrar en su felicidad».


Esta nueva dinámica que experimenta en su vida Rovirosa la enraíza en el Bautismo. Él había sido bautizado poco después de nacer, pero nunca había tomado conciencia de lo que eso suponía. Es ahora cuando descubre y valora este don y se entusiasma con lo que implica. «El acto trascendental en el que cada uno “firma” la Nueva Alianza es el santo Bautismo y su nota distintiva es la libertad». «El bautizado consciente sabe que el centro del Universo, de la Historia y de la Eternidad es Cristo y que todo lo que no tiende hacia Él traiciona su vocación, su razón de ser.» Hace suya la expresión de San Pablo: «No soy yo, sino que es Cristo quien vive en mí», y concluye: «Esto, esta maravilla incomprensible y ciertísima, es lo que el Bautismo es en su radicalidad». Sabe que en toda esta historia de salvación hay una muerte por medio, la de Cristo, muerte que no ha sido derrota, sino victoria radiante en la resurrección. Y esto implica seriamente al que es bautizado, como sumergido en ese misterio de muerte y resurrección, también él invitado a morir para vivir: «El compromiso del bautizado consiste en afirmar su fe en que Jesús es Dios y en la conversión de vida, aceptando la muerte con Cristo como punto de partida para vivir en Cristo.» «Los bautizados fieles a su bautismo ya han transcendido la muerte y se encuentran en la región de la Vida y de la Luz. No pueden morir porque ya murieron en el bautismo.» «El bautizado acepta matar su mala inclinación que le lleva a referirlo todo a sí mismo, para referirlo todo, y él mismo, a Cristo. Entonces se le transforma todo en don de Dios…» Rovirosa se cuestiona el hecho de la escasa penetración del Espíritu de Cristo en una sociedad como la nuestra, compuesta por cristianos. Los bautizados no cumplen —no cumplimos— las condiciones que el bautismo comporta: darle el SÍ a Jesús con todas las consecuencias. Es decir, renunciar o morir a uno mismo, al Yo orgulloso que pretende ser el centro de todo, y poner en su lugar a Cristo resucitado con su admirable concepción de la vida humana y con el poder de su omnipotencia.


SUS ESCRITOS «En los dieciocho años que siguieron a mi (digamos) conversión, me parecía que el cristianismo me exigía un mínimo, y que el sobrepasarlo ya era cosa de mi generosidad con Jesús; que podía hacer actos “meritorios”, que me tenía que ir “perfeccionando” en la virtud, que yo podía dar “buen ejemplo” a los demás, etc., no dándome cuenta de que en todo esto todavía era mi Yo el que erguía la cabeza... Después de lo que se podría llamar mi conversión bautismal, todo tomó otra dirección: y ya no fue cuestión de pecados y virtudes, de méritos y de faltas, ni de sacrificios, mortificaciones, generosidades... Todo quedaba reducido a dos polos antagónicos: fidelidad y traición.» (Obras Completas, Tomo I, p. 529)

TESTIMONIO «No quiero esperar más tiempo para decirle el doble resultado de la conversación con usted del pasado día tres. El primer resultado ha sido que, desde ese día estoy viviendo, minuto a minuto, como nunca me había pasado, el misterio del Santo Bautismo, con plena conciencia. Puede que resulte gracioso oír esta confesión de un sacerdote... Pero es así. Usted no me dijo nada nuevo, pero yo me sentí inundado de gracia, de convicción, de un deseo irresistible de vivir la gracia bautismal con una plena conciencia y con todas las consecuencias. Puedo decirle que el recuerdo de mi Bautismo me ha dado una gran fortaleza y confianza y una alegría inexpresable. El segundo resultado ha sido que me he decidido a llevar a la práctica este año una campaña destinada a dar a conocer y estimar el Bautismo y a sugerir las responsabilidades personales y sociales que pesan sobre los bautizados.» (De la carta de un sacerdote capuchino a G. Rovirosa el 10-1-1958)

AGRADECIMIENTO «Me comunicaron que una amiga mía había sido hospitalizada debido a un bloqueo intestinal y que los médicos ya hablaban de operarla de un tumor. La encomendé a Guillermo Rovirosa, insistiéndole en que la ayudara: “que es una obrera como tú”, le decía. A los pocos días el intestino empezó a funcionar y, aunque lo buscaban una y otra vez, el tumor no volvió a aparecer en el escáner. Quiero agradecer y comunicar públicamente este favor.» D.O. (Logroño)


ORACIÓN Padre, tú llamaste a Guillermo Rovirosa, le mostraste la grandeza de tu amor, manifestado en Jesucristo, el obrero de Nazaret entregado hasta la muerte y resucitado, y lo enviaste como apóstol al mundo obrero. Concédenos vivir, con su misma coherencia, el bautismo que nos ha hecho hijos tuyos, de modo que en el trabajo de cada día lleguemos a transformar la sociedad según tu voluntad y a transmitir la alegría de la fe a nuestros hermanos. Te pedimos, por su intercesión, ayuda ante la necesidad que te presentamos (...) y el gozo de agradecértela con un mayor compromiso a favor del amor y la justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor. (para uso privado) Con licencia eclesiástica, de conformidad con el decreto de Urbano VIII

Para recibir más información, enviar testimonios o comunicar agradecimientos, dirigirse a:

HOAC-Causa de G. Rovirosa C/ Alfonso XI, 4-3º. 28014 MADRID Tfno.: 91 701 40 80. Fax: 91 522 74 03 Correo electrónico: rovirosa@hoac.es Para aportar ayudas a la causa, pueden hacerlo mediante giro postal a la dirección arriba citada o mediante ingreso en la siguiente cuenta: Caja Madrid, c/c 2038-1590-29-6000054839 Promotora de la causa: Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

Su proceso de canonización se abrió el 8 de julio de 2003


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.