ORAR EN EL MUNDO OBRERO Domingo de Ramos (20 de marzo de 2016) Comisión Permanente HOAC
Entre las numerosas figuras que los Evangelios nos presentan en la semana de Pasión hay una que a los militantes de la HOAC nos merece una particular atención. Es la borriquilla que llevó sobre sus lomos al Salvador en el Domingo de Ramos. Entre todas las borriquillas que existían en el mundo, aquella precisamente fue la única escogida para llevar a Cristo. Cumplió su cometido con toda fidelidad y después volvió a la oscuridad de sus tareas, sin envanecerse de su privilegio circunstancial. ¿No es acaso lo mismo que la Iglesia pide a los militantes que han sido llamados a la HOAC? La utilidad de la intervención de la borriquilla fue conseguir, sencillamente, que vieran a Cristo aquellas personas de la masa que estaban lejos de Él. (Rovirosa. OC, T.V, 484-485)
Domingo de Ramos, Semana de Pasión. Tiempo más de silencios que de palabras, más de escuchas que de acciones, más de sentimientos que de certezas. Hoy le acogemos entre nosotros, aclamándolo. Él reaviva nuestra esperanza en su entrega. Hoy somos invitados a ser, nuevamente, borriquillas.
Pregón de Semana Santa
Este es el tiempo de la historia, de la historia dura y pura; de la pasión de Dios desbordada y de las realidades humanas.
Es tiempo de muerte y vida, de salvación a manos llenas; del nosotros compartido, del todos o ninguno, y del silencio respetuoso y contemplativo.
Tiempo de amor, tiempo de clamor; tiempo concentrado, tiempo no adulterado; tiempo para sorberlo hasta la última gota. Tiempo de Nueva Alianza y fidelidad por encima de lo que sabemos, queremos y podemos. Tiempo en el que Dios nos toma la delantera y nos ofrece la vida a manos llenas.
Es el tiempo de la memoria subversiva, de Dios haciendo justicia y dándonos vida.
Es el tiempo de todos los que han perdido, de los que han sufrido o malvivido, y de los que han amado sin medida.
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