ORAR EN EL MUNDO OBRERO
2ª Semana del tiempo ordinario, C (17 enero 2016) Comisión Permanente HOAC
La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría (EG 1).
Como siempre, disponte –disponeos– al encuentro sereno, cariñoso, con Dios que te busca en lo más cotidiano de tu existencia. Busca un lugar y un momento adecuados. Siente su caricia. Agradece, acoge… Recuerda también en tu oración que mañana comienza la semana de oración por la Unidad de los cristianos, y que hoy se celebra la Jornada de las Migraciones. Una mirada
Hablamos de la complejidad de nuestras sociedades, del mundo en que vivimos, de los males que nos afligen… Y es que la realidad es tozuda: el egoísmo, el afán de tener y de poder nos sale por todos los poros del cuerpo, y genera mucho dolor y sufrimiento que se ceba en los más débiles. Todos los días me doy de bruces con estas personas: Veo a Juani yendo de uno a otro pidiendo cincuenta céntimos para tomarse un café, dice ella; busca compañía y un rato de conversación; es enferma mental, todo el día en la calle; está sola. Paso por delante de jóvenes, algunos con hijos, casi todo el día sentados en unos escalones, pendientes de la pantalla del móvil, otros con los cascos escuchando música, charlando entre ellos…; así un mes, otro mes, un año, otro año… Mujeres y hombres pensados, creados, amados de Dios. Y hay una atmosfera de indiferencia, de apatía, de pesimismo, de individualismo…, y es tanta que enfría los corazones. Nos deshumaniza, acobarda, des-entusiasma.
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