Oraciones verde_Maquetación 1 28/06/2016 12:45 Página 1
ORAR EN EL MUNDO OBRERO
14º Domingo del tiempo ordinario (3 julio 2016) Comisión Permanente HOAC
La gran paradoja del cristianismo, que ha desconcertado, que desconcierta y que desconcertará siempre la razón humana, es, precisamente, la de vencer a la fuerza con la debilidad, al poder con la mansedumbre y a las leyes con el amor (Rovirosa OC, T.I. 142).
A veces perdemos el entusiasmo por la misión al olvidar que el Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno (EG 265). Busca un momento y un lugar tranquilos. Acoge conscientemente la presencia de Dios que habita tu vida. Agradécela. Siente renovada la invitación de Jesús a seguirle, a poner tu vida al servicio del Reino. Deja que resuene nuevamente la llamada, la vocación evangelizadora, en tu vida. Siente la llamada
Comienza por escuchar estos testimonios:
“El equipo me ayuda a vivir la fraternidad y a confrontar la vida. Intento ser Iglesia en mi lugar de trabajo, con mis compañeros. La mayoría no son creyentes, les basta su saber. Dios no es su referencia. Mi trabajo es un lugar privilegiado de encuentro con Dios en los pobres" (Pilar). “La formación y la militancia cristiana organizada han supuesto la base fundamental de mi lucha sindical, intentar que los trabajadores fuéramos los protagonistas en nuestros puestos de trabajo. En el equipo revisamos cada situación anteponiendo por encima de todo la dignidad de la persona” (Juan). Mira tu propia vida. Los ambientes y situaciones en que se desenvuelve, tus lugares de compromiso y comunión. Recuerda que estás en ellos no por propia iniciativa, sino llamado y enviado por Dios. Refresca, renueva y agradece esa vocación evangelizadora. Y hazte consciente de cómo la vives en el día a día: ¿como orante, con un oído en Dios y otro en las personas? ¿Confiando en la fuerza de la Palabra antes que en tus propias fuerzas? ¿Desde la pobreza de recursos, y desde la pobreza que te lleva a poner la esperanza en Dios? ¿Con la alegría de valorar los pequeños logros que humanizan la vida de las personas? Escribe tu reflexión, tu revisión, tu oración. Puedes compartirla en la oración de equipo. 1