1.4 Trastornos digestivos y la convalecencia. La falta de apetito, es el signo mas común de cualquier trastorno digestivo, infeccioso o sistémico. Así mismo constituye la principal causa de consulta en la clínica de campo, debido a que es la principal causa de la disminución o pérdida de la productividad. La falta de apetito, también es la principal secuela de cualquier problema infeccioso, trastorno digestivo e intoxicaciones de origen sistémico o alimentario. En las vacas lecheras los estados de inapetencia son muy comunes sobre todo posterior a trastornos digestivos como atonía, acidosis y alcalosis ruminal; timpanismo, impactación de omaso, desplazamiento de abomaso y dilatación de ciego. Estos periodos de inapetencia pueden durar 3-5 días. Independientemente de la causa de inapetencia, esta puede llegar a cuadros serios de anorexia, que trae como consecuencia el uso de las reservas corporales como fuente de energía, lo que provoca consunción en becerros y estados graves de cetosis en vacas adultas. En ambos casos, esto implica la pérdida gradual de la productividad e incluso la muerte. 1.4.1 Fisiología Normal del Apetito: En los rumiantes, la sensación de apetito está mediada por dos mecanismos diferentes; uno a nivel del Sistema nervioso central a través del centro nervioso del apetito ubicado en el lóbulo cerebral y otro mediado por el grado de repleción del rumen y abomaso cuando están en óptimas condiciones de funcionalidad. El apetito como tal es un mecanismo de supervivencia de los seres vivos. Igual que el dolor y otros síntomas o signos del organismo, tiene la función de “avisar” que algo esta mal. La sensación de apetito es un indicativo de que es necesario incorporar combustible al organismo.