Introducción El Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco, S.J. celebra dos eventos que se unen en el tiempo: el nacimiento del Archivo Histórico que en este año 2016 cumple dos décadas de fundado y la conmemoración por los 30 años del fallecimiento del historiador de la Compañía de Jesús, Padre Juan Manuel Pacheco S.J. en cuyo honor el Archivo lleva su nombre. El mayor estímulo para buscar y seguir los pasos del hombre que desde muy niño supo cuál era su misión en la vida; el hombre quien desde muy joven fue investigador analítico, escritor, crítico y autor de crónicas, relatos e historias; el hombre que fue visible a pesar de sí mismo y que ejerció con disciplinada alegría las tareas asignadas por sus superiores religiosos; el hombre calmado aunque en su interior albergase temores e inseguridades, es el Padre Pacheco quien conocía muy bien el oficio del historiador y quizá sea el historiador colombiano de la Compañía de Jesús de mayor recordación en el futuro. El presente número de Documentos Javerianos facilita a los usuarios del Archivo recorrer la vida y obra del Padre Pacheco, S.J., como también ofrece apartes de los archivos que constituyen el Fondo Documental que lleva su nombre y que constituye el punto de partida en la fundación del Archivo Histórico Javeriano en el año de 1996. El Archivo ha trascendido fronteras como también lo hizo el Padre Pacheco a través de múltiples es-
critos, motivo suficiente para no ser inferior a su memoria. Sabiamente el Padre Gerardo Arango Puerta, S.J., Rector de la Pontificia Universidad Javeriana a comienzos de los años noventa avizoró aquello que se convertiría en el centro privilegiado de la memoria javeriana así como de la Compañía de Jesús al crear este espacio en donde se conservase de manera organizada la memoria institucional tanto de la colonia como la del período contemporáneo. El Archivo Histórico Javeriano rinde homenaje al historiador reconocido a la vez que investigador, archivero, sacerdote jesuita, académico, maestro y discípulo; al ser humano que se entregó a su vocación, vivió, amó y sufrió por sus convicciones; al hombre que sintió profundo respeto por las fuentes primarias y los testigos directos; que cumplió su misión y por lo cual tiene un lugar en la historia pero que más allá de la historia amó por sobre todo a su creador. Agradecemos la colaboración especial del P. Jairo Bayona, S.J., del Archivo Histórico de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús por facilitar documentos históricos para esta investigación; de igual manera a los PP. José Del Rey Fajardo, S.J., Alberto Gutiérrez, S.J., Francisco de Borja Medina, S.J. y al Dr. Antonio Cacua Prada por sus escritos sobre el maestro, amigo, historiador y sacerdote jesuita.
Juan Manuel Pacheco, S.J. El oficio del historiador
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