ga. Otros de difícil interpretación serían las puntuaciones, en casos como las de El Castillo tendrían un significado de orientación en el interior de la cueva, pero en otras como las de la Meaza o Chufin permanecen desconocidos sus significados. Buscar los significados a estas representaciones es uno de los temas más interesantes sobre el arte paleolítico. Algunos etnólogos actuales han basado sus estudios en la observación de los primitivos actuales, cuyas condiciones de vida en muchos casos son semejantes a las el Paleolítico. Reinach buscó una explicación basada en el teoteismo y a partir de él el significado mágico del arte rupestre fue tomando sentido. Para otros, el arte era la expresión de una serie de formalismos que el hombre paleolítico utilizaba para proporcionar la caza y asegurar la fecundidad y abundancia de las especies de las que vivía. Los tipos de ideomorfos son muy variados y para cada una de las etapas culturales ofrecen tipos nuevos. Así durante el Auriñaciense sólo aparecen figuras grabadas, formando series de trazos en haz. Mientras en el Gravetense siguen los haces lineales y hacen acto de presencia las formas angulares, apareciendo las primeras series de puntos o discos pintados en rojo y asociados a una mano (Castillo I). Durante el Solutrense aparte de los signos anteriores aparecen las formas rectangulares que más adelante se transformaran en curvas cerradas u oblongas con divisiones internas o sin ellas. A estas formas siguen grandes haces de líneas paralelas y de gruesos trazos o bastones asociados a series de puntos. Los ideomorfos tienden a desaparecer en las últimas etapas del Magdalenense. En lo que respecta al arte antropomorfo sus tipos son escasos, aunque variados. Las figuras grabadas son las que ofrecen un mayor número de antropomorfos y sus primeras figuras aparecen en el arte mueble del Gravetense. En el rupestre aparecen en el Magdalenense inferior. 3. EL ARTE MUEBLE
En contraposición con el arte realizado sobre las paredes y techos de las cuevas, el arte mueble está realizado sobre huesos o plaquetas de piedra, así como sobre los útiles óseos del hombre paleolítico. Su dispersión es más cantábrica que el arte rupestre, a excepción de las plaquetas pintadas y grabadas de la cueva del El Parpalló. Pocas con las obras que conocemos de la región mediterránea. La primera división podría basarse en el soporte utilizado, así hablaremos de objetos en hueso o en piedra; otra división la podríamos hacer si se encuentran sobre útiles o armas como las azagayas o arpones y los bastones de mando, varillas, etc. o bien los colgantes. Un apartado final serian las plaquetas de piedra o hueso, como las de la cueva de la Paloma. En todo objeto de arte mueble es posible distinguir dos aspectos que pueden darse en la misma pieza, aunque también es posible encontrarlos por separado. Uno de ellos es el caracter ornamental de su decoración, que aparece casi exclusivamente sobre instrumentos de tipo económico como los arpones. El segundo se encuentra sobre instrumentos de carácter "litúrgico", como las varillas, discos y bastones perforados que parecen propios de rituales. 3.1. TÉCNICA Y TEMÁTICA
En el arte mueble, la técnica más empleada es el grabado, que ocupa el 90% de las obras; éste se realizaría mediante buriles, de modo semejante al arte rupestre. La pintura fue poco utilizada, especialmente en la región Cantábrica, siendo sus representaciones más importantes las plaquetas de la Cueva de E Parpalló, donde la mayoría de ellas aparecen pintadas y a veces asociando el grabado, en este caso no se conoce la policromía. Las decoraciones simplemente ornamentales están formadas por asociaciones de líneas rectas o curvas, que originan figuras abiertas o cerradas. Las decoraciones que parecen tener un significado ritual ofrecen los tres temas propios del arte paleolítico, es decir animal, ideomorfo y antropomorfo.
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