Elcódiceprovenzaldesan rufo y ellinaje paternó

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“Expeditio crucis: Deus lo vol”. El códice provenzal de san Rufo de la catedral de Tortosa y su relación con Menorca: el linaje Paternó

Lolsa Carbonell Beviá

1. La relación de los primeros Paternó con la Iglesia, en la Alta Edad Media. Del primer Paternó que se tiene constancia es del obispo católico de Barcelona, llamado Paterno, el cual en el año 546 d. C., acudió a la ciudad de Lérida para participar en el concilio provincial, que se realizó durante el reinado del rey hispanogodo Teudio. Junto a Paternó, obispo de Barcelona acudieron a dicho concilio los representantes eclesiásticos de Tarragona, Urgel, Ampurias, Zaragoza, Tortosa, Lérida y de la Iglesia aflátense (1). En la Hispania del siglo VI d. C., las principales ciudades fueron Lérida, Huesca y Urgel, puesto que contaban con sus propios obispados (2). En el año 540 d. C., la ciudad de Barcelona acogió el primer concilio de la Iglesia hispana, visigoda, cristiana, católica (3). Es decir que el obispo de Barcelona Paternó, pudo haber sido el primer dirigente de la Iglesia hispana, visigoda, cristiana, católica de Barcelona. La primitiva Iglesia hispano-visigótica cristiana católica del silo VI d. C., entendía que el excesivo culto a las reliquias podía caer en la herejía, como había ocurrido con la iglesia arriana (4). Durante la conquista islámica de la península, los edificios de culto cristiano católico fueron destruidos y con ellos sus tesoros (5). A principios del siglo XI d. C., se produjo la restauración por parte de la Iglesia, de los antiguos obispados cristianos y católicos, 1


como fue el caso del monasterio de San Juan de la Peña, el cual, durante el mandato de Mancio, obispo de Aragón y de Sancio, obispo de Pamplona, fue repoblado con monjes procedentes del monasterio galo de Cluny, pertenecientes a la orden de san Benito, y fue su primer abad Paternó (6), quién cronológicamente vivió durante el reinado del rey Sancho de Aragón y Pamplona (7). Paternó, primer abad de san Juan de la Peña fue trasladado y, su lugar fue ocupado por Aquilino (8) antes del año 1094, fecha de fallecimiento del rey Sancho (9). Alrededor del año 1065 (10), durante el reinado de Ramiro, la ciudad de Jaca acogió un concilio eclesiástico al que acudió Paternó, como obispo de Zaragoza (11). El concilio de Jaca se celebró tras haberse producido un cisma dentro de la Iglesia cristiana católica (12) y, en el mismo, se trataron diversos temas, que versaron sobre la celebración de los oficios divinos; y el cambio del breviario toledano por el galicano (13). 2. La llegada de Paternó a España, desde Cluny y, su relación con la catedral de Tortosa. Tras la conquista carolingia y extirpados los musulmanes de las tierras peninsulares, la Iglesia resurgió de nuevo con la institución de un arzobispado ubicado en Tarragona, que gestionaba directamente nueve obispados catalanes: Tarragona, Elna, Urgel, Roda, Lérida, Tortosa, Barcelona, Vic y Gerona (14). La extensión de la provincia eclesiástica tarraconense era mucho más amplia de lo que a priori pudiera pensarse, puesto que comprendía los territorios de Cataluña, Aragón, Navarra, Valencia, Murcia, Toledo, Guipúzcoa, Álava, Vizcaya, Asturias y Galicia (15). La nobleza de cada zona fue la encargada de apoyar la restauración de la Iglesia cristiana católica mediante la construcción de monasterios. Ludovico, hijo del emperador Carlo Magno, restauró la Iglesia de Barcelona, apoyándose con Bernardo, conde de Ribagorza, Languedoc y primero de Barcelona, fundando el monasterio de Obarra (16); igualmente Ludovico restauró la Iglesia de Urgel (17), apoyándose en Borrell, príncipe de Urgel (18). El 2


territorio eclesiástico de la Iglesia de Urgel fue muy amplio, de modo que a lo largo de su historia se produjeron disgregaciones formándose nuevas diócesis (19), como fue la de Roda (20), LéridaRoda (21); otras como Barbastro (22) y, Segóbriga-Albarracín (23). Durante el mismo periodo fue erigida la catedral de Compostela (24). Restaurada la Iglesia de Zaragoza, con el apoyo del conde Gastón de Bearn (25), igualmente restaurada la Iglesia de Tarazona y, erigida la diócesis de Bilbilis (26). Paralelamente la nobleza fundó monasterios con la finalidad de poseer un lugar sagrado donde con posterioridad poder ser enterrados, como fue San Juan de la Peña (27); Jesús Nazareno (28); San Ponce de Tomeras (29); Montearagón (30); la iglesia de san Juan de Huesca (31); san Salvador de Leire, san Victorian, san Pedro de Pertusa (32), Junquera (33), Poblet (34), Rueda (35), o, Peramón (36). Y fue tanta la exaltación de la fe cristiana católica, que muchos de los nobles acudieron a Tierra Santa (37). 2.1.

La restauración del arzobispado de Tarragona. Durante el siglo X, la el territorio de Tarragona estaba sometido a las luchas de los musulmanes y el arzobispado se hallaba descabezado. De modo, que en el año 940, la ciudad de Narbona acogió un concilio sinodal de obispos de la provincia Gótica, al que acudieron varios obispos –de Urgel, Barcelona, Gerona y Pallás-, excepto el de Tarragona (38). Tras el declive bélico musulmán, la Iglesia de Tarragona fue restaurada, por orden del papa primado de España, a través de la figura de Bernardo, primer arzobispo de Toledo, que fue trasladado a Tarragona para realizar dicho trabajo (39). El arzobispo de Toledo, Bernardo, se trasladó a Tolosa para participar en un concilio, donde coincidió con los representantes de Narbona y de la Galia Gótica. Y a su regreso a España, pasó por Tarragona y nombró arzobispo de su diócesis a Berenguer, que hasta ese momento desempeñó el cargo de obispo de Ossona (40). 3


2.2.

El códice de San Rufo de la catedral de Tortosa. En primer lugar, los dirigentes eclesiásticos de la Iglesia de Tarragona llevaron a la práctica la utilización del breviario galicano, en lugar del toledano, que era el que se había utilizado hasta entonces. En segundo lugar, en el siglo IX y X, la Iglesia de Tortosa, todavía no se había creado y, pertenecía territorialmente a la propia diócesis de Tarragona. Por ello se hallaba en el primitivo templo de la catedral de Tortosa, el códice de san Rufo. El códice de san Rufo fue un antiguo misal que presentaba externamente una decoración en las cubiertas, tachonadas en plata; miniaturas y calendario en su interior. Y contenía una oración a san Rufo con la cronología de su santoral. Villanueva realizó una descripción de la emblemática sagrada representada en dicho códice (41): “(…) Consérvase muy bien en el mismo archivo un misal precioso, cuyas cubiertas de madera chapadas de plata, dexan en medio un quadro para las pinturas siguientes. En la una hay sobre campo de oro un crucifixo con quatro clavos con las imágenes de María Santísima y S. Juan al lado de la cruz: en los ángulos superiores dos querubines con las palabras sol y luna. En el bocelete del contorno se halla de relieve de plata este verso: Sum Deus, et vendor: sum Rex, et in hac cruce pendor. En la otra cubierta hay una imagen del Salvador con un libro abierto en la mano, donde se lee: ego sum qui sum: a los lados de la cabeza se hallan A w. Está muy trastocado en sus quadernos, por lo qual perdí mucho tiempo en buscar la oración de S. Rufo, que Martorell copio de este códice. Al fin la hallé en la hoja 61 después del calendario. Quando trate de este santo, que lo haré por darte gusto, acabarás de conocer que este códice es extranjero; lo qual indican a simple vista las pinturas, el carácter, y algunos dibuxos y letras mayúsculas de los prefacios y canon. Paréceme que servirá poco para la historia eclesiástica: será como del siglo XI o por ahí; y como diré otro día, creo quesea del monasterio de S. Rufo en la

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Provenza. Otro igual se conserva, aunque sin los primores de este, y mucho más deteriorado (…)”. Lorenzo Villanueva, el autor que hizo referencia a dicho códice, señaló que la cronología del misal de san Rufo fue el año 1055 d. C. Que se guardaba en el archivo de la catedral de Tortosa que él visitó. Y que fueron llevados a Tortosa procedentes de otro lugar (42). De modo que una de las posibilidades podría ser que el códice de san Rufo fuese llevado por el obispo Paternó cuando fue trasladado a la diócesis de Tortosa, puesto que el origen del obispo Paternó era francés, ya que procedía de Cluny. Y la fecha en la que el obispo Paternó firmó el acta fundacional de la catedral de Barcelona fue el año 1058, tres años después de la cronología que Villanueva aportó para el códice de san Rufo. Hubo un segundo códice de san Rufo que se custodiaba en la biblioteca y, contenía lecciones muy antiguas sobre la vida de dicho santo. Se trataba de un leccionario escrito en latín procedente de la Galia (43). Villanueva, basándose en Miguel Macep, señaló en su obra que existía en el siglo XIX, un índice alfabético con todos los objetos de la iglesia de Tortosa que fueron trasladados por motivos de la guerra del “francés” (44). Junto al códice de san Rufo y, al misal de san Rufo, también existió un “colectario”, de similar procedencia, que introdujo nuevas formas para la unción de los enfermos, así como el lavado con agua caliente de los cuerpos de los finados antes de amortajarlos, oraciones para decir en el dormitorio, en el capítulo y en la cocina (45). 2.3.

La erección del obispado de Tortosa. La Iglesia de Tortosa fue parroquia suburbana de Tarragona en el primer tercio del siglo XI. En el año 1038, cuatro clérigos procedentes de Aviñón fundaron la congregación de los “Santos Justo y Rufo”, siendo obispo de Tortosa, Benedicto (46).

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Ciertos autores estiman que uno de los cuatro clérigos procedentes de Aviñón pudo ser san Rufo, pudiendo ser obispo de la diócesis de Aviñón cuando llegó a Tortosa (47). En el año 1058, detentó el cargo eclesiástico de obispo de Tortosa, Paternó, por lo tanto la erección del obispado de Tortossa se produjo entre los años1038 y 1058. Ahora bien, Paternó llegó a Hispania procedente de Cluny, entre los años 1004 y 1034, para ser el primer abad del monasterio de san Juan de la Peña. A continuación –y con los datos que se tienen en la actualidad-, pasó a detentar el cargo de obispo de la diócesis de Tortosa en noviembre del año 1058 (48) puesto que participó en el acto dotacional de la catedral de Barcelona, firmando como “Paternus, episcopus dertusensis”, aunque Villanueva refiere la fecha del acto de consagración de la catedral de Barcelona como el 1068 (49). Fecha errónea, porque el documento archivístico hace mención al 18 de noviembre de 1058. No se sabe cuántos años estuvo Paternó al frente del obispado de Tortosa. Lo cierto es que en el año 1065, detentaba el cargo eclesiástico de obispo de Zaragoza (50), cargo que mantuvo entre los años 1065 y 1085 (51). 2.4.

La restauración del obispado de Tortosa. Entre los años 1147 y 1154, -cronología de la muerte del rey de Aragón, Ramiro “El Monje”, puesto que parece ser que no está clara la fecha del óbito del monarca de Aragón-, fue restaurado el obispado de Tortosa (52), tras el periodo de dominación musulmana (53). Ramón Berenguer III, conde de Barcelona, conquistó Tarragona a los musulmanes y la entregó al arzobispado de Tarragona para que la poseyese de nuevo (54). Era arzobispo de Tarragona, Olegario, -perteneciente al linaje de la familia condal de Urgel-, quién entregó territorialmente la provincia de Tarragona al conde Roberto de Aguiló, nombrándolo “Príncipe de Tarragona” (55). Y fue de 6


nuevo instaurada la sede episcopal de Tortosa, llevando el título de marqués de Tortosa, Roberto de Aguiló, príncipe de Tarragona (56). Bajo el reinado de Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y rey de la Corona de Aragón, el título de marqués de Tortosa pasó a sus manos (57). Y fue igualmente durante su reinado cuando se procedió a la dotalía de la catedral de Tortosa que tuvo lugar el 5 de agosto de 1151 (58). 3. El apoyo del linaje Paternó a la Casa Condal de Barcelona: Ramón Berenguer III. Un tercer miembro del linaje Paternó participó en la hueste del conde de Barcelona, Ramón Berenguer III en la conquista de las Baleares. Se trató de Roberto I, Paternó, quién acudió a la guerra contra los musulmanes de las Baleares en el año 1128. Salió desde el puerto de Trapani, donde se embarcó en una galera con dirección a Arlés, para formar parte de la hueste de los normandos, Roberto Guiscardo y el conde Roger, familiares políticos de Ramón Berenguer III (59). Pero, ¿qué pasó para que Roberto I Paternó, se enrolase con Roberto Guiscardo para participar en la conquista de las Baleares? En primer lugar, el obispo de Tortosa y Zaragoza, Paternó era coetáneo cronológicamente del papa Gregorio VII. Roberto Guiscardo y Gregorio VII también vivieron durante la misma época. En un principio, en el año1075, Roberto Guiscardo luchaba contra la santa Sede, como jefe de los normandos de Italia y perdió en la contienda, saliendo triunfador Gregorio VII y recibiendo en compensación de manos de Roberto Guiscardo, el reino de las Dos Sicilias, siendo vasallo de la santa Sede (60). Por una serie de cuestiones políticas, el papa Gregorio VII, se refugió en la fortaleza de Canosa (Lombardía), ubicada en el territorio de Matilde, esposa de Ramón Berenguer II “Cap de Estopa”, fiel a la santa Sede (61).

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En el año 1085, poco antes de la muerte de Gregorio VII, Roberto Guiscardo, fue -con su ejército formado por 30.000 hombres-, a liberar al papa que se hallaba en el castillo de Santángelo (62). Ramón Berenguer III, conde de Barcelona, era hijo de Ramón Berenguer II “Cap de Estopa” y de Mafalda. Y sucedió a su tío Berenguer Ramón II, en el año 1097 (63). Su esposa Mafalda fue una princesa normanda hija de Roberto Guiscardo, duque de Apulia y Calabria (64). Por lo tanto, Roberto I, Paternó, vivía en Sicilia, territorio bajo el dominio de Roberto Guiscardo, en un primer momento y, posteriormente del papa Gregorio VII. Roberto I debía su fidelidad vasallática tanto a Roberto Guiscardo, como al papa Gregorio VII. Roberto Guiscardo, aunque estuviese enfrentado a priori con el papa Gregorio VII, posteriormente lo apoyó y fue en su defensa, al igual que lo hizo su hija Mafalda. Roberto I Paternó, pudo tener una relación de parentesco con el obispo de Tortosa y Zaragoza, Paternó, que vivió durante el mismo periodo cronológico que Gregorio VII y, detentó los cargos eclesiásticos siendo papa Gregorio VII. Por lo tanto, cuando el conde de Barcelona Ramón Berenguer III necesitó apoyos humanos para la conquista de las Baleares, recibió el mismo, de Roberto Guiscardo, que era el abuelo materno del conde de Barcelona. De modo que Roberto I, Paternó, prestó su servicio vasallático tanto a Roberto Guiscardo, como al conde de Barcelona, Ramón Berenguer III, estableciéndose con posterioridad en la isla de Menorca, una vez finalizada la contienda y sometida la isla al conde de Barcelona, Ramón Berenguer III. Roberto I, Paternó abandonó las armas y se estableció como religioso-guardián en el castillo de santa Ágata de Menorca, donde se dedicó a la docencia en la religión y en el arte de la guerra, de los 8


neófitos que pertenecían a los “Cuerpos de la Luz” o de la “Iluminación” (65). 4. El linaje Paternó fusionado por matrimonio con el linaje real de la Corona de Aragón y, condal de la Casa de Barcelona: Jaime I y Teresa Gil de Vidaure. El monarca de la Corona de Aragón, Jaime I tuvo varias esposas de hecho, y otras tantas parejas sentimentales con las que también tuvo hijos. Teresa Gil de Vidaure fue su tercera esposa legítima, cuyo matrimonio fue oficializado legalmente tras el divorcio de su segunda esposa Violante de Hungría. 4.1.

El primer matrimonio de Jaime I: Leonor de Castilla.

Leonor de Castilla era hija del rey de Castilla, Alonso, casado con Leonor. Fue nieta materna del rey Enrique de Inglaterra. Tuvo por hermanos a Enrique, heredero al trono de Castilla y de Toledo (66), que murió a la edad de13años por un accidente (66). Tras la muerte de su hermano pequeño, heredó el trono su propia hermana Berenguela, -hija mayor de los reyes de Castilla-, casada con el rey Alonso de León y de Galicia (67), y padres de tres hijas y un hijo: Blanca de Castilla que contrajo matrimonio con Luís, primogénito de Filipo de Francia, y fue la madre de san Luís de Francia. Urraca de Castilla, que casó con Alonso, segundo rey de Portugal. Y Constanza de Castilla que fue monja y abadesa del monasterio de las Huelgas de Burgos. Hernando, que casó con Beatriz, hija de Filipo, rey de Francia. Los reyes Alonso y Leonor de Castilla acordaron el matrimonio de su hermana Leonor de Castilla con el rey de Aragón, Jaime I, y acompañaron a su hija para los desposorios hasta la villa de Agreda. La boda se celebró el 6 de febrero de 1221, cuando el rey Jaime I, tenía doce años (68). Un año después de la boda real, falleció el rey Filipo de Francia, sobrino político de Jaime I (69) y le sucedió en el trono Luís, que era sobrino-nieto político de Jaime I. 9


Filipo de Francia tenía un hermano llamado Alonso, que estaba casado con Juana de Tolouse, prima hermana de Jaime I. Y otros dos hijos, además de san Luís, que fueron Roberto, conde de Ras y Picardía y, Carlos, duque de Angeus, conde de Provenza y rey de Sicilia. Tras la muerte del rey Alonso de Castilla y de su hijo Enrique de Castilla, heredó el trono Berenguela Alonso, que casó a su hijo Hernando con su nieta Beatriz, hija del emperador Filipo (70). En la familia del rey Jaime I con Leonor de Castilla, también se encontraba Ramón VII, conde de Tolouse, padre de Juana de Tolouse, emparentado con la casa real de Francia a través de Filipo, hermano del marido de su nieta y, de san Luís, hijo del rey Filipo. Por su parte, Ramón VII de Tolouse era cuñado de Pedro II de Aragón, padre de Jaime I, por estar casado con Sancha, la hermana de Pedro II (71). El matrimonio de Jaime I con Leonor de Castilla duró pocos años. Pactó el divorcio entre ambos nombrando a su primogénito infante Alfonso, hijo de Leonor de Castilla, heredero y sucesor en el reino. Y se llevó a efecto en 1229 (72). En 1232, ratificó los títulos hereditarios para su hijo Alfonso (73). Leonor de Castilla fue devuelta a la villa de Ariza, para contraer matrimonio Jaime I, en segundas nupcias, con Violante de Hungría. En 1234, tuvo lugar una reunión entre los exesposos para acordar los bienes que recibiría Leonor de Castilla por su divorcio (74). Alonso de Aragón y de Castilla salió perjudicado en la herencia que su padre Jaime I, le había concedido en un principio, renunciando ciertos bienes a favor de su hermanastro Pedro II, hijo de Violante de Hungría (75). Su padre Jaime I, lo casó con su hermanastra Violante de Aragón, hija de su segunda esposa Violante de Hungría (76). Alonso de Aragón y Castilla al no tener hijos con Violante de Aragón pensó en rechazarla para casarse con una princesa noruega llamada Cristina, pero al quedarse embarazada Violante, Cristina de Noruega pasó a ser casada con el infante Felipe, hermano de Alonso de Castilla (77). 10


Tras la muerte de Hernando de Castilla, hijo de Berenguela, Alonso de Aragón y de Castilla fue rey de Castilla, coronado en Sevilla en 1252 (78). Alonso de Castilla obtuvo de su padre Jaime I la procuración del reino de Aragón y Valencia (79), aunque lo desheredó de los reinos que conformaban la Corona de Aragón, hecho que hizo que los nobles apoyasen al infante Alonso y se enojaran con el rey Jaime I (80). Poco tiempo antes de la muerte del infante Alonso de Castilla, su padre pactó un segundo matrimonio con Constanza de Moncada, hija de Gastón, vizconde de Bearne y, nieta de Guillén de Moncada. El matrimonio duró pocos días puesto que tras concluir la celebración de la boda, falleció. Tras dicha muerte, fue pactado un nuevo matrimonio para Constanza de Moncada con el infante Sancho, hijo del rey de Castilla, pero no se celebró el matrimonio. Y de nuevo Constanza de Castilla fue casada con el infante Pedro, hijo de Pedro II de Aragón, y nieto de Jaime I (81). Leonor de Castilla, madre del infante Alonso fue casada en segundas nupcias con el príncipe Eduardo de Inglaterra, heredero del trono. Alonso de Castilla tuvo un hijo varón con Violante de Aragón que se llamó Hernando, -nieto de Jaime I, por ambas partes- y fue casado con Blanca de Francia, hija de Luís de Francia (82). En el año 1270, falleció el rey san Luís de Francia, consuegro de Jaime I, por ser su hijo y heredero Filipo el marido de la hija de Jaime I, llamada Isabel. Filipo, rey de Francia, tenía una hermana también llamada Isabel que estaba casada con Thibaldo, rey de Navarra (83). 4.2.

El segundo matrimonio de Jaime I: Violante de Hungría.

Violante de Hungría era hija de Andrés y Violante, reyes de Hungría. Biznieta de Enrique, emperador de Constantinopla. Y nieta materna del emperador de Constantinopla llamado Pedro Altisiodorense. Su matrimonio con Jaime I “El Conquistador” se pactó el 20 de febrero de 1234 en Barcelona (84), aunque las bodas 11


reales tuvieron lugar el día de la natividad del mismo año 1234 en Barcelona (85). Jaime I y Violante tuvieron 9 hijos, cuatro varones y cinco mujeres, que fueron: Pedro, Jaime, Hernando, Sancho, Violante, Constanza, Sancha y María (86). Violante de Aragón, -la mayor de las hijas-, fue casada con su hermanastro Alonso de Castilla (87), hijo de Jaime I y Leonor de Castilla a quién su padre en su testamento del año 1248 nombró heredero del reino de Aragón (88). Siendo infante Pedro II, hijo de Jaime I, fue nombrado heredero de los reinos de Cataluña y Mallorca (89). El infante Jaime obtendría el reino de Valencia (90). El infante Hernando, el Rosellón y la Cerdaña (91). El infante Sancho el arzobispado de Toledo (92). Isabel, contrajo matrimonio con Filipo, hijo primogénito del rey de Francia san Luís (93). La reina Violante consiguió cambiar el testamento de su esposo el rey, desfavoreciendo a Alonso de Castilla, hijo de la primera esposa de Jaime I (94). Y en el año 1251, Jaime I publicó un nuevo testamento dejando a su hijo Pedro heredero de los condados catalanes (95) y a Jaime II, heredero del reino de Valencia, Mallorca y Montpellier (96). En octubre de 1251, falleció Violante de Hungría y dejó herederos del condado de Posana, -herencia de su hermano Bela, rey de Hungría que se lo había trasmitido a Violante-, a sus tres hijos: Pedro, Jaime y Sancho (97). En vida de Jaime y Violante, los esposos sufrieron la muerte de sus hijos: Hernando (98), Sancha (99) y María (100). El rey “Conquistador” concertó el matrimonio de su hijo Pedro II “El Grande” con Constanza de Sicilia, hija del rey Manfredo de Sicilia (101). El matrimonio fue ratificado en el año 1261 por Ferrán Sánchez, hermanastro de Pedro II y Guillen de Torrellas con el rey Manfredo de Sicilia (102). Y el 13 de junio de 1262 las bodas se celebraron en Montpellier (103). Jaime I casó en primeras nupcias a su hijo Jaime II de Mallorca con Eva de Alagón (104). Luego concertó un segundo 12


casamiento de su hijo Jaime II con Beatriz de Saboya, hija del conde de Pierres de Saboya y Cecilia. Beatriz de Saboya fue cuñada del rey Manfredo de Sicilia (105). Pero dicho matrimonio no se realizó (106). También intentó concertar otro matrimonio para Jaime II, que tampoco fraguó y, que fue con la hija del duque de Borgoña (107). Al final Jaime I, consiguió casar a su hijo Jaime II de Mallorca con Esclaramunda, hija de Bernat, conde de Foix, y hermana del conde heredero Bernat de Foix (108). Constanza de Aragón fue casada con Manuel infante de Castilla (109), y con su hermano Alfonso X, “El Sabio”, rey de Castilla (110). Entre los nietos de Jaime I fruto de su unión con Violante de Hungría, se hallaba Teresa Pérez, hija de Pedro II “El Grande”, que fue casada con García Romeu (111). 4.3.

El tercer matrimonio de Jaime I: Teresa Gil de Vidaure. Teresa Gil de Vidaure fue la tercera esposa legítima y legal del rey Jaime I. Su ascendencia era noble, y sus antepasados formaron parte de los apoyos humanos de los reyes Pedro II “El Grande” y Jaime I “El Conquistador”. Teresa Gil de Vidaure llevaba en su linaje sangre navarra, ya que el reino navarro estaba vinculado matrimonialmente al condado de Foix, condado de Barcelona y reino de Aragón (112). Durante el reinado de Pedro II “El Grande”, las relaciones de Aragón con Navarra, comenzaron con una oposición entre ambos reinos, cuyas relaciones, paulatinamente se suavizaron y se transformaron, -mediante la unión de los dos reyes- participando en conflictos bélicos, como fue la batalla de las Navas de Tolosa (113). Las relaciones de la Corona de Aragón con el reino de Navarra continuaron siendo amistosas durante el reinado de Jaime I y se apoyaron mutuamente en diversas acciones políticas (114), hasta el punto de que el rey Jaime I, quiso acceder al trono navarro tras la muerte de Enrique, su monarca (115). Algunos de los caballeros navarros apoyaron al rey Jaime I en sus conquistas territoriales, llegando incluso a formar parte de 13


su familia política, como fueron los linajes de Gil, Azagra, Ayerbe y Entenza (116). 4.3.1. Los padres de Teresas Gil de Vidaure: Gil Garcés de Azagra y Toda Ladrón. Gil Garcés de Azagra fue el padre de Teresa Gil de Vidaure. Por lo tanto fue suegro del rey Jaime I. Gil Garcés de Azagra murió en el año 1271 (117). Durante su vida prestó su vasallaje al rey Jaime I, participando activamente en las campañas de conquista por el territorio hispano (118) y, perteneciendo a la corte del rey (119). Por la confianza ejercida por parte de Jaime I hacia Gil Garcés de Azagra, el monarca le donó posesiones en Perputxent, siendo señor de Perputxent y otorgando la primera carta puebla de la villa (120). Fue también señor de Beniarrés, una alquería situada en el Norte de la provincia de Alicante, la cual al morir Gil Garcés de Azagra, fue heredada por su hija, Teresa Gil de Vidaure (121). Garcés de Azagra fue también señor de la villa de Mora de Rubielos, ubicada geográficamente en Teruel (122). Gil Garcés de Azagra estaba afincado en Teruel (123). Fue enterrado en la iglesia de San Marcos de Teruel junto a su esposa Toda Ladrón. Toda Ladrón fue una mujer adinerada, puesto que en su testamento aparecen varias donaciones que realizó a los pobres, a la iglesia, al cabildo de Teruel y a Teresa Gil de Vidaure, citada en el documento como la “amada del rey” (124). Pertenecía a la nobleza navarra, ligada a las provincias actuales de Álava y Vizcaya (125). 4.3.2. Los hermanos de Teresa Gil de Vidaure: Petri Gil y Raimundo Ladrón. No se puede afirmar con certeza, que Teresa Gil de Vidaure tuviera hermanos, aunque muy probablemente la respuesta fuese afirmativa. 14


En el siglo XIII vivió un religioso templario llamado “Frey Raimundo de Ladrón”, que desempeñaba el cargo de comendador de Alfambra. Pues bien, Jaime I, que también fue templario, concedió a la orden del Temple el 3 de mayo de 1251, la aldea turolense de Camañas para que fuera poblada (126). Como en el siglo XIII, todavía no se heredaban los apellidos de padres a hijos, y cada individuo podía elegir imponerse el nombre que gustase, podría presuponerse que Raimundo Ladrón bien pudiera haber sido hijo de Toda Ladrón y, por tanto hermano de Teresa Gil de Vidaure; o hermano de Toda Ladrón, y por tanto tío de Teresa Gil de Vidaure. Pero en la misma época vivió Petri Gil, también templario, que desempeñó el cargo de comendador de la casa de Barcelona (127). Petri o Pere Gil, tuvo bienes inmuebles en Játiva. Concretamente recibió del rey Jaime I, el 14 de marzo de 1248 unas casas francas y libres junto a tres yugadas de tierra (128). Por lo tanto, podría aventurarse a decir o proponer que Pedro Gil pudo haber sido hermano de Teresa Gil de Vidaure, adoptando el apellido de su padre. 4.3.3. Teresa Gil de Vidaure. La relación de Teresa Gil de Vidaure con el rey Jaime I, comenzó siendo “velada” (129), es decir no oficial (130), en el año 1238, tres años después de que el rey contrajera matrimonio con Violante de Hungría (131). La convivencia entre Jaime I y Teresa Gil de Vidaure fue prolongada en el tiempo y legitimada jurídicamente el 9 de mayo de 1255, fecha en que el rey le entregó el castillo y la villa de Ejérica en el reino de Valencia con la condición de que la heredase el hijo o hija que viviese en ella (132). Desde 1255, -año en que Jaime I entregó Jérica a Teresa Gil de Vidaure- hasta la muerte del monarca, Teresa Gil de Vidaure como tercera esposa del rey de la Corona de Aragón (133) fue recibiendo continuamente de manos de su esposo numerosas propiedades: en 1258 los castillos de Arcos y de Zancares de Peña de Ahija en el reino de Valencia (134); en 15


1259, las villas y castillos de Cervera y Fansara en el reino de Valencia (135); en 1260, el rey le confirmó las donaciones de los castillos y villas de Jérica, Arcos, Pina, Castell Gancharias y Fansara en el reino de Valencia (136); en 1268, el castillo de Tormón (137); y los castillos de Arcos de las Salinas y Mora de Rubielos (138); y los derechos sobre el Toro y Mançaneda (139). De la unión matrimonial entre Jaime I y Teresa Gil de Vidaure nacieron los infantes Pedro y Jaime, que ante la sociedad coetánea del monarca de la Corona de Aragón, en el año 1271 ya se les daba por legítimos (140). Un año antes del fallecimiento de Jaime I, en 1275, el rey obtuvo el divorcio de su segunda esposa Violante de Hungría (141). Ciertos autores aseveran que Teresa Gil de Vidaure estuvo casada en primeras nupcias con Sanç Pérez de Lodosa y que tras enviudar fue cuando inició su relación sentimental con el rey Jaime I (142). Teresa Gil de Vidaure fue una mujer muy religiosa, al igual que su esposo el rey de la Corona de Aragón, Jaime I, complementándose ambos, en sus apoyos al Cister, al Temple y a las advocaciones religiosas templarias, como fueron los cultos a santa Ágata o Águeda y, a “Nuestra Señora de Gracia”. Una vez que Jaime I donó a su esposa Teresa Gil de Vidaure la villa de Jérica, fue construida en el siglo XIII, una iglesia dedicada a la advocación de santa Águeda (143). Del mismo periodo fue la fundación del monasterio “Gratia Dei” o de “Nuestra Señora de Gracia” en Valencia. El recinto donde se fundó el monasterio fue donado por Jaime I, a Teresa Gil de Vidaure el 5 de abril de 1260. La esposa del monarca se puso en contacto con los monasterios cistercienses de Benifassá y Vallbona para ofrecerles el edificio, con el fin de que enviasen religiosas para su fundación, hecho que se materializó el 10 de febrero de 1268. La madre abadesa fundadora fue Beatriu de Anglesola y fue enterrada en dicho monasterio (143).

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La cronología de la defunción de Teresa Gil de Vidaure no está clara, pero su cuerpo no fue enterrado como se creía en el monasterio de La Zaidía de Valencia, sino en el Real Monasterio de “Sancti Spiritus” de Toro (Zamora), recinto religioso del que también fue fundadora. Su cadáver fue introducido dentro de un sarcófago, vestido con brial; camisa; tocado y velo en la cabeza; guantes; vendas de cabritilla en torno a las piernas; y una sábana de lino a modo de mortaja (145). 4.3.4. Los hijos de Jaime I y Teresa Gil: Pedro de Ayerbe. Fue el segundogénito hijo de Jaime I con su tercera esposa Teresa Gil de Vidaure, nacido en el año 1260, cinco años después que su hermano primogénito Jaime (146). El afijo “Ayerbe” ya existía utilizado como apellido antes del nacimiento del infante Pedro, hijo de Teresa Gil de Vidaure, y era llevado por diversos caballeros vasallos del monarca de la corona de Aragón Jaime I, como: P. de Ajerp, Jimen Pérez de Ayerbe y Blasco Jiménez de Ayerbe (147). Jaime I quiso -en su testamento realizado en 1262- donar a su hijo Pedro de la villa templaria de Ayerbe (148), Luesia, Ahuero, Liso, Artaso, Castellón de Siest y Bureta, Azuer, Cabañas y Boquiñén (149). Pero Pedro I de Ayerbe, también tuvo propiedades en Burriana y Villarreal (150). A partir de la donación que le efectuó Jaime I a su hijo Pedro, el infante tomó como apellido el nombre de la villa de Huesca (151). Jaime I casó a su hijo Pedro, señor de Ayerbe, con Aldonza de Cervera, hija de Jaime de Cervera (152). También fue su esposa Violante Láscaro, una de las tres hijas de la noble griega Irene Láscaro, esposa de Guillen, conde de Veintemilla. Irene Láscaro era hija del emperador de Grecia, Teodoro Láscaro que el emperador de Constantinopla Miguel “Paleólogo” había obligado a casarla con el conde de Veintemilla (153). Teodoro Láscaro, era hijo del emperador griego Calo Juan Batazo y de su esposa Irene –heredera del trono-, hija del emperador Alexio Ángelo (154). 17


4.3.5. Los hijos de Jaime I y Teresa Gil: Jaime de Jérica. Jaime fue el hijo primogénito de Jaime I, y Teresa Gil de Vidaure, nacido en 1255 y fallecido en 1280 (155). Su padre le dejó en herencia los castillos y villas de Ejérica y su baronía, Toro, Eslida, Beho, Ahín, Suera y Farizara (156). Los castillos de Tormón (157), Altura, Castromontano y Mora (158), Selva y Vallterra (159). La villa de Jérica fue conquistada por Jaime I (160) y entregada a su esposa Teresa Gil de Vidaure. De modo que Jaime de Jérica la recibió en herencia de su madre y la mantuvo como señor de la misma. Jaime I de Jérica, junto a su hermano Pedro de Ayerbe participaron, por mandato de su padre Jaime I, en la guerra contra Artal de Luna (161). Igualmente por orden de su padre Jaime I, Jaime I de Jérica contrajo matrimonio con Elfa Pérez de Azagra, hija de Alvar Pérez de Azagra, señor de Albarracín (162), antes del año 1275 (163). Entre los años 1275 y 1276, el suegro de Jaime I de Jérica había fallecido (164) y los castillos y villas de Selva y Vallterra que Jaime I había donado en su tiempo a Álvar Pérez de Azagra, fueron entregados a los esposos, señores de Jérica, de manos del abad del monasterio de Piedra en 1276 (165). Jaime I de Jérica emparentó con una esposa de ascendencia navarra, como su madre Teresa Gil de Vidaure. Los antepasados de Elfa Álvarez de Azagra fueron señores de Albarracín, desde el reinado de Alfonso II “El Casto”, y los señores feudales que llevaron dicho título apoyaron a los monarcas de la Corona de Aragón Alfonso II “El Casto”, Pedro II “El Católico” y Jaime I “El Conquistador”, durante tres generaciones. El linaje de Elfa Álvarez de Azagra comenzaba por Rodrigo o Ruy de Azagra, señor de Estella en 1169 (166), padre de Pedro Ruiz de Azagra casado con Toda López, y padres de cinco hijos, entre ellos el primogénito y heredero Pedro Ruiz de Azagra (167). 18


Pedro Ruiz de Azagra recogió de su amigo confederado, el rey Lobo de Valencia, el señorío de Albarracín y entre 1166 y 1170 tomó posesión del señorío de Albarracín (168). Lo sucedió su hermano Fernando Pérez de Azagra (169), padre de un hijo bastardo llamado Pedro Fernández de Azagra que fue tutelado por la orden de Santiago hasta su mayoría de edad y, que de adulto, tuvo numerosísimas posesiones en Burriana, que le fueron donadas por su apoyo al rey Jaime I en la conquista de Burriana (170). Este Pedro Ruiz de Azagra fue el abuelo paterno de Elfa. Contrajo matrimonio con Elfa y, fueron padres de cinco hijos: Alvar, Pedro, García, Teresa y Toda (171). Y Álvaro Pérez de Azagra, que fue el padre de Elfa (172) y, suegro de Jaime I de Jérica. Pero Álvaro Pérez de Azagra tuvo dos esposas, una fue la madre de Elfa; y otra Inés con la que tuvo dos hijas más: Teresa y Elisa, hermanastras de Elfa (173). El matrimonio formado por Jaime I de Jérica y Elfa Álvarez de Azagra tuvo un hijo llamado Jaime II de Jérica y Álvarez de Azagra (174), que nació el 10 de junio de 1278 (175) para unos historiadores; y, para otros en 1275. Jaime II de Jérica y Álvarez de Azagra fue nombrado procurador de los reinos de Valencia y Murcia durante los años 1298 (176), 1299 (177). Casó -en el año 1296-, con Beatriu de Lauria, hija del templario Roger de Lauria. Y fueron padres de seis hijos: Jaime, Beatriz, Pedro, Alfonso, María y Teresa (178). Jaime III de Jérica murió en 1335. Contrajo matrimonio en 1327 con María, hermana de Roberto de Nápoles, y viuda del rey Sancho de Mallorca, pero no tuvieron descendencia y el señorío de Jérica lo heredó su hermano Pedro (179). Pedro I, de Jérica fue el segundogénito hijo de Jaime II y Beatriu de Lauria. Murió en 1361. Contrajo matrimonio con Buenaventura de Arbórea, hija de Hugo de Arbórea con la tuvieron por hijos a: Beatriu de Xerica y Arbórea, esposa de Alfonso de Aragón, hijo del rey Luís de Sicilia. Bonaventura de 19


Xérica y Arborea, esposa de Andreu de Fenollet, vizconde de Illa. Y Elfa de Xérica y Arbórea, esposa de Pere de Luna, señor de Pola y Almonezir (180). Además, Pedro de Jérica tuvo un hijo bastardo llamado Juan Alfonso de Jérica que contrajo matrimonio con Constanza de Eslava, con la que no tuvo descendencia (181). Tanto Jaime III de Jérica, como Pedro I de Jérica tuvieron posesiones en los términos de Burriana y Villarreal (182). Pedro I de Jérica intercambió bienes muebles de su propiedad con el rey Pedro IV “El Ceremonioso” el 28 de febrero de 1360 (183). En el año 1333, Pedro I de Jérica y de Lauria sucedió a su tío paterno Jaime II de Jérica, como procurador del reino de Valencia durante varios periodos: 1333-1335; 1339; y 1347 (184). 4.3.6. La incorporación del linaje Paternó en la genealogía de los descendientes de Jaime I. Según Göte Appelberg LLD., -que ha realizado el árbol genealógico del príncipe Francesco Ayerbe Paternó Guttadauro de los Duques de Carcaci, Príncipe de Emmanuel y Aragón, como descendiente directo de Jaime I y, que en la actualidad detenta el cargo de “Gran Maestre de la Orden Militar del Collar de Santa Ágata de Paternó”-, en la “Genealogía de las distintas ramas de la Casa Real de Aragón, Mallorca y Sicilia”, señala que el linaje Paternó entroncó con la casa real de la Corona de Aragón, a través de S. de Paternó, nacida en 1287, que tuvo relación con Pedro de Ayerbe, hijo de Jaime I y Teresa Gil de Vidaure (185). Pero la exposición resulta poco clarificadora para conocer qué tipo de relación hubo entre ellos, puesto que el signo “=” que se utiliza para representar la unión matrimonial de una pareja está situado detrás de “S. of Paternò”, es decir une en matrimonio a Pedro de Ayerbe con Aldoncia de Cervera, hija de Jaime de Cervera. Por lo tanto, se plantean varias hipótesis:

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a) S. de Paternó pudo tener una relación sentimental con Pedro de Ayerbe sin estar casados y que el infante hubiese reconocido a los hijos de S. Paternó. b) Que Pedro I de Ayerbe, hijo de Jaime I y de Teresa Gil de Vidaure tuviese un hijo con S. Paternó que fuese llamado Pedro II, de Ayerbe. c) Que Pedro I de Ayerbe, hijo de Jaime I y de Teresa Gil de Vidaure tuviese un hijo con alguna de sus dos esposas oficiales al que llamase Pedro II de Ayerbe y, éste contrajese matrimonio con S. Paternó (186). d) Que Pedro II, de Ayerbe casado con S. Paternó tuviesen un hijo llamado Michael, que a su vez fue padre de Giovanni el Viejo (187) y esta fuese la línea dinástica del actual representante de Casa Ayerbe Paternó. 4.4.

Las relaciones sentimentales de Jaime I: Berenguela Alfonso. Berenguela Alfonso fue hija del infante Alonso, señor de Molina y Mesa y, hermana de Sancho (188). Tuvo una relación sentimental encubierta con el rey Jaime I. Murió en Narbona en 1272 y sus posesiones se las dejó al rey Jaime I en herencia (189). Fruto de dicha relación nació: Fernán o Hernán Sánchez (190). Ferrán Sánchez, barón de Castro, hijo de Jaime I, tenía un carácter audaz, fuerte (191), valiente y arrojado (192). Estando ya casado con Aldonza de Urrea (193), participó en varias acciones políticas a las órdenes de su padre el rey de la Corona de Aragón (194). Jimeno de Urrea, suegro de Ferrán Sánchez de Castro, lo apoyó y defendió contra la enemistad que había surgido por parte de su hermanastro el infante de Aragón Pedro II “El Grande” (195). Jaime I, padre de Ferrán Sánchez también lo defendió ante su hermanastro Pedro II “El Grande” (196), pero no sirvió de nada porque Pedro lo asesinó (197). Muerto Ferrán Sánchez, dejó viuda a su esposa Aldonza de Urrea y huérfano al hijo que tuvo con ella, llamado Felipe Fernández (198). 21


4.5.

Las relaciones sentimentales de Jaime I: Berenguela Fernández. Berenguela Fernández fue otra de las parejas sentimentales del rey Jaime I. Con ella tuvo un hijo llamado Pedro Fernández, barón de Hijar (199). Pedro Fernández contrajo matrimonio en primeras nupcias con Teresa Gombal de Entenza, -hija de Guillen de Entenza-, de la que no tuvo descendencia. Y en segundas nupcias con la hija de Tibaldo, rey de Navarra, llamada Marquesa López de Rada y fue fundadora del monasterio del Santo Sepulcro de Zaragoza (200). Jaime I donó a su hijo Pedro Fernández la mitad de la villa y castillo de las baronías de Hijar y Urrea (201) y le concedió la explotación perpetua de las salinas de Segura (202). Fruto del matrimonio con su segunda esposa Marquesa López, Pedro Fernández, -perteneciente a la orden de san Juan del Hospital-, tuvo un hijo llamado igual como él, Pedro Fernández que en el año 1305 resolvía una cuestión con la orden del Hospital concediéndole la facultad de regar sus tierras de la acequia de Remolinos (203).

5. El linaje Paternó ligado a la Orden de San Juan del Hospital: Joan de Paternó. En la segunda mitad del siglo XVI vivió Joan de Paternó, o Paternós, -aparece escrito con las dos grafías-, un religioso perteneciente a la orden de San Juan del Hospital que pasó parte de su vida en las encomiendas catalanas inscritas a la castellanía de Amposta. En primer lugar, se tienen referencias de Joan de Paternós en el año 1587 en la casa hospitalaria de Calavera-Vallonga (204), de donde fue trasladado para pasar a la de Orrios-Albentosa en 1591 (205); y por último, en el año 1596, Joan de Paternós vivió en la encomienda de Villel (206).

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6. Conclusiones. El linaje Paternó estuvo ligado a la Iglesia cristiana católica romana desde su instauración en la Hispania visigoda del siglo VI d. C. Con posterioridad a la invasión musulmana y tras el dominio imperial carolingio, Ludovico junto a la nobleza de los emergentes condados de la Marca Hispánica restauraron la Iglesia cristiana católica romana con la creación de nuevos edificios religiosos cuyo fin fue trasmitir la palabra de Dios, además de acoger los cuerpos de los nobles fundadores. El papado incorporó el breviario galicano, en lugar del toledano utilizado hasta ese momento por la Iglesia hispanovisigoda, por ello en el cambio del primer milenio d. C., fue enviado desde Cluny, el primer Paternó, para fundar la abadía de San Juan de la Peña; posteriormente fue enviado a Tortosa para desempeñar el cargo de obispo de dicha diócesis; y por último fue destinado a Zaragoza. El obispo Paternó estuvo al mando de la diócesis de Tortosa en el año 1058, y la cronología atribuida al códice de san Rufo corresponde al año 1055, de modo que el obispo Paternó pudo ser la persona que llevó dicho códice galicano a la antigua iglesia de Tortosa. El segundo Paternó, llamado Roberto I, también estuvo al servicio de la religión cristiana católica romana, sirviendo vasalláticamente a Roberto Guiscardo, duque de Apulia y Calabria; y al papa Gregorio VII, señor de Sicilia. Participó en la conquista cristiana de las Baleares con el conde de Barcelona Ramón Berenguer III, que era nieto materno de Roberto Guiscardo. Y se asentó en la isla de Menorca, para dedicarse a la docencia de la religión y de las armas en el castillo de santa Ágata. El tercer miembro del linaje Paternó fue una mujer, llamada S. Paternó, que formó parte de la familia real del rey Jaime I, puesto que tuvo descendencia con Pedro de Ayerbe I, o Pedro de Ayerbe II, hijo o nieto, de Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa jurídicamente legal del monarca de la Corona de Aragón, Jaime I.

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El cuarto personaje del linaje Paternó perteneció al estamento religioso y concretamente a la orden de San Juan del Hospital en la segunda mitad del siglo XVI. Por lo tanto, los miembros del linaje Paternó, de los que se tiene conocimiento en la actualidad, apoyaron y defendieron la religión cristiana, católica, romana; y, apoyaron a los condes catalanes y monarcas de la Corona de Aragón, permaneciendo siempre en un segundo plano. La relación de los Paternó con la isla de Menorca también se mantuvo en segundo plano. En primer lugar con el obispo de Tortosa Paternó, que estuvo presente en la fundación de la catedral de Barcelona en el año 1058, cuando la isla de Menorca pertenecía eclesiásticamente a la Iglesia de Barcelona. Por su parte, Roberto I, Paternó, también tuvo una relación –en su caso directa-, con la isla de Menorca, puesto que tras abandonar la lucha armada junto al conde de Barcelona Ramón Berenguer III y Roberto Guiscardo, duque de Apulia y Calabria, se dedicó a la educación del grupo de neófitos pertenecientes a “El cuerpo de la Luz”, que era un cuerpo de élite guerrero-religioso. La fémina llamada S. Paternó que entroncó con una rama de la casa real de Jaime I, monarca de la Corona de Aragón, también tuvo una relación indirecta con Menorca, por ser el rey Jaime I el padre, o el abuelo paterno -del abuelo o padre de sus hijos-, el conquistador y rey de las Mallorcas. Y por tanto, rey de la isla de Menorca durante su vida. S. Paternó, -nuera de Teresa Gil de Vidaure, o nieta política de la misma-, fue heredera de las advocaciones religiosas templarias de las que era fervoroso adepto Jaime I, y su tercera esposa Teresa Gil de Vidaure, puesto que el culto a santa Ágata y a “Nuestra Señora de Gracia”, existente en la Edad Media en Menorca, también lo fue en la población valenciana de Jérica y la propia ciudad de Valencia, a través de las donaciones que efectuó Jaime I a su tercera esposa Teresa Gil de Vidaure, con la creación de la iglesia de santa Águeda en Jérica; y del convento cisterciense de La Zaidía o de “Gratia Dei”, en Valencia. En Villajoyosa (Alicante). 24


A 12 de enero, 2014.

Citas bibliográficas

(1). BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf Página 209. XXXV. Del rey godo Teudio, y del concilio que se celebró en su tiempo en la ciudad de Lérida, de los pueblos ilergetes. “(...) Por muerte de Amalarico, tomaron por rey los godos á Teudio, que había sido curador de aquel rey, y estando ausente Teodorico, él cuidaba del gobierno de estos reinos. Murió este rey el año de 547 ó 548, en que le mató uno que se fingió loco, después de haber reinado diez y siete años. Por este tiempo, siendo metropolitano de Tarragona Sergio, porque la necesidad de reformación de abusos introducidos le debió obligar á ello, en la era de 584, que fue el año de 546 del nacimiento del Señor, y en el séptimo año del pontificado del papa Virgilio y décimo quinto del reinado de Teudio, congregó en la ciudad de Lérida, de su provincia, concilio provincial de nueve obispos, cuyos nombres se pondrán después del modo que ellos los pusieron en sus firmas. Hiciéronse diez y seis decretos; y por el tenor de ellos se entienden los abusos que el concilio quería reformar con ellos. El sumario de ellos es este: 1º. Que los clérigos no cometan homicidios, aunque sean de sus enemigos, y pone penas á los homicidas. 2º. Pone penas contra los que hicieren abortar ó causaren aborto,

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3º. Que los monjes guarden lo establecido en los / (Página 210) concilios Agatense y Aurelianense, y que sus Iglesias estén sujetas al obispo. 4º. Que los incestuosos no sean admitidos á la comunión de las fieles, y que no comuniquen con ellos. 5º. Si los que sirvieren al altar cayeren en fragilidad de carne, con larga penitencia sean admitidos á la comunión de los fieles; y si reincidieren, sean privados de sus oficios y de la comunión, si no fuere en el artículo de la muerte. 6º. El que hiciere violencia á viuda, virgen ó religiosa, sea privado de la comunión y compañía de los fieles. 7º. Que el que jurare no hacer paces con el que trae pleito, sea privado de la comunión de los fieles. 8º. Que el clérigo que sacare de la iglesia á su esclavo, haga penitencia. 9º. Que los que fueren rebautizados hagan penitencia. 10º. Que los que no salieren de la iglesia, mandándolo el obispo, se les niegue la entrada por su contumacia. 11º. Que los clérigos que se hirieren unos á otros sean castigados por el prelado. 12º. Que los que dan órdenes y los reciben contra los sagrados cánones, sean depuestos. 13º. Que no se reciba ofrenda en la iglesia, de aquellos que dieren á sus hijos para que los bautizen los herejes. 14º. Que los fieles no comuniquen ni participen con los rebautizados. 15º. Que los clérigos no cohabiten con mujeres extrañas. 16º. Que ninguno oculte los bienes del obispo difunto. Firmáronse en este concilio los obispos que se hallaron en él, y por ser notable el modo de firmar, los pongo aquí: / (Página 211)

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Sergio, en nombre de Cristo, obispo, estas constituciones (que inspirándonos Dios ordenamos con nuestros hermanos) las releí y suscribí. Este Sergio era obispo de Tarragona. Justo, en nombre de Cristo, obispo, me hallé á ordenar estas constituciones, y las suscribí. Este era san Justo, obispo de Urgel. Casoxio, en nombre de Cristo, obispo, me hallé á ordenar estas constituciones, y las suscribí. Este era obispo de Empurias. Juan, en nombre de Cristo, obispo, me hallé á ordenar estas constituciones, y las suscribí. Este era obispo de Zaragoza. Paterno, en nombre de Cristo, obispo de la Iglesia católica de Barcelona, consentí y suscribí. Maurelio, en nombre de Cristo, obispo de Tortosa, me hallé a ordenar estas constituciones, y las suscribí. Tauro, en nombre de Cristo, obispo de la Iglesia aflátense, me hallé á ordenar estas constituciones, y las suscribí. Februario, en nombre de Cristo, obispo de la iglesia de Lérida, me hallé á ordenar estas constituciones, y las suscribí. Grato, en nombre de Cristo, enviado por mi señor Estafilio, obispo, me hallé á ordenar estas constituciones, y las suscribí (...)”. (2). BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf Página 212. XXXVI. De los obispos ha habido en Lérida y Huesca, ciudades principales de los pueblos ilergetes. “(...) Tratando en esta historia de las cosas más excelentes y más notables que hallo en los pueblos ilergetes, quedo obligado, como á parte principal, tratar de los obispos ha habido en tres ciudades de ellos: estas son Urgel, Lérida y Huesca (1). De los de Urgel pienso tratar en sus propios lugares, por estar muy mezclados los 27


hechos de los obispos y de los condes. De los de Lérida y Huesca pienso hacer aquí dos catálogos; el de Lérida mas largo y mas cumplido que el de Huesca, porque de los primeros no hallo más memoria de la que anda en un sínodo juntó en dicha ciudad su obispo don Francisco Virgilio, y aún faltan algunos que han llegado á mi noticia, á mas de los que están en aquel catálogo. De los de Huesca solo los nombraré, y si importa hacer de alguno de ellos, para mejor inteligencia de esta obra, mención, lo haré; porque de lo demás que pudiera decir, hallará cumplida narración el lector en la historia de Huesca, que con mucha erudición y aplauso / (Página 213) de todos ha sacado á luz Francisco Diego de Aynsa é Iriarte, hijo de ella. Es tanta la honra y lustre que recibe una ciudad por el obispo, que no puede un pueblo llamarse propiamente ciudad, no habiendo en ella obispo; cuya dignidad la ennoblece del modo que se puede llamar imperial, por gozar de privilegios imperiales, como lo dice el jurisconsulto Alejandro; y por ser de la primera y de las mejores de la Iglesia, que tuvo principio de los santos apóstoles, fray Gerónimo Román, en su República Cristiana, dice que es orden, y fúndalo en que la Iglesia romana, en la primera colecta que canta el viernes santo, que es por el papa, dice: «Reguemos por nuestro beatísimo papa K., para que Dios , que lo puso en el orden de los obispo, etc.»; que ser patriarca, primado y arzobispo, no es sino oficio y cargo, aunque al fin todos son obispos, y tanto quiere decir obispo como vigilante ú hombre que mira sobre la grey: y este nombre obispo era muy usado entre los romanos, y era magistrado en la república, y su cargo era tener cuenta de la provisión común de la ciudad, así de pan como de otras cosas; y parece en el Digesto en el título De muneribus et honoribus, ley últ., $ 7; y Cicerón, en la epístola XI del libro séptimo Ad Alticum, hace memoria de este magistrado con nombre de obispo; y después los cristianos lo tomaron para los prelados que rigen las Iglesias, y á ellos pertenece la jurisdicción de todos los clérigos de su diócesis, y aun antiguamente los monjes les estaban sujetos; pero después se eximieron: y comunmente son mas los obispos que los patriarcas, primados y arzobispos; porque en cada ciudad ha de haber un obispo, según se saca de muchos concilios y decretos, y no se permite que en / (Página 214) lugares y villas ruines haya obispos, porque no sea estimada en poco la dignidad. En Italia hay muchos, porque hay muchas ciudades; y en España no hay tantos de gran parte, porque no hay tantas ciudades; y comúnmente estos son mas ricos que aquellos, porque tienen mas subditos, y aún 28


obispos hay que tienen dos ciudades, como en Cataluña el de Urgel, que tiene la ciudad de Urgel, que se llama Seo de Urgel, y la ciudad de Balaguer; y el de Vique, que tiene las ciudades de Vique y de Manresa; y esto porque sea mayor la renta de la mensa episcopal, y se puedan tratar con el fausto y ostentación decente á tan alto oficio, y dar largas limosnas á los pobres, y sean mas estimados de los seglares y respetados de sus subditos; y por esto nuestros pasados dieron á las Iglesias y prelados muchas jurisdicciones, rentas y vasallos de que en el dia de hoy gozan, ilustrando con ellos su persona y oficio; y así podemos afirmar que de las ciudades mas principales de España son Lérida y Huesca y la Seo de Urgel, pues muy pocas tuvieron obispos antes que ellas. De la de Urgel es muy posible san Tesifonte nombrase su primer obispo: de las otras dos tengo por cierto que los tuvieron al principio que España recibió la fe católica con la predicación del apóstol Santiago, aunque no tenemos de Lérida noticia hasta el año 268 de Cristo señor nuestro, de san Licerio; y de los de Huesca no tuvimos noticia hasta Vincencio, que lo fué el año 553; pero es cierto que antes de estos hubo otros de que no nos queda noticia, como acontece á las Iglesias de Toledo, Zaragoza y otras, que ignoran muchos de sus antiguos y primeros prelados y pastores; y san Ildefonso en sus Claros Varones se queja del descuido de los / (Página 215) antiguos en escribir los nombres de los obispos; y así no será culpa mía en estos episcopologios de estas tres Iglesias, pasar largos años, y aun centenares de ellos, sin nombrar los obispos fueron en estos tiempos; porque es sabida la falta tuvimos de escritores de aquellos tiempos y poca curiosidad había en ejercicios de letras, porque sabían más valerse de las lanzas para sacar de España los enemigos, que de plumas para dejar memorias de sus hechos; y así, tomándolo de los episcopologios de Lérida y Huesca, y de lo que dejaron escrito Padilla y se halla en los concilios y en otros libros, diré lo que he visto, con deseo que el curioso y deligente que hallare otras noticias las ponga en su lugar, supliendo y enmendando aquello en que aquí hubiere falta ó yerro (…)”. (3). BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de 29


Real orden por su cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf XXXVI. De los obispos ha habido en Lérida y Huesca, ciudades principales de los pueblos ilergetes. Página 215. “(…) Catálogo de los obispos de la ciudad de Lérida. El primer obispo hallo de esta ciudad fue el glorioso san Licerio, del cual, aunque en el episcopologio que sacó á luz, en un sínodo que anda impreso el año 1618, el obispo don Francisco Virgilio, sucesor de este santo, no haga memoria, ni menos en la tabla de los días feriados de la corte de aquel obispado, ni fray Vicente Domenech hable de él en su Flos Santorum de santos de Cataluña; con todo, no ha querido Dios se perdiese del todo la noticia de él, porque Dextro la da en el año 268, y dice: Init sedem ilerdensem S. Licerius, vir sanctisimus, ad quem missit litteras Paulatus, episcopus Tolelanus. Que san Licerio, varón santisimo, fue el primer obispo de Lérida, y que Paulato, / (Página 216) obispo de Toledo, le envió cartas: y después, en el año 311, dice el mismo autor: Concilium Toleti contrahitur, in defensione Illiberitani: Sanctus Licerius, episcopus carensis vel carinensis, in Hispania, Ilerde, celebratur, quo translatus fuisse dicitur cum sede: y el Martirologio romano, á 27 de agosto, dice: Ilerde, in Hispania Tarraconensi, Sancti Licerii, episcopi: y Marieta en sus Santos de España, dice: «Reza la Iglesia de Lérida de este santo obispo Licerio y confesor, á los 27 del mes de agosto;» y Alfonso de Villegas dice: » De san Licerio, obispo y confesor, reza la Iglesia de Lérida á 27 de agosto. » Fué este santo obispo Carense ó Carínense, y de aquí pasó á Lérida con su Iglesia, de suerte que el obispado Carínense ó Carense fué transferido á Lérida, y san Licerio, que era obispo de este obispado, lo fué de Lérida, y de aquella hora adelante Lérida fué hecha silla episcopal como hoy lo es, y no sabemos que en la que dejó san Licerio fuese puesto otro obispo, ni aún podemos atinar donde era. El emperador Antonino en su Itinerario, hace mención de Care y le pone ínter Siminium et Cesaraugustam; y Plinio, lib. 3. cap. 3., dice: Carenses populas, in Hispania, complutensibus próximos esse. Y así estaban estos pueblos muy lejos de la ciudad de Lérida, y por otro nombre los llamaban en latin Caracitani; y hace de ellos memoria Plutarco en la vida de Sertorio, y el autor del Diccionario Histórico y poético dice llamarse así, de Caraba, pueblo de la España Tarraconense, entre los 30


carpetanos, que son los que hoy decimos del reino de Toledo; si ya no dijésemos que Cara fuese Guadalajara, á quien Antonio de Lebrija llama Carada ó Caraca, de donde derivan Caracilani y Caracenses, que son los de Guadalajara. Sea uno ó sea otro, / (Página 217) lo cierto es que este pueblo estaba mas arriba de Zaragoza, y pareció conveniente en aquella ocasión que la silla episcopal fuese transferida á Lérida, que por ser muy poblada necesitada de pastor y prelado; y por eso el padre Bivar dice, que las cartas que Paulato, arzobispo de Toledo, escribió á san Licerio fueron sobre la translación de una Iglesia á la otra, por ser primado y pertenecerle el mirar las causas y conveniencias de esta translación, que debió ser por andar en aquellas partes muy cruel la persecución, ó por necesitar la ciudad de Lérida de pastor, más que la ciudad ó pueblo que dejaba san Licerio, cuya vida fué santísima y el gobierno muy prudente, y por eso obligó á Dextro, en el año 311, que el santo seria muerto» á volver á hacer memoria de él. Prudencio es el segundo obispo que hallo de Lérida: este floreció el año 400; y dice Dextro que él y Heros, obispo de Tortosa, y Lázaro, obispo de Vique, enviaron á Paulo Orioso con cartas y con los cánones se habían hecho en el concilio de Zaragoza, el que se habia congregado el año 380, á los obispos de África que estaban celebrando un concilio general. Lo que contenían estos cánones y porqué fueron enviados á estos obispos, y de la herejía de Prisciliano, contra quien se juntó aquel concilio, hablan largamente Carrillo, en la vida de san Valero, Padilla en su historia eclesiástica, y Bivar en los comentarios de la historia de Lucio Dextro. Andrés fue el tercer obispo, el cual en el año 540 asistió al primer concilio de Barcelona; y García de Loaysa, en las adiciones al concilio Ilerdense, dice que este fue antecesor de Februario, / (Página 218) Februario, cuarto obispo, asistió al concilio Ilerdense, del cual queda hecha memoria arriba, congregado por Sergio, arzobispo de Tarragona, el año 546; y Graciano, en su Decreto, en muchas partes se vale de los cánones de este concilio. Murió el mismo año de 546. Ampelio sucedió á Februario, y luego, el mismo año, asistió al concilio se congregó en Valencia, de siete obispos. Polibio asistió y firmó en el concilio Toledano tercero, congregado en tiempo del rey Recaredo, á

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8 de los idus de mayo, año de Cristo 589, en el cual se hallaron sesenta y dos obispos, y condenaron la herejía de Arrio. Amelio asistió y firmó en onceno lugar el concilio Barcinonense segundo, celebrado el año 14 del rey Recaredo, y en el año de Cristo 599. Suesario asistió al concilio Egarense, que se juntó en Egara, en el principado de Cataluña, cerca de la villa de Terrasa, y no en Ejea de los Caballeros, como han afirmado algunos, el año de 614. Fructuoso asistió al cuarto concilio Toledano, no menos grave y principal que el tercero, en el cual se hallaron también sesenta y dos obispos y siete procuradores de obispos ausentes, que también se firmaron en él. Celebróse en tiempo del rey Sisenando, año 634, y firmábanse los obispos por la antigüedad de la consagración, y á este cupo el cuadragésimo segundo lugar. Asistió asimismo al sexto concilio Toletano, celebrado á 9 de febrero del año 638, en el segundo año del rey Chintila, al que asistieron cuarenta y siete obispos de España y Francia, y cinco procuradores de obispos ausentes. Gauduleno ó Gaudiolano, En su tiempo se celebró el / (Página 219) octavo concilio Toledano, á 17 de las calendas de enero del año de Cristo 653, con asistencia de cincuenta y dos obispos: entre ellos no se halló Gauduleno, sino que envió á Suterico, diácono, que asistió y firmó por él. Eusendo asistió y firmó en dos concilios Toledanos: estos son, el decimotercero, que se celebró en tiempo del rey Ervigio, y se hallaron en él cuarenta y ocho obispos, ocho abades, veinte y siete procuradores ó vicarios de obispos, y veinte y un condes y varones ilustres; el otro fue el decimoquinto, donde asistieron y firmaron sesenta y dos obispos, once abades y otras dignidades, cinco vicarios de obispos ausentes, y diez y siete condes. Celebróse este concilio á los 15 de mayo de 688. Auredo fue puesto en silla episcopal después de Eusendo. Este asistió y firmó el concilio Toledano decimosexto, que se congregó á 2 de mayo del 693, y hubo cincuenta y ocho abades, tres vicarios de obispos ausentes, y quince condes ó varones ilustres. Era rey de España Egica, y era el año sexto de su reinado y también del pontificado de Sergio; y este es el último de los obispos de Lérida que fueron antes de la pérdida de España, permitida de Dios por los pecados del pueblo y de los que le 32


regían, como apuntamos en su lugar (...)”. Página 212. Cita (1). “(...) Deben leerse con desconfianza todos estos episcopologios: quien desee más amplias y más seguras noticias, consulte el Viage literario de Villanueva, la España sagrada, y otras obras que tratan es profeso de la materia, que nuestro autor hubo de tocar tan solo incidentalmente, y aun, como hemos dicho- sin tiempo para corregir lo escrito (...)”. (4). MARTÍN LLORIS, Catalina. “Las reliquias de la capilla real en la Corona de Aragón y el santo cáliz de la catedral de Valencia (13961458)”. Valencia. Universitat de Valencia. Departament d´Historia de l´Art. 2010. www.martin.pdf Página 45. Comercio de reliquias. “(…) En el siglo V, la Iglesia todavía intentaba que el culto no se hiciese a las reliquias de los santos más que como servidoras de Dios y no adorarlas en sí mismas. Se procuró concienciar a la población de que sus reliquias eran una vía de acercamiento a Dios como decía San Agustín. Había que adorarlas pero como camino a Dios puesto que fueron de santos que iluminados por el Espíritu Santo que hicieron buenas obras. Fue en este momento cuando apareció la figura de San Agustín que defendía la trascendencia inmaterial de Dios pero criticaba la falsedad y sobre todo la exageración en el culto a sus reliquias. Sostenía que las reliquias eran simplemente un recuerdo y que no se les debía dar un culto excesivo porque esta actividad podía llegar a ser una herejía (133). Más tarde, ya en el siglo VI, San Gregorio Magno advirtió de los peligros que traía la excesiva veneración a las reliquias al tratarlas como objetos mágicos (…)”. (5). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (6). Libro I. CAPÍTULO I. De la entrada de los moros en España. “(...) Las reliquias de los santos se recogieron a los Pyreneos y montañas de Asturias, Galicia y Vizcaya. Pero siendo con engaño y fingidamente reducidos a su yugo, quebrantando las promesas que dieron, fueron por los infieles ocupados los tesoros de las iglesias, y violados y profanados los templos y lugares sagrados y reliquias de santos, sino fueron las que algunos obispos con santo celo y religión alzaron y recogieron a lo fragoso de los montes Pyreneos y a los lugares ásperos de las montañas de 33


Asturias, Galicia y Cantabria., donde se recogió la más gente que pudo escapar de la persecución y estrago de los enemigos (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (9). Libro I. CAPÍTULO III. De las entradas que hicieron en España Carlo Magno y Luis su hijo. “(...) Los moros saquearon las islas de Mallorca y Menorca. En el año siguiente de 798 comenzaron los moros a ser señores de la mar y saquearon las islas de Mallorca y Menorca; y según Regino y Anonio refieren, el rey don Alonso de Asturias y Galicia envió a Fruela y Basilico sus embajadores a Carlo, después de haber puesto a saco la ciudad de Lisbona; y le envió muy ricos dones y presentes de armas, caballos y esclavos, y un pabellón de extraña labor y grandeza. Y conforma bien con esto la razón de los tiempos, pues hallamos por muy antiguas memorias que el rey don Alonso el Casto fue eligido en el reino de Asturias en la de DCCCXXIX, que fue año de nuestra redempción de 791 (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (12). Libro I. CAPÍTULO III. De las entradas que hicieron en España Carlo Magno y Luis su hijo. “(...) Moros cosarios vencidos por los sardos. En el año de 807 los moros cosarios que salían de España corriendo las costas de nuestro mar, pasaron a Cerdeña; y saliendo los sardos a defender la isla vinieron a batalla, en la cual fueron los moros vencidos; y de allí pasando a Córcega recibieron también mucho daño (...)”. (6). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (6) Libro I. CAPÍTULO II. De la pasada de los moros de la otra parte de los montes Pyrineos. Monasterio de san Victorian. “(...) Garbona se ganó por los moros, y qué año. De manera que apenas habían acabado aquella tan gran empresa, que es la mayor que se sabe de ninguna nación, cuando pasaron los montes con tanta furia, que se halla en aquel anal 34


antiguo que en el año de 715 se ganó la ciudad de Karbona por Senia, rey de los moros. Confírmase bien esto por nuestras memorias; y puédese tener por cosa muy cierta que no quedó lugar en lo más áspero y fragoso de los montes Pyreneos ni en sus valles, a donde no penetrasen y prevaleciesen las armas y poder de aquella gente pagana, pues fueron ocupando las fuerzas principales; y sabemos que subieron por la ribera del Cinca el valle arriba hasta Santa Justa, y asolaron un monesterio muy devoto que allí había, y se apoderaron de los mejores lugares; y por la otra parte del río destruyeron y quemaron los lugares del val de Kocellas que era muy poblado y quedó mucho tiempo yermo; y fue destruido el monesterio de Sant / (Página 7) Victorián que se fundó en tiempo de los reyes godos. Y con la misma furia fueron ganando todo el resto de las montañas (...)”. Sin paginar (31). Libro I. Cronología (10041034). CAPÍTULO XIII. Del reinado del rey don Sancho el mayor y cómo dividió los reinos entre sus hijos. Paterno, primer abad de San Juan de la Peña.. “(...) Restauración de San Victorián. Dota el rey la catedral de Palencia. Hace a San Juan de la Peña de monjes benitos. Restauró el monesterio de sant Victorián que fue fundado en tiempo de los godos en el lugar donde hoy está llamado Assanio, que el rey don Sancho su nieto llama cenobio antiquísimo y religiosísimo y que siendo en los tiempos antiguos de gran veneración fue destruido en aquella general persecución de los infieles. Fundó diversas iglesias y monesterios y dotó de grandes posesiones y rentas la iglesia catedral de Palencia; y procuró que en sant Juan de la Peña a donde primero residían clérigos, estuviesen monjes de la orden de sant Benito: y vinieron del monesterio Cluniacense para introducir allí su regla y fue el primer abad en su tiempo Paterno; esto se hizo con permisión de Mancio obispo que se intitulaba de Aragón y de Sancio obispo de Pamplona (...)”. (7). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (31). Libro I. CAPÍTULO XIII. Del reinado del rey don Sancho el mayor y cómo dividió los reinos entre sus hijos. Cronología del rey Sancho de Cavarra, en relación al abad Paterno. “(...) Lo que se puede colegir de lo que reinó el rey don Sancho. Hay grande confusión entre los autores sobre declarar el tiempo que reinó el rey don Sancho el mayor; y es así que 35


enreda tanto y confunde esta diversidad por la antigüedad de las cosas y por el descuido de los que las dejaron escritas, que no se pueden ordenar ni distinguir los hechos y sucesos sino con desorden. Por instrumentos antiguos parece que comenzó el rey don Sancho a reinar año de 1004, y por otros se extendió el reinado del rey don García su padre hasta el año 1015 como dicho es; y algunas memorias vienen a confirmar que murió a 18 de octubre de la era de M.LXX.II que fue en el año de 1034, y con esto conforma el anal más antiguo que yo he visto del monesterio de Ripol. Fue sepultado en Oviedo según el arzobispo don Rodrigo y el autor de la historia antigua de Aragón escriben, y de allí fue después trasladado por el rey don Fernando su hijo a la iglesia de sant Isidro de León; y esto es lo más cierto que lo que se refiere en la historia del príncipe don Carlos, a donde se escribe que fue sepultado en la abadía de Oña. Y hallo un autor antiguo que no se nombra, que afirma que en aquella sepultura que estaba en León, en su epitafio se contenía que murió en la era de mil y sesenta y dos, habiendo de decir como yo creo setenta y dos, pues en tanta diversidad y confusión dificultosamente se puede afirmar cosa que se pueda tener por más cierta y verdadera (...)”. (8). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (43). Libro I. CAPÍTULO XXI. Del legado que el papa Alejandre II envió al rey Sancho de Aragón para ordenar las cosas eclesiásticas y reformarlas. “(...) El rey da la obediencia al legado en nombre del Papa y recibe la reformación de las ceremonias eclesiásticas. Entonces el rey con todos los de su reino dieron la obediencia al legado en nombre del papa Alejandre, reconociéndole como a verdadero vicario de Cristo; y puso el rey todos los monesterios de su señorío que estaban enajenados, debajo del amparo de la Iglesia; y se reformaron los ritos y cerimonias eclesiásticas con los oficios divinos que primero estaban en grande confusión, y se redujeron a orden y reglas canónicas, conforme a lo que en tiempo del rey don Ramiro se había ordenado por la sede apostólica. Envía el rey embajador al papa con el legado. Con el legado envió el rey por su embajador al papa al abad de sant Juan de la Peña llamado Aquilino y suplicó recibiese aquel monesterio que los reyes sus 36


predecesores habían fundado y dotado de muchas rentas debajo de la defensión y protección de la Iglesia: porque los perlados se entremetían en ocupar las rentas y distribuírlas a su voluntad contra la institución de los reyes. Lo cual fue concedido al rey de Aragón y que él pudiese distribuir y anejar las rentas como le pareciese, con otras grandes inmunidades y exenciones, haciendo al abad de aquel monesterio inmediato a la sede apostólica. En San Juan de la Peña comienza la reformación del breviario. En lo de la celebración de los divinos oficios siempre había en España gran confusión y contienda, pretendiendo los españoles de conservarse en la costumbre antigua de la iglesia de Toledo que llamaban ley toledana, conviniendo que se redujesen a las sanctiones y constituciones de la Iglesia católica romana. Y así en la venida deste legado y con su asistencia, se redujeron los oficios divinos al uso romano: y en el monesterio de sant Juan de la Peña se introdujo en la segunda semana de cuaresma, feria tercera, a veinte y dos del mes de marzo; y de allí adelante se conservó en este reino; y fue algunos años antes que en el reino de León y Castilla, a donde no se celebró hasta que fue librada la ciudad de Toledo de la sujeción de los moros, como parece por el arzobispo don Rodrigo (...)”. (9). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (52). Enterramiento en San Juan de la Peña de Sancho, rey de Aragón y Pamplona (1094). Libro I. CAPÍTULO XXXI. Del cerco que el rey don Sancho puso sobre la ciudad de Huesca y de su muerte “(...) Cerco de Huesca y la grandeza que tenía. Entonces movió el rey con su ejército y puso cerco sobre Huesca en el año de 1094; y teníala en gran estrecho por el mes de mayo habiéndose ayuntado un muy grueso ejército de navarros y aragoneses. Era aquella ciudad en estos tiempos muy populosa y principal y sustentaba mucha parte de la opulencia y dignidad que tuvo en los tiempos antiguos en que fue una de las más famosas que hubo en la provincia de España que llamaron citerior, la cual fue escogida por Quinto Sertorio entre todas las otras para fundar en ella la mayor fuerza y pujanza de su estado en la guerra que emprendió contra el imperio romano; en la cual Veleyo Paterculo encarece que fue favorecido Sertorio de los españoles de tal manera, que por cinco años estuvieron las cosas en 37


balanza que no se podía determinar cuáles fuesen mayores fuerzas, las de los españoles o de los romanos; y llegaron a trance que estuvo en duda cuál gente había de sojuzgar y señorear a la otra. Pueyo de Sancho donde el rey asentó su real. Muerte desgraciada del rey y el juramento que tomó a sus hijos. Entierro del rey. Los muros y torres de la ciudad estaban muy fuertes y la gente que había dentro tenía buen ánimo para defenderla, confiando en el socorro de Amat, por sobrenombre Almuzazayt, que en otras memorias se llama Almozaben y Almuacen, rey de Zaragoza, y de la gente de Castilla. Y el rey asentó su real en un cerro junto de la ciudad, que por esta causa se llamó el Pueyo de Sancho, de donde eran los enemigos muy ofendidos. Sucedió que reconociendo el rey el muro vio cierta parte dél más flaca por donde le pareció que se podría fácilmente combatir; y levantando el brazo derecho para señalar aquel lugar descubrió la escotadura de la loriga y fue herido por el costado; y sintiéndose herido de muerte disimuló con gran corazón cuanto pudo por no desanimar a los suyos: y mandó ayuntar a los ricos hombres y caballeros y tomó juramento del rey don Pedro y del infante don Alonso sus hijos -según el arzobispo don Rodrigo y el autor de la historia antigua escriben- que no se levantarían del cerco hasta que la ciudad fuese ganada y puesta debajo de su señorío; y consolando a sus hijos y a los que allí estaban, como príncipe cristianísimo y de singular esfuerzo, sacándole la saeta murió luego. Y fue su muerte a cuatro de junio deste año. Fue llevado su cuerpo a Montaragón que él había mandado fundar, y estuvo por sepultar hasta que / (Página 53) la ciudad fue ganada; y después fue llevado al monesterio de sant Juan de la Peña, según parece en una relación antigua, por miedo de los moros; y fue sepultado delante del altar de sant Juan Baptista (...)”. (10). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (41). Cronología: (1065). Libro I. CAPÍTULO XIX. Del reinado del rey don Sancho Ramírez. “(...) Presa de Barbastro donde muere el conde de Urgel; y quién fue su mujer. Púsose cerco sobre la ciudad de Barbastro que está junto al río Vero en lugar muy ameno y fértil; y según se contiene 38


en algunas memorias fue ganada en el año de nuestra redempción de 1065; y murió en el cerco el conde de Urgel, que por esta causa llamaron Armengol de Barbastro. Este estuvo casado con la condesa Clementia y hubo en ella muchos hijos y entre ellos según se entiende por muy evidentes conjeturas, fue la reina Felicia mujer del rey don Sancho de Aragón. La iglesia de Barbastro se da a la de Roda. [Comienza la posesión por los cristianos de la tierra llana.] Y entonces dio el rey la iglesia de Barbastro a Salomón obispo de Roda, memorias antiguas parece: en lo cual hay alguna contradición por parecer en diversos instrumentos que fue algunos años después desto Arnulpho obispo de Roda que lo fue en tiempo del rey don Ramiro. Con esta victoria tan señalada abrió el rey camino para las conquistas de los pueblos principales que tenían los moros en la región de los ilérgetes y para pasar la guerra contra el rey de Zaragoza y contra los moros que estaban apoderados de los lugares más fuertes e importantes de los vascones, celtíberos y edetanos, que estaban poblados en las riberas de Cinca, Gállego, Ebro, Jalón y la Güerba. Y de allí adelante hacían a los moros la guerra no como antes, que iban como por ciertos pasos, sino con una furia y corrida increíble, como gente que comenzaba a cobrar la posesión de la tierra llana en regiones muy fértiles y abundosas en que se habían sustentado los moros con gran regalo tanto tiempo (...)”. (11). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (38). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Concilio en Jaca y quién asistió en él. Aclamación del concilio a Dios y al rey. Mas el rey don Ramiro -según parece por aquellas letras apostólicas- fue el primero de los reyes de España que mandó en su reino se admitiesen las reglas y constituciones canónicas porque en todo se tuviese principal respeto a conservar la autoridad de la sede apostólica. Y porque había en el estado eclesiástico y por descuido de los reyes pasados duraban grandes corruptelas contra lo establecido por los sagrados concilios generales que hubo en la primitiva

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Iglesia, procuró que se congregase en la ciudad de Jaca concilio provincial. Y concurrieron en él: el arzobispo de Aux que se llamaba Austindo y ocho obispos y los abades de los monesterios. Los perlados fueron éstos: Guillermo obispo de Urgel hijo de Wifredo conde de Cerdania que fue un muy notable perlado, Heraclio obispo de Bigorra, Esteban obispo de Oloron, Gómez obispo de Calahorra, Juan obispo de Leytora, Sancio obispo de Aragón, Paterno obispo de Zaragoza, Arnulpho obispo de Roda, Blasco abad del monesterio de sant Juan Baptista, Bonizo abad del monesterio de sant Andrés y Garuso abad Asaniense que es el monesterio de sant Vitorián. En la primera sesión del concilio estando el rey presente y el infante don Sancho y el conde Sancho sus hijos y los barones y caballeros del reino, en presencia de todo el pueblo en una voz dieron alabanzas a nuestro Señor rindiendo gracias al rey, llamándole benignísimo y serenísimo príncipe que había tenido tanto cuidado de la restauración de la Iglesia católica; y con grandes exclamaciones suplicaban a nuestro Señor le diese victoria de sus enemigos. Entonces se confirmaron y restauraron muchos estatutos concernientes al estado eclesiástico, reformando las cosas sagradas y espirituales en los abusos que duraban por las continuas guerras y por el comercio que tenían con los infieles, conforme a los estatutos de los sagrados cánones (...)”.Sin paginar (39). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Donación a la iglesia de Jaca. El Papa confirma el territorio del obispado de Jaca y le da la iglesia de las Masas de Zaragoza. Allende de la décima que se señaló a esta iglesia, anejó el rey la tercera parte de los tributos que recibía de los moros de Zaragoza y Tudela. Tan grande era el celo y devoción que los príncipes tenían al augmento del culto divino. Y de allí adelante los obispos tomaron el título de Jaca. Confirmóse esta limitación por el papa Gregorio VII, anejando a esta diócesi el monesterio de las santas Masas, que eran las reliquias de innumerables santos que padecieron martirio en Zaragoza; por cuya memoria fue esta ciudad muy venerada en los tiempos antiguos: la cual según Prudencio y sant Isidro escriben- floreció entre todas las otras por 40


las sepulturas de los santos mártires. Estaba este monesterio en esta ciudad junto a las riberas del río Orba, que agora se dice la Güerba; y Paterno obispo de Zaragoza con permisión de su clero la anejó a la iglesia de Jaca. Y así es hoy aneja esta parrochia al obispado de Huesca (...)”. (12). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (42). Libro I. CAPÍTULO XXI. Del legado que el papa Alejandro II envió al rey Sancho de Aragón para ordenar las cosas eclesiásticas y reformarlas. “(...) Scisma en la Iglesia. Hubo al principio del reinado del rey don Sancho de Aragón en la Iglesia grande cisma, porque siendo eligido pontífice Alejandre segundo canónicamente, los perlados de Lombardía con favor del emperador Henrico cuarto trataron que se hiciese elección de otro pontífice, fundando su liviandad y error en que Alejandre había usurpado la sede apostólica sin voluntad y consentimiento del emperador. Y juntando su conciliábulo fue por ellos eligido Cadolo Parmesano. Y padeció en este tiempo gran adversidad la Iglesia católica estando los reyes y príncipes de la cristiandad muy discordes y divisos en la obediencia. Legado del papa al de Aragón acabada la scisma, y recibimiento del legado. Pero siendo los cismáticos vencidos, por reducir a la unión de la Iglesia católica a los que estaban apartados della y también por poner en buen estado las cosas eclesiásticas cerca de las cerimonias y culto divino que estaba en España por las guerras continuas que con los moros había no tan ordenado ni recibido como conviniera conforme a lo que estaba establecido por los sagrados decretos de los sumos pontífices envió el papa Alexandre al rey don Sancho por legado a Hugo Candido presbítero cardenal. Y fue recibido por el rey y su corte con grande honra y fiesta, estando en ella don García / (Página 43) su hermano obispo de Jaca, Arnulpho obispo de Roda, el conde don Sancho Remírez hermano del rey que se intitulada señor en Benavente y muchos otros ricos hombres; y los principales eran éstos: Fortuño Sanz señor en Huarte, Lope Garcez en Uncastillo y en Arrosta, Ramón Galíndez en Estada, Pero Sanz en Boltayna y Marcuello, Aznar Jiménez en Gallipienzo, Sancho Fernández en Atarés, Galín Sánchez en Sos y después en Arguedas,

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Iñigo Sánchez en Monclús, Jimen Garcés en Boil, Fortún Sanz en Bailo y Eliso (...)”. (13). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (38). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Cristiandad grande del rey Ramiro que fue el primero que hizo reconocimiento al papa y a la Iglesia. Fue el rey don Ramiro, según el papa Gregorio VII dice en sus letras apostólicas, cristianísimo príncipe y tan devoto de la Sede Apostólica que se hizo tributario de la Iglesia juntamente con sus hijos y con todo su reino. Y fue el primero de los reyes de España que hizo este reconocimiento. Y encarece mucho el papa que como otro Moysen fue también el primero que en su reino recibió las leyes y costumbres romanas desechando la superstición -como él dice- de la ilusión toledana. Esto es, a lo que yo puedo entender, que admitió las reglas e institutos canónicos que estaban desde lo antiguo introducidos por la santa madre Iglesia romana en la celebración de los oficios divinos, y dejó el breviario gótico y sus cerimonias que se habían guardado en España desde el tiempo de los godos y le llamaban el oficio toledano (...)”.Sin paginar (38). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Grande escándalo y temeridad en Castilla sobre el breviario y sus cerimonias. Qué llamó el papa ilusión toledana. Y pienso que dice esto el papa por el grande tumulto y escándalo que hubo entre los reyes y los grandes y populares del reino de Castilla, defendiendo los pueblos y grandes de aquellos reinos el breviario toledano y sus cerimonias, y pretendiendo los reyes que admitiesen el oficio galicano que era el mismo que se había ordenado por los romanos pontífices. Llegó esta contienda después a tanto escándalo que se puso al juicio de las armas, nombrando dos caballeros para que por batalla campal defendiese cada uno su opinión; y no contentos con esto usaron de otro juicio más temerario y escandaloso que fue echar los dos breviarios en una grande hoguera, en la cual según el arzobispo don Rodrigo afirma, se consumió 42


el breviario galicano y saltó sobre las llamas el toledano sin ninguna lesión. Y esto conjeturo yo es lo que el papa dice de la ilusión toledana (....)”.Sin paginar (38). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Dedicación de la iglesia de Jaca y su territorio. Y se instituyó y dedicó en aquella ciudad la silla catedral que en la primitiva iglesia estuvo en Huesca, declarando que cuando la cabeza del obispado se cobrase de poder de infieles, la iglesia que se restauraba en Jaca le fuese súbdita y una misma cosa con ella y la obedeciese como hija a su matriz / (Página 39) Anejó el rey a esta diócesi los monesterios de Sasave, Lierde, Sietefuentes, Ciresa, Ravaga y de San Emeterio, con todas las iglesias que había o se edificasen desde el nacimiento de Cinca hasta el valle que llamaban Lobera, que fueron en los tiempos antiguos los límites del obispado de Huesca; y de aquel valle por la región de mediodía hacia el occidente hasta lo llano a la Plana mayor que llamaban la llana España; y de allí discurriendo por rodeo hacia el setentrión como se levantan los montes Pyreneos y dividen el reino de Aragón de Francia, incluyendo los valles hasta la villa de Aragüés que era la postrera del val de Ansó hasta un lugar que se decía Moncubell; y de allí por la región de los vascones como discurre el río Aragón y parte los límites del reino, incluyendo todo el valle de Orsella que agora se dice Valdoncella, con todo el Pintano con las iglesias de diversos castillos que eran Filera, Ruesta, Ull, Peña, Sos, Lobera, Uncastillo, Luesia, Librana, Eliso, Castelmanco, Agüero y Morillo, que se edificaron en tiempo del rey don Sancho padre del rey don Ramiro. (...)”. (14). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (11). Libro I. CAPÍTULO III. De las entradas que hicieron en España Carlo Magno y Luis su hijo. “(...) Institución de una metrópoli con siete catedrales en Cataluña. Allende desto, escriben que se proveyó por la Sede Apostólica que en Cataluña hubiese un arzobispado y siete iglesias catedrales en ocho ciudades que fueron Tarragona la primera y metrópoli, Elna, Urgel, Roda que después se mudó a Lérida, Tortosa, Barcelona, Vic y Girona. Pero todas estas iglesias excepto la de Roda fueron ya en los tiempos antiguos catedrales y presidieron en ellas 43


obispos; y es cosa muy averiguada que desde los reyes godos hasta la destruición de España hubo silla catedral en Ampurias y presidieron en ella sus obispos. Carlo Magno fue en este tiempo señor de lo que los cristianos ganaron en Cataluña. Mas como quiera que estos estados fuesen primeramente instituídos o por el emperador Carlo Magno como en esta historia se afirma, o después, parece cosa muy cierta que tuvo Carlo el dominio en toda la tierra que estuvo en poder de fieles; y se fue poblando por los cristianos en los montes Pyreneos como se iban extendiendo desde Ribagorza a Cerdania y Rosellón, en la cual se comprende por aquella parte todo lo que hoy se llama Cataluña. Y aún duran muchas memorias en las iglesias de Urgel, Girona y Barcelona por las cuales parece que le fue toda esta tierra sujeta; y que la iglesia de la Seo de Urgel fundada en tiempo de los godos en el lugar donde hoy está, fue destruída por los infieles y se tornó a edificar y dotar en su tiempo. Y hallamos en autores muy antiguos y graves que aunque no hacen mención de las cosas que en Cataluña se ordenaron por el emperador Carlo, escriben haber instituído en la Aquitania nueve condados; y parece cosa verisímil haber seguido aquella misma orden en las provincias que en esta parte de España le eran sujetas y estaban ya conquistadas, cuanto a proveer en las ciudades más principales quien las rigiese, que llamaban entonces condes. Así parece que ya en su tiempo y de sus hijos había condes en Barcelona, Ampurias, Girona y Urgel; aunque no se halla ninguna mención de vizcondes hasta que ya los condes de Barcelona tenían muy confirmada la posesión de su señorío para sus sucesores por sus conquistas, ni de los otros barones; pero lo que estos autores, señaladamente Pedro Tomich, escriben, ni es de afirmar ni se debe creer que antes se repartiese la tierra que fuese conquistada de los moros, y que no se extendiese a más de los límites que hoy tiene Cataluña, que se acabó de ganar tanto tiempo después por el conde don Ramón Berenguer príncipe de Aragón. (...)”. (15). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (32). Libro I. CAPÍTULO XIV. Del rey don Ramiro que fue el primero rey de Aragón, y de los límites de aquel reino. “(...) Provincia de Tarragona, cuanto comprendía. Porque aquella provincia fue tan 44


extendida que comprendía no solamente lo que hoy se llama Cataluña y los reinos de Aragón, Gavarra, Valencia y Murcia, pero todo el reino de Toledo y las provincias de Guipúzcoa, Alava y Vizcaya, y las montañas con las Asturias y Galicia hasta las riberas de Duero que dividía por aquella parte la provincia citerior de la Lusitania; y no me puedo persuadir, siendo esto así, que haya quedado por esta causa el nombre a este tan angosto y pequeño espacio de tierra que queda tan apartada y recogida a la falda de los montes; pues ni Tarragona -que fue tan señalada cosa en aquellos tiempos y la cabeza de la provincia Tarraconense y de quien tomó el nombre- ni su comarca, han conservado el nombre antiguo (...)”. (16). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (14). Libro I. CAPÍTULO IV. De los condes de Aragón y Barcelona; y de otros que tuvieron señorío en los montes Pyreneos. “(...) Primer conde de Ribagorza casa con hija del conde de Aragón. Fundación del monesterio de Obarra. Juntóse con ellos otro príncipe muy valeroso que se apoderó de lo más áspero de Ribagorza y tomó título de conde, que se llamó Bernaldo; y casó con Theuda, hija del conde Galindo; y según parece por antiguas memorias era del linaje de Carlo Magno, en cuyo tiempo la mayor parte de Sobrarbe, Ribagorza y Pallás estaba en poder de infieles. De tal manera se comenzó por aquella parte la conquista y con tanta furia, que lanzaron los moros de las montañas hasta Calasanz, y se apoderaron de los puertos y pasos más fuertes, y pobló el conde Bernardo diversos lugares de cristianos desde el Grado que llamaban de Aras hasta el Grado de San Cristóbal, y desde el río de Isábena hasta el castillo de Ribagorza. Dentro destos límites se poblaron Valobriga, Brayllans, Visarrahón, Villar, Reperos, Magarrofas, la Torre de la Ribera y Visalibons; y fundó el monesterio de Obarra debajo de una gran roca que antiguamente se dijo el Castillo de Ribagorza en la ribera de Isábena, que antes de la entrada de los moros se edificó debajo de la regla de San Benito, a donde el conde Bernaldo y la condesa Theuda eligieron sus sepulturas. Conquista del condado de Pallás. Ko solamente prosiguió la conquista el conde Bernaldo por la parte de Sobrarbe, pero fue conquistando de la otra parte del río Koguera que llamaban Kocharia, lo 45


más fuerte del condado de Pallás. Bernaldo conde de Lenguadoque y primero de Barcelona. Tuvo en el mismo tiempo cargo de la región que llamaban Gotia otro príncipe del mismo nombre llamado conde Bernaldo, en cuya provincia se incluían los condados de Rosellón y Cerdania y gran parte de la provincia Garbonense que se continúa con estas regiones y llaman hoy Lenguadoque. Juntamente con estos estados estaba debajo de su gobierno la ciudad de Barcelona y los lugares que se habían conquistado de los moros. Fue el conde Bernaldo más acepto y privado del emperador Ludovico que otro ninguno de los grandes de su reino, y era muy señalado su valor en aquellos tiempos; y fue proveído por general de la gente de guerra que estaba en España en frontera de los moros después que por culpa y descuido de los capitanes y gobernadores que residían en estas partes, muerto el emperador Carlo Magno, las cosas de España sucedieron adversamente y muchos lugares de su obediencia se rebelaron. Y fue el primero que yo hallo haber tenido título de conde de Barcelona, puesto que por escripturas auténticas del mismo tiempo y del primer año de Ludovico parece que se llama marqués: en las cuales se contiene que Ludovico tomaba debajo de su imperio a Frodoino obispo de Barcelona de la manera que lo estaba en tiempo del emperador su padre; y otorgó grandes inmunidades y excepciones a los eclesiásticos, y dio licencia para restaurar la iglesia de Barcelona dedicada a la invocación de la Cruz, donde estaba el cuerpo de Santa Eulalia; y mandó que se restaurasen las iglesias de Sant Cucufate y Sant Feliz, junto al lugar llamado Octaviano. (...)”. (17). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (15). Libro I. CAPÍTULO IV. De los condes de Aragón y Barcelona; y de otros que tuvieron señorío en los montes Pyreneos. “(...) Restauración de la iglesia de Urgel. Todos estos valles y pueblos se nombraban entonces por los mismos nombres que agora tienen; y por todas estas montañas se extendía la diócesi de Urgel, y en ella se incluían las iglesias de Santa María de Alaó que está dentro del condado de Ribagorza, y las de San Pedro de Taberna y de Gistao que están en los valles de Benasque y Gistao entre Esera y Cinca, por estar las sillas episcopales de Huesca y Lérida y lo más de su diócesi en poder de infieles y haberse restaurado la 46


iglesia de Santa María de Urgel en tiempo de Carlo Magno en el mismo lugar que en lo antiguo estuvo la catedral siendo obispo Sisebuto. El cual en el sexto año del reino del emperador Ludovico, que fue en el de nuestra redempción de 820, con muy grande solemnidad en la fiesta de Todos Santos consagró y dedicó la iglesia, asistiendo a la consagración y dedicación el conde Seniofredo que era conde de Urgel y tenía la potestad por el emperador Ludovico; y confirmáronse las iglesias y territorio que antes, en vida del emperador Carlo Magno, se le habían señalado: que eran las iglesias de Berga, Cerdania, Pallás, Cardona y Ribagorza, con las que llama Anabiense, Erbiense y Gestabiense que agora dicen Gistao. Lo cual fue aprobado por el mismo emperador Ludovico y por algunos pontífices que después sucedieron (...)”. (18). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (15). Libro I. CAPÍTULO IV. De los condes de Aragón y Barcelona; y de otros que tuvieron señorío en los montes Pyreneos. “(...) Condado de Berga y Osona. Conde Borrello príncipe de Urgel dio a la iglesia de Urgel a Castelvell. Berga y Osona fueron asimismo condados; y aquellas ciudades se poblaron por mandado del emperador Ludovico juntamente con el castillo de Cardona y otros lugares de las montañas: de los cuales se escribe en la crónica de Anonio que tuvo el gobierno el conde Borelo, el cual parece por memorias auténticas que en el año séptimo de Ludovico rey de Francia hijo de Carlo Magno, se llama príncipe de Urgel. Este tuvo de la condesa Engelrada su mujer a Armengol y Engelrada; y dio a Castelvell a la iglesia de Urgel, el cual dice haber ganado y pertenecerle por la sucesión de Carlo Magno (...)”. (19). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin Páginar (35). Libro I. CAPÍTULO XVII. Que el rey don Ramiro acrecentó su reino hasta el condado de Pallás; y de los hijos que tuvo. “(...) Restitúyese al obispado de Urgel lo que le habían desmembrado. Este mismo año a diez y siete del mes de setiembre estando el rey don Ramiro en el castillo de 47


Laquers que agora llaman Laguarrés en Ribagorza, vino el obispo de Urgel Eribaldo ante él, querellándose que el rey don Sancho su padre injustamente había separado el obispado y diócesi de Ribagorza y de Gistao, de la iglesia de Urgel. Y mostró ante el rey -por la donación que se hizo a la iglesia de Urgel en el tiempo del emperador Ludovico hijo de Carlo Magno- que aquellas iglesias de Ribagorza y Gistao se asignaron a la diócesi de Urgel. Y con la probanza que recibió dello, el rey mandó restituir y unir el obispado de Ribagorza y Gistao con la iglesia de Urgel, y asignóle de nuevo a Roda que dice haber sido mucho tiempo poseida por los moros y que después se cobró por los cristianos en tiempo del rey don Sancho su padre, cuya iglesia según está dicho se había antes dedicado en el año de 957. Pero no pasó mucho tiempo que se instituyó iglesia catedral en Roda, asignándole diócesi en todo el territorio de Pallás y Ribagorza (...)”. (20). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (46). Libro I. CAPÍTULO XXV. De la penitencia pública que el rey don Sancho hizo por haber puesto la mano en las rentas eclesiásticas. “(...) El obispo de Jaca hermano del rey le hace mucha contradición en la exención de los monesterios. Confirma el papa Gregorio VII las concesiones hechas al rey. En las gracias y concesiones que el rey don Sancho impetró de la sede apostólica sobre la exención de los monesterios de su reino y de las iglesias que se iban fundando y dotando en los lugares que se ganaban de los moros, hacía grande contradición don García obispo de Jaca, su hermano, pretendiendo que se derogaba a la preeminencia y jurisdicción ordinaria; y procedía contra cualesquier personas que se querían eximir y traía sobre esta causa muy molestados a los religiosos e inquietado al rey. Y siendo muerto en Roma después de la concesión de Alejandre segundo el abad Aquilino, envió el rey en su lugar al abad Sancio que sucedió a Aquilino: y éste obtuvo confirmación del papa Gregorio séptimo de lo que había sido concedido por Alejandre. Y mediante la solicitud y buena industria de Galindo abad de Alquézar se impetró en el año de 1074 que pudiese el rey distribuir y anejar las rentas de las iglesias y monesterios y capillas que de nuevo se fundasen en su reino de allí adelante y de las que se edificasen y dotasen en los lugares 48


que se ganasen de los infieles. Concuerda el rey a los obispos de Jaca y Roda en sus diferencias. Hubo por este tiempo gran diferencia y contienda entre don García obispo de Aragón y Jaca hermano del rey y don Ramón Dalmao obispo de Roda, sobre los límites de sus diócesis. Y por persuasión del rey dejando sus diferencias a su determinación se concordaron y señalaron los límites. Con ser la guerra tan justa y necesaria hizo el rey pública penitencia ante el obispo de Roda por haber puesto la mano en las rentas eclesiásticas. Pero por las necesidades de la guerra el rey ocupaba las rentas eclesiásticas y las destribuía en otros usos. Aunque fueron aquellos príncipes tan católicos y era tan grande su celo cerca de las cosas sagradas y del culto divino y tan confirmada su devoción y fe que con ser la guerra no sólo tan justa pero sumamente forzosa y necesaria, en la cual no solamente se contendía por el acrecentamiento del reino pero por su misma defensa y por la conservación de la religión y como dicen, por las aras y templos sagrados, prosiguiendo una guerra perpetua con los enemigos de la fe, que eran muy poderosos y tan vecinos que ni la aspereza de las montañas les podía asegurar dellos, con todas estas / (Página 47) circunstancias se tenía por grave lo que el rey hacía. Y él, como muy católico y cristianísimo príncipe, reconociendo cuanto nuestro Señor se ofendía en ello y el escándalo que se podía seguir del ejemplo, en el año de 1081, estando con su corte en Roda, en presencia de don Ramón Dalmao obispo de aquella iglesia, ante el altar de sant Vicente hizo pública penitencia y satisfacción por haberse entremetido a echar la mano de las décimas y primicias que pertenecían a las iglesias; y mandó restituir todo lo que estaba usurpado a aquella iglesia de Roda, que por esta causa había llegado a estar desolada y perdida (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (86). Libro I. CAPÍTULO LIII. De la división que hubo en el reino de Aragón sobre la sucesión y cómo fue eligido en rey el infante don Ramiro siendo monje. “(...) Don Ramiro el monje fue sacerdote y obispo de Roda y de otras partes. Visto esto por los ricos hombres y caballeros y ciudades del reino de Aragón, y que los navarros habían eligido rey sin su voluntad, porque no se sujetasen a príncipe extraño y no se acabase la línea de los reyes que conquistaron la tierra de los moros y dejaron 49


fundado su reino, determinaron de eligir por su rey al / (Página 87) infante don Ramiro hermano del rey don Alonso e hijo del rey don Sancho. Siendo ayuntados en las cortes en la villa de Monzón enviaron por él, según algunos dicen a Roda, de donde entonces era obispo. El cual, como en la historia de sant Juan de la Peña se afirma, había sido sacado de sant Ponce para abad del monesterio de Sahagún y después fue electo obispo de Burgos y de Pamplona; y en tiempo del emperador don Alonso, de Roda y de Barbastro (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (125). Libro II. CAPÍTULO XXVI. Que el rey don Alonso trujo a la iglesia catedral de Zaragoza la cabeza de San Valero. “(...) La reliquia de San Valero en Roda. Tuvo el rey la fiesta de Kavidad del año de 1170 en la iglesia de San Vicente de Roda en el condado de Ribagorza. Y con él estaban los obispos de Zaragoza y Barcelona, el conde de Pallás y Ramón Mir su hijo, Berenguer de Entenza, Ramón de Eril y otros ricos hombres y caballeros de Aragón y Cataluña. Y como era cristianísimo y muy católico príncipe, pidió a don Guillén Pérez obispo de Lérida y Roda y al capítulo y canónigos, la cabeza de San Valero, que en tiempo del emperador Diocleciano fue obispo de Zaragoza, porque la reliquia de tan gran pastor y prelado y de aquel santísimo varón fuese adorada en la misma ciudad a donde había nacido y en el templo a donde presidió con tanta santidad y doctrina -que fue tan venerado en su vida por la universal iglesia, como después de su muerte fue su memoria canonizada-; y el obispo y capítulo condescendieron a la devoción del rey, y él les hizo merced del lugar de Montarruego junto a Berbegal. Traslación del cuerpo de San Ramón obispo de Roda. En la fiesta de San Juan Apóstol y evangelista siguiente, por grandes ruegos del rey y de los barones que estaban con él, se alcanzó del obispo de Lérida y de sus canónigos que se hiciese traslación del cuerpo del bienaventurado y gran siervo de nuestro Señor, San Ramón, que fue obispo de Roda; y aquel día se hizo con gran solemnidad y fiesta (...)”.BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su 50


cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf Página 220. XXXVII. De los obispos de Lérida que fueron después de la pérdida de España, hasta el año 1433, en que murió don Jaime de Aragón, último de los condes de Urgel. “(...) El año 714 ha sido el mas infeliz y triste de todos para nuestra España, pues en él recibió el castigo merecían los pecados de ella, que cada dia gritaban y pedian justicia á Dios. Esta fue tal, qué quedó acabada, asolada y del todo perdida, las iglesias profanadas, los edificios de ellas derribados, rompidas y maltratadas las imágenes, destruidos los sepulcros y sacados fuera los huesos de los difuntos, y si algún oratorio ó templo quedaba en pie, ó era para ser establo de bestias, ó mezquita de moros, que era aun peor. Quedó el rebaño de los fieles sin pastores, á la voluntad de los lobos, y apenas que dó obispo en ninguna ciudad, y los que quedaron se hubieron de apartar á montes desiertos. Entonces quedó Lérida del todo perdida, y se acabó la grandeza que hasta estos tiempos habia tenido, y no quedó rastro de lo mucho que la engrandecieron los romanos y godos, en cuyo tiempo habia admirablemente florecido, y estuvo su obispado vaco y sin prelado, á lo menos de que se tenga noticia, hasta el año 957 ó cerca de él, que entonces los cristianos que andaban retirados por los montes se juntaban en Roda, pueblo de Aragón, en lo mas fragoso de las montañas, donde los condes de Ribagorza, Ramón y Garcenda, habían reedificado y erigido la iglesia de aquel pueblo en / (Página 221) catedral, con título de san Vicente, y al cumplido decoro y ornato de aquella, y provecho de los fieles que allá se juntaban, solo faltaba obispo y pastor que los apacentase en la doctrina y ley evangélica, y por eso los condes fundadores pusieron en ella obispo. Odisendo fué el primer obispo de Roda, y era el cuarto hijo de los fundadores; los cuales le nombraron por prelado de la Iglesia que ellos hablan erigido, aunque le duró poco gozar de ella, porque luego fue esta ciudad tomada de los moros y quedó sin obispo. Arnulfo fué el segundo obispo de Roda, después de cobrada dé los moros, y era obispo el año 1060.

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Salomón fué el tercer obispo, á quien el año 1065 dio el rey don Sancho Ramírez de Aragón la ciudad de Balbastro que habia ganado, y se llamó obispo de Roda y Ralbastro, aunque gozó poco de la nueva ciudad, que dentro de pocos dias se perdió y volvió á poder de los moros. Arnulfo fué obispo de Roda cerca del año del Señor de 1070, y debia ser varón de gran santidad; porque le reveló Dios el lugar donde estaba el cuerpo de san Valero, el cual le puso en la iglesia de san Vicente de Roda. Raimundo Dalmacio regia la iglesia de Roda cerca de los años 1080, y se firmó en un privilegio del rey don Pedro, concedido á san Juan de la Peña en este año, y se firma: Raymundus Dalmatius, episcopus m Rola et in Moncon. Poncio fué obispo de Roda el año 1090. A este dio el rey don Pedro de Aragón la ciudad de Balbastro, que habia cobrado, y la erigió en catedral, y nombró obispo de ella á Poncio, que ya era obispo de Roda desde el año 1090, y después se intituló obisipo de Roda y Balbastro, y se / (Página 222) extendía su obispado hasta la ciudad de Lérida y sus términos. San Ramón era obispo de Roda y Balbastro, y estando en posesión de estas dos ciudades, Esteban, obispo de Huesca, con mano armada, le sacó de su Iglesia y ciudad. Era arzobispo de Tarragona san Olaguer, y dio razón de ello al papa Calixto, que le mandó le restituyese á la misma Iglesia y ciudad de Balbastro, de donde le había con violencia sacado. Este santo, antes de ser nombrado obispo, era prior de la Iglesia de Tolosa en Francia: fué varón muy señalado en nobleza, virtud y letras, como parece en la historia de este santo que dejó manuscrita don Miguel Cercito, obispo de Balbastro. Esteban era obispo el año 1124. Pedro, monje benito del monasterio de san Ponce de Tomeras, cerca de Tolosa: á este el rey don Alfonso de Aragón mandó restituir la iglesia de Balbastro. Don Ramiro fué hijo del rey don Sancho de Aragón y de la reina doña Felicia, hija del conde de Urgel; y tuvieron tres hijos, don Pedro y don Alfonso, que el uno tras el otro fueron revés, y á don Ramiro, que era el menor, le dedicaron á la religión y le enviaron al monasterio de san Ponce de Tomeras, donde profesó: fue después abad de Sahagún, electo obispo de Burgos y de Pamplona y obispo de Roda, y de aquí vino á ser rey de Aragón, el año 1136. Era cuando fue coronado rey de edad de 52


cincuenta años, y sacerdote: el póntifice le dispensó por la sucesión y bien común de todo un reino, y después que tuvo sucesión, se volvió á recoger en san Pedro de Huesca, donde murió. Gaufredo fue su sucesor, y vivia el año 1137 (…)”. (21). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (107). Libro II. CAPÍTULO IX. Que Lérida y Fraga se ganaron de los moros por el príncipe de Aragón. Obispado de Lérida-Roda. “(...) Hácese obispado Lérida y se junta con Roda. Ganóse Mequinenza. Entonces se restauró en la ciudad de Lérida la sede episcopal que en el tiempo antiguo fue muy principal en la provincia Tarraconense. Y llamóse el primer obispo don Guillén Pérez que era obispo de Roda e intitulóse de allí adelante obispo de Lérida y Roda, y algunos de sus sucesores. También se halla en anales muy antiguos de Castilla que confirman en haberse ganado este año Fraga y Lérida; y en el mismo se ganó Mequinenza lugar muy importante por el sitio y estar asentado entre las riberas del Ebro y Segre a donde estos ríos se juntan, que parece ser el que César llama Octogesa sino está corrompido el nombre (...)”.BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf Página 225. XXXVII. De los obispos de Lérida que fueron después de la pérdida de España, hasta el año 1433, en que murió don Jaime de Aragón, último de los condes de Urgel. “(...)Don Guillen Pérez era obispo el año 1151, que el conde de Barcelona don Ramón Berenguer ganó de los moros la ciudad de Lérida y volvió á erigir en ella la silla episcopal, así como de antes la liabia tenido; y fué este prelado el primer obispo de Lérida y el prostero de Roda; porque en tiempo de los godos el obispado de Lérida se extendía á todos estos territorios, y ya el papa Pascual II habia extendido los límites de Roda hasta Lérida; y así, mudándose la silla á Lérida, fué 53


con todo su territorio, y de aquí quedó que á los obispos de Lérida los llamaban obispos de Lérida y Roda ; y en Roda quedaron un prior y canónigos, que son del obispado de Lérida. Balbastro, al cabo de cuatrocientos años que esto pasó, fué erigida en obispado, á petición del rey Felipe, dando en esto contento á aquella ciudad, que habia muchos años lo deseaba. A este obispo Guillen dio el conde Ramón Berenguer el cuarto las décimas y otros derechos de muy gran consideración en el término de la ciudad de Lérida, para sustento suyo y de los ministros de aquella Iglesia, á quien dio muy buena parte, y ordenó hubiese en ella veinticinco canónigos del hábito y regla de san Agustín, la cual profesaron mucho tiempo, trayendo aquel hábito. Hízose esta donación el año del Señor de 1168 (1); y por esta y otras buenas obras que hizo á la Iglesia, le dan el título de fundador de ella. Murió á 16 de las calendas de enero de 1177. Sucedióle don Gombaldo, de quien hallo memoria en el testamento del rey don Alfonso, hijo de la reina doña / (Página 226) Petronila, que le elige en marmesor, juntamente con R., arzobispo de Tarragona, Ricardo, de Huesca, Pedro, abad de Poblet, y el maestre del Temple. Berenguer de Erill es el obispo mas antiguo de que se halla memoria, después del precedente; y fue de la familia y linaje de los Erills, muy noble y muy principal en Cataluña; é hizo muchas ordinaciones y estatutos para el buen gobierno y regimiento de su Iglesia, y murió á 5 de las nonas de octubre de 1234. Pedro de Albalate fue sucesor de Berenguer: este en el año 1237 hizo ciertas ordinaciones muy provechosas para su Iglesia; asistió con el rey don Jaime en la presa de Valencia, y después fue transferido á la metropolitana de Tarragona, y murió á 6 de las nonas de julio en el monasterio de Poblet, donde tiene sepultura junto á la capilla de san Bartolomé. Raimundo de Ciscar entró en el obispado de Lérida el año 1237, y en el de 1240 hizo ciertas ordinaciones para la buena administración de lo que le estaba encomendado. En su tiempo se acabó de concordar la diferencia que había entre los canónigos de Lérida y los de Roda, sobre el número de electores que de cada cabildo habia de haber en la elección del obispo de Lérida, y lo dejaron en manos de él y de don Pedro de Albalate, 54


arzobispo de Tarragona, nombrándoles arbitros y compromisarios; y á 26 de marzo del 1244 declararon que la tercera parte de electores fuese de Roda, y que los de Lérida , ofreciéndose elección, les hubiesen de dar aviso. Murió el año de 1245, y fue sepultado en el monasterio de Poblet, y estuvo su cuerpo mucho tiempo en un sepulcro de yeso, que después se / (Página 225) desmoroñó, y los huesos, metidos en un saco, fueron puestos y están en el arca ó tumba del príncipe don Carlos de Viana, al lado del evangelio, debajo las sepulturas de los reyes don Jaime el primero, don Pedro el cuarto y don Fernando el primero. Guillen de Barbera, religioso del orden de predicadores, fue sucesor de Raimundo de Ciscar, y fue su elección de esta manera: que no podían los canónigos de Roda y Lérida concordar sobre la elección del obispo, y estando en discordia, les pasó el tiempo, y el papa Inocencio cuarto, con breve despachado á 9 de las calendas de enero, año cuarto de su pontificado, que es de Cristo 1247, cometió la elección del obispo á don Raimundo de Ciscar, arzobispo de Tarragona, y á san Raimundo de Peñafort y á fray Miguel de Fabra, varón insigne. Estos tres eligieron y nombraron á fray Guillen de Barbera, el que, elegido y nombrado de tales electores, es cierto seria gran varón y muy digno de la dignidad episcopal. Murió á 15 de las calendas de mayo, año 1255, como parece en su sepulcro, que está en la capilla de santa Ana, en la iglesia de santa Catalina, mártir, de Barcelona, del orden de predicadores. Berenguer de Peralta fué obispo de Lérida después de fray Guillen de Barbera; y pasa tan de corrida el episcopologio de Lérida, que, si no fuera por fray Vicente Domenech, seria poca ó ninguna la noticia tendríamos de él. Fué este santo canónigo de Lérida, y su elección, dice este autor que fué casi milagrosa, y lo infiere de la pintura que está en la pared, sobre su túmulo, donde están pintados dos ángeles que tienen una mitra en sus manos, como significando que la bajaron del cielo, y aún esto es tradición, como también de que fue religioso del / (Página 226) orden de santo Domingo. Murió á 2 de octubre de 1256, y ha Dios hecho por él muchos milagros; y es caso notable lo que aconteció á un obispo que quiso ver su cuerpo, porque así como abrió la piedra que cubre el sepulcro, salió tanta sangre, que lo impidió y la mandaron cerrar. Yo he visto el señal de la sangre en el tiempo en que estudiaba en aquella universidad, y después algunas veces; y se conoce haber salído en mucha abundancia, y desde 55


entonces hasta el dia de hoy ha quedado una costumbre en la seo de Lérida, de que el diácono, cuando inciensa el altar mayor, va también á incensar el sepulcro de este santo. Digo santo, porque así le llaman comunmente en aquella ciudad. Gustara poder decir mas de este siervo de Dios, pero hay tan poco escrito de él, que es forzoso ser breve. Hay en su sepulcro un letrero que dice: AKKO DOM. MCCLVI. VI KOK. OCTOB. TRAKSITUS VEKERABILIS PATRIS DOMIKI BEREKGARII DE PRALTA HUJUS SACROSAKCTAE SEDIS ELECTI. Está este sepulcro entre las capillas de Gralla y de santa Marta. Algunos han querido decir que no fué obispo, sino nombrado obispo, fundándose en la palabra electi yo sigo la opinión común y al episcopologio de aquella Iglesia, que todos le tienen por obispo. Guillen de Moncada murió el año 1271; y por no hallar más, no digo mas. Guillen de Fluviá hizo algunas constituciones, que aún el día de hoy se guardan, y murió el año de 1283. Geraldo de Andriá vivió hasta el año de 1288, después / (Página 227) de haber hecho muchas cosas en utilidad de la Iglesia. Pedro de Regio ó de Reig, después de haber hecho buenas ordinaciones concernientes á las rentas y provisiones de los beneficios, murió el año 1299. Ponce de Aguilanedo murió el año 1299. Guillen de Aranyó hizo algunas ordinaciones, y el episcopologio ilerdense dice que murió el año 1310, y no puede ser, porque á 4 de los idus de noviembre de 1314 firmó la donación que don Jaime el segundo hizo al infante don Alfonso, del condado de Urgel. Yo creo debió ser error del año, porque el sucesor entró en el obispado el año de 1321. Ponce de Vilamur tomó la posesión del obispado el año de 1321, y gozó de él solo dos años, y murió el de 1324. 56


Raimundo de Avinyó vivió hasta el año de 1327. Arnaldo Cescomes, á quien en los autos llaman Arnaldus de Cumbis, fue canónigo de Barcelona, y después obispo de Lérida. Hizo la capilla que llaman de Cescomes, fuera de la puerta más principal de la iglesia, é instituyó algunos beneficios, y dejó muy adornado el palacio episcopal. En vida de este prelado se edificaron los claustros de la iglesia, que en la vista, alegría, despejo y delicada arquitectura, exceden á los mejores de España. De aquí fue trasladado á Tarragona; y hecho arzobispo de aquella ciudad, aumentó en gran manera el patrimonio de aquella Iglesia, y después de haberla regido once años y dos meses, murió el de 1346. Ferrer Colom fué canónigo de Lérida y prior de Fraga, y fué asignado por el rey don Alfonso tercero de Aragón por administrador y gobernador del condado de Urgel y / (Página 228) vizcondado de Ager, durante la memor edad del infante don Jaime, á quien habia dado aquel estado; y después fue hecho obispo y fue gran prelado. Este recopiló las constituciones de aquella Iglesia, y dejadas aparte las superfluas é impertinentes, puso las demás bajo y por orden de titulos. Hizo una hermosa capilla y de gran arquitectura, donde está su sepulcro, y murió el año 1340. Este asistió á la traslación del cuerpo de santa Eulalia de Barcelona, á 7 de los idus de julio de 1339. Jaime de Sitjó, de la villa de Valls, del campo y arzobispado de Tarragona, gobernó esta Iglesia hasta el año 1348, que fue mudado á la de Tortosa, y la gobernó hasta el año 1351, en que, á 18 de octubre, murió en la villa de San Mateo, del reino de Valencia, y fue sepultado en la seo de Tortosa. El episcopologio de Lérida dice que se ignora el tiempo de su muerte, pero esto nos dice la historia de Tortosa. Romeo de Cescomes, dicho en latin Romeus de Cumbis. Este era paborde de la seo de Barcelona, yá tres de los idus de enero del 1361, según dice el dicho episcopologio, fue proveído de la Iglesia y obispado de Lérida, Aumentó el patrimonio de su Iglesia en muchas cosas que le dio el rey don Juan el primero, y otras que él compró de su dinero. Murió á 3 de marzo, año 1380. La valle de Barrabás, que hoy posee la Iglesia de Lérida, es donación de este obispo, en cuyos años, ó hay error, ó entre él y su predecesor hubo algún obispo, si ya no fuese que hubiese vacado la Iglesia nueve años. 57


Geraldo de Recasens fue electo por los canónigos de Lérida y Roda á 17 de noviembre de 1380, é hizo gran bien / (Página 229) á la Iglesia: murió el ano 1399, á los 13 de enero. Pedro de San Clemente, canónigo y pavorde de Lérida, fue nombrado obispo de los cabildos de Lérida y Roda, á 7 de mayo de 1399, pero no fué confirmado. Juan fué sucesor del precedente. El episcopologio de Lérida dice que fué obispo de Huesca y refrendario del papa Benedicto XIII, por otro nombre llamado Pedro de Luna; y fué proveido á los 16 de las calendas de setiembre, año 1403, y murió en el mes de noviembre de este mismo año; y siendo esto último verdad, no fué obispo de Huesca, porque el que por estos tiempos lo era de esta Iglesia, aunque se llamaba Juan, no lo fue jamás de Lérida, pero sí de Albarracin y Segorbe, y vivió hasta el año 1427; y es mas de creer esto, que lo que dice el episcopologio Ilerdense, á quien en averiguar las cosas de este obispo y otras lleva gran ventaja la historia de Huesca que sacó á luz Diego de Aynsa. Pedro de Sagarriga fué sucesor del precedente, y varón de gran prudencia y saber. Tomó posesión del obispado el primero de enero del año 1404, y estuvo hasta el de 1408, que fue transferido á Tarragona; y fue una de las nueve personas que declararon en la sucesión del reino, por muerte del rey don Martin, y murió el año 1419. Está soterrado en el pavimento del claustro de Tarragona, luego al salir de la puerta que pasa de la iglesia al claustro, junto de una columna de mármol que sustenta las piedras de la puerta. Pedro de Cardona, hermano de don Juan Ramón Folch, conde de Cardona, tomó posesión del obispado: tuvo algunas parcialidades que dieron harto trabajo á los del / (Página 230) parlamento de Tortosa que se habia juntado por muerte del rey don Martin, para sosegarlas; pero la muerte de él excusó de trabajo, porque murió á los nueve de diciembre de 1411. Domingo Ram, varón de noble linaje, y mas noble por su gran virtud y prudencia, fué obispo de Huesca, y una de las nueve personas que declararon rey al infante don Fernando, llamado de Antequera. Después, en el año 1416, fue promovido á la Iglesia de Lérida, y luego á la metropolitana de Tarragona; y después, en el año 14 (1), el papa Martino 58


le creó cardenal, título de san Juan y san Pablo. Fué virey de Sicilia, y murió en Roma año 1445, á 6 de las calendas de mayo. Y aquí dejo de continuar á los obispos de Lérida, por ser este el último de los obispos del tiempo de los condes de Urgel, y el último, que fué don Jaime de Aragón, murió el año 1433, en que acabo esta historia, pues en dicho tiempo quedó acabada aquella casa (...)”. Página 226. Cita (1). “(...) O no se hizo la donación en 1168, ó no la otorgó el conde don Ramon Berenguer, el cuarto, que habia fallecido ya en 1162: otra prueba de la incorrección del texto (...)”. Página 230. Cita (1). “(...) Esta fecha, como que se halla puesta en el manuscrito por postila, se presenta algo confusa; y aunque al parecer debe leerse 1454, es imposible que sea este el año que quiso fijar el autor, cuando él mismo dice luego que don Domingo Ram murió en 1443, y se sabe por otra parte que este prelado fue preconizado cardenal en 1430 (...)”. (22). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (57). Libro I. CAPÍTULO XXXIV. Que el rey don Pedro tornó a ganar de los moros la ciudad de Barbastro. “(...) Gana el rey a Calasanz y a Traba. Gánase a Barbastro y se hace obispado. Continuó el rey don Pedro todo el tiempo que vivió la guerra contra los moros: y en el año de 1098 tuvo cercado un castillo que se decía Calasanz junto a Bolea, y por ser muy fuerte se le había defendido. Y en el año siguiente por el mes de setiembre, mandó labrar y fortificar un castillo que se llamó Traba. E hizo muy cruel guerra contra Barbastro que se tornó a ganar por los moros: y para cobrar aquella ciudad ayuntó muy poderoso ejército: y ganóse entonces Pertusa lugar antiguamente poblado en la región de los ilérgetes que está en la ribera de Alcanadre. Pasó el rey a poner su real sobre Barbastro año de 1101: los moros se rindieron y entregáronle el castillo de Vililla que está junto a Ballobar, que era en aquel tiempo muy importante, y otros castillos y fortalezas de la comarca. Y por la antigüedad y nobleza de aquella ciudad procuró el rey que se erigiese en ella silla episcopal: y por esta causa fue enviado a Roma Poncio obispo de Roda que se llamó obispo de Barbastro (...)”.

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(23). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (129). Libro II. CAPÍTULO XXIX. De la conquista de los moros en las fronteras del reino de Valencia, y que don Pedro Ruiz de Azagra rico hombre en el mismo tiempo estaba apoderado de Albarracín. “(...) Erección de la catedral de Albarracín. Engaño de Segorbe a Segóbriga. Procuró don Pedro, que fue muy valeroso caballero, con grande cuidado, que el arzobispo de Toledo les diese perlado y que en aquella ciudad hubiese silla episcopal. Y considerando que no solamente se aumentaría la devoción del pueblo y se seguiría gran provecho en lo espiritual, pero aun sería causa que más fácilmente se resistiese a las entradas y correrías de los moros si aquel lugar se ennobleciese, con autoridad de Jacinto cardenal que residía entonces por legado en España -que después fue sumo pontífice y se llamó Celestino tercero-, con consejo de los obispos de su provincia, se erigió en él iglesia catedral. Esto fue después confirmado por el papa Inocencio tercero; y en tiempo de Inocencio cuarto, cuando se ganó la ciudad de Segorbe de los moros, se hizo unión de ambas iglesias, y creo que fue con persuasión que en la primitiva iglesia estaba en Segorbe la silla catedral, y que era la antigua Segóbriga; siendo cierto que Segorbe está en la región de los edetanos y Segóbriga se incluía dentro de la Celtiberia, no lejos del nacimiento de Tajo (...)”. (24). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (21). Libro I. CAPÍTULO VI. Del señorío que Carlo Calvo hijo del emperador. Ludovico tuvo en el condado de Barcelona; y de los condes Wifredos que tuvieron aquel gobierno. “(...) Erección de la iglesia de Santiago de Galicia. [Siglo IX]. En su tiempo se erigió iglesia catedral en Compostela, en un concilio que para este efecto se congregó por autoridad del papa Juan octavo en la ciudad de Oviedo de todos los perlados de las provincias que residían en las ciudades que se cobraron de los moros; y halláronse algunos cuyas diócesis estaban ocupadas por los infieles; y entre ellos -refiere el arzobispo don Rodrigo- que asistió al concilio Heleca obispo de Zaragoza (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. 60


Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (74). Libro I. CAPÍTULO XLV. De la guerra que el emperador hizo en la Celtiberia, la cual conquistó a su señorío y del convento de caballería que ordenó que residiese en Monreal contra el reino de Valencia. “(...) Elección de Calixto segundo y su linaje y virtudes. Después que el emperador don Alonso ganó la ciudad de Zaragoza de poder de los infieles fue cada día más desistiendo de la empresa de Castilla. Y sucedió que Guido, arzobispo de la ciudad de Viena tío del rey de Castilla fue creado sumo pontífice después de la muerte del papa Gelasio segundo. Era, como dicho es, de la casa de los condes de Borgoña, que fue de las más ilustres que había en la cristiandad; y era hermano del conde don Ramón y primo del conde don Enrique de Portogal que fueron yernos del rey don Alonso de Castilla: y llamóse Calixto segundo. Estuvo en España antes que el rey de Castilla falleciese, y en su presencia en la ciudad de León los gallegos hicieron juramento de tener por señor a don Alonso su sobrino, que no tenía aun tres años cumplidos. Era su vida y costumbres de singularísimo ejemplo en toda la cristiandad; y de general consentimiento de los cardenales que concurrieron en Cluniaco a las honras del papa Gelasio fue allí eligido el primero del mes de febrero del año de 1119. Concilio Remense. Erección de la metrópoli de Santiago de Galicia. En el mismo año estando en la ciudad de Tolosa por el mes de julio mandó convocar concilio general en la ciudad de Remes, que se había de celebrar en la festividad del evangelista sant Lucas siguiente. Y fue de las muy señaladas congregaciones que se celebraron en aquellos tiempos. Y en el año siguiente erigió la iglesia catedral del bienaventurado Santiago en metrópoli por particular devoción que tuvo al glorioso apóstol Santiago y por contemplación del rey su sobrino que se lo suplicó, y también por haber tenido muy estrecha amistad con don Diego Gelmírez obispo de aquella iglesia desde el tiempo que en España estuvo. Y de darle por sufragáneas las iglesias de Coimbra, Salamanca y Avila que estaban ya mucho antes en poder de fieles y eran en lo antiguo de la provincia de Mérida; y las otras iglesias que se fuesen cobrando y erigiendo en la misma provincia (...)”.

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(25). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (73). Libro I. CAPÍTULO XLIV. Que el emperador don Alonso ganó de los moros la ciudad y reino de Zaragoza. “(...) Erección de la iglesia mayor de Zaragoza. Fue consagrada la mezquita mayor y dedicada iglesia a nuestro Redemptor so título de sant Salvador el mismo año que se ganó, puesto que don Martín García obispo de Barcelona en sus anales escribe que fue consagrada el día de los Reyes del año siguiente. De manera que se restauró en su primer lugar la sede catedral que fue muy nombrada en la primitiva iglesia y a donde presidieron muy gloriosos santos. Don Pedro Librana obispo de Zaragoza antes que se ganase; y residía en el Pilar, iglesia desde la primitiva. Y fue el primer obispo que en esta iglesia hubo después que se ganó de los moros, un muy notable perlado que llamaron don Pedro Librana, que era electo en obispo antes que la ciudad se ganase; y fue confirmado por el papa Gelasio segundo estando en Guiana. Este perlado residió algún tiempo según se afirma- con sus canónigos, en la iglesia de santa María la mayor, que aun estando la ciudad debajo del yugo de los moros era el templo más venerado que en toda España había, por la gran devoción que en él tenía el pueblo cristiano, por haber sido aquella capilla de nuestra señora la Virgen María del Pilar de Zaragoza consagrada con grandes milagros desde los tiempos de la primitiva iglesia. La parroquia del Pilar se da al vizconde de Bearne. Dáse al conde Alperche lo que hay desde la Seo a San Gicolás. En la toma desta ciudad gratificó el emperador a los ricos hombres y caballeros que le sirvieron en la guerra; y porque entre todos fue muy señalado el esfuerzo y constancia de Gastón vizconde de Bearne, le hizo merced de la parte de la ciudad que era habitada de cristianos cuando los moros la poseían, que eran ciertos barrios de la parroquia de santa María la mayor. Y túvola el vizconde con la vizcondesa doña Teresa su mujer y con Céntullo su hijo en honor, intitulándose señor de la ciudad de Zaragoza, como era costumbre. Dio al conde de Alperche otro barrio y parte de la ciudad que está entre la iglesia mayor y el bienaventurado sant Kicolás, a donde aun dura el nombre del conde de Alperche; y repartió muchas posesiones y rentas de eclesiásticos. (...)”. 62


(26). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (75). Libro I. CAPÍTULO XLV. De la guerra que el emperador hizo en la Celtiberia, la cual conquistó a su señorío y del convento de caballería que ordenó que residiese en Monreal contra el reino de Valencia. “(...) Restauración de la iglesia de Tarazona. Restauróse en ella la silla catedral que en los tiempos de la primitiva iglesia había florecido por la santidad y doctrina de sus perlados; en lo cual se puede considerar cuán principal fue esta ciudad en aquellos tiempos, porque teniendo muy cerca de sí tres muy famosos pueblos que fueron Bílbilis que se llamó de sobrenombre Augusta, y los otros dos eran Augustóbriga y Gracurris (la Bílbilis de la Celtiberia y la otra de los pelendones cuyas ruinas parecen hoy en el lugar que se dice Muro en las faldas de Moncayo que está a dos leguas de Agreda, y la tercera que fue muy famosa en los vascones y se pobló por Tiberio Graco en memoria de los trofeos de la Celtiberia) se conservó ésta contra las invasiones de las naciones extranjeras, y las otras fueron asoladas y destruídas. Y fundó en ella silla episcopal y permaneció hasta estos tiempos; y los otros quedaron en lo antiguo sujetos a su diócesi como hoy lo están sus territorios, porque apenas parecen sus ruinas. Y llamóse el primer obispo que tuvo después que se ganó de los moros don Miguel (...)”. (27). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (15). Libro I. CAPÍTULO V. De la elección del rey Iñigo Arista. “(...) Principio de los reyes de Aragón, según la historia general. Hay grande diversidad entre muy graves autores cerca del origen y principios del reino que primeramente se fundó en las montañas de Aragón; porque el autor de la historia general que tenemos deste reino afirma que al tiempo que los moros iban ganando la tierra, hasta trecientos cristianos se fueron a recoger a la provincia de Aragón en un monte que llamaban Uruel que está muy cerca de la ciudad de Jaca; y que después poblaron no lejos de aquel monte, en un lugar que se decía Pano, y allí comenzaron a fortificarse y labrar diversos castillos con ánimo de defenderse de los 63


infieles. Pero antes que se hubiesen bien fortalecido, teniendo Abderramen principal rey y caudillo de los moros noticia desto y que por aquella montaña se libraban diversas fuerzas, envió un capitán suyo llamado Abdomelic: y con gran ejército pasó a las montañas de Aragón y combatió la fuerza principal de Pano y la derribaron, y fueron los cristianos cautivos y muertos. Después desto, según este autor escribe, en aquella región no permaneció otra gente sino algunos ermitaños que se recogieron a una gran cueva debajo de una peña, donde un santo varón llamado Juan edificó una ermita y la dedicó a San Juan Bautista; y después de su muerte le sucedieron dos caballeros que eran hermanos y naturales de Zaragoza que se llamaban Oto y Félix, y Benedito y Marcelo, que mucho tiempo residieron en aquella soledad del yermo; y que por la religión destos santos varones todos los cristianos tuvieron gran devoción a aquel lugar y le tenían por sagrado (...)”. ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (48). San Indalecio enterrado en el monasterio de San Juan de la Peña (1084). Libro I. CAPÍTULO XXVII. De las victorias que el rey don Sancho Ramírez hubo de los moros y de los lugares que en este tiempo se conquistaron y poblaron. “(...) Batalla del rey con los moros día de Gavidad. Jueves Santo se recibe solemnemente el cuerpo de San Indalecio en San Juan de la Peña. Este mismo año mandó poblar a Ayerbe en las ruinas de un lugar muy antiguo, según yo pienso, que los romanos llamaron Evellino en el camino que traían de Bearne a Zaragoza; y tuvo batalla con los moros en el día de Kavidad del año de 1084 en Piedra Pisada. Y en el mismo tiempo refieren que fue llevado al monesterio de sant Juan de la Peña el cuerpo santo de Indalecio, de la ciudad de Almería, que está no lejos de aquella ciudad que antiguamente dijeron Urci, lugar muy celebrado en España citerior en los mismos confines de la Bética en la costa de los pueblos que dijeron bastetanos. Y fue con grande solemnidad recebido el Jueves Santo de la cena por el abad del mismo monesterio llamado Sancio, hallándose presente el rey don Sancho y el infante don Pedro su hijo. En el mismo año escribe este autor que se ganó por el rey Arguedas y a veinte y cinco del mes de mayo Siecastiella; y en el mismo mes dio una batalla a los moros junto a Tudela, y peleó con los moros 64


junto a Morella, y según este autor afirma se halló en esta batalla el Cid y fue vencido; y en el tiempo hay diversidad: unos escriben que fue en mayo de ochenta y ocho y en otras memorias se halla que fue a catorce de agosto de ochenta y cuatro. Da el rey a su hijo los estados de Sobrarbe y Ribagorza con título de rey. En el año de 1085 hizo el rey don Sancho donación al infante don Pedro su hijo de los señoríos y estados de Sobrarbe y Ribagorza, y de allí adelante se intituló rey dellos siendo obispo de Jaca el infante don García y Ramón Dalmao obispo de Roda, Sancio abad de sant Juan de la Peña, Poncio abad de sant Victorián y don Sancho Ramírez hermano del rey se intitula conde de Benavarri. (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (105). Libro II. CAPÍTULO VIII. De la muerte del rey don Ramiro el Monje y que la ciudad de Tortosa fue ganada por el príncipe de Aragón con ayuda de la armada de los genoveses. “(...) Muerte del rey Ramiro. Este año de 1147 a diez y siete de agosto se nota en memorias antiguas de San Juan de la Peña que murió el rey don Ramiro, aunque en algunos anales parece que vivió hasta el año de 1154 (...)”. (28). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (50). Fundación de un monasterio bajo la advocación de Jesús nazareno. Libro I. CAPÍTULO XXIX. Que el rey don Sancho Ramírez ganó de los moros a Monzón y los echó de algunos lugares fuertes de las montañas. “(...) Fundación de Montearagón. Y pasando a Guatazulema, fue ganando el rey toda la tierra que está a las faldas de la sierra hasta llegar a Montaragón que está a una legua de Huesca, a donde fundó el rey un monesterio a invocación de Jesús Gazareno. De manera que por aquella parte y por la de Aragón desde Loarre que está allende del río Gállego, se proseguía la guerra contra los moros con grande furia (...)”. (29). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y 65


Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (52). Monasterio de san Ponce de Tomeras en Carbona. Libro I. CAPÍTULO XXXI. Del cerco que el rey don Sancho puso sobre la ciudad de Huesca y de su muerte. “(...) Hijos del rey don Sancho. Don Ramiro, monje profeso de San Ponce de Tomeras. Dejó el rey don Sancho de la reina doña Felicia su mujer tres hijos: al rey don Pedro y a los infantes don Alonso y don Ramiro; y dedicó el postrero para la religión y culto divino y quiso que fuese monje profeso en el monesterio de sant Ponce de Tomeras que es de la orden de sant Benito en Francia sobre la ribera del Iaure en el territorio de Garbona. Esto fue en el año de 1093 siendo abad de aquel monesterio Frotardo. Por esta causa anejó el rey a aquel monesterio otros monesterios e iglesias y capillas de su reino con las décimas y primicias y heredades que tenían; y dio muchos lugares que estaban por ganar de los moros en que habitaban cristianos y les era permitido tener sus iglesias, y en algunas dellas residían obispos; lo cual mandó confirmar al rey don Pedro su hijo (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (91). Libro I. CAPÍTULO LV. De la concordia que se trató entre el rey don Ramiro y don Garci Ramírez rey de Cavarra; y de las guerras que por razón de la sucesión hubo entre navarros y aragoneses. “(...) Ejemplo con que el abad de San Ponce declaró al mensajero del rey Ramiro lo que debía de hacer para tener quieto su reino; y cuál fue su origen deste ejemplo. Escribe el autor más antiguo que tenemos de las cosas de Aragón que no hallando en quien fiase y le diese consejo cómo pudiese traer el gobierno de su reino pacífico y sosegase las alteraciones y discordias que en él había, envió un mensajero suyo secretamente al abad del monesterio de sant Ponce de Tomeras de cuya prudencia tenía gran confianza, encargándole le diese consejo de lo que debía seguir. Refieren haber usado de aquella semejanza y ejemplo que dio Trasibulo Milersio a Periandro tirano de Corinto, del cual después usó también Tarquino último rey de Roma con el mensajero de Sexto Tarquino su hijo para que se hiciese principal y señor de la ciudad de los gabios -según en las historias romanas se lee-, por no dar respuesta y consejo por escrito en negocio de 66


aquella calidad tan peligroso. Esto fue, que entró el monje en un huerto y en presencia del mensajero anduvo cercenando y sacudiendo las cabezas y pimpollos más altos que en el jardín había y fue derribando primero los más lozanos y crecidos; y con esto envió al mensajero sin le dar otra respuesta. El cual, relatando al rey lo que había visto, entendió lo que por aquel ademán se le significaba y daba a entender (...)”. (30). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (83). Libro I. CAPÍTULO LII. Del cerco que el emperador puso sobre Fraga, y de la batalla que tuvo con los moros, en la cual fue muerto. “(...) Opiniones sobre la muerte del emperador. El emperador fue sepultado en Montaragón; y lo que de él escriben el arzobispo don Rodrigo y otros. Era el emperador de gran edad, pero siempre tan ejercitado en las armas y hechos de la guerra que nunca cesó de perseguir a los moros de los cuales fue siempre vencedor. Y por esto escriben algunos autores que era fama que no fue muerto en esta batalla pero que, viéndose vencido habiendo sido siempre vencedor, no quiso más parecer en su reino y se fue a Hierusalem y nunca fue visto ni se halló su cuerpo entre los muertos; puesto que otros escriben que fue rescatado el cuerpo y sepultado en el monesterio de Montaragón. Y que por haber sido demasiadamente atrevido en ocupar los bienes y tesoros de la iglesia de León fue castigado de mano de nuestro Señor con tal fin como éste: y el arzobispo don Rodrigo conforma con esto, aunque dice haber sido piadoso y muy excelente príncipe y que gobernaba aquellos reinos como tal y los puso en mucha paz y defendió muy valerosamente de las entradas y correrías de los moros. Y acrecentó el reino de Castilla como si fuera propio suyo y pobló los lugares que estaban yermos y desiertos. Contrario a todo esto. Por el contrario: el autor del mismo tiempo que escribió la historia del primer arzobispo de Santiago trata dél como de impío, cruel y sacrílego tirano; y que era muy dado a agoreros y adevinos, catando cómo ellos decían en el vuelo de los cuervos y cornejas; lo cual se nota con este encarecimiento por aquel autor, siendo gallego, y confesando que aquella liviandad y desatino era muy común entre los de aquella nación Memorias antiguas en favor del emperador don Alonso. Mas esto parece haber sido por odio que tuvieron a este príncipe por los males y daños que 67


se siguieron de la turbación y guerra que se movió por razón de la sucesión en aquellos reinos: y esto se colige por el testimonio de los autores antiguos que pasada aquella furia trataron con libertad de sus cosas: entre los cuales no dejaré de referir en este lugar lo que escribe un autor castellano que no se nombra, en la relación que hizo de la sucesión de los reyes de Kavarra desde el rey Iñigo Arista, que escribió en tiempo del rey don Alonso que venció en la batalla de Ubeda, que dice así: "Murió el rey don Pedro e reinó su hermano el rey don Alonso, que fue muy buen rey e muy leal e mucho esforzado e muy buen cristiano, e fizo muchas batallas con moros e venciólos. E conquirió Zaragoza de moros, e Daroca / (Página 84) e Calatayud e río de Tarazona e río de Borja, e Tudela e Soria e otras muchas; e non dexó fillo ninguno". Pues no es de maravillar si nuestros autores refieren que fue muy religioso y que reformó las órdenes y monesterios de su reino, dándoles grandes heredamientos y enviando muchas preseas y joyas al monesterio Cluniacense. Y no se puede negar que fue grande el hervor y celo de la fe que hubo en este príncipe y la afición de continuar la guerra contra los infieles y promover aquella santa milicia; pues considerando que no tenía hijos que pudiesen sucederle ni quien procurase el pro común de sus reinos de tal suerte que los amparasen y defendiesen de los moros y de la ambición de los reyes comarcanos que procuraban de ampliar sus límites, por estas causas en remisión de sus culpas y de las de sus padres -como él dice- en el año de 1131, en el mes de octubre, estando con su ejército sobre la ciudad de Bayona, ordenó de sus reinos y estados bien extrañamente, según por su testamento parece en esta manera. Testamento del emperador don Alonso. A la iglesia de santa María de Pamplona y de sant Salvador de Leyre dejaba la villa y castillo de Estella con sus términos y rentas por iguales partes; a la iglesia de santa María de Gájara y a sant Millán los castillos y lugares de Gájara y de Tubia; a sant Salvador de Oña a Bilhorado con toda su juridicción; a sant Salvador de Oviedo los lugares de sant Esteban de Gormaz y a Almazán con todos sus términos; a Santiago de Galicia dejaba la ciudad de Calahorra, Cervera y Tudilén; a sant Domingo de Silos la villa y castillo de Sangüesa con los burgos nuevo y viejo; a los monesterios de sant Juan de la Peña y a sant Pedro de Ciresa por mitad los lugares de Biel, Bailo, Astorit, Ardenes y los que fueron del dote de la reina su madre y todo lo que más pareciese haber traído en dote. Herederos del emperador don Alonso. Ko le pareciendo que estas 68


donaciones bastaban para después de su muerte dejó y declaró por herederos y sucesores de sus reinos y señoríos al santo Sepulcro de Hierusalem y a los que tenían cargo de la guarda y custodia dél y al Espital de los pobres y al Templo, con los caballeros que allí residían para defender el nombre de la cristiandad; y ordenó que fuesen herederos y sucesores en el señorío que tenía sobre toda la tierra de su reino y en el principado y derecho que le competía sobre todos sus súbditos y vasallos, perlados y eclesiásticos, ricos hombres y caballeros, grandes y pequeños, con la misma ley y condición que los reyes don Sancho su padre y don Pedro su hermano y él lo habían tenido. A la caballería del temple dejó el emperador su caballo y armas. y mandó señaladamente a la caballería del temple su caballo y armas. También declaró que en caso que ganase a tortosa fuese del espital de hierusalem; dejando todo lo que entonces poseía así lo que heredó de sus antecesores y lo que él había adquirido y de allí adelante se ganase de los moros, a estas órdenes, para que lo tuviesen y poseyesen en tres iguales partes y fuese de aquellas órdenes y del santo sepulcro tan en propiedad como lo era suyo. declarando que si alguno de los ricos hombres que tenían lugares en feudo de honor quisiesen contradecir o alterar esta disposición de su testamento y no quisiesen reconocer a los que él dejaba por herederos y sucesores, que sus fieles vasallos los pudiesen acusar de traición de la misma manera que si él fuera vivo. Ordenaba que si él en su vida quisiese dar alguno de los lugares que tenían en honor a sant juan de la peña o a otras iglesias, lo pudiese hacer dando el valor y recompensa a las personas que los poseían. (...)”. (31). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (92). Libro I. CAPÍTULO LV. De la concordia que se trató entre el rey don Ramiro y don Garci Ramírez rey de Cavarra; y de las guerras que por razón de la sucesión hubo entre navarros y aragoneses. “(...) Sepulturas de la iglesia de San Juan en Huesca. La memoria que de las muertes de los quince caballeros se halla. Las sepulturas que un autor afirma estar en la iglesia de sant Juan de la ciudad de Huesca, a donde estos ricos hombres y caballeros fueron sepultados, que dice haberlas él visto, según por ellas se muestra fueron de caballeros templarios, de cuya 69


orden y convento fue aquella casa primero; y no tienen alguna devisa o señal de aquellos linajes que eran los más principales del reino. De la muerte destos caballeros no se halla memoria alguna, ni de la causa della, salvo que en ciertos anales antiguos catalanes de las cosas del reino de Castilla se hace mención que fueron muertos los postades en Huesca en la era de mil y ciento y setenta y cuatro, que fue año de la Kavidad de nuestro Señor de 1136; y vengo a conjeturar que o estos caballeros fueron puestos en rehenes con pena de la vida o se les confiaron las tenencias de algunos castillos que habían de entregar, y se ejecutó en sus personas el rigor de la ley. Cisma por muerte del papa Honorio. Padecía en este tiempo la iglesia católica grande persecución y tormenta por la cisma que en ella se introdujo, después de la muerte del papa Honorio, usurpando aquella santa silla por reprobados modos y medios Pedro León cardenal de sant Calixto que era presbítero, confiado en la parte que tenía en el clero y pueblo romano, por ser hijo de Pedro León que había sido muy poderoso en aquella ciudad y era de muy ilustre casa y linaje. Este se llamó Anacleto y habiéndose hecho antes la elección canónicamente del cardenal de sant Angelo por la mayor y mejor parte del colegio -que era diácono y tomó nombre de Inocencio, varón de muy honesta y aprobada vida- conmoviendo y alterando el pueblo le echó de Roma. Concilios en Claramonte y Renes. Concilios en Placencia y en Pisa. Y fuele forzado venirse a Francia a donde con favor del rey Luis el mayor en el año de 1130 celebró concilio de los reinos y provincias que eran de su obediencia en Claramonte, en las octavas de sant Martín; y siendo favorecido de aquel príncipe y de Enrico rey de Inglaterra y del emperador Lotario, deliberó de celebrar otro concilio en la ciudad de Renes, en la fiesta de sant Lucas siguiente: al cual concurrieron todos los perlados de las provincias de Alemaña, Lorena, Francia, Gormandía, Inglaterra y España: y se le dio por estos príncipes favor para volver a Roma. Después, volviendo a Italia celebró concilio, en la ciudad de Placencia, de los perlados de aquella nación, y en Pisa de todos los del occidente, a donde estaba por este tiempo proponiendo y representando el verdadero y único remedio que tuvo la iglesia católica en semejantes trabajos y tribulaciones (...)”. (32). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el 70


Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (94). Libro I. CAPÍTULO LVI. De la paz que el rey don Ramiro concertó con el rey de Castilla y cómo renunció el reino en el conde de Barcelona con quien casó a la infanta doña Petronila su hija. “(...) Presta juramento y homenaje el conde de Barcelona al rey. Lo que el rey se reservó en la donación. El conde prestó pleito homenaje que no ajenaría el reino, ni después de la muerte del rey de Kavarra dejaría a su sucesor a Roncal, Alasoes, Cadreita ni Valtierra y que durante la vida del rey don Ramiro le ternía por señor. Y se retuvo el rey el señorío real que le pertenecía sobre todas las iglesias del reino y en los monesterios de sant Salvador de Leire y de sant Juan de la Peña y de sant Victorián, y en todas las iglesias parroquiales, especialmente sobre el monasterio de sant Pedro de Ciresa con sus términos, de Pertusa, de sant Urbez y de santa Cecilia. Y dice que retenía su dignidad real. Y ordenó que sus capellanes fuesen beneficiados en la iglesia de sant Pedro de Huesca y que dijesen los oficios según la costumbre de los monjes de sant Benito. La elección que el rey don Ramiro hizo del conde de Barcelona para que sucediese en el reino de Aragón, fue muy conviniente para lo que tocaba a la paz y sosiego del reino; porque allende de juntarse con Cataluña con la cual se continuaba y acrecentaba su señorío, por ser el Conde / (Página 95) cuñado del emperador don Alonso había esperanza que libraría el reino de Zaragoza y los otros lugares que el emperador tenía ocupados y serían restituidos a la corona (...)”. (33). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (111). Libro II. CAPÍTULO XIV. Que el príncipe de Aragón conquistó de los moros las montañas de Prades y Siurana y ganó a Miravete. “(...) Fundación del monasterio de Junquera en Villanueva de Gállego que después se pasó a Rueda. En este mismo año a diez y siete del mes de marzo se fundó el monasterio de la casa de Junquera / (Página 112) de monjes de la orden de Cistel que estaba en el territorio de Zaragoza entre el lugar de Villanueva que se decía de Barjazut -y después se llamó Villanueva de Gállego- y entre el término que llamaban de Mezalar. Y llamóse el monasterio de Santa María de Junquera, y residieron en él los monjes mucho tiempo; y en tiempo del rey don Alonso 71


el segundo don Pedro Fernández de Huesca les dio el lugar de Ayles y el mismo rey la villa de Escatrón con el castillo y sus términos (...)”. (34). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (146). Libro II. CAPÍTULO XLVII. De la muerte del rey don Alonso de Aragón, y cómo dispuso de sus señoríos. “(...) Fundación de Poblete para sepultura de los reyes. El tercero hijo que llamaban Hernando dedicó para que fuese monje de la orden de Cistels en el monasterio de Poblete, que él había dotado de grandes rentas y se comenzó a fundar en tiempo del príncipe don Ramón su padre, a donde el rey don Alonso se mandó enterrar; y fue de allí adelante dedicado para las sepulturas de los reyes de Aragón, como antes lo había sido el monesterio de sant Juan de la Peña (...)”. (35). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (149). Libro II. CAPÍTULO XLIX. De la discordia que se movió entre el rey don Pedro y la reina doña Sancha su madre, y de las vistas que sobre esto hubo entre los reyes de Castilla y Aragón, y de la concordia que allí se capituló. “(...) Pásanse los monjes bernardos a Rueda. Este año, el 1º del mes de noviembre se mudaron los monjes de la orden de San Bernardo que residían en el monesterio que se fundó en la casa de Junqueras como dicho es, y se pasaron al lugar de Roda que está sobre las riberas de Ebro junto al lugar de Escatrón que les había dado el rey don Alonso (...)”. (36). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (158). Libro II. CAPÍTULO LVI. Del matrimonio de la reina de Hungría hermana del rey de Aragón con Federico rey de Sicilia; y de la muerte de la reina doña Sancha. “(...) Muere la reina doña Sancha, monja de Sijena. Por el mes de noviembre de este año falleció la reina 72


doña Sancha su madre que se había ya recogido en el monesterio de Sijena que ella y el rey su marido habían fundado. Y era monja profesa en él. Y era de religiosas de la orden del Espital de san Juan de Hierusalem y le dejaron dotado de grandes posesiones y rentas. [fundación del monasterio de Peramon.] Fundóse también por este tiempo por orden de la reina un monesterio de religiosas de la regla de [San Benito] en el lugar de Peramón, junto a las riberas de Jalón (...)”. (37). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (58). Guillen Jordán, conde de Cerdaña murió en Jerusalén. Libro I. CAPÍTULO XXXV. Que la ciudad de Carcasona se redujo a la obediencia del conde de Barcelona, y sucedió en el condado de Besalú. “(...) Guillén Jordán conde de Cerdania y su valor. Por muerte del conde de Besalú, sucede en el estado el de Barcelona. Había muerto en el año de 1095 Guillén Ramón conde de Cerdania, y sucedióle en el estado Guillén Jordán su hijo que pasó a la conquista de la tierra Santa de Hierusalem a donde fue muy señalado su nombre en el hecho de las armas y su gran valentía; y fue muerto de una saeta en un castillo que él fortificó junto a Tripol de Syria; y sucedióle en el estado Bernardo Guillén su hermano. Tenía el condado de Besalú por este tiempo el conde Bernad Guillén que era en muy anciana edad y falleció en el año de 1111; y por no dejar hijos volvió aquel estado al conde de Barcelona (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (69). Libro I. CAPÍTULO XLIII. Que el conde don Beltrán de Tolosa se hizo vasallo del rey de Aragón; y el conde de Barcelona sucedió en el condado de Cerdania. “(...) Conde de Tolosa se hace vasallo del de Aragón. Carlo Magno hizo nueve condes en Francia. Cuando el emperador don Alonso hacía más recia guerra a los moros y más se iba extendiendo su señorío y estaba más ocupado en aquella conquista prosiguiéndola por todas partes contra los reyes de Zaragoza, Fraga y Lérida y contra los otros sus comarcanos, el conde don Beltrán de Tolosa que fue un príncipe muy señalado en la guerra de ultramar y deudo suyo a quien pertenecía el 73


condado de Tolosa, vino a su corte y se hizo su vasallo. El cual fue hijo del conde don Ramón que había ganado gran prez y nombre en la conquista de la Tierra Santa. Fueron los condes de Tolosa muy grandes y principales señores en el reino de Francia; y descendían -según he leído en una genealogía muy antigua destos señores- de Torson que fue el primer conde de Tolosa en tiempo del emperador Carlo Magno. El cual, después de haberse sojuzgado la Aquitania por el rey Pipino su padre que venció al duque Gayfredo, ordenó -según el autor de aquella genealogía afirmanueve condes en aquella provincia del linaje de los francos. Estos fueron: Himberto conde de Beses, Abon conde de Puytiers, Rogiero conde de Limosins, Guido conde de Perigort, Iterio conde de Alvernia, Bulo conde de Valoys, Anon conde de Albi, Seguino conde de Burdeus, y Torson conde de Tolosa. Y a estos puso el emperador Carlo Magno debajo del reino y dominio de Ludovico su hijo. A este Torson sucedieron Isuaredo, Beltrán, Guillelmo, Ramón de sant Gil, Guillén Tallafierro, Ponce Aimerico y don Ramón el segundo, padre deste don Beltrán; cuya memoria fue muy celebrada e ilustre en la empresa de la Tierra Santa, que se halló en el combate de las ciudades de Antiochia y Hierusalem, y puso cerco contra la ciudad de Tripol de Syria, en el cual murió año de 1101. .El conde don Ramón casó con hija del rey don Alonso de Castilla; y sus hazañas en la Tierra Santa. Don Alonso conde de Tolosa se llamó Jordán por haberse baptizado en él. Este es el conde don Ramón que casó con doña Elvira hija del rey don Alonso el sexto de Castilla y León que ganó la ciudad de Toledo. Y hubo a este Beltrán que continuó en asistir a la empresa de aquella tan gloriosa expedición de la Tierra Santa: y fue con setenta galeras de genoveses a Syria. Y con ayuda del rey de Hierusalem ganó a Tripol y sucedió a su padre en el estado que conquistaron en Asia; y fue señor de aquella ciudad de Tripol. Tuvo otro hijo el conde don Ramón que nació allá, que llamaron don Alonso Jordán porque se baptizó en el Jordán según el arzobispo don Rodrigo escribe; el cual después sucedió en el condado de Tolosa y de sant Gil (...)”. (38). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar. (24). Libro I. CAPÍTULO X. Del reinado del rey don Sancho Abarca y de los condes que concurrieron por este tiempo en Barcelona; y cómo se 74


ganó aquella ciudad otra vez por los moros. IX. “(...) Sínodo de Garbona en Font [cuberta] y quien concurrió en él. Determinan cuyo territorio es Pallás. En el año de 940 hubo concilio synodal de los obispos de la provincia gótica en el territorio de Garbona, en la villa que se decía Fontcoberta en la iglesia de sant Julián martyr; y presidió en este concilio Arnusto metropolitano y obispo de la iglesia de Karbona. Y concurrieron a él como perlados de la provincia Antigilo obispo de Urgel y Euderico obispo de Barcelona y Wigo obispo de Girona y Adulfo que se intitulaba obispo de Pallás; porque la iglesia y ciudad de Tarragona estaba en poder de infieles y carecía de pastor. En este concilio se determinó una grande contienda que tenía el obispo de Urgel con el de Pallás, por haberle usurpado toda la tierra de Pallás veintitrés años había: y probó que de muy antiguo era de la diócesi de Urgel. Fue determinado por el concilio que durante su vida Adulfo fuese obispo y tuviese aquel territorio, y después de su muerte ninguno se entremetiese en él; pero volviese al dominio y ordinación antigua de la iglesia de Urgel y de sus perlados (...)”. (39). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (49). Libro I. CAPÍTULO XXVIII. Cómo se ganó de los moros la ciudad de Tarragona y se restauró en ella la iglesia metropolitana. “(...) De las ruinas de Tarragona se acrecentó Barcelona. En las fronteras de Cataluña la conquista se había continuado prósperamente y se fueron los cristianos apoderando de lo llano y se ganó toda la tierra que está entre Villafranca y Tarragona con la mayor parte del campo hasta encerrar a los enemigos en las sierras; y la mayor parte se fueron recogiendo y fortificando en las montañas de Siurana y Prades. Había padecido la ciudad de Tarragona desde el tiempo de los godos grandes daños y quedó casi asolada y yerma, lo que fue principal causa del acrecentamiento de Barcelona que en lo antiguo había sido mucho menor población. A bernaldo primer arzobispo de toledo hace el papa primado de españa y le comete la restauración de la iglesia de tarragona. en este tiempo, porque aquella tierra se había cobrado de poder de infieles, considerando el papa urbano segundo que aquella ciudad en lo antiguo había sido tan celebrada y famosa que de su nombre le había tomado la 75


provincia citerior que era la mayor parte de españa, y que en lo espiritual en la primitiva iglesia había sido tan principal prelacía, cometió a bernaldo que fue el primer arzobispo de toledo después que se ganó de los moros -que fue varón de gran santidad y religión, que estaba en aquella sazón en la corte romana- que con gran cuidado atendiese principalmente a la restauración de la iglesia de tarragona, dándole general comisión como a legado de la sede apostólica, para que entendiese en lo que concernía a la fundación y augmento de todas las iglesias de españa. Berenguer primer arzobispo de Tarragona. Este perlado -según el arzobispo don Rodrigo escribe obtuvo entonces del sumo pontífice grandes gracias y privilegios y fue instituído primado de las Españas (...)”. (40). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (49). Libro I. CAPÍTULO XXVIII. Cómo se ganó de los moros la ciudad de Tarragona y se restauró en ella la iglesia metropolitana. “(…) Y viniendo por Tolosa celebró en aquella ciudad concilio, y asistieron a él el arzobispo de Garbona y todos los obispos de la Galia gótica. Y llegado a España entendió en la comisión de su legacía y por su ministerio fueron en un mismo tiempo dedicadas las iglesias de Tarragona y Toledo que en el tiempo antiguo habían sido de tanta preeminencia entre todas las iglesias de España y a donde en augmento de nuestra santa fe católica se habían celebrado diversos concilios generales. Por esta causa, aunque Tarragona estaba muy desierta el mismo Urbano dentro de breve tiempo la proveyó de pastor y fue creado arzobispo Berenguer que era obispo de Ossona (…)”. (41). LORENZO VILLANUEVA, Joaquín. “Viage literario a las iglesias de España. Le publica con algunas observaciones”. Tomo V. Madrid. Imprenta Real. 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 3. Carta XXXV. Coticia de algunos historiadores de la ciudad de Tortosa y de los códices litúrgicos de su iglesia: dos cronicones breves que hay en su archivo. “(...) Del archivo de esta santa iglesia tengo a la vista los códices siguientes. Un vol. fol. vit. que contiene I. Regula S. Agustini: 2. Expositio regulae composita a domino Laurentio, 76


S. Ruphi abbate: 3. el martirólogo, en que falta la fiesta de la Visitación de nuestra señora, la de la Expectación, la de Santo Domingo, S. Francisco, Santa Catarina mártir, S. Antonio de Papua, Santa Ana, Santa Bárbara y otrros Santos, y también la Conmemoración de los difuntos: 4. las lecciones breves de los evangelios para la Praetiosa: 5. el necrológico o muerte de los hermanos y hermanas de la congregación de esta iglesia; porque como diré otro día, tenían hermandad con iglesias y monasterios, y además admitían aún a los casados a los sufragios de la congregación. Entre los óbitos es notable el artículo siguiente: V. nonas maii obiit Ferrarius Pallares, episcopus valentiae, interfectus a sarracenis: se habla sin duda del primer obispo de Valencia Ferrer de S. Martí, cuyo apellido y día de su muerte se ignoraba (*). El carácter / (Página 4) de este MS., no es muy antiguo, pero el hallarse la exposición de la regla por Don Lorenzo, abad de S. Rufo, y las fiestas que faltan en el martirologio, persuaden que se escribió antes de la restauración de Tortosa, y acaso debió ser propio del monasterio de S. Rufo en la Provenza, de donde le traxese el primer obispo D. Gaufredo, como consta haberlo hecho con otros códices. También me he aprovechado de dos cronicones antiguos que hay en este archivo. El uno es lemosín; después de algunos cómputos pertenecientes al antiguo testamento, comienza la noticia de nuestros tiempos desde la conquista de Jerusalén en 1099: llega hasta el 1323. El otro es latino, y comienza desde la conquista de Huesca, era MCXXXV, año 1097: sigue la cuenta por las eras hasta el año 1210, donde termina. he reparado que este último cronicón sigue alguna vez la cuenta que en los estados de Elna y otros se observó de mudar el año con la Indicación a 24 de Setiembre. Así dice: Era MCXLVIII, anno 1109, obiit A. Eneus (f. Enecus), episcopus / (Página 5) Ausonensis (a), et O. episcopus gerundae. = Era MCXLVIIII, anno 1110, obiit Bernardus Comes Bisuldunensis. Ko he podido todavía fixarme en caracterizar estos cronicones, ni saber si son de los ya publicados. Por ahora te envío copia de ellos con el título I. et II. Dertusense. Consérvase muy bien en el mismo archivo un misal precioso, cuyas cubiertas de madera chapadas de plata, dexan en medio un quadro para las pinturas siguientes. En la una hay sobre campo de oro un crucifixo con quatro clavos con las imágenes de María Santísima y S. Juan al lado 77


de la cruz: en los ángulos superiores dos querubines con las palabras sol y luna. En el bocelete del contorno se halla de relieve de plata este verso: Sum Deus, et vendor: sum Rex, et in hac cruce pendor. En la otra cubierta hay una imagen del Salvador con un libro abierto en la mano, donde se lee: ego sum qui sum: a los lados de la cabeza se hallan A w. Está muy trastocado en sus quadernos, por lo qual perdí mucho tiempo en / (Página 6) buscar la oración de S. Rufo, que Martorell copio de este códice. Al fin la hallé en la hoja 61 después del calendario. Quando trate de este santo, que lo haré por darte gusto, acabarás de conocer que este códice es extranjero; lo qual indican a simple vista las pinturas, el carácter, y algunos dibuxos y letras mayúsculas de los prefacios y canon. Paréceme que servirá poco para la historia eclesiástica: será como del siglo XI o por ahí; y como diré otro día, creo quesea del monasterio de S. Rufo en la Provenza. Otro igual se conserva, aunque sin los primores de este, y mucho más deteriorado. Ya que hablamos de esto, daré noticia de otros códices litúrgicos, que los hay excelentes. Entre ellos un ordinario MS., en vit. del siglo XI. Vese esto por lo que dice en las tablas y reglas del cómputo: Si vis scire quot sunt anni ab Incarnatione Domini nostri Jesu Christi, multiplica XV per LXVIIII, fiunt MXXXV: adde semper regulares XII fiunt MXLVII: adde indictionem anni praesentis, quae est VIII, fiunt anni in simul MLV. isti sunt ab Incarnatione Domini. Por donde se ve que este códice se escribió el año 1055, en que era puntualmente la indicción / (Página 7) VIII (1) (...) / (Página 8) En el canon y memento primero a los nombres de los santos que decimos regularmente, añade: Hilarii, Martini, Augustini, jeronymi, benedicti, Gregorii, et omnium &c. En el segundo memento solo añade el nombre de Santa Eugenia. En la oración Libera, después del pater noster, dice: Genitrice maria, et electo Michael Archangelo tuo, et beatis apostolis tuis Petro et Paulo, et B. Martino confessore tuo atque pontifice. tengo este códice por extranjero; de lo qual además del carácter, es buena prueba que en el calendario apenas se hallan tres santos españoles; y las letanías, que es donde más se descubre la devoción favorita, digamoslo así, en las iglesias particulares, solo se halla S. Isidoro, y aún ese no sabemos qual es. Lo que tengo por cierto es que perteneció a alguna iglesia donde se profesaba la vida reglar. En prueba de ello copiaré aquí lo siguiente. 78


BEKEDICTO SUPER CIBOS FRATRUM Qui bona cuncta creat, sua dona nunc bendicat. / (Página 9) Dextera celsa Dei benedicat fercula nostri. Appositos pisces signet manus omipotentis. Dignetur Dominus nostros benedicere pises. Kostros pisciculos Trinus benedicat et Unus. Fontigenas praedas benedicat dextera creans. haec alimenta suis Christus benedicat alumnis. Kunc servis sua dona suis benedicat Jesús. Condiat hos fructus famulis qui regnat in astris.

BEKEDICTIO AD MEKSAE LECTOREM.

Gratia nos Christi satiet dulcedine verbi. Fons sophiae Christus doceat nos verba salutis. det nobis Christus veniam, verbique lucernam. Copia nunc Christi de nobis pascua verbi.

Perteneciendo pues este códice, como parece, a la vida monacal o canonical, y no siendo español, como no lo es; tengo por verosímil que sea uno de los que traxo / (Página 10) el obispo Gaufredo hacia la mitad del siglo XII quando vino de su monasterio de Aviñón. Por el mismo conducto debió venir un colectario, que también conserva la unicón para los enfermos antes del viático, y la costumbre de lavar con agua caliente los cuerpos de los difuntos antes de amortajarlos. Entre otras muestras de que servía para la vida seglar, se hallan oraciones para decir in dormitorio, in capitulo, in chocina &c. A S. Rufo distingue en 79


las letanías poniedo intercede pro nobis en lugar de ora &c. Otro códice antifonario repite el nombre de esta santo dos veces en la letanía. Digo esto para que veas quan cierto es que estos códices fueron de algún monasterio de canónigos reglares de la congregación de S. Rufo, que desde la mitad del siglo XI comenzó a extenderse en España. Y siendo anteriores un siglo a la conquista de Tortosa, no hay duda que se traxeron de otra parte, y muy probablemente de Aviñón como he dicho (...)”. Página 3. Cita (*). “(...) Posteriormente he hallado también a este prelado Ferrer de S. Martí con el nombre de Ferrer Pallares en los necrológicos de la metropolitana iglesia de Tarragona / (Página 4): un cronicón de la biblioteca de los carmelitas descalzos de Barcelona le llama Ferrarius Payleres (...)”. Página 5. Cita (a). “(...) En el t. XXVIII de la España Sagrada, página 192, se demuestra que este fue el año emortual de este obispo Arnaldo, cuyo sobrenombre Eneus que aquí se le da, era desconocido (...)”. (42). LORENZO VILLANUEVA, Joaquín. “Viage literario a las iglesias de España. Le publica con algunas observaciones”. Tomo V. Madrid. Imprenta Real. 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 119. Carta XL. Si S. Rufo fue obispo de Tortosa. “(...) Mi querido hermano: ¿Qué quieres que diga del pontificado de S. Rufo, que se cree ser el primer obispo de Tortosa? Después de la larga dominación de los moros, / (Página 120) ¿Qué puede hallarse en nuestros pueblos pertenecientes a la religión del primer siglo de la iglesia? Sin embargo, como los defensores de una tradición que tanto honra a esta ciudad, han hallado un documento con que apoyarla, diré algo sobre él, pues todavía existe y he podido examinarle. Hay un misal antiguo en esta iglesia, que es el que dixe que tenía las cubiertas tachonadas de plata. En él se halla la oración en la fiesta de S. Rufo de esta manera: Propitiare, Domine, quaesumus, nobis famulis suis per humus sancti confessoris atque pontificis Ruphi, qui in praesanti requiescit ecclesia, merita gloriosa; ut ejus pia intercessione ab omnibus semper protegamur adversis. Per. Si este misal fuese propio de esta iglesia, es un argumento invencible que S. Rufo fue su primer obispo. Más quien observe el carácter, las miniaturas y el calendario de este códice, fácilmente conocerá que es extranjero. Además, que no siendo anterior a la invasión 80


de los moros, como ciertamente no lo es; si fuera de esta iglesia debería haberse escrito después de conquistada la ciudad y restaurada la silla episcopal: y en tal caso se hallaría ingerida en el calendario la fiesta de la dedicación de la / (Página 121) primera catedral, que fue en 1178. Mas no sucede así, antes por el contrario en la única fiesta de Dedicación que en él se halla, se ve que era de otra iglesia. Porque en el mes de junio dice: VIII. idus Dedicatio ecclesiae S. Ruphi. La iglesia de Tortosa nunca se intituló S. Ruphi, sino S. Mariae. Y como cada iglesia celebraba la fiesta de su dedicación, señalándole día en su calendario; siguese que este códice pertenece a otra iglesia que tenía la advocación de S. Rufo. La de esta catedral es III, cal. Decemb. (Digo la primera del año 1178 que es la que debía hallarse en el códice si fuese de aquí), y esta del todo se omite en él. Y en otro misal idéntico en el carácter, aunque inferior en la suntuosidad de los adornos, se halla esta fiesta notada al margen por una mano posterior como del siglo XV con estas palabras: Festum Dedicationis eccl. Dertus. semper celebrabitur dominicá post festum S. Ruphi. ¿A quién se le hará creible que se omitiese una fiesta tan propia de esta iglesia, y que nunca dexò de celebrarse según la costumbre general de todas las iglesias? Por otra parte, en la oración de S. Rufo de este segundo misal, que se halla del mismo modo que en el primero / (Página 122), están raspadas con suma prolijidad las palabras: qui in praesenti requiescit ecclesia. Cosa que debió hacer algún individuo sabio de esta catedral, a quién le era conocida la iglesia de donde vinieron estos códices. Kosotros ya que ignoramos esto, podemos juzgar de la antigüedad de ellos por su carácter y forma de abreviaturas, nexos, &c. Y digo confiadamente que no habrá paleógrafo que los tenga por anteriores a los árabes. Antes si se cotejan con el ordinario que dixe escrito en el año 1055, se verá que son idénticos con él, y por consiguiente escritos en tiempo en que esta ciudad estaba todavía sujeta a los moros, y en que no se podían escribir misales para una iglesia que no había. Go siendo pues de aquí estos códices, no se verifica ser esta catedral depósito de las reliquias de San Rufo. Pero lo que más convence haber mirado siempre esta iglesia como extraños los dichos códices y su tradición, es el examen de los que se sabe, y consta ser propios de ella, así MSS., como impresos. Con gran deseo de hallar la verdad he registrado todos los breviarios, colectas y misales que se guardan en el archivo. Y hallo que en la / (Página 123) 81


mayor parte de los MSS., la oración en la fiesta de S. Rufo dice así: Deus qui B. Ruphum Pontif. Sanctorum tuorum meritis coaequati; concede propitius, ut qui commemor ationis ejus festa percolimus, vital quoque imitemur exempla. Per. La misma usa el obispo D. gerónimo de Requesens en el breviario que imprimió en Barcelona en 1547. Otro Ms., del año 1475 pone la siguiente: Adesto, Domine, supplicationibus nostris, et B. Ruphi intercessionibus confidentes, nec minis adversantium, nec ullo conturbemur incursu. per. Un misal impreso en Barcelona en 1524 dice: Deus qui animae famuli tui Ruphi aeternae beatitudinis praemia contulisti, concede propititus, ut qui peccatorum nostrorum pondere praemimur, ejus apud te precibus sublevemur. Per. En suma ninguno de los códices de esta iglesia copia la oración del primero, ni las palabras qui in praesenti requiescit ecclesia; y eso que algunos son del siglo XIV, y acaso del anterior. Ko hallo pues fundamento para decir que esta es la tradición de esta catedral, y que siempre se ha tenido por propio de ella aquel misal antiguo. Los sabios obispos y los varones doctos que entendieron en ordenar los oficios de esta diócesi, tuvieron presente aquel códice / (Página 124) que antes se guardaba en el relicario, y vieron la gloria que les ofrecía, dando a esta iglesia tan antiguo fundador. ¿Qué causa pudieron tener para desecharla y no trasladar su memoria a la posteridad por medio de documentos tan auténticos? Yo no hallo salida a esta reflexión, sino que como tan próximos a la restauración de la silla, conservaban memoria del lugar de donde se traxeron aquellos códices; y no queriendo para sí glorias que ciertamente sabían ser de otras ciudades, tomaron para el oficio de S. Rufo las oraciones comunes, excluyendo de todo punto aquel periodo. Otro tanto sucede en las lecciones de maytines, que en ninguno de los breviarios MSS., llegan a contar la venida de San Rufo a España, y mucho menos su pontificado en esta sede. Digo esto confiadamente, aún después de haber leído en algunos escritores nuestros que los breviarios de esta iglesia refieren el obispado de San Rufo y su fallecimiento en Tortosa. Vea quién quisiere estos códices antiguos: estoy seguro de que no hallen en todos ellos una palabra que a esto pueda aludir. Paréceme estar leyendo el corazón de los que ordenaron aquellas lecciones. En la ocasión / (Página 125) más oportuna, pudiendo decir con pocas palabras lo que 82


tan glorioso era para esta silla, se contentan con hablar en general de la virtud y predicación de S. Rufo y nada más; y aún hay códice que pone para las lecciones uyna homilía de S. Gerónimo. En las lecciones de la santa Cinta y las de Santa Candia y Córdula, nada se omitió de lo que podía ser glorioso a la iglesia y ciudad de Tortosa; lo omitieron en las de San Rufo, es prueba de que no se creyó tal cosa en los siglos XIII, XIV y XV. Otra reflexión me ocurre contra esta opinión. En todos los códices se nota la fiesta de S. Rufo con rito de quatro cantores. Más en la carta ciborum, o costumbre de refectorio se dice: item en la festa de Sent Ruff moltó et spatles. Así el rito de los quatro cantores como este extraordinario eran comunes a otras muchas fiestas de poca consideración para esta iglesia. Y cierto era muy debido que en uno y otro se hiciesen en este día demostraciones de mayor solemnidad, si se creyese haber sido S. Rufo primer obispo de esta iglesia y estar en ella depositado. Advierto que esta carta ciberum se confirmó en el año 1350; y en la escritura que he visto original se dice que / (Página 126) estas costumbres eran antiquísimas en esta iglesia. De suerte que en los quatro primeros siglos de su restauración, no hay vestigio por donde se descubra que haya habido en ella tal tradición. Por si alguno deseare saber el origen de la fiesta de S. Rufo en esta iglesia, que al cabo era IIII. cantorum, que es alguna distinción, y el nombre del santo se halla en las letanías, y es cierto que fue venerado aquí desde la restauración de la silla; diré mi parecer, que es conforme al de los individuos doctos de este cabildo. Eralo a fines del siglo XVI el cánonigo D. Jayme Miró, que fue también tesorero de la iglesia, y vivió en ella muchos años, y (como dice en sus índices el canónigo Macip) compuso un libro de rúbricas, esto es, notales de todas las cosas de la iglesia desde el año 1326 hasta 1481, por donde se ve que era muy versado en la historia eclesiástica de Tortosa. Era además natural de esta ciudad, bautizado en ella a 1 de Mayo de 1532. Pues a este hombre docto y amante de las glorias de su patria pidió el célebre obispo de Segorbe D. Juan Bautista Pérez, siendo aún canónigo de Toledo, que le comunicase los documentos que hubiese aquí sobre S. Rufo. / (Página 127) Vi y copié en Segorve, entre los papeles de aquel prelado, la carta original del canónigo Miró (a), cuya lectura te hará ver que el origen de celebrar aquí a S. Rufo es el 83


haber sido el primer obispo de Tortosa, después de su conquista, Gaufredo, abad del monasterio de S. Rufo en Aviñón. Verás también en la carta que este obispo se traxo de allá las actas de la vida de S. Rufo; y por consiguiente que pertenece a Aviñón. Verás también en la carta que este obispo se traxo de allá las actas de la vida de S. Rufo; y por consiguiente que pertenece a Aviñón lo que por el contexto de ellas se atribuye a Tortosa. A este modo es verosímil que traxese también otros códices litúrgicos para el uso de esta catedral, escasa entonces de tales alhajas, entre las cuales mientras no se demuestre lo contrario, debemos contar aquel antiguo misal, que siendo de Aviñón, conserva la tradición que allá tenían y tienen de poseer las reliquias de su primer obispo San Rufo (I). Conservando pues Gaufredo afecto / (Página 128) a su profesión y al titular de su casa, es verosímil que así como introduxo aquí la vida reglar juxta consuetudines ecclesiae S. Rupia, introdujese también la devoción del mismo santo. Tanto mas que ya entonces esto es, a mitad del siglo XII había en la provincia tarraconense muchas iglesias de canónigos reglares llamados de S. Rufo, porque la devoción de los príncipes las sujetaba, y aún hacía donación de ellas al monasterio de S. Rufo de Aviñón. Este es conocidamente el origen de esta fiesta en Tortosa, de lo qual ya no diré más. Allá van junto con la carta sobredicha algunas de las notitas que puso el Señor Pérez a las actas de S. Rufo, las quales no he podido encontrar aquí a pesar de mi diligencia. A Dios. Tortosa &c (...)”. Página 127. Cita (a). “(...) Va enseguida de esta (...)”. Página 127. Cita (I). “(...) Dionisio de Santa Marta (Gallia Christ. col. 795) comienza así el catálogo de los obispos de Aviñón: Sancti Ruphi primi Avenionensis episcopi, Ado Viennensis. Beda, Usuardus, Martyrologium Romanum die 12 Kovembris, Ferrarius et alii per multi auctores meminere. celebratur festum ejus in hac urbe 14 / (Página 128) Kovembris, et in cathedrali ecclesia summa veneratione coluntur ejus reliquiare. Habet verò Valentiae monasterium nominis sui, et ordinis seu congregationis celeberrimae caput, cujus olim sedes erat extramuros Avenionenses, et adhus suoerest (...)”. (43). LORENZO VILLANUEVA, Joaquín. “Viage literario a las iglesias de España. Le publica con algunas observaciones”. Tomo V. Madrid. Imprenta Real. 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 129. Carta XL. Carta que escribió el canónigo de Tortosa 84


Jayme Miró al canónigo de Toledo D. J. B. Pérez, obispo que después fue de Segorbe (a). “(...) A 20 de Maig me donaren una de Vm. de 25 de Abril, y ab ella tota merce. Y puyx es Vm., natural de Valencia, li respondre en nostra llengua, puix lo entendra molt be. Per tenir yo en carrech la llibreria de esta iglesia per lo capitol de ella, fuy forcat comunicar la de Vm. a estos senyors estant justats per altres negocis, y tots uniformes foren molt contents yo serquas totes les claricies se poguessen haber, y veure axi en la llibreria como en lo archiu, y en les constitucions de esta iglesia, y donas a Vm. relació del que si trobaria ab tot lo compliment necessari. Y axi serquant en dita llibreria, he trobat en un llibre de llicons molt antich la vida del gloriós Sant Ruph, la qual envie a Vm., de la manera la he trobada scrita en llatí, encara que / (Página 130) en alguns llochs hi ha alguns periodos no corresponen a la sentencia he intelligencia del que va dient; pero per no llevar y affegir hi mes del quex havia la tramet de m amia scrita ab la present, com dalt dich. Rebré a merce me avise de la rebuda della. Tambe so entrat en lo archiu de dita iglesia per veure si se trobarien alguns actes antichs ans que los moros entrasen en Spaña, y no si ha trobat cosa alguna, salvo la conquista feu D. Ramón Berenguer, compte de Barcelona, qui conquista a Tortosa, y trague los moros della en los any 1148; y conquistada feu venir de Franca de un monestir estaba en la ribera del Rojne a un Gaufrido qui era abat de dit monestir de canonges reglars del orde de Sant Agostí pera esser bisbe de Tortosa, e axi en lo any 1151 lo Archebisbe de Tarragona lo consagra en presencia de altres bisbes y de dit D. Ramon Berenguer, compte de Barcelona, y li dona dit compte a dit Gaufrido y sos suceessors los delmes y primicias, y designa los llimits del bisbart. Y apres dit Gaufrido envia a Roma sa electio y consecratio para obtenir confirmatio de Adriano quarto, qui tunc presidia en la sede romana; y axi dit Adriano lo / (Página 131) confirma ab sa bulla, dada en Benavent 6 cal. Aprilis (a) anno Incarnationis Domini de 1155 pontificatus anno secundo. E dit Gaufrido poch apres de haber rebut dita confirmatio que fonch en lo any 1158 feu una constitucio que comenca: Auctoritate apostolica roborati, la qual per esser llarga no insertare sino solament lo esencial della pera alguna claricia del que Vm., me demana. Y diu desta manera: Statuimus et firmamus Kos et secuaces nostros in praefata 85


ecclesia unanimiter, concorditer et canonice vivere sub regula Sancti Augustini, et juxta consuetudines ecclesiae Sancti Ruphi, licet sint ibi aliqua singularia quae in dertusensi ecclesia juxta dignitatem suam et loci proprietatem rationabiliter poterunt dispensari. Y tinch per molt averiguat dit Gaufrido porta la historia de la vida de S. Ruph de alla del modo la he trobada, y va ab la present. Y asso es lo que fins al present he pogut trobar. Si altra cosa se descubrira, yo avisare a Vm. Y si en altra cosa hi haura per assi en que yo me puga emplear al servey de Vm rebre a molt contento mo mane, per que ho fare, com per les obres veura. Y nostre Sr. / (Página 132) guarde y prospere a Vm. per molts anys como se desija. Tortosa a 3 de Juny 1591. = Lo canonge jaume Miró = En el sobrescrito dice así: A mestre Joan Baptista Periz canonge de la santa iglesia de Toledo = Toledo. Versión castellana de la carta anterior. A 20 de Mayo me entregaron una carta de Vm. de 25 de Abril, en la qual recibí merced. Y pues es Vm., natural de Valencia, le responderé en nuestro idioma que lo entenderá bien. Por tenerme encargada el cabildo de esta iglesia su librería, me vi obligado a dar cuenta de la Vm. a estos señores, hallándose congregados para otros negocios, los quales con mucha satisfacción suya acordaron que buscase yo quanto pueda aclarar este punto, examinando los documentos de la librería y del archivo y las constituciones de esta iglesia, para dar a Vm., razón cumplida de quanto se encuentre. Escudriñando pues la librería, he hallado en un leccionario muy antiguo la vida del glorioso S. Rufo, que envío a Vm., tal qual ha venido a mis manos escrita en latín, aunque / (Página 133) en algunos lugares hay periodos cuyo sentido no corresponde al contexto; mas por no añadir ni quitar, la remito adjunta como he dicho, copiada de mi mano. Estimaré a Vm., me avise su recibo. He entrado también en el archivo de la iglesia a ver si daría con algunas actas antiguas anteriores a la entrada de los moros en España, y nada hallo sino la conquista hecha por D. Ramón Berenguer, conde de Barcelona, que ganó a Tortosa y lanzó de ella a los moros el año 1148, y conquistada hizo venir de Francia de un monasterio de canónigos reglares, de la orden de san Agustín, que estaba a las orillas del Ródano, a su abad 86


Gaufrido para que fuese obispo de Tortosa: al qual consagró el arzobispo de Tarragona el año 1151 a presencia de otros obispos y del dicho D. Ramón Berenguer, conde de Barcelona, el qual dio a Gaufrido y a sus sucesores los diezmos y primicias, y señaló los límites del obispado. Hecho esto, envió a Roma Gaufrido su elección y consagración para que la confirmase Adriano IV, que ocupaba entonces la silla romana, como en efecto la confirmó en su bula expedida en Benevento VI cal., / (Página 134) Aprilis anno Incarnationis Domini 1155 pontificatus anno secundo. Poco tiempo después de haber recibido Gaufrido esta confirmación, esto es, en el año 1158 hizo una constitución que empieza: Auctoritate apostolica roborati, que no inserto toda entera por ser larga; tan solo notaré lo esencial de ella para aclarar lo que Vm., me pregunta, Dice así... Y tengo por muy cierto que dicho Gaufrido traxo de allá la historia de la vida de San Rufo, tal qual la he encontrado y acompaño con esta. Y es quanto hasta ahora he podido encontrar. Si mas descubriere, avisaré a Vm. Y si hay por aquí otra cosa en que pueda yo emplearme en su obsequio de Vm., tendré a gran satisfacción qie me mande, pues lo haré como lo acreditaran las obras. Y niestro Señor guarde y prospere a Vm., por muchos años como se desea. Tortosa a 3 de Junio de 1591. = El canónigo Jayme Miro. = El sobrescrito dice: Al maestro Juan Bautista Pérez, canónigo de la santa iglesia de Toledo. / (Página 135) Kotas que puso el obispo de Segorbe D. Juan Bautista Pérez a las actas de S. Rufo (a) ex lib. fol. actorum SS. Hisp. Vereor ne confundat cum S. Rupho episcopo Avenionensi Galliarum, nam certum est ex vita MS. ecclesiae Avenioniensis ibi fuisse primum episcopum Ruphum, apostolorum discipulum, in Gallias missum vel a Paulo apostolo, vel ut alii volunt, a Sergio Paulo episcopo narbonensi, discipulo Pauli ap. Constat ex vita humus Ruphi Avenionensis fuiste Avenione monasterium canonicorum regularium S. Augustini, ubi corpus Ruphi colitur. Constat Dertosam urbem ereptam de sarracenorum manibus anno 1148 a R. Berengarii, comite Barchinone, et primum episcopum ibi positum 87


Gaufridum, confirmatum ab archiepiscopo tarrac. anno 1151, qui episcopus inter ceteras constituciones ecclesiae Dertosens. quas ibidem edidit, illam fuisse, ut viverent sub regula canonicorum regularium S. Augustini, juxta / (Página 136) consuetudinem ecclesiae S. Ruphi: ex quo hic sanctus specialiter cultus est Dertusae. Et inde natam puto opinionem, fuisse Ruphum episcopum Dertusens. vel forte ibi fuit cum Sergio Paulo: nam Antoninus et Petrus Katalibus (lib. I. cap. 60) ait Sergium Paulum in Hispania predicasse, et illius diaconum fuisse Ruphum, qui postea fuit episcopus Avenionensis. Hunc Ruphum Avenionensem multi ex recentioribus scribunt, immò et lectiones Avenionensis ecclesiae tradunt fuisse eundem cum illo qui fuit frater Alexandri, filius autem Simonis Cyrenei, qui crucem Christi gestavit: et esse eundem cum Rupho, uno ex discipulis de quo Paulus ad Rom. 16 et S. Polycarpus ad Philipenses. sed istum Ruphum Thebanum in Graecia in Sinopsi, et Metaphrastes in vita Petri: qui colitur in Martyrologio romano die 21 Kovem. alter sutem Avenion. 12 Kovemb. in Martyrol. romano; vel 14 Kovembris, ut est in ejus vita et in breviario Dertusensi (...)”. Página 129. Cita (a). “(...) Existe original en un tom. fol. de actas y noticias de los SS. de España, que recogió el dicho Señor Pérez, y se guarda en el archivo de la catedral de Segorve (...)”. Página 131. Cita (a). “(...) El original dice XIII cal. Aprilis (...)”. Página 135. Cita (a). “(...) Copiadas del mismo libro que la carta antecedente (...)”. (44). LORENZO VILLANUEVA, Joaquín. “Viage literario a las iglesias de España. Le publica con algunas observaciones”. Tomo V. Madrid. Imprenta Real. 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 1. Carta XXXV. Coticia de algunos historiadores de la ciudad de Tortosa y de los códices litúrgicos de su iglesia: dos cronicones breves que hay en su archivo: rito del experimento del agua fría para descubrir la verdad de los delitos ocultos: noticia de un jubileo para los sacerdotes de esta iglesia en el siglo XV. Traslado de los objetos de la iglesia con motivo de la guerra. “(…) Mi querido hermano: Porque se ofrecerá en mis Cartas sobre la iglesia de Tortosa citar muchas veces algunos documentos de donde he sacado sus noticias, quiero darte anticipadamente razón de ellos y, de los autores que han ilustrado las antigüedades civiles y eclesiásticas de Tortosa.

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El primero de los que he disfrutado es D. Cristóbal Despuig, quién en 1557 dirigió a D. Francisco de Moncada, conde de Aytona, los seis coloquios que había compuesto en idioma catalán de las antigüedades / (Página 2 anverso) y grandezas de Tortosa. Esta obra no llegó a imprimirse; está escrita con erudición y gracia y, hay en ella mezcladas oportunamente varias ocurrencias políticas de aquel tiempo. De ella se aprovechó a maravilla, copiándola a la letra en muchas partes, Francisco Martorell y Luna en la Historia de Tortosa y de la santa Cinta, impresa en Tortosa el año 1626 por Gerónimo Gil y, dedicada al cabildo de la misma iglesia. También disfrutó Martorell el episcopologio MS., del canónigo D. Miguel Macep, hombre laboriosísimo, que además trabajó un índice alfabético de todas las cosas de la iglesia con remisivas a los acuerdos capitulares, gran parte de los quales se trasladaron a otros sitios con ocasión de las guerras y otras causas. Por lo mismo es más recomendable el trabajo de aquel eclesiástico, sin el qual carecería esta catedral de noticias muy contundentes a su buen gobierno. Otro MS., he visto en la biblioteca del colegio de mi orden, que da razón de los privilegios concedidos a Tortosa y de los servicios hechos por ella al estado; es obra reciente de un abogado de esta ciudad / (Página 3) llamado D. Buenaventura Julián. Del archivo de esta santa iglesia tengo a la vista los códices siguientes. Un vol. fol. vit., que contiene I. Regula S. Agustini: 2. Expositio regulae composita a domino Laurentio, S. Ruphi abbate: 3., el martirologio, en que falta la fiesta de la Visitación de nuestra Señora, la de la Expectación, la de Santo Domingo, S. Francisco, Santa Catarina mártir, S. Antonio de Padua, Santa Ana, Santa Bárbara y otros Santos y, también la Conmemoración de los difuntos: 4., las lecciones breves de los evangelios para la Praetiosa: 5., el necrológico o noticia de la muerte de los hermanos y hermanas de la congregación de esta iglesia; porque como diré otro día, tenían hermandad con iglesias y monasterios y, además admitían aún a los casados a los sufragios de la congregación. Entre los óbitos es notable el artículo siguiente: V. nonas Maii obiit Ferrarius Pallares, episcopus Valentiae, interfectus a sarracenis: se habla sin duda del primer obispo de Valencia Ferrer de S. Martí, cuyo apellido y día de su 89


muerte se ignoraba (*). El carácter / (Página 4) de este MS., no es muy antiguo, pero el hallarse la exposición de la regla por Don Lorenzo, abad de S. Rufo y, las fiestas que faltan en el martitologio, persuaden que se escribió antes de la restauración de Tortosa y, acaso debió ser propio del monasterio de S. Rufo y, las fiestas que faltan en el maritologio, persuaden que se escribió antes de la restauración de Tortosa y, acaso debió ser propio del monasterio de S. Rufo en la Provenza, de donde le traxese el primer obispo D. Gaufredo, como consta haberlo hecho con otros códices. También me he aprovechado de dos cronicones antiguos que hay en este archivo. El uno es lemosín; después de algunos cómputos pertenecientes al antiguo Testamento, comienza la noticia de nuestros tiempos desde la conquista de Jerusalén en 1099: llega hasta 1323. El otro es latino y, comienza desde la conquista de Huesca, era MCXXXV, año 1097: sigue la cuenta por las eras hasta el año 1210, donde termina. He reparado que este último cronicón sigue alguna vez la cuenta que en los estados de Elna y otros se observó de mudar el año con la Indicación a 24 de Setiembre. Así dice: Era MCXLVIII, anno 1109, obiit A. Eneus (f. Enecus), episcopus / (Página 5) Ausonensis (a), et O. episcopus Gerundae. = Era MCXLVIIII, anno 1110, obiit Bernardus Comes Bisuldunensis. Ko he podido todavía fixarme en caracterizar estos cronicones, ni saber si son de los ya publicados. Por ahora te envío copia de ellos con el título I. et II. Dertusense. Consérvase muy bien en el mismo archivo un misal precioso, cuyas cubiertas de madera chapadas de plata, dexan en medio un quadro para las pinturas siguientes. En la una hay sobre un campo de oro un crucifixo con quatro clavos con las imágenes de María Santísima y S. Juan al lado de la cruz: en los ángulos superiores dos querubines con las palabras sol y luna. En el bocelete del contorno se halla de relieve de plata este verso: Sum Deus, et vendor: sum Rex, et in hac cruce pendor. En la otra cubierta hay una imagen del Salvador con un libro abierto en la mano, donde se lee: ego sum qui sum: a los lados de la cabeza se hallan A w. Está muy trastocado en sus quadernos, por lo qual perdí mucho tiempo en / (Página 6) buscar la oración de S. Rufo, que Martorell copió de este códice. Al fin la hallé en la hoja 61 después del calendario. Quando trate de este santo, que lo haré por darte gusto, acabarás de conocer que este códice es 90


estrangero; lo qual indican a simple vista las pinturas, el carácter y, algunos dibuxos y letras mayúsculas de los prefacios y cánon. Paréceme que servirá poco para la historia eclesiástica: será como del siglo XI o por ahí; y como diré otro día, creo que sea del monasterio de S. Rufo en la Provenza. Otro igual se conserva, aunque sin los primores de este y, mucho más deteriorado (…)”. (45). VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo. “Viaje literario a las iglesias de España”. Tomo V. Madrid. En la Imprenta Real. Año de 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 8. Carta XXXV. Coticia de algunos historiadores de la ciudad de Tortosa y de los códices litúrgicos de su iglesia: dos cronicones breves que hay en su archivo: rito del experimento del agua fría para descubrir la verdad de los delitos ocultos: noticia de un jubileo para los sacerdotes de esta iglesia en el siglo XV. “(…) En el cánon y memento primero a los nombre de los Santos que decimos regularmente, añade: Hilarii, Martinii, Agustini, Jeronymi, Benedicti, Gregorii, et ómnium &c. En el segundo memento solo añade el nombre de Santa Eugenia. En la oración Libera, después del Pater noster, dice: Fenitrice María, et electo Michael Archangelo tuo, et beatis apostolis tuis Petro et Paulo, et B. Martino confessore tuo atque pontífice. Tengo este códice por extranjero; de lo qual además del carácter, es buena pruena que en el calendario apenas se hallan tres Santos españoles; y las letanías, que es donde más se descubre la devoción favorita, digámoslo así, en las iglesias particulares, solo se halla S. Isidoro y, aún ese no sabemos qual es. Lo que tengo por cierto es que perteneció a alguna iglesia donde se profesaba la vida reglar. En prueba de ello copiaré aquí lo siguiente. BEKEDICTIO SUPER CIBOS FRATRUM Qui bona cuncta creat, sua dona nunc benedicat. / (Página 9) Dextera celsa Dei benedicat fercula nostri. Appositos pisces signet manus omnipotentis. Dignetur Dominus nostros bendeciré pisces. Kistros pisciculos Trinus benedicat et Unus. 91


Fontigenas praedas benedicat dextera creans. Haec alimenta suis Christus benedicat alumnis. Kunc servis sua suis benedicat Jesus. Condiat hos fructus famulis qui regnat in astris. KEBEDICTIO AD MEKSAE LECTOREM Gratia nos Christo satiet dulcedine verbi. Fons sophiae Christus doceat nos verba salutis. Det nobis Christus veniam, verbiqie lucernam. Copia nunc Christi det nobis pascua verbi. Perteneciendo pues este códice, como parece, a la vida monacal o canonical y, no siendo español, como no lo es; tengo por verosímil que sea uno de los que traxo / (Página 10) el obispo Gaufredo hacia la mitad del siglo XII quando vino de su monasterio de Aviñón. Por el mismo conducto debió venir un colectario, que también conserva la unción para los enfermos antes del viático y, la costumbre e lavar con agua caliente los cuerpos de los difuntos antes de amortajarlos. Entre otras muestras de que servía para la vida reglar, se hallan oraciones para decir in dormitorio, in capitulo, in chochina &c. A S. Rufo distingue en las letanías poniendo intercede pro nobis en lugar de ora &c. Otro códice antifonario repite el nombre de este Santo dos veces en la letanía. Digo esto para que veas quan cierto es que estos códices fueron de algún monasterio de canónigos reglares de la congregación de S. Rufo, que desde la mitad del siglo XI comenzó a extenderse en España. Y siendo anteriores un siglo a la conquista de Tortosa, no hay duda que se traxeron de otra parte y, muy probablemente de Aviñón como he dicho (…)”. (46). VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo. “Viaje literario a las iglesias de España”. Tomo V. Madrid. En la Imprenta Real. Año de 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 46. Cita (2). Carta XXXVI. Estado de la iglesia de Tortosa después de su restauración: fue por algún tiempo parroquia suburbana de Tarragona: cartas inéditas del papa Adriano IV al conde Don Ramón Berenguer y, su contestación: número de los primeros canónigos de 92


esta iglesia: origen de la desigualdad de sus rentas respecto de las dignidades: masa común y reunión de ambos cuerpos en un solo capítulo: secularización de esta iglesia: reliquias que han durado hasta nuestros días de la vida reglar antigua: fórmula de profesión: congregación de esta catedral: clase de conversos: memorias de lo que era. “(…) Justa consuetudines ecclesiae S. Ruphi. Esta congregación de los Santos Justo y Rufo fue establecida por los años 1038 por quarto canónigos de la iglesia de Aviñón que se retiraron a aquella casa con anuencia de Benedicto, obispo entonces de esta diócesi, como consta de la declaración de aquel prelado, que empieza sí: “Benedictus / (Página 47) gratia Dei Avenionensis episcopus: clerici divino amore tacti… humiliter flagitarunt quatenus loca sanctorum (Justo et Tuphi) ut religiosè illic viverent, concederemus. Quorum petitionibus praebentes assensum jam dictis praesbyteris praedictam ecclesiam”. De algunos varones esclarecidos en doctrina y santidad qque dio a la iglesia esta congregación, se hace memoriaen el presente viage. De otros muchos hablan Guigon (De vita S. Hugon. episc. Gratianop. lib.I) y otros historiadores eclesiásticos de Francia (…)”. (47). VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo. “Viaje literario a las iglesias de España”. Tomo V. Madrid. En la Imprenta Real. Año de 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 133. Carta XL. Si S. Rufo fue obispo de Tortosa. “(…) Mi querido hermano: ¿Qué quieres que diga del pontificado de S. Rufo, que se cree ser el primero obispo de Tortosa? Después de la larga dominación de los moros, / (Página 120) ¿qué puede hallarse en nuestros pueblos pertenecientes a la religión del primer siglo de la iglesia? Sin embargo, como los defensores de una tradición que tanto honra a esta ciudad, han hallado un documento con que apoyarla, diré algo sobre él, pues todavía existe y he podido examinarle. Hay un misal antiguo en esta iglesia, que es el que dice que tenía las cubiertas tachonadas de plata. En él se halla la oración en la fiesta de S. Rufo de esta manera: Propitiare, Domine, quaessumus, nobis famulis tuis per hujus sancti confessoris atque pontificis Ruphi, qui in praesenti requiescit ecclesiâ, merita gloriosa; ut ejus piâ intercessione ab ómnibus Semper protegamur adversis. Per. Si este misal fuese propio de esta iglesia, es un argumento invencible que S. Rufo fue su primer obispo. Más 93


quine observe el carácter, las miniaturas y el calendario de este códice, fácilmente conocerá que es extranjero. Además, que no siendo anterior a la invasión de los moros, como ciertamente no lo es; di fuera de esta iglesia debería haberse escrito después de conquistada la ciudad y restaurada la silla episcopal: y en tal caso se hallaría ingerida en el calendario la fiesta de la Dedicación de la / (Página 121) primera catedral, que fue en 1178. Más no sucede así; antes por el contrario en la única fiesta de Dedicación que en él se halla, se ve que era de otra iglesia. Porque en el mes de Junio dice: VIII. idus Dedicatio ecclesiae S. Ruphi. La iglesia de Tortosa nunca se intitutó S. Ruphi, sino S. Mariae. Y como cada iglesia celebraba la fiesta de su dedicación, señalándole día en su calendario; síguese qie este códice pertenece a otra iglesia que tenía la advocación de S. Rufo.La de esta catedral es III.cal. Decemb. (digo la primera del año 1178 que es la que debía hallarse en el códice si fuese de aquí) y, ésta del todo se omite en él. Y en otro misal idéntico en el carácter, aunque inferior en la suntuosidad de los adornos, se halla esta fiesta notada al margen por una mano posterior como del siglo XV con estas palabras: Festum Dedicationis eccl. dert. Semper celebrabitur dominica post festum S. Ruphi. ¿A quién se le hará creible que se omitiese una fiesta tan propia de esta iglesia y, que nunca dexó de celebrarse según la costumbre general de todas las iglesias? Por otra parte, en la oración de S. Rufo de este segundo misal, que se halla del mismo modo que en el primero / (Página 122) están raspadas con suma prolixidad las palabras: qui in praesenti requiescit ecclesia. Cosa que debió hacer algún individuo sabio de esta catedral, a quién le era conocida la iglesia de donde vinieron estos códices. Kosotros ya que ignoramos esto, podemos juzgar de la antigüedad de ellos por su carácter y forma de abreviaturas, nexos, &c. Y digo confiadamente que no habrá paleógrafo que los tenga por anteriores a los árabes. Antes si se cotejan con el ordinario que dixe escrito en el año 1055, e verá que son idénticos con él y, por consiguiente escritos en tiempo e n que esta ciudad estaba todavía sujeta a los moros y, en que no se podía escribir misales para una iglesia que no había. Ko siendo pues de aquí estos códices, no se verifica ser esta catedral depósito de las reliquias de San Rufo. Pero lo que más convence haber mirado siempre esta iglesia como extraños los dichos códices y su tradición, e el examen de los que se sabe y, consta ser propio de ella, así MSS., como impresos. Con gran deseo de hallar la verdad he registrado todos los breviarios, colectas y misales que 94


se guardan en el archivo. Y hallo que en la / (Página 123) mayor parte de los MS., la oración en la fiesta de S. Rufo dice así: Deus qui B. Ruphum Pontif. anctorum tuorum meritis coaequati; concede propitiu, ut qui commemorationis ejus festa percotimus, vitae quoque imitemur exemplña. Per. La misma usa el obispo D. Gerónimo de Requesens en el breviario que imprimió en Barcelona en 1547. Otro M., del año 1475 pone la siguiente: Adesto, Domine, upplicationibus notri, et B. Ruphi intercesionibus confidentes, nec mini adveratium, nec ullo conturbemur incursu. Per. Un mial impreo en Barcelona en 1524 dice: Deu qui animae famuli tui Ruphi aeternae beatitudini praemia contulisti, concede propititus, ut qui peccatorum nostrorum pondere praemimur, ejus apud te precibu ublevemur. Per. En suma ninguno de los códices de esta iglesia copia la oración del primero, ni las palabras qui in praesenti requiescit ecclesiâ; y eso que alguno son del siglo XIV y, acaso del anterior. Ko hallo pues fundamento para decir que esta es la tradición de esta catedral y, que siempre e ha tenido por propio de ella aquel misal antiguo. Lo sabios obispos y los varones doctos que entendieron en ordenar los oficio de esta diócesi, tuvieron presente aquel códice / (Página 124) que antes se guardaba en el relicario y, vieron la gloria que le ofrecía, dando a eta iglesia tan antiguo fundador. ¿Qué causa pudieron tener para desecharla y no trasladar su memoria a la posteridad por medio de documentos tan auténticos? Yo no hallo salida a eta reflexión, sino que como tan próximos a la restauración de la silla, conservaban memoria del lugar de donde e traxeron aquello códices: y no queriendo para sí glorias que ciertamente sabían ser de otras ciudades, tomaron para el oficio de S. Rufo las oraciones comunes, excluyendo de todo punto aquel período. Otro tanto sucede en las lecciones de maytines, que en ninguno de los breviarios MSS., llegan a contar la venida de San Rufo a España y, mucho menos su pontificado en esta sede. Digo esto confiadamente, aún después de haber leído en algunos escritores nuestros que los breviarios de esta iglesia refieren el obispado de San Rufo y su fallecimiento en Tortosa. Vea quién quisiere estos códices antiguos: estoy seguro de que no hallen en todos ellos una palabra que a esto pueda aludir. Paréceme estar leyendo el corazón de los que ordenaron aquellas lecciones. En la ocasión / (Página 125) más oportuna, pudiendo decir con pocas palabras lo que tan glorioso era para esta silla, se contentan con hablar en general de la virtud y predicación de S. Rufo y nada más; y aún hay códice que pone 95


para las lecciones una homilía de S. Gerónimo. En las lecciones de la santa Cinta y las de Santa Candia y Córdula, nada se omitió de lo que podías ser glorioso a la iglesia y ciudad de Tortosa; lo omitieron en las de San Rufo, es prueba de que no se creyó tal cosa en los siglos XIII, XIV y XV. Otra reflexión me ocurre contra esta opinión. En todos los códices se nota la fiesta de S. Rufo con rito de quatro cantores, Más en la carta ciborum, o costumbre de refectorio se dice: ítem en la festa de Sent Ruff moltó et spatles. Así el rito de los quatro cantores como este extraordinario eran comunes a otras muchas fiestas de poca consideración para esta iglesia y estar en ella depositado. Advierto que esta carta ciborum se confirmó en el año 1350; y en la escritura que he visto original se dice que / (Página 126) estas costumbres eran antiquísimas en esta iglesia. De suerte que en los quatro primeros siglos de su restauración, no hay vestigio por donde se descubra que haya habido en ella tal tradición. Por si alguno deseare saber el origen de la fiesta de S. Rufo en esta iglesia, que al cabo era IIII cantorum, que es alguna distinción y, el nombre del santo se halla en las letanías y, es cierto que fue venerado aquí desde la restauración de la silla; diré mi parecer, que es conforme al de los individuos doctos de este cabildo. Éralo a fines del siglo XVI el canónigo D. Jayme Miró, que fue también tesorero de la iglesia y, vivió en ella muchos años y, (como dice en sus índices el canónigo Macip) compuso un libro de rúbricas, esto es, notales de todas las cosas de la iglesia desde el año 1326 hasta 1481, por donde se ve que era muy versado en la historia eclesiástica de Tortosa. Era además natural de esta ciudad, bautizado en ella a I de Mayo de 1532. Pues a este hombre docto y amante de las glorias de su patria pidió el célebre obispo de Segorbe D. Juan Bautista Pérez, siendo aún canónigo de Toledo, que le comunicase los documentos que hubiese aquí / (Página 127) sobre S. Rufo. Vi y copié en Segorve, entre los papeles de aquel prelado, la carta original del canónigo Miró (a), cuya lectura te hará ver que el origen de celebrar aquí fiesta a S. Rufo es el haber sido el primer obispo de Tortosa, después de su conquista, Gaufredo, abad del monasterio de S. Rufo en Aviñón. Verás también en la carta que este obispo se traxo de allá las actas de la vida de S. Rufo; y por consiguiente que pertenece a Aviñón lo que por el contexto de ellas se atribuye a Tortosa. A este modo es verosímil que traxese también otros 96


códices litúrgicos para el uso de esta catedral, escasa entonces de tales alhajas, entre las cuales mientras no se demuestre lo contrario, debemos contar aquel antiguo misal, que siendo de Aviñón, conserva la tradición que allá tenían y tienen de poseer reliquias de su primer obispo San Rufo (1). Conservado por Gaufredo afecto / (Página 128) a su profesión y al titular de su casa, es verosímil que así como introduxo aquí la vida reglar justa consuetudines ecclesiae S. Ruphi, introduxese también la devoción del ismo santo. Tanto más que ya entonces esto es, a mitad del siglo XII había en la provincia tarraconense muchas iglesias de canónigos reglares llamados de S. Rufo, porque la devoción de los príncipes las sujetaba y, aún hacía donación de ellas al monasterio de S. Rufo de Aviñón. Este es conocidamente el origen de esta fiesta en Tortosa; de lo qual ya no diré más. Allá van junto con la carta sobre dicha algunas de las notitas que puso el Señor Pérez a las actas de S. Rufo, las quales no he podido encontrar aquí a pesar de mi diligencia.A Dios. Tortosa &c. (…)”. Página 127. Cita (a). “(…) Va en seguida de esta (…)”. Página 127. Cita (1). “(…) Dionisio de Santa Marta (Gallia Christ. col. 795) comienza así el catálogo de los obispos de Aviñón: Sancti Ruphi primi Avenionensis episcopi, Ado Viennensis. Beda, Usuardus, Martyrologium Romanum die 12 Kovembris, Ferrarius et alii per multi auctores meminere. Celebratur festum ejus in hac urbe 14 / (Página 128) Kovembris, et in cathedral ecclesia summâ veneration coluntur ejus reliquiae. habet verò Valentiae monasterium nominis sui, et ordinis seu congragationis celeberrimae caput, cujus olim sedas erat extramuros Avenionenses, et adhuc suoerest (…)”. (48). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Ramón Berenguer I: Linajes hereditarios en la hueste de “El Vell”. Inclusión de la Iglesia de Menorca en el obispado de Barcelona. (1035-1076)”. ABACUS, Revista digital de la asociación BAUCÁN, filosofía de las armas templarias. Octubre 2013. Colección: La conquista templaria de las Baleares. Primera parte. Número 5. www.5-RamónBerenuerI.pdf www.baucan.org Páginas 3 y 4. “(…) 4 .2. La inclusión de la Iglesia de Menorca en la diócesis de Barcelona. El primer paso de la inclusión de la Iglesia de Menorca en la diócesis de Barcelona lo dio la condesa Ermengarda, al vender la titularidad del condado de Gerona a su nieto, Ramón Berenguer I.

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Antes del año 1045, el duque sarraceno Muiehid dejó ordenado en su testamento que las islas Baleares fuesen entregadas a la diócesis de Barcelona (17). Muiehid falleció en el año 1045 (18), y su testamento no se había hecho efectivo. Por lo que, tras la venta de los derechos sobre la diócesis de Gerona de Ermesenda, a su nieto Ramón Berenguer I, fue el obispo de Barcelona, Guislabert, quién se ocupó de dicha gestión con el duque sarraceno Aly ben Muiehid (19), entre el periodo comprendido entre junio de 1047 (20) y noviembre de 1058 (21). La gestión fue llevada a cabo antes de diciembre de 1058, hecho que consta en el documento notarial de consagración de la catedral de Barcelona, que fue emitido el 18 de noviembre del año 1058, y no como señaló Barceló y Camarís, el 25 de diciembre de 1058 (22). Tanto Riudavets y Tudury, como Martí Camps referenciaron correctamente que la isla de Menorca no tenía obispado propio en el momento de su inclusión en el obispado de Barcelona (23). En el documento del acta de dotación de la Iglesia de Barcelona, firmada el 18 de noviembre de 1058, estuvieron presentes los obispos: Guifred de Karbona; Rayemball, (Arelatensis); Guillem de Urgell; Guillem de Osona; Berenguer de Gerona; Arnaldo de Elna; Paterno de Tortosa; y Guilabert de Barcelona. Además del conde de Barcelona, Ramón Berenguer I, y su esposa, la condesa Almodís (24) (…)”. Página 42. “(…) (24). BAUCELLS, J. & FÀBREGA, A. & RIU, M. & HERKAKDO, J. & BATLLE, C. & FERKAKDEZ, J. & GUKKZBERG, J. & DESCARREGA, F. & URPÍ, R. & RESIKA, J. A. & RUBIO, D. & FELIU, E. “Diplomatari de l´Arxiu Capitular de la Catedral de Barcelona. Segle XI”. Volum I. Diplomataris 38. Barcelona. Fundació Koguera 2006. www.catedralII2006.pdf Página 1544 y 1545. Los hombres de Ramon Berenguer I, conde de Barcelona, casado con Almodis. Obispados de las islas Baleares y de Dénia. Documento 973. “(…) 1058, novembre, 18. Dotalia de l´Església de Barcelona. “(…) Ego Guifredus, archiepiscopus narbonensis, et ego Rayemballus, archiepiscopus arelatensis, et ego Guilelmus, episcopus urgellensis, et ego alius Guilelmus, episcopus ausonensis, et ego Berengarius, episcopus gerundensis, et ego Arnaldus, episcopus elnensis, et ego Paternus, episcopus civitatis tortonensis, et ego Guilabertus, episcopus barchinonensis, una cum consensu ac iussi dompni Raimundi, principis barchinonensis et comitis gerundensis et marchionis 98


ausonensis, et cum assensu sue coniugis, nomine Almodis, comitisse nobilis, (…)”. (49). LORENZO VILLANUEVA, Joaquín. “Viage literario a las iglesias de España. Le publica con algunas observaciones”. Tomo V. Madrid. Imprenta Real. 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 27. Carta XXXVI. Paternus, obispo de Tortosa. “(...) Ko era ya por entonces esta ciudad título de obispado, como lo había sido algun tiempo aún baxo la dominación de los moros. Así en la consagración de la catedral de Barcelona en el año 1068 se halló presente, y firmó la escritura que de ello se hizo un Paternus episcopus civitatis Tortusensis. Mas esto es regular que solo durase hasta los tiempos del papa Gelasio II, el qual instituyendo a S. Oldegario, arzobispo de Tarragona, dispone que / (Página 28) quando por la clemencia divina vuelva Tortosa a manos de los fieles, quede su iglesia en la diócesi de Tarragona como su parroquia suburbana, hasta que aquella metrópoli recobre enteramente su primer lustre; y entonces se de a Tortosa su propio pastor (a). A pesar de esta constitución dice el M. Risco (T. XXXII. de la Esp. Sagr. pág. 118) que el conde D. Ramón se dio tan buena maña en restaurar la silla de Tortosa, que no hubo tiempo para llamarse su iglesia parroquia de la de Tarragona. Creyéronlo así también otros escritores, porque no conocieron otro documento sobre dotación y disposición de la iglesia de Tortosa, anterior al de la consagración de su obispo Gaufredo en 1151. Y así no supieron que el conquistador hubiese resuelto poner en práctica el decreto del papa Gelasio; como por fortuna lo he averiguado yo, habiendo hallado en el archivo de esta santa / (Página 29) iglesia una escritura original desconocida de nuestros historiadores. En ella concede el conde a la iglesia de santa María de Tortosa y a D. Bernardo, arzobispo de Tortosa por concesión del romano pontífice (et tibi, Bernarde, Tarraconensis archiepiscope, ejusdemque civitatis Dertosae, concessione romani pontificis episcope, tuisque succesoribus episcopis in eadem civitate Dertosa substituendis), todos los diezmos y primicias de los cristianos que trabajaban en el territorio del obispado, y las posesiones correspondientes a la mezquita mayor, y además dos hornos en la misma ciudad, uno para la mensa canonical, y otro para la episcopal. Esta escritura está sin fecha de lugar, ni día del mes, y solo expresa el año de la Encarnación 1148 (a). Probablemente se hizo esta donación estando ya el conde sobre Tortosa, y poco antes de apoderarse de ella, que es quando dio también a la 99


república de Génova la isla situada delante de Tortosa; porque por el instrumento de esta última donación, que publicó Risco (T. 42. p. 248) consta que se hallaba presente el arzobispo / (Página 30) de Tarragona D. Bernardo; y así es verosímil que entonces le hiciese la donación de esta su iglesia parroquial, y también que tomase de ella posesión verificada la conquista (...)”. Página 28. Cita (a). “(...) Las palabras del papa son estas: Sane dertosam, si divina clementia populo christiano reddiderit, in suburbanam parochiam metrópoli Tarraconense concedimus, donec praestante Deo, Tarraconensis ecclesia robar status sui recipiat; mox Dertosa ipsa prorium pastorem obtineat (Epist. Gelasii II ad Oldegarium, ap. Flor. Hisp. Sac. t. XXV. p. 221) (...)”. Página 30. Cita (a). “(...) V. este documento al fin en el apéndice (...)”. (50). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (38). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Concilio en Jaca y quién asistió en él. Aclamación del concilio a Dios y al rey. Mas el rey don Ramiro -según parece por aquellas letras apostólicas- fue el primero de los reyes de España que mandó en su reino se admitiesen las reglas y constituciones canónicas porque en todo se tuviese principal respeto a conservar la autoridad de la sede apostólica. Y porque había en el estado eclesiástico y por descuido de los reyes pasados duraban grandes corruptelas contra lo establecido por los sagrados concilios generales que hubo en la primitiva Iglesia, procuró que se congregase en la ciudad de Jaca concilio provincial. Y concurrieron en él: el arzobispo de Aux que se llamaba Austindo y ocho obispos y los abades de los monesterios. Los perlados fueron éstos: Guillermo obispo de Urgel hijo de Wifredo conde de Cerdania que fue un muy notable perlado, Heraclio obispo de Bigorra, Esteban obispo de Oloron, Gómez obispo de Calahorra, Juan obispo de Leytora, Sancio obispo de Aragón, Paterno obispo de Zaragoza, Arnulpho obispo de Roda, Blasco abad del monesterio de sant Juan Baptista, Bonizo abad del

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monesterio de sant Andrés y Garuso abad Asaniense que es el monesterio de sant Vitorián. En la primera sesión del concilio estando el rey presente y el infante don Sancho y el conde Sancho sus hijos y los barones y caballeros del reino, en presencia de todo el pueblo en una voz dieron alabanzas a nuestro Señor rindiendo gracias al rey, llamándole benignísimo y serenísimo príncipe que había tenido tanto cuidado de la restauración de la Iglesia católica; y con grandes exclamaciones suplicaban a nuestro Señor le diese victoria de sus enemigos. Entonces se confirmaron y restauraron muchos estatutos concernientes al estado eclesiástico, reformando las cosas sagradas y espirituales en los abusos que duraban por las continuas guerras y por el comercio que tenían con los infieles, conforme a los estatutos de los sagrados cánones (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (39). Libro I. CAPÍTULO XVIII. Del Concilio que se celebró en la ciudad de Jaca para reformar los abusos del estado eclesiástico. y de la muerte del rey don Ramiro. “(...) Donación a la iglesia de Jaca. El Papa confirma el territorio del obispado de Jaca y le da la iglesia de las Masas de Zaragoza. Allende de la décima que se señaló a esta iglesia, anejó el rey la tercera parte de los tributos que recibía de los moros de Zaragoza y Tudela. Tan grande era el celo y devoción que los príncipes tenían al augmento del culto divino. Y de allí adelante los obispos tomaron el título de Jaca. Confirmóse esta limitación por el papa Gregorio VII, anejando a esta diócesi el monesterio de las santas Masas, que eran las reliquias de innumerables santos que padecieron martirio en Zaragoza; por cuya memoria fue esta ciudad muy venerada en los tiempos antiguos: la cual según Prudencio y sant Isidro escriben- floreció entre todas las otras por las sepulturas de los santos mártires. Estaba este monesterio en esta ciudad junto a las riberas del río Orba, que agora se dice la Güerba; y Paterno obispo de Zaragoza con permisión de su clero la anejó a la iglesia de Jaca. Y así es hoy aneja esta parrochia al obispado de Huesca (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas 101


López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (184). Paternó: obispo de Zaragoza, coetáneo del Papa Gregorio VII (1085). CAPÍTULO LXXIII. De los monasterios que se fundaron en esta ciudad [de Zaragoza] de las órdenes de Santo Domingo y San Francisco. “(...) El convento de santa Engracia era de monjes benitos y anejo al obispo de Huesca. Y este convento de monjas, que después llamaron menoretas, se fundó junto del monesterio de santa Engracia, que era de religiosos de la regla de sant Benito que residían en él desde el tiempo que la ciudad estaba debajo de la servidumbre de los moros. El cual -como dicho es- en tiempo de Paterno obispo de Zaragoza y del papa Gregorio séptimo se anexó a la iglesia de Jaca y Huesca con la parroquia de la iglesia de las santas Masas, que después los obispos de Huesca tuvieron hasta este tiempo por de su diócesi. Embajada del rey al papa para que lo reciba debajo de su protección. Y el papa lo hace y despacha a los legados que tiene en Francia. Duraba aún la guerra entre los señoríos del rey; y las tierras se ocuparon por autoridad de la sede apostólica en las provincias de Karbona y Aux desde la muerte del rey don Pedro. Y los que tenían cargo del gobierno del rey, muerta la reina, en nombre del rey su hijo enviaron a suplicar al papa que tuviese por bien de recibirle debajo de la protección y amparo de la sede apostólica. Y el papa, estando en Reate a 26 de julio del cuarto año de su pontificado, que fue año de nuestra redención de 1219, teniendo noticia de la devoción y pureza de fe que los reyes sus progenitores tuvieron cerca del aumento y exaltación de la sede apostólica romana y de nuestra santa fe católica, recibió debajo de la protección de sant Pedro y suya la persona del rey y el reino de Aragón y el principado de Cataluña con la villa y tierra de / (Página 185) Mompeller. Y mandó que se asentasen treguas entre los vasallos y tierras del rey y los lugares de aquellas regiones que se tenían por la sede apostólica, y envió sobre ello su rescripto apostólico a Bernaldo cardenal de sant Juan y sant Pablo legado apostólico en aquella guerra contra los herejes (...)”. (51). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”. www.santos5-6.pdf Página 252. Día 25 de mayo. San Gregorio VII. Papa (+ 1085). Hildebrando. Su educación monástica. Fue coetáneo del primer Paternó que llegó procedente de Cluny en las 102


mismas fechas. “(...) Hildebrando Aldobrandeschi, cuyo nombre significa «fuego de las batallas» y que sus enemigos interpretaban «fuego del infierno», el futuro Gregorio VII, nació en Italia entre los años 1013 y 1024. Su familia era de modesta condición y residía en un lugar de la diócesis de Saona, a pocas leguas de Siena. El padre, Bonizo, tenía un hermano, religioso benedictino, llamado Lorenzo, que por sus méritos había sido nombrado abad del monasterio de Santa María del Monte Aventino, en Roma. El joven Hildebrando, que demostraba rara inteligencia, fue enviado al lado de su tío; tuvo así la ventaja inapreciable, sobre todo en aquella época, de ser educado en un monasterio. En 1045 el papa Gregorio VI, que, no obstante lo irregular de su elección, hizo buen papel en aquella época de depravación, le nombró su / (Página 253) secretario y capellán. Hildebrando, entonces subdiácono, fue de este modo iniciado providencialmente en los negocios de la Iglesia romana, a la que más tarde debía gobernar con gran sabiduría y fortaleza. En el ejercicio de sus funciones, entró en relación con uno de los más eminentes personajes de aquellos tiempos: San Pedro Damián. Al año siguiente, Gregorio VI renunció a la dignidad pontificia para ir a terminar humildemente sus días en Alemania, a donde le había desterrado el emperador Enrique III; Hildebrando le siguió en el destierro. Después de la muerte de este Papa se dirigió a Francia, donde abrazó el estado monástico en la abadía benedictina de Cluny. En 1049, San Bruno, obispo de Toul, nombrado Papa por el emperador Enrique III de Alemania, se dirigía a Roma. San Hugo de Cluny, acompañado de Hildebrando, fue a Besanzón para saludarle. Pero Hildebrando tuvo el valor de reprochar sinceramente al Pontífice la ilegitimadad de su elección. Bruno, lejos de incomodarse, le dio a conocer la rectitud de sus intenciones; díjole que había sido nombrado a pesar suyo por el emperador, y que no aceptaría el Sumo Pontificado hasta ser elegido por el clero y el pueblo de Roma, según la costumbre y las reglas entonces en uso. Hildebrando cedió ante estas razones, y Bruno, admirado del valor y sabiduría de su contradictor, le llevó consigo a Roma (...)”. (52). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y 103


Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (105). Libro II. CAPÍTULO VIII. De la muerte del rey don Ramiro el Monje y que la ciudad de Tortosa fue ganada por el príncipe de Aragón con ayuda de la armada de los genoveses. “(...) Muerte del rey Ramiro. Este año de 1147 a diez y siete de agosto se nota en memorias antiguas de San Juan de la Peña que murió el rey don Ramiro, aunque en algunos anales parece que vivió hasta el año de 1154 (...)”. (53). VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo. “Viaje literario a las iglesias de España”. Tomo V. Madrid. En la Imprenta Real. Año de 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 26. Carta XXXVI. Estado de la iglesia de Tortosa después de su restauración: fue por algún tiempo parroquia suburbana de Tarragona: cartas inéditas del papa Adriano IV al conde Don Ramón Berenguer y, su contestación: número de los primeros canónigos de esta iglesia: origen de la desigualdad de sus rentas respecto de las dignidades: masa común y reunión de ambos cuerpos en un solo capítulo: secularización de esta iglesia: reliquias que han durado hasta nuestros días de la vida reglar antigua: fórmula de profesión: congregación de esta catedral: clase de conversos: memorias de lo que era. “(…) Con este objeto y deseo comenzaré a tratar de la santa iglesia de Tortosa; no de su estado primitivo, porque la larga dominación de los moros destruyó los documentos con que pudiera ilustrarse. Contentáreme con hablar de lo que he podido haber a las manos, aunque tal vez por conexión y enlace de las materias subiré a siglos más remotos (…)”. (54). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (130). Libro II. CAPÍTULO XXXI De la infeudación que el arzobispo de Tarragona concedió al príncipe Roberto de la ciudad de Tarragona, y de la muerte que sobre ello se siguió del arzobispo don Hugo de Cervellón; y de la población de Teruel. “(...) El conde don Ramón Berenguer dio la ciudad de Tarragona a la Iglesia y al arzobispo de ella. En la ciudad de Tarragona, muy vecina a otras montañas, tenía el señorío un barón muy principal llamado Roberto de Aguilón, que se intituló 104


príncipe de ella; y sucedió en él de esta manera: el conde don Ramón Berenguer abuelo del rey don Alonso, dio a la iglesia de Santa Tecla de Tarragona y a San Oldegario arzobispo de ella y a todos los arzobispos sus sucesores -estando en aquella dignidad debajo de la obediencia de la sede apostólica-, la ciudad de Tarragona, que mucho tiempo después de la entrada de los moros estuvo yerma; y diola con todos sus términos para que se restaurase y la poseyese el arzobispo y sus gobernadores libre y pacíficamente; y reservóse el conde de Barcelona el señorío y palacio, con que fuesen obligados los vecinos de aquella ciudad de guardar sus paces y treguas y servirle en la guerra (…)”. (55). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (130). Libro II. CAPÍTULO XXXI De la infeudación que el arzobispo de Tarragona concedió al príncipe Roberto de la ciudad de Tarragona, y de la muerte que sobre ello se siguió del arzobispo don Hugo de Cervellón; y de la población de Teruel. “(...) El arzobispo Oldegario hace príncipe de Tarragona a Roberto de Aguilón. Queriendo el arzobispo Oldegario dar orden en la restauración y población de aquella ciudad que tan insigne fue en los tiempos antiguos de quien toda la provincia citerior de España tomó el nombre, con consejo de los perlados sus sufragáneos y de los barones y caballeros de la tierra, a instancia del mismo conde de Barcelona constituyó por príncipe de Tarragona a este Roberto de Aguilón, que era caballero muy valeroso; y entrególe el señorío de ella con sus términos para él y sus sucesores, y dióle todos los derechos y rentas que pertenecen a príncipe así en la tierra como en la mar, y retuvo en su dominio las iglesias y la jurisdicción de las personas eclesiásticas y de sus familiares y de aquéllos que tuviesen bienes de la Iglesia y todas las décimas. Y con estas condiciones prestó homenaje de fidelidad al arzobispo Oldegario. El príncipe Roberto hace homenajes al arzobispo y a sus sucesores, y los pactos de él. Esta investidura se confirmó por el arzobispo don Bernaldo su sucesor: y concedió al príncipe Roberto y a sus herederos que tuviesen en la ciudad y en todos sus términos las cuatro partes de todas las rentas; y la quinta parte retuvo el arzobispo para sí y para los arzobispos que después de él fuesen, y para la iglesia de Santa Tecla, demás de lo que el arzobispo Oldegario retuvo. Y 105


fuéle asimismo prestado el juramento de fidelidad por el príncipe. El príncipe, con voluntad de su mujer e hijo, hace cesión del derecho que tenía, al arzobispo. Después, en el año de 1151, este príncipe de Tarragona, de voluntad de doña Inés su mujer y de consejo de sus amigos, hizo cesión del derecho que tenía en aquella ciudad al arzobispo don Bernaldo. El obispo, con voluntad del papa, hace donación con ciertas condiciones, al príncipe don Ramón. Y en el mismo año, por ser inquietado el clero y vecinos de Tarragona de muchas personas escandalosas que con poco respeto del arzobispo perturbaban la paz y sosiego de la ciudad, de consentimiento del papa Eugenio tercero y con consejo de sus sufragáneos y con voluntad de los canónigos y capítulo, hizo donación de ella al príncipe don Ramón, con todos sus términos, y del señorío sobre los caballeros y otras personas, para que fuese suya y de sus herederos y le sirviesen en la guerra como vasallos eran obligados a su señor; quedando a los arzobispos reservadas las rentas y derechos que tenía el arzobispo Oldegario cuando le fue concedida por el conde don Ramón, y la mitad de todo lo que en nombre del conde de Barcelona o de la iglesia se adquiriese por compra o cambio dentro de la ciudad y sus términos, y la otra mitad fuese del / (Página 131) conde; y que tuviese un baile o veguer que juzgase en presencia del arzobispo o de su baile; y los caballeros ciudadanos fuesen obligados de hacer homenaje de fidelidad al arzobispo y a sus sucesores que guardarían su persona y estado; y que en caso que el príncipe don Ramón o sus herederos muriesen sin dejar hijos legítimos tornase aquel señorío al arzobispo e iglesia con todo lo que se hubiese adquirido y mejorado; y que el hijo primogénito que tuviese de la reina y los otros sucesores legítimos jurasen al arzobispo e iglesia que serían fieles cerca de su vida y estado y conservarían la ciudad y sus términos. Este juramento hizo el príncipe; y la donación fue hecha estando aún el príncipe Roberto en la posesión de la ciudad y su tierra. El príncipe Roberto entrega las dos partes de la ciudad al príncipe don Ramón. Y después, año de 1157, con doña Inés su mujer hizo donación y entrega de las dos partes de Tarragona y su tierra al príncipe don Ramón en presencia del arzobispo don Bernaldo, reservándose la tercera parte que él había de tener en feudo por el príncipe. Grandes diferencias sobre estas donaciones. Y sobre ello hubo grandes diferencias y debates, sobre si se había de estar a la donación hecha por el príncipe Roberto al arzobispo don Bernardo no le entregando la tierra, o a la que hizo al conde 106


Barcelona dándole la posesión de las dos partes de ella. Pretendía el príncipe Roberto que la cesión que hizo fue fraudulentamente tratada y testificada; y sobre ella hubo gran contención y discordia entre él y el arzobispo don Bernaldo; y fuése más encendiendo después de la muerte del arzobispo, con don Hugo de Cervellón que sucedió en aquella iglesia. Guillén Aguilón y los suyos matan al arzobispo don Hugo de Cervellón. Este perlado, siendo persona muy generosa y principal, prosiguiendo el derecho que pretendía, fue muerto por Guillén de Aguilón, hijo del príncipe Roberto, ayudándole otros sus hermanos, este año de 1171, a 22 de abril. Legado del papa sobre este caso; y el castigo que hizo el rey. Por esta muerte se siguieron grandes alteraciones y escándalos en el principado de Cataluña; y envió el papa Alejandre tercero sus legados al rey de Aragón, mostrando grave dolor y sentimiento de este delito tan atroce y nefando cometido contra la persona del arzobispo, varón de grande dignidad y linaje, por defender la libertad e inmunidad eclesiástica. Y amonestóle que diese a la iglesia la mitad de las posesiones y heredamientos que los matadores tenían en Tarragona y su tierra, según el tenor de la convención hecha entre la iglesia y el príncipe don Ramón su padre. Procedióse rigurosamente como la calidad de un caso tan atroz y sacrílego lo requería, contra Guillén de Aguilón y sus hermanos y valedores; y tomó el rey a su mano todos sus bienes y heredamientos. Decreto del papa contra don Guillén y los suyos. Y el papa proveyó que ninguno del linaje de Guillén de Aguilón -que llamaban Guillén de Tarragona- fuese admitido a la posesión y sucesión de ellos. Pero quedó en su vida con la tercera parte de Valls y su tierra, y con los lugares de Picamoxon, Espinaversa y Pontegaudí. Y en ellos sucedió Guillén de Tarragona su hijo, y fuéronle confirmados después por el rey don Pedro, hijo del rey don Alonso, porque Guillén de Aguilón hizo transación del derecho que le competía en la ciudad y campo de Tarragona. Y por esta causa de quedar dividida la jurisdicción en lo temporal entre el rey y los arzobispos se siguieron grandes disensiones y diferencias por defender los prelados la inmunidad eclesiástica. Fue elegido en lugar del arzobispo don Hugo de Cervellón, don Guillén Tarroja obispo de Barcelona, hermano de don Pedro Tarroja obispo de Zaragoza (...)”. (56). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el 107


Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (106). Libro II. CAPÍTULO VIII. De la muerte del rey don Ramiro el Monje y que la ciudad de Tortosa fue ganada por el príncipe de Aragón con ayuda de la armada de los genoveses. “(...) Fúndase el obispado de Tortosa. Intitúlase marqués de Fayos. Y restauróse en aquella ciudad la sede episcopal como la hubo en la primitiva iglesia; porque el principal fundamento en que sustentaban aquellos príncipes sus conquistas era preferir siempre lo que tocaba al aumento del culto divino y la exaltación de la fe católica y de la santa madre Iglesia; en lo cual guardaron un mismo temor aquellos primeros reyes y condes que tomaron la primera conquista contra los moros y sus sucesores que los acabaron de sojuzgar, que fueron príncipes muy católicos. De allí adelante el príncipe se intituló marqués de Tortosa. Y aunque el rey don García de Kavarra no cesaba de hacerle guerra por sus fronteras, y le ganó la villa de Tauste y Los Fayos en el mismo tiempo que tenía cercada a Tortosa, con toda su pujanza se empleó en la guerra contra los moros (...)”. (57). VILLANUEVA, Joaquín Lorenzo. “Viaje literario a las iglesias de España”. Tomo V. Madrid. En la Imprenta Real. Año de 1806. www.Viage_literarioalasiglesiasdeEspañaTomoV.pdf Página 28. Carta XXXVI. Estado de la iglesia de Tortosa después de su restauración: fue por algún tiempo parroquia suburbana de Tarragona: cartas inéditas del papa Adriano IV al conde Don Ramón Berenguer y, su contestación: número de los primeros canónigos de esta iglesia: origen de la desigualdad de sus rentas respecto de las dignidades: masa común y reunión de ambos cuerpos en un solo capítulo: secularización de esta iglesia: reliquias que han durado hasta nuestros días de la vida reglar antigua: fórmula de profesión: congregación de esta catedral: clase de conversos: memorias de lo que era. “(…) Creyerónlo así también otros escritores, porque no conocieron otro documento sobre dotación y disposición de la iglesia de Tortosa, anterior al de la consagración de su obispo Gaufredo en 1151. Y así no supieron que el conquistador hubiese resuelto poner en práctica el decreto del papa Gelasio; como por fortuna lo he averiguado yo, habiendo hallado en el archivo de esta santa / (Página 29) iglesia una escritura original desconocida de nuestros historiadores. En ella concede el conde a la iglesia de Santa María de Tortosa y a D. Bernardo, arzobispo de Tarragona, a quién llama obispo de Tortosa por concesión del romano 108


pontífice (et tibi, Bernarde, tarraconensis archiepiscope, ejusdemque civitatis Dertosae, concessione romani pontificis episcope, tuisque succesoribus episcopis in eadem civitate Dertosâ substituendis), todos los diezmos y primicias de los cristianos que trabajaban en el territorio del obispado y, las posesiones correspondientes a la mezquita mayor y, además dos hornos en la misma ciudad, uno para la mensa canonical y, otro para la episcopal. Esta escritura está sin fecha de lugar, ni día del mes y, sólo expresa el año de la Encarnación 1148 (a). Probablemente se hizo esta donación estando ya el conde sobre Tortosa, poco antes de apoderarse de ella, que es quando dio también a la República de Génova la isla situada delante de Tortosa; porque el instrumento de esta última donación, que publicó Risco (T. 42. p. 248) consta que se hallaba presente el arzobispo / (Página 30) de Tarragona D. Bernardo; así y es verosímil que entonces le hiciese donación de esta su iglesia parroquial y, también que tomase de ella posesión verificada la conquista. Por otra parte es de considerar que en este documento el conde [Ramón Berenguer IV] se intitula expresamente Marqués de Tortosa; cosa que a mí parecer no hizo antes de apoderarse de esta ciudad. Y aún así no hay inconveniente en que esta escritura se hiciese en los meses de Enero, febrero, o Marzo del año siguiente, los quales todavía pertenecían al año 1148 de la Encarnación: cuenta que observaron con rigor en otros documentos que he visto de la mitad de aquel siglo. Como quiera, aunque esta escritura está concebida casi en los mismos términos que la del 1151, varía en el sujeto a quién se hace la donación, en la fecha, en el escribano yen los testigos, los quales en la de 1151 son veinte y ocho y, aquí solos nueve, es a saber: Sig+num Guillelmi, Raymundi Dapiferi, Geraldi de Rupiano, Otonis, Raymundi de Podio alto, Bertrandi de Merola, Guillelmi de castro vetulo, Arberti fratris ejus, Bernardi de Castelleto, Bernardus Vicia qui hoc rogatus scripsit. En resolución este documento es una prueba indubitable de / (Página 31) que antes que el conde D. Ramón restituyese la silla episcopal a esta ciudad y, mientras disponía lo necesario para ello y, llamaba a Gaufredo, abad de S. Rufo en la Provenza y, se trataba de su consagración, se verificó en la iglesia de Tortosa la constitución de Gelasio II, que la declaró parroquia de la diócesi de Tarragona. Llegado el año 1151 y, consagrado en Tarragona el obispo Gaufredo, recobró esta ciudad su esplendor antiguo y, con las donaciones del piadoso conde se comenzó a entablar en ella el culto y quanto a su 109


dignidad correspondía. De la largueza de este príncipe quedan aquí muestras sinnúmero, de que acaso más adelante haré mérito. Sin embargo por las continuas guerras y empresas contra los sarracenos, no pudo por algún tiempo verificar sus deseos tan de lleno ni tan pronto como quisiera a favor de esta iglesia, a la qual miraba: sicut triunphalem plantationem, et memoriale suum, como se explicaba su hijo el rey D. Alfonso en el año 1164, confirmando el privilegio que le había concedido su padre de construir ciertos molinos. A pesar de estas circunstancias en que se hallaba el conde, le escribió el papa / (Página 32) Adriano IV una carta, que si bien era muy honrosa para esta iglesia, no dexaría de afligir el ánimo de aquel soberano. En ella le mandaba que dotase suficientemente al nuevo obispo y a sus XX canónigos, dándoles terrenos para edificar iglesia y las demás oficinas necesarias; amenazándole que de lo contrario daría permiso al obispo para volverse a su claustro, esto es, al monasterio de S. Rufo de la Provenza de donde había venido. Hacíale también saber cómo había concedido a esta iglesia los diezmos de cierta isla del Ebro, que el conde había dado ala de S. Lorenzo de Génova, en agradecimiento a los favores que de aquella República había recibido. Por último le encarga que esté al juicio arbitral del arzobispo de Tarragona sobre los derechos pertenecientes a la iglesia de Tortosa en S. Juan del Campo, Cementerio &c., y que haga lo mismo Guillermo Ramón Dapifer. Concuerda todo esto con lo que el mismo papa escribió al obispo Gaufredo, aprobando y tomando baxo su protección la iglesia, sus constituciones y derechos. Y como esta tiene la / (Página 33) fecha de Benevento a 20 de Marzo de 1155, no hay inconveniente en reducir al mismo tiempo estotra carta de que hablo, que aunque carece de año, tiene la misma fecha de lugar y día (a). El conde por su parte, guardando la atención que debía al pare común, le escribió una carta, de que he hallado una copia sin fecha en este archivo; por lo qual, y por algunas expresiones de ella, no me atrevo a decir que sea contestación ala del papa. En ella dice que tenía vistos S. S., con sus propios ojos parte de los trabajos y sudores con que había conquistado a Tortosa y Lérida; y que los que no había visto sabía por relación de otros. Más que todo lo daba por bien empleado por la gloria que de ello resultaba a Dios y, el aumento de la Iglesia Romana. Y aunque por lo mucho a que debía atender no bastaban sus fuerzas para la edificación de las iglesias, todavía ponía en manos de S. S. la formación y 110


establecimiento de la de Tortosa, para que hiciese en ella quanto bien visto le fuese y, le pidiese su obispo Gaufredo. Sigue dándole cuenta de la composición entre el / (Página 34) obispo y los frayles hospitalarios de Jerusalén sobre el campo de S.Juan, cuya mitad quedaba para socorro de los pobres y, la otra para cementerio de la iglesia. Hoc idem (dice), si vos jusseritis, juramento probare parati; et nos ita concedimus. Dícele luego que podía informarse del obispo Gaufredo sobre los puntos siguientes: de revelatione beati Ollegarii olim patris vestri; de episcopis ecclesiarum vestrarum, quae sunt in partibus nostris, per vos ad religioneminformandis, de querimonia quam habemus adversus episcopum Pampilonensem; de precibus quas per archip. Ebre dunensem, per episcopum Forojuliensem, per nuntium nostrum magistrum Seguinum, et per litteras nostras paternitatis vestrae sublimitati destinavimus &c. Lo de la revelación de S. Olegario aludiría aalgún reciente milagro del santo arzobispo; pero la expresión olim patris vestri solo podía verificarse escribiendo al papa Adriano IV, que había sido monje del monasterio de S. Rufo, donde también fue abad S. Olegario (…)”. Página 28. Cita (a). “(…) Las palabras del papa son estas: Sanè Dertosam, si divina clementia populo christiano reddiderit, in suburbanam parochiam metropoli Tarraconensi concedimus, donec praestante Deo, Tarraconensis ecclesia robur status sui recipiat; mox Dertosa ipsa proprium pastorem obtineat (Epist. Gelasii II ad Oldegarium, ap. Flor. Hisp. Sac. t. XXV. p. 221) (…)”. (58). BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su cronista”. Tomo IV. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon4.pdf Página 193. LXX. Dotalía de la Santa Iglesia de Tortosa. Pergamino nº 241. 5 agosto, 1151. “(...) Quoniam ad celsitudinem principum specialiter spectare videtur de temporalibus bonis que divina clemencia temporaliter illi habenda concesserit ecclesiam Dei dotare atque honorifico ditare. Idcirco ego Raimundus comes barchinonensis princeps aragonensis Tortose Ilerdeque marchio quem divina bonitas exaltare dignata est. Concedo 111


Domino Deo et ecclesie Sancte Dei genitricis Marie que condam apud Dertosam celebris sedes pontificalis fuit et erit deinceps divina prestante clementia et tibi venerabilis Gaufredo dertusensis ecclesie per Dei dispositionem episcopo et successoribus tuis omnibus in perpetuum omnes decimas et omnes primitias omnium fructuum et animalium quos recipiunt vel recepturi sunt Christiani in perpetuum tam de laborationibus suis quam de redditibus universis quos de laborationibus sarracenorum habituri sunt. Preterea concedo et dono ecclesie dertosense jamdicte et tibi Gaufredo tuisque successoribus omnia alodia et omnes majoris Mezquite quecumque habet aut olim habuit in tempore Sarracenorum extra prephatam civitatem. Kicbilominus etiam dono atque concedo tibi Gaufredo et successoribus tuis et prephate ecclesie omnes Mezquitas tam edificatas quam desertas quas modo sarraceni non tenent et deinceps dimissuri sunt cum omnibus alodiis et possessionibus earum / (Pรกgina 194) que sunt extra civitatem et duos furnos in civitate unum ad mensam episcopi et alium ad mensam canonicorum. Preterea dono et concedo prephate ecclesie episcopali et tibi Gaufredo tuisque successoribus in perpetuum omnes decimas omnium mearum redituura Tortose que modo habeo vel in posterum habiturus sum, Ego et omnes mei successores videlicet de leudis usaticis portaticis mensuraticis ribaticis molendinis furnis balneis piscibus salinis et de lignis sive fustibus et de omnibus quintis meis que ad me pertinent vel pertmebunt de cavalcatis nec non et de universis redditibus meis que modo vel in posterum exeunt vel exitura sunt mihi et successoribus meis apud Tortosam tam de aqua quam de terra sicut melius dici vel intelligi potest exceptis justitiis et placitis omnibus et etiam questiis in judeis et sarracenis que mihi et posteritati mee integre retineo atque reservo. Dono insuper C morabatinos annuatim de paria sarracenorum quamdiu ego et successores mei illam habuerimus ad indumenta canonicorum prefate sedis Tortose. Ecclesiis vero que sunt vel erunt extra civitatem in universo episcopatu Tortose dono et concedo omnes decimas omnium fructuum et animantium que christiani habebunt ex propriis laborationibus suis vel ex redditibus laborationum sarracenorum ita videlicet quod sedis episcopalis habeat quartam partem predictarum decimarum et ecclesie que erunt extra civitatem habeant tres partes decimarum et primitiarum ad earundem servicium necnon et habeant alodia et possessiones que erunt extra castella et villas omnium mezquitarum quas modo sarraceni non tenent vel in posterum sunt dimissuri. Constituo etiam ad honorem Dei et Sancte Marie 112


ut episcopalis sedes Tortose / (Página 195) habeat et quiete possideat omnes terminos sui episcopatus sicut melius unquam aliquis rex tempore sarracenorum regnum Tortose possedit vel possidere debuit. Et omnes ecclesias et capellas que in episcopatu tortosensi sunt vel erunt necnon et omnes decimas et primitias sicut superius determinatum est. Et cimiteria et oblaliones et defunctiones et omnia quecumque ad jura episcopatus Tortose pertinent vel pertinere debent et omnia illa que ex liberalitate mea in presenciarum concessi et donavi vel in posterum Deo propitio daturus sum. Hec omnia supradicta dono et confirmo episcopali sedi Tortose et tibi venerande Gaufrede per Dei gratiam ejusdem sedis episcopo tuisque successoribus ut amodo et in eternum ad honorem Dei et salutem anime mee bec omnia integre babeatis et quiete possideatis. Actum est boc apud Tarrachonam nonas augusti anuo Dominico incarnationis MCLI. die scilicet qua consecratus est primus episcopus Gaufredus episcopus abbas Sancti Rufi III anno post liberationem Tortose a sarracenis. —Signum Raimundi comes. Signum Bernardi Terrachone archiepiscopi ac sancte romanne ecclesie legati qui hanc donationem confirmo. Signum Guillermi Barchinone episcopi. Berengarius gerundensis ecclesie episcopus subscribo. Petrus Dei gratia ausonensis episcopi. Signum Arnallus Helene episcopus. Signum Guillermi Berengarii. Signum Guillelmi Garidel. Signum Lombardi. Signum Geralli de Salvaniaco. Signum Maurini. Signum Ollerii. Signum Guilaberti. Signum Alexandri. Signum Guillelmi Pecuz. Signum Guillelmi de Castro vetulo. Sig^num Raimundi de Podioalto. Signum Bernardi de Bello-loco. Signum Geraldi de Jorba. Signum / (Página 196) Guillelmi de Gervera. Signum Devete Drimontis. Sigfnum Guillelmi Raimundi Dapiferi. Signum Petri Sanctiminati. Signum Otonis. Signum Guillelmi de Copons. Signum Alegret. Signum Druet. Signum Arnaldi A Dei. Signum Bardine. Signum Poncii Scribe qui hoc scripsit jussione prefati comitis Barchinone Aragone principis Tortose Ilerdeque marchionis die et auno (juo supra (...)”. (59). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Ramón Berenguer III: Origen del culto a santa Ágata en Menorca. Linajes históricos en la hueste del conde de Barcelona “El Grande” (1097-1131)”. ABACUS, Revista digital de la asociación BAUCÁN, filosofía de las armas templarias. Octubre 2013. Colección La conquista templaria de las Baleares. Primer parte, Número 7. www.7-RamónBerenguerIII.pdf www.baucan.org Página 5. “(…) 3.8. La campaña contra las Baleares: 1128. El conde de Barcelona, Ramón 113


Berenguer III no estuvo dispuesto a perder las Baleares. De modo que realizó una serie de convenios de navegación entre los años 1117 y 1127, con las autoridades de Génova, en las que fueron especificadas las condiciones de navegación entre Kiza y el cabo de Tortosa (37). E igualmente pactó en 1128 con Roger II, príncipe y duque de Pulla, y conde de Sicilia y Calabria, quién colaboró con Ramón Berenguer III, aportando 50 galeras para la campaña por tierra y mar de Hispania (38). A cambio, Roger II, obtendría la mitad de todas las conquistas (39). La campaña conjunta fue iniciada el 1 de julio de 1128. En la campaña de 1128, participó un ascendiente de la casa Paternò, oriundo de Catania (Sicilia). El príncipe Ignacio II Paternò Castello de Biscari, -que vivió en el siglo XVIII-, y que en dicha época, se trasladó a Menorca, para conocer dónde había vivído su antepasado (40). Roberto Paternò perteneció a la “Orden del Collar”, una sociedad defensora de la cristiandad, contra los sarracenos (41). Paternó I vivió en la “isla de Santa Agatha”, según una referencia encontrada en Huesca. Cuando Ignacio II Paternó viajó hasta Menorca en el siglo XVIII, encontró en un monasterio franciscano, -cercano a Fornells-, un antiguo manuscrito en el cual se decía que el primer gran inquisidor de la “Orden del Collar” fue un caballero de Gotador, de quién descendía la familia “Guttadauro” de los príncipes de Enmanuel (42). Roberto Paternó I partió del puerto de Trapani embarcado en una galera con dirección al reino de Arlés para luchar con los normandos (43). Fue soldado de la hueste de los hermanos normandos Roberto Guiscardo y del conde Roger (44). Por otro lado, Roberto Guiscardo fue abuelo materno del conde de Barcelona Ramón Berenguer III, “El Grande” (45). Por lo tanto, Roberto Paternó vivió durante los reinados de Ramón Berenguer III y Ramón Brenguer IV (46). Su linaje se perpetuó en Hispania hasta 1297 (47). Roberto Paternó I llegó a las Baleares en la campaña del año 1128, con el ejército cruzado (48) (…)”. “(37). BAIGES, I. & FELIU, G. & SALRACH, J. M. & BEKITO, P. & COKDE, R. & FARÍAS, V. & GALCERÁK, P. & POKS, M. & SADURKÍ, K. & TORRA, A. “Els pergamins de l´Arxiu Comtal de Barcelona, de Ramon Berenguer II a 114


Ramon Berenguer IV”. Diplomataris, 50. Volum III. Barcelona. Fundació Koguera. Barcelona 2010. www.50PERGAMIKSARXIUCOMTALIIIreduitnetmdapsw.pdf Página 1605 y 1606. Los hombres de Ramon Berenguer III: Contrato de navegación entre Ramon Berenguer III y las autoridades genovesas. Documento 600. “(…) [1117-1127]. Convinença. Lanfranco, advocat del poble de Gènova, promet a Ramon Berenguer III i Dolça, comtes de Barcelona, que els genovesos pagaran les lleudes i els usatges acostumats en els territoris dels comtes i que si van cap a Hispana faran port a Barcelona per pagar aquests usatges. Concorden pau perpètua entre Gènova i els dominis dels comtes i els homes dels comtes en els territoris de Gènova. Com a persona de la convinença es prometen mútuament que l´infractor pagarà cent mil sous melgoresos. (…) Hec est corcondacionis scriptura que facta est inter Raimundum, Barchinonensem comitem, et uxorem eius Dulciam comitissam / (Página 1006) et Lanfranchum, Ianuensem advocatum, et socios eius de discordia et querimoniis quas predictus comes et comitissa super Ianuensi populo faciebat.pacti sunt namque inter se quod amicabiliter semper Ianuensis populus persolvat Barchinonensi comiti ipsas leudas et usaticos omnes, quas velquos moraliter dare consueverant civitatis Barchonine comitibus, id est, de illis navibus que in Ianua fuerint honerate, X uncias auri; de ceteris vero navitbus, sicut mos urbis Barchinone existit. (…) Si vero, quod absit, Ianuensis populorum comunitas de predictis omnibus totum vel partem infregerit et infra dies centum amonitis subscriptis fideiiussoribus recte non emendaverint, quinquaginta milia solidorum denariorum Melgurensium monete sumanpredictis comiti et comitisse persolvant, quos Illefonsus, comes Tolosanus, et Homines Sancti Egidii sub vere fidei pollitacione firmant; similiter Eimericus Garbonensis cum hominibus Montispessulani alios L milia persolvant. Si vero, quod absit, predictus comes et comitissa de predictis omnibus totum vel partem infregerint, C milia solidorum denariorum Melgurensium monete sumam Ianuensi populo persolvant, quos per Guillelmum Porcelet et Raimundum sacristam et Guillelmum et Raimundum Gaucefredi de Massilia, et Foro Iuliensem et Antipolitanum episcopos et homines de Ariis et Raimundum et fratres eius et Fulconem de Grassa et Guillelmum fratrem eius firmant; hac condicione servato ut infra C dies quo predicti fideiiussores fuerint amoniti universa malefacta recte restituantur, et ut omnes naves Ianuensium 115


populorum in Ispaniam intrare volencium veniant in civitatem Barchinone et ibi supradictos usaticos reddant et leudas sine utriusque partis engan (…)”. BAIGES, I. & FELIU, G. & SALRACH, J. M. & BEKITO, P. & COKDE, R. & FARÍAS, V. & GALCERÁK, P. & POKS, M. & SADURKÍ, K. & TORRA, A. “Els pergamins de l´Arxiu Comtal de Barcelona, de Ramon Berenguer II a Ramon Berenguer IV”. Diplomataris, 50. Volum III. Barcelona. Fundació Koguera. Barcelona 2010. www.50PERGAMIKSARXIUCOMTALIIIreduitnetmdapsw.pdf Página 1003. Contrato de navegación entre Ramon Berenguer III y las autoridades genovesas. Documento 598. “(…) 1127, novembre, 28. Pacte. Ramon Berenguer III, comte de Barcelona, i les autoritats del comú de Gènova pacten les condicions en què podran navegar, entre Kiça i el cap de Tortosa, les naus d´aquella ciutat que vagin cap a Hispània. Si aquestes naus transporten mercaders o mercaderies alienes, tindran un tractament fiscal específic entre Kiça i el capde Salou. (…) Universitati hominum significare curamos qualiter fuit mota discordia inter Raimundum, Barchinonensem comitem et Bisullunensem ac Provincie ducem et marchionem, et populum Ianuensem de negociacione naviuum contra volumtatem iamdicti comitis Yspaniam euncium. (…) presenti edicto ad determinaciones diffinicionis veniunt, presente venerabili archiepiscopo Ollegario Terrachonensi, et Ianuensi marchione. Et hoc postulacione Ianuensis populi legatos suos mitentis iamdicto comiti, scilicet Chafarum, consulem Ianuensem, et Andallum Crispini. Concordia siquidem facta talis est inter eos: Convenit namque Sigifredus, Ianuensis episcopus, et consules ac populos predicto comiti et uxori sue Dulcie comitisse ac filio eorum Raimundo quod de unaquaque navi Ispaniam eunte donent illis aut hominibus Barchinone per eos censum scilicet X mohabatinos in Barchinona velin Sancto Felice de Gixals, de illis videlicet navibus que ceperint terram a Gicia usque caput Tortuose, et sint secure in potestate comitis. Que vero tenuerint profunda pelagi si non dederint X mohabatinos in constituis locis non sint in hac securitate. Et si naves ianuensium negociatores extraneos aut pecuniam alienam portaverint in Yapaniam a Kicia usque Salod, donent censum hominibus Barchinone, sicut homines Montis Pessulani per consuetudinem iamdicti comitis donant. Et quod dubium inde fuerit, duo homines de navi sacramento / (Página 1004) demostrent. Et iamdictus comes et uxor eius et filii eorum faciunt sevuros ianuenses personas, pecuniam, naves et iam 116


fractas et non fractas, ubique in eorum potestate cum consuetudine debita et in maritimis eorum et locis omnibus securas faciunt. Et Sigifredus, Ianuensis episcopus, et consules ac populas Ianuensis faciunt securum comitem et comitissam et filios eorum et eorum homines, personas, pecuniam, naves fractas et non fractas, ubique in eorum potencia et maritimis ac locis omnibus eorum cum consuetudine debita (…)”.BAIGES, I. & FELIU, G. & SALRACH, J. M. & BEKITO, P. & COKDE, R. & FARÍAS, V. & GALCERÁK, P. & POKS, M. & SADURKÍ, K. & TORRA, A. “Els pergamins de l´Arxiu Comtal de Barcelona, de Ramon Berenguer II a Ramon Berenguer IV”. Diplomataris, 48. Volum I. Barcelona. Fundació Koguera. Barcelona 2010. www.48PERGAMIKSARXIUCOMTALireduitnetmda.pdf Página 97. Compromiso de Génova en la conquista de Tortosa y Mallorca. “(…) Altres documents il.lustren aspectos notables de la política exterior dels comtes de Barcelona, com els acords a què Ramon Berenguer III i la ciutat de Gènova van arribar sobre trànsit de naus i pagament d´impostos després d´haver superat algunes disputes (598,600,606); el tractat d´aliança contra els musulmans d´Hispània signat el 1128 entre Roger II, príncep i duc de Pulla i comte de Sicília i Calàbria, i Ramon Berenguer III (608, 609); el pacte de matrimoni de Berenguera, filla de Ramon Berenguer III, amb Alfons VII de Castella (611); els tractats d´aliança i repartiment de Kavarra entre Alfons VII i Ramon Berenguer IV (764, 1029); el comprimís de Gènova d´ajudar Ramon Berenguer IV en les campanyes que preparava contra Tortosa i Mallorca (854, 855); una carta de Pisa per allunyar el comte de Barcelona i príncep d´Aragó de l´aliança amb Gènova (856); el pacte d´ alianza entre Ramon Berenguer IV i Garcia VI de Kavarra (884), que desfeia / (Página 98) un acord anterior entre el comte-príncep i Alfons VII; el pacte d´ajuda mútua subscrit per Ramon Berenguer IV i Ferran II de Lleó (1050); una carta del jutge d´Arborea informant al comte de Barcelona de les gestions que ha fet a Pisa per convèncer els pisans d´ajudar-lo en la campanya que prepara contra Mallorca (1098), etc (…)”. (38). BAIGES, I. & FELIU, G. & SALRACH, J. M. & BEKITO, P. & COKDE, R. & FARÍAS, V. & GALCERÁK, P. & POKS, M. & SADURKÍ, K. & TORRA, A. “Els pergamins de l´Arxiu Comtal de Barcelona, de Ramon Berenguer II a Ramon Berenguer IV”. Diplomataris, 50. Volum III. Barcelona. Fundació Koguera. Barcelona 2010. 117


www.50PERGAMIKSARXIUCOMTALIIIreduitnetmdapsw.pdf Página 1019. Los hombres de Ramon Berenguer III: Linaje de Roger II, príncipe y duque de Pulla, conde de Sicilia y Calabria. Preparación de la campaña de las Baleares. Documento 608. “(…) 1128, febrer, 15. Palerm. Pacte. Roger II, príncep i duc de Pulla i comte de Sicília i de Calàbria, promet col.laborar amb cinquanta galeres en la campanya d´Hispània que prepara Ramon Berenguer III, comte de Barcelona, per al proper estiu. (...) Ego Rogerius, Dei gratia princeps et dux Apulie, Sicilie et Calabrie comes, concedo tibi domino Raimundo, eadem gratia comiti Barchinonensi, per honestissimos legatos tuos, videlicet Petrus archidiaconus et Raimundus, venientes ad nos Panormus gratia requirendi auxilium et consilium propter guerras et multiplices incursus sarracenorum in partibus Hispanie, hanc subscriptam pactionem. Concedo tibi per securitatem baronum maorum, videlicet / (Página 1020) Roberti de Terona et Roberti de Miliaco, quia si in presentia legatorum meorum, videlicet Guilelmi de Pincinniaco et Sansonis de Surda Valle, ad presentiam tuam profiscentium, iuraveris infra octo dies eorum adventus ad te cartulas presentes mearum pactionum legatis tuis vellegato pro hoc negotio ad me venturis vel venturo, iurabo quia in futura estate septime indictionis, in kalenbdas iulii ven ante, galeas quinquaginta in servicium Dei et auxilium exercitus ad exercitum in Hispaniam excepta occasione que propter hoc non sit reperta mittam (...)”. (39). BAIGES, I. & FELIU, G. & SALRACH, J. M. & BEKITO, P. & COKDE, R. & FARÍAS, V. & GALCERÁK, P. & POKS, M. & SADURKÍ, K. & TORRA, A. “Els pergamins de l´Arxiu Comtal de Barcelona, de Ramon Berenguer II a Ramon Berenguer IV”. Diplomataris, 50. Volum III. Barcelona. Fundació Koguera. Barcelona 2010. www.50PERGAMIKSARXIUCOMTALIIIreduitnetmdapsw.pdf Página 1020. Los hombres de Ramon Berenguer III: Linaje de Roger II, príncipe y duque de Pulla y conde de Sicília y Calabria. Preparativos para la campaña de Baleares. Documento 609. “(…) 1128, febrer, 15. Palerm. Pacte. Ramon Berenguer III, comte de Barcelona, promet a Roger II, príncep i duc de Pulla i comte de Sicilia i de Calàbria, que l´1 de juliol, o abans, anirà amb el seu ajut en campanya a Hispana i li garanteix la meitat de totes les conquestes. (…) Ego Raimundus, Dei gratia Barchinonensis comes, iuro et asecuro tibi domino Rogelio, eadem gratia duci, quod ibo in kalendas iulii, septima indicatione, velante, cum exercitu 118


meo in Hispania in servicium Dei et auxilium tuum; et adiuvabo homines tuos terra et / (Página 1021) mari per fidem; et in auxilio tuo et hominim tuorum permanebo quamdiu classis tua que historia dicitur terra et mari Hispanie fuerit. Et galeis tuis et aliis navibus tuis et hominibus istorie tue et rebus eorum secura receptacula in mari et in terra in civitatibus, castellis et villas dabo ad posse meum et liberam victualium et stipendiorum emptionem; et asecuro tibi de universa adquisitione nostra tempore exercitus tui terra et mari in partibus Hispanie, scilicet civitatum, castellorum, castrorum, burgorum, casalium, villarum omnium denique terrarum, hominium, auri, argenti et rerum omnium, tam mobilium quam et stabilium,integram medietatem habendam tibi et hominibus tuis súper hanc causam tua iussione ordinatis (…)”. (40). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar. Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Francesco Paternò relata – en octubre de 1849-, como un antepasado suyo, el Príncipe Don Ignacio II Paternò Castello de Biscari, que vivió en el siglo XVIII, fue quién encontró un antiguo manuscrito, que pudo transcribir muy lentamente, e indagó sobre los orígenes de la familia en Menorca. (41). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar. Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 1. “(...) But this fact is of no importance when one considers that the material in question was in the form of rough notes which would have been worked on subsequently and thus there were evident shortcomings in the literary style. The important thing is that our Great Man reveals a new brilliant light which comes more and more to adorn the virtues of Gens nostra; it comes to give us the certainty that when we were forced to leave our beautiful Sicily because of the / (Página 2) exceptionally violent uprisings caused by the Gorman -Swedish takeover and by the imperial persecution against which the Heavenly admonishment hurled itself. Koli offendere Patriam Agathae, quia ultrix iniuriam est (Do not harm the land of Saint Agatha, for this would be the utmost offence) and, exiled in Aragon as guests of our Royal blood relations, we were invested with the Sovereignty of Majorca and Minorca, quickened by the sacred fire of the same Christian faith which had already given us victory in Sicily against the Saracens, we instituted the ORDER OF THE COLLAR to form an elect body of 119


Knights to defend our States against the incursions of the Moors and in order that in nearby Iberia they could fight for the extirpation of the Mohammedan heresy (...)”. (42). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar. Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 2. La referencia se hallaba en el monasterio franciscano de Fornells de Menorca. “(…) Returning to recount what I was so fortunate to discover in that manuscript, I cannot refrain from stating that this Prince, receiving information from the same place as our greatest glories in a Franciscan monastery near Fornells in Minorca, discovered from an ancient parchment that one of the first Great Inquisitors of the ORDER OF THE COLLAR was a Chevalier de Gotador, from whom descend the Guttadauro Family of the Princes of Emmanuel, the heiress of whom D. Eleonora has been for a decade the wife of my much beloved brother D. Giovanni. What curious twists of fate! Kow, the ORDER OF THE COLLAR, undoubted Patrimony of our House, cannot in any circumstances be considered as descended from any particular lines of the Paternò family (...)”. (43). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar. Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 4. Ignacio Paternò relata como sus antepasados partieron del puerto de Trapani embarcados en varias galeras con dirección al reino de Arlés, para luchar contra los Gormandos. “(…)Travelling with the mighty is the greatest luxury in this world, I found myself on this occasion mounted on a wonderful horse and surrounded by a dense crowd of footmen and other servants bearing abundant food and refreshments, so that I almost wished that I could forget how unimportant I was. Mounted on horseback, apart from the Prince who travelled in a litter, we departed from Catania on the road towards Misterbianco and Paterno, for the ancestral castle of Aragon… / (Página 4) (…) The vicissitudes which brought mourning and slaughter - writes Ignatius- in the ancient Kingdom of Arles, where flourished the stock of the Paternoys, Sovereigns Lords of Embrun, a junior branch of the Royal House of Barcelona and Provence descendants of Charlemagne, culminated in the loss of their Dominions as a result of the intervention of Conrad III, King of the Romans, induced the Chief of those our brave 120


ancestors to dare to take up arms and thus he accompanied his relative the Gorman seeking glory in the south of Italy, slave at that time to the Saracen. The important battles of Sicily brought to spread the fame of the courage of the indomitable Count Robert Paternoy d'Embrun and when Catania was under siege he ordered the construction on the conquered Batarnu that Castle for this purpose with the effect that he gave his name to that entire tract of country (...)”. (44). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar.Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 4. Robertus Paternò fue soldado del rey, tal como aparece reflejado en un cuadro ubicado en el palacio propiedad de Francesco Paternò, fechado en el siglo XVI. “(…) In my Palace, writes further Ignatius of Biscari, there is a sixteenth century picture which depicts him with the inscription "Ex eccelso Gormannorum sanguinis Embrunique dominantium Rubertus Paterno' miles originem traxit, vere e natura militiae indictus suorum gloriosa gesta et in pace, et in bello non disinit, sentimenta consilia, et andamenta valde accepta fuerunt a belligeris haeroibus Roberto Guiscardo, et Rogerio Comite fratribus; quapropter dictus de Paterno' non solum sub eorum vexillis tantum ductor exercitus proclamatus fuit, sed commensalis, consiliarus, et consanguineus eorum distincto honore reputatus, non sine munerum largitione nonnullorum pheudorum, terrarumque cum vassallis, sicut et documentis ad posteritatem apparet. Et ut tanti viri mei consanguinei memoria in oblivione non remuneret; ego Alphonsus Paterno' de mandato Caroli V Caesar is Imperatoris Maximi domini mei semper Augustissimi ex alia tabula e vetustate in parte consumpta super hanc tabulam translatari, et pictari feci a Polidoro an. Dni 1535" ("Robert Paternò, Soldier, derives his ancestry from the Most Excellent blood of the Kormans and of the Lords of Embrun. Indeed he is unsurpassed as to his glorious acts, whether in the filed of warfare or in peace. In battle he is tireless, his advice in council just as his deeds were accepted worthily by the heroic warrior brothers Robert Guiscard and Count Roger; wherefore it was said of Paternò that not only was he proclaimed to be such a great general of the army under their banners, but he was held in great honour as a companion, councillor and relation of theirs, not without the bestowal of the gift of several domains and lands with vassals, just as it appears to posterity from documents. And so that the memory of such a man my 121


relative may not be consigned to oblivion, I Alfonso Paternò at the command of the Most Great Holy Roman Emperor Charles V my Most August Lord, I have had this painting executed by Polidoro and this text transcribed upon it, taken (...)”. (45). ALBERT i CORP, Esteve. “Sant Ot, bisbe d´Urgell, i la seva època”.Colección Episodis de la Història nº 41. Barcelona. Rafael Dalmau, Editor. 1987 (2ª edición). Página 27. Fratricidio de Berenguer cap d´Estopes: año 1082. Robert Guiscar, suegro de Ramón Berenguer II, y abuelo de Ramon Berenguer III, el Gran. “(...) Els cosins d´Ot, comtes de Barcelona, tornaren a desavenir-se (malgrat les comminacions de Gregori VII) i la baralla degenerà en l´obscur fratricidi, perpetrat sota el Montseny, el día 5 de desembre de 1082, on moria assassinat el Cap d´Estopes. L´emperador, Enric IV d´Alemanya, derrotava els partidaris del sant pare i anava a començar el calvari de gregori VII, que moriria a l´exili, acollit i guardat per les tropes del normad Robert Guiscard. La filla d´aquest, la bella Mahalda, havia donat a llum, al castell de Rodez (Roerga), a casa dels seus cosins (cosins de sant Ot, també, doncs) un infant que seria Ramon Berenguer III, el Gran (…)”. (46). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar.Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 4. Cronología de los hechos: 1140 y 1168. Línea sanguínea. “(…) In ever greater glory the Paterno's became the highest Lords of Sicily to the point that Costantino, great-grandson of Robert around the year 1140 renewed the ties of blood with the reigning family by marrying Matilda Avenel granddaughter of King Roger and was invested with the greatest County of the Kingdom, reserved only for Princes of the Blood. There remains a magnificent memorial tombstone erected over his remains by the pious hands of his widow in 1168, now preserved in the collection of my palace. The Paternò' coat of arms namely that of the junior branch of Sovereign House of Barcelona was carved together with that of the Korman Lord and the insignia of the Koble City of Catania on the facade of the Cathedral of that city, which was the Capital of the Kingdom. / (Página 5) But the Divine design, continues Ignatius, which our insignificance compels us to accept as proof for human redemption, was not content that this situation should persist and the Imperial Armies suddenly descended and the persecutions of Henry and Frederick induced 122


our ancestors to abandon the land of Sicily (vide Mugnos "Theatro Genealogico") and to return to Iberia and their Royal Kinsmen of Aragon. It happened though that some valiant men of our own Koble family remained on the Island to keep ablaze the torch of the legitimate Royal House. But when they were cunningly defeated by Manfred and Conradin, the bitterest years began for our land, and the Angevin usurper ruled in tyranny until the Sicilian Vespers, when the Paternò came back in supreme glory with the return of magnanimous Monarchs, particularly the Kings Martini father and son. But in those years, which, it may seem, were the darkest for the Great Family, there were also times of lustre when the Paternò who had taken refuge in Iberia were invested with Regal Sovereignty over the Balearic Islands and Ibiza (…)”. (47). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar.Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 5. El linaje Paternò se perpetuó en Baleares hasta el año 1297 en que regresó a Catania (Reinado de Jaime II) para contraer matrimonio. “(…) Our kinship with the Royal House of Aragon can be traced in Sicilian records as far back as 1297 with Ximonis de Paternione Aragonensis (a deed of Messire Bonafede, Kotary of the City of Palermo) for the marriage of his granddaughter Olivella to Lord Errico Grimaldo and the Paternò soon returned to Catania to recount glorious happenings in their Iberian realm, but the earthquakes of 1693 destroyed the archives, both the private ones and those of the Court and the Senate, so that much work would be needed to record accurately those extraordinary events (...)”. (48). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar.Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 5 y 6. El historiador y príncipe Paternó descubrió referencias de sus antepasados en un viejo castillo de Huesca, que los relacionaban con los cruzados y la familia real balear. “(…) The Count of Fruentes, continues the Baron of Radusa, possessed a great number of documents of the period in which the Family had reigned, their ancestors having taken great pains to preserve their Country's and their family's memoirs, taking with them many parchments from the Archives of the Balearic Kingdom. Unfortunately, as though an inexorable destiny hung over the records of our family's history, observes Ignatius, the destructive work begun by the 123


earthquake in Sicily was continued by fire in Spain because, as / (Página 6) tells Baron Raddusa, many parchments were destroyed by fire which during the life of his father ruined a large part of the archives of the Paternoy Castle in Huesca, Aragon. But Count Fuentes informed Baron Raddusa of an armed militia of which his grandfather had spoken to him which was said to have been founded by the Balearic Royal Family, in the same manner as the Crusaders, to defend those lands and to eliminate the Saracen Dominion of the Iberian region (...)”. (60). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”. www.santos5-6.pdf Página 256. Solicitud universal de Gregorio VII. Roberto Guiscardo. “(...) Desde los primeros días de su Pontificado, la infatigable actividad de Gregorio VII, sostenida por su incomparable amor a la Iglesia, se extiende a todo lo que interesa a la salvación de las almas, a los derechos de la Iglesia y al bien de los pueblos. Resiste mucho tiermpo a Roberto Guiscardo, jefe de los normandos de Italia, que pretende quitar a la Santa Sede una parte de sus Estados; finalmente el Papa logra un triunfo tan completo que el héroe normando le hace ofrenda del reino de / (Página 257) las Dos Sicilias que acababa de conquistar, y que quiere conservar sólo a título de vasallo de la Santa Sede. Gregorio VII se esfuerza por establecer en Francia la moral cristiana y amenaza con la excomunión a Felipe I, que escandalizaba a su pueblo con su mala conducta. Dirige al ilustre Lanfranco, arzobispo de Cantorbery, en la reorganización de la Iglesia en Inglaterra, país que acababa de dominar Guillermo el Conquistador. Anima a los cristianos de España en sus gloriosos combates contra los musulmanes para reconquistar la Patria y salvar la civilización y la fe, y bendice a los extranjeros que se alisten en esa cruzada. Ejerce una acción constante sobre los países del Korte y da sabios consejos al rey de Koruega para civilizar, mediante la religión cristiana, a su reino semipagano. Para lo mismo escribe al rey de Dinamarca y al de Hungría; otorga la dignidad real al duque de Dalmacia y al de los Eslavos (Serbios), que juran fidelidad inviolable al Papa. Acoge con bondad al hijo del duque de Rusia, venido en nombre de su padre Demetrio para poner sus Estados 124


bajo la protección de San Pedro. Se esfuerza, aunque desgraciadamente sin feliz éxito, en volver a la unidad de la fe a los cismáticos griegos; multiplica sus amonestaciones a Boleslao, cruel rey de Polonia, tirano sanguinario y depravado, y acaba por declararle indigno del título de rey, y permite a los súbditos de este príncipe elegir otro soberano más honrado. Pero su obra esencial y fundamental fue la de continuar los esfuerzos de sus predecesores para la reforma del Clero. Apenas elegido, impugna de frente el mal moral que desola a la Iglesia. Increpa duramente a los indignos sacerdotes que, a pesar de su indignidad, osan tomar en sus manos el Cuerpo de Cristo. Por otra parte era menester acabar con la intromisión abusiva de los emperadores en la elección de los obispos, anular las elecciones eclesiásticas obtenidas a precio de dinero, y llegar hasta la conquista plena de los derechos de la Iglesia. Gregorio VII no titubea ni un solo instante en esta empresa. «La Iglesia católica —dirá un día— me colocó en otro tiempo, a pesar de mi indignidad y resistencia, sobre el trono apostólico. Pues bien, en todo mi reinado no he dejado de combatir para devolver a esta casta Esposa de Cristo, su libertad, su esplendor y la pureza de su antigua disciplina». En un Concilio habido en Roma al año siguiente (1075), prohíbe bajo anatema, a toda persona seglar, cualquiera que sea su dignidad: emperador, rey, príncipe o marqués, el conferir la investidura, y a todo clérigo, sacerdote u obispo, recibirla para todos los beneficios, abadías y dignidades eclesiásticas. En este concilio se fulminaron excomuniones contra los que no dieron pruebas sinceras de arrepentimiento, y se dio un gran paso para asegurar la completa independencia de la Iglesia (...)”. (61). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”. www.santos5-6.pdf Página 258. Condesa Matilde, esposa de Ramón Berenguer Cap de estopa. Luchas con Enrique IV de Alemania. “(...) Frustrada esta maquinación, Enrique reunió en Worms, en enero de 1076, un Concilio de sus obispos indignos, y los forzó a excomulgar y deponer al Papa, al que llamaba «loco furioso y sanguinario», y nombró Sumo Pontífice a Guiberto de Ravena. Al conocer semejante atentado, Gregorio VII fulminó excomunión contra 125


Enrique y la suspensión de su autoridad real en Alemania e Italia, desligando a sus súbditos del juramente de fidelidad. Éstos, en efecto, en la Dieta de Fribur, declararon a Enrique que si antes de un año no había hecho las paces con el Pontífice, escogerían otro soberano. El rey, viéndose abandonado, tuvo miedo. Así pues, hacia mediados del invierno, franqueó los Alpes con su mujer e hijos y pocos acompañantes, y fue a encontrar a Gregorio VII, por entonces refugiado en la fortaleza de Canosa (Lombardía), en los Estados de la piadosa condesa Matilde, heroicamente fiel a la Santa Sede. Se impuso voluntariamente tres días de penitencia, estando desde la mañana a la noche en traje de penitente, dentro de los muros del castillo, y, habiendo sido recibido al cuarto día, se echó a los pies del Papa suplicándole le absolviera (...)”. (62). “Día 1º de mayo. Santos Felipe y Santiago Apóstoles (+ hacia 54 y 63)”. www.santos5-6.pdf Página 259. Muerte de Gregorio VII. Su culto. Roberto Guiscardo. “(...) Solo el castillo de Santángelo le quedaba como refugio al heroico Gregorio VII, cuando vino en su ayuda Roberto Guiscardo al frente de sus 30.000 hombres, con los cuales consiguió poner en libertad al Papa. Este se refugió en Salerno, donde murió el día 25 de mayo de 1085, a los sesenta y cinco años de edad, pronunciando estas palabras: «He amado la justicia y odiado la iniquidad; por esto muero en el destierro». Expiró después de dar la absolución a todos los que él había excomulgado, a excepción del emperador Enrique IV y del antipapa Clemente III. Podemos afirmar que, no obstante la hostilidad de algunos, Gregorio VII goza de un culto antiquísimo. El primer indicio de este culto lo hallamos en el retrato nimbado que veinte años después de su muerte mandó hacer el papa Anastasio IV en el célebre fresco de San Kicolás de Letrán. Gregorio VIII puso su nombre en el Martirologio romano, edición de 1584. Quinientos años después de su muerte ocurrió la «invención» de su cuerpo, que fue hallado casi entero y revestido de los ornamentos pontificales. El 28 de agosto de 1619, por la Constitución Dómitii nostri, Paulo V concedió celebrar el oficio del Santo, al clero y al pueblo le 126


Salerno; y más tarde, Clemente XI lo otorgó, el 19 de agosto de 1719, a toda la Orden benedictina. Finalmente Benedicto XIII, por decreto de 28 de septiembre de 1728, lo extendió a toda la Iglesia, fijando la fecha del 2 de mayo, con rito doble. Más tarde fue trasladada al 25 del mismo mes (...)”. (63). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Ramón Berenguer III: Origen del culto a santa Ágata en Menorca. Linajes históricos en la hueste del conde de Barcelona “El Grande” (1097-1131)”. ABACUS, Revista digital de la asociación BAUCÁN, filosofía de las armas templarias. Octubre 2013. Colección La conquista templaria de las Baleares. Primer parte, Número 7. www.7-RamónBerenguerIII.pdf www.baucan.org Página 1. “(…)1. Ramón Berenguer III (1097-1131). Ramón Berenguer III “El Grande”, fue hijo de Ramón Berenguer II. Detentó los títulos de conde de Barcelona, conde de Besalú y conde de Cerdaña (1). Sucedió a su tío Berenguer Ramón II en el año 1097 (2) (…)”. “(…) (1). RIU, Manuel. “Lecciones de Historia Medieval”. Barcelona, Editorial Teide.1982. (7ª edición). Página 366. “(…) La restauración de la antigua sede arzobispal de Tarragona (h. 1095) quedaba confiada al obispo barcelonés san Oleguer, en los años difíciles de predominio almorávide (1118-1137). Ramón Berenguer III, el Grande, con el apoyo de la mayor parte de la nobleza pudo emprender a su mayor edad la restauración de los destrozos ocasionados por los almorávides; en su tiempo Ermengol IV de Urgel conquistó Balaguer (1091), incorporándose esta plaza al condado de Urgel, poco después, definitivamente (1106), y prosiguió el avance por el Segre en dirección a Lérida. Un poco antes, el conde de Barcelona casó con Dulce, heredera del condado de Provenza (1100), de Millan, del Gavaldán, de Carlat y de bienes en Roerger, y aunque no pudo recuperar la ciudad de Carcasona, perdida a raíz del fratricidio, obtuvo el condado de Besalú al morir el último de sus condes privativos (1111), sucedió en el condado de Provenza a su suegro (1113) y heredó el condado de Cerdaña (1117). Mientras tanto, en colaboración con galeras de Pisa y de Génova, emprendió una cruzada, bendecida por el papa Pascual II (1113), contra los piratas sarracenos de las islas Baleares, procediendo a la conquista de IIbiza y Mallorca (1114), que poco después recobraban los almorávides (1115). Por entonces la ciudad de Barcelona había iniciado ya sus empresas comerciales por el Mediterráneo, en competencia con los italianos, y la 127


presencia de un foco pirático en las Baleares representaba un estorbo considerable (…)”. (2). ABE, Toshihiro. “La reforma gregoriana y Catalunya. Las relaciones entre la Iglesia y elpoder secular, siglos XI y XII. De ramón Berenguer I a Ramón Berenguer III”. www.262402.pdf Página 25. El condado de Ramón Berenguer III (1097-1131). “(…) A través del condado de Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II (10761097), en contraste con el condado de Ramón Berenguer I, los condes no pudieron llevar la iniciativa en la Reforma y en la reconquista. Durante este condado, ambos condes estuvieron enfrentados mutuamente. En 1082 Ramón Berenguer II murió a manos de unos asaltantes que se cree estaban vinculados a su hermano. Ya entonces los magnates del condado atribuyeron la instigación del asesinato a Berenguer Ramón II y se rebelaron contra él. El condado de Barcelona entró entonces en una época de crisis política. En tal situación, el Papado, que estuvo en manos de papas más activos, como Gregorio VII (1073-1085) y Urbano II (10881099), actuó positivamente. Dada la debilidad de los condes, el Papa intervino y utilizó a algunos obispos del condado, como el obispo de Girona, Berenguer Guifré (1050-1093) y sobre todo, el obispo de Vic, Berenguer de Lluçà (1078-1099), para proseguir la Reforma y la reconquista, mientras el conde Berenguer Ramón II se mostraba pasivo ante la actuación del Papado (80). Después, en el reinado de Ramón Berenguer III, disminuyó la actuación política del Papado en el condado de Barcelona, como demuestra el hecho que los documentos del Papado de esa época son menores en cantidad que los de la época anterior. Al contrario, personajes catalanes, como el conde Ramón Berenguer III y sant Oleguer, actuaron de manera positiva en la reconquista y en la Reforma, por / (Página 26) ejemplo en lo que refiere a la renovación de la vida sacerdotal y a las asambleas de Paz y Tregua. El reinado de Ramón Berenguer III fue una época decisiva para la formación de Catalunya. Al principio de su condado, Catalunya sufrió el ataque de los almorávides, que llegaron cerca de Barcelona. La reacción del conde fue rápida y decisiva. En 1105, el conde colabora en la conquista de Balaguer con el conde de Urgell. Después el conde heredó los condados de Besalú (1111) y de Cerdanya (1118). La consecuencia fue que, a partir de entonces, casi todos los condados de Catalunya quedaron unidos bajo la autoridad de Ramon Berenguer III. Además, durante su mandato se conquistó la ciudad y el territorio de Tarragona y se recuperó el arzobispado de Tarragona. La 128


Iglesia de Catalunya consiguió “su” arzobispado y la independencia de la Iglesia del exterior. Es decir, durante el condado de Ramón Berenguer III, Catalunya quedó formada en sentido geográfico, político y eclesiástico, después de un largo proceso. En la formación de esta entidad, la Reforma Gregoriana y la acción política interior y exterior marcharon unidas. Pero además hay otro ámbito de actuación, que es la expansión hacía el sur de Francia. El conde se casó con la condesa de Provenza, Dolça, y empezó a dominar este territorio. Es el comienzo de una política que llegará a ser tradicional para el linaje de los condes de Barcelona y que durará hasta la cruzada contra los albigenses, y el desastre de Muret (1212) (81). En esta política del conde, sant Oleguer su fiel consejero ejerció un importante papel. Fue abad de sant Ruf d’Avinyó y, en el proceso del matrimonio del conde con la condesa de Provenza, aparece su figura. D’Abadal supone que el conde se casó con la condesa “per intromissió de sant Oleguer” (82). Oleguer era hijo de un súbdito del conde Ramón Berenguer I, Oleguer, y entró a formar parte de la canónica de Barcelona cuando era joven. Luego llegaría a ser abad de sant Ruf d’Avinyó y, después de la boda condal, fue nombrado obispo de Barcelona. Ocupando estos puestos, sant Oleguer se mostró activo en todos los aspectos de la Reforma, por ejemplo en la renovación de la vida sacerdotal, la introducción de la regla de san Agustín. Reunió sínodos y asistió a concilios generales. Después se convirtió en arzobispado de Tarragona y dirigió la conquista de esta ciudad, cediendo tal conquista al normando Robert Bordet, que conquistó y repobló la capital y su comarca. Recibió el señorío de la ciudad de manos del conde y fue nombrado legado pontificio. En la conquista de Tarragona contó con el apoyo del conde, del Papa y de los magnates (83). / (Página 27) Al principio del reinado de Ramón Berenguer III, en los obispados de Catalunya se cambiaron los obispos (84). En la reelección de Oleguer como obispo de Barcelona, el conde tomó la iniciativa, con lo que se puede observar que el conde intentaba poner a sus “fieles” al frente de los obispados de su condado (85). De esta manera, el conde consiguió la unificación de Catalunya, la independencia de la Iglesia catalana, la renovación canonical y el avance hacia el sur de Francia, con la colaboración de la Iglesia, especialmente de sant Oleguer. Sin olvidar que, como muestra la documentación, el conde y sant Oleguer consiguieron esos resultados no sólo por su marcada personalidad, sinó también por el buen uso de la herencia de sus predecesores en esta política (…)”. Página 129


25. Cita (80). “(…) F. J. FERKAKDEZ COKDE, (dir.), Historia de la Iglesia en España, II-1: La Iglesia en la España de los siglos VIII al XIV, Madrid, 1979, p.308. Véase también H. JEDIK, (dir.), Manual de Historia de la Iglesia, III, cit., p. 583 (…)”. Página 26. Cita (81). “(…) Sobre la actuación del conde, véase S. SOBREQUÉS VIDAL, Els Grans Comtes de Barcelona, Barcelona, 1961, pp.159-214 (…)”. Página 26. Cita (82). “(…) J. M. MARTÍ BOKET, Oleguer, cit., p. 104 (…)”. Página 26. Cita (83). “(…) Sobre Sant Oleguer, es de gran interés la obra citada J. M. MARTÍ BOKET, Oleguer. Véase también J. M. MARTÍ BOKET, “De la Reforma Gregoriana a la Protestant: El concordat de Worms, conseqüència de la Reforma Gregoriana”, cit., pp. 97-107 (…)”. Página 27. Cita (84). “(…) S. SOBREQUÉS VIDAL, Els Grans Comtes de Barcelona, cit., pp. 164-165 (…)”. Página 27. Cita (85). “(…) G. GOKZALVO, Sant Oleguer (10601137), cit., pp. 19-20. J. M. MARTÍ BOKET, Oleguer, cit., pp. 79-90 (…)”. (64). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II: Linajes hereditarios en la hueste del conde “Fratricida” (10761097)”. ABACUS, Revista digital de la asociación BAUCÁN, filosofía de las armas templarias. Octubre 2013. Colección: La conquista templariade lasBaleares.Primeraparte Número 6. www.6-LoshombresdeBerenguer RamónII.Linajeshereditarios.pdf www.baucan.org Página 2. “(…) En el año 1078, Ramón Berenguer II, “Cap d´Estopa”, casó con la princesa normanda Mafalda, -hija de Robert Guiscard, duque de Apulia i Calabria (8) (…)”. “(…) (8). ALBERT i CORP, Esteve. “Sant Ot, bisbe d´Urgell, i la seva època”.Colección Episodis de la Història nº 41. Barcelona. Rafael Dalmau, Editor. 1987 (2ª edición). Página 24. Los condes de Barcelona y de Urgell emparentan con princesas normandas. “(…) Les terres on més havia penetrat l´esperit cluniacenc com eren les de l´antiga Aquitània, particularment els comtats catalans, foren les més abonades per a facilitar l´intent gregorià. Altrament, el Papa comptava amb l´eficaç col.laboració bèllica dels cabsills normands, que trionfaven arreu; fins al punt que el Duc Guillem de Gormandia sotmeté, llavors, l´Anglaterra, on establí un sistema polític semblant al d´aquí o sigui a base de comtes, vescomtes i vegurs. El veguer allà, però, prengué el nom indígena de sheriff. Vinculats a aquesta política (que estigué a punt de triunfar), tres cosins de sant Ot, o sigui tres fills d´Almodis, van emmullerar amb tres princesas normandes Ramon Berenguer, el Cap d´Estopes amb Mahalda, filla de Robert Guiscard, el duc d´Apulia i Calàbria, braç armat de Gregori VII a Italia, 130


l´any 1078; Guillem IV de Tolosa i el seu germà Ramon de Sant Gili, amb Emma, neboda del conqueridor d´Anglaterra, i Mahalda, de Sicília neboda del gamfaroner papal (cosina germana, per tant, de la del comte baceloní) (…)”.BAUCELLS, J. & FÀBREGA, A. & RIU, M. & HERKAKDO, J. & BATLLE, C. & FERKAKDEZ, J. & GUKKZBERG, J. & DESCARREGA, F. & URPÍ, R. & RESIKA, J. A. & RUBIO, D. & FELIU, E. “Diplomatari de l´Arxiu Capitular de la Catedral de Barcelona. Segle XI”. Volum IV. Diplomataris 40. Barcelona. Fundació Koguera 2006. www.catedralIV-2006.pdf Página 2154. Los hombres de Ramon Berenguer II, casado con Mafalda, condes de Barcelona. Documento 1388. “(…) 1081, octubre, 26. Els comtes Ramon [Berenguer II] i Mafalda de Barcelona empenyoren a la Santa Creu i Santa Eulàlia de Barcelona tots els alous que tenen a les parròquies de Sant Just Desvern, Sant Joan [Despí] i Santa Creu d´Olorda, a causa d´un deute de 2.000 mancusos d´or, que tornaran la festivitat de Pentecosta vinent. (…) In nomine Domini. Ego Reimundus, gratia Dei barchinonensis comes et marchio, et Maheltis, nutu Dei comitissa, impignoratores sumus Domino Deo Omnipotente et eius ecclesie Sancte Crucis Sancteque Eulalie barchinonensis Sedis. (…) / (Página 2155) Reimundus comes +, (…). S+num Remundi Guilelmi. S+ num Alberti Ramundi. S+num Ricardi Guilelmi. S+ Petri Bernardi, clerici, qui hoc scripsit (...)”. (65). CARBONELL BEVIÁ, Lola. “Ramón Berenguer III: Origen del culto a santa Ágata en Menorca. Linajes históricos en la hueste del conde de Barcelona “El Grande” (1097-1131)”. ABACUS, Revista digital de la asociación BAUCÁN, filosofía de las armas templarias. Octubre 2013. Colección La conquista templaria de las Baleares. Primer parte, Número 7. www.7-RamónBerenguerIII.pdf www.baucan.org Página 9. “(…) 8. La influencia siciliana en el culto a santa Águeda: el linaje de Paternó. Se tiene constancia documental del linaje de Paternó desde el gobierno del conde de Barcelona, Ramón Berenguer I, en el año 1058. Paternò perteneció al estamento eclesiástico, desempeñando el cargo de obispo de Tortosa. Estuvo presente en el acto de dotación de la catedral de Barcelona, celebrado el 18 de noviembre de dicho año, por el cual fue confirmada la inclusión y pertenencia de la Iglesia de las Baleares, en el obispado de Barcelona (78).

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Hubo otro miembro del linaje Paternò, llamado Jaime Paternò que estaba enterrado en el antiguo convento ibicenco, de “San Hilario”, en el siglo XVIII, cuando lo visitó el príncipe siciliano, Ignacio II Paternò Castello de Biscari (79). Roberto Paternò vivió en Menorca en el siglo XII, como religiosoguardián, tras abandonar las armas, y le fue impuesta la tarea de enseñar la religión y el arte de la guerra, a los neófitos de los “Cuerpos de Luz”, o de “Iluminación” (80). El “Liber Maiolichinus” describió la veneracion de la advocación de “Santa Ágata”, con luces y candelas, como patrona de la luz. El texto también hace referencia al piadoso infante “Simeón”, que precisamente fue santificado, y sus palabras estudiadas y referidas por los templarios, hasta el punto que se hicieron eco de ellas en el tímpano del pórtico de la “Luz”, de la catedral de Ciutadella, de Menorca (81). Por tanto, el inicio del culto a esta santa siciliana en Menorca, fue llevado a cabo durante el mandato del conde de Barcelona, Ramón Berenguer III “El Grande”, a través de las campañas de conquista de las Baleares. El culto a “Santa Ágata” y la referencia a san Simeón, es un indicio de la religiosidad pretemplaria o templaria en sus origenes en Hispania y en las Baleares (82) (…)”. “(…) (78). BAUCELLS, J. & FÀBREGA, A. & RIU, M. & HERKAKDO, J. & BATLLE, C. & FERKAKDEZ, J. & GUKKZBERG, J. & DESCARREGA, F. & URPÍ, R. & RESIKA, J. A. & RUBIO, D. & FELIU, E. “Diplomatari de l´Arxiu Capitular de la Catedral de Barcelona. Segle XI”. Volum I. Diplomataris 38. Barcelona. Fundació Koguera 2006. www.catedralII-2006.pdf Página 1544 y 1545. Los hombres de Ramon Berenguer I, conde de Barcelona, casado con Almodis. Obispados de las islas Baleares y de Dénia. Documento 973. “(…) 1058, novembre, 18. Dotalia de l´Església de Barcelona. Relata que la ciutat de Barcelona fou recuperada de mans sarraïnes per Lluís el Petós i que més tard es tornà a perdre, i com foren destruïdes moltes esglésies i llocs sagrats, dels quals es reparaven les destroces. Després de la restauració de la seu per obra del bisbe Guislabert i el comte Ramon Berenguer I i la seva muller, la comtessa Almodis, decidiren realitzar l´acte de consagració en aquesta data. Amb l´anuència de l´arquebisbe de Garbona i la presència de molts més bisbes i primats, es confirmen les possessions i límits del bisbat de Barcelona, incloent-hi els bisbats de les illes Balears, de Dénia i d´Oriola, 132


segons constava en un privilegi donat per Alí, i el seu difunt pare Muheid, reis sarraïns de Dénia. (…) Hoc est translatum sumptum fideliter a quadam dodalia ecclesie barchinonensis, tenor cuius talis est: Postquam imperator caeli ac terre, devicto mortis principe, ut aperiret moratlibus ianuam vite, glorificata per resurrectionem sui corporis carne, quam ex nobis pronobis assumpsit de matre semper virgine, ascendit ad palacium caeleste cum Patre et Spiritu Sancto victurus et regnaturus sine fine, adimpleta sancti Spiritus promissione, sonus apostolorum exivit in universum orbem terre et christiani nominis vocabulum primum apud anthiochenam ecclesiam coepit esse, et sic deinde per omnem mundum in diversis locis facte sunt ecclesie, ut a solis ortu usque ad occasum nomen Domini esset laudabile. Hoc videns invidus humani generis inimicus suasit suis ministris paganis ac gentilibus ut persequerentur et occiderent fideles Christi Gladis et multis cruciatibus et destruerent ecclesias tam in urbibus qin aliis mundi partibus, quod et factum est in barchinonense civitate antiquis temporibus a barbaris hispaniam intrantibus, peccatis christianorum exigentibus. Set Christus, quamvis peccatricem miseratus christianam / (Página 1546) plebem, excitavit Ludovicum Pius regem, qui expulit hismaeliticam gentem et liberavit barchinonensem urbem, et christianis populus sic reparavit destructam urbem, et christianis populus sic reparavit destructam barchinonensis ecclesie Sedem. Cumque idem rex mortis persolvisset debita et volvente mundi rota veternosa temporum pertransissent secula, iterum propter hominum percata gens invaluit pagana et capta est barchinona, et interfecti sunt habitatores eius, et destructa sumaria, et cum sacri ordinis ministris eversa sunt altaria. Set etiam Christus, misereri paratus, predictam urbem postea recuperavit fidelibus, expulsis pestiferis gentilibus, et per successionem hereditatis tradidit christianis comitibus. De quorum linea vel genealogia naturali venit gloriosus comes ac marchio Reimundus Berengarii, factus est propugnator et murus christiani populi et per eius victoriam cum auiutorio Christi facti sunt ei tributarii pagani christianorum adversarii, quos, plusquam omnes antecessores sui comprimens et faciens profugios,multos victorie fecit triumphos et christianorum amplificavit terminos.Iam vero divina gracia cumipse comes ac marchio ampli honoris principatum optinuisset in terra, largitoris omnium bonorum recognovit benefitia et pro tanto honore, rependens ei multa servicia, iuste et pie consederavit de Ecclesia, que 133


Christi est sponsa et mater est nostra.Unde in principali trono sui honoris intra moenia barchinonensis civitatis, cum vidisset aulam episcopali Sedis iam deficere vetustate operis et ex parte destructam a barbaris,indoluit causa divini amoris et eam renovari et restaurari fecit et annuit a fundamentis ad honorem Christi et nomen Sancte Crucis Sancteque Eulalie, indigene martyris et virginis, et in renovatione et restauratione predicte Sedis habuit consortem cooperatorem et factorem pium atque benignum Guilabertum, prefate presulem urbis. Postquam autem magnificus comes ac marchio Raimundus atque nobilis eius uxor dompna Almodis et idem pontifex barchinonensis, intergecta evolutione annosi tempus, vidissent desideratam perfectionem coepti operis propremiis eterne retributionis, coeperunt cogitare de die consecrationis, ut perfectius potuissent Deo placere de perfectione laboris et de comuni voto dedicationis. Igitur tantus princeps et tam nobilis comitissa tamque pius et benignus episcopus constituerunt consecrationis insigne opus, et quartus decimus dies kalendarum decembrium est constitutus, et facta est ipso die dedicatio ad millesimi quinquagesimi octavi ab Incarnatione Domini tempus, secundum eram nonagesimam sextam, inditionem vero undecimam, propriis notam temporibus. / (Pรกgina 1547) Et in ope et in opere dedicationis huius invitatus est ab eis reverentissimus narbonencium archiepiscopus urbis metropolitane Guifredus et religiosissimus primas arelatensis ecclesie Rayenbaldus archiepiscopus aliique episcopi, quorum numerus subscriptis declarabitur nominibus. Et congregatus est infinitus diverse etatis ac sexus populus, permixtis clericorum et laicorum ordinibus, ut magni gaudii et festivitatis esset celebris conventus et anniversaria memoria diei huius in futuris non cessaret temporibus, publicata etiam per seriem dotis huius factam et confirmatam ab ipsis archiepiscopis atque pontificibus et ab ipso comite et comitissa aliisque principibus, clericis videlicet ac laicis, videntibus, que modo verbis sic incipit talibus: In nomine sancte et individue Trinitatis. Ego Guifredus, archiepiscopus narbonensis, et ego Rayemballus, archiepiscopus arelatensis, et ego Guilelmus, episcopus urgellensis, et ego alius Guilelmus, episcopus ausonensis, et ego Berengarius, episcopus gerundensis, et ego Arnaldus, episcopus elnensis, et ego Paternus, 134


episcopus civitatis tortonensis, et ego Guilabertus, episcopus barchinonensis, una cum consensu ac iussi dompni Raimundi, principis barchinonensis et comitis gerundensis et marchionis ausonensis, et cum assensu sue coniugis, nomine Almodis, comitisse nobilis, subarrantes anulo divine legis celesti regi sponsam ecclesiam barchinonensis Sedis, donamus et confirmamus predicte sedi omnes ecclesias et universa sua predia, et omne deditum sibi iuste debitum, et omnem censum et redditum, quantumcumque et quandocumque et ubicumque iuste adquisitum et adquirendum, ut secure et libere habeat et possideat in perpetuum, et nulla potestas hoc habeat velaliquis homo per virtutem vel per ingenium preter episcopi ipsius sedis vel clericorum assensu. Preterea nos supra dicti omnes, excomunicando sub anathematis interdictione, confirmamus Mayorcas et Minorcas insulas Baleares et episcopatum civitatis Denie et episcopatum civitatis Oriole et earum ecclesias omnes et quantum pertinet ad clericus ordines, ut omnes episcopi, presbiteri et diachoni aliique clerici, in prelibatis insulis et in prefatis locis commorantes, a minimo usque ad maximum et a puero usque ad senem, ab hodierno die et deinceps minime conentur deposcere ab alio aliquo pontificum ullius ordinationem clericatos neque crismatis sacre confessionem neque aliquem cultum ullius clericatos nisi ab episcopo barchinonensi, aut ab illo cui ipse preceperit sive permiserit, sicut illa scriptura testatur quam inde Muiehid et filius eius Aly, / (Pรกgina 1548) hismaelite quondam, fecerunt et Guilaberto episcopo barchinonensi dederunt et tradiderunt. Insuper etiam admonemus atque mandamus ut barchinonensis Sedis ecclesia omnino sit libera et semper gaudeat franchitate seccura, et chanonici simul cum ipsa canonica cum rebus ad eandem canonicam pertinentibus. Terminos quoque episcopatus sancte sedis barchinonensis ita volumus esse distinctos et ab ausonensi et gerundensi episcopatu esse discretos, sicut per anticos novimus populos et sicut debite constituti sunt contra orientalem et septemtrionalem plagam, sive per plana seu per colles devexos atque montes excelsos, et contra meridiem longe per gurgites maritimos, et contra occidentem versus Dertosam annotatos balagarii locos, ut quicquid intra et extra predicta sedes adquisisivit vel adquisierit, per iuste largitionis modos habeat confirmatum per nos predictos episcopos et manu nostra roboratum sive per alios, atque per me Remundum comitem et per me comitissam Almodem et successores nostros, filios et nepotes et pronepotes et deinceps alios. Kam et providencianostra illud solerter providere curavit 135


ut, si Terrago,que diu elanguit, adhuc per nos principes aut per successores nostros,largiente Deo, vires convalescendi habuerit et in pristini honoris statum Deus reduxerit,pernos et successores nostros non perdat quod iuste habuit et habere debebit et debite recuperare poterit. Set et propter honorem Christi et sancte Crucis gloriam, ut sicut regi Costantino sic nobis de barbaris per crucis triumphum det victoriam, constituimus huius diei aniversariam de securitate et tranchillitate gaudere memoriam, in qua nemo per VIII dies aniversarie memorie huius consecracionis quatuor quidem qui precedent et quatuor qui subsequentur, interpositum nonum diem festive rememorationis istius sancte dedicationis, audeat tollere vel faciat tolli rem alicuius quocumque modo malignitatis, vel toloneum accipiat vel accipi faciat cuiuscumque hominis per hos dies convienientis sive revertentis neque in ipso eodem die future rememoracionis istius consacracionis. De ipsa quoque terra vel universos ecclesiis aut parrocheis vel qualibuscumque prediis, que ad Canonicam Sancte Crucis Sancteque Eulalie pertinent, videlicet que hodie iuste possidet vel ab hinc per universa tempora iuste possederit vel adquisierit, per auctoritatem beati Petri, apostolorum principis, et per ordinem nostrum excomunicamus et interdicimus ut nullus homo cuiuslibet potestatis aut sexus aut ordinis aliquid inde audebat tollere aut alienare vel ad dampnum / (Pรกgina 1549) predicte canonice quolibet modo transferre vel commutare, nemo predia ipsius ecclesie ubicumque debita illi noverit celare audeat, set mox ubi cognoverit, ad profectum illius confestim manifestare non pigeat.Interdicimus quoque iuxta statuta sanctorum canonum et auctoritatem sanctorum antiquorum patrum ut nullus quorumlibet pontificum infra fines ipsius episcopatus ecclesiam consecrare velpenitentes eiusdem episcopi i suscipere nec eius clericos ordinare presumat, nisi forte presul prenominate sedis assensum spontanee prebeat. Igitur hanc universam nostre constitutionis dotem superius promulgatam prehenni lege valituram censemus; omnemque hominem, illam observantem et ut stabilis permaneat adiuvantem proposse, benedicimus; et ut diuturnitatem vice presentis et perpetuitatem semper manentis obtineat, preoptamus. Statuimus autem sub divini iudicii obstentatione et anatematis interdictione ut, si quislibet homo cuiuscumque aut ordinis hanc disrumpere velviolare nisus fuerit aut disrumperit aut violaverit, hic de parte Dei omnipotentis et beati Petri apostoli omniumque sanctorum et nostra excommunicatus permaneat, et a conventu sancte 136


ecclesie et omnium christianorum alienus existat, tartareisqie vinculis innodatus inferorum poenas aternaliter senciat. Quod si ab incepto desistat et digna penitudine simulet emenfatione satisfaciat, ab hac excomunicatione solvantur. Et haec nostra constitutio inrefragabilis et inconvulsa perpetualiter habeatur. Raimbaldus archiepiscopus ss. + Guislibertus, gratia Dei episcopus +. + Berengarius, Dei gratia gerundensis episcopus +. Patronus, gratia Dei tostuensis episcopus. S+ Miro presbitero, qui haec scripsit cum litteras rasas et emendatas et supra positas in linea XXI et in XXVII et in XXXII et in XLI,die et anno quo supra. Signum Raimundi de Ortis presbiteri +. S+ ignum Bernnardi presbiteri. Sig+num Guilelmi presbiteri. + Guilelmi presbiteri. Sig+num Arnaldi quod et presbiteri. Sig+num Raimundi de Sancto Iacobo presbiteri. Sig+num Petri de Palomera presbiteri. Sig+num Petri de Bages, notarii publici Barchinone, qui hoc translatum sumptum ab originali scribi fecit et clausit (...)”.BAUCELLS, J. & FÀBREGA, A. & RIU, M. & HERKAKDO, J. & BATLLE, C. & FERKAKDEZ, J. & GUKKZBERG, J. & DESCARREGA, F. & URPÍ, R. & RESIKA, J. A. & RUBIO, D. & FELIU, E. “Diplomatari de l´Arxiu Capitular de la Catedral de Barcelona. Segle XI”. Volum I. Diplomataris 38. Barcelona. Fundació Koguera 2006. www.catedralII-2006.pdf Página 1544 y 1545. Los hombres de Ramon Berenguer I, conde de Barcelona, casado con Almodis. Obispados de las islas Baleares y de Dénia. Documento 973. “(…) 1058, novembre, 18. Dotalia de l´Església de Barcelona. “(…) Ego Guifredus, archiepiscopus narbonensis, et ego Rayemballus, archiepiscopus arelatensis, et ego Guilelmus, episcopus urgellensis, et ego alius Guilelmus, episcopus ausonensis, et ego Berengarius, episcopus gerundensis, et ego Arnaldus, episcopus elnensis, et ego Paternus, episcopus civitatis tortonensis, et ego Guilabertus, episcopus barchinonensis, una cum consensu ac iussi dompni Raimundi, principis barchinonensis et comitis gerundensis et marchionis ausonensis, et cum assensu sue coniugis, nomine Almodis, comitisse nobilis, (…)”. (79). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar.Patrimony of the most serene royal 137


house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 9. El príncipe-historiador Ignacio Paternò continuó su viaje hasta Ibiza, donde había encontrado la tumba de Jayme de Paternò, hombre valiente y que había tenido la grandeza de entregarse a Dios místicamente, en el antiguo convento de san Hilario. “(…)Ignatius continues to the Ibizan group of islands and particularly at St. Hilario, in another ancient convent, does he find a tomb of one Jayme de Paternoy where the rich embellishment of the breastplate and of the visor indicates to him that the person was of high lineage, but the cord of penitence which girds the loins suggests that one of those valiant men, tired of human greatness and covered in glory and victories, sought in that mystic solitude to give himself to God. Ignatius points out, justifiably amazed, that the Paterno coat of arms is absent. After these discoveries the Prince sails towards home and decides to execute an exhaustive work and commit his memories to paper, but does not carry out his work, undoubtedly because of the loss and the vain attempts to retrieve those copies which he had entrusted to the learned Jacopo of Arezzo to perform a rough translation. This information is not perhaps of great importance but is sufficient to show us that the Paternò, reigning over the Balearics, did not forget the Sicilian Virgin and indeed they honoured her. And it is sufficient too to demonstrate that worthy heirs of Gorman valour, worthy descendants of Charlemagne, Knights without blemish and without fear, founded an armoured militia similar to the Crusaders for the defence of Christ and of His Holy Doctrine! An impossible task, as I have already said, for me to copy faithfully the notes of D. Ignatius and often I have had to substitute his words with mine, without, however changing his meaning as far as I have understood it, though I have given less attention to his appreciation and observation of the beauties of nature, agricultural methods, the habits and customs of the people and the fauna. Although it is not of interest to the House I wished to record the matter of the little monkey because, once arrived at Catania it became a characteristic adornment of the Palaces of the Prince and often the crowds, as recorded by the chronicles of the time, gathered under the Prince's balconies to look curiously at the strange little animal playing with various objects and sweets (…)”. (80). PATERKÒ CASTELLO E SAMMARTIKO, Francesco. (Duke of Carcaci). “The Order of the collar.Patrimony of the most serene royal house of Paternò”. Catania At the University Press. 1851. www.OrdCollEng.pdf Página 6. La 138


ermita fue donada por el rey de Chipre. Y en ella puso al frente tras dejar las armas a Paternò para que éste practicase la religión y la enseñanza de la guerra a los neófitos de los “Cuerpos de Luz o de Iluminación”. Y que por tradición oral conocía que hubo un gran inquisidor llamado Milos Pedro de Gotador que procedía de la primera línea sanguínea real. El noble era hermano de un cierto barón de Palma de Mallorca, casado, y que tras morir su esposa, el hijo de ambos había heredado el casillo de Eumenle en la región de Fornells, situado en las montañas de Menorca. “(…) The Prior, Don Gaspar, welcomed us to his frugal table and, after I had consigned to him a substantial gift and explained to him who I was, he immediately put himself and all the brothers at our service and opening the library was able to demonstrate from the parchments that that hermitage was donated with by Royal magnanimity by one King Cypres whose coat of arms clearly revealed him to be a Paternò, whilst in an idiom part Spanish, part Latin it was explained that that holy place was dedicated to religious practice and schooling in the art of war, for neophytes of a corps of knights set up by the Prince who donated it, whilst a rule written in a mixture of Sicilian and Saracen, as in our original Sicilian, revealed that that branch of the Paternò in fact originated in Sicily. On those sheepskin parchments I found the signature of a Grand Inquisitor Milos Pedro de Gotador, and those monks to whom had been handed down the ancient verbal traditions told us that the Gotadar family was descended in some way from the first Sovereign who was so charmed by a certain damsel, the noble daughter of a certain Baron of Palma in Majorca, that he had by her, mori uxor (as if his wife), a child so fair and charming that the Prince made him a Lord with the important name of Gotador, giving him the Castle of Eumenle in the region of Fornells mountains in Minorca (...)”. (81). “Liber Maiolichinus. Incipit liber maiolichinus de www.1114DuxCatalanensisgestis pisanorum illustribus”. CatalanicusHeros-Catalania.pdf Página 64, 65 y 66. Libro VIII. Culto a santa Águeda = Agata. “(…) In solio regni Burabé post ista levatus Kon permansuros citius conscendit honores, Usus enim regni fuit haud sibi tempore longo. [p. 114] Cui Pisanorum captivos turba requirens 139


(5) A duce crudeli non congrua verba recepit. Iam Katalis erat, quo Christus Virgine natus Obscurum mundum divina luce replevit. Dumque pii festi summi celebrantur honores, Luxque pio populo postquam bis quarta refulsit, (10) Maimonem sociosque datos novus ire Dianam Rex iussit. Fluctus intravit prora marinos. Pisani videre ratem citius properantem. Tunc festinanter puppes intrare parantes Sumptibus auxerunt prebentes singula patres. (15) Et dum forte viris alimenta darentur et arma, Maimo peregit iter. Sed qua trahit impetus illum Kon servando vias illuc sua vela relaxat. Spes erat hunc cito posse capi, si signa viderent Qualiacumque ratis; sed ventus carbasa perflans (20) Luminibus puppem citius subtraxit eorum. Maimo viam, facit Latii rediere, volentes In Balee regnum studiosas ponere curas. Et dum nituntur ceptos superare labores, Alterutro referunt multi si viribus aut si (25) Ingeniis nequeant ex hoste tenere triumphum. Ad proprias remeare domos ultraque morari Sese posse negant, pro morbo sive calore Extinctos memorant ex egretudine plures

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Seu gladio socios, paucos quoque vivere dicunt: (30) Pro Balee pariter destructas affore Pisas Urbe satis stultum, sine re, sine mente videri. [p. 115] Ergo rates omnes celeri reparare laborant Auxilio, ceptos nec deseruere paratus. Interea belli Catalanicus estuat heros (35) Pro studio, magnaque ducem comitante caterva, Qua locus insidiis est, valle reponitur una. / PĂ gina 65) Sol fuerat. Prima radiarant omnia luce Secula, porta patet, de menibus egredientes Per loca tuta meant solito gestamine Mauri. (40) At comes in sevos audacter prosilit hostes, Urbanam iuxta committens prelia portam, Que portum spectat qui Pineus est vocitatus. Utque Mohabitam viridi prostravit in erba, Asta viri dextrum de muris acta lacertum (45) Transiit. Exultant Mauri letale putantes Hoc comiti vulnus. Post hec properando per urbem Komina filsa ferunt comitis de funere ficta. Hinc relique gaudent servantes menia turme, Extinctumque canunt comitem, iugulare minantur (50) Alpheos, seu perpetuis macerare catenis Ac penis variis alto clamore fatentur. Haud secus Alpheos factos sine principe clamant,

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Suadentes etiam ipsis, si vivere curent, Ut properent ad eos sub deditione venire. (55) Pisani contra: " Convicia vestra mineque " Kos sub Rege poli non cogunt ulla timere. " Venimus a patria summo sub principe Christo, " Cuius ob auxilium Balee superabimus urbem, " Qui servos Sathane gravibus vincire catenis (60)" Et gladiis nostris penitus dabit esse necandos. " Illesumque, canes, comitem scitote Pirenum, " Et vestre vicina satis fore tempora cladis ". [p. 116] Post hec contendunt ad menia ducere turres. Gens divisa locis, patres, divisaque bella, (65) Mox solide terre fossas velociter equant Ligna, lapis, vegetes, glebe proiectaque moles. In muris Mauri, nec progrediuntur ab urbe. Hinc vigor Alpheus turres ad menia ducit. Assistunt acies, perfringunt agmina muros. (70) Interea Pisis matrone sive puelle Deponunt cultus, et templis semper adherent, Vota vovent et thura ferunt creberrima sanctis, Sepeque nudatis pedibus sacra templa petentes Profundunt lacrimas, dure dant oscula terre, (75) Pro caris orant pienum pietate Tonantem, Victoresque petunt sanosque videre maritos.

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Volscorum presul meriti Rogerius alti, Viribus insignis, factis et origine pollens, Laurigeras Pisas comites spoliare volentes (80) Territat, atque minans cohibet prohibetque rapinam. Per Latium totum ieiunia sancta precesque Papa iubet fieri, monet hinc et epistola Gallos. Annuit oranti divina potentia turbe, Et flentum gemitus divinas commonet aures. (85) Quadragena dies seclis celebranda quibusque Virginis a partu populis festiva redibat, Qua pia cum nato virgo sacra templa petivit, Infantemque pium Symeon gestavit in ulnis. / (Pรกgina 66) Gox fuerat celebris festive proxima luci. (90) Accendunt Latii civilia robora flammis Koctu, de castrisque cremant velociter unum Inventa nuper Danais prudentibus arte, [p. 117] Que miranda viros ceu nusquam visa latebat. Inde volant torres passim facilesque faville, (95) cta per alterius castri scintilla subintrat Crates, quod flammis crescentibus ocius ardet. Et candela velut siccis bene proxima lignis Siccam materiem tenues convertit in ignes, Et ceu paulatim grandis cito candet acervus, (100) Sic castrum reliquum subito candere videres,

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Virgine cum sanctis natum genitrice rogante, Qui propria solus replet omnia secula luce. Gox ea letitia repletur, luce sequuta Preveniunt populos non parvula gaudia sanctos. (105) Annua dum redeunt Agathes sollempnia sancte, De sub castello, quod porta marina peregit, Per triplices aditus Pisanum robur in urbem Pugnacis Balee robustis viribus intrat. At Latii cunei subierunt menia rari. (110) Subvenit auxilio trepidanti protinus ale, Perque satis latas agmen Latiale plateas Insequitur. Cecidere duo de gente Latina, Persistunt aditu reliqui tollerantque ruinas, Quas iacti lapides transmissaque tela reportant. (115) Post ubi telorum densi superant iaculatus, Kec locus est gladiis, fugiunt velociter extra. Impositum fovee succendit barbara pontem [p. 118] Flamma, sed Alphei pavidi successibus instant, Et nituntur aquis extinguere cominus ignem. (120) Ad primos aditus hi quos Provintia bello Misit, inire parant rigide certamina pugne, Contempnuntque sibi socios preferre Latinos. Hos brevibus tectos clipeis Balearica turba Aspicit, innumerisque caput seu crura sagittis

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(125) Figit, et e tota propellit turpiter urbe. Presbiter Henricus, plebanus nocte propinqua Somnia leticie vidit presaga future. Talis facta viro vox auribus: " Accipe ", dixit, " Astra volunt hodie Pisinos urbe repelli, (130) " Cras vespertinis horis intrabit in urbem " Lauriger Alpheus populus pro velle Tonantis ". Hoc et Toem monuit fratrem defunctus, et inquit: " Kec timeas, veniam socius per prelia tecum ". Urbem posse capi iam desperaverat agmen. (135) Per tres ergo vices committere prelia mane Patres atque duces communi voce iubebant. Kec clarum prorsus nec erat sine turbine tempus, Cum peditum cunei pugnam dubitanter adirent. / (Pรกgina 67) Moliti decies aditus intrare patentes, (140) Eiecti vicibus totidem murisque repulsi. [p. 119] Pretereunte die, commitere prelia septem, Qui turrem Balee nuper captam retinebant, Ceperunt, aditu visam consistere primo. Innixus scapulas muro processerat unus, (145) Et luteum temptabat opus subvertere: Maura Turba virum petiit, propero quoque tela volatu Missa resistentis clipeum fixere tenacem Istius, et robur dum Maurus cemeret ingens,

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Protinus agrediens robusta cuspide fixit (150) Septemplex tegmen, sed telo protinus eius Durius affixus de muris concidit altis. Corruit eiusdem gladio percussus et alter. Maurorum cunei super ardua robora muri Plenius ascendunt, septem superare putantes, (155) Et de presenti superatos tollere vita. Desuper adveniens divinus Spiritus illic Accendit socios, quorum vox trina Tonantem Factorem rerum dominum confessa rogavit. Hi, gravibus clipeis texerunt corpora postquam, (160) Obstantes poscunt rigidis mucronibus hostes, Et faciunt plures collatis viribus ictus, Et multi plures sevo sibi dantur ab hoste. Tum Deus Alpheis largitus prosperitatem, Successus pandit letos optataque vota. (165) Barbarice gentis mutans cum casibus omen, Voceque terribili Mauros gladioque poposcit Parvula turba feros celesti tacta vigore. Et velut armentuni tygres seveque leene [p. 120] Poscunt, quando fames ipsas accerrima cogit, (170) Pestiferoque boum conscindunt viscera dente, Sic socii septem plures gradiuntur in hostes, Fundentes iaculis simul et mucronibus ipsos.

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Barbara turba fugit. Latii, clamore levato, Per patulos aditus socios intrare precantur. (175) Preveniunt omnes alios Sicheria proles Rainerius socios et Teperterius heros. Una Viscardus comites et Grunnius ipsis Extiterant propere, qui barbara terga secuti Cedentem turmam iaculis feriendo trucidant, (180) Introitum donec fugientibus edit alumpnis Robustas pandens vetus Elmodenia valvas. At de parte maris pugnax Eufraxius urbem Intrat cum nato. Stat Maura caterva platea, Inque viros properata ruit stridentibus armis, (185) Quos poterant terrere satis volitantia saxa. Intrepidus cum patre manet Bernardus, et Alcem Contra se positum durata cuspide sternit. Tunc Ildebrandus: " Ferias, precor, optime fili, / (Pรกgina 68) " Kec cuiquam parcas gladio si deficit asta. (190) " Pro patria pugnare docet veneranda vetustas, " Et nostri quondam micuere per arma parentes ". Dixit, et Agilion iaculo prosternit; at ense Brusei feriens caput a cervice resolvit. Difugiunt statim reliqui, fugientibus instans (195) Cum genitore satus pertundit barbara terga. Undique currentes equites, mixti peditesque

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Audacis animi compressis gressibus intrant. Per solitas veluti subeunt examina sedes, Sic vigor Alpheus latam progressus in urbem (200) [p. 121] Dispersas fundit iaculis gladiisque catervas. Hic caput abscisus, pectus transfossus et alter, Visceribus fusis alius tellure iacebat, Humanoque nimis terram maduisse cruore Et fluxisse putes commotos sanguine rivos, (205) Sicut cum, proprio dimisso flumina cursu Expaciata satis, quando revocantur in amnem Efficiunt rivos plures densasque lacunas. At rabidos postquam gladius deleverat hostes, Menia cum tectis retinent urbanaque templa (210) Christicole, longus quos iam labor attenuarat, Et servant ipsam studiis vigilantibus urbem, Ac solito belli numquam removentur ab usu. Artibus intendunt, peragunt vincuntque labores. Destructis tectis via fit, castella trahuntur. (215) Kamque Bebelgidith portis sunt addita bina, Elmodenorum totidem sunt addita muris. Denique turritos Latialis machina muros Sternit, adequantur propero conamine fosse, Heque cadaveribus multis lignisque replentur. (220) Barbara gens grandi nimium concussa timore

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Castra Pirenei comitis tremebunda subintrat, Ad quodcumque velit cupiens se iungere fedus, Si bellatores indempnes atque soluti Incolumes etiam cum libertate sinantur. (225) Talia dum referunt, cetum properanter in unum Accitus populus pacis de federe tractat. Ecclesie pastor suscepit iura cathedre. Clerus adest, proceresque simul, contentio crescit Maxima, divisas pandunt certamina mentes. (230) Pars trahit ad pactum, pars diligit altera pugnam. Collaudat clerus partem pugnare volentem, [p. 122] Sanctus et antistes (BISHOP) cum cardine prelia censet(VOTE), Hisque favent acies. Contra Catalanicus heros Ampurieque senex contendunt atque Videlmus, (235) Et sancti cleri fimas convertere mentes Muneribus largis, precibus precioque laborant. Hec pius, ut renuit, convicia sustinet ordo. Tunc cum Bernardo verbis Gratianus honestis Verba refert avidis Gothorum congrua dictis. / (Pรกgina 69) (240) Profundens lacrimas mestus cum cardine presul Sic genibus fusis numen celeste precatur: " Conditor omnipotens celi terreque creator, " Cuius perpetuo sunt condita secula iussu, " Et quodcumque viget, quodcumque videtur in illis,

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(245) " Clamantum, petimus, lugubres intende precatus, " Et confidentes in te, pater optime, serva, " Ecclesieque tue, pro te certare volenti, " Auxilio succurre pio: da vincere gentem " Sacrilegam, multa sanctorum cede madentem, (250) " Et pietate tua rogantes respice servos " Qui te factorem cunctorum semper adorant. " Et tu, sancta Dei Genitrix, regina polorum, " Una cum sanctis nostros suppleto rogatus ". Estuat interea castris Pisana iuventus. (255) Protinus incipiunt pugnam Brunicardia proles, Arma petunt Latii; renuit dux bella Pyrenus; Accedunt muris, et poscunt Hismahelitas. Anticipant aditus, et portis cominus instant. Pagane contra miscent fera bella phalanges, (260) Tutantes fractos invicto robore muros. [p. 123] Acrius Alphei subeunt, armisque corrusci Duros irrumpunt aditus virtute coacta. Hos lapides et tela petunt misseque sagitte Et quas interior iaciebat machina moles. (265) Tutantur clippeis tectos toracibus artus, Et iaculis missis poscunt mucronibus hostes, Immotique loco bellum renovantque feruntque. Mixta manus post hos, perpessa frequentia tela,

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Ardet in obstantem properanter currere turbam, (270) Unde graves missi veniunt in scuta molares. Hinc de plebe viri, conversi terga, videntur De fractis muris turpi cecidisse ruina. At qui bella queunt animi tolerare vigore Obstantes arcent infracto robore turmas, (275) Quamvis ter fuerant socii de marte repulsi. Tum vice qui comitum stat pollens viribus Ugo Militibus paucis intrat comitantibus urbem; Impetit et Mauros et cuspide turbat acuta, Ut celeres damas pardus per devia rura. (280) Kisibus herois cum duriter inguina fossus Tenderet ad manes inmanis viribus Alchas, Accurrunt acies relique, ferroque micanti Perlustrant urbem. Multum tamen ante cruoris Excepit tellus, quam vertere terga coacti (285) Desererent qua tunc steterant pugnando plateam. Vexillum peditum tunc Ansualdica proles Francardus gestans hostes aliunde petivit. Ast Ugonis eo comitantur et Uguitionis Artificum valide pagana per agmina vires (290) [p. 124] Sibillaque satus, multa comitante caterva. / (Pรกgina 70) Hique vigorosi certatim bella volentes Pugnando darsana petunt, paganaque leto

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Agmina dant. Balee poscunt velociter arcem, Et quacumque ruunt bellum letale videres. (295) Interfecta iacent per cuncta cadavera templa, Vulnera corporibus stillant, rivique cruoris Undique diffusi latas tenuere plateas. Pars gladio percussa cadit, pars capta tenetur, At reliquam gentem vetus Elmodenia servat. (300) Hinc comes accelerans alia de parte Pyrenus Iudeos omnes sub deditione receptat. Circuiens properat captam gens sancta per urbem, Ferrea captorum dissolvens vincula fratrum, Cui faerant ostrum, bissus seu purpura vestes, (305) Aurum cum gemmis, hispanaque pallia prede. Pars restabat adhuc, fuerat pars acta laborum. Vallatur populis urbs Elmodenia, cuius Obsidet assidue celsos gens provida muros. Ut castella trahant Pisani menia sternunt, (310) Urbeque de capta planant obstantia queque. Qui presunt muris nutantes federa poscunt, Et fore non poterat variis concordia dictis. Angulus hanc habuit quam frangunt agmina turrim, Et subeunt aditus pugnantum robore factos. (315) Vi capitur turris; labor est inmensus in illa. Crescit, et artificum cito fit molimine maior.

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Signa superponunt, et clamant menia capta. Undique concurrunt, passim properatur ad arma. Tutantur Mauri iaculis gladiisque fenestras (320) A Latiis factas, quorum prontissimus, acri Dum perstat pugna, capud emittitque fenestra, [p. 125] Tentus ab Alpheo perfertur crinibus extra, Abscisusque iacet nil proficiente Rasulla. Iam patet introitus; pubes Alphea subintrat, (325) Lesa fugit moribunda falanx, repetitque coacta Urbem, que regis sat parvula circuit arcem. Occubuere tamen plures ferro, quibus extra Late profusus cruor extitit experimento. Circumstans Pisana manus muralia frangit (330) Robora cum tectis, binasque ad menia turres Festinando trahit; formidine barbara turba Concutitur; poscunt vite tutamina pauci. Alphei nec concedunt, nec pacta refutant. Pars scalis innixa subit, pars funibus acta (335) Excelsas scandit nec inerti robore turres. Barbara gens faciendo fugam conscendit in arcem. Arx invicta stetit bellis superanda cruentis, Septem protensas porrexit in aera turres Sat plus sublimes quam celsa theatra Quiritum. (340) Pontica vis, late preruptis subdita saxis,

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In tuto posite latus unda proluit arcis. Partibus a reliquis fossa circumdatur ampla, / (Pรกgina 71) Lata decem fuit hec, undenis passibus alta. Hanc tutabantur fortes per prelia mille. (345) [p. 126] Et darsana super positas duo robora turres Audaces pariter nitebantur retinere, Monstrabantque suos validos in bella furores. Dum dant assaltus crebros, dum vulnera miscent, Dum perimunt plures, multos fundendo cruores, (350) Turribus insistens geminis Alphea iuventus Menia tutantes duros deterret Hyberos. Tormenti iactu muri sternuntur et hostes, Quos aries pulsat, quatit et densissima moles. Maura manus murum, per quem testudo trahenda (355) Obstantem turrem iuvenilibus acta petebat Viribus, in celerem mox compulit ire ruinam. Angulus inpulsus turris ruit. Improba turba Protinus inde fugit. Scala Raimundus in ipsam Scandit, terque decem Mauros pugnando fugavit. (360) Hinc audax quemdam prosternit cuspide vasta, Insistens gladio multos perimit feriendo. His reliquos sequitur letis successibus hostes. Difugiunt alia dimissa barbara turri Agmina precipiti saltu. Sed quinque superstant.

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(365) Hi trabe percutiunt pugnantem, fortius ille Perstat: tunc validi saxi confringitur ictu, Oraque cum mediis moles proiecta resolvit Faucibus, hinc lapsus de muro concidit alto, Belligerator obit. Celi de carne solutam (370) Accipiunt animam. Socii deflentur amores, Kotus et ignotus lacrimas dant atque querelas, Et gemitus pariter mittunt communiter altos. Accedunt acies, turri subponitur ignis, Perque gradus Ugo scale Fugatia scandit. (375) [p. 127] Quinque superstantes adversis viribus hostes Conantem iuvenem multo stridore coartant. Denique conanti poterat succurrere nemo, Milenos ictus clipeo galeaque ferenti. Longa laboris erant nimium toleranda pericla. (380) A prima solis subit hic certamina luce, Que nonam sane durare videntur in horam. Accensis animis tandem quidam sociorum Ingreditur turrim prudenter, summaque scandit, Et dum quinque petunt nudis mucronibus ipsum, (385) Ugo subit turrim, binique subinde secuntur. Primus et hic gladio mox privat vertice Maurum, Atque, rota posita, clipeum velociter huius Accipit, et reliquos gladio violentus eodem

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Appetit, ac binos stricto mucrone recidit. (390) Ast alios binos bini stravere sodales. Arx sine profuso numquam superanda cruore Restabat. Sedet hanc Pisana potentia circum, Observatque simul, venatrix utpote turba / (Pรกgina 72) Orrendos ursos servat, cohibetque caverna. (395) Rex novus interea factis perterritus istis, Postquam cuncta vidit Pisano robore vinci, Vivus ut evadat timidas se flectit ad artes, Expertosque satis promissis implet amicos. Et rate vectus habit, septem comitantibus illum, (400) Qui Baleare solum dudum rexere priores. Hunc Dodo, qui vigili servaverat equora cura, Sulcantem pelagus capiens ad castra reduxit. Christicolas nuper solitus macerare catenis [p. 128] Compedibus tentus rex ferrea vincla subivit. (405) Hinc Balee populus regem sibi fecit Alanta Hispanum, cuius nec erat durabile regnum. Qui, de Dalmatii leto perterritus extans Cui caput arripuit, nulli se credidit umquam. Hec timidus memorans binos sibi reperit utres, (410) Et vacuas inflans multo subflamine pelles Intro commissis cohibet spiramina filis. Sic Hispanus Alas, pro navi pellibus usus,

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Per freta longa natat, credas delphina natantem. Equore diffugium facit hic, sociosque relinquit. (415) Perfringunt muros urbis Pisana domosque Agmina, per factos aditus castella trahuntur. Artibus, ingeniis, augmenta per aera crescunt Artificum studio, civisque laborat et hospes Alterutri parti nimie dare dampna ruine. (420) Saxa, lapis, cespes late fundamina fosse Intus iacta replent; muris castella propinqua Consistunt; durus paries berbece foratur; Turres alterno conduntur in arce labore; Fulcra superponunt, pretiosaque pallia, telas, (425) Que sua non faceret multo mercator in auro. At sub castello positi de menibus ignes Sulphureas mittunt per aperta foramina flammas, Quas auste puteis poscunt et fontibus unde. Extinctas Latii flammas torresque putabant, (430) Clam vigiles sed erant: tunc alta palatia moles Et tormenta petunt; certant cum turribus unci, [p. 129] Funibus et tracte ducuntur ad infima turres. Postque dies aliquot furtive robora flamme Creverunt subtus, fumus quoque qualis ab Ethna (435) Progreditur, tetro quando Vulcanus in antro Concitat igniferas plenas caligine nubes.

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Tunc propere poscuntur aque, superadditur unda, Sed proiecta nequit tectas extinguere flammas. Castellum mox retro trahunt, dum desinat ignis. (440) A proprio postquam cessavit flamma calore, Ingeniosa cohors castella reducit ad arcem Percutiens aries inpulsu perpete turrim, Robora celsa quatit, labuntur ad infima cautes. / (Pรกgina 73) Interea Sochi cum binis cessit ab arce (445) Militibus, pueris comitantibus atque puellis, Et dedit Alpheis precium sine nomine multum. At reliqui flammis sese donare minantur Quicquid habent precii, nisi, libertate potiti, Ad quecumque velint loca permittantur abire. (450) Alphei contra referunt: " Vos perdat et aurum " Cunctipotens vestrum, qui tam perversa putatis. " Carius est etenim vos tali morte resolvi " Kobis, quam Balee pretiosa vel optima queque ". Hec Gerioneus populus non percipit aure. (455) Tormentis AIphea manus circumpetit arcem, Constituitque duos mirando rabore pontes. Menibus impositum Pisanum robur in unum Protinus ascendit, lente dum ponitur alter. Dum pugnant Mauri tantisque laboribus assunt, (460) [p. 130] Alphei properant. Procedit Grunnius ante,

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Oppositumque sibi violentem proterit hostem, Iuxta quem reliqui mox progrediuntur in arcem. Maurorum quidam statim descendere scalas Incipiunt, multi sese preferre periclis (465) Mortis non dubitant, ne confodiantur inulti. Sed velut accipitres celeri properare rotatu Pennarum levitate solent, ubi plurimus anser Aere suspensus fluvialia deserit arva, Et prosecta velut promtos laniata per ungues (470) Cum plumis distracta iacent, sic cernere posses Pisanos properare viros, Maurosque iacere. Inde Pyrenee regionis rector in arcem Ascendens letus, superatos increpat hostes. Plures ense cadunt, multi cecidere fenestris. (475) Hic certat iugulare mares, trahit ille puellas, Et facta preda muri sternuntur et edes. Hinc ignis cesos et lingnea tecta perurit. Depopulans agros terre loca circuit hospes. Inde viri veniunt et cum pueris mulieres, (480) Inde boves pecudumque greges et multa supellex. [p. 131] Pasca celebratur. Burabe de nexibus exit, Cuius dat nato Pisana potentia regnum. Denique victores, felici classe parata, Ad sua quique meant. Hos et de litore spectant

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(485) Et miranda canunt Christi magnalia gentes. Pisanam tandem Burabe transductus in urbem Prebuit Italie sese spectabile monstrum. [p. 132] (…)”. (82). DE KICOLÁS MASCARÓ, Joan C. & MOLL MERCADAL, BERKAT. “Sellos bizantinos de Menorca. Un arconte mallorquín para las Baleares en el siglo VIII”. www.segellsbizantins_defi.pdf Página 28. Castillo de Santa Águeda. “(…) Las posibles fortificaciones urbanas de Pollentia y Palma, los asentamientos en altura con trazas evidentes de fortificación y de ocupación preislámica como Sa Penya de sa Bastida, el Castell de Santueri o el Castell d´Alaró en Mallorca, el Castell de Santa Águeda en Menorca o incluso la fortificación bizantina o castellum de can Pins en Formentera son un recordatorio de carácter estratégico y militar en las Baleares durante la Antigüedad tardía y el periodo bizantino. Entre todas estas fortificaciones cabe destacar el papel del Castell d´Alaró en el que resistieron durante ocho años los últimos rum bizantinos, tras la definitiva conquista árabe de 902-903 (CAU, MÁS LLADÓ, 2005) (…)”. (66). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 175. Capítulo LXVI. De la embajada que los ricos hombres de Aragón y Cataluña enviaron al papa; y de la venida del legado apostólico a Cataluña. Y como fue jurado el infante por los catalanes y aragoneses en cortes. Pedro Fernández de Azagra. “(…) Los tíos del rey alteran la gente, pretendiendo suceder. Fue también enviado, según el arzobispo don Rodrigo escribe, al papa para solicitar se entregase la persona del infante a los suyos, Hispan obispo de Albarracín, que en este hecho fue muy gran parte. Y fue enviado -según algunos autores escriben- a instancia de don Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín, que con gran solicitud procuró su deliberación; porque don Sancho conde de Rosellón y el infante don Hernando, tíos del rey, andaban alterando y conmoviendo la gente del reino, pensando cada uno que le competía la sucesión del reino, no embargante que estaba ya declarado que el matrimonio de la reina doña María había sido según orden y disposición de la iglesia. Y tenían 160


puesto en división y bando los ricos hombres y ciudades del reino (…).Don Pedro Fernández toma la voz del infante don Jaime. Pero don Pedro Fernández, que fue hijo de don Fernán Ruiz, y las mismas ciudades y villas del reino, resistían a su pretensión, teniendo por legítimo sucesor al infante don Jaime (…). / (Página 176) El conde don Sancho y el infante don Hernando no vienen a las cortes; y por qué. Concurrieron todos los perlados, ricos hombres, barones y caballeros, y diez personas de cada una de las ciudades, villas y lugares principales, excepto el conde don Sancho y el infante don Hernando tíos del infante, que andaban en asonadas con las gentes de su opinión, teniendo esperanza en la división que había entre los ricos hombres, que se apoderarían de la mayor parte de la tierra; porque cada uno de ellos tenía fin de reinar. (…) El conde don Sancho gobernador general. Y que sobre todos fue nombrado por procurador general el conde don Sancho. Y que esto se ordenó con consentimiento de los pueblos. Concordia con Kavarra. En el mismo tiempo los que tenían el gobierno de Zaragoza se concordaron con don Sancho rey de Kavarra para que pudiesen entrar libremente los del un reino al otro, por qué no se hiciesen guerra sin que interviniese en ella el rey don Jaime. Muerte del de Castilla y su mujer, y sucede don Enrique su hijo. Murió don Alonso rey de Castilla según parece en anales antiguos a 5 del mes de octubre de este año; y el postrero del mismo mes falleció la reina doña Leonor su mujer. Y quedó sucesor en el reino de Castilla y de Toledo don Enrique su hijo, de muy poca edad. Y fue el primero de este nombre, que se le dio por Enrique rey de Inglaterra su agüelo, padre de la reina doña Leonor su madre. / (Página 177) cual dio después a la orden de Calatrava. Batalla en que fue preso el conde de Flandes; y quién era. Y por el mes de julio año de 1214 fue aquella grande y sangrienta batalla entre Otho que había sido privado del imperio y Felipe rey de Francia, junto a Tornay, en la cual los alemanes y flamencos quedaron rotos y vencidos. Y fue en ella preso don Hernando conde de Flandes habiendo muerto infinita gente de ambas partes. Fue este conde de Flandes primo hermano del rey don Pedro de Aragón; y era hijo de don Sancho rey de Portogal y de la reina doña Dulce hija del príncipe don Ramón Berenguer y de la reina doña 161


Petronila; y casó con Juana condesa de Flandes hija de Balduino emperador de Constantinopla (…)”. (67). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 180. Capítulo LXIX. Del bovaje que se otorgó al rey por el principado de Cataluña. Pedro Fernández de Azagra, mayordomo del reino de Aragón. “(…) Muerte desastrada del de Castilla. En este año, un martes a 6 de junio, murió en Palencia el rey don Enrique de Castilla desastradamente, siendo herido en la cabeza de una teja jugando con sus donceles; y murió dentro de algunos días, y tenía trece años. Y sucedió en el reino de Castilla la reina doña Berenguela su hermana, que era casada con el rey don Alonso de León. Llega el rey a Zaragoza; y quiénes estaban con él. De Monzón vino el rey a Zaragoza a donde fue recibido con gran solemnidad y fiesta y asistiendo en su consejo don Sancho Ahones obispo de Zaragoza, don Bernaldo obispo de Barcelona, su canciller, don Berenguer de Eril obispo de Lérida y Roda, Arnaldo vizconde de Castelbó, don Guerao de Cabrera, don Guillén de Moncada, Dalmao de Castelbisbal, don Pedro Fernández de Azagra mayordomo del reino de Aragón señor de Albarracín, don Rodrigo de Lizana, don Blasco de Alagón, Atorella, por el mes de mayo de 1218 se procuró de pacificar las diferencias que había entre algunos ricos hombres que tenían puesto el reino en gran división (…)”. (68). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 187. Capítulo LXXV. De las bodas que el rey celebró con la infanta doña Leonor hermana de la reina doña Berenguela de Castilla y León. Boda de Jaime I con Leonor de Castilla, hermana de doña Berenguela. “(…) Las hijas que tuvo el rey don Alonso de Castilla y su sucesión. Después del cerco de Albarracín se trató matrimonio al rey con la infanta doña Leonor hermana de la reina doña Berenguela mujer del rey de León y Galicia que poco antes había sucedido en el reino de Castilla por muerte del rey don Enrique su hermano. El conde don Alvar Kúñez de Lara que tuvo cargo de 162


la crianza del rey por se apoderar de él contra la voluntad de la reina doña Berenguela su hermana, había tratado de casarle con doña Mafalda hija de don Sancho rey de Portogal, y fue traída a Castilla. Pero no hubo el rey don Enrique hijos de ella y sucedió la reina doña Berenguela que pretendía había sido jurada en tiempo del rey don Alonso su padre. Y allende de estas hijas tuvo a doña Blanca que casó con Luis hijo primogénito de Filipo rey de Francia y fue madre del rey Luis canonizado por santo; y a doña Urraca que casó con don Alonso segundo rey de Portogal; y a doña Constanza, que fue monja y abadesa de las Huelgas de Burgos. Casa el infante de Castilla con hija del emperador. Puso luego la reina doña Berenguela al infante don Hernando su hijo en la posesión del reino y celebráronse sus bodas en la ciudad de Burgos con doña Beatriz, hija de Filipo, que fue eligido en emperador de los romanos y era prima del emperador Federico el segundo; y el mismo día que fue en la fiesta de sant Andrés del año 1220 se armó caballero. Guerra entre la reina de Castilla y los condes de Lara; y por qué. Aunque tuvo gran contradicción la reina en esta sucesión, porque los condes don Alvar Kúñez de Lara y don Fernando después de la muerte del rey don Enrique pretendieron que debía suceder la reina de Francia, que era la mayor de las hijas del rey don Alonso; y no le querían entregar los castillos que tenían en su poder por el rey don Enrique. Y sobre esto hubo guerra entre la reina y los condes que duró mucho tiempo; y enviaron a requerir a la reina de Francia que viniese a tomar la posesión de su reino. La reina doña Blanca de Francia renuncia el derecho del reino de Castilla y por esto entró la reina de León. Y por estar las cosas del reino de Francia en gran turbación y tener lo de aquel reino en aventura de perderse quedando el rey Luis de Francia su hijo muy niño, dio licencia que los condes entregasen las fuerzas y les alzó el homenaje que habían hecho al rey don Enrique su hermano. Y por esto y por no dar lugar que el reino de Francia se juntase con el de Castilla y quedase unido con el de León olvidaron la fe y naturaleza que debían a la legítima sucesora; y en esto estuvieron los más conformes en tanto grado que muchos afirmaban que la reina doña Berenguela fue la mayor y recibieron por sus señores a la reina y al infante don Hernando su hijo porque 163


Castilla no se sujetase a Francia. / (Página 188) Casamiento del rey con la infanta doña Leonor. Por el mismo tiempo se concordó el matrimonio de la infanta doña Leonor hermana de la reina doña Berenguela con el rey de Aragón; y se efectuó por consejo de los ricos hombres y caballeros que estaban cerca del rey y amaban su servicio; que lo procuraban con recelo que no se apoderase de la tierra el conde don Sancho y el infante don Hernando que descubiertamente pretendían reinar. Y estaba a gran peligro la vida del rey siendo de tal edad que estaba muy sujeta a cualquiere ofensa. Por esta causa don Jimeno Cornel y don Guillén de Cervera, que eran los principales de su consejo, y don Guillén Ramón de Moncada senescal de Cataluña que estaba casado con doña Constanza hermana del rey, que eran del mismo acuerdo, instaron en que el matrimonio se efectuase. Va el rey a recibir la reina a Agreda; y quién va con él. Partió el rey con los ricos hombres y caballeros de su corte para la villa de Agreda para recibir a la reina; y fueron con él don Sancho obispo de Zaragoza, don García obispo de Huesca, fray Guillén de Allaco maestre del Temple, fray Folch maestre del Espital, don Kuño Sánchez hijo del conde don Sancho, don Guillén Ramón de Moncada senescal de Cataluña, don Jimeno Cornel, don Blasco de Alagón mayordomo del reino, don Pedro Ahones y otros muchos ricos hombres y caballeros. El de Castilla y la reina vienen con la infanta; y quién los acompaña. El rey de Castilla y la reina su madre trajeron a la reina doña Leonor muy acompañada; y vinieron en su acompañamiento don Lope Díaz de Haro alférez del rey de Castilla, don Gonzalo Ruiz mayordomo, don Alvar Díaz, don Martín Muñoz, don Rodrigo Rodríguez, don Garci Fernández mayordomo de la reina de Castilla, don Gonzalo González, don Pedro Ponce y otros muchos ricos hombres y caballeros de Castilla y León. En Agreda se hacen las bodas; y las arras que dio el rey a la reina. Celebráronse las bodas con grande solemnidad en aquella villa de Agreda a 6 del mes de febrero del año de la navidad de 1221. Y señaló el rey en arras a la reina las villas de Daroca y Epila, Pina, Uncastillo con la ciudad de Barbastro y Tamarit de San Esteban, Montalbán, Cervera con las montañas de Siurana y Prades.

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El rey se vela en Tarazona y se arma caballero. De Agreda se vino el rey con la reina a Tarazona y en aquella ciudad se veló en la iglesia de santa María de la vega de Tarazona; y fue armado el rey caballero ciñéndose él mismo la espada que estaba sobre el altar. Tenía entonces doce años y entraba en estos mismos días de las fiestas de su matrimonio y caballería en el treceno año. Cortes en Huesca. Y convocáronse cortes a los aragoneses para la ciudad de Huesca; y tuvo en Fraga la fiesta de la Anunciación de nuestra Señora. Y iban en su acompañamiento don Blasco de Alagón mayordomo del reino, don Ladrón, don Atho de Foces, don Guillén de Cervera, don Ramón de Moncada, don Bernaldo Guillén tío del rey hermano de la reina doña María, don Guillén de Cervellón, don García Pérez de Meitat, Roldán Laín, Pedro de Alcalá y Sancho Duerta. Aquel mismo día dio el rey la villa de Monreal a Daroca que se había dado por cámara a la reina doña Leonor. Coronación del emperador Federico. En este mismo año el emperador Federico y la emperatriz doña Constanza su mujer, que era tía del rey de Aragón, fueron coronados por el papa Honorio en Roma de la corona imperial, con mucha solemnidad y fiesta; aunque después se convirtió en grande enemistad (…)”. (69). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 192. Capítulo LXXVIII. De la guerra que el rey hizo en Cataluña contra don Guillén de Moncada vizconde de Bearne y contra los de su bando. Muerte de Filipo de Francia, padre de san Luís. “(…) Muerte del rey de Francia casado con la hermana del de Castilla. Por el mes de julio del año de nuestra redención de 1222, murió el rey Filipo de Francia; y sucedió en el reino el rey Luis su hijo, que estaba como dicho es casado con doña Blanca hija del rey don Alonso de Castilla, hermana de la reina doña Leonor que casó con el rey don Jaime: y fue madre del santo rey Luis de Francia, que sucedió a su padre (…).Muerte del rey de Portogal; y sus hijos. En este tiempo murió don Alonso segundo de este nombre de los reyes de Portogal, que fue casado con doña Urraca, hija de don Alonso rey de Castilla. Y hubieron a don Sancho que sucedió en el reino, y a don 165


Alonso que casó con Matildis condesa de Bolonia, ciudad que está junto a la ribera del mar en Picardía; y a don Hernando señor de Serpa que casó con doña Sancha hija del conde don Hernando de Lara; y a doña Leonor que, según en los anales de Portugal se refiere, casó con el rey de Dacia (…)”. (70). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 200. Capítulo LXXXI. De la guerra que el rey hizo en los lugares que tenían la voz del infante don Hernando. Muerte del rey de Francia. Cuevas bodas con Francia. “(…) El rey de Francia gana a Aviñón y del todo acaba la herejía de los albigenses. Y Luis rey de Francia tuvo cercada la ciudad de Aviñón que estaba inficcionada de la herejía de los albigenses; y habiéndose ganado por combate, mandó derribar sus muros. Y entonces se acabó de estirpar aquella herejía; y fue muerto el conde Guido de Monforte hermano del conde Simón de Monforte de una saeta, en un lugar del condado de Tolosa. Muerte del rey de Francia. Volviendo de esta guerra el rey de Francia adoleció en Mompensier y murió allí de la dolencia. Y Luis que era hijo mayor sucedió en el reino. El conde de Puitiers casa con prima hermana de rey, y sucedió en Tolosa. Y don Alonso que después fue conde de Puitiers, casó con única hija de Ramón último conde de Tolosa y sucedió en aquel estado; y era prima hermana del rey don Jaime, hija de doña Sancha hermana del rey don Pedro su padre. Dejó el rey de Francia otros dos hijos: a Roberto que fue conde de Ras y Picardía, y a Carlos que fue duque de Angeus y conde de Proenza y el primero de aquella casa que fue rey de Sicilia, de quien sucedieron los que después reinaron en Kápoles y los de la casa de Durazo. La reina doña Berenguela hace jurar a su hijo por rey de Castilla. En Castilla después de la muerte del rey don Enrique hubo grandes movimientos de guerra, parte emprendida por los ricos hombres de ella, parte por causa del rey de León. Y procuraba la reina doña Berenguela que los ricos hombres y pueblos de Castilla jurasen al infante don 166


Hernando su hijo por rey y le amparasen contra sus enemigos; y con gran consejo y cordura lo acabó con ellos. Y mandó llamar a cortes a los de Extremadura y Castilla para la villa de Valladolid a donde fue su hijo jurado por rey y coronado en la iglesia de santa María, siendo de edad de diez y ocho años. Casa el rey con hija del emperador Filipo. Y comenzó a prevalecer la voz y partido del rey don Hernando. Y fue casado con doña Beatriz hija del emperador Filipo hermano del emperador Henrico que fue muerto por el conde Palatino, y de María Irene su mujer que fue hija del emperador Isacio Angelo, que sucedió en el imperio de Constantinopla a Andrónico Comneno. Había sido casada primero esta María Irene, según parece por las historias de Sicilia, con un hijo del rey Tancredo, la cual en la historia del arzobispo don Rodrigo se llamó María. Y estando esta princesa con el emperador Federico su primo, rey de Sicilia, la envió muy acompañada a Castilla; y celebraron sus bodas en Burgos (…)”. (71). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 204. Capítulo LXXXV. De la reconciliación del conde de Tolosa con la Iglesia y lo que se ordenó de sus estados. El conde Ramón de Tolosa vuelve a ser admitido por la Iglesia tras su excomunión. “(…) Don Ramón conde de Tolosa sale a penitencia en camisa y le reconcilian los legados. Por el mes de abril del año 1228 el conde don Ramón de Tolosa que fue el último señor de aquella casa, se concordó con Luis rey de Francia y con Romano diácono cardenal de Santangel, legado de la sede apostólica; ante el cual fue con grande humildad y devoción a pedir penitencia. Y estando ante el altar mayor de la iglesia de París, desnudo en camisa, en presencia del legado y de otro legado del reino de Inglaterra, fue admitido a reconciliación de la santa madre iglesia y quedó absuelto de la sentencia de excomunión en que estaba ligado mucho tiempo había. Cómo se concertó la paz entre el conde de Tolosa y el rey y los legados. Concertóse la paz entre el rey y el conde de esta manera: que prometió el conde al legado en nombre de la iglesia y al rey, que sería fiel a la iglesia romana de allí adelante y al rey y a sus sucesores; y que en sus tierras y estado siempre haría guerra y perseguiría a los herejes y a sus fautores y 167


secuaces y receptadores, y purgaría la tierra de aquella contagión, y con todas sus fuerzas y poder mandaría hacer inquisición contra ellos. Para que mejor y más fácilmente los que estaban contaminados de aquel error se pudiesen descubrir, prometió que pagaría dos marcos de plata por tiempo de dos años y de allí adelante uno perpetuamente a cualquiere que prendiese algún hereje y estuviese condenado por el ordinario o por otro juez delegado que tuviese poder. Y fue condenado el conde en gran suma de dinero para fundar rentas de ciertas abadías y monasterios / (Página 205) Recibe el conde la cruz para ir a la guerra de ultramar. Después de la absolución recibió la insignia de la cruz del legado para ir a la guerra contra infieles a ultramar, a la cual había de ir desde el pasaje del mes de agosto siguiente en un año y residir en la guerra cinco años continuos. Prometió de tratar benignamente y como amigos a todos aquellos que siguieron en las guerras pasadas a la iglesia y al rey de Francia y a los condes de Monforte y a sus valedores. El conde casa su hija única con hermano del rey de Francia; y los pactos que por causa de la reconciliación capitularon. Con esto fue concordado que el conde entregase su hija que era única - la cual hubo en doña Sancha hermana del rey don Pedro de Aragón y se llamó Juana- al rey de Francia; y se había de casar con uno de sus hermanos con dispensación de la iglesia. Y dejó el rey al conde todo el obispado de Tolosa exceptando la tierra que llaman del mariscal, la cual después de la muerte del conde de Tolosa, el mariscal y todos sus sucesores la habían de tener por el rey de Francia. Y quedaba todo el territorio del obispado de Tolosa al hermano del rey que casase con la hija del conde, y de sus hijos y descendientes. Mas en caso que el hermano muriese sin dejar hijos de la hija del conde de Tolosa, aquella ciudad y obispado había por esta concordia de volver al rey de Francia y a todos sus sucesores; y la hija del conde u otros hijos o herederos si los tuviese quedaban excluidos de la sucesión sin que pudiesen tener recurso por ningún derecho, sino tan solamente los hijos que hubiese el hermano del rey de Francia de la hija del conde y sus descendientes. Río Bechar, a donde está. Quedaban también al conde de Tolosa los obispados agenense y rodense y toda la parte del obispado de Albi que está de aquella parte del río Bechar a la parte de Gayllach, reservándose a la corona de Francia la ciudad de Albi y todo lo que está de esta parte del río 168


en aquel obispado hasta Carcasona. Dejóse también al conde el obispado de Cahors excepto la ciudad y los feudos que tuvo en aquel estado el rey Filipo agüelo del rey de Francia al tiempo de su muerte; y esto se le dejaba para que tuviese el dominio como verdadero señor y sucediesen los hijos legítimos del conde si los hubiese o en su lugar su hija y su marido. Ródano, río en Francia. Toda la otra tierra y estado que los condes de Tolosa tenían de la otra parte del Ródano en el reino de Francia y cualquiere derecho que les competía, lo renunció precisa y absolutamente al legado apostólico en nombre de la iglesia perpetuamente y prometió entonces que mandaría derribar los muros de la ciudad de Tolosa y arrasar las cavas, y de otras treinta villas y castillos que el legado le señalase. Y juró en su presencia esta concordia y que haría jurarla a todos sus vasallos y los absolvería del homenaje. Y para en seguridad de la iglesia y del rey de Francia, había de entregar el castillo Karbonés y la peña de Albiges y otras fuerzas. Arma caballero al conde el rey de Francia; y pierde por esta concordia el de Aragón el directo dominio de aquel estado. Acabado esto, se hizo gran fiesta al conde, y fue armado caballero por el rey de Francia. Y de esta manera aquellos estados que por gran parte eran sujetos al directo dominio de los reyes de Aragón fueron o adquiridos o usurpados por el rey de Francia faltando hijos de la hija del conde de Tolosa y de don Alonso conde de Puitiers su marido, hermano del rey de Francia, con quien se concertó que casase (…)”. (72). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 211. Capítulo III. De la sentencia de divorcio que se pronunció por el obispo de Santa Sabina, legado apostólico entre el rey y la reina doña Leonor, habiéndose declarado primero por legítimo el infante don Alonso su hijo. Divorcio de Jaime I de Leonor de Castilla. “(…) El rey trata divorcio con la reina; y por qué. La principal causa de la venida del legado a este reino fue porque el rey de Aragón trató de apartarse de la reina doña Leonor su mujer. Y según se escribe en la misma historia del obispo de Burgos fue por gran discordia que hubo entre ellos; y como eran parientes en grado prohibido por la iglesia por ser bisnietos del emperador 169


don Alonso, el rey hizo instancia en apartarse de la reina teniendo ya de ella un hijo. Hace el legado junta en Tarragona; y quiénes fueron a ella. Sobre esta causa fue enviado el obispo de santa Sabina por el papa Gregorio nono. Y por ser negocio tan grave y que tocaba tanto a los reyes de España, mandó congregar el legado en la ciudad de Tarragona gran número de perlados y personas eclesiásticas muy señaladas en letras. Y el rey se fue de Calatayud a Tarazona. Asistieron en este negocio don Rodrigo arzobispo de Toledo, Spargo arzobispo de Tarragona y los obispos de Burgos, Calahorra, Segovia, Sigüenza, Osma, Lérida, Huesca, Tarazona y Bayona. Las razones que el rey propone al legado para el divorcio. Y siendo asignado día para que el rey y la reina oyesen la declaración y sentencia, antes que el legado la pronunciase, el rey en presencia suya y de los perlados y personas eclesiásticas y de muchos ricos hombres y caballeros que allí se / (Página 212) hallaban, se levantó en pie y dijo así: "Que él había sido casado con la reina doña Leonor en haz de la santa madre iglesia; y tuvo creído que era aquel matrimonio legítimamente contraído y de él había habido al infante don Alonso su hijo; y teniéndole por legítimo le había instituido por su heredero y sucesor en el reino y le había jurado por tal, prestándole los homenajes para después de sus días". El rey de nuevo legitima al infante don Alonso. Y que hallándose allí con ellos, no sabiendo lo que se determinaría en aquella causa, en su presencia confirmaba y ratificaba lo que había dispuesto y ordenado cerca de la sucesión en favor del infante su hijo. Y si pareciese que tenía necesidad de legitimación, por su poder y preeminencia real lo legitimaba para todo aquello que por su autoridad podía ser legítimo; y le constituía y declaraba por su heredero y sucesor en el reino. Y quería y mandaba que así como era jurado sucediese después de sus días y fuese recebido por rey y señor de sus súbditos y vasallos. Atendida la buena fe en que el infante nació, le declaran por sucesor. Esta declaración fue confirmada en la sentencia del divorcio que luego se pronunció por la buena fe en que el infante había nacido, que había sido jurado por los aragoneses en la ciudad de Lérida por heredero y sucesor en el reino de Aragón y en el señorío de aquella ciudad. Porque el rey 170


estando determinado de apartarse de la reina, le pareció que no siendo el matrimonio legítimo, bastaba que el infante sucediese en el reino de Aragón. El rey declara que en el principado de Cataluña se pueden heredar hijos de otra mujer; y causa alguna alteración. Y ordenó que el principado de Cataluña quedase a su libre disposición en que fuesen heredados los hijos que tuviese en otra mujer; lo que causó alguna más división entre aragoneses y catalanes tratando el rey en dividir aquellos estados de la corona de Aragón. Dióse esta sentencia en fin del mes de abril de 1229 (…)”. (73). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 233. Capítulo XIV. Cómo el rey antes de pasar tercera vez a Mallorca legitimó al infante don Alonso, su hijo y, le declaró por heredero universal; y se le rindieron los moros que estaban en la isla de Mallorca. Alonso, hijo de Jaime I. “(…) El rey legitimó segunda vez al infante don Alonso su hijo; y cómo le instituyó heredero. Estando en aquella ciudad a 6 del mes de mayo del año de nuestra salvación de 1232, legitimó por su autoridad real otra vez al infante don Alonso su hijo, que le criaba en Castilla la reina doña Leonor su madre; e instituyóle por su heredero en los reinos de Aragón y Mallorca y en los condados de Barcelona y Urgel y en el señorío de Mompeller que antes se había reservado y en todas las otras tierras que se conquistasen; y mandaba a los ricos hombres y ciudades de sus reinos que después de su muerte le obedeciesen como a señor natural. Institución que hizo el rey en falta del infante don Alonso su hijo. Sustituía en lugar del infante por su heredero en caso que muriese sin dejar hijos, a su primo don Ramón Berenguer conde de la Proenza y a sus hijos; y en defecto de ellos nombraba a la sucesión al infante don Hernando su tío; y después de él a los más propincos de la sangre real. Y dejaba al infante debajo de la protección de la sede apostólica, encomendado a Spargo arzobispo de Tarragona su tío.

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Tutores que el rey nombró al infante don Alonso su hijo y con qué condiciones. Y por tutores, al mismo arzobispo y a los que sucediesen en su lugar y a los maestres de la caballería del Temple y del Espital de Jerusalem que estuviesen en sus reinos, y a don Guillén de Cervera monje de Poblete, para que lo criasen en el castillo de Monzón. Ordenó que esta institución que se hacía del infante en la sucesión de sus reinos fuese con condición que la reina su madre y el rey de Castilla entregasen al infante a sus tutores, para que ellos le criasen a su voluntad; y en caso que por algún tiempo su hijo presumiese entrar poderosamente con gente extranjera para apoderarse del reino, no fuesen obligados los ricos hombres de Aragón y Cataluña y sus naturales de obedecerle, si no fuese viniendo como debe venir el rey a sus vasallos. / (Página 234) En presencia de quién se publicó la disposición del rey. Esta disposición se publicó estando presente el arzobispo de Tarragona y el abad de Poblete y el prior del monasterio de los predicadores de Barcelona que se decía fray Pedro Cendra, y don Guillén de Moncada, don Pedro Cornel, don Bernaldo Guillén tío del rey y Vallés de Vergua, Assalido de Gudal y Pedro Pérez justicia de Aragón (…)”. (74). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 243. Capítulo XIX. Del matrimonio que se trató entre el rey y Violante hija del rey de Hungría; y que se entregó a Ariza a la reina doña Leonor su primera mujer. Matrimonio de Jaime I con Violante de Hungría. “(…) Trata matrimonio el rey con Violante, hija del rey de Hungría; y quién fue. Por este tiempo se trató matrimonio al rey por medio del papa Gregorio IX con Violante hija de Andrés rey de Hungría y de la reina Violante su mujer, que fue hija de Pedro Altisiodorense emperador de Constantinopla, que sucedió en aquel imperio por disposición del emperador Enrique su suegro, y él sustituyó por heredera y sucesora en él a su hija; y fue muerto según se afirma a gran traición por Teodoro Láscaro que pretendía pertenecerle a él la sucesión del imperio por parte de su mujer que fue hija del emperador Alexio. Los que para concluir el casamiento del rey vinieron a Barcelona y el dote que le dieron. Vinieron a Barcelona para concluir lo de este matrimonio 172


del rey, don Bartolomé obispo de Cinco Iglesias y un señor principal de Hungría que llamaban el conde Beraldo; y señaláronle en dote con ella doce mil marcos de plata y todos los derechos que le pertenecían que según solemnemente lo juraron ante el rey y su corte eran diez mil marcos de plata que se debían a la infanta por el dote de la reina su madre y doscientos marcos de oro que le debía el duque de Austria, y cierta parte del condado de Kemurs en Flandes y el estado que fue de sus progenitores en Francia y las tierras que tenía en el reino de Hungría y las que su madre le dejó en Borgoña. Concluyóse el matrimonio del rey y a quién se prefirió. Concluyóse este casamiento en Barcelona a 20 del mes de febrero del año de la navidad de 1234. Y fue preferido este matrimonio al de la hija del duque de Austria, aunque se daba con ella al rey muy mayor dote, como se escribe en su historia. El rey parte para Burriana. Entretanto, por animar a los que estaban en guarda en la frontera, partió el rey para Burriana, y estuvo en ella por espacio de dos meses, y de allí se vino a Montalbán por el mes de mayo. (…) El rey vino a Escatrón, y con quién. Tratóse en este tiempo que se viese el rey con el rey de Castilla por dar orden en asentar algunas diferencias que con la reina doña Leonor tenía después que fue apartado de ella por sentencia. Por estos días que se concertaban las vistas, el rey se detuvo en aquella comarca, y de allí se vino por el mes de junio a Escatrón; e iban con él Trencavello vizconde de Beses, don Kuño Sánchez, don Guillén de Moncada, don Pedro Cornel, Pelegrín de Castellezuelo, Fernán Díaz mayordomo de la corte, don Jimeno de Urrea, Fernán Pérez de Pina y Pedro Pérez justicia de Aragón. El asiento que en el monasterio de Huerta se tomó con la reina doña Leonor, primera mujer del rey. Viéronse los reyes en el monasterio de Huerta junto a la raya de Aragón, a 17 de septiembre de este año, y vino allí la reina. Y fue concordado que el rey le diese la villa y castillo de Ariza con todos sus términos durante su vida no se casando; y que no se le pusiese embarazo en las otras villas y lugares que la reina tenía ni en las rentas que se le habían dado para su mantenimiento. Demás de esto hizo pleito homenaje el rey que no le quitaría al infante don Alonso su hijo, que ella / (Página 244) tenía consigo, ni permitiría que se sacase de su poder contra su voluntad, hasta que fuese de edad legítima; ni la 173


persona de la reina sería presa o detenida, antes la recibiría debajo de su fe y amparo. Ariza se entregó a la reina doña Leonor y con qué convenios. Con esto se entregó Ariza a la reina habiendo el rey don Hernando su sobrino jurado que con todo su poder haría que Ariza después de la muerte de la reina fuese restituída al rey de Aragón o en caso que ella se casase o pusiese en religión; y que él en este medio no la ocuparía ni se apoderaría de ella. Monasterio que la reina doña Leonor hizo, de la orden que Komberto de Lotharingia fundó en el monte Premoste; y lo que de esto se escribe. Los reyes se despidieron; y luego fue entregada Ariza a la reina. La cual había comenzado a fundar un monasterio en la villa de Almazán allende Duero, de la orden de Premoste; cuyo fundador había sido Komberto de Lotharingia, muy rico y poderoso caballero, que menospreciando el favor y lugar que con los reyes y príncipes del imperio tuvo, dejando el siglo, edificó en un yermo llamado Premoste una casa de nueva religión y obediencia, de donde tomaron nombre sus sucesores. Algunos escriben que la reina se recogió en el monesterio de las Huelgas de Burgos y fue enterrada en aquel monasterio que ella fundó, al cual el infante don Alonso su hijo dotó de mucha renta (…)”. (75). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 268. Capítulo XL. De las cortes que el rey tuvo en Daroca a donde el infante don Alonso fue jurado por primogénito y sucesor en el reino de Aragón; y de la diferencia que hubo si se extendían los límites del reino hasta las riberas del Segre. Alonso, hijo primogénito de Jaime I con Leonor de Castilla. “(…) Los perjuicios que tuvo el infante don Alonso en estos límites, de donde se siguieron grandes alteraciones. Ko solamente perjudicaba el rey al infante don Alonso en quitar el principado de Cataluña, pero en despojarle del señorío de la ciudad de Lérida y del condado de Ribagorza y de los otros lugares situados entre Segre y Cinca; de los cuales hizo entonces donación con el principado de Cataluña al infante don Pedro, sin exhibir lo que tocaba al condado de Ribagorza y a las otras villas y lugares que ganaron de los moros el rey don Sancho y el rey don Pedro su hijo y el emperador don Alonso su hermano, que como 174


arriba está dicho, tuvo la conquista hasta Pallás, y declaró el rey que le hacía donación de Cataluña desde Salsas hasta Cinca. Y esto fue ocasión de algunas alteraciones que adelante sucedieron (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 269. Capítulo XLI. De la disensión que se comenzó a mover entre el rey y el infante don Alonso su hijo primogénito. Alonso, hijo primogénito de Jaime I con Leonor de Castilla. “(…) El infante don Alonso se retiró del rey; y los ricos hombres que le siguieron. Anduvo el infante don Alonso por esta causa apartado del rey; y estaba en la villa de Calatayud en el mes de febrero de este año; y con él el infante don Hernando tío del rey que ya se intitulaba abad de Montaragón, don Pedro Fernández de Azagra señor de Albarracín, don Gonzalo Ruiz comendador de Almazán, don Pedro de Alcalá comendador del Espital de Calatayud hermano de don Ferriz de Lizana, don Juan González de Heredia que fue muy buen caballero y se halló en la conquista del reino de Valencia, a quien heredó el rey y dio la villa y castillo de Azubeba, don Gil Garcés de Deza, Díaz González, Gonzalo de Mesa, Gutier Ruiz y otros caballeros de Aragón y Castilla; y siguió también esta voz el infante don Pedro de Portugal con algunos lugares del reino de Valencia. Divídense los aragoneses y valencianos en la una u otra parte. Estaban los aragoneses y valencianos puestos en armas; favoreciendo las ciudades y villas y los ricos hombres a la una o a la otra parte; y valiéndose el infante don Alonso del rey de Castilla, se temió no se comenzase entre padre e hijo guerra (…)”. (76). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 269. Capítulo XLII. Que la villa de Algezira se rindió al rey; y del matrimonio que se concertó entre el infante don Alonso de Castilla y la infanta doña Violante, hija del rey de Aragón. Matrimonio entre Alonso de Castilla y Violante de Aragón, hermanastros, ambos hijos de Jaime I. “(…) El rey con los caballeros de San Juan cerca a Játiva; y por 175


qué levantó el cerco. Por el mes de abril de este año pasó el rey con Hugo de Folcalquer, que era castellán de Amposta, y con todo el convento de su orden y con su caballería, a ponerse sobre la villa de Játiva; y tuvieron algunas escaramuzas con los moros que salían a pelear con la gente del rey; y en ellas se señalaron don Pedro de Vilaragut de la orden de sant Juan y don Jimeno Pérez de Pina y dos caballeros que se decían García de Agüero y Guillén de Pax. Pero el rey se concertó con el alcaide de Játiva y levantó el cerco; porque se trató que se viese con el rey de Francia. Y en el mes de junio de este / (Página 270) año de 1244 según parece en algunas memorias, se vieron en Alvernia, en una casa muy devota que se dice Santa María del Puy. Y pasado más de un año volvió el rey a Valencia con propósito de acabar la conquista de la otra parte del río Júcar. El arraez de Algecira se recela y se va; y se entrega el lugar al rey; y lo que en él hizo. Entonces sucedió que el arraez de Algecira recelándose que el rey tenía aviso de los tratos que se llevaban con Sancho Sánchez de Mazuelo y con el infante don Alonso, temió no fuese contra él; y salióse de Algecira con treinta de caballo y fuese a la ciudad de Murcia. Los vecinos de aquel lugar, que quedaban sin señor ni caudillo, dieron de ello aviso al rey y trataron de rendirle la villa, dejándolos en sus heredades y en la secta y costumbres que tenían en tiempo de los almohades. Entregaron el lugar y tres torres que en él había; y puso el rey sus alcaides en ellas y mandólas ceñir con una muralla y quedó hecho un fuerte como castillo; y quedaron en él los cristianos separados de los moros y en buena defensa. Y acabado esto el rey se vino para Aragón. Gana el infante don Alonso a Lorca y Mula, y el rey a Arjona y Castalia. Prosiguiendo el infante don Alonso su conquista por el reino de Murcia, ganó en este año dos lugares muy importantes, que fueron Lorca y Mula; y en el mismo año tomó el rey su padre a Arjona y Castalia y otros muchos castillos de aquella frontera. Estaban en este tiempo los reyes de Aragón y Castilla muy puestos en proseguir la guerra contra los moros a gran furia y como en competencia, aunque entre sí estaban harto discordes así por sus pretensiones ordinarias del derecho del reino de Kavarra, como por querer cada uno extender su conquista. Casa el infante de Castilla con doña Violante, hija del de Aragón. Pero hubo entonces entre los reyes buenos terceros y confederándose por este tiempo mediante matrimonio del infante don Alonso hijo primogénito del 176


rey de Castilla, con la infanta doña Violante que fue la mayor de las hijas del rey. Y fue llevada la infanta a Castilla y celebráronse sus bodas en Valladolid por el mes de noviembre del año de 1246 con grandes fiestas (…)”. (77). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 279. Capítulo XLVII. Cómo se rindió al rey el castillo de Biar y todo lo que restaba del reino de Valencia. Familia de Jaime I. “(…) El de Castilla trata de apartarse de su mujer, y pide una hija del rey de Koruega; y con esto rompe el de Aragón y Castilla. Tras esto el rey de Castilla con color que no tenía hijos de su mujer, desaviniéndose de su suegro, trató de se apartar de ella, y envió -según se escribe en su historia con sus embajadores a pedir al rey de Koruega que le diese por mujer una hija que llamaban Cristina. Y comenzó a romperse la guerra entre suegro y yerno y hacerse mucho daño por las fronteras de los reinos de Murcia y Castilla. E interponiéndose entre ellos algunas personas celosas de su servicio, estando el rey en el cerco que tenía sobre Biar, se procuró que se hiciese enmienda y satisfacción de los daños y robos que se habían hecho del un reino al otro después que el rey don Alonso comenzó a reinar, exceptándose el derecho que el rey de Aragón pretendía en algunas villas y castillos del reino de Murcia que debía ser de su conquista por los pactos que los reyes sus predecesores asentaron con los reyes de Castilla. Vino la hija del rey de Koruega a casar con el de Castilla, y él la casó con su hermano. En este medio el rey de Koruega envió a su hija muy acompañada como se requería a una princesa que venía a ser reina de Castilla; pero en este medio la reina doña Violante se hizo preñada, y el rey de Castilla su marido casó a la infanta de Koruega con el infante don Felipe su hermano, que era abad de Valladolid y electo arzobispo de Sevilla (…)”. (78). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 279. Capítulo XLVII. Cómo se rindió al rey el castillo de Biar y todo lo que 177


restaba del reino de Valencia. Familia de Jaime I. “(…) Muerte del rey don Hernando de Castilla. En el año de 1252 a 30 de mayo, falleció en la ciudad de Sevilla el rey don Hernando, que fue uno de los más excelentes y valerosos príncipes que en España antes de él reinaron y conquistó de los moros las ciudades de Córdoba y Sevilla y la mayor parte de la Andalucía. Sucede el rey don Alonso y hace treguas con el de Granada. Sucedió en aquel reino el infante don Alonso su hijo, y después de la muerte del rey su padre habiéndose coronado en Sevilla, lo primero que trató fue asentar treguas y amistad con el rey de Granada que era la principal y más poderosa fuerza que quedaba en España a los moros que se redujeron a la aspereza y fragura de grandes montañas; y en ellas, quedando su poder y reino en tan angostos límites, se defendieron tanto tiempo parte por la fortaleza de muchos castillos que tenían y parte por el ordinario socorro que les venía de Africa (…)”. (79). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 285. Capítulo LI. Que el rey dio al infante don Alonso su hijo la procuración general de los reinos de Aragón y Valencia; y que don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, se hizo vasallo del rey. Familia de Jaime I. “(…) Da el rey la procuración de Aragón y Valencia que aún no era de los primogénitos, por entretenerlo. Todavía el infante don Alonso en este tiempo, andaba apartado y desavenido del rey su padre; y no faltaba quien le indignase y siguiese con tratos que entre él y el rey de Castilla había; porque el rey su padre, contra el asiento de la concordia, mostraba procurar su desheredamiento; y había dado al infante don Jaime, hijo segundo de la reina doña Violante, el reino de Valencia y el de Mallorca, siendo conquista de la corona y reino de Aragón, cuya sucesión por razón de la primogenitura decían que le pertenecía. Mas por le asegurar y sosegar en su servicio y desviar todo escándalo y alteración, hízole donación de la procuración del reino de Aragón y Valencia, lo cual en aquellos tiempos aún no era concedido por fuero a los primogénitos como después lo fue; puesto que era la costumbre que el primogénito tuviese las veces de la procuración y gobernación general que era una

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misma cosa. Lo cual hizo el rey por entretenerlo con esto, esperando ocasión cómo le pudiese tener sujeto y obediente a toda su voluntad. Don Alvar Pérez de Azagra sucede en Albarracín; viene a hacer reverencia al rey; le hace merced. Estando el rey en Valencia por el principio del mes de junio de 1254 vino a le hacer reverencia don Alvar Pérez de Azagra, que por muerte de don Pedro Fernández su padre había sucedido en el señorío de la ciudad de Albarracín; y ofreció de seguir y servir al rey con su persona y vasallos mientras viviese; y el rey le hizo merced en honor de cincuenta caballerías. El infante don Alonso hace homenaje al rey, de no favorecer al de Castilla contra él. De Valencia partió el rey para Biar por acercarse a las fronteras del reino de Murcia; porque el rey de Castilla había mandado poner más gente de guerra de la que antes había en sus guarniciones, y recelábase no se moviese por aquella parte alguna novedad. Allí le hizo pleito homenaje el infante don Alonso su hijo, que si el rey de Castilla moviese guerra contra él y sus reinos, no le daría favor; antes ayudaría al rey su padre y no iría contra aquella promesa por razón de los pactos y concordias que tenía con el rey de Castilla; y prometió que de nuevo no haría con él otra liga ni confederación alguna. Tras esto volvió el rey para Zaragoza, y fuese a la villa de Estella por el mes de agosto de este año. E iban con él: don Arnaldo de Peralta obispo de Zaragoza, fray Andrés obispo de Valencia, don Pedro Martínez de Luna, don Alvar Pérez de Azagra, don Pedro Cornel, don Jimén Pérez de Arenós, don Beltrán Ahones y don Martín Pérez justicia de Aragón (…)”. (80). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 291. Capítulo LVII. Que el rey hizo donación al infante don Alonso su hijo, del reino de Valencia y se hizo unión de él con el reino de Aragón. Infante don Alonso. Conde de Saboya. “(…) Los aragoneses sintieron el desheredamiento del infante don Alonso y querellándose toman su voz. Los ricos hombres, caballeros y universidades de Aragón, y todos generalmente, habían sentido por muy grave que el rey hubiese desheredado al infante don Alonso su hijo primogénito del principado de Cataluña y de los condados de Rosellón y Cerdania y del señorío de 179


Mompeller, allende del de Mallorca y Valencia que se habían conquistado nuevamente, debiendo estar unido en la corona como los reyes sus predecesores lo acostumbraron en todos los señoríos y tierras que se ganaron de los infieles; y se pretendía que no se debiera hacer, especialmente en lo que / (Página 292) tocaba a Cataluña y a la ciudad de Lérida, por la cual habían prestado homenaje al infante los ricos hombres, caballeros y naturales de Cataluña. Por causa de esta querella siguieron de nuevo muchos de los ricos hombres y universidades la voz del infante; y suplicaron al rey que tuviese por bien de le desagraviar. Por sosegar el reino da el rey al infante don Alonso el reino y absuelven él y el infante don Jaime a los vasallos de los homenajes. Tomó el rey por medio por sosegar a sus súbditos de hacer donación del reino de Valencia al infante don Alonso y que se uniese con Aragón y lo heredase después de sus días. Y ya desde el año pasado estando en Lérida a 29 del mes de agosto absolvió a los ricos hombres, caballeros y alcaides del reino de Valencia y a todos generalmente del juramento que habían hecho al infante don Jaime como a heredero de él, y mandó que lo hiciesen al infante don Alonso. Fue también necesario que el infante don Jaime absolviese a los ricos hombres, caballeros, alcaides, ciudades y villas del reino de Valencia del juramento y homenaje que le habían prestado por mandado del rey, porque esta fidelidad se le había expresamente dado hasta que otra cosa el rey en ello proveyese; y fue el infante don Alonso de nuevo jurado por heredero de los reinos de Aragón y Valencia. Con todo esto el rey muestra desamor al infante don Alonso, y anduvo apartado del rey. Pero con todo esto, siempre el rey le mostró desamor e hizo menos buen tratamiento y acogimiento que a los otros hijos naturales que tenía, y anduvo apartado de él y en su desgracia. Y se vino a Zaragoza por el mes de mayo del año de 1258; y siempre se intitulaba primogénito y heredero del rey, para más publicar el agravio que le hacía su padre Pretende don Artal que la villa de Luna era suya y no podía ser del heredero; y echa los oficiales del infante ignominiosamente. Después, habiéndole hecho el rey donación de la villa de Luna, pretendiendo don Artal que era suyo el honor del lugar como lo fue de sus pasados y que no podía dar el rey tierra en honor al primogénito heredero, estando el rey en Mompeller echaron de la villa de Luna a sus oficiales y ministros muy afrentosamente, siendo el infante gobernador general. 180


Carta del rey sobre este caso; y por qué la pone aquí el autor. Sobre esto envió el infante a quejarse al rey; pero mostró poco sentimiento del caso, porque no se procedió contra ellos como fuera razón conforme a las leyes y fueros que estaban ordenados, como parece por una carta que sobre ello el rey le mandó escribir. Entre otras causas me pareció que no era fuera de razón que aquí se leyese, porque se entienda que no solamente no murió tan mozo este príncipe como los historiadores pasados escriben y algunos de estos tiempos que con más diligencia han querido mostrar haber inquirido las antigüedades de estos reinos, pero fue gran ejemplo entre otros príncipes mal afortunados y perseguidos, porque habiendo pasado negocios tan arduos y de grande alteración que duraron mucho tiempo, aunque vivió más que la reina doña Violante su madrastra -de quien se podía sospechar que nacieran sus disfavores-, apenas se nombra en la historia del rey ni se hace mención de estos sucesos, haciéndola tan particular de otros hechos; de donde creo se vino a conjeturar que murió siendo de muy poca edad: "Don Jaime de Aragón y Mallorca y Valencia, conde de Barcelona y de Urgel, señor de Mompeller, a su muy caro fijo don Alonso infante de Aragón. Sepades que don Eximén Pérez de Pina e don García Frontin e don Pedro López de Eslava, vinieron a nos de vuestra parte e contáronnos el fecho según que vos era avenido en Luna, e aquello que don Artal e don Sancho Ramírez e don Lope Ferrench e caballeros e otros omes de la tierra vos habían fecho. La qual casa entendida embiamosvos a decir que vos venredes, e cuando seredes con nos daremos vos a entender que si ninguno ha feyto lo que non deve darlen demos pena a tal que será honra vuestra e escarmiento de los que son en el reyno. Del feyto de don Artal e de Ruy Ximénez de Luna vos embiamos a dezir que nos lo avemos elongado, fasta que seades con nos; que otrosí y deven ellos fer: e allí sabida la verdad daremos a cada uno la pena que merece. E fasta aquel tiempo rogamos vos que otra cosa non fagades. Aun rogamos y mandamos vos que vos fagades tener la tierra en dreytura e vayades contra los malfeytores quanto vos podiéredes según fuero de la tierra; en tal guisa que los unos e los otras hi ayan parte e no lo haya solamente la una partida. E fagades en tal manera / (Página 393) que Dios ne sea pagado e nos; que todo quanto vos ne faredes por dreyto a nos sabrá bueno e seremos ne pagados. Dada en Mompeller a quatro de las calendas de marzo año del Señor de M.CC.L.VIII."

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Envía el rey a desafiar a la señoría de Aste si no pone en libertad a los hijos del conde de Saboya. Esto era en el año de la navidad de nuestro Señor de 1259, a 26 del mes de febrero. Y en el mismo tiempo desde la villa de Mompeller envió el rey a desafiar a la señoría de Aste si dentro de un mes no pusiese en libertad a los hijos del conde de Saboya que estaban en muy estrecha prisión y cesasen en la guerra que hacían en su estado. Quién fue este conde de Saboya y cómo fue preso y vinieron sus hijos en poder de la señoría de Aste. Este fue el conde Bonifacio de Saboya a quien según parece en los registros del rey don Jaime prendieron mucho antes los de Turín siendo su señor natural y le tuvieron muchos años en prisiones en estrecha y dura cárcel muy inhumanamente. Y la señoría de Aste con gran tiranía le sacaron de poder de sus vasallos y para librarlo se les dieron en rehenes a los de Aste los hijos del conde y otras personas muy principales que ellos pidieron, que tenían aún en prisión en este tiempo. Y no contentos con haberse apoderado de los hijos del conde tomaron a su mano diversos castillos y fuerzas de aquel estado, no queriendo de otra manera poner en libertad la persona del conde. Y aun con todo esto hacían a sus tíos y a todo su estado todo el mal y daño que podían. Y el conde, después de suelto de las cárceles de Turín y de Aste, por lo que había padecido por la aspereza de la prisión, vivió pocos días. Pierres de Saboya, hermano del conde, cobró gran parte de su señorío y fue muy aliado del rey. Por declararse el rey en este negocio y querer valer a los señores de aquella casa, Pierres de Saboya hermano del conde Amadeo y tío de Bonifacio, cobró gran parte de su estado que estaba en poder de sus adversarios y él fue recibido por señor; y reconociendo este beneficio fue muy aliado y confederado con el rey don Jaime. (…)”. ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 338. Capítulo LXXVII. Del fallecimiento de los reyes de Francia y Cavarra y de la reina de Francia hija del rey de Aragón. Familias franconavarra de Jaime I. “(…) [proyecto fallido para casar al infante Sancho de Castilla.] En este mismo año por el mes de octubre el rey de Castilla concertó matrimonio del infante don Sancho su hijo con doña Guillelma de Moncada hija de don Gastón vizconde de Bearne y señor de Moncada 182


y Castelvell, que era sobrina de doña Constanza de Bearne, hermana del vizconde, que casó con don Diego López de Haro señor de Vizcaya, que fue madre del conde don Lope. Y el rey de Castilla se obligaba que dentro de un año después que doña Guillelma fuese a Castilla, mandaría poner en el castillo de Monzón veinte mil maravedís de oro para que se empleasen en heredamientos a voluntad del rey y del vizconde. Más este matrimonio no hubo efecto, y después doña Guillelma casó con el infante don Pedro hijo del rey don Pedro de Aragón (…)”. (81). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 295. Capítulo LX. De la muerte del infante don Alonso; y del matrimonio que se trató entre el infante don Pedro y Constanza, hija del rey Manfredo. Familia Jaime I. “(…) Casamiento y muerte del infante don Alonso y su entierro. Aunque en muchas cosas se conoció cuán desfavorecido estuvo el infante don Alonso de su padre, pareciólo manifiestamente que siendo de tanta edad no se dio lugar que casase como se requería siendo el primogénito. Y a la postre se concertó matrimonio entre él y doña Constanza, hija primogénita de don Gastón vizconde de Bearne, que fue hijo de don Guillén de Moncada que murió en la conquista de Mallorca. Mas falleció el infante dentro de breves días después de ser concluido el matrimonio, al mismo tiempo que sus hermanos andaban ya contendiendo por la sucesión de los reinos siendo él legítimo / (Página 296) sucesor. Ko dejó hijo ninguno; y fue enterrado en el monesterio de santa María de Veruela de la orden de San Bernaldo, según afirma el autor antiguo de la historia de Aragón. (82). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 333. Capítulo LXXV. De la ida del rey a Buros a las bodas del infante don Hernando su nieto. Bodas de Hernando, nieto de Jaime I. “(…) Embajada del rey de Castilla al de Aragón en Zaragoza, pidiéndole se halle en las bodas de su hijo el infante don Hernando. Vínose el rey de Mompeller a Cataluña y de allí al reino de Aragón. Y estando en Zaragoza 183


llegaron embajadores del rey de Castilla que de su parte le pidieron le fuese a honrar en las bodas del infante don Hernando su hijo que había de celebrar con doña Blanca hija del rey Luis de Francia, la cual trajo Filipo su hermano. Vino en su acompañamiento el conde Deu hermano de Juan de Brena rey de Hierusalem que también se llamó emperador de Constantinopla; y muchos perlados y señores franceses. Y hallóse -según se escribe en la historia de Castilla- en ellas, Eduardo príncipe y sucesor del reino de Inglaterra que era cuñado del rey de Castilla, casado con la infanta doña Leonor su hermana. También vino a Burgos a estas fiestas el marqués de Monferrat que estaba casado con la infanta doña Beatriz hija del rey de Castilla y también los embajadores de los electores del imperio que habían eligido por rey de romanos al rey don Alonso. Sale el rey de Castilla a recibir al de Aragón entre Agreda y Tarazona. El rey se partió luego para Tarazona; y el rey de Castilla que era venido a Agreda para recibir a su suegro, salió a la mitad del camino de Tarazona, y de allí partieron juntos para Soria, de donde fueron a Burgos. En pocas fiestas se sabe haberse hallado juntos tantos príncipes como en éstas concurrieron con el rey de Castilla; porque estaban con él el infante don Alonso de Molina su tío, los infantes don Fadrique, don Manuel y don Felipe sus hermanos, los infantes don Hernando, don Sancho, don Pedro, don Juan y don Jaime sus hijos, y el infante don Sancho arzobispo de Toledo hermano de la reina, y todos los prelados y ricos hombres de su reino. Con el rey don Jaime fueron los infantes sus hijos y muchos ricos hombres y caballeros de estos reinos. Halláronse tantos príncipes en estas bodas que pudo con razón llamarse corte de reyes y príncipes entonces la de Castilla. Y no solamente estuvo aquella corte llena de muy grandes señores y caballeros, pero de príncipes e infantes hijos de reyes; donde se hallaron presentes los primogénitos y sucesores de los reinos de Francia, Inglaterra, Aragón y Castilla; y verdaderamente se pudo decir que fue corte de reyes y príncipes. En la historia del rey de Castilla se escribe que en estas cortes Eduardo recibió la orden de caballería de mano del rey don Alonso, siendo cierto que la recibió en el año de 1255; y en esta fiesta de las bodas armó caballero al infante don Hernando su hijo, y los infantes don Juan y don Pedro la recibieron de mano del infante su hermano y don Lope Díaz de Haro señor de Vizcaya. El rey de Castilla quisiera que el infante don Sancho también 184


recibiera la caballería del infante don Hernando su hermano, pero estorbólo el rey don Jaime su agüelo que quería que la tomase del rey su padre y no de otro ninguno; y según en la historia de Castilla se escribe quedando su padre desdeñado, él se fue para el infante don Pedro de Aragón su tío. Duran las fiestas la mayor parte del año; y hace en ellas el rey de Castilla grandes mercedes a propios y extranjeros. Duraron aquellas fiestas gran parte del año, en las cuales el rey de Castilla hizo grandes mercedes así a los naturales como a los extranjeros de sus reinos. Hállase la emperatriz de Constantinopla en Burgos a este tiempo y por qué. Antes de esto cuenta la historia de este príncipe, que era venida a su corte estando en la ciudad de Burgos la emperatriz de Constantinopla que dejaba preso al emperador su marido en poder del soldán de Babilonia. La causa de su venida escribe haber sido porque teniendo concertado el rescate de su marido en cincuenta quintales de plata siéndole dadas la dos tercias partes por el papa y el rey de Francia, teniendo noticia de la liberalidad y grandeza de ánimo del rey de Castilla, deliberó de venir a pedirle cumplimiento de aquella suma; y él ofreció de mandar pagar todo el valor del rescate, con que restituyese al rey de Francia y a la iglesia las dos tercias partes que había recibido. Opinión acerca de la venida de esta emperatriz y causas de ella. A muchos muy curiosos y diligentes en inquirir las cosas antiguas ha causado gran duda y sospecha este cuento, porque en él ni se nombra el emperador que dicen haber sido preso ni la emperatriz que acá vino, ni entre los príncipes que en aquella ocurrencia de tiempos poseyeron el dominio del imperio griego se halla por quien haya acaecido este tan grave caso que fuese preso de infieles, como en esta historia se / (Página 334) refiere; y lo han tenido por ficción, sin hacer de ello memoria en la relación de los hechos y vida del rey don Alonso en cuanto tuvo dependencia con la sucesión del imperio de Alemania, que fue eligido en contradicción de algunos de los electores, como en su lugar se dirá. Yo como no puedo afirmar ser en todo verdadero lo que cerca de esto se escribe, así estoy persuadido que no careció de gran semejanza de verdad, aunque se fueron añadiendo cosas denotan entera noticia del hecho porque fue cosa tan señalada que o fuera atrevidamente inventado o con descuido y negligencia sobrada de los autores no referido. Pero atrevida simpleza sería inventar lo que nunca fue 185


para venir a comprobar este hecho, como decir que el emperador Balduíno el segundo fue preso por el soldán en el Bósforo lo que ningún autor afirmó jamás; y sobraban otras muchas razones para tener por muy verisímil que fuese la mujer de este Balduíno la que vino a Castilla, si entendieran lo que pasó en aquella sazón de tiempo y quién ella fue. Grave averiguación de quién fue y cómo se llamó esta emperatriz, y de la razón de su venida; y otras cosas muy particulares del imperio griego. Pocos años antes de estas cortes sabemos que estaba el imperio griego partido entre diversos príncipes; y los unos tenían su principal asiento y trono real en Kicea, ciudad muy famosa de la Bitinia y en Andrinópoli, y extendían su reino por la parte de Europa por las regiones que comarcaban con los búlgaros y por la de oriente en Asia en la Bitinia y en el imperio de Trapisonda; y eran señores de aquellas provincias de Asia que llamaban Katolia. Y en este imperio reinaba Teodoro Láscaro hijo del emperador Calo Juan Batazo y de Irene, hija del emperador Alexio Angelo, por cuyo derecho Teodoro sucedió en aquel imperio. Los otros príncipes tenían su reino en la ciudad de Constantinopla y le poseían desde el tiempo de Balduíno conde de Flandes, de cuya casa y linaje sucedían; y por este tiempo era su sobrino señor de aquel imperio, Balduíno el segundo hijo del emperador Roberto; el cual quedando muy mozo tuvo cargo del imperio y de su persona por orden de los sumos pontífices Juan de Brena rey de Hierusalem; y todo el tiempo que vivió y le tuvo a su cargo fue tan señor de él que se llamó emperador de Constantinopla. Este príncipe tuvo una hija en la emperatriz doña Berenguela su segunda mujer, hermana del santo rey don Hernando, que se llamó Marta; y ésta fue casada con Balduíno según se averigua por relación bien antigua de un autor portugués del tiempo del rey don Alonso que ganó las Algeciras, que escribió las vidas de algunos reyes de Castilla y Portogal. [miguel Paleólogo se apodera del imperio. Condado de Kemours.] Habiéndose apoderado Miguel Paleólogo del imperio y reino que poseyeron los Láscaros, y estando la gente de guerra del emperador Balduíno en cierta expedición en Asia y él muy puesto en poner en orden su armada, por traición se dio entrada a la gente de Paleólogo en Constantinopla, y aquella ciudad se alzó tan de rebato que Balduíno con el patriarca de Constantinopla que se llamaba Justiniano, y los suyos, 186


corrieron peligro de ser muertos o presos; y se acogieron a ciertos navíos y desampararon la tierra. Esto fue por el año 1259 y Balduíno se vino a Italia para procurar el socorro de los príncipes del imperio latino para la empresa de restituírse en aquel reino y solicitar todos los potentados de la cristiandad contra Paleólogo. Y mucho antes de su desastrado caso había vendido a la reina doña Blanca tía del rey de Castilla, en Francia, el condado de Gemurs; y ella luego como excelente princesa le dio a su mujer la emperatriz Marta que era su sobrina. [príncipes bizantinos en la corte castellana.] También sabemos y nos consta por ciertos instrumentos que en el año de 1255 estaban en Sevilla en la corte del rey don Alonso tres hermanos de la emperatriz Marta que se llamaban hijos del emperador de Constantinopla y de la emperatriz doña Berenguela, a quien el rey por ser sus primas hermanas dio vasallos y les hizo mucha merced: y el uno de éstos era don Alonso que se llamaba conde Deu que era estado de los señores de la casa de Brena, y otro se llamó don Luis que era conde de Belmonte, y el tercero fue conde de Monforte y se llamó Juan. Y Alonso y Luis estaban en España el año 1263. Por los anales de Flandes parece que en el año de 1262 estaba en aquellos estados la emperatriz Marta y traía gran contienda sobre el condado de Gemurs. Y a estas cortes de Burgos según dicho es vino el conde Deu hermano del rey Juan de Brena como se afirma en la historia del rey don Jaime que se ordenó en su nombre y es la más antigua y cierta relación que tenemos de las cosas de aquellos tiempos. Considerando estas cosas tengo yo para mí por muy cierto que esta princesa fue la que se refiere / (Página 335) que vino a Castilla; y que habiéndose de celebrar las bodas del infante don Hernando con tanta solemnidad y fiesta y siendo tan loado el ánimo grande y generoso del rey de Castilla, que era su primo hermano, procuró de favorecerse de su liberalidad y largueza para la empresa de su marido; y es conforme a razón que viniese el conde Deu su tío en su acompañamiento. Parece esto venir en tanta conformidad y que satisface tanto a la razón de los tiempos, que no nos deja escrúpulo de que no se haya de entender por esta princesa lo que las historias de Castilla escriben; aunque se mudó algo en el hecho que no había sido, pues no falta autor que escribe que el rey Juan de Brena para tener cierto el socorro de la señoría de Venecia para la defensa y conservación de la ciudad de Constantinopla puso en empeño en poder de venecianos a su hijo y una parte de la cruz en que nuestro redentor padeció muerte y 187


pasión. Y así el socorro de esta deuda o rescate que se hizo por el rey de Castilla debió ser una de las señaladas liberalidades y larguezas de aquellos tiempos. [la emperatriz Constanza, refugiada y heredada en Aragón.] En nuestras memorias también es cosa muy sabida que en los postreros años del reinado del rey don Jaime, vino a su corte doña Constanza emperatriz que se llamaba de los griegos, que fue mujer del emperador Calo Juan Vatazo, que como dicho es fue hija del emperador Federico. Este Calo Juan Vatazo tuvo el señorío de Andrinópoli y sucedió en el derecho del imperio de Constantinopla por razón de Teodoro Láscaro su suegro que casó con única hija del emperador Alexio Angelo; y Teodoro no dejó hijo varón sino a Irene que casó con este Calo Juan, y hubieron un hijo llamado Teodoro Láscaro que sucedió en este imperio legítimamente; cuyo hijo fue Calo Juan Vatazo, a quien habiéndose Miguel Paleólogo apoderado de todo aquel imperio hizo sacar los ojos siendo de diez años, y vivió algún tiempo en tan miserable estado por la maldad y tiranía de aquel príncipe. Casó el emperador Calo Juan Vatazo segunda vez con esta princesa doña Constanza hija del emperador Federico; y muerto su marido fue muy maltratada del emperador Teodoro Láscaro su entenado y después de Miguel Paleólogo que se hizo tutor de Juan hijo del emperador Teodoro. Habiendo sido preso el capitán general de Paleólogo, por cuyo valor fue entrada la ciudad de Constantinopla por el rey de Tesalia que se llamaba Miguel -que era suegro del rey Manfredo padre de su segunda mujer que se llamó Elena-, envióle el rey Manfredo su yerno; y entonces por causa de su rescate envió Paleólogo a su hermana al rey Manfredo. Era ya en esta sazón muerto el rey Manfredo su hermano y casi todo el imperio griego vino a recaer en poder de Paleólogo, y el reino de Sicilia estaba ocupado por el rey Carlos. Y así se vino la emperatriz doña Constanza a Aragón para la infanta doña Constanza su sobrina. Y fue bien recogida por el infante don Pedro y diósele estado en el reino de Valencia a donde ella moró todo el tiempo de su vida. [la infanta griega Irene y sus hijas acogidas en Aragón.] Casi en el mismo tiempo vino también a estos reinos la infanta hija del emperador Teodoro Láscaro que se llamó Irene; y habíala casado el emperador Paleólogo con el conde Guillén de Veintemilla; y por tener mucho deudo con el infante don Pedro de Aragón -cuanto yo creo, por parte de la reina doña 188


María su agüela señora de Mompeller- se vino a estos reinos con tres hijas que tuvo del conde de Veintemilla su marido; de las cuales se hará mención adelante, porque las dos de ellas casaron en la casa de Moncada y en la de Ayerbe (…)”. (83). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 338. Capítulo LXXVII. Del fallecimiento de los reyes de Francia y Cavarra y de la reina de Francia hija del rey de Aragón. Familias franconavarra de Jaime I. “(…) Suceso de la jornada de sant Luis rey de Francia y Tibaldo de Kavarra a Africa. Este año que fue de 1270 el rey sant Luis de Francia había mandado ayuntar muy grande armada para ir contra los moros de África; y salió del puerto de Marsella el primero de marzo; y con él iban tres hijos suyos y Tibaldo rey de Kavarra su yerno con grande caballería del reino de Francia y tuvieron en el viaje gran tormenta de que el armada estuvo en peligro de perderse. Salió a tierra en el puerto de Cartago y de allí movió el ejército a poner cerco sobre la ciudad de Túnez y en él estuvieron hasta el mes de agosto. Muerte de sant Luis rey de Francia. Y sobrevino gran mortandad y pestilencia y murió uno de los hijos del rey que llamaban Juan; y a 25 de agosto falleció el rey. Después de su fallecimiento llegaron Carlos rey de Sicilia su hermano, y Enrique hijo de Ricardo que era conde de Cornubia y electo rey de romanos. Fue alzado por rey Filipo su hijo primogénito, y levantóse el cerco con pacto que pagase el rey de Túnez en cada un año cierto tributo a Carlos rey de Sicilia y a los reyes sus sucesores. Muerte de Tibaldo rey de Kavarra. A la vuelta murió el rey Tibaldo en Sicilia, en la ciudad de Trapana, y luego la reina doña Isabel su mujer, hermana del nuevo rey de Francia siendo preñada, de los cuales no quedaron hijos. Y en el mismo año falleció la reina de Francia mujer del rey Filipo hija del rey de Aragón. Elección de Gregorio décimo en Viterbo. Los reyes de Francia y Sicilia y Eduardo príncipe de Gales y Enrique conde de Cornubia con la armada que fue a Africa se vinieron juntos a Viterbo donde residía el colegio de cardenales sede vacante, que estuvieron en gran discordia muchos días sin 189


poder concertarse en la elección. Y eligieron fuera del colegio al papa Gregorio décimo que estaba en aquella sazón legado en Suria y era lombardo, natural de Placenzia. Caso atroz y muy feo. Hallándose en Viterbo estos príncipes sucedió un caso extrañamente feo y terrible: que Guido conde de Monforte que era vicario por el rey Carlos en Toscana, no guardando la reverencia al lugar sagrado ni el respeto que debía al rey de Sicilia debajo de cuya fe habían allí concurrido estos príncipes, mató por su mano con un estoque a Enrique conde de Cornubia, estando oyendo misa en una iglesia al tiempo que el sacerdote sumía la hostia, en venganza de la muerte del conde Simón de Monforte su padre. Ko contento de haber cometido tal sacrilegio y homicidio, hay autor muy grave que escribe que le sacó arrastrando por los cabellos de la iglesia siendo muerto porque fue advertido que no se debía tener por venganza la muerte si no hiciese lo que se ejecutó en Inglaterra contra su padre, que después de muerto fue arrastrado. De que resultó grande infamia al rey de Sicilia, porque el conde acompañado de mucha gente que allí tenía se salió a su salvo de Viterbo y se acogió a las tierras del conde Rufo su suegro. Por este caso se fue el príncipe de Gales muy lastimado y con grande afrenta, porque el conde de Cornubia era su primo y tuvo por propia la injuria y ofensa. Y llevó el corazón en un vaso de oro y le puso debajo de una columna a la entrada del puente de Londres por que quedase perpetua memoria de aquel ultraje a los ingleses. Y después sucediendo en el reino tuvo gran odio y enemistad a la nación francesa (…)”. (84). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 243. Capítulo XIX. Del matrimonio que se trató entre el rey y Violante hija del rey de Hungría; y que se entregó a Ariza a la reina doña Leonor su primera mujer. Matrimonio de Jaime I con Violante de Hungría. “(…) Trata matrimonio el rey con Violante, hija del rey de Hungría; y quién fue. Por este tiempo se trató matrimonio al rey por medio del papa Gregorio IX con Violante hija de Andrés rey de Hungría y de la reina Violante su mujer, que fue hija de Pedro Altisiodorense emperador de Constantinopla, que sucedió en aquel imperio por disposición del 190


emperador Enrique su suegro, y él sustituyó por heredera y sucesora en él a su hija; y fue muerto según se afirma a gran traición por Teodoro Láscaro que pretendía pertenecerle a él la sucesión del imperio por parte de su mujer que fue hija del emperador Alexio. Los que para concluir el casamiento del rey vinieron a Barcelona y el dote que le dieron. Vinieron a Barcelona para concluir lo de este matrimonio del rey, don Bartolomé obispo de Cinco Iglesias y un señor principal de Hungría que llamaban el conde Beraldo; y señaláronle en dote con ella doce mil marcos de plata y todos los derechos que le pertenecían que según solemnemente lo juraron ante el rey y su corte eran diez mil marcos de plata que se debían a la infanta por el dote de la reina su madre y doscientos marcos de oro que le debía el duque de Austria, y cierta parte del condado de Kemurs en Flandes y el estado que fue de sus progenitores en Francia y las tierras que tenía en el reino de Hungría y las que su madre le dejó en Borgoña. Concluyóse el matrimonio del rey y a quién se prefirió. Concluyóse este casamiento en Barcelona a 20 del mes de febrero del año de la navidad de 1234. Y fue preferido este matrimonio al de la hija del duque de Austria, aunque se daba con ella al rey muy mayor dote, como se escribe en su historia (…)”. (85). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 246. Capítulo XXIII. Que el rey se concertó con don Cuño Sánchez sobre los condados de Rosellón y Cerdania; y del casamiento del rey con la reina doña Violante. Matrimonio de Jaime I con Violante de Hungría. “(…) Doña Violante, hija del rey de Hungría, casó con el rey. Este año vino la reina doña Violante hija del rey de Hungría a Barcelona, y celebráronse en aquella ciudad las bodas en la fiesta de la natividad de Kuestra Señora del mes de septiembre de este año. El conde Dionisio vino con la reina y el rey le dio estado acá; y sus sucesores. Vinieron con la reina el obispo de Cinco Iglesias que había concluído este matrimonio y un señor muy principal de Hungría que se llamó el conde Dionisio, muy deudo de la reina, que quedó en su servicio. Y el rey le dio estado en estos reinos, cuyos hijos fueron Amor Dionis y Gabriel Dionis, de quien en estos anales 191


se hace mención. Fue esta reina tan excelente princesa y de tanto valor que el rey siendo uno de los valerosos príncipes que hubo jamás y de gran seso y prudencia y muy preciado caballero, gobernó las cosas de su estado todo el tiempo que vivió principalmente con su consejo, así en paz como en guerra (…)” . (86). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 270. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) El designio que tuvo el rey en repartir sus reinos; y qué hijos tenía. Quiso el rey por este tiempo ordenar de sus reinos, de manera que entre sus hijos no pudiese nascer alguna discordia; y aunque antes había nombrado por su heredero universal al infante don Alonso -que era el mayor e hijo de la reina doña Leonor, con quien fue casado primero- y parecía que era razón que sucediese en sus reinos, tuvo más cuenta en que quedasen heredados los hijos del segundo matrimonio. Tenía entonces de la reina doña Violante cuatro hijos y otras tantas hijas, que eran los infantes don Pedro, don Jaime, don Hernando y don Sancho, y las infantas doña Violante, doña Constanza, doña Sancha y doña María (…)”. (87). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 269. Capítulo XLII. Que la villa de Algezira se rindió al rey; y del matrimonio que se concertó entre el infante don Alonso de Castilla y la infanta doña Violante, hija del rey de Aragón. Matrimonio entre Alonso de Castilla y Violante de Aragón, hermanastros, ambos hijos de Jaime I. “(…) Casa el infante de Castilla con doña Violante, hija del de Aragón. Pero hubo entonces entre los reyes buenos terceros y confederándose por este tiempo mediante matrimonio del infante don Alonso hijo primogénito del rey de Castilla, con la infanta doña Violante que fue la mayor de las hijas del rey. Y fue llevada la infanta a Castilla y

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celebráronse sus bodas en Valladolid por el mes de noviembre del año de 1246 con grandes fiestas (…)”. (88). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 271. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) Deja al infante don Alonso el reino de Aragón, y señálale los términos. E instituyó por heredero y sucesor al infante don Alonso en el reino de Aragón, designando sus límites desde Cinca hasta Ariza y desde los puertos de santa Cristina hasta el río que pasa por Albentosa. Declaráronse también los límites que podían ser dudosos entre los reinos de Aragón y Valencia y el principado de Cataluña de esta manera: primeramente se designaban hacia la parte de Teruel a donde se dividían los términos de aquella villa con los de Moya, y por la ribera del río de Albentosa que va a dar en Mora y sus términos, y de Mora como van sus límites a dar a Alcalá, que era un lugar de los frailes de la Selva; y de allí a Linares y Fortaner y a las posadas de Atorella y a Cantavieja. Desde Cantavieja iba la raya a salir al término de Castellot y al que se divide entre Alcañiz y Morella, y de allí pasaba a Valderrobres y salía al término de Orta como dividía sus términos con Tortosa y por las riberas de Ebro. Continúabanse los límites como discurre aquella ribera hasta Mequinenza, y pasaba a dar a Torrente, que era una villa del Espital de Jerusalem; y de allí a Vililla, Vallobar, Alcolea, Pomar, Castillo Cebollero y a Estada, y como va subiendo la sierra hasta Monclús y Aínsa y a los valles de Sobrarbe según partían sus términos con Ribagorza por la ribera del río Cinca hasta dar en Bielsa que parte término con Gascuña; y dan vuelta a los puertos de Aspa que confinan con la provincia de Aragón; y por las cumbres de los valles de Echo y Ansó, prosiguiendo los límites de Ansó por la sierra que divide aquel valle de los valles de Sarazal y Roncal hasta el monesterio de sant Salvador de Leire por sus vertientes (…). La forma de las sustituciones que hizo el rey en su testamento. Puso sus sustituciones llamando a sus hijos a la sucesión de sus reinos; y por su muerte, no dejando hijos, substituía a los hijos varones de la infanta doña Violante su hija, mujer del infante don Alonso hijo del rey de Castilla, con condición que estos reinos y estados nunca fuesen de la jurisdición del rey de Castilla 193


ni se juntasen con aquella corona; pero quedase heredero en ellos uno de los hijos de la infanta doña Violante y no reconociese superioridad alguna al rey de Castilla. Lo que sucedió de la publicación de este testamento. Ko quiso el rey que esta disposición fuese secreta y publicóse en la ciudad de Valencia a 19 días del mes de enero del año del nacimiento de nuestro Señor de 1248. De esto resultó que no sólo no se sosegaron las alteraciones que por esta causa se habían ya movido, pero se encendieron más. Y el infante don Alonso y el infante don Pedro de Portugal y los ricos hombres de su opinión se valieron del rey de Castilla, y andaban con grandes compañías de gente de guerra, conmoviendo y alterando las ciudades y villas del reino (…)”. (89). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 271. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) Saca de los límites de Aragón el condado de Ribagorza y lo que había ganado de la otra parte de Cinca; y hácelo Cataluña, y déjalo al infante don Pedro con el reino de Mallorca. Estos eran los límites del reino de Aragón en este tiempo, entre el reino de Valencia y Cataluña, en el cual dejaba heredero al infante don Alonso, excluyendo del reino de Aragón el condado de Ribagorza y lo que se había ganado de la otra parte de Cinca que era de su conquista, que se adjudicaba a Cataluña; y en ello dejaba heredero al infante don Pedro con el reino de Mallorca y con las islas adyacentes. Cómo señaló el rey los límites y términos de Cataluña. Desinuaba el rey los límites de Cataluña de oriente a occidente desde el puerto de la Clusa hasta el río de Uldecona; y desde aquel río como sale la pendiente de Traseras al paso de Miravete y atraviesa el río hasta Mequinenza, declarando que Mequinenza se incluyese dentro de Cataluña, de cuyo dominio dice el rey que era entonces; y desde Mequinenza como seguían los mojones hasta Fraga y Monzón y a los límites que partían término entre Ribagorza y Sobrarbe; y dejábale heredero en toda Ribagorza con

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sus términos como se continúan los montes Pirineos e iban a dar a Pallás y en Puycerdán y en la Seu de Urgel hasta el puerto de la Clusa (…)”. (90). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 271. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) Deja heredero al infante don Jaime del reino de Valencia, y cómo le señala sus términos. Dejaba al infante don Jaime todo el reino de Valencia desde el río de Uldecona hasta la Muela que parte término con Aguas, y desde la mar hasta el término de Requena, y de allí al río de Albentosa como va a dar en la mar. Por la parte de septentrión eran los límites del reino de Valencia como se continuaban los términos de Castelfabid, Adamuz y Alpuente; y parten término con los de Moya y van a dar en Requena, comprendiendo aquella villa de Requena con sus términos en el reino de Valencia, como cosa de su conquista desde el tiempo del emperador don Alonso. Pasaba el término de Requena a dar a la sierra de la Rúa y a Cabvol y a los Capdetes; y de allí discurrían los límites del reino entre Villena y Biar, hasta dar en el puerto que está de la otra parte de Biar como se continúa la sierra hasta la Muela, comprendiéndose en el reino de Valencia Castalia y Sejona con sus términos como se partían con Buzoch e iban a dar en la mar, que era lo que se había conquistado de los moros hasta este tiempo, o estaba muy cerca de conquistarse (…)”. (91). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 271. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) El infante don Hernando hereda a Rosellón y otros muchos estados en Cerdania. Al infante don Hernando -que era el hijo tercero que el rey hubo en la reina doña Violante- dejaba todo el condado de Rosellón y Conflent y Cerdania y el señorío de Mompeller y Castelnou, y los casillos de Lates y Frontinian y el Omelades con el derecho que el rey tenía en el condado de Melgor, Monferrer, Paylla, 195


Lupinian y en el Carcasses y Termens, y en el Rodes y Fenollades y Gavaldán y en el condado de Aymillán (…)”. (92). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 272. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) Al infante don Sancho ordenó que fuese de iglesia; y fue arzobispo de Toledo. Ordenó que el infante don Sancho fuese de la iglesia; y fue arcediano de Belchit y abad de Valladolid y después arzobispo de Toledo (…)”. (93). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 272. Capítulo XLIII. De los hijos que el rey tuvo en la reina doña Violante; y de qué manera los dejaban en este tiempo heredados en sus reinos. Familia de Jaime I. “(…) Lo que ordenó si le naciesen otros hijos. Y dejábales tres mil marcos de plata; y en caso que tuviese otro hijo varón quería que fuese caballero de la orden de los Templarios, y si hija que entrase en religión en el monesterio de Sijena. Pero esto no se cumplió: antes naciendo después la infanta doña Isabel casó con el hijo mayor del rey Luis de Francia que sucedió en el reino (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 290. Capítulo LVI. De la ida del rey a Mompeller y de las vistas que tuvo con el rey Luís de Francia en Carbolio, donde concordaron las diferencias que de antiguo había entre los reyes de Francia y Aragón. Boda con el rey de Francia. “(…) Trátase casamiento del primogénito de Francia con la hija menor del de Aragón; y los embajadores que fueron. Entonces se confederaron en muy estrecha amistad y se concertó casamiento entre la infanta doña Isabel, que fue la hija menor del rey de Aragón, con Filipo hijo primogénito del rey de Francia. Fueron enviados por embajadores 196


para tratar este matrimonio, después de diversas embajadas, don Arnaldo obispo de Zaragoza, el prior de Cornellá y don Guillén de Rocafull que era gobernador de Mompeller; y concordóse precediendo dispensación de la sede apostólica, por la consanguinidad que entre ellos había. Hace donación el rey a la reina de Francia de los condados de la Proenza y Folcalquer, y por qué. Y en razón del dote y arras, se había de asignar a la infanta la quinta parte del reino en tierra llana, según la costumbre de Francia. Hizo también entonces el rey de Aragón donación a Margarita reina de Francia del derecho que le pertenecía en los condados de la Proenza y Folcalquer y en todo el marquesado que llamaban de la Proenza, y en el señorío de las ciudades de Arlés, Aviñón y Marsella que fueron del conde don Ramón Berenguer que fue echado de su estado por los mismos proenzales sus súbditos con ayuda de los condes de Tolosa y se apoderó después de él Carlos hermano del rey Luis, que casó con Beatriz, la menor de las hijas del conde de la Proenza - como dicho es-, favoreciéndole para ocupar aquel señorío el rey su hermano y el conde de Saboya, con notable contradicción y descontentamiento de la reina Margarita que fue hija mayor del conde de la Proenza. Por esta donación quedó el rey con los condes de la Proenza enemigo de la casa de Aragón. Esta donación hizo el rey por excluir a Carlos; pero perjudicóle muy poco porque fue favorecido de los reyes su hermano y sobrino, y no sólo dejó pacífico aquel estado a sus sucesores, pero muy formada enemistad contra la casa de Aragón y después en esta querella perdió el reino de Sicilia (…)”. (94). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 276. Capítulo XLV. De las cortes que el rey tuvo en Alcañiz y de lo que en ellas se deliberó sobre la diferencia que hubo entre el rey y el infante don Alonso su hijo. Boda del hijo de Jaime II de Mallorca con Eva de Alagón. Familia de Jaime I. “(…) Lo que el rey procuraba: el desheredamiento del infante don Alonso. De Zaragoza se fue el rey a la ciudad de Huesca por el mes de agosto; y traía juntamente con la reina doña Violante grandes tratos con los ricos hombres de su opinión, para 197


que los hijos de la reina fuesen favorecidos y mejorados, por el odio que al infante don Alonso había concebido, cuyo desheredamiento procuraban por muy perjudiciales medios. Los que favorecían al rey contra el infante; y las promesas entre los reyes y ellos. Eran los principales por cuyo consejo el rey pretendía esto: don Guillén y don Pedro de Moncada su primo, don Pedro Cornel, don Guillén de Entenza, don García Romeu, don Jimeno de Foces, don Jimeno Pérez de Arenós, don Sancho de Antillón y don Pedro Martínez de Luna; a los cuales el rey hizo nueva promesa y obligación de los favorecer y honrar y acrecentar en sus patrimonios; y ellos hicieron a él y a la reina pleito homenaje de los servir y ayudar con sus personas y vasallos y procurar el aumento de estado de sus hijos. Lo que determinaron los nombrados. Finalmente las personas nombradas determinaron estas diferencias entre padre e hijo; y la suma de la concordia fue que el infante don Alonso se pusiese en la obediencia del rey y como a primogénito le diese la gobernación de Aragón y Valencia, reservando el principado de Cataluña para el infante don Pedro, hijo mayor de la reina doña Violante (…)”. (95). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 277. Capítulo XLVI. De la segunda división que el rey hizo de sus reinos y señoríos entre los infantes don Alonso, don Pedro y don Jaime sus hijos. Familia de Jaime I. “(…) El rey nombra de nuevo en cortes de Cataluña al infante don Pedro por sucesor en Cataluña, Ribagorza y Pallás; y le pone en posesión. Acabado esto, partió el rey para Cataluña, por dar orden que los catalanes hiciesen homenaje al infante don Pedro y le recibiesen por señor después de sus días; porque como en este tiempo había ya muerto el infante don Hernando su hijo, había determinado de hacer nueva división de sus reinos y tierras entre los infantes. Y así acordó de dejar heredero y sucesor al infante don Pedro en los condados de Barcelona, Tarragona, Gerona, Besalú, Vic y Osona; y en los de Rosellón, Cerdania, Conflent y Valespir con el condado de Urgel yen las ciudades de Lérida y Tortosa, juntamente con los condados de Ribagorza y Pallás y en todo lo que tenía o le podía al rey pertenecer desde el río 198


Cinca a Salsas, según lo dividen y parten los montes Pirineos, con el val de Arán, que se incluían en estos límites hasta nuestro mar; de lo cual le hizo donación entre vivos, especificando todos aquellos estados, en harto perjuicio del infante don Alonso primogénito, siendo declarado por legítimo heredero y sucesor, a quien los aragoneses y catalanes habían jurado y prestado homenaje de le tener por tal. Esta donación era en perjuicio del infante don Alonso y del juramento que le tenían hecho. Pero no embargante esto, hizo el rey la donación al infante don Pedro y mandó ponerle en la posesión, reservándose el usufructo durante su vida, declarando ser el legítimo sucesor y propietario; y en caso que falleciese sin dejar hijos legítimos varones, sustituía en su lugar al infante don Jaime hijo segundo de los que hubo en la reina doña Violante. Hacen los homenajes al infante don Pedro. Esta donación hizo el rey en pública corte que tenía a los catalanes en la ciudad de Barcelona a 26 del mes de marzo del año de la navidad de 1251. Y el mismo día hicieron al infante homenaje Ponce Hugo de Ampurias, Bernaldo de Santa Eugenia, Guillén de Aguilón, Jaspert de Cruillas, Hugo de Anglesola, Arnaldo Guillén de Castalla, Ramón y Galcerán d'Urg, don Guillén de Moncada, don Guillén de Cervellón, don Jaime de Cervera, don Ramón de Moncada, Bernaldo Ramón de Ribellas, Ramón de Timor y otros muchos barones y caballeros catalanes, y los ciudadanos de Barcelona, en presencia del rey (…)”. (96). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 277. Capítulo XLVI. De la segunda división que el rey hizo de sus reinos y señoríos entre los infantes don Alonso, don Pedro y don Jaime sus hijos. Familia de Jaime I. “(…) Hace donación el rey al infante don Jaime del reino de Mallorca, de Valencia y Mompeller; y le hacen los homenajes. Por la misma forma hizo la donación al infante don Jaime del señorío de Mallorca, Menorca, Ibiza y del de la villa de Mompeller. Ko contento con esto, hizo donación del reino de Valencia al infante don Jaime; y de ello le prestaron homenaje los ricos hombres y caballeros, 199


alcaides y vecinos de la ciudad de Valencia y de los castillos de aquel reino (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 381. Capítulo CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. Muerte de Jaime I. “(…) Herencia del infante don Jaime. Y porque conocía cuán dudosa era la fe y amistad entre los hermanos en quien quedaba el reino dividido, y no veía señales de mucho amor y hermandad entre él y el infante don Jaime su hermano -a quien dejaba heredado en el reino de Mallorca y en las islas adyacentes y en el condado y señorío de Rosellón y Mompeller-, encargóle encarecidamente que le amase y honrase y se contentase con la principal y mejor parte que le dejaba de sus reinos. Y encomendóle que favoreciese a don Jaime Roca obispo de Huesca, su canciller, a quien él había criado desde su niñez, y al sacristán de Lérida su hermano, y a Hugo de Mataplana arcediano de Urgel y a todos los de su casa y consejo; y que los tuviese cabo su persona y se rigiese y gobernase mediante su parecer. Manda el rey al infante procure echar todos los moriscos de su reino; y por qué. Con esto mandó partir luego al infante, encargándole que hiciese proveer los castillos del reino de Valencia de armas y bastimentos y prosiguiese la guerra con grande esfuerzo y corazón; pidiéndole y rogándole que echase todos los moros del reino, porque mientras en él estuviesen le serían enemigos perpetuos, pues tantas veces habían intentado de rebelarse contra él siendo tratados tan benignamente; y que lo mismo harían de allí adelante si los dejase en la tierra (…)”. (97). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 277. Capítulo XLVI. De la segunda división que el rey hizo de sus reinos y señoríos entre los infantes don Alonso, don Pedro y don Jaime sus hijos. Familia de Jaime I. “(…) Aunque hizo la reina su testamento este año, no murió en él; y cómo dejó herederos sus hijos. En este mismo año que la donación se hizo a los infantes, se nota en algunos anales que falleció la reina de Aragón a 9 días del mes de octubre, estando en Santa 200


María de Salas. Pero consta que su testamento se otorgó en Huesca a 12 del mes de octubre de este año y que vivió algunos años después. Mandóse enterrar en Valbona, monesterio de religiosas de la orden de Cistel en Cataluña, ante el altar de nuestra Señora. Y dejó muy encargado al rey su marido, al conde Dionisio de Hungría y a la condesa Margarita su mujer; cuyos hijos fueron Amor Dionis y Gabriel Dionis - como dicho es; y dejó a los infantes don Pedro y don Jaime y don Sancho sus hijos el condado de Posana, que tenía Bela rey de Hungría su hermano y se lo había dejado a ella la reina su madre. Y hácese en el testamento mención de las cinco hijas que tuvo del rey (…)”. (98). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 277. Capítulo XLVI. De la segunda división que el rey hizo de sus reinos y señoríos entre los infantes don Alonso, don Pedro y don Jaime sus hijos. Familia de Jaime I. “(…) El rey nombra de nuevo en cortes de Cataluña al infante don Pedro por sucesor en Cataluña, Ribagorza y Pallás; y le pone en posesión. Acabado esto, partió el rey para Cataluña, por dar orden que los catalanes hiciesen homenaje al infante don Pedro y le recibiesen por señor después de sus días; porque como en este tiempo había ya muerto el infante don Hernando su hijo (…)”. (99). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 277. Capítulo XLVI. De la segunda división que el rey hizo de sus reinos y señoríos entre los infantes don Alonso, don Pedro y don Jaime sus hijos. Familia de Jaime I. “(…) Lo que se halla en cierta memoria de la infanta doña Sancha, tercera hija del rey. Hallo mención en cierta relación de don Juan hijo del infante don Manuel, que la infanta doña Sancha, que fue la tercera hija, pasó en peregrinación a la Tierra Santa y murió en el Espital de San Juan de Jerusalem, a donde residió mucho tiempo en hábito desconocido; y feneció allí sus días, dejando gran ejemplo de su santa vida. Por otras memorias antiguas parece, que este año murió la

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reina doña Leonor, primera mujer del rey, que fue hija del rey don Alonso de Castilla (…)”. (100). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 327. Capítulo LXXII. Del castigo que el rey mandó hacer contra algunas personas principales que hacían moneda falsa. Infanta María, hija de Jaime I. “(…) Muerte y enterramiento de la infanta doña María. De Tarazona se vino el rey a Zaragoza con propósíto de ir al reino de Valencia. Y tuvo la fiesta de Kavidad en Alcañiz y del año nuevo en / (Página 328) Tortosa; y llegando a Valencia supo que la infanta doña María su hija había fallecido en Zaragoza; y teniendo el rey determinado que fuese enterrada en Valbona con la reina su madre, queriendo venir a su enterramiento, los vecinos de Zaragoza contra voluntad de los ricos hombres y caballeros que allí se hallaron, la enterraron en la iglesia mayor de San Salvador; y el rey se detuvo en Valencia (…)”. (101). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 295. Capítulo LX. De la muerte del infante don Alonso; y del matrimonio que se trató entre el infante don Pedro y Constanza, hija del rey Manfredo. Familia Jaime I. “(…) Casa el rey al infante don Pedro con hija del de Sicilia. Mostróse el rey en todo harto más favorable al infante don Pedro su hijo; y trató de casarle por el mismo tiempo con Constanza hija de Manfredo rey de Sicilia, que seis años antes de esto en tiempo del papa Alexandre IV había tomado título de rey. Cómo se apoderó Manfredo de Sicilia. Y se apoderó de las tierras y señorío de Calabria y Pulla, no sólo contra voluntad del sumo pontífice pero siendo vivo Conradino su sobrino, hijo del emperador Conrado, a quien de derecho pertenecía aquel reino; y había puesto debajo de su señorío toda la Toscana y echado de ella los del bando güelfo. Y la madre

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fue Beatriz, hija de Amadeo conde de Saboya que fue la primera mujer de Manfredo. Los embajadores que vinieron a concertar el casamiento; y el dote que le dieron. Envió el rey Manfredo para concertar lo de este matrimonio por sus embajadores al rey de Aragón, a Guiroldo de Posta, Majoro de Juvenazo y Jacobo Mostacio; y vinieron a Barcelona y allí se concertó a 28 del mes de julio del año de 1260, señalando a la infanta en dote cincuenta mil onzas de oro. Envía el rey a San Raimundo al papa, para reducir al de Sicilia, y el papa no lo admitió. Más porque el papa Urbano IV que después del papa Alexandre fue creado sumo pontífice, procedía contra el rey Manfredo y había enviado a Francia a predicar la cruzada e invocaba el favor y ayuda de los príncipes cristianos contra él y ayuntaba grueso ejército con título de le desapoderar de las tierras de la iglesia, el rey don Jaime antes de concluir el casamiento envió sus embajadores a la corte romana; y entre ellos a fray Ramón de Peñafort. Y fue con orden de suplicar al papa recibiese en su gracia y amor y en la obediencia de la iglesia al rey Manfredo como diversas veces se le había suplicado, ofreciendo que él se interponía a procurar el bien y augmento de la iglesia. Ko solamente no quiso condecender el papa en ello, pero intentó de apartar al rey de su amistad y persuadirle que no se ayuntase en deudo con persona tan escandalosa, enemiga y perseguidora de la iglesia, exhortándole a su opinión con palabras de grave reprehensión por haber dado lugar a que aquel matrimonio se tratase en disfavor de la sede apostólica estando el rey unido en parentesco con los mayores príncipes de la cristiandad; y amonestábale que no prefiriese al príncipe de Taranto que era bastardo y enemigo suyo y había cometido enormes excesos y delitos contra la iglesia, a muchos príncipes que ternían a buena dicha de darle sus hijas. Ko obstante la contradicción del papa, se concluye el casamiento. Pero no embargante esta contradicción, se concluyó el matrimonio; y de él resultó ocasión de mayor gloria y augmento a la corona de Aragón (…)”. (102). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. 203


www.ebook2473.pdf Página 299. Capítulo LXII. De la unión y hermandad que hicieron entre sí las ciudades y villas del reino para perseguir y castigar a los malhechores. Matrimonio con Sicilia. “(…) El rey envía un hijo suyo con don Guillén de Torrellas a Sicilia a ratificar el matrimonio. Estando el rey en Valencia en el año 1261, a 13 del mes de abril, envió a don Fernán Sánchez su hijo para que ratificase el matrimonio que estaba concertado entre el infante don Pedro y Constanza hija del rey Manfredo y asegurase al rey de Sicilia que no asentaría ninguna concordia sin él con el rey de Castilla. Fue don Fernán Sánchez muy acompañado; y envió el rey con él un caballero principal de su casa que se llamaba don Guillén de Torrellas (…)”. (103). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 299.Capítulo LXIII. De la partición que el rey hizo de sus reinos y señoríos entre los infantes don Pedro y don Jaime sus hijos. Matrimonio con Sicilia. “(…) Boda de la infanta doña Constanza con el infante don Pedro. En el año de 1262, en la fiesta de Pentecostés, según parece en los anales de Francia, se veló la infanta doña Isabel, hija del rey de Aragón, con Filipo, hijo primogénito del rey sant Luis, en Claramonte, lugar principal de Alvernia. Por el mismo tiempo, estando el rey en Mompeller, fue traída la infanta doña Constanza hija del rey Manfredo a aquella villa. Y vinieron con ella Bonifacio de Anglano conde de Montalbán tío del rey Manfredo y otros barones y caballeros sicilianos y napolitanos. Y a 13 del mes de junio del mismo año fueron velados en la iglesia de santa María de Mompeller. Y el infante con voluntad del rey su padre le señaló por contemplación de su dote los condados de Rosellón y Cerdania y Conflente y Vallespir con el condado de Besalú y de Padres y las villas de Caldes y de Lagostera, no embargante que se hizo luego donación al infante don Jaime de buena parte de estos estados. Hace el rey nueva partición de sus reinos delante de los ricos hombres. De Mompeller se vino el rey con sus hijos a la ciudad de Barcelona; y fue creciendo la contienda entre los infantes don Pedro y don Jaime por la sucesión y partición de los reinos. El rey, pensando de excusar la discordia 204


que entre ellos había y que dejaría pacíficos sus reinos y señoríos y la sucesión definida y cierta, quiso en su vida hacer nueva partición de sus tierras y ponerlos en la posesión de ellas. Lo que el rey dio al infante don Pedro en sus reinos. Esto fue estando en Barcelona a 21 de agosto de este año de 1262 y en presencia de algunos perlados y ricos hombres que eran: don Artal obispo de Barcelona, don Bernaldo obispo de Vic, Guillén de Montgriu sacristán de Girona, Jazberto vizconde de Castelnou, don Fernán Sánchez, hijo del rey que fue señor de Castro, don Jofre de Cruyllas, Guillén de Monclús, Berenguer de San Vicente, Bernaldo de Santa Eugenia señor de Torrella de Montgriu, Ramón d'Urg, don Galcerán de Pinós, don Bernaldo Guillén de Entenza, don García Ortiz de Azagra hermano de don Alvar Pérez de Azagra señor de Albarracín, don Atho de Foces. Hizo donación al infante don Pedro del reino de Aragón con el condado de Barcelona, limitándole desde el río Cinca hasta el promontorio que hacen los montes Pireneos en nuestro mar, que vulgarmente llaman cabo de Creus, y hasta los montes y collados que dicen de Perelló y Panizas. Dióle asimismo el reino de Valencia y de Biar y la Muela, según la división y límites que señalaron con el rey de Castilla hasta el río de Ulldecona como van los mojones del reino de Aragón hasta el río de Albentosa. Lo que dio al infante don Jaime. Al infante don Jaime hizo donación del reino de Mallorca y Menorca con la parte que entonces tenía en Ibiza y lo que en ella más se adquiriese; y la villa y señorío de Mompeller y el condado de Rosellón, Colibre, Conflent y el condado de Cerdania que es todo lo que se incluye desde Pincen hasta la puente de la Corba, y todo el val de Ribas con la bailía que se extiende de la parte de Bergandán hasta Rocasauza, y todo el señorío de Vallespirhasta el collado d'Ares como parte la sierra a Cataluña hasta el coll de Panizas, y de aquel monte hasta el collado de Perelló y cabo de Creus, con condición que en los condados de Rosellón y Cerdania, Colibre, Conflent y Vallespir, corriese siempre la moneda de Barcelona que decían de terno y se juzgase por los usages y costumbres de Cataluña. Aprueba la moneda de terno en Barcelona y sustituye los hermanos en falta de hijos y a las hijas / (Página 300) en cierta parte y con condición de feudo. Y sustituyó el un hermano al otro en caso que no tuviesen hijos varones, declarando que si la tierra de Rosellón y de Colibre y Conflent y 205


condado de Cerdania y Vallespir, por razón de matrimonio o en otra manera viniesen a personas extrañas que no fuesen hijos varones del infante don Jaime o de sus descendientes, lo tuviesen en reconocimiento de feudo por el infante don Pedro y por sus herederos, los que sucediesen en el condado de Barcelona; y si el infante don Pedro fuese contra esta ordinación y moviese guerra al infante su hermano, sin querer estar a juicio de terceras personas, perdiese el derecho del feudo que se concedía al infante don Pedro en los lugares de Rosellón, Conflent, Cerdania, Colibre y Vallespir, en caso que por matrimonio o por otra vía fuesen devueltos en personas extrañas. El infante don Pedro muestra agravio de esta partición. De esta manera se hizo la partición de los reinos y señoríos de la corona de Aragón, puesto que el infante don Pedro siempre mostró ser agraviado, pretendiendo que la donación que se hizo a su hermano era excesiva e inmensa, pues se desmembraba tan gran parte del patrimonio real (…)”. (104). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 276. Capítulo XLV. De las cortes que el rey tuvo en Alcañiz y de lo que en ellas se deliberó sobre la diferencia que hubo entre el rey y el infante don Alonso su hijo. Boda del hijo de Jaime II de Mallorca con Eva de Alagón. Familia de Jaime I. “(…) Da el rey a Gotor a don Jaime, hijo del de Mallorca, y casó con doña Eva del linaje de Alagón. Estando en esta ciudad a 30 del mes de mayo, dio el castillo y villa de Gotor a don Jaime, hijo del rey de Mallorca, para él y sus descendientes; y casóle por este tiempo con una señora principal de su reino, del linaje de Alagón, que se decía doña Eva, cuyos antecesores fueron señores de / (Página 277) aquella villa y descendían de don Roldán, que según en algunas memorias antiguas parece, fue hermano de don Artal de Alagón el primero (…)”. (105). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 300. Capítulo LXIV. De la declaración que 206


se hizo sobre los derechos y preeminencias que don Pedro de Moncada senescal de Cataluña pretendía por razón de la senescalía. Boda del infante Jaime. “(…) Embajada del rey a Saboya para casar al infante don Jaime. En este tiempo envió el rey a don Guillén de Rocafull, que era gobernador de Mompeller, al condado de Saboya, para concertar el casamiento del infante don Jaime con una hija del conde Amadeo de Saboya que estaba en poder de sus tíos por el fallecimiento del conde su padre; y tratóse con el conde Pierres de Saboya que sucedió al conde Bonifacio su sobrino, hijo del conde Amadeo su hermano, a quien como dicho es el rey dio gran favor contra los de Turín y Aste, para cobrar gran parte de aquel estado que se le había ocupado por sus vasallos. Esta, según adelante parece, se llamó también Beatriz como la mujer del rey Manfredo que fue su hermana, y eran hijas de diversas mujeres que tuvo Amadeo conde de Saboya. Embajada del rey al de Sicilia y al soldán; y lo que de ellas se puede conjeturar. También en este / (Página 301) tiempo envió el rey a Jazberto vizconde de Castelnou, al reino de Sicilia con embajada al rey Manfredo, y a Ramón Ricart al soldán de Babilonia que estaba en Alejandría. Ko se declara si fue en este tiempo aquella embajada que se refiere por el autor que escribió la vida del rey don Jaime, que fue en su tiempo; el cual encareciendo cuán amado y temido fue este príncipe de los reyes así fieles como paganos, escribe que el soldán de Babilonia teniendo gran deseo de verse con el rey y tener con él muy estrecha amistad, le envió a visitar con sus embajadores; y que entonces el rey envió al soldán su embajada, en la cual fue el principal un caballero que era portero mayor del rey y se decía Bernaldo Porter. Este autor escribe que entraron los embajadores en Alejandría con gran triunfo llevando aquel caballero delante de sí el estandarte real, y que el soldán le recibió con gran fiesta y mandó poner cabo su sitial el estandarte del rey por honra y acatamiento suyo. Entonces afirma este autor que el soldán rogó al embajador que armase caballero a su hijo en hombre del rey de Aragón; y que habiéndose celebrado la misa en una iglesia que tenían los cristianos en Alejandría, con gran solemnidad le armó caballero (…)”. (106). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la 207


Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 325. Capítulo LXXI. Que don Ferriz de Lizana desafió al rey y, el rey le hizo guerra en su estado. Boda con la casa de Saboya. “(…) Don Guillén de Rocafull va a tratar casamiento al infante don Jaime con Beatriz, hija del conde Amadeo de Saboya, y no se efectúa. Partió de Valencia el rey para Cataluña con propósito de ir a Mompeller, porque se había concordado el matrimonio que fue a tratar don Guillén de Rocafull con el conde Pierres de Saboya, de su sobrina Beatriz, hija del conde Amadeo y de la condesa Cecilia, que era hija de Micira Beroldo señor de Marsella, con el infante don Jaime su hijo segundo; y dábanle en dote quince mil libras de torneses. Y don Guillén de Rocafull partió de Barcelona a / (Página 326) donde el rey estaba a quince del mes de julio de este año de 1266, con poder del infante para contraer el matrimonio por palabras de presente. Quién fue esta Beatriz y con quién casó después. Era esta Beatriz según claramente se colige de esta relación que es del mismo tiempo, hermana de padre de Beatriz, mujer del rey Manfredo, que fue la hija mayor del conde Amadeo y de su primera mujer que dicen haber sido hija del conde Albón (…)”. (107). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 303. Capítulo LXV. De la uerra que el rey de ranada y los moros de allende hicieron al rey de Castilla; y de las cortes que el rey mandó juntar para socorrerle. Boda familia de Jaime I. Jimén Pérez de Ayerbe. “(…) Comisión que el rey dio al obispo de Barcelona y al conde de Ampurias. En este tiempo, estando el rey en Zaragoza, a 12 del mes de febrero del año de 1264, cometió a don Arnaldo obispo de Barcelona y a Ponce Hugo conde de Ampurias que tratasen matrimonio entre el hijo de Roberto conde de Artois -hermano del rey Luis de Francia que había muerto en la empresa de Damiata- y entre la infanta doña María su hija; o entre el hijo del duque de Borgoña y la misma infanta; y entre el infante don Jaime su hijo segundo con la hija del duque de Borgoña. Pero ninguno de estos matrimonios se efectuó.

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Capitanes que el rey nombró para el socorro de Castilla. De Zaragoza se fue el rey a la villa de Ejea a 24 del mes de febrero de este año. Y antes que se partiese nombró por capitanes de la gente de guerra que quería enviar a Castilla, a Arnaldo de Fontova, don Férriz de Lizana, Jimén Pérez de Ayerbe, Fortunio de Ahe y a Fortún Pérez de Isuerre. Y de allí se fue a Barcelona (…)”. (108). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 325. Capítulo LXXI. Que don Ferriz de Lizana desafió al rey y, el rey le hizo guerra en su estado. Boda con la casa de Saboya. “(…) Casa el infante don Jaime con hija del conde de Fox. Pero no se efectuó este matrimonio, y el infante casó después con Esclaramunda, hermana de Roger Bernaldo conde de Fox. Y esta Beatriz creo yo ser la que casó después de aquella casa de Saboya con el infante don Manuel, muerta la infanta doña Constanza su primera mujer; y de aquel matrimonio de la de Saboya nació don Juan que sucedió en el estado del infante don Manuel su padre. De Barcelona pasó el rey adelante su camino para Monpeller y detúvose en Girona por cierta demanda y querella que el conde de Ampurias dio contra don Ponce Guerao de Torrella, el cual pedía a Torrella y Rocamaura y algunos castillos; y sobre ello mandó recibir el rey información para determinar aquella contienda. En un día desafió al rey Ferriz de Lizana y el rey de los tártaros le envía embajadores para que vaya a la conquista de la tierra santa. Estando el rey en Perpiñán después de ser vuelto de Mompeller, llegó a él un mensajero de don Ferriz de Lizana con una carta, en la cual enviaba a desafiar al rey por ser pasada la tregua que había asentado con los ricos hombres de Aragón. Y acaso el mismo día que este mensajero le dio la carta llegó a la corte un embajador del rey de los tártaros, que enviaba a ofrecer al rey gran ayuda para la conquista de la Tierra Santa y para la guerra de ultramar si fuese en persona a ella. Dicho cortesano del rey. Y considerando el rey dos cosas tan diversas y contrarias como eran ser requerido desde las últimas tierras del mundo de un rey pagano y tan gran príncipe, para que emprendiese un hecho tan grande; y por otra parte ser desafíado de un vasallo suyo dentro en su 209


reino, dijo por manera de donaire y cortesanía: que si don Ferriz pensaba que él no era vezado de irse a sestear porque lo más ordinario acostumbraba volar grúa o abutarda, que recibía muy grande engaño; pero pues él así lo quería haría cuenta que iba a volar paloma o picaza. Va el rey contra don Ferriz de Lizana. Por esta causa se vino el rey a Lérida a donde apercibió sus gentes y mandó que le siguiesen contra don Ferriz; y de allí partió a Monzón y proveyó que el concejo de Tamarit fuese a combatir un castillo que decían Picamox; y fue combatido y entrado por fuerza de armas. De allí pasó el rey a cercar a Lizana; y había gente de guarnición en la villa puesta por mandato de don Hernán Sánchez, hijo del rey, desde el tiempo que los ricos hombres se confederaban para seguir su derecho en las causas y querellas de que pretendían ser desaforados; y se entregaron unos a otros villas y castillos en rehenes para mayor seguridad. Comisión que da el rey al justicia de Aragón para determinar todas las causas. Antes de esto, estando en Perpiñán a 5 del mes de octubre de este año, dio comisión a don Pedro Sánchez justicia de Aragón, que donde quiera que se hallase dentro del reino de Aragón pudiese oír y determinar las causas que de nuevo se moviesen; y que las primeras apelaciones de las sentencias dadas por los justicias de las ciudades, y villas y lugares del reino, fuesen para el justicia de Aragón y de él se pudiesen apelar para el rey (…)”. (109). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 381. Capítulo CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. Muerte de Jaime I. “(…) [hijas del rey.) De las hijas vivían la reina doña Violante y la infanta doña Constanza mujer del infante don Manuel que nació primero que doña Isabel reina de Francia, a cuyos hijos legítimos y varones llamó a la sucesión del reino en defecto de sucesión legítima de los cuatro infantes sus hijos: primeramente a los de la reina doña Violante y sucesivamente a los de doña Constanza y de la reina doña Isabel; y declara que por ninguna vía pueda suceder mujer en los reinos y señoríos de la corona (…)”. 210


(110). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 333. Capítulo LXXV. De la ida del rey a Buros a las bodas del infante don Hernando su nieto. Alfonso X el Sabio, rey de Castilla, yerno de Jaime I. “(…) El rey don Alonso de Castilla más sabio en astrología que en el gobierno de su reino. Era este príncipe muy dado a la astrología y en esta ciencia mandó componer algunos libros de grande utilidad; y aunque en su tiempo se ordenaron las leyes por donde sus reinos se rigiesen porque no tenían sino el fuero juzgo del tiempo de los godos y algunos fueros municipales y el de los hijosdalgo de Castilla, se puede muy bien decir que supo más en el cielo y en el orden y movimiento de los planetas que en el gobierno de su casa y reino, como después se mostró. Avisos y consejos graves del rey de Aragón al de Castilla en orden al buen gobierno de su reino. Volvió con el rey de Aragón acompañándole hasta Tarazona; y allí, por el amor que el rey le tenía, le comenzó a dar algunos avisos cerca de lo que le parecía que debía proveer para el pacífico estado y buen gobierno de todos sus reinos; y entre otros de que en su historia se hace mención, fue que procurase de tener a sus súbditos y vasallos en su amor y gracia y supiese ganar las voluntades de sus naturales para tenerlos siempre que necesario fuese obedientes en su servicio; y cuando no pudiese de los tres estados de sus reinos tenerlos a todos unidos en esta voluntad, tuviese siempre ganado el amor y afición de los perlados y personas eclesiásticas y las ciudades y pueblos, porque con ellos destruiría la parcialidad de los ricos hombres y caballeros cuando se le alzasen y le desobedeciesen. Otro consejo fue que no mandase hacer justicia de ninguna persona escondidamente porque era muy ajeno de príncipe y se desautorizaba mostrando no tener vigor para ejecutarla donde era menester. En lo cual se conoció manifiestamente ser muy cierto lo que suelen decir que el que conjetura y discurre prudentemente en los negocios previniendo a lo quepuede ser, este tal se puede llamar con razón buen adivino. Síguensele al rey de Castilla grandes trabajos por ser poco prevenido. Así lo mostró el rey en lo que aconsejó a su yerno, porque por hacer lo 211


contrario se vio en grande trabajo y peligro, y se le rebelaron los infantes sus hermanos y los ricos hombres y quedó desheredado en vida casi de todo su reino, lo cual se comenzó a encaminar por este tiempo. El rey de Castilla se volvió a su reino y el rey se vino a Calatayud a donde estuvo un mes; y de allí se vino al reino de Valencia (…)”. (111). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 266. Capítulo XXXVIII. Del cerco que el rey puso sobre la villa y castillo de Játiva y, como don García Romeu se salió del campo en desagrado del rey. Teresa Pérez nieta de Jaime I y Violante de Hungría, e hija de Pedro el Grande. Casada con García Romeu (hijo). “(…) Los moros quisieron persuadir al rey que estaba en su mano tener a don García, y el rey no hizo caso de ello. Pero todo no bastó para que don García Romeu no se tuviese por desaforado y afrentado del rey. Entonces los moros de Játiva -como es gente astuta e infiel- dieron aviso al rey secretamente que estaba en mano de ellos tener de su parte y meter en la villa a don García Romeu con los caballeros de su compañía. Y esto se dijo al rey en puridad: pero él mostró que lo preciaba poco y que la misma cuenta hacía de él si estuviese dentro como en el campo. Era más el negocio sospechoso que manifiesto; y entendiéndose por el ejército tuvieron los nuestros algún temor y recelábanse unos de otros; más por ser cosa súbita y repentina que por el daño que aquella gente pudiese hacer aunque se juntara con los moros. Don García volvió al servicio del rey y casó su hijo con hija natural del infante don Pedro. Después don García volvió al servicio del rey; y un hijo suyo del mismo nombre fue casado con doña Teresa Pérez, hija natural del infante don Pedro, hijo primogénito del rey y de la reina doña Violante; y de este casamiento no quedaron hijos y fue el postrero de aquel linaje; y doña Teresa Pérez después de su muerte quedó señora de los lugares y castillos de Tormos, Pradilla y El Frago y de otros lugares que fueron del señorío de don García Romeu; y casó con don Artal de Alagón (...)”. (112). BOFARULL Y MASCARÓ, Próspero. “Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón. Procesos de las 212


antiguas Cortes y parlamentos de Cataluña, Aragón y Valencia custodiados en el Archivo General de la Corona de Aragón y publicado de Real orden por su cronista”. Tomo IX. Barcelona. Establecimiento litográfico y tipográfico de D. José Eugenio Monfort. 1851. www.colecciondocumentosdelaCoronadeAragon9.pdf Página 377. CAPÍTULO LII. De Armengol de Castilla, nono conde de Urgel. Privilegio que dio á la ciudad de Balaguer, en que hace francos en alodio todos sus términos. Conquista de la ciudad de Almería, y todo lo demás que se sabe de este conde de Urgel, hasta su muerte. Alonso Jordán, señor de san Gil y de Tolosa, primo del rey de Aragón, Ramiro. “(...) Estaban con él Ramón Berenguer, conde de Barcelona, y Armengol, de Urgel, Alonso Jordán, señor de san Gil y de Tolosa, primo del rey, y los condes de Fox, Pallars y Comenge, y muchos caballeros catalanes, franceses, castellanos y de Aragón. El rey don Ramiro estuvo retirado al castillo de Monclus en las motañas de Sobrarbe, hasta el noviembre del año 1135, y se intitulaba rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza (...)”. Página 395. LIII. Que trata de Armengol de Valencia, décimo conde de Urgel. —De la donación que hizo el rey don Fernando de León al conde Armengol, de los lugares de Almenarilla y Santa Cruz. Principio del sagrado orden Premostratense, y de un monasterio que edificaron de él los condes de Urgel en su condado. De la muerte, hijos y testamento del conde. “(...) Ramón Berenguer concertó por este tiempo matrimonio entre su hijo Ramón, que después llamaron Alfonso, y Sancha, hija del rey Alonso VII de Castilla, hermana de los reyes de Castilla y León, é hija de doña Rica, su segunda mujer, que era hija de Ladislao, duque de Polonia; y para mas festear la novia, el mismo Ramón Berenguer la fue á buscar con majestuoso acompañamiento. Fueron con él Ramón Berenguer, su sobrino, conde de la Prohenza; Armengol, conde de Urgel; Arnaldo Mir, conde de Pallars; los obispos de Barcelona, Urgel, Zaragoza, Tarragona y otros muchos. Viéronse el conde de Barcelona y el rey don Sancho de Castilla en el lugar de Kaxama en febrero de 1158, donde concertaron ciertas diferencias que habia entre ellos, sobre el reconocimiento que el dicho rey pretendia habérsele de hacer por las ciudades de Zaragoza y Calatayud y otros lugares del reino do Aragón, en cuyos conciertos intervinieron los que le habian acompañado.

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Cuando Alfonso, rey de Aragón, cuñado del conde, entró en Francia contra Ramón, conde de san Gil y Tolosa, fueron con el rey muchos nobles del principado de Cataluña y condado de Prohenza, que nombra Tomic (y entre los de Cataluña, nombra primero al conde Armengol), y pusieron cerco á la ciudad de Tolosa: lo que allá pasó cuenta con / (Página 396) gran averiguación Guillen Catel, del parlamento de Tolosa, en la historia de los condes de Tolosa, y otros autores que él cita en la vida de este conde Ramón de Tolosa (...)”. Página 425. CAPITULO LIV. Que contiene la vida de Armengol, octavo de este nombre, y undécimo conde de Urgel. De como el conde Armengol volvió en gracia del rey, su casamiento, y disgustos con Ponce de Cabrera. Del casamiento del conde, muerte y testamento suyo.La casa de los condes de Foix se unió con la de Aragón y Urgell y quedó incluida en la de Francia. “(...) y porque el príncipe de Aragón, cuando fue la conquista de Lérida, por la gran devoción tenia á la religión militar del Templo, que por estos tiempos era entrada en Cataluña y florecia por todo el mundo, les habia dado la quinta parte de la ciudad de Lérida, dio al conde, en satisfacción y enmienda de esa quinta parte, las villas de Gebut y Mequinenza, vecinas de Lérida; y según eso, es muy verosímil que el rey ó su padre habrían ya por estos tiempos dado al conde de Urgel, ó á sus antecesores, las dos partes de aquella ciudad, que el padre del rey se reservó en la conquista de ella, cuando la dio en feudo al conde Armengol, y de estas dos partes, dio la quinta á la milicia del Templo; y pues por esta quinta parte hacía enmienda al conde, es muy verisímil le habría dado las dichas dos partes: confírmase esto, porque cuando la condesa Aurembiaix dio al rey don Jaime la ciudad de Lérida, se la dio toda, sin hacer memoria que tuviese la tercera ó las dos partes, lo que, si tuviera, no lo callara el auto de la dicha donación, ni otros de que hago mención en la vida de la condesa, que todos son autos hechos con grande consideración y acuerdo. Tuvo este conde muchos encuentros y guerras don Ramón Roger, conde de Fox, hijo de Barnardo Roger y de Cecilia, que fue hija de Ramón Berenguer, conde de Barcelona, y hermana de Ramón Berenguer, príncipe de Aragón; así que, Ramón, Roger y Dulcia, madre del conde, eran primas hermanas. Era esta casa de los condes de Fox muy antigua y principal y de grande estado, y muy emparentada con los reyes de Aragón y condes de Barcelona: hubo en ella diez y siete condes, 214


y á la postre se unió con / (página 426) la de los reyes de Gavarra, y hoy lo está á la corona de Francia (...)”. ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 153. Capítulo LIII. De la guerra que los reyes de castilla y Aragón hicieron contra el rey de León. “(…) Los de Castilla, León y Aragón pasan contra Kavarra. Y dióle el rey de Castilla las villas y lugares que había tomado de su reino. Y todos tres juntos entraron en el reino de Kavarra, y ganaron a Roncesvalles y Aibar que pretendía el rey don Pedro de Aragón ser suyos y le fueron entonces restituidos. Y ganaron otros muchos lugares de Alava y Guipúzcoa. / (Página 154) (…) Lo que escribe el papa Inocencio tercero acerca de esta guerra de Gavarra y del matrimonio entre el rey de Aragón y la hija del de Gavarra. Esta guerra parece ser lo que refiere el papa Inocencio tercio, que escribe que los reyes de Castilla y Aragón entraron con sus ejércitos por el reino de Kavarra, y se habían confederado para conquistarle y dividirle entre sí. Y habiendo ganado dos castillos por fuerza de armas y corrido y destruido la tierra, estando los de aquel reino con grande temor y no hallando remedio ni socorro alguno y temiendo mayores males y daños, el rey de Aragón envió sus embajadores al rey de Kavarra con color de asentar alguna tregua; y secretamente requirieron al rey de Gavarra que diese una hermana que tenía por mujer al rey de Aragón. Y creyendo que por aquel medio podría escapar del trance y peligro en que estaba, respondió que era contento, pero que ninguna cosa de aquellas cumpliría sino saliesen los reyes primero de su reino; y que recelando el rey de Castilla que si saliese de Kavarra, el rey don Sancho se apartaría de lo que prometía, no lo quiso consentir si no quedase lo de las treguas y matrimonio jurado y concertado. Y considerando el rey de Gavarra que estaban aquellos tiempos conspirados para su desheredamiento y para la destruición de su reino, forzado y contra su voluntad hizo el juramento, aunque su hermana estaba allegada en tercero grado de consanguinidad con el rey de Aragón. Y el papa siendo informado de esto requirió al rey de Gavarra que no procediese a concertar tal matrimonio tan incestuoso (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. 215


Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 145. Capítulo XLV. Cómo redujo el rey a su obediencia a Armengol conde de Urgel y, que dio el condado de Bigorra al vizconde de Bearne en dote con la hija del conde de Comenje. Reinado de Alfonso II “El Casto”. “(…) Muerte y alabanza del rey don Sancho de Kavarra y su sucesión. Y en el mes de junio siguiente murió don Sancho rey de Kavarra que llamaron el sabio, y fue muy valeroso príncipe. Este dejó de la reina su mujer hija del emperador don Alonso a don Sancho que le sucedió en el reino, y al infante don Hernando que le arrastró un caballo y murió sin dejar hijos. Tuvo tres hijas: la primera llamaron Berenguela que casó con Ricardo rey de Inglaterra y murió sin dejar sucesión; y doña Teresa que murió doncella; y doña Blanca que casó con Thibaldo conde de Champaña, padre de Thibaldo que sucedió después en el reino de Gavarra (…)”. (113). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 157. Capítulo LV. De la concordia que se tomó entre el rey de Castillas y el de Cavarra. “(…) T[reguas de Kavarra y Castilla.] Viéndose el rey de Kavarra sin socorro ni remedio alguno, puso sus treguas con el rey de Castilla, y fuése a ver con él a Guadalajara por el mes de octubre de 1207, a donde las juraron por cinco años, concordándose de poner cada uno de los reyes tres castillos en fieldad. Los castillos que los reyes pusieron en rehenes de la concordia, y a quién se entregaron de cada parte. Del reino de Kavarra se nombraron Irureta, Yuzula y San Adrián; y del reino de Castilla Clavijo, Ausejo y Juvera. Y fueron nombrados ricos hombres de ambas partes de quien los reyes eligiesen el que por bien tuviesen que recibiese los castillos de cada reino en tercería. Los navarros eran don Juan de Bidarra, Almoravid, Jimeno de Rada y don Pedro Jordán; y de Castilla fueron don Alvar Kúñez, don Lope Díaz, don Gonzalo Ruiz y Muñón Pérez. De estos ricos hombres había de nombrar el rey de Castilla un rico hombre de Kavarra que tuviese los tres castillos de aquel reino, como el rey don Sancho otro del reino de Castilla que recibiese los castillos del rey don Alonso. 216


El de Aragón obligó la val de Roncal al vizconde de Bearne por cincuenta mil sueldos morlaneses. Y quedaron de acuerdo que el rey de Castilla trabajase que el rey de Aragón hiciese la misma tregua y pleitesía con el rey don Sancho, porque entre ellos estaban las cosas en harto rompimiento. Y tenía el rey de Aragón en su poder el val de Roncal con el castillo de Burgui; y obligó este valle y castillo a Gastón vizconde de Bearne y conde de Bigorra por cincuenta mil sueldos morlaneses. Pero la concordia se procuró con grande porfía del rey de Castilla porque estuviesen unidos contra los moros, con ánimo determinado de les hacer cruel guerra y perseverar en ella y darles batalla campal. Y para esto mandaba juntar todos los ricos hombres y caballeros de su reino (…)”. Página 160. Capítulo LIX. De la paz que entre sí concordaron los reyes de Aragón y Cavarra; y del nacimiento del infante don Jaime hijo del rey don Pedro de Aragón. “(…) Concordia de los reyes de Aragón y Kavarra. Concordáronse los reyes de Aragón y Kavarra en todas sus diferencias por la instancia que en ello hizo el rey de Castilla, porque con todo su poder y fuerzas estuviesen unidos para hacer la guerra contra los moros. Y viéronse ambos reyes delante de Mallén en un campo, a 4 del mes de junio del año de 1209. Iban con el rey de Aragón don Miguel de Luesia, don Lope Ferrench de Luna y Aznar Pardo. Prestó el de Kavarra al de Aragón veinte mil maravedís de oro. Y entonces el rey de Kavarra prestó al rey veinte mil maravedís de oro; y se pusieron en prendas los castillos de Pina, Escó, Pitilla y Gallur con sus villas, y se entregaron a don Jimeno de Rada para que los tuviese hasta la fiesta de navidad siguiente, con condición que si para entonces no se pagase aquella suma de dinero se pusiesen en poder del rey de Kavarra para que los tuviese libremente hasta ser pagado: y entonces se habían de volver al rey de Aragón o a cualquiere de sus hermanos que sucediese en el reino, que eran el infante don Alonso conde de la Proenza y el infante don Hernando. Y no se hace mención del infante don Jaime hijo del rey que era ya por este tiempo nacido (…)”. Página 164. Capítulo LXI. De la gran batalla de Úbeda. Participación del rey de Cavarra en la batalla de las Cavas de Tolosa. “(…) Cómo iba el de Kavarra. Iba a otra parte el rey don Sancho de Kavarra con la gente de su reino y con los concejos de Segovia, Medina y Avila. Y llevaba el estandarte real un rico hombre de Kavarra que se decía Gómez Garcés de Agoncillo (…).La tienda del miramomelín se da al de Aragón; y se reparte el despojo entre el de 217


Aragón y Kavarra. En la historia general de Castilla se escribe que la tienda del miramomelín -que era de seda bermeja muy ricamente labrada-, se dio al rey de Aragón; y que don Diego López de Haro, por mandado del rey de Castilla, repartió el despojo: y dio todo lo que se halló en el cerralle del miramomelín a los reyes de Aragón y Kavarra, diciendo que el rey su señor se debía contentar con la honra de la batalla. También de esta victoria alcanzó grande gloria el rey don Sancho de Kavarra, que se señaló en ella con los suyos muy valerosamente; Y desde entonces tomó las armas de las cadenas de oro en el campo rojo y en el medio una esmeralda, que después trujeron / (Página 165) los reyes de Kavarra en sus escudos: porque antes solamente traían el escudo de campo rojo, que fueron las armas de los reyes sus antecesores (…)”. (114). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 175. Capítulo LXVI. De la embajada que los ricos hombres de Aragón y Cataluña enviaron al papa; y de la venida del legado apostólico a Cataluña. Y como fue jurado el infante por los catalanes y aragoneses en cortes. Concordia con Kavarra. En el mismo tiempo los que tenían el gobierno de Zaragoza se concordaron con don Sancho rey de Kavarra para que pudiesen entrar libremente los del un reino al otro, por qué no se hiciesen guerra sin que interviniese en ella el rey don Jaime (…)”. Página 227. Capítulo XI. Que el rey se fue a ver con el rey don Sancho de Cavarra al castillo de Tudela y allí se adoptaron el un rey al otro. “(…) La enfermedad grande del rey don Sancho de Kavarra y sus alabanzas; y quién fue su mujer. Después de la batalla de Ubeda el rey don Sancho de Kavarra por una grave dolencia de cáncer que se le encendió en una pierna y por grande indisposición de su persona y estar muy impedido de gordo, no podía andar a caballo; y estuvo retraído en el castillo de Tudela sin salir de él mucho tiempo, y no se dejaba ver sino a muy pocos de sus privados, por estar tan lisiado y doliente. Este rey -según se escribe en la historia del rey don Jaime- fue el mejor príncipe que antes hubo en Kavarra. Y todos conforman que fue de gran valor y muy buen caballero y por su valentía fue llamado el fuerte. Y según hallo en un autor muy antiguo que compuso la genealogía de los condes de Tolosa fue casado con una hija de Ramón conde de Tolosa, 218


cuarto de este nombre, que la hubo en Beatriz hermana de Trencavello vizconde de Beses; y después la dejó y no le quedaron hijos. El de Castilla hace que el señor de Vizcaya corra la tierra al de Kavarra. En este medio, estando el rey de Kavarra tan impedido, el rey don Hernando de Castilla en los principios de su reinado, procuró que don Diego López de Haro señor de Vizcaya -con quien en los tiempos pasados tuvo gran diferencia y guerra por los lugares de Alava y Guipúzcoa- le corriese la tierra; y tomóle algunos castillos. Embajada del de Kavarra al de Aragón. Ko se hallando poderoso el rey de Kavarra estando tal, de resistir al rey de Castilla que favorecía a su enemigo, determinó de se confederar en muy estrecha amistad con el rey de Aragón. Y envióle a decir con sus embajadores que si tuviese por bien de confederarse con él, que él le haría tal obra que nunca rey la hubiese hecho mejor a otro. Y el rey propuso de ir a verse con él a Tudela. Va el de Aragón a verse con el de Kavarra. Llevó el rey consigo a las vistas a don Atho de Foces su mayordomo y a don Rodrigo de Lizana y a don Guillén de Moncada y don Blasco Maza -que en la historia del rey se dice que era don Blasco de Alagón y es notable yerro porque don Blasco de / (Página 228) Alagón no intervino en nada de esto- y a don Pedro Pérez justicia de Aragón. El de Kavarra no sale a recibir al de Aragón y por qué. Refiérese en aquella historia que cuando llegó a Tudela no pudo el rey don Sancho bajar a recibille a la villa por estar extrañamente lisiado de gordo y tener mucho empacho de la gente que le viese en lugar público; y que por esta causa subió el rey al castillo. Plática del de Kavarra al de Aragón. Otro día volvió el rey a verle; y en la plática que allí se tuvo encareció el rey de Kavarra el grande amor que al de Aragón tenía por el deudo que había entre ellos y no haber otro pariente más cercano sino era don Thibaldo su sobrino, hijo de Thibaldo conde de Champaña y de su hermana doña Blanca, y que le era tan desconocido e ingrato a los beneficios que de él había recibido que trataba con sus súbditos que le privasen del gobierno y que le alzasen a él por rey. Tras esto dijo que por esta causa había determinado de enviar por el rey para quien quería más aquel reino que para su sobrino ni para otra persona del mundo. Mas porque se hiciese con más fundamento y no le 219


tuviesen por hombre que se movía de ligero en sus negocios, había acordado de prohijarle y que el rey don Jaime hiciese lo mismo; diciendo que bien podía creer que no le movía otro respeto a que se hiciese por este camino, pues teniendo él setenta y ocho años y que el rey de Aragón no tenía veinticinco, más natural cosa era que le sucediese en el reino de Kavarra que no esperar que muriendo primero le había él de suceder en el reino de Aragón. Respuesta del de Aragón y las dificultades acerca de prohijar al de Kavarra. Agradecióle el rey la voluntad que le mostraba y dijo que lo comunicaría con los ricos hombres que estaban con él; porque aunque le pareció partido muy aventajado y que se confirmaba por él el derecho que los reyes de Aragón sus pasados tuvieron en el señorío de Kavarra -que se perdió después de la muerte del emperador don Alonso, cuando los aragoneses hicieron elección del rey don Ramiro el monje- no sabía modo cómo aquello se pudiese efectuar siendo vivo el infante don Alonso su hijo que fue jurado por primogénito heredero por los ricos hombres y ciudades y villas del reino de Aragón y por la ciudad de Lérida. Allende de esto parecía cosa muy impropia y fuera de toda razón que el rey siendo tan mozo y teniendo hijo adoptase al rey de Kavarra que era tan viejo. Pareció en el consejo del rey que se enviase a decir esto al rey de Kavarra con don Blasco y con don Atho de Foces y con don Rodrigo de Lizana. El de Kavarra persiste en la prohijación, y de consejo de los suyos la acepta el de Aragón. Y comunicándolo con los principales de su consejo que eran don García Almoravid, don Sancho Fernández de Montagudo, don Guillén Baldovín y el justicia de Tudela y otros caballeros navarros, persistió en su primera determinación, por se amparar del rey de Aragón contra su adversario el rey de Castilla. Y refiérese en la misma historia que tuvo por bien que no sucediese en el reino de Aragón, sino en caso que el rey don Jaime y el infante don Alonso muriesen sin hijos legítimos. Otórgase la concordia por ambos reyes. Con esto pareció al rey ser tan a su ventaja que lícitamente debía y podía encargarse de la guerra que injustamente se había movido por los castellanos, mayormente habiendo de suceder en aquel reino. Esta concordia se otorgó por ambos reyes en el castillo de Tudela, un domingo segundo día del mes de febrero, en la fiesta de Kuestra Señora Candelaria, año de la navidad de 1231; puesto que en el instrumento de la adopción no se dice lo del infante don Alonso como el 220


rey lo afirma, no me parece que será impertinente si por la antigüedad del hecho en un negocio de tanta importancia de donde se adquirió el principal fundamento que los reyes de Aragón tuvieron a la sucesión del reino de Kavarra, se insiriere aquí el auto de la adopción, siquiera porque se entienda el lenguaje que se usaba en este reino en aquellos tiempos. El acto que hicieron los reyes. "Conocida cosa sea ad todos los que son e son por venir que yo don Jaime por la gracia de Dios rey de Aragón, desafillo ad todo home et afillo a vos don Sancho rey de Kavarra, de todos mios regnos e de mías tierras e de todos míos señoríos que ove ni he ni devo aver, e de castiellos e de villas e de todos míos señoríos. Et si por aventura deviniese de mi / (Página 229) rey de Aragón antes que de vos rey de Kavarra, vos rey de Kavarra que herededes todo lo mío assí como de suso es escrito, sines contradecimiento ni contraria de nul home del mundo. E por mayor firmeza de est feito e de esta avinenza, quiero e mando que todos míos ricos homes e míos vasallos e míos pueblos juren a vos señoría rey de Kavarra que vos atiendan lealment como escrito es de suso; e si non lo ficiesen que fincasen por traidores e que nos pudiesen salvar en ningún logar. E yo el rey de Aragón vos prometo e vos conviengo lealmente que vos faga atender e vos atienda luego assí como de suso es escrito, e si non lo ficiese que fosse traidor por ello. E si por aventura embargo y ave nenguno de part de Roma o oviere, yo rey de Aragón so tenudo por conveniencia por desferlo ad todo mío poder. E si nul home de sieglo vos quisiese fer mal por este pleito ni por est paramiento que yo e vos femos, que yo que vos ayude lealmente contra todo home del mundo; adunde más que nos ayudemos contra el rey de Castiella todavía por fe sines engaño. E yo don Sancho rey de Kavarra por la gracia de Dios por estas palabras e por estas conveniencias desafillo ad todo home e afillo a vos don Jaime rey de Aragón de todo el regno de Kavarra e de aquello qui al regno de Kavarra pertañe; e quiero e mando que todos míos ricos homes e míos concellos juren a vos señoría, que vos atiendan esto con Kavarra e con los castiellos e con las villas, si por aventura deviniese antes de mí que de vos, e si non lo ficiesen que fossen traidores assí como escrito es de suso. E ambos ensemble femos paramiento e conveniencia que si por aventura yo en mía tierra camiase ricos homes o alcaldes o otros cualesquiere en míos castiellos, aquellos a qui yo los diesse castiellos o castiello, quiero e mando que aquell qui los reciba por mí que vienga a vos e vos faga homenaje que vos atienda esto así como sobrescrito es. E vos 221


rey de Aragón que lo fagades complir a mí desta misma guisa e por estas palabras en vuestra tierra: e vos rey de Aragón atendiéndome esto yo don Sancho de Kavarra por la gracia de Dios vos prometo a buena fe que vos atienda esto así como escrito es en esta carta; e si non lo fiziesse que fosse traydor por ello, vos rey de Aragón atendiéndome esto assí como sobrescrito es en esta carta. Et sepan todos aquellos qui esta carta verán que yo don Jayme por la gracia de Dios rey de Aragón e yo don Sancho por la gracia de Dios rey de Kavarra, amigamos entre nos por fe sines engaños e fiziemos homenaje el uno al otro de boca e de manos e juramos sobre cuatro evangelios que assí lo attendamos. Et son testimonios de est feyto e de est paramiento que fizieron el rey de Aragón e el rey de Kavarra e del afillamiento assí como escrito es en estas cartas: don Atho de Foces mayordomo del rey de Aragón e don Rodrigo de Lizana e don Guillén de Moncada e don Blasco Maza e don Pedro Sanz notario e repostero del rey de Aragón e don Pedro Pérez justicia de Aragón e frayre Andreu abbad de Oliva e Eximeno Oliver monge e Pedro Sánchez de Variellas e Pedro Exemenez de Valtierra e Aznar de Vilana e don Martín de Miraglo e don Guillén justicia de Tudela e don Arnalt alcalde de Sangüesa. Facta carta domingo segundo día de febrero en la fiesta de santa María Candelera in era millesima ducentessima sexagessima nona, en el castiello de Tudela". Juraron la concordia los ricos hombres de entrambas partes; y quién fueron. Esta concordia, por mandado de los reyes, se juró por los ricos hombres y síndicos de las ciudades y villas de sus reinos. Por parte del rey de Kavarra juraron: don Sancho Fernández de Montagudo, don Juan Pérez de Baztán, don Pedro Martínez de Subiza, don Pedro Martínez de Lehet, don Jimeno de Aibar, don Pedro Jordán, don García Garcez de Aoiz, don Lope Garcez de Arci, don Miguel de Guerrez, don Garci Jiménez de Varayz, don Pedro Garcez de Arroniz, don Pedro Jiménez de Olleta; y seis procuradores de cada una de las villas de Kavarra en nombre de todos los otros, que cumplirían y guardarían la jura de su señor el rey de Kavarra. Los que juraron de Aragón esta concordia entre los reyes fueron: don Pedro Fernández de Azagra señor de Albarracín, don Atho de Foces mayordomo del rey de Aragón, don Guillén de Moncada, don Rodrigo de Lizana, don Artal de Luna, don Jimeno de Urrea, don Blasco Maza, don Pedro Pérez justicia de Aragón, don Pedro Sanz notario del rey, y seis procuradores de las ciudades y villas de Aragón en nombre de todo el

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reino. Y testificóse el instrumento de esta jura a cuatro días del mes de abril del mismo año. Consultan los reyes con los ricos hombres y algunos ciudadanos de Zaragoza el modo que se / (Páina 230) haya de tener en la guerra. Después que el rey de Aragón hubo concluido no solo la confederación pero tan grande hecho y negocio -como fue haberle jurado por sucesor en el señorío de Kavarra los ricos hombres y ciudades de ella para después de la muerte del rey don Sanchotuvo acuerdo con él del modo que se había de tener en la guerra de Castilla; y cometióse a algunos ricos hombres de una parte y de otra para que lo platicasen y dispusiesen; y con ellos concurrieron algunos ciudadanos de Zaragoza. Siendo todos juntos el rey de Kavarra que era muy anciano y tenía grande noticia de los hechos y casos que habían sucedido en España porque se había hallado en tiempo del rey su padre y suyo en grandes empresas y guerras contra moros y cristianos, refería, que aunque los navarros eran pocos cuando con los castellanos llegaron al hecho de las armas se habían señalado valerosamente y no les pasaban adelante en igual número y fuerzas; pero que el poder de los reyes de Castilla era tan grande que no bastaba tanto a resistirles que no hubiesen recibido muchas sobras en gran daño y perjuicio de su señorío; y si ellos se ayuntasen en amor y concordia con el rey de Aragón, confiaba -como tenía de su parte la razón y justicia- que habría de ellos victoria y venganza de sus ofensas; y sin otra resolución acabó con esto. El rey de Aragón quiso primero oír a los ricos hombres de Kavarra por entender el recaudo que había en las fronteras contra Castilla y la gente que se podría juntar para comenzar la guerra y el estado en que el rey don Sancho tenía sus negocios. Hablaron don García Almoravid y don Sancho Fernández de Montagudo casi en suma una misma cosa, diciendo que estando estos reyes unidos y aliados haciendo una guerra contra Castilla serían poderosos para ganar mucha honra y aquella confederación conseguiría buen fin, sin llegar a otra particularidad ninguna. Por mandado del rey don Sancho, don Atho de Foces, don Blasco Maza y don Rodrigo de Lizana diciendo su parecer, prometieron en su nombre y de los ricos hombres y caballeros de Aragón que lo que ambos reyes les diesen con lo que ellos tenían, lo emplearían en la guerra con sus personas y les servirían en ella.

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Plática del rey de Aragón al de Kavarra, muy discreta y prudente. Mas el rey comenzó la plática enderezando sus razones al rey don Sancho, porque teniendo gran tesoro allegado cuanto bastaban las riquezas de aquellos tiempos, era muy escaso en despenderlo en lo que convenía a la guerra. Y dijo que él tenía tres tanta o cuatro tanta compañía de caballeros y gente más que no él, y él había allegado más dinero, y que de su reino se sacarían dos mil caballeros y que él juntase mil pues se podrían haber entre caballeros e hijosdalgo bien aderezados de armas y caballos; que también le podría valer el conde de Champaña su primo con otros mil caballeros, y cuando no lo quisiese hacer por esta nueva liga y confederación que habían hecho por el vínculo del parentesco que habían ayuntado, hiciese dos mil de caballo en su reino, pues la riqueza y tesoro de ningún provecho era a quien no lo despendía; y que en ninguna cosa lo podía mejor gastar que en vengarse de las afrentas que el rey de Castilla y los suyos le habían hecho y al rey su padre, y que por aquello sería honrado y preciado entre las gentes; porque si tuviesen cuatro mil caballeros e hijosdalgo y con ellos entrasen en Castilla, pensaba, que como los castellanos eran de su condición y naturaleza de grande ufanía y orgullosos, no rehusarían de venir a la batalla, y esperaba que habrían de ellos victoria, pues tenían de su parte el derecho y razón y ellos la sinjusticia; que vencida una batalla como los lugares de Castilla los más de ellos no tuviesen cava ni muralla, podrían saquearlos y haber los suyos grande presa, por codicia de la cual muchos vernían a su servicio a aquella guerra. Disgustada respuesta del de Kavarra por no tocar en su tesoro. Pero como el rey de Kavarra no holgaba de echar mano a su tesoro, respondió muy desabridamente, diciendo al rey de Aragón que hiciese sus negocios a su guisa, que él así lo haría en los suyos. Y excusándose el rey lo mejor que supo con responder que lo hacía por su honor y porque cobrase las villas y lugares que había perdido, estaba tan airado y sañudo que ninguno de los suyos le osaba decir cosa alguna, ni el rey le quiso contradecir ni replicar más. En lo que el de Aragón quedó con el de Kavarra acerca de la guerra de Castilla. Otro día el rey volvió a visitar al rey de Kavarra y entendió en sacar de él el dinero que pudiese; y envióle a pedir le prestase cien mil sueldos; y demandó al rey de Aragón seguridad por ellos: y concertáronse 224


que / (Página 231) le entregase en prendas a Herrera, Ferrellón, Peña Redonda y la Fajina. Y quedó concordado que le tuviese el rey don Jaime para la fiesta de pascua mil caballeros y antes de San Miguel otros mil, y que el rey de Kavarra juntase otros mil. Y fue concertado que se viesen para la fiesta de pascua, para entender en la guerra de Castilla. Y proveyó el rey de Aragón que algunos caballeros y gente de guerra fuesen a los lugares de la frontera que tenían los navarros contra Castilla. Y con esto se partió de Tudela para su reino (…)”.Página 232. Capitulo XIII. De las segundas visitas que el rey tuvo con el rey de Cavarra en Tudela. “(…) El rey llegó a Tudela, y lo que allí pasó con el de Kavarra. Por la pasada del rey a Mallorca no se pudo ver con el rey de Kavarra para la fiesta de Pascua y húbose de tardar dos meses. Y partióse para Aragón y de allí a Tudela a donde antes que se viese con el rey don Sancho fue avisado de un caballero que amaba su servicio, llamado don Pedro Jiménez de Valtierra, que el rey don Sancho tenía gran sentimiento que le hubiese faltado en el plazo. Y excusóse con el rey diciendo que por aquella tardanza le tenía doscientos caballeros más que le servirían en la guerra de Castilla; y que él estaba aparejado a cumplir lo capitulado, si el tuviese los mil caballeros de su reino; porque con ellos y con mil que él tenía en orden, desafiaría al rey de Castilla. Pero no habiendo proveído en lo de su gente siendo suya la causa y querella, tenía menos razón de se quejar de él, no siendo principal en la guerra. Aviso que tuvo el rey de Kavarra de los caballeros que estaban en la frontera. Estando en esta alteración llegó un caballero de don García Almoravid que llevaba cierta creencia del mismo don García al rey de Kavarra y de Juan Pérez de Baztán, que estaban con los aragoneses y navarros en la frontera. Y había cuatro días que había llegado y no había podido ver al rey ni se le daba audiencia. Y con él avisaban aquellos ricos hombres que si les enviasen doscientos caballeros darían batalla a don Lope Díaz señor de Vizcaya, y que pensaban haber victoria, y con vencer a don Lope se acababa la guerra. Palabras del rey al de Kavarra. Con esto volvió el rey a verse con el rey don Sancho; y le dijo que se maravillaba del descuido que tenía en aquel hecho siendo tan arduo e importante; y que si él hubiera desafiado al rey de Castilla se fuera para la frontera con solos sesenta caballeros que allí tenía. Pero que él enviaría allí su gente si se diese apellido en la villa para 225


que saliesen contra los enemigos y siguiesen a sus capitanes con sólo que dijese que les daría bastimiento para catorce días; y con esto se podría comenzar a romper la guerra. Respuesta del de Kavarra al rey. Respondió el de Kavarra muy desabridamente que se dejase de / (Páina 233) aquello; y estaba tan adormecido y olvidado de proseguir la guerra que el rey, de consejo de don Blasco Maza, se despidió de él, diciendo que estaba siempre aparejado de valerle en esta guerra con dos mil caballeros cumpliendo él lo que estaba acordado de su parte. Y por esta causa quedó sobreseída la guerra que el rey don Jaime se había obligado a hacer con el rey de Kavarra contra el rey de Castilla. El rey se vino a Tauste; y lo que allí determinó. Y vínose de Tudela para la villa de Tauste; y conociendo la condición del rey de Kavarra, que ni era bueno para valerle en sus necesidades ni dar buena expedición en sus proprios negocios que le importaban tanto, determinó de alzar la mano de la guerra de Castilla para emplearse en la de los moros (…)”. Página 246. Capítulo XXII. De la muerte del rey don Sancho de Cavarra y que sucedió en aquel reino el conde de Champaña su sobrino; y de la sucesión del condado de la Proenza. “(…) Muerte del rey don Sancho de Kavarra. A 7 del mes de abril del año 1234 murió el rey don Sancho de Kavarra en el castillo de Tudela y fue enterrado en el monasterio de santa María de Roncesvalles. Los navarros juraron al conde de Champaña por rey. Y los navarros estando el rey de Aragón tan puesto en proseguir su conquista, enviaron por Thibaldo conde de Champaña, sobrino del rey don Sancho y le alzaron y juraron por rey contra los homenajes que habían hecho al rey don Jaime los ricos hombres y estados de aquel reino. Lo que se refiere que pidieron los navarros al rey y que los absolvió del juramento. En la historia del príncipe don Carlos y en otras de las cosas de Kavarra se refiere que luego que el rey don Sancho murió, los navarros queriendo guardar su naturaleza por haber rey descendiente de recta línea, enviaron a pedir al rey don Jaime que los librase de la obligación que le tenían por la fe y juramento que le prestaron; y que no codiciando lo que no le pertenecía, como príncipe muy justo, los absolvió liberalmente de aquel homenaje y sacramento en que se habían obligado. Y que con esto 226


enviaron por Thibaldo para que viniese a tomar la posesión de su reino, y que fue coronado y jurado en Pamplona por el mes de mayo de este año. Como quiere que sea, o por causa de la guerra que el rey tenía con los moros o por diferir este negocio o por otra causa que yo no he podido descubrir, el rey don Jaime no se divertió de la empresa que tenía y Thibaldo ocupó el reino y lo poseyeron él y dos hijos suyos y sus sucesores. Y sobre esta querella hubo guerra entre ellos y el rey don Jaime y el rey don Pedro su hijo. Canonización del glorioso santo Domingo, en Reate. En este mismo año a 8 de julio, estando el papa Gregorio en Reate, en el octavo año de su pontificado canonizó y puso en el catálogo de los santos al glorioso y bienaventurado santo Domingo, padre y primer instituidor de la orden de los frailes predicadores (…)”. (115). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 279. Capítulo XLVII. Cómo se rindió al rey el castillo de Biar y todo lo que restaba del reino de Valencia. “(…) Muerte de Tibaldo rey de Kavarra, y quién fue Margarita su tercera mujer. Mas pasando las cosas a gran rompimiento entre el rey de Aragón y el rey de Castilla, a 8 de julio de este año de 1253 murió en Pamplona Tibaldo rey de Kavarra y el conde de Champaña y de Bria sobrino del rey don Sancho. Este fue tercera vez casado con Margarita que -según el arzobispo don Rodrigo escribe -era hija del príncipe Archimbaudo que se entiende que era un gran señor de Francia de la casa que llamaban de Dampierre y eran señores de Borbón; y de ella hubo dos hijos y el mayor se llamó también Tibaldo y el segundo don Enrique, que reinaron en Kavarra y quedaron debajo de la tutela de la madre./ (Página 280) Pónese la reina debajo la protección del de Aragón, y la recibe; y hacen nueva concordia, y los pactos de ella. Luego que murió el rey Tibaldo, el rey don Jaime se fue a ver con la reina doña Margarita a Tudela; porque la reina quiso poner aquel reino debajo del amparo del rey; y él con ánimo muy generoso le recibió debajo de su protección y defensa contra el rey de Castilla. Y el primero de agosto de este año asentaron nueva concordia para que estuviesen estos reinos unidos y confederados, quedando al rey 227


de Aragón su derecho a salvo. La suma de la confederación fue: que prometió el rey a la reina doña Margarita y a don Tibaldo su hijo rey de Kavarra o a cualquiere otro hijo suyo que fuese rey, que sería amigo de sus amigos y enemigo de sus enemigos; y si tuviese guerra con algún rey o con poder de rey que quisiese hacer guerra a Kavarra sobre la sucesión de aquel reino o de su señorío, le ayudaría con todo su poder a defenderlo contra todos los hombres del mundo por su persona hallándose en Aragón; y en caso que estuviese fuera del reino ayudarían en la guerra los que tuviesen por el rey cargo del gobierno de Aragón y Valencia, con todo el poder de estos reinos, moviendo de Aragón después de treinta días que fuesen requeridos; y que el rey no haría paz ni tregua sin voluntad de la reina. Juntamente fue concordado que el rey daría a su hija la infanta doña Constanza por mujer al rey Tibaldo, o si él muriese antes que el matrimonio se efectuase, a cualquiere de sus hermanos que le sucediese en el reino; y en caso que la infanta doña Constanza muriese antes de consumar el matrimonio, daría de la misma manera a doña Sancha su hija, prometiendo que nunca daría ninguna de sus hijas por mujer a ninguno de los infantes de Castilla hermanos del rey don Alonso ni a otra persona que tratase por medio ni plática de su yerno el rey de Castilla, sin voluntad de la reina de Kavarra. Habíase de confirmar la concordia por el papa, con censuras; y jurarla en las cortes de los reinos.Esta concordia se había de confirmar por el papa para que se ratificase con grandes penas y censuras; y la habían de jurar todos los ricos hombres de Aragón, los caballeros y procuradores de las ciudades y villas de Aragón y Valencia que la reina quisiese, para que ellos procurasen que esta capitulación se guardase y cumpliese por término de quince días después de la fiesta de San Miguel del mismo año. Los pactos que la reina hizo en esta concordia. La reina en su nombre y del rey su hijo, se obligaba al rey de Aragón, de valerle contra todos los hombres del mundo exceptando al rey de Francia y al emperador de Alemania y aquellas personas de Francia a quien eran obligados por razón de señorío; y que procuraría con todo su poder que el rey su hijo o cualquiere de sus hermanos que sucediese en aquel reino hiciese el matrimonio con la infanta doña Constanza o con doña Sancha; y cuando sus deudos del rey Tibaldo lo impidiesen, ofrecía la reina que no casaría con hermana del rey de Castilla hija del rey don Hernando y de la reina doña Juana su segunda mujer, ni con hija del rey de Castilla, ora fuese 228


legítima ora no, ni con parienta suya que fuese hija de reina o de otra que él lo tratase o moviese sin consentimiento del rey de Aragón. Los que se hallaron en esta concordia y la juraron. Halláronse a esta concordia el infante don Alonso y don García obispo de Tarazona; y juráronla los ricos hombres y caballeros de Aragón y Kavarra que se hallaron presentes. Y fueron estos: de Aragón don García Romeu, don Pedro Cornel, don Jimeno de Foces, don Jimeno Pérez de Arenós, don Ferriz de Lizana, don Pedro Martínez de Luna, don Sancho de Antillón, don Palacín de Foces y don Artal de Foces, don Guillén de Pueyo, don Rodrigo Pérez de Tarazona y don Martín Pérez de Artasona justicia de Aragón. Juraron del reino de Kavarra: don García Almoravid, don Sancho Fernández de Montagudo, don García Gómez de Agoncillo, don Gonzalo Ibáñez de Baztán, don Corbarán de Lehet, don Martín Garcez de Eusa, don Pedro González de Morentiu, don Martín González de Morentiu, don Guerrero Sire, Simón Gros, don Pedro Jiménez de Valtierra y don Lope Arcez deán de Tudela. Los aparatos que hicieron en sus fronteras los reyes de Aragón y Castilla por esta causa. Por esta novedad hubo grandes diferencias entre estos reyes; y envió el rey don Alonso su gente contra las fronteras de Kavarra con título que le pertenecía de derecho, y quiso entrar en persona en ella para apoderarse del reino y de los infantes. Mas el rey de Aragón ayuntó sus huestes contra él para se lo resistir; y porque había falta de moneda, con consentimiento del reino, mandó labrar del cuño de la moneda de Jaca quince mil marcos de plata. Ayuntáronse por las fronteras de Sos y de / (Página 281) Uncastillo gentes de los concejos de Huesca, Jaca, Tauste y Alagón; y por la parte de Tarazona movió el rey con su ejército para entrar el reino de Kavarra y salir contra su yerno. Mas todo el tiempo se ocupó en hacer muy grandes aparejos de guerra, y se pusieron en orden los lugares de las fronteras así de parte de Castilla como de Aragón. Y el rey Tibaldo cuando fue de edad de quince años tomó la administración de su reino y procuró de confirmar la concordia que la reina doña Margarita su madre había asentado con el rey de Aragón. El infante don Alonso en Barcelona, en público consejo, aprueba las donaciones hechas por su padre a sus hermanos, y las jura en poder del rey. Entrado el mes de septiembre se fue el rey a Barcelona; y allí estando en su palacio real en público consejo, asistiendo a él el arzobispo de 229


Tarragona, el obispo de Barcelona, Hugo conde de Rodes, don Ramón Folch vizconde de Cardona, don Guillén y don Berenguer de Anglesola, Bernaldo de Santa Eugenia, don Jimeno Pérez de Arenós, Galcerán y Ramón d'Urg, don Guillén y don Berenguer de Cardona y don Bernaldo de Centellas, a 23 de septiembre de este año, aprobó el infante don Alonso y confirmó las donaciones que el rey había hecho a los infantes don Pedro y don Jaime sus hermanos, en que hizo donación al infante don Pedro del condado de Barcelona y de toda la Cataluña según lo dividía el río Cinca como discurre de los montes Pirineos y entra con Segre en Ebro; y por la corriente y riberas de Ebro hasta Tortosa como va a entrar en la mar hasta la fuente de Salsas. Y especialmente confirmó la donación que se hizo de la ciudad de Lérida y de todo el territorio que está entre Cinca y Segre, de tal manera que ni por razón de primogenitura ni del juramento y homenaje que los ciudadanos de Lérida le hicieron en las cortes de Daroca por aquella ciudad y su tierra -del cual y de otro cualquiere vínculo de naturaleza los absolvía- ni por otra causa, pudiesecontravenir a esta donación. De esto hizo el infante homenaje en manos del rey su padre (…)”. Página 281. Capítulo XLIX. De la confederación y liga que el rey asentó con Tibaldo rey de Cavarra. “(…) Rómpese la guerra entre el de Castilla y Aragón. En este medio se rompió la guerra entre el rey y su yerno el rey de Castilla; y el rey se vino de Barcelona a la frontera de Kavarra y fue el rey Tibaldo a verse con él a Montagudo, a donde estuvieron los reyes en principio del mes de abril del año de 1254; y en la iglesia de Santa María de aquel lugar, el jueves de la Cena que fue a cinco del mes de abril, firmaron nueva concordia de ser amigos de amigos y enemigos de sus enemigos. El de Aragón y Kavarra se juntan en Montagudo y hacen nueva confederación. Prometía el rey don Jaime de valer al rey de Kavarra con su persona y vasallos y con todo su poder a defender su reino y el señorío de Kavarra contra todos los hombres del mundo. En esta liga excepta el de Aragón sólo al conde de la Proenza, y fue el mayor enemigo que tuvo la casa de Aragón. Y es cosa de notar que tan solamente fue exceptado por el rey don Jaime en esta liga, Carlos conde de la Proenza, hermano del rey de Francia, que fue el más capital enemigo que el infante don Pedro su hijo y la casa de Aragón habían de tener; y se

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obligaron de no hacer ninguna tregua ni tomar asiento en sus diferencias sino de conformidad de los dos. Los rehenes que puso el rey de Aragón. Porque esta concordia tuviese más firmeza puso el rey de Aragón luego en rehenes el lugar de Uncastillo y los castillos de Rueda y Sos; y como quier que el castillo de Borja estaba puesto en tercería por las diferencias que el rey tenía con el rey don Alonso su yerno, fue declarado que en caso que quedase libre de la fieldad en que estaba por guerra que el rey de Castilla moviese o por otra causa, se pusiese también en rehenes; y el castillo de Tiermas que se labraba por este tiempo, cuando fuese acabado. Estos castillos se habían de tener por un rico hombre de Aragón que el rey de Kavarra nombrase y se había de desnaturar cuanto a ellos de la fidelidad que debía al rey, y hacerse vasallo del rey de Kavarra y hacelle homenaje como a señor natural, y para rendille los castillos en caso que el rey de Aragón contraviniese a este asiento; y sino los rindiese fuese habido por traidor como el que se alza con castillo de su señor natural. / (Página 282) Lo que el rey de Kavarra prometió al de Aragón, y las rehenes que puso. Por esta forma el rey de Kavarra se obligó de valer al rey de Aragón contra todos los hombres del mundo exceptando al rey de Francia y a sus hermanos; y se obligó que no casaría con hermana ni con hija del rey de Castilla sin consentimiento del rey. Y puso luego en rehenes los castillos de Gallipienzo, Arguedas y Monreal; y quedó concordado que cuando se pusiese en rehenes el castillo de Borja, el rey de Kavarra pusiese por él el castillo de Lazún; y por el castillo de Tiermas señaló a Sangüesa la vieja para que se tuviese por un rico hombre de Kavarra de la manera que los de Aragón. Y juraron los reyes e hicieron pleito homenaje que guardarían inviolablemente esta concordia. Y fue jurada por los ricos hombres y caballeros de Aragón y Kavarra que se hallaron presentes e hicieron pleito homenaje. Los de Aragón que juraron la concordia. Los ricos hombres de Aragón eran: don Bernardo Guillén de Entenza, don Pedro Cornel, don Gacía Romeu, don Alvar Pérez de Azagra hijo de don Pedro Fernández señor de Albarracín, Gil de Rada, don Guillén de Pueyo y don Beltrán Ahones; y los caballeros aragoneses don Martín Pérez de Artasona, Hurtado de Lihori, Pedro Pérez de Tarazona, lñigo de Oriz, Pedro Jordán de Ejea, Ruy 231


Jiménez de Luesia, Pedro Ramírez de Oria, Ponce de las Cellas, y nueve vecinos de los más principales de Tarazona. Los que juraron de Kavarra la concordia. Juraron por parte del rey de Kavarra los ricos hombres que allí se hallaron de aquel reino que eran: Sancho Fernández de Montagudo senescal, Gil de Rada, García Almoravid, Ferrant de Lerat, Gonzalo Ibáñez de Baztán, Martín Jiménez de Aibar, Remir Pérez de Arroniz, Corbarán de Lehet, don Artal de Luna, Pedro de Varillas, Sancho Pérez de Varillas. Los caballeros eran: Jimeno Sánchez de Funes, Juan García de Peralta, Roldán Pérez de Aransu, Garci Sánchez de Peralta, Martín Eñiguiz de Oriz; y seis vecinos de Tudela. Por medio de algunas personas hicieron treguas estos reyes. Pero estando las cosas en gran rompimienlo, entre estos príncipes y el rey de Castilla, algunos prelados y ricos hombres movieron algunos partidos entre ellos, porque desistiesen de la guerra; y pusieron treguas hasta la fiesta de San Miguel del año 1254 (…)”. Página 345. Capítulo LXXXII. De las treguas que se concertaron entre el rey el rey don Enrique de Cavarra. “(…) Rómpese la guerra entre los reyes de Kavarra y Aragón. Sucedió en el reino de Kavarra después de la muerte del rey Tibaldo segundo, que no dejó hijos, Enrique su hermano, que tenía cargo del regimiento de aquel reino; y casó con una hija de Roberto conde de Artoes, hermano de sant Luis rey de Francia. Con este príncipe se rompió la guerra en este mismo tiempo. Y tenía el rey puesta gente de guarnición en las fronteras del reino de Kavarra, prosiguiendo el derecho que en la sucesión de él pretendía tener como heredero del rey don Sancho habiendo contravenido a las concordias que se habían asentado con la reina doña Margarita y después con su hijo Tibaldo. Concuérdanse los reyes; cómo y por qué. Mas por las novedades que sucedieron en este reino por la disensión que había entre el rey y el infante don Pedro su hijo, se concordaron los reyes en una larga tregua de la forma que se suele dar de un reino a otro para el trato y comercio; pero el infante don Pedro visto esto, procuraba concertarse con el rey don Enrique en virtud de la cesión y donación que el rey su padre le hizo del derecho que le pertenecía en aquel reino; y tratóse de comprometer aquella diferencia; y fue don Gilabert de Cruyllas sobre ello a Kavarra con poder del infante, pero no se tomó ningún medio entre ellos.

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Desnaturándose los ricos hombres de Castilla del señorío de su rey, se pasan a Granada. Antes de esto, el infante don Felipe y don Kuño de Lara y los otros ricos hombres de Castilla sedesnaturaron del señorío del rey y se fueron al reino de Granada e hicieron guerra contra el reydon Alonso; y la reina de Castilla y el infante don Hernando su hijo que estaban en Córdoba trataban de reducirlos al servicio del rey. Por esta causa envió el rey de Aragón a Granada al electo de Albarracín; y en esta misma sazón el rey de Castilla partió de Avila por verse con el rey su suegro y tratar de alguna concordia entre él y el infante don Pedro su hijo; y traía consigo al infante don Sancho arzobispo de Toledo y al infante don Manuel su hermano y a don Sancho hijo de don Alonso señor de Molina. Y había enviado sus mensajeros al infante don Pedro para que se viesen todos en un lugar; pero no le pudieron entonces persuadir a la concordia y él se envió a excusar que no iba ante el rey su padre por no le dar más enojo. Concierto entre los reyes de Castilla y Aragón contra los moros de Marruecos. Los reyes se vieron / (Página 346) en Requena a donde concertaron de valerse y socorrerse contra los moros por las nuevas que había que Aben Jucef rey de Marruecos quería pasar a España; y el rey de Aragón le ofreció que si viniesen a batalla se hallaría en persona con el rey su yerno. Dejó entonces el rey las fronteras de Murcia y Castilla bien proveídas y partió para la villa de Mompeller. Y fueron con él don Jofre vizconde de Rocabertí, don Beltrán de Belpuch señor de Polop, Armengol Durg y otros ricos hombres. Muerte de doña Berenguela Alfonso en Karbona, y quién fue ella. Este año de 1272 a 17 del mes de junio murió en la ciudad de Karbona doña Berenguela Alfonso hija del infante don Alonso señor de Molina y Mesa, con la cual el rey algún tiempo vivió en pecado. Y era tan público que según en su historia se dice le llamaba el pecado de la Berenguela. Enterráronla en el monesterio de los frailes menores de aquella ciudad y dejó al rey heredero en los heredamientos que tenía en el reino de Galicia, en los lugares de Felgoso y Caldelas, aunque quedaron de ella hijos (…)”. (116). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. 233


www.ebook2473.pdf Página 356. Capítulo LXXXIX. De la muerte del rey don Enrique de Cavarra y de la concordia que se tornó por el infante don Pedro con los navarros que se juntaron a cortes. “(…) Muerte de Enrique en Pamplona; de qué murió y quién le sucedió. Día de la Magdalena de este año de 1274 murió en Pamplona el rey don Enrique de Kavarra, hermano del rey Tibaldo, de muy lisiado de gordo. De este don Enrique y de su mujer -que fue hija de Roberto conde de Artoes hermano del rey Luis de Francia, como está dicho- no quedó sino una hija llamada Juana; y el rey su padre la hizo jurar a los navarros en Pamplona por sucesora en el reino pocos días antes que muriese, siendo de dos años. División entre los ricos hombres de Kavarra; sobre qué. Va el infante don Pedro a Kavarra a pretender la sucesión de aquel reino para su padre. Sabida la muerte del rey de Kavarra y que había división entre los ricos hombres y pueblos de aquel reino porque algunos querían que la hija del rey fuese encomendada al rey de Castilla y se casase por su mano, y otros por complacer a la reina su madre querían que se llevase a Francia, y de otros era el rey de Aragón llamado a la sucesión de aquel reino, determinó a 29 de julio que el infante don Pedro fuese a Kavarra para tratar con los ricos hombres que seguían su opinión que fuese rey don Jaime admitido como legítimo sucesor. Títulos con que pretende el rey a Kavarra. La pretensión del rey se fundaba en que aquel reino desde los tiempos antiguos por muy notorio derecho fue de los reyes de Aragón y reinaban conjuntamente en Aragón y Kavarra; y esto era notorio por los fueros que habían dado, y por las donaciones y privilegios y por las poblaciones hechas en aquellos tiempos siendo reyes de Aragón y Kavarra. Y dejado lo más antiguo hasta el tiempo del rey don Sancho el mayor, después continuaron la posesión los reyes de Aragón desde el reinado del rey don Sancho Ramírez hasta la muerte del emperador don Alonso que murió en la batalla de Fraga. Y después violentamente y contra justicia habían tenido usurpado aquel reino los que fueron en él intrusos hasta la muerte del rey don Enrique. Ko solamente se pretendía que le competía justamente aquel reino por la sucesión antigua de los reyes de Kavarra, pero por el pacto y convención que hizo con el rey don Sancho, su tío, confirmada con juramentos y pleito homenaje de los ricos hombres de aquel reino en la adopción que se hizo del un rey al otro. Muerto el rey don Sancho sin dejar hijos ni hermanos legítimos, fue muy 234


notorio que Tibaldo su sobrino -hijo de su hermana- se apoderó de aquel reino violentamente; y fue por él y sus dos hijos poseído sucesivamente como dicho es. / (Página 357) Había otro derecho por las convenciones que se asentaron con el rey Tibaldo el segundo, por el socorro que el rey le hizo en la guerra que tenía con Castilla, en la cual le defendió con todo su poder e hizo en ello grandes y muy excesivos gastos, y quedaba el rey de Kavarra obligado al rey en sesenta mil marcos de plata, y había de entregarle cinco castillos. Con esta ocasión envió el rey a requerir a los ricos hombres y ciudades y villas de Kavarra que por la fidelidad y naturaleza antigua en que le eran obligados, le recibiesen por su rey y señor natural como de derecho lo debían hacer, y quisiesen antes ser sus súbditos debajo de una franca y casi compañera libertad de señorío que sujetarse a otros reyes cuya tiranía e injustas opresiones y gravezas debían con gran razón temer si bien lo considerasen. Y si acordasen recibirle por su rey entretanto que él llegaba, el infante don Pedro su hijo, entendería en lo que tocaba a la defensa y utilidad pública del reino; y cuando determinasen que era más expediente recibir al infante por rey entendiesen que él holgaría de ello y se conformaría con su voluntad, prefiriendo lo que más convenía al bien público de la tierra. El infante de Castilla don Hernando pretende por armas a Kavarra. También el rey de Castilla, vista la división que había entre los navarros, luego acordó de hacer donación del derecho que pretendía en aquel reino al infante don Hernando su hijo; y el infante envió a Barcelona al rey su agüelo, un caballero de su casa llamado Juan Martínez de Mianchas, y con él le avisaba de esto, y suplicaba le enviase al infante don Pedro su tío para que se viese con él y le ayudase en aquel hecho, porque ayuntaba un buen ejército para entrar poderosamente por Kavarra. Excúsase el rey de dar el favor que le pide el infante de Castilla declarándole su pretensión. El rey, que entendió cuán mañosamente trataban el rey de Castilla su yerno y el infante don Hernando su nieto en este negocio y que sin el respeto que le debían se querían entremeter en él, usando con disimulación y artificio como si no tuvieran por competidor al infante don Pedro su hijo, para desengañarlos y que entendiesen la poca confianza que se debía tener de él, se envió a excusar con su nieto, diciendo que ya el infante don Pedro su hijo era ido a instancia de algunos ricos hombres de Kavarra a declarar en su nombre el derecho que le 235


pertenecía en aquel reino. Y el 1.º de septiembre fue enviado a Francia un caballero catalán llamado Alberto de Mediona y a Castilla otro que se decía Garci Rodríguez, para que tratasen con el rey y reina de Castilla que se diese todo favor y ayuda al infante don Pedro, como la razón y el deudo que entre ellos había lo requería. Danle al infante don Pedro los instrumentos del señorío de los reyes de Sobrarbe en Aragón y Kavarra, en el convento de sant Juan de la Peña. Fuese el infante al monesterio de sant Juan de la Peña a donde tuvo la fiesta de sant Bartolomé apóstol; y el abad y convento le dieron los instrumentos que tenía en aquella casa por donde se fundaba la posesión antigua del señorío que los reyes de Sobrarbe tuvieron en los reinos de Aragón y Kavarra, para mayor justificación de su causa; y de allí pasó en fin del mes de agosto a las fronteras de Kavarra, y vinieron a verse con él a Sos don Armengol obispo de Pamplona y Pedro Sánchez de Montagudo señor de Cascante y algunos ricos hombres y caballeros navarros que eran los principales que seguían la opinión del rey de Aragón. Y porque en la misma sazón la reina de Kavarra mujer del rey don Enrique se fue con su hija a Francia, recelándose que por estar el reino en grande alteración y puesto en armas no le sacasen de su poder a su hija, el infante trató de ganar las voluntades así de los ricos hombres y caballeros como de la gente particular. Prevención de buen consejo de guerra del rey al infante. Porque la deliberación del rey era que si el infante entendiese que con voluntad de los del reino o de tanta parte de él, que con la gente que tenía junta en las fronteras de Aragón pudiese prevalecer a la parte contraria, entrase a se apoderar del reino; y de otra manera no se moviese guerra contra Kavarra; porque en esta sazón estando los ricos hombres en Aragón y Cataluña en grande alteración y guerra, no se podía conseguir buen fin. Asienta el infante tregua con los navarros. Por esta causa, el infante don Pedro, después de haber enviado a notificar a los navarros las pretensiones que el rey tenía así cerca de la sucesión como / (Página 358) en otras demandas en que los reyes pasados le eran obligados, asentó tregua con los navarros; y lo que tocaba a los castillos y a los sesenta mil marcos de plata que el rey pretendía se le habían de entregar, se puso en juicio y determinación del infante don Sancho arzobispo de Toledo su hermano. 236


Cortes por los navarros en la Puente de la Reina. Juntáronse los navarros a cortes en la Puente de la Reina; y el infante se pasó a Tarazona, de donde a 21 del mes de septiembre envió sus embajadores para que tratasen con los navarros, que fueron don García Ortiz de Azagra, don Ferrer de Manresa juez de la corte del infante y Juan Gil Tarín zalmedina de Zaragoza. Don García Ortiz de Aragón requiere a los navarros reciban por su rey al de Aragón. Siendo juntos en aquellas cortes en los palacios del rey, el tercero día del mes de octubre el obispo de Pamplona y el abad de Montaragón, don Pedro Sánchez de Montagudo señor de Cascante gobernador del reino de Kavarra, don Gonzalo Ibáñez de Baztán alférez de Kavarra, don García de Almoravid, don Juan González de Baztán, Juan Corbarán, Pedro Martínez de Sobiza, en su presencia y de todos los ricos hombres e infanzones y caballeros y ciudadanos de las villas de Kavarra, don García Ortiz de Azagra puso demanda a toda la corte junta en nombre del infante del reino y señorío de Gavarra, requiriendo a los ricos hombres y caballeros y a los concejos de Kavarra que recibiesen por su rey y señor al rey don Jaime, como el rey don Sancho lo había mandado y lo habían jurado, según se contenía en las cartas del prohijamiento y de la jura que hicieron los ricos hombres y villas del reino. Y en nombre del infante ofreció todo socorro y ayuda para lo que concernía a la defensa de aquel reino; y que el infante holgaría cumpliendo ellos con lo que debían que se ofreciese ocasión por donde se aumentase el amor que les tenía. Respuesta al requerimiento. A esto respondieron en nombre de las cortes que ellos enviarían sus embajadores al infante. Y vinieron a Tarazona don Pedro Sánchez de Montagudo, don Gonzalo Ibáñez de Baztán y don Juan González su hijo, don Martín Garcez de Unza y don Gil Baldovín alcalde de Tudela; y con ellos enviaron a decir al infante que acatando la fe y lealtad de sus antecesores les placía de cualquiere derecho que el rey su padre y él tuviesen sobre la sucesión; y pidieron por merced al infante que declarase cuál era la amistad que quería tener con los navarros y en qué manera los pensaba ayudar. Declara el infante a petición de los navarros la amistad y favor que les ofrecía en caso que le reciban por su rey. El infante entonces, estando con él don García Romeu, don Gilabert de Cruyllas y don Ramón de Peralta y Juan Gil Tarín zalmedina de Zaragoza, Pero López de Eslava, Ferrer de 237


Manresa y algunos otros caballeros aragoneses y navarros, dijo que como quiera que el derecho de heredar el reino de Kavarra pertenecía al rey su padre y a él como a su hijo primero, y debiesen los navarros y pudiesen reconocer el señorío del rey y suyo a su honor y provecho y sin ninguna nota, pero acatando el deudo antiguo y el amor que tenía a los navarros, porque se aumentase, holgaría que don Alonso su hijo mayor casase con doña Juana hija del rey don Enrique, y si ellos no la pudiesen haber, casase con una de las hijas de las hermanas del rey don Enrique, o con la hija de Juan de Bretaña, sobrino del mismo rey don Enrique -cuya madre fue doña Blanca hija del rey Tibaldo el primero y de su segunda mujer que fue hija de Guiscardo de Beljoc y de Sibilia hija de Filipo conde de Flandes-; y en caso que don Alonso muriese casase con una de ellas don Jaime hijo segundo del infante que había de suceder en el reino en caso que su hermano muriese antes de casar. Ofrecía que se encargaría de la defensa del reino por su persona y con todo su poder y con toda su tierra contra todos los hombres del mundo; y que guardaría a los navarros sus fueros y los mejoraría a conocimiento de la corte; y guardaría las donaciones hechas por los reyes pasados, y para mostrar que deseaba en todo acrecentarlas ternía por bien que las caballerías de Kavarra que eran de cuatrocientos sueldos, fuesen de quinientos. También se prometía por el infante que cuando estuviese él y su hijo ausente de Kavarra nombraría por gobernador del reino al que le aconsejase la corte o la mayor parte, y que todos los oficiales del reino serían naturales y de la tierra. Y para mayor seguridad que esto se cumpliría pornía en poder de los navarros a don Alonso su hijo mayor, y si él muriese a don Jaime que había de suceder en lugar de su hermano; y él lo juraría y mandaría que lo jurasen don García Ortiz de Azagra, don García Romeu que era yerno del infante don Pedro, don Ato de Foces y don Gilabert de Cruyllas y / (Página 359) otros ricos hombres. Todo esto prometía el infante con tal condición: que si el casamiento de don Alonso su hijo no se podía cumplir con la hija del rey don Enrique o con alguna de las sobrinas, los navarros dentro de un año le entregasen el reino con todo su señorío y de allí adelante le tuviesen por su rey y señor natural por razón del derecho que el rey su padre y él tenían; y todo esto lo habían de jurar los perlados y ricos hombres y procuradores de los castillos y villas de Kavarra. Corte general en Olit de Kavarra para deliberar en lo que el infante pide. Después que se trató esto con aquellos embajadores, los navarros para 238


tomar deliberación en este negocio se juntaron en corte general en Olit; y por todos los perlados, ricos hombres, caballeros e infanzones y por los procuradores de las ciudades y villas y por todos los pueblos de Kavarra otorgaron y prometieron al infante don Pedro que le darían a doña Juana hija del rey don Enrique en casamiento para su hijo mayor don Alonso; o cuando doña Juana muriese le darían una de las sobrinas; y entre ellas se nombraba la hija de Juan de Bretaña; y que no darían su consentimiento en otro matrimonio de la hija o sobrinas del rey don Enrique con otro príncipe extraño. Y en caso que don Alonso muriese darían una de ellas al otro hijo mayor que sucediese en el reino de Aragón. Cuando no pudiesen cumplir con ninguno de estos matrimonios, se obligaban por razón de la ayuda que el infante les había de hacer en defensa del reino y de los daños y gastos que en ello se le ofrecían, desde la pascua de cuaresma primera viniente en un año, pagarle docientos mil marcos de plata con que se comprendiesen en esta suma los sesenta mil que el rey de Aragón les pedía. Y por ellos obligaron luego al infante todas las rentas que el rey don Enrique tenía en el reino de Kavarra cuando murió. Prometimiento de los navarros al infante. Allende de esto prometieron que luego que el infante entrase en Kavarra por defender la tierra y cumplir esta obligación, le ayudarían con todas las rentas y poder de aquel reino hasta que fuesen pagados los doscientos mil marcos de plata; y que ayudarían al rey su padre y a él en cualquiere hecho con todo su poder contra todos los hombres del mundo así dentro de Kavarra como fuera, obligándose que salvarían al rey de Aragón y al infante y a sus sucesores cualquiera derecho que tenían en el reino de Kavarra cuanto pudiesen con fe y lealtad; y que harían el pleito homenaje al infante. Esto habían de jurar los navarros so pena de traición, salvo lo que tocaba al hecho del matrimonio, que no quisieron que se obligasen debajo de aquella pena. Kombres de los que juraron por el reino de Kavarra lo prometido al infante. Juraron los que en estas cortes se hallaron en poder del abad de Montaragón el 1.º de noviembre que cuando quiera que el infante fuese a Kavarra a recibir las juras y homenajes por razón de estas condiciones que estaban tratadas entre él y los del reino, le jurarían y le harían homenaje de lo guardar y cumplir; y fueron éstos: don Pedro Sánchez de Montagudo señor de Cascante gobernador del reino de Kavarra, don Gonzalo Ibáñez de Baztán alférez de Kavarra, don Jaime Garcez d'Ori 239


abad de Montaragón, don García Ochoa prior del monesterio de Roncesvalles, don Pedro Sánchez deán de Tudela, don Miguel Pérez de Legaria tesorero de santa María de Pamplona, don García López enfermero, García de Doris, Martín Iñíguez Doris, Alvar Pérez de Rada, Pedro Zapata, Roldán Pérez Daresus, Martín de Valtierra, Martín Garcez de Eusa, Gómez Pérez d'Arróniz. Juraron también Jimeno de Olleta y Ruy Jiménez de Olleta y Juan Martínez de Olleta, Aznar Iñíguez de Corella, Martín López de Oriz, Pedro Martínez de Mualva, Diego Martínez de Monrentiu, Gil Martínez de Aibar, Sancho Garcez de Agoncillo, Martín Díaz de Mirafuentes, Juan Pérez de Olleta, Rui Seco alcaide de Buranda, Lope Iñíguez de Sada, Adán de Sada, Juan Pérez de Mallén alcaide de Cortes, Aznar Jiménez de Caparroso, Gonzalo Pérez de Azagra, Ruy Marqués de Tafalla, Alonso Díaz de Morentiu, Arnal Ramón de Mauleón, Miguel Martínez de Aransu alcaide de Santacara, don García Pérez de Cadreita, Martín de Valtierra el menor, Gil Jiménez de Falces, Gonzalo Ruiz de los Arcos, Pedro Garcez de Laraya, Sancho Sánchez de Los, García Iñíguez de Arguedas, Ruy Sánchez de Sotes, Garci Garcez de Arazuri, Diego Pérez de Sotes, Pedro Gil de Górriz, Miguel de Los, Miguel Jiménez de Guetuesa, Pedro Pérez de Oria, G. López de Arraysa, Íñigo de Rada, Pero Pérez de Chalaz, don Jordán de Peña, Juan Díez de Mirafuentes, Per Aibar de Lihuerri, Lop Suria de Aransu, Sancho López de Kivez, Ruy López Doriz y García López Doriz y / (Página 360) García Jiménez Doriz, Juan Pérez Darveiza, Ruy López de Marcilla, Jimeno Ochoa Donandez, Roldán Pérez de Sotes; y los procuradores de Pamplona, Tudela, Olit, Sangüesa y de la Puente de la Reina y de otras villas del reino. El infante de Castilla don Fernando entra en Kavarra con poderoso ejército. Por el mismo tiempo, según parece en la historia que compuso el príncipe don Carlos y en otras de Kavarra, el infante don Fernando hijo del rey de Castilla, siendo requerido por los que seguían su opinión en Kavarra, juntó un poderoso ejército y entró en ella y cercó a Viana; y como no la pudo tomar después pasó a poner cerco sobre Mendavia y entróla por fuerza de armas; y ganó la torre de Moreda. Razón porque no cumplen los navarros lo prometido al infante. Y entre don Pedro Sánchez de Montagudo señor de Cascante gobernador de Kavarra y don García Almoravit que eran principales ricos hombres y otros 240


caballeros, comenzó a moverse gran disensión y discordia, por donde las cosas de aquel reino se pusieron en tanta turbación que la reina de Gavarra que se fue a la corte del rey de Francia su primo, le entregó a doña Juana su hija; y con su ayuda y favor se apoderó poco a poco del reino; porque el rey de Francia determinó de casar a su hijo primogénito que se llamó también Filipo con doña Juana; y pudo salir con ello con estar apoderada la reina de los castillos y fuerzas más importantes; y no se acudió por los navarros como lo ofrecieron al infante don Pedro (…)”. (117). GUINOT RODRÍGUEZ, Enrique. “El Señorío de la Vall de Perputxent (siglos XIII-XIV)”. WWW.HM_04-05.pdf Página 101. Gil Garcés de Azagra. “(...) Pero si tras la rendición de al-Azráq algunos castillos de la zona todavía permanecieron en manos de diversos personajes musulmanes durante varios años (6), no parece que fuese el caso de Perputxent, el cual ya no es citado en dicha situación y tan sólo dos años después, el 18 de marzo de 1260 fue dado por Jaume I a Gil Garcés de Azagra, a cambio de la población de Planes, que tenía anteriormente (7). Esta primera donación de Jaume I es muy breve en su contenido, limitándose a destacar el carácter de «hereditatem propiam francham et liberam» con que hace la concesión, y hablando en concreto de «castrum et villam», aunque en este caso quizás fuese o una fórmula legal o una realidad de poblado cristiano ocupado por algunos titulares de esas primeras donaciones de 1248 y que no tuvieron mucha continuidad en el tiempo como tal núcleo de poblamiento (8). Como en tantas donaciones de esta época, estamos en el momento en que este castillo pasó del realengo al señorío, del que ya no salió en ningún momento; sin embargo la donación no especificaba para nada cuáles eran las condiciones de dicho señorío con respecto a la renta feudal; ni tan siquiera en este caso parece que el monarca se retuviese algún derecho concreto. En la década siguiente no hay noticias documentales sobre la situación en el señorío, excepto que el citado don Gil Garcés de Azagra fijó unas costumbres para la población musulmana y efectuó una división de heredades, aunque sin referencias claras a la existencia de población cristiana (9). 241


Al morir el citado Gil Garcés hacia finales de 1271, dejó encargado en su testamento que se vendiesen sus bienes en el reino de Valencia, para con el dinero que se sacase saldar sus deudas; y así, los albaceas del testamento, sacaron en subasta pública el castillo y villa de Perputxent el día 12 de junio de 1273, en la localidad de Ontinyent, tras treinta días de oferta pública, siendo vendido al mejor postor, Ramón de Riusec, ciudadano de Valencia, quien pagó 70.000 sueldos por él (10) (...)”. Página 110. Cita (6). “(...) P. GUICHARD, Kuestra Historia, vol. 3, pp. 32-33 (...)”. Página 110. Cita (7). “(...) Archivo del Reino de Valencia (A.R.V.), Real Cancillería, K.° 614, fol. 22. Archivo Histórico Kacional de Madrid (A.H.K.), Ordenes Militares (OO.MM.), Montesa, Libro 543c; publicado por A. HUICI-A. CABAKES, Documentos de Jaime I de Aragón, Zaragoza, 1982, vol. IV, p. 255 (...)”. Página 110. Cita (8). “(...) Sobre este tema, véase el muy interesante artículo de P. GUICHARD, «Los castillos musulmanes del norte de...», pp. 38-41, especialmente (...)”. Página 110. Cita (9). “(...) P. GUICHARD, Kuestra Historia, vol. 3, pp. 59 y 79 (...)”. Página 110. Cita (10). “(...) A.H.K., OO.MM., Montesa, Libro 542c, fol. 134r°-136r° (...)”. (118). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 300. Capítulo LXIV. De la declaración que se hizo sobre los derechos y preeminencias que don Pedro de Moncada senescal de Cataluña pretendía por razón de la senescalía. Gil Garcés de Azagra, familia de Jaime I. “(…) Dejan el de Castilla y Aragón en árbitros la satisfacción de los robos hechos en las fronteras; y quiénes fueron. Fue acordado en el año de 1263 estando el rey en Lérida por algunas disensiones que había sobre robos hechos en las fronteras de los reinos de Castilla, Aragón y Valencia, que ambos reyes lo dejasen en juicio de personas que lo determinasen. Y el rey de Castilla nombró de su parte a don Pascual obispo de Jaén y a don Gil Garcez de Aza y a Gonzalo Ruiz de Atienza. El rey de Aragón hizo elección del obispo de Valencia y de don Sancho de Calatayud y de Bernaldo Vidal de Besalú, a los cuales dieron poder que dividiesen y amojonasen los términos; y se tomó acuerdo que cada uno de los reyes pagase los daños hechos a sus súbditos y vasallos (…)”. 242


(119). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 189. Capítulo LXXVI. De la división que hubo entre don Guillén de Moncada vizconde de Bearne y don Cuño Sánchez. Gil Garcés de Azagra, padre de Teresa Gil. “(…) Los que sirven la corte del rey. Y seguían su corte: don Kuño Sánchez, don Blasco de Alagón mayordomo del reino, Vallés de Bergua, Garci Pérez de Meitat, Assalido de Gudal, Pedro Pérez justicia de Aragón, Pedro Sesé, Pedro de Alcalá, Ruy Jiménez de Luesia, Blasco Pérez de Gotor, Gil Garcés de Azagra y otros caballeros (…) El vizconde de Bearne se confedera con el señor de Albarracín. Y don Guillén de Moncada se confederó con don Pedro Fernández de Azagra y con los de su bando; y don Kuño se procuró valer de la parcialidad de don Pedro Ahones. (…)”. (120). GUINOT RODRÍGUEZ, Enrique. “El Señorío de la Vall de Perputxent (siglos XIII-XIV)”. WWW.HM_04-05.pdf Página 105. Gil Garcés de Azagra. “(...) Posteriormente y ya en 1285, el señor de Perputxent, mossen Arnau de Romaní, decidió dar una carta puebla para la comunidad musulmana que en cierta manera ratificaba la primera dada por Gil Garcés de Azagra (...)”.Página 99. “(...) La Valí de Perputxent es un valle formado por el río Serpis entre las sierras de Benicadell y Albureca, orientado de SO a KE, justo en el límite entre las provincias de Alacant y Valencia. Actualmente comprendería los términos municipales de Beniarrés y L'Orxa, pero en los siglos medievales poseía una unidad organizativa mucho más nítida (...)”. (121). GUINOT RODRÍGUEZ, Enrique. “El Señorío de la Vall de Perputxent (siglos XIII-XIV)”. WWW.HM_04-05.pdf Página 102. La venta. “(...) La confirmación de dicha venta hecha por el propio rey el 12 de junio de 1273 nos permite saber que la situación del anterior señor de Perputxent era muy delicada pues el castillo no lo tenía él sino un tal Sane Pere d'Elenda como garantía para cobrarse una deuda de 67.000 sueldos, lo que explicaría las razones de la venta y sus peculiaridades, pues Ramón de Riusec, tal como atestigua el rey, entregó 67.000 de los 70.000s. del precio de venta al citado acreedor, entrando así ya en posesión del castillo y su término". Igualmente el texto ahora sí parece 243


indicar la existencia de pobladores cristianos y musulmanes en el lugar, aunque la forma de redacción no permita ser categóricos. Antes de pasado un mes de dicha confirmación, Jaume I mandó a Joan de Mongó que hiciese entrega de Perputxent al citado Ramón de Riusec; antes de hacerlo, aquel, como alcaide del castillo de Benicadell, fijó los límites del término tocante a la alquería de Rugat, en la zona montañosa, en concreto por la partida o alquería quizá de Almartinyen, del que se dice era disputado entre ambas poblaciones; para solucionarlo fueron citados varios personajes musulmanes del contorno y tras consultar con ellos, se fijó la división de aguas como límite de ambos términos (12) (...). Página 110. Cita (12). “(...) A.H.K., 0 0 . MM., Montesa, Libro 542c, fol. 138v°-139r°. El documento está datado en Xátiva el 8 de agosto de 1273 (...)”. Página 102. Propiedades de Teresa Gil de Vidaure. “(...) Casi a continuación, el 2 de septiembre de 1273, Ramón de Riusec compraba a doña Teresa Gil de Vidaure y a sus hijos Jaume y Pere, conjuntamente, la alquería de Beniarrés, vecina al término de Perputxent pero claramente fuera de él, tal como señala varias veces el documento de venta (13). En él se indica que pertenecía al castillo de Travadell, de cuyo término la separan, anulando cualquier tipo de dependencia, incluso militar o eclesiástica, y uniéndola al término de Perputxent. La venta, valorada en 7.000 sueldos, incluía todos los derechos señoriales en el lugar, monopolios, servicios militares y justicia civil y criminal, junto lógicamente con todas las tierras y sus ocupantes, de los que no indica religión aunque indudablemente existe una población (...)”. Página 110. “(...) A.H.K., OO.MM., Montesa, Libro 542c, fol. 137r°138v° (...)”. (122). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 128. Gil Garcés de Azagra. “(...) 332. 1273, 1 julio. Valencia. “Los marmesores o albaceas de Gil Garcés de Azagra venden la villa de Mora (Mora de Rubielos) que éste tenía en el reino de Aragón”. “Datum Valencie, kalendas iulii, anno Domini Mº CCº LXXº tertio”. A.C.A. reg. 19, fol. 27. 244


Publ. por ALMAGRO, doc. nú, 56. Convenimos con el autor citado en que esta villa de Mora es la localidad turolense de Mora de Rubielos (...)”.Página 155. Gil Garcés de Azagra, padre de Teresa Gil de Visaure.. “(...) Herencia de.- Kúm. 332Tiene la posesión de Mora de Rubielos.- Kúm. 332 y 337 (...)”. (123). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 155. Gil Garcés, posible padre de Teresa Gil de Visaure. “(...) Garcés (Gil de). Vecino de Teruel.- Kum. 61 (...)”. (124). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 168. Toda Ladrón (Teruel), madre de teresa Gil de Vidaure. “(...) Mujer, Toda Ladrón, con ricas donaciones de ambos a la misma.- Kúm. 61(...)”. Página 47. Toda Ladrón, esposa de Gil Garcés, madre de Teresa Gil de Vidaure. “(...) 61. 1238. Sitio de Burriana. Don Jaime, al ordenar el testamento de Doña Toda Ladrón, hace referencia a la disposición de la citada señora de ser enterrada en la iglesia de San Marcos de Teruel, junto a la tumba de su marido, Gil Garces, y que se entregue a dicha iglesia la cantidad de 100 maorabatinos, donada por su esposo. Al referido templo hace donación de plata suficiente para hacer un cáliz, y le deja también su mulo Blanco, estableciendo una manda sacerdotal de los réditos de su hacienda para que siempre se celebren misas por ella y su marido, además de otras mil misas; ordenando además que se de de comer a 1 .000 pobres. Asimismo concede 100 áureos al cabildo de Teruel, de la venta de los cuales habrá de pagarse un aniversario de misas por ella y su esposo. «Quod est actum in obsidione Incarnacionis M° CC° XXX° octavo».

Valencie, anno

Dominice

A. C. A., perg. num . 720 de Jaime I.

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Publ. por Huici, num. CLXXXI.- SOLER Y PALET: Un aspecto de la vida privada de Jaime I. En I Congres d'historia de la Corona d'Arago, t. II, pág. 543. Esta rica y piadosa señora a la que se refiere el documento, gran amiga ella y su familia del monarca, opinan los historiadores si seria pariente de Doña Teresa Gil de Vidaurre, mujer de Don Jaime, ya que en el mismo testamento hay a favor de Teresa Gil una donación de 100 morabatinos alfonsí es, identificando a su beneficiaria con la amada del rey (...)”.Página 168. Toda Ladrón (Teruel), madre de teresa Gil de Vidaure. “(...) Limosna a 1.000 de ellos por Doña Toda Ladrón.- Kúm. 61 (...)”. (125). ASLANIANTS, Alekséi. “La nobleza aragonesa en el siglo XIII: nombres de persona y vínculos de sangre”. www.Aslaniants.pdf Página 5. Los Azagra, origen navarro. Teresa Gil era de origen navarro. “(...) Miembros del ilustre linaje de los señores soberanos de Albarracín, supuestos vasallos de la Virgen, siguen llamándose por ese pueblo de la Ribera Kavarra (16). Esta referencia a la cuna lejana de la familia se conserva en esta nominación de la rama asentada en Albarracín como rama vinculada al ámbito castellano (17) (...)”. Página 5. Cita (16). “(...) En lo relativo a esta familia, acúdase a: Martín Almagro Basch, “El señorío soberano de Albarracín bajo los Azagra”, en “Historia de Albarracín y su tierra, III. Teruel, 1959, y Agustín Ubieto Arteta, Aproximación al estudio..., pp.18-19 (...)”. Página 5. Cita (17). “(...) Un tratado de 1178 mencionó como testigos de la parte de Alfonso VIII de Castilla a “Petrus Roderici de Azagra” y a “Martinus Roderici de Azagra”: Roque Chabas, “División de la Conquista de la España mora entre Aragón y Castilla”, en “Congrés d´historia de la Corona d´Aragó...”, pt. I, Barcelona, 1909, pp. 139-141 (...)”. Página 6. Ladrón. Apellido de Doña Toda Ladrón, familiar de Teresa Gil. “(...) Fill que fo de don ladró [LF, 33]. Este nombre parece reservado a la descendencia del conde Ladrón Iñiguez (segundo cuarto del siglo XII). Su hijo / (Página 7) conde Vela Ladrón, dio al suyo el nombre de Pedro ladrón Vélaz, mientras este tío paterno de Diego López III, conde de Álava (1181-82) y de Vizcaya (1149), era padre de ladrón, favorito de Pedro II y abuelo de nuestro Ladrón y de su hermana Toda Ladrón [DJ, 272] (26). Como se ve, “Ladrón” ostenta aquí una triple función de nombre propio 246


(patronímico/apellido de origen antroponímico, bastando por sí mismo para una precisa identificación de los orígenes de nuestro rico hombre: Jaime indica que era de “gran llinatge” [LF, 33], mientras en la Crónica sólo se habla en semejantes términos de la dinastía condal de Urgel [LF, 34] y de los vizcondes de cardona [LF, 35] (...)”. Página 6. Cita (26). “(...) Véase Agustín Ubieto Arteta, Aproximación al estudio..., p. 18 y Jaime Caruana Gómez de Barreda, Los mayordomos de Aragón..., p. 373 (...)”. (126). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 68. Fray Raimundo de Ladrón, comendador templario de Alfambra. ¿Pudo ser hermano de Doña Toda Ladrón? “(...) 130. 1251, 3 mayo. Puzol. Concesión a la Orden del Temple, por medio de Fr. Guillermo de Cardona, maestre general de dicha milicia en Aragón y Cataluña, y Fr. Raimundo de Ladrón, comendador de Alfambra, para que en la villa y término de Camañas, aldea de Teruel, puedan establecerse cinco pobladores además de los cinco ya asignados anteriormente a la Casa de Alfambra. “ADatum apud Puçol, V nonas madii, anno Domini Mº CCº Lº primo”. A.C.A. perg. núm. 1249 de Jaime I. Publ. por HUICI, núm. CCCXCVIII. Cit. por MIRET, pág. 213, fechándole el día 7 (...)”. (127). MIRET Y SANS, Joaquím. “Les cases de Templers y Hospitalers en Catalunya. Aplech de Koves y Documents Històrichs”. Barcelona. Imprenta de la Casa Provincial de Caritat. 1910. www.LescasesdeTempleryhospitalersaCatalunya.pdf Página 251. Capítol XIII. La comanda del Temple a Mallorca. “(...) Bon nombre de cavallers del dit orde concorregueren a la conquesta de Mallorca, en 1228, Jaume I al repartir la illa senyalà als Templers lo castell de la / (Página 252) Almudaina, dins la ciutat de Palma y ademés 525 cavalleries de terra, 365 cases y 51 obradors, alguns molins y 122 alqueríes en los termes de Palma, Pollensa y Montuerí (1). La casa principal o sèu de la comanda s´establí 247


en lo castell de l´Almudaina y una llochtenencia a Pollensa. Segons En Mateu Rotger en Los Templers a Mallorca, treball publicat en lo volùm del “Congrés d´Historia de la Corona d´Arago dedicat al Rey En Jaume y a la sua época” (Barcelona, 1909), fóu Ramon Bacó´l primer comanador y sembla admetre que Pere de Montoliu fòu tambè primer llochtinent de comanador a Pollensa, abans de 1238. Potser lo primer comanador fóu Bertràn d´Arlet, en 1230. Tením aquest document: “...quod ego R. Daspes per me et per omnes heredes et successores... vendo et concedo in perpetuum vobis fratri Bertrando Darlet preceptori domus Templi Maioricarum et fratribus eiusdem domus presentibus et futuris quodam furnum infra Meniam eivitatis Maioricarum quod dominus rex michi dedit cum instrumento. Quod dictum furnum afrontat de duabus partibus in domibus hominum de Barchinona... omni tempore per centum viginti bisancios bone plate veteris et legalis mirialmomenini quos omnes iam de vobis habui et recepi”. Lo rey aprovà y signà aquesta venda feta a 9 calendes novembre 1230 (2). En juliol 1231, Jaume I tornà a afavorir als Templers mallorquins ab los béns que havíen estat del moro Absella Aonzi y ab la facultat de poblar los llochs del orde ab trenta familias serrahines, sens dubte necessaries per lo conreu de les terres: “Manifestum sit omnibus quod nos Jacobus Dei gracia Rex arag... / (Página 253) concedimus et laudamus per proprium alodium liberum et francum vobis dilecto nostro fratri Raimundo de Serra comendatori et conventui domus Templi Maioricarum et vestris successoribus in eternum domos et totam hereditatem que sunt Incha et suis terminis. Qui honor fuit de Abceya Aonzi sarraceno. Ita quod de cetero predictos domos cum operatoriis earundem et totam aliam hereditatem campos vineas... possideatis et expletetis perpetuo francham et liberam... preterea concedimus vobis quod possitis populare et casare in quocumque loco volveritis partire vestre triginta casatos sarracenorum quos habeatis proprios et francos... Qui sarraceni et eorum posteri cum omnibus eorum rebus sint in nostra meorumque proteccione et guidatico speciali ubique eundo stando et redeundo. Ita quod nullus confidens de nostri gracia vel amore audeat dictos saracenos vel res suas alicubi in aliquo agravare capere detinere inaudere impedire marchare vel pignonare aliquo... vel delicto... Datum apud Maioricas VIII. idus Julii anno Domini Millesimo 248


CCº tricesimo primo. Signum Jacobi dei gratia Reg Arag...”. Son testimonis En Ferrer de Sant Martí, Bernat de Santa Eugenia, Bernat de Foxà, Ramon de Castellbisbal, Assalit de Gual, Sanxo d´orta y Pere Maza (1). Aquesta notable escriptura ens dona´l segón comanador de Mallorca, que fóu Ramón de Serra, qui passà mes tart al càrrech de Mestre del Temple en Aragó y Catalunya. En setembre 1241, quan ja era comanador En Dalmau de Fonollar, fóu atorgada la concordia entre´l Bisbe y Capítol de Palma y l´orde del Temple, “super omnibus decimis quas domus Milicie Templi de suis laboracionibus percipiebat sive de his que sarraceni excolebant et laborabant et de suis colonis et rusticis et de cavalleriis Tortose ipsi domui Templi... de hominibus qui fuerunt nobilium virorum videlicet Kunonis Sanz, Guilelmi de Claromonte... In hunc scilicet modum quod nos R. epicopus memoratus et successores nostri habeamus et percipiamus semper annuatim de decimis rusticorum colonorum antedictorum... et omnium aliorum quocumque domus Templi aliquo modo habet et possidet in Mariorice usque in hunc presentem diem... in blado, vino et oleo terciam partem tantum et domus Milicie templi percipiat reliquas duas partes... In alqueriis vero quas sarraceni modo tenent hodie scilicet Benimodem et... Benisala... et Abderason ante villam Pollencie et campum et ferrigenale contiguum cum eodem et alqueria qui dicitur Mernisa que sunt in Polencia. Item in terminio de Mianes alqueria qui dicitur Mianos et Alboraya et... Buceta et... Bemoamba et Raalasalim tam ea que propriis manibus excolimus quam ea que tenent sarraceni”. Entre´ls signants hi ha arnau Andreu, Dalmau de Sant Martí, Mestre / (Página 254) Joan y Mestre Pere, canonges de aquella Seu, Dalmau de Fonollar, comanador del Temple, frare Berenguer, cambrer y frares Bernat de Pollensa, Pere de Sant Romà, Bernat Català y altres (1). En abril 1244 era comanador del Temple a Palma Ramon de Montblanch. Es aquest qui comença axís una escriptura: “Kos frater Raimundus de Montealbo comendator domus templi Maioricarum... ostendimus et declaramos vobis frater Petri Gil comendatori domus de Palacio de Vales et domus Barchinone et alter fuit qui teneat domum Barchinone...” (2). Aquest document referma lo que havèm dit en lo

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capítol X de que´l comanador de la casa de Palau del Vallès era en realitat lo comanador del temple de Barcelona. En 1251 té la comanda de Mallorca Bernat de Montllor, a qui trovàm regonexent juntament ab Berenguer de Guilella, comanador de Granyena, que l´Astruch de Tolosa, prestamista jueu, havía dexat una quantitat al orde sens usura (3). En 1272 és comanador de Mallorca Ramon Sabastida y és un dels concorrents al acte celebrat a lleyda de cedir lo Bisbe de dicta ciutat al Temple la iglesia de Corbins. En 1263, Ramon de Bach surt com a comanador de mallorca, y en 1301, Lope Abrí. La casa del Temple de Palma tingé´l metéis prestigi y influencia social que l´orde en general tenia en tot Aragó y Catalunya, y quan en 1269 se féu una nova copia del repartiment de Mallorca per manament reyal, fóu depositada en aquella casa (...)”.Página 252. Capítol XIII. La comanda del Temple a Mallorca. Cita (1). “(...) Lo rey Jaume diu en la escriptura de donació al Temple del castell de la Almudaina de Palma, date apud Maioricas XV, calendas madii anno domini MCCXXX: “attendentes grata et liberis servicia... que vos dilecte ac venerabiles fratre B. de Campans, comendator Mirabettiet totius riparie tenendo locum Magistri et fratre Poncius Menescalci et alii fratres militestempli nobis facitis cotidie et fecistis specialiter in exercitu et capcione regni Maioricarum in quibus fuistis honorifice cum multitudine militum vestrorum et homivum armatorum ad laudem nostri nominis et honorem et sustinuistis labores maximos et expensas bono animo...” ab consell dels bisbes de Barcelona de Montcada, F. de Sant Martí, B. desantaEugenia, Gilibert de Cruilles, G.de Montreal y B. de Biscal curadors den Gastonet de Bearn. Concedimus et laudamus Deoet vobis fratribus predictis... castellanum quodvulgo appellatur castrum sive Almudayna iudeorum contiguam murocivitatis a partemeridiam pro staticam vestram propriam et ubi perpetuo habitéis. Item damus vobisconcedimus et laudamusortum iuxta dictum castrum infra mi...nia (¿) civitatis sicum a tribus partibus interpartem ville hominum Terachone et viam que vadit iuxta fosatum ipsius castri et pervenitad partem hominum Terrachone sicut aqua currit versus mare et vaditos que mezquitam que est infra eosdem terminos contiguam domibus et orto assignatis abbati sancti Felicis Gerunde...”.

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Ademés donà´l port dit Amonetir, fora murs de la Ciutat “ubi sunt due turres cum fonte sive aqua dulci”. En altre lletra reyal d´octubre 1230, diu Jaume I que confirma y cedeix al Temple totes quantes terres, cases y molins havia ja son pare cedit als Templers a Mallorca (doc. 197, armari 23, arxiu G. P). Ko coneixem aytal concessió de Pere´l Catòlich (...)”. (128). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 61. P. Gil de Teruel. “(...) 107. 1248, 14 marzo. Sitio de Luchente. Donación a P. Gil de Teruel de casas en Játiva, francas y libres, y de tres yugadas de tierra en la alquería de Huadacecar, por treinta sueldos censuales. “In obsidione de Luxen, II idus martii, anno Domini, Mº CCº XL octavo”. En regestrum donationum Regni Valentie, BOFARULL, pág. 432. La última parte de este documento debe considerarse como una confirmación de la donación que figura en el anterior (...)”. (129). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 305. Capítulo LXVI. De las cortes que el rey tuvo a los catalanes y aragoneses para tratar del socorro del rey de Castilla; y de las demandas que se propusieron por los ricos hombres de Aragón. Teresa Gil de Vidaure. “(…) Unión de Ribagorza con Cataluña y pretensiones de los aragoneses. Y que siendo Ribagorza de Aragón y teniendo el mismo fuero la había unido con Cataluña en la donación que había hecho al infante don Pedro siendo vivo el infante don Alonso su hijo primogénito. Y que en muchas cosas había desaforado los naturales de aquella tierra. Demás de esto pretendían que no debía dar tierras en honor a los hijos que tenía en doña Teresa Gil de Vidaure que 251


decían ser su mujer velada y les debían ser quitadas y repartirse entre ellos. Lo que los aragoneses enviaron a decir al rey; y los que se juramentaron. Hasta que estas demandas y pretensiones fuesen proveídas, no quisieron otorgar el servicio, entendiendo que aquella ciudad y reino se puede decir que está en su libertad, que se sustenta y consiste en sus fuerzas y leyes y no el que depende de ajena voluntad. Lo cual enviaron a decir al rey con dos caballeros que eran Sancho Gómez de Valmazán y Sancho Aznárez de Arbe. El mismo día que esta respuesta se dio al rey se salieron de Zaragoza los más de los ricos hombres y caballeros y fueron a Alagón, habiéndose primero juramentado -como era costumbre entre sí, para procurar que fuesen reparados los agravios que recibían y el rey desistiese de los desaforar, según la costumbre que se tuvo desde los principios del reino de congregarse y unirse por lo que concernía a la defensión de sus libertades y fueros (…)”. (130). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 381. Capítulo CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. Muerte de Jaime I. “(…) Disposición de su testamento otorgado en Mompeller. En su testamento, que se otorgó en Mompeller, a 26 del mes de agosto de 1262, confirmó las donaciones que hizo a los infantes sus hijos y a los que hubo en doña Teresa Gil de Vidaure, que declaró por su testamento ser legítimos, que se llamaron don Jaime y don Pedro. Al mayor dejó los castillos y villas de Ejérica, Toro, Eslida,Beho, Ahín, Suera, Farizara y otros lugares que llamaron la baronía de Ejérica; y al menor instituyó heredero en el castillo y villa de Ayerbe, Luesia, Ahuero, Liso, Artasso, Castellón de Siest y Bureta, y en las villas y castillos de Azuer, Cabañas y Boquiñén, declarando que en defecto de hijos legítimos sucediesen los de una casa a la otra, y si en ambas faltasen recayesen estas baronías en la corona; y en caso que los infantes don Pedro y don Jaime muriesen sin dejar hijos legítimos sucesores, los nombra y sustituye en la sucesión de los reinos y señoríos de la corona de Aragón. Go embargante esto y que en su testamento declara ser legítimos y que vivió con doña Teresa Gil su 252


madre mucho tiempo después de la muerte de la reina doña Violante y parece haber sido velados, se quiso el rey apartar de ella y se trató el pleito procurando el divorcio; y siendo sentenciada por el juez ordinario la causa del matrimonio en favor de doña Teresa Gil un año antes que el rey falleciese, envió su procurador a la corte romana para seguir el pleito (…)”. (131). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 111-112. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 276. 1268, 13 mayo. Teruel. El rey prohíbe a Francisco Lupo molestar a ninguno de los vasallos de su hijo Don Jaime por razón de las disputas que tenía aquel sobre / (Página 112) el castillo de Tormón, heredad de su madre Doña Teresa Gil de Vidaure. “IIIº idus madii”. A.C.A. reg. 15, fol. 102. Cit. por SOLER Y PALET..., pág. 566. Con Doña Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa legítima del rey, tuvo este dos hijos varones, Don Jaime y Don Pedro. Las mujeres del Conquistador fueron: Doña Leonor de Castilla, primera esposa legítima del monarca castellano, con la que casó en 1221. Tuvo en este tiempo relaciones amorosas también con Doña Elo Alvarez. Divorciado de ésta, alegando parentesco, casó en 1235 con Doña Violante de Hungría, hija del rey de aquel país. En 1238 entró en relación con Doña Teresa Gil de Vidaure con la que casó, muerta Doña Violante. También trabó amistad con Doña Blanca de Antillón, dama aragonesa, de la cual tuvo a Fernando Sánchez, barón de Castro, el valiente e inquieto caballero que originó desastrosa guerra civil, muriendo finalmente en el Cinca a manos de su hermano natural el infante Don Pedro, heredero de Cataluña. Otras amigas del rey fueron Doña Guillerma de Cabrera, Doña Berenguela Alfonso y Doña Sibila de Saga (...)”. (132). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María 253


Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (286). Libro III. CAPÍTULO LI. Que el rey dio al infante don Alonso su hijo la procuración general de los reinos de Aragón y Valencia; y que don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, se hizo vasallo del rey. “(...) Gobiérnase el rey por doña Teresa Gil Vidaure, que fue declarada por legítima mujer del rey; y le dio a Ejérica. En el principio del año de 1255 volvió el rey a la villa de Calatayud, porque el rey de Castilla allegaba grande número de gente de guerra; y aunque en fama publicaba que con intención de hacerla contra los moros comarcanos al reino de Sevilla que estaban en Kiebla y en el Algarbe, sospechose no intentase de proseguir la pretensión de Kavarra y con aquella ocasión ocupase algunos lugares de aquel reino. En este tiempo el rey gobernaba gran parte de sus negocios por el consejo de una dueña muy principal que se decía doña Teresa Gil de Vidaure, con la cual vivió mucho tiempo como con su mujer legítima; y así se declaró después por sentencia que lo fue; y estando en Zaragoza a 9 del mes de mayo de este año de 1255 le dio el rey el castillo y villa de Ejérica en el reino de Valencia con todas sus alquerías, términos y rentas, que fue después una muy principal baronía. Y dióla para que la heredase el hijo o hija que hubiese en ella (...)”. (133). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 38. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 1234, 23 marzo.Teruel. Escritura de donación, de la reina Doña Leonor, al Monasterio de Piedra, de cinco yugadas de tierra de su heredad de Calamocha, por remedio de su alma y de la de su hijo Alfonso. Datum apud Telorum, Xº kalendas aprilis, era Mª CCª LXXª IIª. A.H.K. Capbreu de Piedra, núm. 1, fol. 185. Cit. por MIRET, pág. 111. La reina Doña Leonor de Castilla, primera esposa de Don Jaime, estaba en el tiempo de este documento divorciada del rey. En segundas 254


nupcias casó con Doña Violante de Hungría. Su tercera esposa fue Doña Teresa Gil de Vidaurre (...)”. (134). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 80. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 166. 1258, 2 enero. Barcelona. Entrega a Doña Teresa Gil de Vidaure y al hijo de ambos, Pedro, para él y sus sucesores, los castillos de Arcos y de Zancarés de Peña de Ahija, en el reino de Valencia. “Datum Barchinone, IV nonas ianuarii, anno Domini Mº CCº Lº septimo”. A. G. V-. Real Justicia, t. 24, fol. 355. Publ. por Huici, núm. DCC. (...)”. (135). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 90. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 201. 1259, 1 octubre. Teruel. El rey concede a Doña Teresa Gil de Vidaure y al hijo de ambos, Don Pedro, las villas y castillos de Cervera y Fansara, en el reino de Valencia, pudiendo cambiar la donación, en caso de muerte, a favor del otro hijo o hija que nazca de dicha esposa. “Datum Turolis, VIIº idus octobris, anno Domini Mº CCº Lº nono”. A.C.A., perg. de Jaime I. Reg. II, part. 2ª, fol. 159. Publ. por SOLER Y PALET, Un aspecte de la vida privada de Jaume I, en I Congrés d´Historia de la Corona d´Aragó, t. II, pág. 549 (...)”. (136). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 95. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 220. 1260, 1 diciembre. Teruel. El infante Don 255


Pedro, primogénito del rey Don Jaime y su procurador en el reino de Aragón, confirma las donaciones de éste hechas a Doña Teresa Gil de Vidaure y a sus hijos, entre ellas las de los castillos y villas de Jérica, Arcos, Pina, Castell Gancharias, Fansara y otras en territorio de Valencia. “Datum apud Turolium, IIIIº idus decembris anno Domini Mº CCº sexagésimo”. A.C.A. perg. de Jaime I, vol. IV, núm. 1643. Publi. por SOLER y PALET. pág. 552. Cit. por Miret, pág. 309 (...)”. (137). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 111-112. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 276. 1268, 13 mayo. Teruel. El rey prohíbe a Francisco Lupo molestar a ninguno de los vasallos de su hijo Don Jaime por razón de las disputas que tenía aquel sobre / (Página 112) el castillo de Tormón, heredad de su madre Doña Teresal Gil de Vidaure. “IIIº idus madii”. A.C.A. reg. 15, fol. 102. Cit. por SOLER Y PALET..., pág. 566. Con Doña Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa legítima del rey, tuvo este dos hijos varones, Don Jaime y Don Pedro. Las mujeres del Conquistador fueron: Doña Leonor de Castilla, primera esposa legítima del monarca castellano, con la que casó en 1221. Tuvo en este tiempo relaciones amorosas también con Doña Elo Alvarez. Divorciado de ésta, alegando parentesco, casó en 1235 con Doña Violante de Hungría, hija del rey de aquel país. En 1238 entró en relación con Doña Teresa Gil de Vidaure con la que casó, muerta Doña Violante. También trabó amistad con Doña Blanca de Antillón, dama aragonesa, de la cual tuvo a Fernando Sánchez, barón de Castro, el valiente e inquieto caballero que originó 256


desastrosa guerra civil, muriendo finalmente en el Cinca a manos de su hermano natural el infante Don Pedro, heredero de Cataluña. Otras amigas del rey fueron Doña Guillerma de Cabrera, Doña Berenguela Alfonso y Doña Sibila de Saga (...)”. (138). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 155. Teresa Gil de Vidaure. “(...) Gil de Vidaure (Teresa). Esposa del rey.- Kúm. 352 y 357. Heredada en el castillo de Arcos de las Salinas.-Kúm.166 y 220. Heredada con el castillo de Mora de Rubielos.- Kúm.352. Heredada con el castillo de Tormón.-Kúm. 276 y 352 (...)”. (139). PASTOR I MADALENA, Manuel. “El cartulari de Xestalgar: memòria escrita d´un senyoriu valencià”. Fundación Noguera. Col.lecció Diplomataris 29. Director tècnic: Josep Maria Sans i Travé. Barcelona. Página 68. Fundació Noguera. 2004. www.cartulariXestalgar.pdf Teresa Gil de Vidaure. Cita (99). “(...) Potser la transmissió de Mançanera ens podria ajudar a esbrinar la rel ació de Teresa i els seus avantpassats immediats amb aquell Berenguer dels anys 1235-1240. Comprovem que el lloc ja era a les mans de Bernat Guillem d’Entença, pare de Gombau i avi de Teresa, en 1276, en el document núm. 18 publicat a COSTA I PARETAS, M. Mercè, La casa de Xèrica i la seua política en relació amb la monarquia de la Corona d’Aragó (segles XIIIXIV), Fundació Koguera, Barcelona, 1998. Es tracta d’un plet sobre el Toro i Mançanera sostingut per Teresa Gil de Vidaure i els seus fills amb Bernat Guillem d’Entença. Un altre document (ibidem, doc. 36), de 1292, mostra que Bernat Guillem n’és el senyor (a partir d’ACA, RC, reg. 86, fol. 115v). La documentació adduida per GOKZÁLEZ AKTOK, op. cit., vol. II, pp. 23, 30 i altres) ens mostra un cavaller identificat com a Ponç Hug que declara ser fill d’un Bernat Guillem d’Entença en la revolta unionista de 1283. Aquest Ponç Hug, si atenem les preferències onomàstiques de la branca comtal empordanesa, podria ésser el nexe amb el propi Bernat Guillem de Montpeller o amb un fill desconegut del seu cunyat Berenguer, d’on descendrien els Bernat Guillem pare i fill de 1286257


1303 i Gombau d’Entença, tots ells senyors de Xiva i Xestalgar. La coincidència en la trasmissió de Xiva i Mançanera ens animen a considerar-los hereus directes de Berenguer (...)”. (140). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 347. Capítulo LXXXIV. Del apercibimiento que el rey hizo para que los ricos hombres y caballeros de Cataluña y Araón le fuesen a servir en la guerra contra los moros del reino de Granada. Teresa Gil de Vidaure y sus hijos. “(…) A[PERCIBIMIEKTO para la guerra contra Granada.] Desde Mompeller a 30 del mes de enero del año de la navidad de nuestro Señor de 1273 había ya enviado el rey sus cartas a todos los ricos hombres de Cataluña y Aragón y a los mesnaderos que tenían caballerías en honor, mandando que estuviesen a punto, y a los ricos hombres que estaban en Játiva que para catorce días después de la Pascua estuviesen en orden para servir las caballerías que tenían, con publicación que quería ir en persona a socorrer al rey de Castilla en la guerra que le hacían los moros y los ricos hombres de Castilla que se habían juntado con ellos. Porque pensaba que habría la batalla en la cual se quería hallar. Y apresuró su partida dejando encargado a un barón muy principal que era veguer de Girona y se llamaba Hugo de Santapau que ordenase que la gente de Cataluña moviese luego. Requirimiento del rey al vizconde de Cardona y a otros barones catalanes. Llegando el rey a Lérida vino a él el vizconde de Cardona; y el rey le rogó que le siguiese para servirle en la guerra que pensaba hacer del reino de Valencia contra los moros en favor del rey de Castilla; y excusándose el vizconde con buenas palabras, el rey le mostró en pública corte en aquella ciudad por los instrumentos de los feudos y por el honor que el vizconde tenía del rey, que era obligado de servirle a donde quiera que el rey quisiese; mayormente que por tenor del usage de Barcelona, era obligado de asistir al rey en sus huestes y cortes y seguirle en las jornadas en que él fuese en persona, como él y sus antecesores los vizcondes de Cardona lo habían acostumbrado. Lo mismo requirió el rey a Pedro de Bergua, don

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Galcerán de Pinós, don Guillén de Castelaulí y Maimón de Castelaulí, don Berenguer de Cardona y don Guillén de Rajadel. / (…) Guarnición en la frontera de Murcia contra los moros. Tenía entonces en la frontera del reino de Murcia contra los moros, en guarnición las gentes de los infantes sus hijos y de los ricos hombres que tenían tierra en honor que estaban en su servicio, que eran don Jaime y don Pedro sus hijos y de doña Teresa Gil de Vidaure a quien en esta sazón llamaban infantes teniéndolos por legítimos, don Fernán Sánchez y don Pedro Fernández también hijos del rey, don Jimeno de Urrea, don Bernaldo Guillén de Entenza, don García Ortiz de Azagra, don Ferriz de Lizana, Corberán de / (Página 348) Vidaure, don Pedro Martínez de Luna, don Pelegrín de Montagudo, don Blasco Maza, don Blasco Jiménez de Arenós y don Pedro Jiménez, hijos de don Jimen Pérez de Arenós, don Jimen Pérez de Oriz, Blasco de Gotor, Sancho Martínez de Oblitas, Pedro Jordán de Rodén, Pedro Garcés de Kuez y Oger su hermano, Fortuño de Vergua de Pueyo, Gil de Rada, don Blasco de Atrosillo, Ruy Sánchez de Pomar señor de Fraylla y Olsón, Gonzalo López de Pomar, Pedro Lazano de las Corvaneras, don Ato de Foces señor de Coscollano y Tramaced, don Artal Duerta, Jimen Pérez Zapata, Pedro Zapata de Calahorra. Recibimiento del rey en Murcia. Y el rey en principio del año 1274 fue a la ciudad de Murcia, a donde fue recibido con gran fiesta y alegría universal de todos como señor natural; y detúvose por aquella tierra cazando catorce días; y volvióse para la ciudad de Valencia (…)”. (141). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 381. Capítulo CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. Muerte de Jaime I. “(…) Disposición de su testamento otorgado en Mompeller. En su testamento, que se otorgó en Mompeller, a 26 del mes de agosto de 1262, confirmó las donaciones que hizo a los infantes sus hijos y a los que hubo en doña Teresa Gil de Vidaure, que declaró por su testamento ser legítimos, que se llamaron don Jaime y don Pedro. Al mayor dejó los castillos y villas de Ejérica, Toro, Eslida,Beho, Ahín, Suera, Farizara y otros lugares que llamaron la baronía de Ejérica; y al menor instituyó 259


heredero en el castillo y villa de Ayerbe, Luesia, Ahuero, Liso, Artasso, Castellón de Siest y Bureta, y en las villas y castillos de Azuer, Cabañas y Boquiñén, declarando que en defecto de hijos legítimos sucediesen los de una casa a la otra, y si en ambas faltasen recayesen estas baronías en la corona; y en caso que los infantes don Pedro y don Jaime muriesen sin dejar hijos legítimos sucesores, los nombra y sustituye en la sucesión de los reinos y señoríos de la corona de Aragón. Go embargante esto y que en su testamento declara ser legítimos y que vivió con doña Teresa Gil su madre mucho tiempo después de la muerte de la reina doña Violante y parece haber sido velados, se quiso el rey apartar de ella y se trató el pleito procurando el divorcio; y siendo sentenciada por el juez ordinario la causa del matrimonio en favor de doña Teresa Gil un año antes que el rey falleciese, envió su procurador a la corte romana para seguir el pleito (…)”. (142). HINOJOSSA MOLTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.V.pdf Página 366. Cota mía: Co es cierto que Teresa Gil de Vidaure fuese hija de Joan de Vidaure, como se ha demostrado con anterioridad. “(…) Vidaure. Linaje que desde Kavarra pasó a tierras valencianas en el siglo XIII. Está también documentado en la forma Vidaure. Joan de Vidaure fue padre de Teresa Gil de Vidaure, que al enviudar de Sanç Pérez de Lodosa tuvo una relación marital con Jaime I. De ellos fueron hijos: Jaume, señor de Jérica, Torró y Eslida, y Pere, señor de Ayerbe, de Lusiá y de Ahuero. Joan de Vidaura está documentado en 1281 en Burriana y Vilareal. Gil de Vidaure fue comisionado para asuntos del rey en Alzira en 1286, Sus armas son: en campo de plata una faja de azur. Otros llevan: en campo de oro una faja de sinople. También: en campo de azur un castillo de plata aclarado en sable y, al todo bordura de plata con ocho escudetes de azur (…)”. (143). HINOJOSSA MOLTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.S.pdf Página 71. Culto a santa Ágata en Jérica. “(…) Santa Águeda, Iglesia de. Templo de Jérica, en la actualidad bajo la advocación de San Roque. El edificio se halla en la parte baja del castillo, dentro del primer recinto 260


amurallado. Su construcción se inició en el siglo XIII como primera iglesia de la población, presenta arcos fajones apuntados y, cubierta de madera en vertiente a dos aguas. A fines del siglo XIV se continuó como templo gótico, con ábside poligonal, crucero y cimborrio que no llegó a iniciarse, ya que la guerra de los dos Pedros paralizó las obras. A los pies queda parte de la torre. El primitivo templo utilizó en su construcción mampostería en los muros y la piedra sillar en los arcos, mientras que la ampliación del siglo XIV se utilizó más piedra. Hasta fines de la guerra de 1936 el templo albergaba un retablo, hoy desaparecido, de la Virgen, San Martín y Santa Águeda, atribuido a Lorenzo Zaragoza. El templo se encuentra en estado de semirruina. En 1935 se iniciaron las obras de construcción del nuevo templo parroquial en terrenos cedidos por el infante Martín, que donó su palacio y huerto contiguo. Kada queda de la fábrica gótica, ya que la actual iglesia es una remodelación del siglo XVII (J. M. Francés. La España gótica, Valencia y Murcia, pp. 259-260) (…)”. (144). HINOJOSSA MOLTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. Tomo M. www.M.pdf Página 137. “(…) Las religiosas del Cister se instalaron en 1320 en el monasterio de Kuestra Señora del Mont Sant de Xátiva, que anteriormente había pertenecido a una comunidad de religiosas de Santa Magdalena. En la ciudad de Valencia las religiosas cistercienses contaban con el monasterio de Gratia Dei, popularmente conocido como la Zaidía, cuya fundación fue obra de Teresa Gil de Vidaure, poco después de 1260 (…) [Bibliografía: R. I. Burns. El reino de Valencia en el siglo XIII, pp. 480-527; Mª Desamparados Cabanes Pecourt, Los monasterios valencianos. Su economia en el siglo XV, Valencia. 1974; F. García García, El naiximent del monestir cistercenc de la Valldigna, Valencia, 1983) (…)”. HINOJOSSA MOLTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. Tomo Z. www.Z.pdf Página 455. La Zaidía. “(…) Zaidía, Monasterio de la. Establecimiento de religiosas cistercienses, situado en la margen del río Turia, en la ciudad de Valencia, en el arrabal de san Guillém, donde también se establecieron los conventos de san Bernardo, la Trinidad y san Julián. Tras una etapa de prosperidad económica, el monasterio decayó en los siglos XIV y XV debido a la escasez de ingresos. El edificio fue 261


arrasado en la guerra de la Independencia. En la actualidad el convento ha sido trasladado a Benaguasil. El palacio sobre el cual se fundó el real monasterio de la Zaidía fue adjudicado en el primer repartimiento de la ciudad al arzobispo de Karbona, pero fue recobrado por Jaime I quién lo donó a Teresa Gil de Vidaure el 5 de abril de 1260. Es a esta noble a quién se debe la fundación del nuevo monasterio, gracias a su devoción por la orden del Cister. Para ello escribió al abad de Benifassà y a la abadesa del monasterio cisterciense de Vallbona (Tarragona), ofreciendo el lugar y edificación apropiadas, con rentas suficientes para su mantenimiento más su protección. El lugar adecuado sería el palacio del rey Zayyán, colocando el nuevo monasterio bajo la advocación de Guestra Señora de “Gratia Dei”. A Valencia llegaron las religiosas de Vallbona que integrarían la nueva comunidad. La primera abadesa fue Beatriu de Anglesola. Pero la fundación no reunía los requisitos necesarios, ya que no había sido solicitada al Cister como era debido y, las autoridades de la orden les comunicaron que no podrían gozar de plenos derechos, por lo que se hicieron los trámites necesarios para subsanar las deficiencias, solucionándose el problema en 1268, contando la fundación a partir de ese momento, en que se incorporó la regla y la observancia. El 10 de febrero de ese año Teresa Gil de Vidaure concedía a la abadesa y sus sucesoras el término y sitio de la Zaidía, con rentas suficientes y casas contiguas a su palacio en Valencia. Para las obras se destinaron los censos que Lluís de Marrades había donado sobre sus tierras y castillos de Peñacadell, siendo encargada su dirección a dos monjes de Benifassà. Jaime I autorizó a las religiosas la facultad de establecer un horno de cocer ladrillos para las obras. Una vez fundado el monasterio se vio favorecido con numerosas donaciones reales y particulares. El 1-11-1265 Jaime I autorizó a la abadesa y religiosas del monasterio a poseer toda clase de bienes muebles y raíces sin limitación alguna. La fundadora, al morir, eligió por sepultura la iglesia del monasterio y dejó diversas sumas de dinero. Las donaciones al centro fueron muchas. Así por ejemplo, Pedro de Jérica en 1336 autorizó a la abadesa a adquirir censales en el término de Jérica o, en 1340 concedió al monasterio, a perpetuidad, varios censos sobre las tierras del condado de Cocentaina y la villa de Alcoy (Mª. D. Cabanes Pecourt, Los monasterios valencianos, pp. 131-139) (…)”.

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(145). “Obras restauradas en el IPCE”. www.Obras_restauradas_IPCE.pdf Página 9. 1. Obras restauradas en el IPC. Servicio de Bienes Muebles. Indumentaria de Teresa Gil. Convento de Sancti Spiritus. Toro (Zamora). “(…) El sarcófago que contenía los restos de doña Teresa Gil se abrió en el curso de una campaña de restauración sobre el sepulcro de la fundadora del Real Monasterio de Sancti Spiritus, campaña promovida y financiada por la Fundación González Allende en el año 2001. La momia estaba intacta y la indumentaria en un estado de conservación aceptable. Las prendas de este conjunto de indumentaria que se intervinieron en primer lugar fueron el brial, la camisa, el velo y los guantes. Una vez restauradas fueron prestadas por la propiedad al Museo del Traje, Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, para su exposición en la vitrina de piezas invitadas de la Sala 1, donde permanecieron desde septiembre de 2007 hasta marzo de 2008. Previamente se confeccionaron réplicas del brial y la camisa con la finalidad de que el Museo pudiera realizar soportes para su exposición en vitrina. Se acaba de finalizar la intervención en las piezas restantes: el tocado y las vendas de cabritilla –que llevaba en torno a las piernas-, la mortaja y la sábana de lino, esta del siglo XIX. Proyecto y dirección técnica: Pilar Borrego (…)”.

Tocado de Teresa Gil después del tratamiento. (146). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la 263


Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (382). Libro III. CAPÍTULO CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. “(...) Disposición de su testamento otorgado en Mompeller. En su testamento, que se otorgó en Mompeller, a 26 del mes de agosto de 1262, confirmó las donaciones que hizo a los infantes sus hijos y a los que hubo en doña Teresa Gil de Vidaure, que declaró por su testamento ser legítimos, que se llamaron don Jaime y don Pedro (…)”. (147). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 144. P. de Ajerp = “(...) Ajerp (P). Caballero de la hueste de Teruel, heredado en el reparto de Valencia (...)”. Página 43. P. Ajerp. “(...) 49. 1238, 1 mayo. Ruzafa, durante el sitio de Valencia. Donación a los caballeros de Teruel, que a continuación se citan con ochocientos hombres de sus aldeas, para repartir por igual ciento cincuenta yugadas de tierra situadas a lo largo del río Turia, desde Roteros, junto a Valencia, hasta el termino de Cuarte, y las edificaciones existentes en Valencia, comprensivas desde Alcantara a la puerta de Bebalhaix. Son: Ferrer Perez Munoz, Eximen Romei, Sancho Zapata, Eximen de Oteyza, Arnaldo Seinoro, Marco Monto, B. Scriba, Eximen P. de F. Diego Francisco, Juan d'Escrix, Blasco Juan Corpo, Amado Marco, Sancho Munoz, Juan Sanchez Adlail, P. Andador, P. de Dona Romea, Vital de Huyran, Andres de Retascho, don Kuno Sánchez Pérez, Martín Ceytalbo, J. Ferro, G. de Condom, Miguel Garcia de Fuentescalientes, Martin del Pintor, P. Azagra, Vicente Romeu de Silvestre, D. Eximeno, J. de Paris, Benedito Façanias, P. Menor, Martin domínguez Reyelo, J. Pintor, Pascasio d'Archol, Pascasio de Boneta, Gil de Altura, Pervix, Pascasio Trapete, B . Bertrand, Martin Crespo, D. Vicent, P. Michel, J. Dominguez, A. de Meytat, Martin Perez, J. Perez, D. Laporta, P. Garcia, F. Zapata, Blasco de Alcastreles, D. Perez de Mayor, D. Aparici, Martín de Domingo Lop, J. del Quinoneto, Mengez Mantrez, J. Galindo, Martín Kuno, Pascual Kuno, P. Garcia Aparicio, J. de Rubielos, Rodrigo Dayrada, Frances F. el Gordo, P . Ajerp, R. Soler, F. de Cavit, Bartolome Pelo, D. Scriba, Sebastián de Luecaja, Iñigo Blasco, Sancho de Cortailada, 264


Rodrigo Munoz, Aznar Cofiero, P. Martinez el Rico, Inigo Vidangos, Martin de Lesvaces, G. Alcoz, D. Juan de Corbaldn, Pascasio Dominguez, zaragozano; D. Manco, J. Clavero, J. Scriba, Gil Eximen, Rodrigo de Sancho-navarro, Gil de Teruel, Bartolomé de Maynar, D. de Blascorrubio, Blasco Blasquez, D. Seynero, Martin de Ceylabo, J. de G. Ros, Garcia de `Villarduemado, B. yerno de S. Munoz, P. Eximen, D . Eximen Ferrando, Gil del Quinoneto, P. Blasco, Pascual de Molina, Gascón de Cerván, D. P Alcayat, Gil de Linares. / (Página 44) “In obsidione Valentie Valentie, apud Roqafam, kalendas madii, era millessima CCª sexta, anno Domini millessimo CC° XXX octavo» . En Regestrum donationum Regni Valentie, encabezando el reparto hecho a la hueste de Teruel; BOFARULL, Pág. 171-172. Esta relación que no hemos dudado en copiar Integra la consideramos muy interesante para conocer los mas principales de las gentes de Teruel en la época, bien fueran habitantes o que formaran en su hueste (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 303. Capítulo LXV. De la guerra que el rey de Granada y los moros de allende hicieron al rey de Castilla; y de las cortes que el rey mandó juntar para socorrerle. Jimén Pérez de Ayerbe. “(…) Comisión que el rey dio al obispo de Barcelona y al conde de Ampurias. En este tiempo, estando el rey en Zaragoza, a 12 del mes de febrero del año de 1264, cometió a don Arnaldo obispo de Barcelona y a Ponce Hugo conde de Ampurias que tratasen matrimonio entre el hijo de Roberto conde de Artois -hermano del rey Luis de Francia que había muerto en la empresa de Damiata- y entre la infanta doña María su hija; o entre el hijo del duque de Borgoña y la misma infanta; y entre el infante don Jaime su hijo segundo con la hija del duque de Borgoña. Pero ninguno de estos matrimonios se efectuó. Capitanes que el rey nombró para el socorro de Castilla. De Zaragoza se fue el rey a la villa de Ejea a 24 del mes de febrero de este año. Y antes que se partiese nombró por capitanes de la gente de guerra que quería enviar a Castilla, a Arnaldo de Fontova, don Férriz de Lizana, Jimén 265


Pérez de Ayerbe, Fortunio de Ahe y a Fortún Pérez de Isuerre. Y de allí se fue a Barcelona (…)”. ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdfPágina 342. Capítulo LXXIX. De la muerte de Juana condesa de Tolosa. Blasco Jiménez de Ayerbe. “(…) El infante don Pedro, requerido de los de Tolosa, trata de apoderarse del condado de Puitiers. Pero el infante don Pedro fue requerido por los de Tolosa que se apoderase del señorío de aquel condado; y él hizo un gran apercibimiento para esta empresa. Tenía ya a punto la mayor parte de la caballería de este reino y la más escogida gente de guerra de él, y había deliberado ir de manera que aunque el rey de Francia saliese en persona a la defensa de aquel estado, le pudiese salir a dar la batalla con confianza de la gente de la tierra. Y una de las principales causas que parecía incitarle a un hecho tan grande como éste era por tener en su amparo aquel estado cuyos señores en lo antiguo fueron tan aliados y deudos de los reyes de Aragón y por cuya defensa había sido muerto el rey don Pedro su agüelo, que fue uno de los más valerosos príncipes que hubo en sus tiempos. Estando ya para hacer su entrada en Francia, el rey le mandó que desistiese de aquella empresa, afirmando que si él entendiera que aquel viaje había de ser para su honra y provecho, él le favoreciera en él, pero porque veía que no se podría efectuar aquello, por esta causa le desplacía y le era muy grave que se emprendiese tal cosa. Persistiendo el infante en su propósito, estando el rey en Zaragoza a 15 del mes de octubre de este año, requirió a los ricos hombres del reino que no fuesen con él ni le valiesen en aquella jornada. Y así le dejaron don Fernán Sánchez y don Pedro Fernández sus hermanos y los ricos hombres de quien hacía mayor confianza, que eran don García Ortiz de Azagra, don Bernaldo Guillén de Entenza, don Jimeno de Urrea, don Ferriz de Lizana, don Pedro Martínez de Luna, don Ato de Foces, don Fortuño de Vergua de Pueyo y don Guillén de Pueyo, don García Romeu, don Blasco de Alagón, don Lope Ferrench de Luna, Artal Duerta. Desiste el infante de su empresa y por qué. Lo mismo se mandó a las ciudades y villas del reino y a Pelegrín Baldovín, Blasco Pérez de Azlor, Blasco Jiménez de Ayerbe y a otros caballeros. Así fue forzado al infante desistir de la empresa de Tolosa (…)”.RAMÓN DE MARÍA, C.D. “El 266


Repartiment de Burriana y Villarreal”. Valencia. MCMXXXV. Edición facsímil. Villarreal. Talleres Seriols Sichet Herrero, S. A. 1983. www.ElrepartimentdeBurriansayVillareal.pdf Página 160. El honor y heredad de Ayerbe. “(…) Fuit missa littera desprecatoria Johani de barrachina quod misseret blaslo eximino de ayerbe bladum necesarium ad seminacionem honoris et hereditatis suarum de villa regali. Por esta nota de una epístola real, venimos en conocimiento, que Blas Eximénez de Ayerbe fue uno de los heredados y pobladores de Villarreal y, que fue agraciado en lo que entonces se llamaba “un honor” y en otras tierras. Debió ser persona muy cara al rey Pedro IIIº, o de alta categoría y, sus fincas de no poca extensión, cuando el mismo monarca interviene para que se le envíe todo el trigo necesario para sembrar sus propiedades. Data. En darnils, VIº de las kalendas de octubre del año M. CC. L. XXXV (26 de septiembre de 1285). Testigos. Ko los tuvo, pues es una carta u orden. Archivo. C. de A., reg. 71, fol. 170 (…)”. (148). ARCHIVO HISTÓRICO NACIONAL. DIVERSOS Y COLECCIONES. “CÓDICE 595-B. Cartulario de las donaciones, privilegios, concordias, etc., pertenecientes a la Orden del Temple, después a la de San Juan de Jerusalén. Años 1117-1198. Letra del siglo XIV. Procede del archivo de la capellanía de Amposta”. Madrid. Ministerio de Cultura. Archivo Histórico Nacional. 2005. www.Códice595.pdf “Cartulario escrito en vitela, que contiene diferentes Privilegios Reales, Donaciones, Concordias, y otras Escrituras desde el Año de 1117, hasta el de 1175. Con algunas otras que se le aumentaron después, y llegan al de 1198. Todas pertenecientes a los derechos que antes fueron de la Orden y Milicia de los Templarios y ahora de la Inclita Religión de San Juan de Jerusalén”. Página 11. Índice Alfabético de los pueblos de que se hace expresión en el presente Cartulario, y de los años en que se otorgaron sus escrituras, con el Cúmero a que corresponde cada una de ellas. Ayerbe. “(...) 1157. Kúm. 416 (...)”. Página 163. “(...) 416. In dei nomine dei gratia. Ego don Martín Lopiz dono alma mea y corp min ad do i do fratribus militie temple salomonis cum totas mas hereditates que habeo ut [ilegible] debeo in Aierbe i murillo i ibel i Exera i inborha, in tarassona, 267


ad facenda sua para voluntare dare vendere quocumque; ill placueru y fuit illas hereditate i illa baiulatione de magister P. de la roera i fer hi donationi martin / (Página 164) Lopiz in manu fr. Gullm del baho comendatori novellas. ifr. Remon de castello novo. Sum testes visores auditores de hoc donatu. Ptro de Sancta cruce. Pet medtla. Garciarres. Arnalt de rpas. belenguer Amat. Kont. Gillin d´saracuza. Gillin sanz. Gillin mesclamal. dacta carta era m.c. L.xxx.v santi sepsu (...)”. (149). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (382). Libro III. CAPÍTULO CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. “(...) Disposición de su testamento otorgado en Mompeller. En su testamento, que se otorgó en Mompeller, a 26 del mes de agosto de 1262, confirmó las donaciones que hizo a los infantes sus hijos y a los que hubo en doña Teresa Gil de Vidaure, que declaró por su testamento ser legítimos, que se llamaron don Jaime y don Pedro. Al mayor dejó los castillos y villas de Ejérica, Toro, Eslida, Beho, Ahín, Suera, Farizara y otros lugares que llamaron la baronía de Ejérica; y al menor instituyó heredero en el castillo y villa de Ayerbe, Luesia, Ahuero, Liso, Artasso, Castellón de Siest y Bureta, y en las villas y castillos de Azuer, Cabañas y Boquiñén, declarando que en defecto de hijos legítimos sucediesen los de una casa a la otra, y si en ambas faltasen recayesen estas baronías en la corona; y en caso que los infantes don Pedro y don Jaime muriesen sin dejar hijos legítimos sucesores, los nombra y sustituye en la sucesión de los reinos y señoríos de la corona de Aragón. Ko embargante esto y que en su testamento declara ser legítimos y que vivió con doña Teresa Gil su madre mucho tiempo después de la muerte de la reina doña Violante y parece haber sido velados, se quiso el rey apartar de ella y se trató el pleito procurando el divorcio; y siendo sentenciada por el juez ordinario la causa del matrimonio en favor de doña Teresa Gil un año antes que el rey falleciese, envió su procurador a la corte romana para seguir el pleito (…)”.

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(150). RAMON DE MARÍA, P. C. D. “El Repartiment de Burriana y Villareal”. Obra de investigación histórica. Valencia. MCMXXXV. Edición facsimil. Villarreal. Talleres Seriols Sichet Herrero. 1983. www.ElrepartimentdeBurrianayVillareal.pdf. Página 264. Donaciones colindantes. La lista siguiente es la de algunos propietarios que fueron agraciados en los repartimientos de Burriana y Villarreal, cuyos diplomas o inscripciones de donación no hemos encontrado; pero que están atestiguados como propietarios colindantes en las escrituras que extractamos (1): “(...) Eyerbe Pedro............................tierra......................................44 (...)”. Página 264. Cita (1). “(...) El orden que se sigue es el alfabético de los apellidos. Los números son los de las páginas en las que dichos nombres se mencionan (...)”. (151). GONZÁLEZ DEL CAMPO ROMÁN, Fernando. “Apellidos y migraciones internas en la España cristiana de la Reconquista”. www.migraciones.pdf Página 12. Ayerbe está en Huesca. “(...) Por su parte, el rey de Aragón, Sancho Ramírez, toma Ayerbe y Graus (Huesca, 1084) (...)”.Página 19. Apellidos de procedencia gentilicio: Pedro de Ayerbe. “(...) En 1252, la Orden del Templo y el municipio de Cáceres acuerdan una transacción en la que intervienen los siguientes representantes: «El Concejo de Cáceres nombró, y dió de su parte Don Lope Pérez, Comendador de Capilla [Badajoz], e Don Miguel Kauarro, Comendador de Alconetar [ibídem], Freyles del Temple; e el Maestre y los Freyles nombraron, e dieron de su parte Don Pedro Yañez, y Don Ximen Sancho Caualleros é vezinos de la Villa de Cáceres» (34). Como puede verse, todos los apellidos, salvo Kavarro –que en última instancia es de procedencia (gentilicio)–, son patronímicos. Yáñez significa hijo de Yan (Juan) (...). Página 19. Cita (34). “(...) Ulloa y Golfín, Pedro: Fueros y privilegios de Cáceres, fol. 164, Madrid, 1679. Citado en Lumbreras Valiente, Pedro: Los fueros municipales de Cáceres. Su derecho público, p. 287, Cáceres, 1974 (...)”. Página 19. El uso del apellido: siglos XIII y XIV. “(...) Paralelamente, en las Islas Baleares, los catalanes y aragoneses conquistan Mallorca (1229-1232) e Ibiza y Formentera (1235) y someten Menorca (1231). En Mallorca, sólo unos 50.000 moros consiguen quedarse inicialmente en régimen de capitulación. Se produce una colonización masiva de la isla con catalanes –al menos la mitad de los 269


repobladores (sobre todo del Ampurdán y del Rosellón)–, languedocianos (1/4 del total), italianos (más o menos el 13%) y grupos menores de aragoneses y navarros. Uno de los nobles que reparte tierras en Mallorca entre sus vasallos es Pons Hugo III, vizconde de Bearn (Pirineos Atlánticos). Asimismo, en un documento latino de 1230, Jaime I señala la parte que corresponde a los marselleses en Mallorca, y de ellos menciona, entre otros, a «Balduvino Gomberto et Guillelmo Aycardo» (Gombert y Aicard), «Raimundo Lombardi» (sic), «Veyano Guilaberto» (Guilabert) y «Hugoni Rotlando» (Rotland o Rolland) (35). Una vez más, se comprueba el dominio de los apellidos patronímicos, en este caso del sudeste francés. Parece que es entre los siglos XIII y XV cuando se extiende a todas las capas sociales el uso hereditario del apellido. / (Página 20) Respecto a Ibiza y Formentera, entre los nobles que dirigieron su conquista y repartición estuvieron Guillem de Montgrí, administrador apostólico de la archidiócesis de Tarragona; Kuño Sanç, hijo del conde Sanç de Cerdaña y de Sancha Kúñez de Lara; y el infante Pedro de Portugal. Guillem (Guillermo) de Montgrí era hijo de Pere de Torroella, señor de Torroella de Montgrí (Bajo Ampurdán, Gerona) y hermano de Ponç Guillem de Torroella y Bernat de Santaeugènia. Éste, que fue gobernador de Mallorca, adoptó su apellido por haber restaurado una rama de los Santaeugènia de Berga (Barcelona). Entre los nobles no era raro que los hijos de un mismo padre recibieran o adoptasen diferente apelllido, según el linaje y la herencia que representasen. En 1229, la Corona de Aragón empieza también la conquista de la taifa de Valencia, que concluirá en su mayor parte en 1245. Catalanes y aragoneses toman Peñíscola y Burriana (Castellón, 1232), Castellón de la Plana (1234) y las plazas próximas a Valencia. En 1236 sitian esta ciudad, que se rinde en 1238, y entre este año y 1253 completan la ocupación del territorio (Biar, Játiva, Denia y Cullera [Valencia], 1244-1245). En 1236, por ejemplo, el caballero aragonés Ferrant Pérez de Pina, Señor de Larrés (Sabiñánigo, Huesca), concede carta puebla a Benicarló (Castellón), en nombre de Jaime I de Aragón (36) (hay una villa en el sudeste de la provincia de Zaragoza que se llama Pina de Ebro). Los repobladores del nuevo reino proceden de Aragón, principalmente del sur, y de Cataluña y, tras las revueltas de los musulmanes de 1247-1248 y de 1276, se hace nuevas colonizaciones, sobre 270


todo en el mediodía valenciano, donde hasta entonces los cristianos eran pocos (se concentraban sobre todo en Gandía, Alcira, Játiva, Denia y Alcoy). En una carta en latín de 1250, verbigracia, Jaime I concede varios obradores o talleres en Valencia («operatorios») a «Raymundo Castella» (probablemente Castellà), «Arnaldo de Muntrog» (Mon[t]roig), Thomasio Sartre» (Sastre, apellido de oficio) y «Iohanni de Teus» (37). Castellà (castellano), también podría proceder de Castellar (nombre de varias poblaciones de Cataluña, y de Aragón, Valencia, La Mancha y Castilla, y aun Murcia y Andalucía). Asimismo, hay sendas poblaciones llamadas Montroig en Tarragona, Lérida (término de Plans de Sió) y Barcelona (en Tarrassa) (38). En cuanto a Teus, podría ser una alteración de Tous, apellido catalán que procede de una población homónima de la Segarra (Sant Martí de Tous, Lérida). En el Índice Genealógico Internacional, en 1596 aparece en Arenys de Munt (Barcelona), Ángela Teus, hija de Ramón Teus (39) (...)”. Página 19. Cita (35). “(...) En Huici Miranda, Ambrosio: Colección diplomática de Jaime I, el Conquistador, años 1217 a 1253, t. I, p. 153, Valencia, 1916 (...)”. Página 20. Cita (36). “(...) Parece que uno de sus descendientes, Fernando Fernández de Pina, fue embajador de Aragón en Portugal en 1280 (...)”. Página 20. Cita (37). “(...) En Huici Miranda, Ambrosio: o.c., t. I, VI (...)”. Página 20. Cita (38). “(...) El apellido Monroig es recurrente, además de en la provincia de Barcelona, en la de Castellón. También está presente en la de Valencia (...)”. Página 20. Cita (39). “(...) Ver http://www.familysearch.org/Eng/Search/frameset_search.asp. (...)”. Página 28. Conclusiones. “(...) Desde su aparición en el siglo IX, empezando por la nobleza y sobre todo por el patronímico, el apellido fue ganando terreno conforme se desarrollaban los reinos cristianos. En el siglo siguiente, a veces se le añadió, sobre todo entre los nobles, un complemento toponímico que aludía a su lugar de origen o su jurisdicción. Sin embargo, el apellido no era aún hereditario y hasta cambiaba con facilidad. Sólo en el siglo XII, para confirmar el linaje, se va haciendo estable entre los nobles –especialmente el toponímico–, y habrá que esperar una centuria más para que se consolide y comienze a ser claramente hereditario también en el estado llano. Es un proceso muy lento, que se reafirma en el siglo XV y sobre todo en el XVI (...)”.

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(152). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (382-383). El hijo de Jaime I y Teresa Gil de Vidaure. CAPÍTULO CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte “(...) Principio de la casa de Ijar en don Pedro Fernández hijo natural del rey. Tuvo en otra dueña principal que se llamó doña Berenguela Fernández, otro hijo natural que fue don Pedro Fernández; y a éste dejó la baronía de Ijar y sus sucesores tomaron aquel apellido. Casó en su vida a don / (Página 383) Jaime señor de Ejérica con doña Elfa hija de don Alvaz Pérez de Azagra señor de Albarracín y a don Pedro señor de la baronía de Ayerbe con doña Aldonza de Cervera hija de don Jaime de Cervera, que tuvo en Cataluña algunas villas y castillos, cuyos descendientes tomaron el apellido de Ejérira y Ayerbe, lugares principales de sus baronías (...)”. (153). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 335. Capítulo LXXV. De la ida del rey a Buros a las bodas del infante don Hernando su nieto. Bodas de Hernando, nieto de Jaime I. “(…) [la infanta griega Irene y sus hijas acogidas en Aragón.] Casi en el mismo tiempo vino también a estos reinos la infanta hija del emperador Teodoro Láscaro que se llamó Irene; y habíala casado el emperador Paleólogo con el conde Guillén de Veintemilla; y por tener mucho deudo con el infante don Pedro de Aragón -cuanto yo creo, por parte de la reina doña María su agüela señora de Mompeller- se vino a estos reinos con tres hijas que tuvo del conde de Veintemilla su marido; de las cuales se hará mención adelante, porque las dos de ellas casaron en la casa de Moncada y en la de Ayerbe (…)”. (154). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 334. Capítulo LXXV. De la ida del rey a 272


Buros a las bodas del infante don Hernando su nieto. Bodas de Hernando, nieto de Jaime I. “(…) Grave averiguación de quién fue y cómo se llamó esta emperatriz, y de la razón de su venida; y otras cosas muy particulares del imperio griego. Pocos años antes de estas cortes sabemos que estaba el imperio griego partido entre diversos príncipes; y los unos tenían su principal asiento y trono real en Gicea, ciudad muy famosa de la Bitinia y en Andrinópoli, y extendían su reino por la parte de Europa por las regiones que comarcaban con los búlgaros y por la de oriente en Asia en la Bitinia y en el imperio de Trapisonda; y eran señores de aquellas provincias de Asia que llamaban Gatolia. Y en este imperio reinaba Teodoro Láscaro hijo del emperador Calo Juan Batazo y de Irene, hija del emperador Alexio Angelo, por cuyo derecho Teodoro sucedió en aquel imperio. Los otros príncipes tenían su reino en la ciudad de Constantinopla y le poseían desde el tiempo de Balduíno conde de Flandes, de cuya casa y linaje sucedían; y por este tiempo era su sobrino señor de aquel imperio, Balduíno el segundo hijo del emperador Roberto; el cual quedando muy mozo tuvo cargo del imperio y de su persona por orden de los sumos pontífices Juan de Brena rey de Hierusalem; y todo el tiempo que vivió y le tuvo a su cargo fue tan señor de él que se llamó emperador de Constantinopla. Este príncipe tuvo una hija en la emperatriz doña Berenguela su segunda mujer, hermana del santo rey don Hernando, que se llamó Marta; y ésta fue casada con Balduíno según se averigua por relación bien antigua de un autor portugués del tiempo del rey don Alonso que ganó las Algeciras, que escribió las vidas de algunos reyes de Castilla y Portogal (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 333. Capítulo LXXV. De la ida del rey a Buros a las bodas del infante don Hernando su nieto. Bodas de Hernando, nieto de Jaime I. “(…) [la emperatriz Constanza, refugiada y heredada en Aragón.] En nuestras memorias también es cosa muy sabida que en los postreros años del reinado del rey don Jaime, vino a su corte doña Constanza emperatriz que se llamaba de los griegos, que fue mujer del emperador Calo Juan Vatazo, que como dicho es fue hija del emperador Federico. Este Calo Juan Vatazo tuvo el señorío de Andrinópoli y sucedió en el derecho del imperio de 273


Constantinopla por razón de Teodoro Láscaro su suegro que casó con única hija del emperador Alexio Angelo; y Teodoro no dejó hijo varón sino a Irene que casó con este Calo Juan, y hubieron un hijo llamado Teodoro Láscaro que sucedió en este imperio legítimamente; cuyo hijo fue Calo Juan Vatazo, a quien habiéndose Miguel Paleólogo apoderado de todo aquel imperio hizo sacar los ojos siendo de diez años, y vivió algún tiempo en tan miserable estado por la maldad y tiranía de aquel príncipe. Casó el emperador Calo Juan Vatazo segunda vez con esta princesa doña Constanza hija del emperador Federico; y muerto su marido fue muy maltratada del emperador Teodoro Láscaro su entenado y después de Miguel Paleólogo que se hizo tutor de Juan hijo del emperador Teodoro. Habiendo sido preso el capitán general de Paleólogo, por cuyo valor fue entrada la ciudad de Constantinopla por el rey de Tesalia que se llamaba Miguel -que era suegro del rey Manfredo padre de su segunda mujer que se llamó Elena-, envióle el rey Manfredo su yerno; y entonces por causa de su rescate envió Paleólogo a su hermana al rey Manfredo. Era ya en esta sazón muerto el rey Manfredo su hermano y casi todo el imperio griego vino a recaer en poder de Paleólogo, y el reino de Sicilia estaba ocupado por el rey Carlos. Y así se vino la emperatriz doña Constanza a Aragón para la infanta doña Constanza su sobrina. Y fue bien recogida por el infante don Pedro y diósele estado en el reino de Valencia a donde ella moró todo el tiempo de su vida (…)”. (155). www.terranordica.es Genealogía de las distintas ramas de la Casa Real de Aragón, Mallorca y Sicilia . 1. Aragón 2. Cassano 3. Biscari 4. Carcaci 5. Guttadauro LA CASA DE ARAGOK 1213-1276 Rey Jaime I de Aragón, el Conquistador b. 1205 = (1) 1221 Eleanor d. de Alfonso VII de Castilla K (div 1229): 1 Alfonso (1260) = Constancia d. de Gastón de Bearn VII C. King James = (2) 1235 Yolande (1251) d. de Andrés II de Hungría K: 2 Yolante (1,300) = 1,246 X Alfonso (1220-1284) K de Castilla y K de los romanos 3 Pedro III 274


4 Constanza Emmanuel = Juan de Escalona (1283) 5 Isabel (1243-1271 .) = K 1262 Felipe III de Francia (1245-1285) 6 Jaime II de Mallorca K 1276 (1243-1311) = (2) 1275 Esclarmonde de Foix: (1) James renunció al trono 1299 (2) Isabella (-1301 ) = Juan Emmanuel gs de Fernando III de Castilla (3) K Sancho de Mallorca (-1.324) = Maria d. de Carlos II de Kápoles K: = 1a Maria James III B de Xèrica (4) Fernando (-1318) = Isabel de Acaya y tenía edición; 1a James K III de Mallorca (1315-1349) = Constanza (-1346) d. de Alfonso de Aragón K 1b James K IV de Mallorca (1336-1375) b. en Perpignan = I 1363 Joanna (1326-1382) Q de Kápoles 1362 sp (5) Philip (6) Maria (Sancha) d. 1345 = 1305 Robert (1277-1343) K de Kápoles sp 7 Sancha una monja 8 Sancho Abp. de Toledo Murd. 1275 King James = (3) Teresa Gil de Vidaure y en su testamento en Montpellier 1272 legitimó sus dos hijos nacidos antes del matrimonio y permitió la sucesión de pasar a través de ellos en el hecho de que las líneas masculinas legítimas. 9 James IB de Xèrica (c1255- 1280) = Elsa Alvarez de Azagra: (…)”. (156). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (382). CAPÍTULO CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. “(...) Disposición de su testamento otorgado en Mompeller. En su testamento, que se otorgó en Mompeller, a 26 del mes de agosto de 1262, confirmó las donaciones que hizo a los infantes sus hijos y a los que hubo en doña Teresa Gil de Vidaure, que declaró por su testamento ser legítimos, que se llamaron don Jaime y don Pedro. Al mayor dejó los castillos y villas de Ejérica, Toro, Eslida, Beho, Ahín, Suera, Farizara y otros lugares que llamaron la baronía de Ejérica; y al menor instituyó heredero en el castillo y villa de Ayerbe, Luesia, Ahuero, Liso, Artasso, Castellón de Siest y Bureta, y en las villas y castillos de Azuer, Cabañas y Boquiñén, declarando que en defecto de hijos legítimos sucediesen los de una casa a 275


la otra, y si en ambas faltasen recayesen estas baronías en la corona; y en caso que los infantes don Pedro y don Jaime muriesen sin dejar hijos legítimos sucesores, los nombra y sustituye en la sucesión de los reinos y señoríos de la corona de Aragón. Go embargante esto y que en su testamento declara ser legítimos y que vivió con doña Teresa Gil su madre mucho tiempo después de la muerte de la reina doña Violante y parece haber sido velados, se quiso el rey apartar de ella y se trató el pleito procurando el divorcio; y siendo sentenciada por el juez ordinario la causa del matrimonio en favor de doña Teresa Gil un año antes que el rey falleciese, envió su procurador a la corte romana para seguir el pleito (...)”. (157). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 111-112. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 276. 1268, 13 mayo. Teruel. El rey prohíbe a Francisco Lupo molestar a ninguno de los vasallos de su hijo Don Jaime por razón de las disputas que tenía aquel sobre / (Página 112) el castillo de Tormón, heredad de su madre Doña Teresal Gil de Vidaure. “IIIº idus madii”. A.C.A. reg. 15, fol. 102. Cit. por SOLER Y PALET..., pág. 566. Con Doña Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa legítima del rey, tuvo este dos hijos varones, Don Jaime y Don Pedro. Las mujeres del Conquistador fueron: Doña Leonor de Castilla, primera esposa legítima del monarca castellano, con la que casó en 1221. Tuvo en este tiempo relaciones amorosas también con Doña Elo Alvarez. Divorciado de ésta, alegando parentesco, casó en 1235 con Doña Violante de Hungría, hija del rey de aquel país. En 1238 entró en relación con Doña Teresa Gil de Vidaure con la que casó, muerta Doña Violante. También trabó amistad con Doña Blanca de Antillón, dama aragonesa, de la cual tuvo a Fernando Sánchez, barón de Castro, el valiente e inquieto caballero que originó desastrosa guerra civil, muriendo finalmente en el Cinca a manos de su 276


hermano natural el infante Don Pedro, heredero de Cataluña. Otras amigas del rey fueron Doña Guillerma de Cabrera, Doña Berenguela Alfonso y Doña Sibila de Saga (...)”. (158). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 133. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 352. 1275, 3 agosto. Gerona. Jaime I da a su hijo Don Jaime, habido con Doña Teresa Gil de Vidaure, los castillos de Altura, Castromontano, Tormón y Mora. “Datum Gerunde, tercio nonas augusti, anno Domini M. CC. LXXV”. A.C.A. perg. 2339 de jaime I, copia. Por gentileza de Jaime Caruana, procedente de Gual Camarena (...)”.Página 155-156. Teresa Gil de Vidaure. “(...) J. Jabaloyas. Aldea de Albarracín.- Véase Albarracín, aldeas y Comunidad. / (Página 156) Jaime (Infante de Aragón). Hijo de Don Jaime y Doña Teresa Gil de Vidaure. Heredado en los castillos de Mora y Tormón.- Gúm. 352. Donación de los derechos del rey sobre los herederos de Don Alvar Pérez de Azagra.- Kúm. 357. Jordà de Alfambra (P). Heredado en el reparto de Valencia.- Kúm. 39. Juan Corpó (Blasco de). Caballero de la hueste de Teruel, heredado en el reparto de Valencia.- Kúm. 49 (...)”. (159). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 135. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 360. 1276, 20 abril. Jérica. Doña teresa Gil de Vidaure, mujer del rey Don Jaime, y la nuera de ambos, Doña Elfa Alvarez de Azagra, declaran haber recibido del abad del Monasterio de Piedra la escritura de donación que el monarca 277


había hecho a favor de Don Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín, de los castillos y villas de Selva y Valterra. A. H. K. Documentos del Monasterio de Piedra. Cit. por MIRET, pág. 532 (...)”. (160). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 238. Capítulo XVI. Del cerco que el rey puso sobre la villa de Burriana y de la toma de aquel lugar. Jérica. “(…) El rey va camino de Ejérica contra los moros. Con esta gente movió el rey contra los moros y tomaron el camino de Ejérica. Y salieron a ellos para estorbar la entrada de la vega hasta ochocientos hombres; y no quiso el rey que su gente estuviese aquella noche en la vega; y mandó que se pusiesen hacia la parte del castillo. Los campos de Ejérica se talaron. Otro día comenzaron a talar los campos que están sobre la villa a la parte de Vivel dejando treinta de caballo y hasta mil peones en el mismo lugar donde mandó el rey asentar el real, para que hiciesen espaldas a los que salían a la tala. Taláronse algunos campos de la vega sin que los moros saliesen contra ellos ni se osasen desmandar por miedo de la gente de caballo puesto que hacían daño con su ballestería y los nuestros no podían entrar a la tala tan a su salvo. Pero mandó poner el rey parte de la gente de caballo hacia la sierra y parte en la vega; y dieron sus escudos a los peones y los ballesteros seguían en pos de ellos, y a la postre iban los gastadores que hacían la tala. Y de esta suerte se acabó de talar la mayor parte de los campos y huertas de Ejérica. Por otra parte, los maestres y caballeros del Temple y Espital y los comendadores de Alcañiz y Montalbán hicieron entrada en la tierra adentro (...)”.Página 248. Capítulo XXV. Que el rey Zeit Abuceit, siendo cristiano, se casó en Zaragoza; y el rey fortificó el monte de Enesa que después se dijo el Puch de Santa María. Jérica. “(…) El rey con los suyos va por Jérica y Torrestorres y Morviedro, talando la vega. Iban con el rey don Pedro Fernández de Azagra, don Jimeno de Urrea, don Pedro Cornel, don Ladrón, Lope de Mendóza, Marco Ferriz, don Fernán Pérez de Pina, lñigo López de Ribellas, Pelegrín de Bolas, Fernando Díez de Aux, Pedro Laín, Guillén López de Pomar, Pedro Pérez 278


justicia de Aragón, Fernán López de Riglos y otros muchos caballeros. Y antes que se ayuntase todo el ejército hizo el rey su entrada con don Jimeno de Urrea y con don Pedro Fernández de Azagra y con los caballeros de su casa y con los concejos de Daroca y Teruel. Y partió la vuelta de Ejérica y talaron la vega de aquella villa. Otro día fue a Torrestorres a donde se detuvo el ejército tres días talando los panes; y pasó la gente por Morviedro junto al castillo (…)”. (161). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 124. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 319. 1271, 19 diciembre. Alcañiz. El rey envía carta, respectivamente, a sus dos hijos Pedro y Jaime, habidos con Doña Teresa Gil de Vidaure, para que cuatro días después de la próxima fiesta de la Circuncisión del Señor se hallen frente a Luna dispuestos a servirle en la guerra contra Artal de Luna. “datum in Alcancillo XIIIIº kalendas ianuarii”. A.C.A. Reg. 18, foli. 85 v. Cit. por FOKDEVILLA, pág. 1102. Para someter a la nobleza levantisca, el rey expidió cartas, para que se construyeran saetas o ballestas, a distintos lugares. Así, se dirige a Gil Sánchez y Juan Sánchez, colectores de Teruel, para que manden construir 6.000 saetas en esta contienda, según documento que anotamos después (...)”. (162). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (382-383). El hijo de Jaime I y Teresa Gil de Vidaure. CAPÍTULO CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte “(...) Principio de la casa de Ijar en don Pedro Fernández hijo natural del rey. Tuvo en otra dueña principal que se llamó doña Berenguela Fernández, otro hijo natural que fue don Pedro Fernández; y a éste dejó la baronía de Ijar y sus sucesores 279


tomaron aquel apellido. Casó en su vida a don / (Página 383) Jaime señor de Ejérica con doña Elfa hija de don Alvaz Pérez de Azagra señor de Albarracín y a don Pedro señor de la baronía de Ayerbe con doña Aldonza de Cervera hija de don Jaime de Cervera, que tuvo en Cataluña algunas villas y castillos, cuyos descendientes tomaron el apellido de Ejérirca y Ayerbe, lugares principales de sus baronías (...)”. (163). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 132. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 349. 1275, 26 febrero. Gandía. Donación del rey a su hijo Jaime, habido con Doña Teresa Gil de Vidaure, de todos los derechos y acciones pertenecientes al monarca sobre la cantidad de 1.000 morabatinos de oro que había pagado por Don Alvar de Azagra, señor de Albarracín, y padre de Doña Elfa, esposa del hijo del rey. “IIII kalendas martii anno Domini MCCLXXV”. A.C.A. Reg. 20, fol. 324. Cit. por SOLER Y PALET..., pág. 567 (...)”. (164). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 134. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 357. 1276, 27 febrero. Gandía. Concesión de Don Jaime a favor de su hijo Jaime, habido con Doña Teresa Gil de Vidaure, del derecho y acción que le correspondían sobre Doña Elfa Alvarez, esposa del dicho infante, por haber pagado el monarca por esta 1.000 morabatinos que su difunto padre, Don Alvar Pérez de Azagra, debía al preceptor de las rentas reales de Santa María de Albarracín. A.C.A. reg. 20, fol. 324. Cit. por MIRET, pág. 529 (...)”. 280


(165). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 135. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 360. 1276, 20 abril. Jérica. Doña teresa Gil de Vidaure, mujer del rey Don Jaime, y la nuera de ambos, Doña Elfa Alvarez de Azagra, declaran haber recibido del abad del Monasterio de Piedra la escritura de donación que el monarca había hecho a favor de Don Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín, de los castillos y villas de Selva y Valterra. A. H. K. Documentos del Monasterio de Piedra. Cit. por MIRET, pág. 532 (...)”. (166). GONZÁLEZ DEL CAMPO ROMÁN, Fernando. “Apellidos y migraciones internas en la España cristiana de la Reconquista”. www.migraciones.pdf Página 16. Pedro Ruiz de Azagra. “(...) En 1157 se puebla Alcañiz (Teruel), que en 1179 pasa a la citada Orden de Calatrava (institución que dirigió la colonización de gran parte del territorio). Por su parte, el caballero Pedro Ruiz de Azagra, hijo del Señor de Estella Rodrigo (o Ruy) de Azagra –Azagra es una villa navarra–, recibe la taifa de Albarracín (Teruel) del rey de Murcia Ibn Mardanish Lope y, a partir de 1169, la puebla sobre todo con navarros. Parece que es en el siglo XII cuando se extiende entre los nobles, al menos entre los varones, el uso hereditario de la parte toponímica del apellido para indicar el linaje. En cambio, a la mujer se la identificaba aún muchas veces sin decir su patronímico, sino solamente de quién era esposa (...)”.MOTIS DOLADER, Miguel Ángel. “El señorío cristiano de Albarracín. De los Azagra hasta su incorporación a la Corona de Aragón”. Revista “De la Historia”, Nº 3. www.02Señoriocristiano.pdf Página 98. El señorío de la casa de los Azagra (1170-1260). Pedro Ruiz de Azagra. “(...) Pedro Ruiz de Azagra –que hereda en 1157 los señoríos de Estella, Gallipienzo y luego Tudela, una vez fallecido su padre–, fortifica la ciudad y trae consigo pobladores navarros –como prueba la onomástica de sus linajes (Ocón, Marcilla, Oñate/Doñate, Segura, Kavarro de Azuriaga, etc.)–, resistiendo con éxito la ofensiva conjunta castellanoaragonesa en enero de 1186 –Alfonso II intentó atraerlo a su órbita nombrándole / (Página 99) en 1177 señor de Daroca–, tras ver

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truncados sus intentos de expansión por Alfonso VIII, una vez conquistada la ciudad de Cuenca (1178). Además, la independencia política se incrementa con la eclesiástica, por cuanto en 1172 se crea el obispado de Albarracín –que se acrecentará con Segorbe en 1248–, vinculado al obispado toledano, cuyo titular – basándose en un acuerdo del XII Concilio de Toledo que le permitía incorporar las iglesias sufragáneas recuperadas a los musulmanes– no dudará en consagrar obispo de Santa María a don Martín (bula papal de 1185), canónigo de aquella catedral, con el título de Arcabricense (...)”. (167). LATORRE CIRIA, José Manuel. “Historia de Albarracín”. www.Albarracin_medieval.pdf Página 10. Los antepasados de Pedro Ruiz de Azagra. “(…) Los padres de D. Pedro Ruiz de Azagra fueron D. Rodrigo Pérez de Azagra (fallecido en 1156) y doña Toda López. Tuvieron cinco hijos: D. Pedro (el mayor), García, Martín, Rodrigo y Fernando. Tenemos noticias de D. Pedro desde el año 1157 en que al parecer, muerto su padre, hereda los señoríos de Estella, Gallipienzo y luego Tudela, los cuales tiene por el rey de Gavarra Sancho VI el Sabio. “Creemos que de 1164 hasta 1170 faltó totalmente de Kavarra Don Pedro Ruiz de Azagra, seguramente por estar sirviendo en Murcia, en Castilla y en Albarracín. De sus servicios al Rey Lobo nada sabemos por documentos directos. Sólo nos está documentado que siguiendo la política de su padre pasó al servicio de Alfonso VIII de Castilla, donde debía tener algunos heredamientos ganados por Don Rodrigo Pérez de Azagra bajo Alfonso VII. En 1166 está en la Corte de Alfonso VIII, y recibe diversas casas de Toledo como merced. Todavía seguía en aquélla corte, pues el 7 de las calendas de diciembre de 1167 recibe en donación de Alfonso VIII la villa de Mocejón de la Calzada. Tal vez estando al servicio del Rey castellano, niño menor de edad entonces, pero en cuya política giró muchas veces Don Pedro Ruiz de Azagra, como veremos, pasaría al servicio del Rey Lobo de Murcia, en cuyas actividades por Levante interviene. Estando a su servicio, la tradición dice que le cedió la ciudad y Señorío de Albarracín…”( ALMAGRO BASCH, Martín (1959), pp. 38-39). Don Pedro, según Zurita, fue señor de Albarracín desde 1170, mientras Almagro sostiene, sin poder probarlo, que lo era desde 1166 ó 1168. Existió siempre una estrecha relación entre Albarracín y Kavarra. La independencia de Albarracín fue protegida por el rey de Kavarra, Sancho 282


VI el Sabio. Don Pedro trajo pobladores de Kavarra, como prueban los nombres de casi todos los linajes albarracinenses: Ocón, Marcilla, Santa Croche, Oñate o Doñate, Echauri, Kavarro de Azuriaga, Segura… Don Pedro girará en torno a la Corte aragonesa (Alfonso II), al menos hasta 1178, pasando desde ese momento a situarse en torno a Castilla en cuya Corte (Alfonso VIII) aparecerá siempre desde esa fecha. Su hermano Fernando servirá toda su vida al rey de Aragón. Al final de su vida vemos a Alfonso VIII situado frente a Don Pedro. Zurita dice: “Don Pedro Ruiz de Azagra defendió el señorío de Albarracín sin reconocer vasallaje a los reyes de Castilla y Aragón; el castellano por un lado deseaba más que Albarracín fuera de D. Pedro que del aragonés, pero por otro lado temía la soberbia y fortaleza de este caballero, y decidió confederarse con el aragonés en Agreda, en enero de 1186, contra D. Pedro. / (Página 11) Dispusieron los reyes no acoger en sus tierras a D. Pedro ni a sus parientes, excepto a D. Gonzalo Ruiz de Azagra, vasallo del castellano. Entre los hermanos de D. Pedro estaba D. Hernando, que tuvo el señorío de Calatayud y Daroca en honor, y fue padre de D. Pedro Fernández de Azagra, señor de Albarracín (Anales, lib. II, fol. 85)” (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 54, nota 4). En la entrevista de Castro Verdejo (1186) se acordó también una alianza contra el reino de Kavarra, comprometiéndose Alfonso VIII y Alfonso II a no hacer la paz por separado. También se prometieron mutua ayuda contra los musulmanes. El 16 de noviembre de 1186 muere D. Pedro. Ko sabemos cómo ni donde murió Don Pedro Ruiz de Azagra, ni el lugar donde está enterrado. El heredero resultó ser D. Fernando Ruiz de Azagra, fiel vasallo del rey de Aragón (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Página 143. Capítulo Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf XLIII. De la concordia que se trató entre el rey don Alonso de Aragón y don Sancho, rey de Cavarra. Reinado de Alfonso II “El Casto”. Reinado de Alfonso II “El Casto”. “(…) Embajada del de Portogal para confirmar las paces; y por qué no se concluyen. Celebró el rey cortes a los aragoneses en el año de 1188 en principio de él, en la ciudad de Huesca. Y volviendo a Zaragoza con la reina doña Sancha su mujer, estando en su corte don Ramón de Castellezuelo obispo de Zaragoza, don Ricardo obispo de Huesca, don Juan obispo de Tarazona, don Berenguer de Entenza, don 283


Hernando Ruiz de Azagra hermano de don Pedro Ruiz de Azagra señor de Albarracín, don Garci Ortiz, Sancho Duerta mayordomo del rey, don Artal de Alagón, don Pedro Cornel, Aznar Pardo, Jaime de Vergua, Pedro Sesé justicia de Aragón y otros muchos ricos hombres y caballeros del reino, vinieron al rey embajadores de don Sancho rey de Portogal para confirmar de nuevo las paces y confederaciones que tenían. Y porque el rey don Alonso quería que se comprendiese en ellas el rey don Alonso de León y de Galicia, hijo del rey don Hernando y de doña Urraca hermana deste rey de Portogal y se concordasen con él, envióle a requerir sobre ello por sus embajadores. Y con esto, por entonces no se tomó con el rey de Portogal nuevo asiento hasta que ambos estuviesen unidos (…)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 139. Capítulo XXXVIII. De la disensión que se movió entre los reyes de Aragón y Castilla; y como redujo a su obediencia el rey de Aragón a los vizcondes de Cimes y Besés. Reinado de Alfonso II “El Casto”. “(…) Da el rey la villa de Alcañiz al maestre de Calatrava que era hermano del señor de Albarracín. En el año del nacimiento de 1180, estando el rey en Hariza por el mes de marzo, dio la villa de Alcañiz y sus términos a don Martín Ruiz de Azagra, que fue hermano de don Pedro Ruiz señor de Albarracín; y era maestre de la orden de Calatrava, y es la encomienda mayor que esta orden tiene en estos reinos. Y aquella villa es una de las muy principales que hay en ellos y de muy fértil y apacible comarca; y estaba en frontera de muchos lugares de moros que eran del rey de Valencia. Los ricos hombres que se hallaron en esta donación. Esta concesión se hizo por el rey con acuerdo y voluntad de sus ricos hombres, reservándose que los caballeros de aquella orden fuesen obligados de hacer guerra con el rey contra los moros y guardar la paz o tregua que con ellos tuviese. Eran los ricos hombres don Blasco Romeu señor en Zaragoza, don Artal alférez del rey señor en Alagón, don Blasco Maza señor en Borja, don Jimeno Romeu señor en Tarazona, don Pedro Ortiz señor en Aranda, don Jimeno de Urrea en Epila, don Pedro de Castellezuelo en Calatayud, don Miguel de Santa Cruz en Daroca y Teruel, don Pedro Ladrón en Belchit, don Pedro de Sos en Sos, don Gombal de Benavente en Biel, don Marco Ferriz en Huesca, Fortuño de Estada en 284


Estadilla, Pelegrín de Castellezuelo en Alquézar, Sancho Duerta mayordomo del rey. (…)”. (168). LATORRE CIRIA, José Manuel. “Historia de Albarracín”. www.Albarracin_medieval.pdf Página 6. Pedro Ruiz de Azagra. “(…) La idea clara de que Albarracín y su territorio caían propiamente en la zona de reconquista aragonesa y correspondía al rey de Aragón y al obispo de Zaragoza el disponer de ellos se remonta al menos al reinado de Ramiro II. El obispo de Zaragoza siempre creyó poder disponer de las iglesias de Albarracín. “El que en 1170 no era ya Albarracín tierra de moros, y el que ya estaba no sólo dominado por un señor cristiano que no obedecía además ni al Rey de Aragón ni al Obispo de Zaragoza, nos lo prueban las gestiones que a partir de 1171 hará el Obispo de Zaragoza, Don Pedro Torroja, alarmado ante las valientes y hostiles maniobras de Don Pedro Ruiz de Azagra. Sabemos como personalmente, en 1171, marchó a Roma a defender su causa, pues el Rey de Aragón no se debió de hallar en condiciones de intervenir militarmente por la situación general de su estado en relación con Castilla tras el tratado de Sahagún, firmado el 4 de junio de 1170, como analizaremos luego” (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 10). / (Página 7) El obispo Torroja consiguió algunas bulas. Una de 19 de enero de 1172, dirigida al señor de Albarracín, le dice que Albarracín pertenece al obispo de Zaragoza. Otra, de 24 de enero de 1172, se dirige al obispo de Pamplona y le ordena intervenir en el litigio entre el obispo de Zaragoza y el señor de Albarracín; esto prueba que el Papa estaba informado de la protección que desde Kavarra se daba a Azagra. “Los hechos nos prueban que el Arzobispo de Toledo y el Señor de Albarracín habían ganado la batalla política y eclesiástica, pues en 1172 ya se atrevía a consagrar Don Cerebruno, en Toledo, como Obispo de Albarracín, a Don Martín, canónigo de aquella catedral, con el título de Arcabricense. A su vez, Albarracín, había quedado fuera de toda obediencia al Rey de Aragón, como se ve por los intentos que aquel año de 1172 realizara Alfonso II de acabar con el Señorío de Albarracín en sus tratos con el Rey de Castilla…” (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 13) (…)”. Página 8. Pedro Ruiz de Azagra. “(…) En resumen, el Rey Lobo dio Albarracín a D. Pedro Ruiz de Azagra seguramente para crear dificultades entre los reinos cristianos, dejando un problema político a sus espaldas, además de pagar así sus servicios a un caballero navarro y atraerse otros mesnaderos navarros a sus ejércitos mercenarios, en los cuales fiaba y de los que dependía su poder. Almagro aporta, para sostener su tesis, testimonios de Zurita: “En 1170, el Rey Alfonso II sojuzgó los moros que estaban en las riberas del Alfambra y del Guadalaviar. Por esta tierra se encuentra Albarracín, lugar principal de la sierra que está en la Celtiberia junto al nacimiento del Tajo, que de muy 285


antiguo se llamaba Santa María de Albarracín. Señor de Albarracín era Don Pedro Ruiz de Azagra, muy amigo y confederado del Rey Lobo de Valencia. Este dio a Don Pedro Ruiz el lugar de Albarracín y Don Pedro no se reconoció vasallo de los Reyes de Aragón y Castilla, sino que se llamaba vasallo de Santa María. Logró Don Pedro que el legado del Papa, Cardenal Jacinto, con consejo de los obispos de su provincia, erigiese Iglesia Catedral en Albarracín, acto que más tarde fue confirmado por el Papa Inocencio III” (Zurita, Anales, II, p. 29)( ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 24). “Don Pedro Ruiz de Azagra, sin reconocer vasallaje a los reyes de Castilla y Aragón tenía muy buenas relaciones con el rey de Kavarra, lo cual hizo que Alfonso II de Aragón y Alfonso VIII de Castilla se uniesen para hacerle la guerra a él y al rey de Kavarra Sancho VI. En esta alianza determinaron que la ciudad de Santa María de Albarracín fuese de la conquista de Aragón y los otros castillos y lugares que D. Pedro Ruiz tenía quedasen bajo el señorío del rey de Castilla” (Zurita, Anales, p. 32 y 80)( ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 24). José Mª. Lacarra sostuvo que Albarracín nació como una conquista o, al menos, como una acción político-militar de Kavarra en tierras del Rey Lobo, de Murcia, en virtud del tratado hecho en Sangüesa el 19 de diciembre de 1168 entre Sancho VI el Sabio de Kavarra y Alfonso II de Aragón, contra el Rey Lobo. A consecuencia de este tratado Kavarra pudo conquistar Albarracín en 1170 y constituir su señorío independiente D. Pedro Ruiz de Azagra, el cual inventaría más tarde la fábula de que le había entregado la plaza directamente el Rey Lobo, para sostener mejor sus derechos en ella frente a Castilla y Aragón. “… el 19 de diciembre de 1168, convenían los reyes de Aragón y Kavarra, estando en San Andrián de Sangüesa, una alianza para realizar conquistas a costa de los musulmanes, y más concretamente en tierras del rey Lobo” (LACARRA, José Mª. (1952), p. 516). “… Alfonso II y Sancho el Sabio acuerdan repartirse las conquistas que cualquiera de ellos hiciera en tierras del rey Lobo y, en general, en tierras sarracenas. La alianza se hacía por veinte años y sería continuada por sus herederos si alguno de los reyes moría antes del plazo” (LACARRA, José Mª. (1952), p. 517). / (Página 9) “Para Kavarra, que no tenía fronteras con los moros, el caso era diferente. Kada podía perder con la hostilidad del rey moro, pero las ganancias que obtuviera, difícilmente podría conservarlas sin la amistad de Aragón. Si, como suele afirmarse, la constitución del señorío de Albarracín por D. Pedro Ruiz de Azagra comienza en 1170, yo me inclinaría a ver en ese hecho una aplicación, desde el punto de vista navarro, del pacto de 1168. Ko olvidemos que D. Pedro Ruiz de Azagra siguió por muchos años siendo vasallo del rey de Kavarra por su tenencia de Estella, lo que prueba que si el señorío de Albarracín se estableció contra la voluntad de Aragón, primero, y luego contra Aragón y Castilla, desde el primer momento 286


encontró apoyo en el rey de Kavarra. Es más, se ha dicho recientemente que el señorío surge entre abril y diciembre de 1170. Sabemos que la enemistad de Aragón con el rey Lobo duró poco, pues por el tratado de Sahagún (4 junio 1170), entre Alfonso II y Alfonso VIII de Castilla, aquél se comprometía a tener paz “cum rege Lupo usque ad V annos”; esto nos indicaría que establecido el navarro en aquel punto de la frontera de acuerdo con el pacto de 1168, en virtud de la nueva paz de Aragón con el rey moro (1170), resultaba un vecino molesto, tanto más cuanto que D. Pedro Ruiz, que había adquirido estas tierras con su propio esfuerzo, o en todo caso con el apoyo del rey de Kavarra, no quería que su iglesia de Santa María dependiera del obispo de Zaragoza, como estaba declarado por la bula de Adriano IV de 1158” (LACARRA, José Mª. (1952), pp. 519520). “Bien se que esta explicación del origen del señorío de Albarracín pugna con la que tradicionalmente viene dándose: que el señorío fue entregado por Ibn Mardanis directamente a D. Pedro Ruiz de Azagra. Pero ¿qué fundamento tiene esta versión? Lo ignoro, y mucho me temo que se trate de una explicación dada “a posteriori” por los Ruiz de Azagra para justificar, frente a Castilla y Aragón, la existencia de un señorío no dependiente de sus respectivas coronas –al fin y al cabo, él era el primer cristiano que había tomado posesión de aquel territorio- y para alcanzar del cardenal Jacinto y del arzobispo de Toledo la restauración del obispado de Arcábica. (…) La donación del rey moro, su legítimo propietario hasta entonces y con el que tantas veces habían pactado Aragón y Castilla, le otorgaba un título aceptable a los ojos de sus contemporáneos, título que, sin atreverme a negar que pudiera basarse en algún hecho real, confieso que desconozco cuál pueda ser. En resumen, entiendo que, de acuerdo con el pacto de 19 de diciembre de 1168, Aragón y Kavarra tenían que repartirse las tierras que conquistaran a los musulmanes, y especialmente al rey Lobo de Murcia; sabemos que por entonces Aragón prosigue su reconquista en territorios de la actual provincia de Teruel, y por entonces también, un caballero navarro, que sigue siendo vasallo del rey de Kavarra, aparece asentado en los riscos de Albarracín. Ko tenemos noticia de ninguna otra acción de Sancho el Sabio en territorios del rey Lobo posterior a 1168. ¿Será excesivamente aventurado el suponer que la instalación en Albarracín de D. Pedro Ruiz de Azagra responde a la aplicación por parte de Kavarra del pacto de 1168?” (LACARRA, José Mª. (1952), pp. 521-522). Para Juan Francisco Rivera Recio, el señorío de los Azagra en Albarracín se originaría al abandonar D. Pedro Ruiz de Azagra al Rey Lobo, por una no muy justificada traición a éste. El Azagra le abandonaría cuando lo vio decaído y al presentarse la frontera cristiana ya avanzada hasta Teruel. Entonces se haría independiente para así “resarcirse de los enormes dispendios realizados en pro del ya desgraciado Ibn Mardanis, / (Página 10) 287


imposibilitado para remunerarle de otra forma”. (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 27) (…)”.CASTAN ESTEBAN, José Luís. “Historia del señorío de Albarracín”. www.HistoriadelSeorodeAlbarracn.pdf Página 2. Pedro Ruíz de Azagra, señor de Albarracín. “(…) Ben Mardanis (hijo de Martínez) fue presionado por el poder almohade, y buscando apoyos cristianos, encontró a Pedro Ruiz, lo que le permitió tomar Granada en 1162. Según Lacarra en 1170 Kavarra conquista Albarracín en base a un acuerdo de 1168 entre el rey Sancho VI el Sabio de Kavarra y Alfonso II de Aragón, lo que le lleva a afirmar que leyenda de la donación de la ciudad por el rey Lobo a los Azagra es un invento posterior para justificar la independencia del señorío. Sin embargo Almagro cree que no se podía conquistar Teruel sin Albarracín, por lo que defiende la teoría de la cesión (Almagro 1959 p.19) Pedro Ruiz de Azagra era vasallo de Castilla en aquel momento, y ante las presiones de Alfonso II de Aragón ayuda al rey Lobo, apoyado por el obispo Cerebruno de Toledo, que no deseaba que el territorio pasara a la iglesia de Zaragoza. Don Pedro era señor de Estella desde 1157, pero está ausente de Kavarra desde 1161. Por lo tanto, la cesión se debió hacer entre 1166 y 1168. El dilema es difícil de resolver, ya que no hay documentos. Zurita recoge la historia de la cesión y todos los demás autores lo copian. Posteriormente sí que está documentado que D. Pedro Ruiz de Azagra participó en la toma de Cuenca, fue nombrado señor de Daroca por Alfonso II y traspasó el señorío de Estella a su hermano para vincularse a sus nuevos estados, a los que se unió, desde los primeros momentos, la sede episcopal. La diócesis de Albarracín se basa en un acuerdo del concilio toledano XII, por el cual el arzobispo de Toledo podía consagrar, como obispo de la diócesis visigoda, a las iglesias sufragáneas recuperadas del poder musulmán, y así se consideraba a la sede de Arcabrica, que fue el título inicial de Albarracín. D. Cerebruno, el arzobispo, consagró a D. Martín en 1172, aunque no disponemos de documentos (la bula papal es de 1185). En 1176 el arzobispo de Toledo lo cambió por Segobricense para anexionarse Segorbe y dejando Arcabricense para Cuenca (Almagro 1959 pp. 64-68) Los diezmos, según sus primitivas ordinaciones eran de dos tercios para el obispo y un tercio para el cabildo. Y en las parroquias un tercio de caballerías para obispo, y en ganados de ciudad y aldeas, dos tercios para el obispo y un tercio para el cabildo. (Almagro 1959 p. 73) Del segundo señor soberano, don Fernando Ruiz de Azagra (1186-1196), hermano de don Pedro, y también señor de Daroca y Calatayud, de Estella y Arlucena, poco sabemos. Sólo que en 1193 cedió el señorío a la orden de Santiago, y finalmente a su hijo Pedro, de tres años, aunque bajo la tutela de la orden. Pedro Fernández de Azagra fue nombrado gobernador del Sur de Aragón en 1214 a la muerte de Pedro II, ante la minoría de Jaime I, e intervino en las luchas nobiliares de la minoría regia. Estas luchas cortesanas provocaron que el 288


joven Jaime I, con trece años, en 1220, persiguiendo a D. Rodrigo de Linaza sitiara Albarracín, en / (Página 3) donde se refugiaba, aunque sin éxito. También se le vincula al monasterio de Piedra, donde pidió ser sepultado, según su testamento. Tras su altercado con el rey participó activamente en la conquista de Valencia, siendo determinante en una de sus primeras acciones, atraerse al rey moro Zeit Abuzeit, que había sido expulsado de la ciudad en 1229, y que pasó a ser asesor de D. Pedro en la campaña militar. Tras las Cortes de Monzón de 1232 las tropas se reúnen en 1233 en Teruel. Allí está al frente de su hueste el obispo de Albarracín, al que se le concede en 1235 Teresa, y posteriormente las iglesias de Segorbe, que pasan a su obispado. Uno de los hechos de armas más relevantes de este prelado guerrero fue la toma en 1232 de la localidad valenciana de Bejís, en calidad de vasallo de Jaime I. D. Pedro conquista Silla, y finalmente entra en Valencia, donde su obispo es el primero en tomar posesión de la mezquita mayor para consagrarla como templo cristiano. Tras la toma de la ciudad se produce una revuelta nobiliaria por la imposición del Fuero de Valencia, según Zurita (Anales III, 66 “los aragoneses no aceptan el fuero ya que lo consideran Aragón”) El señor de Albarracín es aplacado con nuevas mercedes. Entre los privilegios que consigue es significativo el del peaje de los ganados el 13 de abril de 1239. Éstos se repartirían entre el rey y el señor de Albarracín, permitiendo a los ganados de la sierra llegar hasta Chelva con sus rebaños sin pagar peaje. A Don Pedro le atribuye la tradición la primera redacción de los Fueros de la ciudad. A su muerte, el testamento divide varias de las conquistas entre sus hijos. El cuarto señor de Albarracín, Alvar Pérez de Azagra también lo fue de Santa Eulalia, Chelva, Tuesa y Altura. Añadió tres fueros a los dados por su padre: son los de supresión del monedaje, el pago de las soldadas a los alcaldes y la necesidad de jurara los fueros por los señores (Almagro 1959, p.244). En 1248 permitió que Santa Eulalia tuviera reciprocidad de pastos con Albarracín, y finalmente el 7 de mayo de 1255 Jaime I exime de peaje y lezda a los ganaderos de Albarracín (Almagro, 1959, apéndice nº 64) confirmado en 1262, concede dehesas a vecinos y al obispado en 1259, y finalmente regula los cargos del concejo de forma independiente al señor (Almagro 1959, p. 259). Su sucesora fue una mujer, Teresa Álvarez de Azagra, casada con Juan Kúñez, jefe de la casa castellana de Lara en 1260 (…)”. (169). LATORRE CIRIA, José Manuel. “Historia de Albarracín”. www.Albarracin_medieval.pdf Página 11. Fernando Ruiz de Azagra: 1186-1196. “(…) En el tratado de Samugillo (30-IX-1187) Alfonso VIII acepta que Alfonso II de Aragón reciba por vasallo a Don Fernando Ruiz de Azagra; de la prestación del homenaje de vasallaje debe dar cuenta el rey de Aragón al de Castilla. “Parece lo más probable suponer que 289


Alfonso II, al ver Albarracín en manos de un fiel vasallo suyo, y estando ocupado con la política ultrapirenaica, dio por resuelto el conflicto de fronteras con Castilla y no intentó siquiera ofender al Azagra, conformándose con que Castilla aceptara en principio que Albarracín era Aragón, y su señor debía ser su vasallo. Es seguro que Don Fernando Ruiz de Azagra gozó de la amistad de Alfonso II, y desde 1187 poseyó feudos extensos donados por el Rey de Aragón, guardándole precisamente la frontera castellana y musulmana desde el Jalón al reino de Valencia. Ko sabemos si entre ambos medió algún pacto, alianza o sumisión formal. La realidad es que Albarracín, como Estado, quedó libre y su Señor, respetado como soberano” (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 77). Desde 1187 toda la frontera castellana, desde el Jalón al reino moro de Valencia, la entrega Alfonso II en manos de Don Fernando. “Hemos de sostener que a pesar de esta amistad y favor de que gozó con Alfonso II, Don Fernando Ruiz de Azagra nunca hipotecó la independencia y soberanía de Albarracín…” (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 82). Ko obstante, Don Fernando también sirvió al rey castellano, pues en 1195 se le ve combatir junto a Alfonso VIII contra León. Don Fernando parece que murió el 14 de junio de 1196, dejando como tutor de su joven hijo legítimo, Don Pedro Fernández de Azagra, a la orden de Santiago, donde era caballero su hijo bastardo (llamado también Pº. Fernández) (…)”.MOTIS DOLADER, Miguel Ángel. “El señorío cristiano de Albarracín. De los Azagra hasta su incorporación a la Corona de Aragón”. Revista “De la Historia”, Nº 3. www.02Señoriocristiano.pdf Página 99. Fernando Ruiz de Azagra, hermano de Pedro Ruiz de Azagra. “(...) Le sucedió su hermano, Fernando Ruiz de Azagra (118696), señor de Daroca, Calatayud, Estella y Arlucena, y fiel vasallo de Alfonso II de Aragón, el cual, enfrascado en la política ultrapirenaica, dio por zanjado el conflicto fronterizo con Castilla y no intentó siquiera poner en entredicho la autoridad del II señor de Albarracín, quien gozó de su amistad y poseyó desde 1187 extensos feudos donados por el monarca lindantes con la demarcación castellana –de hecho colaboró en la campaña militar contra el rey de León– y musulmana, desde el Jalón al reino de Valencia. Hubiera pacto, alianza o sumisión formal, el Estado quedó libre y su titular fue respetado como soberano (...)”.ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. 290


Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 143. Reinado de Alfonso II “El Casto”. Capítulo XLIII. De la concordia que se trató entre el rey don Alonso de Aragón y don Sancho, rey de Cavarra. Reinado de Alfonso II “El Casto”. “(…) Los reyes de Aragón y Kavarra se ven en Borja y confederan contra el de Castilla, y los rehenes que se dan. Concertaron de verse el rey de Aragón y [el] de Kavarra sobre esta razón en Borja, a donde vino el rey don Sancho a 7 de setiembre de 1190; y allí se confederaron de se valer y ayudar contra el rey de Castilla, y defender y amparar cada uno el reino y tierras del otro. Y para mayor seguridad puso el rey de Aragón en manos y poder de don Fernán Ruiz de Azagra –que tenía los honores de Daroca y Calatayud- los castillos de Borja, Malón, Sos, Ruesta y Pitillas: y el rey de Kavarra otros cinco castillos que fueron Santa María de Ujué, Valtierra, Ablitas, Montagudo y Castellón de Sangüesa. Y se entregaron primero a los porteros reales y después se pusieron en poder de don Fernán Ruiz para que los de Kavarra los tuviesen por el rey de Aragón, y los de Aragón por el rey de Kavarra. Y en caso que no se guardasen las posturas y quebrantasen las convenciones que tenían asentadas, se rindiesen por don Fernán Ruiz los diez castillos al rey por quien no quedase de cumplirlo; y cuando don Fernán Ruiz no quisiese tener estos castillos fue concertado que los del rey de Aragón se entregasen con las mismas condiciones a uno de cuatro ricos hombres de Aragón a quien el rey de Kavarra los quisiese entregar por mano de sus porteros, que fueron don Artal de Alagón, Sancho Duerta, Aznar Pardo, Miguel de Santacruz. Por la misma suerte los del rey de Kavarra se habían de entregar a uno de cuatro ricos hombres que el rey de Aragón eligiese de aquel reino; y fueron nombrados Pedro de Cascante, Bartolomé de Rada, Lope de Valtierra y Almoravid. Y así lo juraron el rey don Alonso y el infante don Pedro su hijo y el rey de Kavarra y su hijo el infante don Sancho; y ambos reyes hicieron pleito homenaje a don Fernán Ruiz. En Daroca se vuelven a confirmar los conciertos, y juran los ricos hombres de dejar de servir al rey que los quebrantase, y servir al otro. En el mismo mes estando el rey en Daroca se tornaron a confirmar estos capítulos; y los ricos hombres lo juraron de hacer guardar y cumplir. Y que en caso que se quebrantasen dejarían al rey y reino e irían a servir al otro rey. Los de Aragón fueron don Artal de Alagón, don Pedro Cornel y don Jimeno Cornel, Miguel de Balmazán, Aznar Pardo, Sancho Duerta, don Lope Ferrench de Luna, Pedro de Estada, Pedro Sesé que fue justicia de Aragón 291


y gran privado del rey. Del reino de Kavarra Iñigo de Oriz, Almoravid, Miguel de Lerat, Pedro de Cascante, Bartolomé de Rada, Lope de Valtierra mayordomo del rey, Pedro Ladrón (…)”. Página147. Capítulo XLVIII. De las cortes que se convocaron en la villa de Daroca, a donde tomó el infante la posesión del reino. Reinado de Pedro II “El Católico”. “(…) Confirma el infante don Pedro los fueros delante de los obispos y ricos hombres. A 16 de mayo deeste mismo año, se celebraron en Zaragoza las honras y exequias del rey don Alonso. Y el mismo día fueron por el infante don Pedro su hijo confirmados los fueros, usos y costumbres y privilegios del reino de Aragón, que el rey don Alonso el primero y el rey don Ramiro y el príncipe don Ramón Berenguer les habían concedido; estando presentes don Ramón de Castellezuelo obispo de Zaragoza, don García Frontín obispo de Tarazona, don Gombal obispo de Lérida, don Ricardo obispo de Huesca, don Fernán Ruiz de Azagra que sucedió en el señorío de Albarracín a don Pedro Ruiz su hermano, don Guillén de Castellezuelo mayordomo de la corte del rey, señor en Huesca, don Pedro Ladrón alférez señor en Teruel, don Artal de Alagón, don Pedro Cornel, don Jimeno Cornel, don Berenguer de Entenza señor en Calatayud, don Martín Pérez de Villel señor en Foces, don García Ortiz señor en Aranda, don Pedro Jiménez de Urrea señor en Urrea, García de Albero, Miguel de Santacruz, don Jimeno de Rada, don Bernaldo de Benavente, Ramón de Estada y otros ricos hombres y caballeros del reino (…)”. Página 148. Capítulo XLIX. De la discordia a que se movió entre el rey don Pedro y la reina doña Sancha su madre, y de las vistas que sobre esto hubo entre los reyes de Castilla y Aragón, y de la concordia que allí se capituló. Reinado de Pedro II “El Católico”. “(…) Los que se hallaron con el rey en esta junta. Estuvieron con el rey en estas vistas don Pedro Fernández de Azagra señor de Albarracín que sucedió por este tiempo en aquel estado a don Fernán Ruiz su padre, don Guillén de Castellezuelo, don Jimeno Cornel, don Bernaldo de Benavente, don Jimeno y don Miguel de Luesia, don Jimeno de Rada, don Pedro Jiménez de Urrea, don Pedro Ladrón, don Lope de Valtierra, don Jordán de Peralta y Assalido de Gudal (…)”. (170). LATORRE CIRIA, José Manuel. “Historia de Albarracín”. www.Albarracin_medieval.pdf Página 11. Pedro Fernández de Azagra: 1196-1246. “(…) Desde 1196, fecha en la que tenía cuatro años, hasta la mayoría de edad, D. Pedro Fernández de Azagra fue guardado por los caballeros de Santiago, lo mismo que el / (Página 12) pequeño estado libre que su padre le legara según su testamento. “Albarracín quedó como Estado soberano independiente, pero por las noticias que recogemos podemos figurarnos que era muy fuerte en él la influencia de Castilla, no sólo por el hecho de ser castellanas la Orden de Santiago y su madre, 292


Doña Teresa Ibañez, sino por las citadas presiones que la Iglesia de Toledo ejerce para sujetar bien a ella la silla episcopal de Albarracín” (ALMAGRO BASCH, Martín (1959), p. 96). Doña Teresa tuvo cuatro hijos y parece que vivió en Albarracín. De 1196 a 1210 no se conserva ningún documento que nos hable de Albarracín. Durante estos años la ciudad y su territorio parecen depender de Castilla en lo político. Ko obstante, las relaciones con Pedro II de Aragón son buenas. Los Azagra, por concesión real, siguen poseyendo Santa Eulalia y Burbáguena, lugares que permanecerán en manos de la familia hasta 1292 en que, por compra, se incorporan a la comunidad de Teruel. El mayor peligro para Albarracín durante estos años parece ser las tentativas de la Orden de Santiago para quedarse con la ciudad y su tierra. En 1213 muere Pedro II y le sucede, con 6 años, Jaime I. El señor de Azagra intervino activamente en la agitada minoría de Jaime I de Aragón, convirtiéndose a lo largo de toda su vida en el más aragonés de todos los señores albarracinenses. Poco después del desastre de Muret (12-IX-1213) llega a Aragón un legado pontificio en virtud del enfeudamiento de Aragón al Papa, el cual se convirtió en árbitro de la situación. El reino de Aragón quedó dividido entre dos gobernadores: uno al norte del Ebro, que fue don Pedro de Ahones, y otro para todas las tierras del sur, que quedaron en manos de don Pedro Fernández de Azagra. En 1214 llega Jaime I de Francia, donde había sido retenido por Simón de Monfort. En agosto de 1214, en Lérida, juran todos los caballeros aragoneses fidelidad al joven rey, figurando entre ellos don Pedro Fernández de Azagra. Don Pedro estará durante años al servicio del rey y, en 1218, figura como Mayordomo Mayor del Reino, la dignidad mayor de la corte. A partir de 1219 no aparece en los documentos reales y su influencia en la corte debe palidecer. En 1220 se produce el sitio de Albarracín por parte de las tropas reales, al dar acogida Azagra a un perseguido por el rey. Don Rodrigo de Lizana, amigo de Azagra, prendió ilegalmente a don Lope de Albero llevándolo preso a su castillo de Lizana. Un yerno y su hermano llevaron el asunto al rey, el cual falló en contra de Lizana, el cual, tras el ataque del rey para liberar a Lope, se refugió en Albarracín. En junio de 1220 don Jaime sitió Albarracín, dado que Azagra se negó a entregar al fugitivo D. Rodrigo de Lizana. El sitio fue un fracaso y el 12 de agosto el rey está ya en Teruel. Hacia 1223 parece que las relaciones entre el rey y Azagra se han normalizado de nuevo, y Don Pedro está de nuevo metido en las intrigas 293


que caracterizan la minoría de Jaime I. / (Página 13) Don Pedro vivió poco en Albarracín y parece que dejó el gobierno a sus oficiales y también a su madre y a su mujer. A partir de 1226 las cosas en Aragón comienzan a serenarse y Don Pedro desaparece de nuevo de la documentación, retirándose probablemente a sus tierras de Albarracín. En noviembre de 1227 redacta, en Albarracín, su primer testamento. En 1228 y 1229 (año de la conquista de Mallorca) Don Pedro no aparece en la Corte, pero al año siguiente le vemos firmar documentos reales como testigo. Está presente en las entrevistas entre Sancho VII de Gavarra y Jaime I, en 1231, cuando mutuamente se juran fidelidad. Don Pedro Fernández juró fidelidad como caballero aragonés a don Sancho VII, mientras los nobles navarros juran fidelidad a Jaime I. {Esto prueba claramente que el Azagra era vasallo de Jaime I, no soberano independiente como dice Almagro}. A partir de 1232 Jaime I se decidió a organizar la conquista de Valencia. Este año estuvo cazando en tierras de Albarracín hacia Gea. Acompañado de Don Pedro, que formaba parte de su consejo, se dirigió a recibir Morella, recién conquistada. Don Pedro Fernández de Azagra iba en la hueste aragonesa que en mayo de 1233 se dirigía hacia Valencia por las parameras de Sarrión, que ya los de Teruel habían conquistado. Participó activamente en las campañas para conquistar el reino de Valencia y mostró actitudes levantiscas tras la conquista. Se encuentra entre los nobles descontentos con las favorables capitulaciones concedidas a los derrotados moros de Valencia y participa en las disputas en torno al reparto de los bienes de los moros. Así mismo, fue uno de los nobles descontentos con el rey por no conceder el fuero de Aragón a las nuevas tierras. Muere en 1246 y deja como heredero de Albarracín y Santa Eulalia a su hijo mayor don Álvaro, que será el encargado de hacer frente a las cuantiosas deudas de su padre. Don Pedro fue el que dio el fuero a Albarracín, aunque Juan Pastor lo atribuye a su hijo Álvaro (…)”.MOTIS DOLADER, Miguel Ángel. “El señorío cristiano de Albarracín. De los Azagra hasta su incorporación a la Corona de Aragón”. Revista “De la Historia”, Nº 3. www.02Señoriocristiano.pdf Página 99. Pedro Ruiz de Azagra, hijo primogénito de Fernando Ruiz de Azagra. “(...) Pese a todo, antes de su muerte, sobrevenida el 14 de junio de 1196, encomendó la tutela del señorío durante la minoridad de su primogénito, Pedro Fernández de Azagra (1196-1246), que contaba cuatro años de edad, a la Orden de Santiago –protagonista de diversas 294


tentativas para quedarse con la ciudad–, donde era caballero su hijo bastardo, lo que permitió incrementar la influencia castellana en / (Página 100) detrimento de la aragonesa (hecho palpable en el período 11961210), robustecida además por su madre, doña Teresa Ibáñez, que fijó aquí su residencia, y las presiones toledanas por sujetar la silla episcopal de Albarracín. De todos modos, las relaciones con Pedro II de Aragón fueron aceptables, al punto de que los Azagra siguen poseyendo, por concesión real, Santa Eulalia y Burbáguena. Éste último, que siempre se vanaglorió de su independencia (“don Pere Fernandez, apelat de Azagra, que de Albarracin es lo ver senyor richhom de natura, vasall se consagra de Santa Maria, perque se avinagra que vullguen dos reys los preste el honor”), intervino activamente en los enfrentamiento habidos con motivo de la minoría de Jaime I. A su llegada de Francia, donde fue retenido por Simón de Monfort, jurará fidelidad al joven rey en agosto de 1214 en Lérida, junto con los caballeros aragoneses, habiendo sido nombrado gobernador del Sur de Aragón. Don Pedro acreditará largos años de servicio al monarca, figurando en 1218 como Mayordomo Mayor, la más alta dignidad de la Corte. En 1220 se produce un fuerte distanciamiento, al acoger a su amigo, el noble Rodrigo de Lizana, perseguido por conspirar contra el soberano, que sitia la ciudad aunque sin éxito. Hacia 1223 las relaciones vuelven a normalizarse, implicándose de lleno en las intrigas palaciegas, si bien tres años más tarde, cuando en Aragón la política parece serenarse, se retira a sus posesiones, dictando su primer testamento en 1227. Se le atribuye la primera redacción de los fueros de la ciudad, donde consolida la tendencia a dotar a los habitantes de la Sierra de un amplio elenco de libertades y sustanciosas exenciones fiscales. Cuando Jaime I organiza la conquista de Valencia, le acompaña en la hueste aragonesa que en mayo de 1233, celebradas el año anterior las Cortes de / (Página 101) Monzón, atravesaba los páramos de Carrión para reunirse con los contingentes de Teruel. Allí se encontraba, al frente de su hueste, el obispo de Albarracín –que participara en la toma de Bejís (1232)–, al que se concederán por este motivo las iglesias de Segorbe. Ko obstante, culminada empresa, mostró su descontento por las favorables capitulaciones concedidas a los moros valencianos –sólo aplacado con nuevas mercedes, como los derechos sobre el peaje del ganado (1239) 295


repartidos paritariamente con el soberano– y disputó por el reparto de los bienes de los vencidos. Se destacó, de igual modo, por ser uno de los nobles discrepantes por la concesión del fuero de Valencia a las nuevas tierras incorporadas, ya que, como escribe Zurita, los aragoneses no aceptan el fuero, ya que lo consideran Aragón. A su muerte, ocurrida en 1246, deja como heredero de Albarracín y Santa Eulalia a su primogénito don Álvaro, encargado de afrontar sus cuantiosas deudas (...)”.ASLANIANTS, Alekséi. “La nobleza aragonesa en el siglo XIII: nombres de persona y vínculos de sangre”. www.Aslaniants.pdf Página 6. Pedro Fernández de Azagra. “(...) parece haber recibido este nombre en honor de su tío ya fallecido, fundador del señorío de Albarracín don Pedro Ruiz. Bien podría tratarse de una coincidencia, siendo Pedro el nombre más difundido entre los que estudiamos (lo ostentan 8 nobles de los 34). Sin embargo es precisamente el nombre que su padre, don Fernando Ruíz, dio también a su hijo primogénito natural (28). Es un nombre-programa que reúne las nominaciones de los dos primeros señores soberanos de esa comarca y podría reservarse al tercero. ¿Tal vez al haber resultado imposible legalizar post factum el nacimiento del primer Pedro Fernández, lo recibió también el segundo hijo, nacido del matrimonio con Teresa Ibáñez de Guevara, mientras el bastardo, que había ingresado en la Orden de Santiago, tuvo que quedarse con las posesiones navarras de su padre? (...)”.RAMÓN DE MARÍA, C.D. “El Repartiment de Burriana y Villarreal”. Valencia. MCMXXXV. Edición facsímil. Villarreal. Talleres Seriols Sichet Herrero, S. A. 1983. www.ElrepartimentdeBurriansayVillareal.pdf Página 6. Cita (28). “(...) Martín Almagro Basch, El señorío soberano..., p. 93 (...)”.Página 18. Casas, tiendas, obradores y un huerto. Pedro Ferrán de Azagra. “(…) Donación a nuestro fiel Guillermo de Ponte de unas casas, dentro de la villa de Burriana, que fueron de Benahaly y de Albeniaple, sarracenos, con las tiendas y obradores que están junto a ellas… y te donamos también aquel huerto que fue de Vinach Azyza, el cual afronta por una parte con el río Seco y, por otra, con el camino que va al mar. Data. En Burriana, XI de las kalendas de septiembre, era M. CC. LXX primera (21 de agosto de 1233).

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Testigos. P. Obispo de Tortosa; P. de Cornelio; P. de Ferrán de Azagra; R. de Eximeno de Llusia; F. de Didaco, Mayordomo de la curia; P. de Pedro, Justicia de Aragón; Pedro Juan fue el notario. Archivo. C. de A., perg. de J. I., núm. 498 (…)”.Página 19 y 20. Carta puebla de Burriana. “(…) En el nombre y gracia de Dios. Sea a todos manifiesto, que Kos, Jaime, por la gracia de Dios, Rey de Aragón y del reino de las Mallorcas, Conde de Barcelona y de Urgel y, Señor de Montpeller: Considerando como y de qué manera tan misericordiosa y singular, el Señor Jesu-Cristo Kos miró y ha irado ahora en la adquisición de Burriana (…) / (Página 20) os recibimos bajo nuestra fidelidad y ley y, tendremos de vosotros solicitud y cuenta, como la tenemos de todos nuestros hombres y vasallos justos y fieles. Data. En Burriana, fiesta de Todos los Santos, era M.CC. LXX, primera (1 de noviembre de 1233). Testigos. Sig+no de Jaime, por la gracia de Dios, Rey de Aragón, del Reino de las Mallorcas, Conde de Barcelona y de Urgel y, Señor de Montpeller, que estas cosas perpetuamente loa y confirma. Testigos de estas cosas son: Poncio, Obispo de Tortosa; Blasco de Alagón, mayordomo de Aragón; Eximén de Urea; Pedro Fernández de Azagra; García Romeo; Arnaldo de Alagón; Guillermo Asallito; Berenguer de Annaya, Sancho de Sesse; sancho de Antillón; Ramón Ximeno de Llusia; Pedro Pérez de Pina: P[edro] Sanz de Vera; Gonzalo de Vera; Fernando Lópe; Lope Ximén de Lusia; Lope Ximen de castellote; P[edro] Didaso, Mayordomo de la Curia; Pedro Pérez, Justicia de Aragón. Sig+no de Pedro Juan, notario, que, ppor mandato del señor Rey, escribió estas cosas, en el lugar, día y era prefijados. Archivo. C.de A., reg. 866, fol. 55 (…)”.Página 25-26. Casas que fueron de Abdeçalem. “(…) Sea manifiesto a todos, como Kos Jaime, por la g. de D., Rey, etc, etc, por la salud de nuestra alma y de las de todos nuestros antecesores, por esta escritura, perpetuamente valedera, donamos y libremente concedemos a la Bienventurada Virgen María, al Hospital de San Juan de Jerusalén y a vos, venerable y amado Frey Hugo de Follalquer, Castellán de Amposta, y en vos a todos los Freires, presentes y futuros, que habitaren en Burriana, todas aquellas casas que fueron de la

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propiedad del oro Abdeçalem, con todas las otras casas a ellas contiguas y que están pared en medio (…) / (Página 26) Data. En Burriana, V de los idus de noviembre de la era M. CC.LXX primera (9 de noviembre de 1233). Testigos. P. Obispo de Tortosa; P. Ferran de Azagra; Gracía…; Guillermo Asalito; Pedro Ximén de Llusia, F. Sanz de vera; Gonzalo de Vera; Fernando López; L. Ximén de Lusia; F. Didaco, Mayordomo de la curia; P. Pérez, Justicia de Aragón. Pedro Juan fue el notario. Archivo. H. K., perg. de ontesa, núm. 17 (…)”.Página 27.Casas del moro Aly Abenaçar. “(…) Conquistada Burriana, el rey hace donación a Ximén de Llusia de las casas que algún moro notable, llamado Aly Abenaçar, poseía en la misma villa, “con todas sus pertenencias y… desde el abismo hasta el cielo”. Debían ser casas conocidas, porque no detalla más el diploma. Data. En Burriana, IIIIº de los idus de noviembre, de la era M. CCLXX primera (10 de noviembre de 1233). Testigos. Pedro Fernández de Azagra; García Romeo; Guillermo Assallito; Rodrígo Ximén de Lusia. Pedro Juan, notario. Archivo. H. K. perg. de Montesa, núm. 18 (…)”.Página 27-28. Las casas de Axubriti y 4 jovadas. “(…) A ti, nuestro carísimo Ximén Pérez de Lusia, dice Jaime I, por este diploma, para siempre valedero, te donamos unas casas, / (Página 28) dentro de la villa de Burriana, las mismas que fueron de Bal Axubrity, con todo lo que a ellas pertenece, en plena propiedad. Después de datado el documento continúa diciendo: Te donamos también cuatro jovadas de tierra en el término de Benifatenia (¿), que lindan con la acequia mayor; con tierra de Domingo Lope de Pomar; y por dos partes, con tierras de Sancho de Val y Fortún de Avero. Data. En Burriana, IIIIº de los idus de noviembre, del año del Señor M. CCXXX tercero (10 de noviembre de 1233). Testigos. P. Obispo dertusense; P. Fernández de Azagra; G. Romeo; G. Asalito; R. Ximén de Lusia; F. de Diego, mayordomo de la Curia; P. Pérez, justicia de Aragón. Pedro Juan fue el notario.

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Archivo. H. K. Orden de Montesa, docum. reales, núm. 19, año 1233 (…)”. Página 28-29. La torre del puerto. “(…) Donación a los hermanos Guillermo y Pedro de Ponte de aquella alquería que est ad portum maris Burriane para que / (Página 29) allí hagáis, construyáis casas y edificios… os daos también cuatro jovadas de tierra, cerca de dicha torre y alquería, esto es, en el honor y heredad que fue de Alpich y de Tammaret, sarracenos… Más Kos, el predicho Rey por la gracia de Dios, deberemos reedificar la torre que está en dicha alquería para salvamento y defensión del puerto de mar y de todos los que allí vinieren, Domino adiuvante. La cual tendréis por nosotros a fidelidad nuestra y de nuestros sucesores, todo el tiempo de vuestra vida. Data. En Burriana, a IIII de los idus de noviembre, era M.CC.LXX primera (10 de noviembre de 1233). Testigos. P[oncio], Obispo de Tortosa; P. Fernández de Azagra; García Romeo; R. Simén de Lusia; G. Assalit; L. Ximén de Lusia; F. Didaco, mayordomo de la Curia; Pedro Pérez, justicia de Aragón. Pedro Juan fue el notario. Archivo. C.de A. perg. de J.I., núm. 502 (…)”.Página 29-30. Ocho jovadas de tierra. “(…) Jaime I, estando en Burriana, dona en aquel término a los hermanos Guillermo y García Pérez de Pina ocho jovadas de tierra, en plena prosperidad y, las cuales dice que lindan: por una parte… y la heredad de los freires de Calatrava; por otra, con la de Fernando Pérez de Harafa y de sus hermanos; y por la tercera parte, con la de Fernando Garcés de Rota y hermanos suyos / (Página 30). Data. En Burriana, IV de los idus de noviembre, era M.CC.LXX primera (10 de noviembre de 1233). Testigos. P. Fernández de Azagra; R. Ximén de Lusia; P. Obispo dertusesse; Pedro Pérez, justicia de Aragón.pedro Juan fue el notario. Archivo. Histórico Kacional, calatrava, cajón 73, núm.1.Tomo 1º, pág. 81. Extracto tomado de la Col.de Doc. de D. J. Peris, lib. manuscrito núm.8,pág. 72 (…)”.Página 30. Casas del alfondico y tierra. “(…) Donación a Dompno Guillermo Assalit, militar, de unas casas de Burriana, que fueron “alfondicum” en tiempo de sarracenos; las cuales lindaban con la vía pública y con Macello… (La transcripción aquí se interrumpe y 299


sigue dando unos lindes que más parecen los de un campo)… Mariti, como colinda con Guillermo de Ponte; con la heredad del Temple; con la de Lobo de Oliva y con el río Seco. Data. En Burriana, eran. CC. LXX primera, XVII de las kalendas de diciembre (15 de noviembre de 1233). Testigos. Poncio, Obispo de Tortosa; Pedro Cornel; P. Ferrández de Azagra; García Romeo; R. Ximen de Llusia; Artal de Alagón; F. López de Sadava; Ferrán Díaz; P. Pérez, Justicia. / (Página 31) Archivo. C. de A. perg., de J. I., número 503. Desaparecido; pero está copiado en el tomo 1º de los documentos de J, I., núm. 503. La palabra “alfondico” significa posada de moros (…)”.Página 31. Casas del Mahomat Abquillit. “(…) Jaime Idona a su “dilecto señor” Pedro Dieguez, militar, unas casas, dentro de la villa de Burriana, las que fueron propiedad del moro Mahomat Abquillit, con todas sus pertenencias, las cuales poseerá francas, seguras, con derecho a darlas, venderlas, etc. Data. En Burriana, XVI de las kalendas de diciembre de la era M. CC. LXX primera (16 de noviembre de 1233). Testigos. P. Ferrán de Azagra; García Romeo; R. Eximén de Lusia; G. Assallito; L. Ximén de Lusia; F. de Diego, Mayordomo de la curia; P. Pérez, Justicia de Aragón. Él tantas veces nombrado Pedro Juan fue el notario. Archivo. H. K. perg., de Montesa núm. 20 (…)”.Página 32. Casas del sarraceno Alacrán. “(…) Lope Ximénez de Castellot fue uno de los herederos en Burriana, a quién Jaime I da aquellas casas que fueron de Ferax Alacrán, sarraceno, con sus corrales y huerto y, también las otras casas que están junto a estas, tal y como lindan todas: por una parte, con el pozo y cementerio que fue de sarracenos; por otra con la heredad de Lope Ximénez de Lusia; por la tercera, con la acequia; y por la cuarta parte, con el río Seco, vía pública mediante. Dichas casas las da el Rey en absoluta propiedad y facultad para venderlas, hipotecarlas, alquilarlas, etc., etc. Data. En Burriana, en noviembre, era M.CC.LXXI (en noviembre de 1233). 300


Testigos. Después del Rey firman: Pedro Fernández de Azagra; García; García Romeo; Fernando de Diego, mayordomo de la Curia; P. Obispo de Tortosa; P. de Cornello; R. Ximen de Lusia; Pedro Pérez, justicia de Aragón. Pedro Juan fue el notario. Archivo. H. K. Calatrava, tomo 2º, folio 162 (…)”.Página 47. Un molino y su quinta parte. “(…) Jaime I, en fecha y documento que aún no hemos podido averiguar, dio un molino a los Caballeros del Hospital, en el término de Burriana; pero reservóse para sí la quinta parte del inmueble y de las ganancias de la industria. Más tarde, en el asedio de la Torre de Foyos, en la misma huerta de Valencia, para pagarles, quizá, algún favor a los Hospitalarios, renuncia a favor de ellos a” aquella quinta parte que nos reservamos en vuestro molino de Burriana, el cual ya os dimos con otra escritura. La donación se hace a la persona del Maestre Hugo de Fullalquer, Castellán de Amposta, quién representaba a su Orden. Data. En el asedio de la Torre de Foyos, VII de las kalendas de julio, era M.CC.LXX tercera (25 de junio de 1235). Testigos. P. Ferrán de Azagra; P. de Lizana; Vallés de Lizana; Ferrán, infante de Aragón; P. Cornel; P. Pérez, Justicia de Aragón. Pedro Juan ejerció de notario. Archivo. H. K. perg. de Montesa, núm. 26 (…)”. (171). ASLANIANTS, Alekséi. “La nobleza aragonesa en el siglo XIII: nombres de persona y vínculos de sangre”. www.Aslaniants.pdf Página 9. Pedro Fernández de Azagra, casado con doña Elfa. Tuvieron 5 hijos. “(...) Tiene de su matrimonio con doña Elfa tres hijos y dos hijas. El primogénito recibe el nombre de Alvar Pérez, que nos ha sido imposible encontrar en sus ascendencias. Pero el nombre del segundo hijo es el mismo que el de su padre y de su tío: Pedro Fernández, mientras que el último (el tercer varón) recibe el de su tío materno: García Ortiz. En cuanto a las hijas, tienen nombres muy difundidos, Teresa y Toda, pero son precisamente los que ostentaban en la generación anterior hermanas de García Ortiz y Pedro Fernández, respectivamente (...)”. (172). LATORRE CIRIA, José Manuel. “Historia de Albarracín”. www.Albarracin_medieval.pdf Página 13. Álvaro Pérez de Azagra: 12461260. “(…) Ko se sabe con seguridad cuándo ni dónde nació. Se tienen 301


muy pocas noticias sobre su vida y andanzas durante el período 12461253. En todo caso, no jugó un papel activo en la política aragonesa, como si lo había jugado su padre. Se le ve poco por la corte y parece que pasó buena parte de este intervalo en Albarracín. Tanto él como su mujer dispusieron que se les enterrase en el Monasterio de Piedra, lugar al que hicieron algunas donaciones. Las cosas parecen cambiar a partir de 1253. El rey de Gavarra muere dejando dos hijos menores. Su madre optó por aliarse con Jaime I para evitar el acoso castellano. El señor de Albarracín era yerno de la reina viuda y jugó un papel en estos acuerdos. A partir de estos momentos le vemos actuar al lado del rey de Aragón como figura preeminente. A partir de 1257 parece que las relaciones entre don Álvaro y Jaime I quedan rotas. Don Álvaro se retiró a Albarracín hasta su muerte, como atestiguan varios actos realizados, entre ellos la concesión de algunos fueros. Don Álvaro se casó con la infanta navarra doña Inés, y tuvo dos hijas: doña Teresa y doña Elisa. “Se señala generalmente que la comunidad de las aldeas de Albarracín y la presencia de los sesmeros aparece por vez primera el año 1257. Pero no he visto el documento correspondiente (UBIETO ARTETA, Antonio (1983), p. 163) (…)”. (173). MOTIS DOLADER, Miguel Ángel. “El señorío cristiano de Albarracín. De los Azagra hasta su incorporación a la Corona de Aragón”. Revista “De la Historia”, Nº 3. www.02Señoriocristiano.pdf Página 101. Álvaro Pérez de Azagra (1246-1260), casado con Inés y padres de Teresa Álvarez de Azagra, y de Elisa. “(...) De la biografía de don Álvaro Pérez de Azagra (1246-60), IV señor de Albarracín –como también lo fue de Santa Eulalia, Chelva, Tuesa y Altura–, se tienen muy pocas noticias durante la primera década de su ejecutoria, siendo su papel en el concierto aragonés secundario. Fruto de una inteligente política diseñada por su progenitor, matrimonió con Inés –ambos dispondrán su voluntad de ser enterrados en el Monasterio de Piedra, cenobio al que harán algunas donaciones–, hija del rey Teobaldo I de Kavarra. En 1253 se produce un cambio de rumbo, por cuanto el soberano navarro muere dejando dos hijos menores; su madre optó por buscar alianzas con Jaime I para frenar el acoso castellano, en cuyo pacto el señor de Albarracín, a la sazón yerno de la reina viuda, tuvo cierto cometido, logrando así preeminencia en la corte aragonesa. Empero, las 302


relaciones quedaron rotas en 1257, retirándose a su ciudad, a la que concedió tres nuevos fueros –los relativos a la supresión del monedaje, la retribución de los alcaldes y el juramento del ordenamiento foral por los señores–, señalando A. UBIETO que en este año aparece la figura jurídica de la Comunidad de Aldeas y la presencia de sesmeros (...)”. Página 102. Teresa Álvarez de Azagra casada con Juan Cúñez de Lara. “(...) Teresa Álvarez de Azagra, hija y heredera de don Álvaro -que tuvo otra hija menor, llamada Elisa-, casó con el poderoso señor de la casa de Lara -una de las familias más influyentes, señora de Moya y Cañete, protagonista en las disputas nobiliarias desatadas durante las minorías reales del siglo XIV–, don Juan Gúñez de Lara, el Mayor, que vino así a ser el V señor de Albarracín (1260-84). Éste no tardó en enzarzarse en enfrentamientos bélicos con Pedro III, aliándose incluso con Felipe III el Atrevido, rey de Francia y Kavarra, declarado enemigo del aragonés, y haciendo padecer a sus vasallos, a partir de 1275, el conflicto de los Infantes de La Cerda –sobrevenido a la muerte de Fernando de La Cerda, hijo mayor de Alfonso X– en sus guerras contra Sancho IV de Castilla, que fustigaron las tierras del Jalón y el Jiloca. Hombre de vida complicada y azarosa, en 1269-70 había formado parte en la desastrosa cruzada contra los infieles de Túnez, en la que participó San Luís de Francia, abandonado ya por los monarcas hispánicos (...)”. (174). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf Página 525. Jerica. “(...) O Xèrica. Apellido tomado por Jaume, señor de Xèrica, hijo de Jaime I y de Teresa Gil de Vidaure. El rey, viudo de la reina Violante, dio promesa de matrimonio a la noble Teresa Gil de Vidaure y de ella tuvo a Jaume, señor de Xèrica, y a Pere, señor de Eyerbe. Jaime I por su testamento de agosto de 1272 legitimó a Jaume de Xèrica y a Pere de Eyerbe, teniéndolos por sus hijos, y llamándolos a la sucesión a la Corona en caso de extinguirse la descendencia habida de la reina Violante. Jaume de Xèrica casó con Elfa Álvarez de Azagra, hija del señor de Albarracín. Tuvieron por hijos a Jaume de Xèrica y Álvarez de Azagra (…)”. (175). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. 303


Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf Página 526. Jerica, Jaume de. “(...) (Aragón, 1255-siglo XIV). Koble. Jaime Pérez, luego llamado Jaime de Jérica, era hijo de Jaime I y de Teresa Gil de Vidaure, primer señor de Jérica. En mayo de 1255 el rey le dio la baronía de Jérica a Teresa Gil para que la heredase su hijo. Jaime, según tradición, vivió en el monasterio de la Zaidía. El 31-7-1263 Jaime I concedió al infante Jaime y Teresa Gil los castillos y villas de Eslida, Veo, Ahín, a los que en 1275 añadió los castillos y villas de Altura, Castro, Toro y Mora. En su testamento de 26-8-1272, donde le reconoció, le dio Jérica, el Toro, Eslida, Ebo, Ahín, Suera y Fanzara, Planes, Travadell y Almudaina. Jaime casó, antes de 1276, con Elfa Albero de Azagra, hija de Álvaro Pérez de Azagra, de la nobleza de Albarracín. Del matrimonio nació Jaime II, señor de Jérica. El 10-6-1278 ambos esposos otorgaron carta puebla de Planes y Almudaina. El 28-1-1273 el rey nombró a sus hijos Jaime de Jérica y Pedro de Eyerbe capitanes del ejército cristiano en la frontera de Murcia. En 1281 Jaime estuvo con su hermano Pedro III en las vistas de Campillo, entrevistándose con Alfonso X. En octubre de 1283 fue elegido, junto con Artal de Alagón, como conservadores del reino de Valencia para / (Página 527) mantenerlo en paz. Estuvo en la concordia de Monteagudo (1291) entre Sancho IV de Castilla y Jaime II. Jaime estuvo vinculado a la Unión aragonesa en contra del monarca, pero abandonó a los unionistas y prestó juramento al rey, que lo perdonó. Durante el reinado de Jaime II tomó parte en diversos tratados firmados con Castilla. En 1300 formó una junta con otros caballeros aragoneses que habían otorgado créditos a la Corona y que estaban dispuestos a defenderlos con las armas si fuera preciso. En 1301 en las Cortes de Zaragoza, el rey hizo procesar a todos estos caballeros, instruyendo proceso aparte para su tío, sobre quién se reservó la imposición de la pena. Fue procurador real en Valencia y Murcia. Su hijo Jaume le sucedió en la baronía. Falleció a principios del siglo XIV, dejando como heredero de sus estados a su hijo Jaime (...)”. (176). PASTOR I MADALENA, Manuel. “El cartulari de Xestalgar: memòria escrita d´un senyoriu valencià”. Fundación Noguera. Col.lecció Diplomataris 29. Director tècnic: Josep Maria Sans i Travé. Barcelona. Fundació Noguera. 2004. www.cartulariXestalgar.pdf Página 60. Jaume de Xèrica, hijo de Jaime I, procurador del rey en los reinos de Valencia y Murcia. “(...) Encara en maig de 1298 el monarca, a requeriment — 304


suposem— de Bernat Guillem d’Entença, hagué d’ordenar al seu procurador als regnes de València i Múrcia, Jaume de Xèrica, la defensa dels de Xestalgar davant les molèsties ocasionades per una disputa sobre la possessió d’una part del seu terme (81) (...)”. Página 60. Cita (81). “(...) ACA, RC, reg. 110-111, fol. 205v-206r. Ko hem pogut llegir amb claredat el topònim que s’hi esmenta encara que segurament és el campum identificat habitualment com a «Farsiterg» en altres documents que descriuen el terme de Xestalgar (...)”. (177). PASTOR I MADALENA, Manuel. “El cartulari de Xestalgar: memòria escrita d´un senyoriu valencià”. Fundación Noguera. Col.lecció Diplomataris 29. Director tècnic: Josep Maria Sans i Travé. Barcelona. Fundació Noguera. 2004. www.cartulariXestalgar.pdf Página 121. Jaime de Xerica, hijo de Jaime II y de Elfa. Documento 9. “(...) 1299, març, 26. Xestalcamp (in quodam monte) Rui Sanxis de Calataiud, senyor de Pedralba, és citat en un tossal de Xestalcamp per a llegir-li la resolució feta a Xàtiva el 23 de març de 1299 per Gil de Liori, en nom del procurador dels regnes de València i Múrcia, Jaume de Xèrica, davant la ferma de dret presentada per Eiximèn/Ximèn de Torrocella, alcaid de Xestalgar, en nom del seu senyor, Bernat Guillem d’Entença, queixant-se perquè els de Pedralba havien obert una sèquia dins el terme de Xestalgar per tal de dur aigua a Pedralba i havien capturat dos musulmans del lloc. La resolució ordenava al senyor de Pedralba detenir les obres i tornar els dos presoners que retenia. Rui Sanxis, però, la rebutja al·legant que s’ha obtingut amb falsedats i que els musulmans de Xestalgar van ésser capturats perquè feien malbé la sèquia dins el terme de Pedralba. [A]. Original perdut. B. CX, f. 24r-24v. [fol. 24r] Carta de la ferma de dret feta per lo procurador del senyor de Xestalgar contra lo senyor de Petralba davant lo lochtinent de governador per raó de la cèquia de Petralba. VIIII.1 Die sabbati quo comptabatur (2) et computabatur septimo kalendas aprilis anno Domini millesimo trescentesimo. In presencia / (Página 122) mei Simonis de Cruce, notari publici Valencie, et testium 305


infrascriptorum, Eximinus Torrocella, alcaydus castri de Xestalgar, pro nobili Bernardo Guillelmi d·Entença, obtulit et presentavit Ruicio Sanxiç de Calataiubi, incliti domino de Pedralba, in quodam monte termini de Xestalcamp et per me, dictum notarium, dicto Ruicio Sanxiç de Calataiubi legi et publicari fecit quadam literam papiretam Egidii de la Hori, tenentis locum procuratoris in regno Valencie pro nobili Iacobo, domino de Exerica, procuratoris regnorum Valencie et Murcie pro domino rege, et sigillo eiusdem in dorso sigillatam tenor cuiusquidem litere dinoscitur esse talis: «Al amat e honrat en Ruy Sanxiç de Calatau de mi en Gil (3) de la Horri, tinent (4) loch de procurador e·l regne de València per lo noble don Jayme senyor de Exèrica procurador dels regnes de València e de Múrcia per lo senyor (5) rey, salutem e bona amor. Fas vos saber que comparech denant mi Eximeno Torrella, alcayt de Xest Algar, dien e demostran a mi que vós, sens voluntat sua, començàs fer cèquia dins lo terme de Xestalgar per menar aygua al vostre loch de Pedralba (6) e que·l dit alcayt vedà a vós de fer la dita cèquia en lo dit loch e passar aquella per lo terme de Xestalgar e que vós per aquesta rahó, no trobada neguna fadiga avets a ell penyorat e li havets preses dos moros de Xestalgar de la qual cosa, si axí és, yo molt me maravell de vós, car vós devets ben saber que null hom no ha dret de passar aygua ne posar servitut en alcun terme sens voluntat del senyor del dit terme. On, com lo dit alcayt haia fermat covinentment denant mi que ell estarà a dret a vós denant mi, si clams havets d’ell per la dita rahó, per tal, de part del senyor rey e del dit noble don Jacme a vós dich e man que, encontinent, vista la present, al dit alcayt, los dits sarrahins que preses li havets, retats, e cessets, d’aquí avant, d’obrar en la dita céquia axí que en re no y enantets tro que sia vist. Mas, si vós alcun dret [fol. 24v] entenets haver en fer passar la dita cèquia per lo dit terme, comparets denant mi e yo fer-vos he fer compliment de dret breument e sens malícia e allongament, en altra manera yo enantaria contra (7) vós axí com per fur e raó serà fahedor. Data Xative, decimo kalendas aprilis, anno a nativitate Domini Mº CCº nonagesimo nono.» Quaquidem litera presentata dicto Ruicio Sanxii de Calataiub et lecta in presencia sua, dictus Eximinus Torrocella requisivit dictum Ruicium Sanccii quod debet sibi reddere et delliberare dictos duos 306


sarracenos quos pignoraverat sibi et quos captos in posse suo detinebat iuxta mandatum dicti Egidi de·la Horri et prout in predicta / (Página 123) litera continetur; alia protestatus fuit dictus alcaydus de iure dicti domini nobilis Bernandi Guillelmi d·Entença et suo quod, si forte dictus Ruicius Sanccii non redderet sibi dictos duos sarracenos et non compleret et observaret literam antedictam, iuxta mandatum dicti locumtenentis procuratoris, quod suo loco et tempore opportunis posset redargui coram domino rege vel dicto procuratori seu coram alio iudice competente. De quibus omnibus dictus Eximinus Torrocella, ad eternam rei memoriam et ad conservacionem iuris dicti nobilis Bernardi Guillelmi d·Entença et sui, petiit michi, notario infrascripto, quod facerem sibi publicum instrumentum in testimonium premissorum. Et dictus Ruicius Sanccii de Calataiubi, incontinenti, respondens dixit quod dicta litera fuit impetrata per dictum alcaydum tacita veritate et quod dictos sarracenos nullatenus redderet nisi restitueret dicto alcaydo nec aliqui alii, pro ipso quasi ipsos ceperat in termino suo de Pedralba destruendo et claudendo in termino suo cequiam antedictam, dixit eciam dictus Ruicius Sanccii quod ipse mitteret dicto Egidio aliquem ydoneum procuratorem suum racione predicta qui, pro eo et loco suo, hostendat ius suum coram dicto Egidio et defendat se et ius et racionem suam prout fuerit faciendum. Actum est hoc in quodam monte termini de Xestalcamp, die et anno in prima linea contentis. Testes fuerunt ad hoc vocati et rogati: Eximinus de Tovia, Petrus Eximeni de Tovia, Andreas Matiani, Franciscus Escorne et Dominicus Munyoç. Sig[signe notarial]num Simonis de Cruçe, notari publici Valencie, qui predictis una cum dictis testibus interfuit et predictam literam ad instanciam dicti alcaydi legit et publicavit dicto Ruicio Sanccii et hec scribi fecit et clausit cum raso et emendato in decima linea ubi dicitur «breument e sens». 1. Al marge esquerre. 2. comptabatur, al manuscrit complatabatur amb cancel·lació del grup la. 3. Precedit de Guillem, ratllat, per errada en la interpretació de l’abreviatura. 4. tinent, al manuscrit, tinench. 5. lo senyor, 307


al manuscrit, los senyors amb les «s» ratllades. 6. Pedralba, al manuscrit, Peralba. Manca d o t que coincideix amb el canvi de línia Pe-ralba. 7. Seguit de a, ratllat (...)”.Página 62. Jaume de Xèrica, hijo de Jaime I, procurador del rey en los reinos de Valencia y Murcia. “(...) En la dècada següent, un cert puig al terme de Xest (9) —Xestalcamp al text— és l’escenari del document, nascut de la controversia ocasionada per l’actuació dels habitants i el senyor de Pedralba que han intentat obrir una sèquia del riu Túria —Guadalaviar al document— per fer arribar l’aigua a una determinada zona del seu territori envaint, presumptament, el terme de Xestalgar. Davant del notari de la ciutat de València, Simó de Creu, compareix Ximèn de Torroella, alcaid de Xestalgar, senyoriu aleshores de Bernat Guillem d’Entença [I], perquè allí mateix, territori neutral, llegeixi al senyor de Pedralba, Rui Sanxis de Calataiud, un document emès per Gil de Liori com a lloctinent del procurador dels regnes de València i Múrcia, Jaume de Xèrica, amb relació a la disputa. El document llegit fa constar al senyor de Pedralba la queixa presentada per l’alcaid de Xestalgar que, després d’oposar-se a la realització de la sèquia abans esmentada, es queixava perquè el de Pedralba havia fet presoners dos musulmans de Xestalgar. Gil de Liori demana explicacions al segrestador i li ofereix l’ocasió per a mostrar el seu dret a obrir la conducció. Li ordena, però, detenir les obres i tornar immediatament els presoners. La comunicació s’havia emès tres dies abans a Xàtiva (...)”. (178). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf Página 527. Jerica, Jaime II. “(...) (Aragón, 1275-1321). Hijo único de Jaime I de Jérica y de Elfa Álvarez de Azagra, hija del señor de Albarracín, heredó de sus estados. Casó con Beatriu de Lauria y Lanza, hija de Roger de Lauria, en 1296. Beatriu aportó como dote la villa de Cocentaina y los lugares de Lombo, Penella, Ibi y otros. Fue destacado caballero de la época y consejero del monarca. Estuvo en las Cortes de Zaragoza de 1325. Tuvo seis hijos: Jaime, Beatriz, Pedro, Alfonso, María y Teresa, más un hijo natural: Alfonso de Jérica. El 9 de abril de 1298 Jaime II le concedió el ejercicio de la Procuración en los reinos de Valencia y Murcia a beneplácito, con facultad para conocer y sentenciar segundas apelaciones, 308


tal como era costumbre. Poco después de su nombramiento intentó organizar una campaña para recuperar Mula, recuperada por los castellanos entre enero-mayo de 1298. La expedición no fue fácil, ya que muchas localidades no quisieron contribuir y no sabemos si el ejercicio llegó a reunirse. Desde los primeros instantes tras su nombramiento el epicentro de su actuación fueron las tierras murcianas, donde le vemos fundamentalmente en labores militares, asentando las recientes conquistas y procediendo a su defensa frente a posibles atasques castellanos, y concediendo heredades a los fieles a la Corona. Hacia 1299 parece que Jaume de Xèrica no estaba en el reino de Murcia, donde dejó como lugarteniente a un pariente, Joan de Vidaure. En 1300 Jaume dirigió una alianza de nobles aragoneses que pretendían recuperar los dineros que habían dejado al rey, con amenazas y a la fuerza, y en 1301 participó en una ofensiva de la Unión en las Cortes. Las Cortes lo procesaron, aunque fue perdonado y llegó a disfrutar otros cargos de confianza del rey, como el procurador general de Aragón, cargo para el que fue nombrado en 1303. En 1309 tomó parte en la expedición de Almería. En 1311 asistió a las Cortes de Zaragoza. En 1325 figuró en Lérida como uno de los caballeros que trataron de los derechos sucesorios de Jaime II al trono de Mallorca.Tuvo como lugarteniente a Gil de Lihori hasta la primavera de 1300, en que Jaime de Jérica fue destituido de su cargo por el monarca, posiblemente por sus veleidades unionistas. En premio a sus servicios le concedió el título de vexillarius -portaestandartes- / (Página 528) para que custodiase el estandarte real. También recibió diversas donaciones territoriales en Aragón. De nuestro personaje dijo en cronista Ramón Muntaner: “fo dels mellos barons e dels puys honrats d´Espanya perpart de pare y mare; fo mol bona persona”. En su testamento manifestó su deseo de ser enterrado en el monasterio de la Zaidía de Valencia, en una capilla expresamente construida (J. V. Cabezuelo Pliego, Poder público y administración territorial, pp. 103-105) (...)”.Página 525. Jerica. “(...) Jaume de Xèrica casó con Beatriu de Lauria y tuvieron por hijos a Jaume y Pere de Xèrica y de Lauria; María con el infante Ramón Berenguer de Aragón y de Anjou, conde de Ampuries, y Beatriu con Pere Ponce de León (…)”. (179). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf Página 525. 309


Jerica. “(...) Jaume de Xèrica y de Lauria casó con María de Anjou, hija de Carlos II de Kápoles, viuda de Sancho I de Mallorca, falleciendo sin hijos en 1335 (…)”. Página 528. Jerica, Jaime III. “(...) (¿-1335). Hijo de Jaime II de Jérica y Beatriu de Lauria. La disposición testamentaria de su padre por la que dejaba la herencia a su madre Beatriu hizo que en 1326 le declarase la guerra. En esta lucha el rey era partidario de la madre, mientras que el infante lo era del hijo. El asunto terminó con la entrega de Beatriu de cierta cantidad de dinero a su hijo, quien devolvería los castillos usurpados. Se concertó también su boda con María, viuda del rey Sancho de Mallorca. Al morir sin sucesión todos los hijos varones de Roger de Lauria sus bienes debían repartirse entre sus hijos, lo que no resultaba fácil, ya que todos alegaban los máximos derechos, encargándose a Alfonso, procurador general del reino. A Beatriu le correspondió el señorío más importante, el de Cocentaina. Jaime III de Jérica falleció sin descendencia en 1335 y le sucedió su hermano Pedro. A principios de febrero de 1329 fue nombrado regente de la procuración del reino de Valencia. Durante su mandato se produjo la entrada del causillo granadino Ridwan en el sur del reino, a mediados de octubre de 1331, destruyendo Guardamar y capturando un cuantioso botín. Produciéndose un nuevo ataque en 1332. El 7-2-1333 renunció al cargo de la Procuración. En 1328 estuvo presente en la coronación de Alfonso IV en Zaragoza, siendo nombrado caballero en este acto. En 1333 marchó a Castilla al frente de las tropas enviadas por Alfonso el Benigno para ayudar a los castellanos en sus luchas contra los musulmanes. Tuvo una actuación destacada en el sitio de Gibraltar y negoció la paz con los moros granadinos. Casó en 1327 con la reina María, hermana de Roberto de Gápoles y viuda de Sancho de Mallorca. Dado el carácter liuviano de su esposa, Jaime de Jérica la recluyó a principios de 1330 en el castillo de Jérica, de donde fue llevada a Valencia por orden del rey en 1335, tras la muerte de su esposo. Entre sus dominios se encontraba, además de la baronía de Jérica, los lugares de Domeño, Loriguilla y Calles. Murió en 1335 sin dejar descendencia, por lo que la baronía pasó a su hermano Pere (J. V. Cabezuelo Pliego, Poder público y administración territorial pp.199-210) (...)”. (180). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf 310


Página 525. Jerica. “(...) Pere de Xèrica y de Lauria, que heredó el señorío de Xèrica al fallecer sin descendencia su hermano Jaume, había casado con Buenaventura de Arborea, hija de Hugo de Arborea. Falleció Pere de Xèrica y de Lauria sin descendencia por línea de varón, y Pedro IV autorizó que el señorío de Xèrica pasase a su hijo natural Joan Alfons de Xèrica; al morir este sin sucesión agnada en 1369, el señorío fue incorporado a la Corona, concediéndolo de nuevo al infante Martí, duque de Montblanch, al que se otorgó merced de título de conde de Xèrica, según privilegio real de 1372. Del matrimonio de Pere de Xèrica y de Lauria con Buenaventura de Arborea nacieron: Beatriu de Xérica y de Arborea, casada con Alfonso de Aragón, hijo del rey Luís de Sicilia; Bonaventura de Xèrica y Arborea casada con Andreu de Fenollet, vizconde de Illa, y Elfa de Xèrica y Arborea, casada con Pere de Luna, señor de Pola y Almonezir. Sus armas son: en campo de oro cuatro palos de gales, por la casa real de Aragón, y por Vidaure en campo de oro una faja de azur sinople (...)”. (181). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf Página 528. Jérica, Juan Alfonso de. “(...) (Reino de Valencia, siglo XIV1369). Hijo bastardo de Pedro de Jérica. Al morir su padre en 1361 y según sus deseos, tomó el mando de los ejércitos castellanos y de la casa de Jérica. Participó activamente en la guerra de los dos Pedros al servicio de Pedro I de Castilla como gobernador de la conquista plaza de Llíria, traicionando a su señor Pedro IV, que el 24-6-1364 recuperaba Llíria, sin que la guarnición ofreciese / (Página 529) resistencia. El Ceremonioso perdonó al traidor y el 29-6-1364 le hizo donación de los lugares de Jérica, El Toro, San Pedro de Belmonte (Barracas), Pina, Altura, Alcublas, Eslida, Suera, Castro, Eslida, Sierra de Espadán, Chelva, Sinarcas, Safra, Tuéjar, Domeño, Kavarrés, Quesa, Bicorp, Cocentaina, Penella, Ibi, Torremanzanas, Muro, Gayanes, Planes, Almudaina, Margarida, Llombo, Mora, Vallbona, María, Plazencia, Pradiella, Lluesa y Ares, lugares que pertenecían a los legítimos sucesores de Pedro de Jérica y de la familia de los Lauria, anulando el último testamento del último señor de Jérica y su madre Beatriu de Lauria y lanza. Estas donaciones dieron lugar a una feroz resistencia en Cocentaina y otras baronías, aunque al final tuvieron que ceder y prestar juramento de fidelidad al nuevo señor. Más tarde, 311


estos bienes, por voluntad del rey, fueron restituidos a Buenaventura de Arborea, viuda de Pedro de Jérica. Casó con Constanza de Eslava, de la que no tuvo descendencia, por lo que todos sus bienes volvieron a la Corona (...)”. (182). RAMÓN DE MARÍA, C.D. “El Repartiment de Burriana y Villarreal”. Valencia. MCMXXXV. Edición facsímil. Villarreal. Talleres Seriols Sichet Herrero, S. A. 1983. www.ElrepartimentdeBurriansayVillareal.pdf Página 199. Alfonso IV de Aragón ratifica los privilegios que su padre, abuelo y bisabuelo concedieron a Villarreal. “(…) Sea a todos manifiesto, como ante Kos, Alfonso, por la gracia de Dios, Rey de Aragón, de Valencia, de Córcega, de Cerdeña y Conde de Barcelona, comparecieron nuevamente los prohombres de Villa Real suplicándonos humildemente que nuestra real benignidad se dignase alabar, aprobar y confirmar las libertades, franquicias, inmunidades y demás beneficios que se contienen en los privilegios que graciosamente les fueron concedidos por nuestro bisabuelo, el Rey Jaime, de ínclita recordación, y confirmados por sus sucesores y, de cuyo contenido haremos mención más abajo. (…) / (Página 201) Data. En Valencia, XVIIIº kalendas de septiembre del año del Señor M.CCC.XXIX (15 de agosto de 1329). Testigos. Firman después del Rey: Reverendo P. cesaraugustano, Arzobispo, Cancelario del señor Rey; Jaime, señor de Gerica; Juan Eximeno de Urrea; Otón de Moncada; P. de Gérica. El notario fue Pedro Magneto. Archivo. Contenido en un privilegio de Pedro IV, del A. de la C.de A., Reg.859, fol. 235 (…)”.Página 199, 200 y 201. Alfonso IV de Aragón ratifica los privilegios que su padre, abuelo y bisabuelo concedieron a Villarreal. Jaime, señor de Jérica, “(…) / (Página 201) ha sido concedido. En testimonio de lo cual, mandaos fuese hecha esta nuestra presente carta, autorizada con el sello pendiente de nuestra majestad. Data, En Valencia, XVIIIº kjalendas de septiembre del año del Señor M. CCC. XXIX (15 de agosto de 1329). Testigos. Firman después del Rey: reverendo P. cesaraugustano, Arzobispo, Cancelario del señor Rey; Jaime, señor de Gérica; Juan 312


Eximeno de Urrea; Otón de Moncada; P. de Gérica. El notario fue Pedro Magneto. Archivo. Contenido en un privilegio de Pedro IV, del A. de la C. de A. reg. 859, fol. 235 (…)”. (183). RAMÓN DE MARÍA, C.D. “El Repartiment de Burriana y Villarreal”. Valencia. MCMXXXV. Edición facsímil. Villarreal. Talleres Seriols Sichet Herrero, S. A. 1983. www.ElrepartimentdeBurriansayVillareal.pdf Página 254. Página 254. Cambio de Burriana y Alpont por Biota Bayo y Asín. “(…) Pedro IV de Aragón fue, como ya hemos dicho varias veces, quién, altamente indignado por la dilapidación del Patrimonio Real, hecha por su padre Alfonso IV, dicto aquel terminante decreto o estatuto reconstituyendo el dicho Patrimonio conminando con divinas y humanas maldiciones a cualquiera que de él sustrajese la menor cosa; pero parece que el dicho estatuto fue letra muerta pasa el propio Pedro IV, porque, respecto a Burriana y Villarreal, lo infringió cuantas veces le vino en gana: accedió a darle Burriana a su hermanastro Juan en 1337; vendió Villarreal al conde de Prades en 1340; donó otra vez Villarreal al conde de Trastámara en 1357; entrega Burriana en cambio a don Pedro de Jérica en 1360 y, dará por tercera vez Villarreal a su hija la infanta María en 1371. Claro que en los diplomas de estas donaciones y ventas nunca faltan especiosas razones con las que se pretende justificar el desafuero; pero con esas razones y todo, llega un momento, que la indignación popular protesta en forma tumultuaria y, una vez niega con amenazas en Valencia lo que el rey ha concedido y, otra vez le cierra las puertas de Burriana al ismo rey y, otra tercera vez le afrenta en públicas Cortes, repulsándole sus ilegales do naciones, como les ocurrió a Alfonso IV y a su hijo Pedro IV. Véase a continuación el extracto del contrato de cambio entre Pedro IV y el infante Don Pedro de Jérica. Item, lo dit senyor rey, ab carta sua, Date en les cases dels frares menors de la ciutat de Taraçona a XXVIII diez de ffebrer del any M.CCC. sexanta, dona, cambia e atorga al noble don Pedro de Exericha, / (Página 255) per çertes rahons, en la dita carta contengudes, e als, seus, la vila de Burriana, en reine de Valencia construida, ab les sues alqueries. E encara lo Castell de Alpont e lessuesAldees, en lo dit Regne situats, ab port de 313


mar, carregador edret de aquell; e ab salines e dretsde aquelles; E ab cavallers edones feudataris, e altres homens effembres, xpristians, inheus e moros; e ab termens, torres, cases, selves, pau e guerra, host e cavalcada; e ab tots çensos, delmes, cenes, e altres drets qualsevol; e ab forns, molins, mer e mixt imperi, e tota altra jurisdicció, alta e baxa, çivil e criminal. E per los lochs davall scrits, lo dit noble don Pedro de Exérica dona e excambia e atorga al dit senyor Rey, ab la dita carta, per les dites viles. Castells e lochs dessus specifficats, los Castells e loch de Blota, de Bayo e de Asin, en lo reine de Arago situats, ab tots e semblants drets, en la dita carta speçificats. Data. En Tarragona XXVIII diez de febrero del any M.CCC. sexanta (28 de febrero de 1360). Testigos. Se omitieron en el registro. Archivo. Gen. del R. de Valen. Titul y Enag. Tom. 4º, núm, 614, fol. 162 (…)”. (184). HINOJOSA MONTALVO, José. “Diccionario de Historia Medieval Reino de Valencia”. Biblioteca Valenciana. Colección Historia / Estudios. Tomo II. Valencia. Generalitat Valenciana. 2002. www.J.pdf Página 529. Jérica, Pedro de. “(...) (Reino de Valencia, siglo XIV-Garci Muñoz, Cuenca, 1361). Era hijo segundo de Jaime II de Jérica y Beatriu de lauria, biznieto, por tanto, de Jaime I. En 1331 casó con Buenaventura de Arborea, hija de Hugo, famoso juez de Arborea, una de las más importantes familias de Córcega. A la boda asistió el rey de Aragón, Alfonso IV, de quien fue siempre un sincero amigo, como puso de manifiesto al morir el rey tomando partido por la defensa de su viuda doña Leonor. En 1332 sustituyó a Gilabert de Cruïlles como procurador en el reino de Valencia, cargo que desempeñó hasta 1335, año en que fue exonerado al indisponerse con el infante don pedro, procurador general de la Corona de Aragón. El 7-2-1333 sucedió a su hermano Jaime de Jérica al frente de la Procuración del reino de Valencia, tras la renuncia de aquel, aunque estuvo poco tiempo en el cargo, hasta abril de 1335. Fue nombrado de nuevo Procurador general entre 1339 y finales de 1334. En 1347 volvió a ejercer la vicegerencia de procurador general de Valencia al morir el infante don Jaime de Aragón (1347) y nombró su lugarteniente a Andreu Guillem Escrivà. El Ceremonioso le ordenó que se 314


titulase regente del oficio de la procuración general de Valencia por la infanta Constanza. Al morir sin sucesión su hermano Jaime III de Jérica le sucedió en todos sus estados, en virtud del testamento de su padre. Alfonso IV le concedió la jurisdicción del mero imperio sobre la villa y baronía de Cocentaina. En el enfrentamiento entre Pedro IV y doña Leonor, viuda de Alfonso IV, Pedro de Jérica tomó el partido de la reina viuda y con sus tropas empezó a hostigar las tierras valencianas. Pedro IV tomó la decisión de confiscar los castillos que Pedro de Jérica se refugió en Chelva. Luego atacó Enguera, Ayora y Alpuente. El rey incendió Viver. Finalmente, en 1337 el rey y Pedro de Jérica hicieron las paces (Daroca, julio de 1337), y en 1342 aparece entre los consejeros reales. Pedro de Jérica tuvo una destacada / (Página 530) participación en la conquista de Mallorca (1343) y del Rosellón. En la guerra de la Unión estuvo al lado del rey, mientras que Cocentaina y otros vasallos de Pedro de Jérica eran unionistas, arrasando en la lucha sus posesiones. El Ceremonioso en recompensa de los servicios de Pedro de Xèrica se mostró generoso y el 79-1355 le dio la potestad sobre Cocentaina, los castillos de El Puig y Corbera, con su jurisdicción, el dominio directo de la baronía de Cocentaina, derecho que le correspondía al morir su hermano Alfonso Roger en 1355 sin sucesión; los bienes que el rey le confiscó a su madre Beatriu; el 21-8-1355 la plena jurisdicción sobre Margarida, Llombo y otros lugares. En la guerra de los dos Pedros fue capitán general y tuvo una destacada actuación tanto en la guerra como en los tratados y paces, participando en la discusión de la tregua de Tudela. Falleció en 1361 en Garci Muñoz (Cuenca) cuando al frente del ejército se dirigía a ayudar al rey de Castilla en su lucha con el de Granada (J. V. Cabezuelo Pliego, Poder público y administración territorial, pp. 211-213) (...)”. (185). APPELBERG LLD. Göte. “La casa de Guttadauro. “Genealogía de las distintas ramas de la Casa Real de Aragón, Mallorca y Sicilia”. Sin paginar. www.terranordica.com “(…) 10 Pedro de Ayerbe (1260 -) S. de Paternò (1287) = (1) Aldoncia d. de Santiago de Cervera y (2) Philippa Accrociamuro de la C de Celano (véase la Cámara de Cassano ) (1) Peter II de Ayerbe (c 1285 -) S. de Paternò, = (1) María de Luna y (2) Yolante Lascaris de Ventimiglia. (1) Constanza (2) Maria (2) Jaime de Ayerbe cuyas líneas de s. como jefes de la Casa de Aragón 315


en 1434 hasta la muerte de Joseph P de Cassano c. . 1830, = G. Montcada 1a Michael S. de Paternò (c 1310 -): García 1b 1c Sancho (1) Garcia (sacerdote). (2) Juan el Viejo (b 1347) de Kicchiara B (1392), Burgio (1393 ), Murgo (1398), Vicario General del Reino de Sicilia (1398) m. Sibilla Spadafora y tenía edición.Los antepasados de la Paternò de Sicilia B de Floresta, Terza Dogana, Manganelli, M de Toscano, D de Roccaromana, C Paterno del Grado, B de Pantano, Imbaccari, Supplimenti di Trapani, Mazzara, e Sciacca, Graneri, OXIMA, Belmonte, Banda M de Raddusa, M de Regiovanni, C de Prades, B de Ramione, Vallone, Aragón, Cuba, Sparacogna, B de solaces di Troina, Gallizzi, Mandrascate, M de San Giuliano, de Capizzi M, P de Val di Savoja, B de Alessio, Sigona, D de Carcaci, D Paternò Castello, de Emmanuel P, B de Bicocca, etc (…)”. (186). APPELBERG LLD. Göte. “La casa de Guttadauro. “Genealogía de las distintas ramas de la Casa Real de Aragón, Mallorca y Sicilia”. Sin paginar. www.terranordica.com “(…) 1412-1454. Así, Fernando de Antequera (en realidad un miembro de la Casa de Trastámara castellano) llegó al poder en una forma similar a un golpe militar en conflicto con el orden establecido de la sucesión. Cuando James Conde de Urgel murió en cautiverio en 1433, la línea legítima pasa al Duque de Gandia, que murió sin descendencia en 1454. En esta fecha, el documento operativo se convirtió en el testamento de Jaime I el Conquistador, ya que era la única ley de sucesión en existencia, lo que claramente dice que sus descendientes varones legitimados por Teresa Gil de Vidaure debían tener prioridad en la sucesión sobre los de una línea femenina nacida de Yolanda de Hungría. La sucesión legal a los tronos de las Tierras de la Corona de Aragón así pasó en 1454 a la Cámara de Ayerbe. 1454 – 1851. Teresa Gil de Vidaure fue la tercera esposa de Jaime el Conquistador, quien en su testamento de 21 de agosto 1261 reconoció sus dos hijos, James y Peter, nacido antes del matrimonio, sino que legitimó posteriormente, y permitió la sucesión al pasar a través de ellos en caso de fracasar las líneas superiores, cosa que hicieron. Así, cuando el duque de Gandia murió en 1454 - la línea que va desde Jaime I de Xèrica (c1255-1280), la mayor legitimidad hijo del conquistador, siendo ya extinguido desde 1409 - la Jefatura de la Casa de Aragón y de jure de la realeza las Tierras de la Corona de Aragón pasa a un descendiente de Jaime de Ayerbe, el hijo mayor de Pedro de Ayerbe (el Conquistador, el hijo más joven legitimado). Después de la extinción de la rama mayor de la sucesión pasa a la rama menor de la Casa de Ayerbe, la línea de Peter, 316


el hijo menor del rey Jaime el Conquistador en su tercer matrimonio (…)”. (187). APPELBERG LLD. Göte. “La casa de Guttadauro. “Genealogía de las distintas ramas de la Casa Real de Aragón, Mallorca y Sicilia”. www.terranordica.com “(…) La Casa de Ayerbe y el Pacto de 1853. Peter primer barón de Ayerbe tenía un hijo Michael, quien a su vez engendró a un niño, Giovanni el Viejo nació en 1347 y que en 1398 se convirtió en Vicario General del Reino de Sicilia. Giovanni se casó con Sibilla Spadafora y de esa unión desciende sin interrupción de la línea de la Cámara de Paternò (…)”. (188). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 346. Capítulo LXXXII. De las treguas que se concertaron entre el rey el rey don Enrique de Cavarra. “(…) Desnaturándose los ricos hombres de Castilla del señorío de su rey, se pasan a Granada. Antes de esto, el infante don Felipe y don Kuño de Lara y los otros ricos hombres de Castilla sedesnaturaron del señorío del rey y se fueron al reino de Granada e hicieron guerra contra el reydon Alonso; y la reina de Castilla y el infante don Hernando su hijo que estaban en Córdoba trataban de reducirlos al servicio del rey. Por esta causa envió el rey de Aragón a Granada al electo de Albarracín; y en esta misma sazón el rey de Castilla partió de Avila por verse con el rey su suegro y tratar de alguna concordia entre él y el infante don Pedro su hijo; y traía consigo al infante don Sancho arzobispo de Toledo y al infante don Manuel su hermano y a don Sancho hijo de don Alonso señor de Molina. Y había enviado sus mensajeros al infante don Pedro para que se viesen todos en un lugar; pero no le pudieron entonces persuadir a la concordia y él se envió a excusar que no iba ante el rey su padre por no le dar más enojo (…)”. (189). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 346. Capítulo LXXXII. De las treguas que se concertaron entre el rey el rey don Enrique de Cavarra. “(…) 317


Muerte de doña Berenguela Alfonso en Karbona, y quién fue ella. Este año de 1272 a 17 del mes de junio murió en la ciudad de Karbona doña Berenguela Alfonso hija del infante don Alonso señor de Molina y Mesa, con la cual el rey algún tiempo vivió en pecado. Y era tan público que según en su historia se dice le llamaba el pecado de la Berenguela. Enterráronla en el monesterio de los frailes menores de aquella ciudad y dejó al rey heredero en los heredamientos que tenía en el reino de Galicia, en los lugares de Felgoso y Caldelas, aunque quedaron de ella hijos (…)”.MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 111-112. Teresa Gil de Vidaure. “(...) 276. 1268, 13 mayo. Teruel. El rey prohíbe a Francisco Lupo molestar a ninguno de los vasallos de su hijo Don Jaime por razón de las disputas que tenía aquel sobre / (Página 112) el castillo de Tormón, heredad de su madre Doña Teresal Gil de Vidaure. “IIIº idus madii”. A.C.A. reg. 15, fol. 102. Cit. por SOLER Y PALET..., pág. 566. Con Doña Teresa Gil de Vidaure, tercera esposa legítima del rey, tuvo este dos hijos varones, Don Jaime y Don Pedro. Las mujeres del Conquistador fueron: Doña Leonor de Castilla, primera esposa legítima del monarca castellano, con la que casó en 1221. Tuvo en este tiempo relaciones amorosas también con Doña Elo Alvarez. Divorciado de ésta, alegando parentesco, casó en 1235 con Doña Violante de Hungría, hija del rey de aquel país. En 1238 entró en relación con Doña Teresa Gil de Vidaure con la que casó, muerta Doña Violante. También trabó amistad con Doña Blanca de Antillón, dama aragonesa, de la cual tuvo a Fernando Sánchez, barón de Castro, el valiente e inquieto caballero que originó desastrosa guerra civil, muriendo finalmente en el Cinca a manos de su hermano natural el infante Don Pedro, heredero de Cataluña. Otras amigas del rey fueron Doña Guillerma de Cabrera, Doña Berenguela Alfonso y Doña Sibila de Saga (...)”.

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(190). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (381). Libro III. CAPÍTULO CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. “(...) Qué madre tuvo don Fernán Sánchez, de quien desciende la casa de Castro. Tuvo en el mismo tiempo consigo a doña Berenguela Alfonso hija del infante don Alonso señor de Molina; y según se refiere en su historia pensaba estar con ella sin pecado como debe estar el marido con su mujer. Antes de esto tuvo dos hijos, a don Fernán Sánchez a quien fray Pedro Marsilio llama natural, y le hubo en una dueña de gran linaje de los de Antillón; y de éste descienden los de la casa de Castro que se llamaron así por la baronía de Castro que tuvo en heredamiento y después de él don Felipe Fernández su hijo (…)”. (191). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 309. Capítulo LXVII. Que el rey mandó ayuntar sus huestes contra los ricos hombres de Aragón; y como comprometieron sus diferenciasen poder de los obispos de Zaragoza y Huesca. Hernán Sánchez, hijo de Jaime I, dueño del castillo de Pomar. “(…) Rafals se dio a partido; y puso cerco al castillo de Pomar. De allí partió para Rafals con los concejos de Tamarit y Almenara; y sin esperar combate le rindió. Después mandó cercar el castillo de Pomar que era de don Hernán Sánchez su hijo, que era muy fuerte y junto a las riberas de Cinca; y armaron una máquina y labraron un castillo de madera para combatirle; e hicieron otros aparejos para la batería y combate (…)”. (192). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 14. Fernando Sánchez de Castro, hijo de Jaime I y Doña Berenguela Alfonso. “(...) También abundan las referencias a la ultima sublevación de importancia ocurrida ya en las postrimerías del reinado, y que a grupo a varios nobles 319


de Aragón y Cataluña, capitaneados por el hijo natural del rey, Don Fernando Sánchez de Castro, hombre valiente y arrojado que había sido de los pocos que llegaron a Oriente en la pretendida / (Página 15) y fracasada expedición de Don Jaime a Tierra Santa. Estaban en contra del rey los poderosos Artal de Luna, Raimundo de Cardona, Pedro de Berga, Jimeno de Urrea, Pedro Cornel y Pedro Fernández de Luna, entre otros. Justificaban su levantisca actitud en quejas que tenían contra el monarca por no haber accedido a sus suplicas de donaciones y permutas de territorios; de no haber cumplido, según decían, sus obligaciones en este sentido; de haberles hecho contrafuero, y por ultimo el estar obligados, por amistad a Don Fernando. El rey movilizó a los nobles adictos y a los concejos de las villas, cruzándose varias cartas en este sentido, y se desarrolló la lucha, que ocasionó muchos desmanes y tropelías, y que acabó con la muerte del infortunado Don Fernando, ya casi en los últimos días del rey, ahogado en el Cinca por el ahora primogénito Don Pedro (...)”. (193). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (342). Libro III. CAPÍTULO LXXX. De la guerra que se movió entre el infante don Pedro y don Fernán Sánchez su hermano. “(...) Junta el rey los ricos hombres en Huesca y para qué. En Zaragoza a 20 del mes de octubre de este año 1271 mandó ayuntar el rey a los ricos hombres de Aragón y Cataluña para cuatro días después de la pascua de resurrección en la ciudad de Huesca, por razón de los feudos que tenían; porque quería ir en persona contra don Artal de Luna. Y comenzaron a removerse grandes novedades en Aragón y Cataluña. La causa principal de ella fue la discordia y gran disensión que hubo entre el infante don Pedro y don Fernán Sánchez su hermano, contra el cual el infante concibió tanto odio después que volvió del viaje de la tierra santa, que diversas veces tentó de hacerle matar. Sucedió que estando don Fernán Sánchez en Burriana le combatieron y entraron en la casa donde moraba hallándose el infante presente, y le anduvieron buscando por toda ella con las espadas arrancadas; y le hubieran muerto si antes no se hubiera salido con doña Aldonza de Urrea su mujer (…)”.

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(194). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (307). Libro III. CAPÍTULO LXVI. De las cortes que el rey tuvo a los catalanes y aragoneses para tratar del socorro del rey de Castilla; y de las demandas que se propusieron por los ricos hombres de Aragón. “(...) Hernán Sánchez hijo del rey. Y mucho más ásperamente que ninguno don Hernán Sánchez hijo del rey publicando que le hacía grandes sinrazones, las cuales él le había declarado muchas veces y le mostraría a donde quiera que hubiese lugar (...)”.MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 91. Fernando Sánchez de Castro hijo de Jaime I y de Doña Berenguela Alfonso. “(...) 205. 1259, 7 octubre. Teruel. El rey da licencia a su hijo natural Fernando Sánchez de Castro para que pueda vender o empeñar las rentas reales de Teruel y sus aldeas que le fueron por él concedidas. “Datum apud Turolim nonas octobris, anno Domini Mº CCº Lº nono”. A.C.A. reg. 10, fol. 120. Publi. por FOKDEVILLA: La nobleza catalano aragonesa capitaneada por Ferrán Sánxez de Castro en 1274, en I Congrés d´Historia de la Corona d´Aragó. pág. 1071.- HUICI, núm. 1110. Cit. por MIRET, pág. 294; los dos autores citados lo fechan en el día 17 (...)”. Página 93. Fernando Sánchez de Castro, hijo de Jaime I y de Doña Berenguela Alfonso. “(...) 213. 1260, 1 enero. S. I. Lérida. Do n Jaime autoriza a su hijo natural Fernando Sánchez de Castro la venta de las rentas reales de un año concedidas en Teruel y sus aldeas en subvención de los 4.000 sueldos que debe recibir de ellas por razón de las caballerías. A.C.A. reg. 10, fol. 125. 321


Publ. en parte por FOKDEVILLA, pág. 1071 (...)”. (195). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Sin paginar (343). Libro III. CAPÍTULO LXXX. De la guerra que se movió entre el infante don Pedro y don Fernán Sánchez su hermano. “(...) Principio de la enemistad entre los infantes don Pedro y don Fernán Sánchez su hermano. Tuvo principio su enemistad, allende que don Fernán Sánchez en las alteraciones pasadas había seguido la opinión y querella de los ricos hombres del reino contra el rey su padre, porque se dio a entender al infante que su hermano tenía puesta grande amistad con Carlos rey de Sicilia, su / (Página 343) capital enemigo, y que de su mano había recibido la orden de caballería para más obligarse en su ofensa. Y refiere Aclot -autor antiguo que escribe las cosas de aquellos tiempos- que le fue persuadido que tenían trato de matarle o echarle de la tierra con promesa que Carlos había hecho que ayudaría y daría favor a don Fernán Sánchez, para que sucediese en el reino. Después de haber declarado el infante su ánimo contra su hermano y que le procuraba la muerte, don Fernán Sánchez se confederó con algunos barones de Cataluña que se tenían por maltratados y agraviados del infante; porque siendo lugarteniente general había procedido rigurosamente contra algunas personas principales que traían alterada la tierra y hacían mucho daño y estrago en ella, y había mandado anegar a Guillén Ramón de Odena, hombre de gran linaje. Y con el favor de don Jimeno de Urrea suegro de don Fernán Sánchez que era muy poderoso, siguieron a don Fernán Sánchez algunos ricos hombres y caballeros aragoneses que todavía proseguían su querella, pretendiendo que el rey los tenía desaforados y los había desheredado, ocupándoles los lugares que tenían en honor; y sobre esto recibieron homenajes los unos de los otros y se comenzaron de alborotar en forma de guerra. Cuando pasó aquel caso en Burriana, don Fernán Sánchez dio aviso al rey suplicándole que le defendiese de toda injuria y le asegurase del peligro de la muerte, pues lo podía hacer mandando castigar a los ministros de aquel delito; porque si su enemigo sucediese en el reino en vida de su padre, como decía don Fernán Sánchez que lo procuraba, no sería después poderoso de vengar su muerte; y ninguna esperanza le quedaba si otra persona que no 322


fuese la suya hubiese de conocer de aquel hecho; en el cual aunque su hermano en amor le fuese preferido, no lo debía ser con tanto peligro de su vida; y que considerase lo que había de ser después que le hubiese sucedido en el reino, cuando entonces mostraba que no podía ser su odio mitigado sino con derramar su sangre. Pues era príncipe justo y clemente, mandase hacer castigo ejemplar de tan grave insulto como se había contra él cometido en su presencia (...) .Sentencia real contra don Artal de Luna y los que con él se hallaron en lo de Zuera. Antes de esto, siendo citado don Artal de Luna y los caballeros de su casa que se hallaron en lo de Zuera, como no comparecieron, fue declarado por el mismo justicia de Aragón ser contumaces, y mandó que los de Zuera fuesen puestos en la posesión de los bienes de don Artal. Pero después fue don Artal a Ejea, intercediendo por él don Pedro Cornel que era su yerno y sus amigos, que suplicaron al rey que le perdonase; y con consejo de los ricos hombres de Aragón y de muchos barones de Cataluña que allí se hallaron y de personas de letras, el rey sentenció que don Artal por tiempo de cinco años continuos estuviese desterrado de las tierras y señoríos del rey, y los caballeros que se hallaron en aquel caso eran Lope Ortiz de Sentia, Jimeno de Ahe, Diego de Gurrea y Pedro Ortiz, estuviesen desterrados por tiempo de diez años, y don Artal pagase veinte mil sueldos jaqueses. Esta sentencia se pronunció por el rey estando en el monesterio de los frailes menores de la villa de Ejea, a 12 del mes de marzo del año de la navidad de 1272, estando presentes don Fernán Sánchez, don Bernaldo Guillén de Entenza, don Jimeno de Urrea, don Ferriz de Lizana, don Pedro Martínez de Luna, don Guillén de Pueyo, don Guillén Ramón de Moncada, don Pedro de Moneva, don Gombal de Benavente y don Garci Pérez electo obispo de Huesca (…)”. (196). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 344. Capítulo LXXXI. De las cortes que el rey tuvoen la villa de Algecira por la acusación que el infante don Pedro puso contra don Fernán Sánchez su hermano y que el infante se puso en la obediencia del rey. Familia de Jaime I. “(…) Defiende el rey a don Fernán Sánchez de su hermano el infante. Entonces determinó el rey de amparar a don Fernán Sánchez y defenderle de cualquier fuerza e 323


injuria y castigar al infante su hijo. En este medio fue don Fernán Sánchez con don Jimeno de Urrea su suegro a Valencia y dio al rey grandes gracias por haber respondido por él y volvióse a su casa. Mas el infante envió luego al rey a don Ruy Jiménez de Luna y a Tomás de Junqueras con su carta de creencia. Y estando con el rey don Bernaldo Guillén de Entenza, don Ferriz de Lizana y don Pedro Martínez de Luna y otros ricos hombres y caballeros, en presencia de don Jimeno de Urrea, Tomás de Junqueras refirió que no quisiera el infante su señor decir al rey lo que en el hecho de don Fernán Sánchez pasaba y que hasta entonces lo había encubierto, porque era de calidad que a todos sus hermanos quedaría grande infamia si quedase sin castigo (…)”. (197). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 344. Capítulo LXXXI. De las cortes que el rey tuvo en la villa de Algecira por la acusación que el infante don Pedro puso contra don Fernán Sánchez su hermano y que el infante se puso en la obediencia del rey. Familia de Jaime I. “(…) Ko queriendo el infante venir a juicio con su hermano, trata su muerte. De Ejea partió el rey para el reino de Valencia; y porque el infante no quería estar a juicio con su hermano como él lo pedía y por todas vías insistía en le procurar la muerte, en presencia del obispo de Valencia y de Jaime Zarroca sacristán de Lérida que fue después obispo de Huesca, y de fray Pedro de Génova religioso de la orden de los frailes menores y de un letrado que se decía Tomás de Junqueras, le exhortó que perdonase a su hermano y se concordase con él. Pero el infante por la instancia que en esto se hacía, se salió una noche de Valencia solo con tres caballeros, sin responder al rey, con deliberado ánimo de proseguir su venganza. (…)Acusación contra don Fernán Sánchez. Pero pues tanta voluntad tenía que se publicase, entendiesen y supiesen por cierto que don Fernán Sánchez había dicho que el rey no debía reinar, y había procurado que fuesen dados hechizos al infante don Pedro su hermano, y trataba de alzarse con la tierra con algunos ricos hombres y gente de su valía. Y que de este consejo eran partícipes algunos ricos hombres y la mayor parte de Aragón; y que siempre que necesario fuese estaba aparejado de probarlo en su tiempo y lugar. 324


Respuesta notable de don Jimeno de Urrea. Habiendo oído el rey una acusación tan criminosa y grave como era ésta, de la cual no podía dejar de quedar grande nota a su misma sangre, ora fuese el delito cierto o falsamente imaginado, apartóse a una parte del palacio con don Bernaldo Guillén de Entenza y con don Jimeno de Urrea y don Ferriz de Lizana y con don Pedro Martínez de Luna; y díjoles que a ellos tocaba responder a lo que se oponía en ofensa de su honor y fidelidad, pues eran públicamente reptados de caso por el cual valdría menos su fe. Mas a esto respondió don Jimeno de Urrea que siendo aquél que lo decía clérigo y persona vil, no era obligado a responderle y que le daría su igual; y que al infante que había jurado por su señor natural después de los días del rey su padre no era obligado de responder. Entonces dijo a los mensajeros del infante que mandaría parecer a don Fernán Sánchez a cierto plazo para que salvase su honor cerca de lo que se le oponía y cuando no satisficiese a ello le mandaría dar el castigo que su culpa merecía. Y porque no tenían orden del infante de aceptar aquella provisión se partieron con esto. Estaba el infante en Algecira a donde hizo juntar su gente y determinó el rey de partir para aquella villa, y mandó que fuesen a cierto día con él a cortes los perlados y ricos hombres, y trataba de apremiar al infante hasta que desistiese de la guerra que quería hacer contra su hermano. Y andando el rey a caza pasó el infante por el vado de Segayren con treinta de caballo y entróse en Corbera. Después se juntaron a cortes el infante don Jaime, don Bernaldo de Olivella arzobispo de Tarragona, y los obispos de Barcelona, Lérida y Valencia, don García Ortiz de Azagra, don Artal de Luna y los procuradores de los concejos de Zaragoza, Teruel, Calatayud y Lérida y otros lugares. Queja del rey contra el infante. Propuso en estas cortes el rey el atrevimiento y desacato del infante su hijo que había ayuntado gente de guerra acaudillándola contra su mandamiento y bastecido todos los castillos que tenía por él, no queriendo estar a derecho con su hermano en la querella que de él tenía. Fueron por esta causa los perlados y ricos hombres que allí estaban a/ (Página 345) Corbera para apartar al infante de la guerra que contra su padre se esperaba quería mover; y quedó con el rey don Artal de Luna; y anduvieron en esto diversos días tratando de partidos; pero no parecieron al rey tales que honestamente se pudiesen aceptar, y dejando buena guarnición en Algecira el rey se pasó a Játiva. 325


Pónese el infante en la merced del rey, y el rey le recibe bien. Mas el obispo de Valencia anduvo procurando la concordia entre el rey y el infante; y finalmente por su medio el infante deliberó de ponerse en la merced del rey, un miércoles antes de la fiesta de navidad; y fue a Játiva con todos sus caballeros y besóle el pie y dijo palabras de grande arrepentimiento y humildad; y el rey le recogió muy bien. Y fue con el infante el maestre del Espital que tenía en su poder preso. Esto se concertó con gran daño y peligro de la persona de don Fernán Sánchez como después pareció. Y el infante pidió al rey licencia para ir a Valencia y pasar a Cataluña a donde era necesaria su presencia. Y el rey lo tuvo por bien y fuése a Tarragona para hallarse en la consagración del obispo de Huesca don Jaime Roca sacristán de Lérida y canceller y gran privado del rey. Merced que hace el rey a Roger de Lauria, y quién fue él. Por este tiempo hizo el rey merced de las alquerías de Rahallo y Abricatho en el reino de Valencia a Roger de Lauria que vino a España con la infanta doña Constanza; y estaba en su servicio con doña Bella su madre; y fue hijo de un caballero calabrés señor de Lauria, que fue gran privado del rey Manfredo y murió con él en la batalla de Benevento. Y fue este su hijo tan valeroso que igualó a los más excelentes capitanes que hubo jamás por la mar (…)”. (198). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 373. Capítulo XCV. De lo que pasó en las cortes que el rey mandó convocar en Lérida a los catalanes y aragoneses; y de la muerte de don Fernán Sánchez. Muerte de Fernán Sánchez, hijo de Jaime I. “(…) Sitian a don Fernán Sánchez en el castillo de Pomar. Pero el infante tenía poca necesidad que le incitase su padre; y persiguió tan terriblemente a su hermano dejando aparte todo lo restante, como si contendieran por la sucesión del reino; y sabiendo que andaba con poca gente visitando sus castillos y animando a los suyos que los tenía en guarnición, teniendo aviso que había de ir al castillo de Antillón, puso en celada hasta ciento de caballo y dieron de sobresalto sobre don Fernán Sánchez, y escapándose de ellos encerráronle en el castillo de Pomar que 326


está sobre la ribera de Cinca; y pusiéronse en torno del castillo y dando aviso de ello al infante acudió con su gente sobre él. Refiere Bernardo Aclot que entendiendo don Fernán Sánchez que no podía allí defenderse y que necesariamente le convenía rendirse, por no ponerse en las manos del infante mandó a un escudero suyo que se armase con sus armas y saliese con algunos a caballo fuera del castillo y a toda furia procurase de escabullirse de entre los enemigos como mejor pudiese. Y disfrazándose en hábito de pastor pensó él en aquel rebato escaparse. Manda el infante ahoguen a su hermano don Fernán Sánchez en Cinca; cuyas villas y castillos, sabida su muerte, se le rinden. Pero siendo tomado el escudero por la gente del infante, descubierto el engaño, siguieron a don Fernán Sánchez y no pudiendo pasar el río se metió por unos campos; y siendo descubierto fue preso por la gente del infante; y no considerando el parricidio que cometía y queriendo ser más inculpado de haberlo cometido que loado por usar de clemencia, le mandó allí luego anegar en Cinca. Sabida la muerte de don Fernán Sánchez, todas sus villas y castillos se rindieron al infante y mandó salir del reino a don Jordán de Peña su hermano y a los que con él estaban; y don Jordán se fue a Kavarra. Huélgase el rey de la muerte de don Fernán Sánchez su hijo. Refiérese en la historia del rey una cosa que era menester que se escribiese en ella para creerla: que sabida por el rey la muerte de don Fernán Sánchez se holgó mucho de ello; porque era muy dura cosa que siendo su hijo y habiéndole hecho tanta merced y dado muy principal estado en su reino, se hubiese rebelado contra su servicio. Descendencia de la casa de Castro de don Fernán Sánchez. Dejó don Fernán Sánchez de doña Aldonza Jiménez de Urrea su mujer un hijo que se llamó don Felipe Fernández, que después sucedió en el estado de su padre, de quien descendieron los señores de la casa de Castro (…)”. Página 377. Capítulo XCVIII. De la pasada de Aben Jucef de Marruecos a España y del estrago que hicieron los moros en Andalucía. Y de la muerte del infante don Hernando, hijo primogénito del rey de Castilla. Familiares de Jaime I. “(…) Yendo el infante don Fernando a favorecer la Andalucía muere en Villarreal, por cuya muerte se siguen grandes guerras en España. En el mismo tiempo el infante don Fernando que iba a la Andalucía con los ricos hombres y caballeros de Castilla, deteniéndose por aguardar la gente que le seguía, sabiendo en el 327


camino que eran muertos don Kuño de Lara y el infante don Sancho su tío, por aguardar que acabasen de llegar sus gentes detúvose en Villarreal a donde adoleció y murió en muy breves días; y dejó encomendado a don Alonso su hijo primogénito a don Juan Kúñez de Lara, rogándole muy encarecidamente que le ayudase porque no fuese desheredado de la sucesión del reino después de la muerte del rey don Alonso; y porque tuviese de ello mayor cuidado encomendóle la crianza de don Alonso. Murió el infante don Fernando en el mes de agosto de este año, cuya muerte fue por todos generalmente muy llorada y por ella se siguieron grandes guerras en toda España. El infante don Sancho, hijo segundo del rey de Castilla, trata de su defensa con gran diligencia, pretendiendo la sucesión en el reino. El infante don Sancho hijo segundo del rey de Castilla que era príncipe de gran valor, luego que supo la muerte del infante su hermano, dio gran priesa con los ricos hombres y caballeros que pudo juntar para ir a la frontera y procuró luego de ganar a su opinión a don Lope Díaz de Haro señor de Vizcaya para que le diese favor que le sucediese al rey su padre en el reino, pues era su hijo mayor y le era más propinco que don Alonso su nieto, ofreciéndole que le haría el más poderoso de aquellos reinos; y don Lope Díaz, temiendo que si don Alonso sucediese sería gobernado por don Juan Kúñez de Lara y que tomaría el gobierno del reino a su mano, prometió al infante que le ayudaría. Y con consejo de don Lope Díaz comenzó a entender en las cosas del gobierno de la tierra y tomó título de hijo mayor y heredero de los reinos de Castilla y León; y mandó hacer llamamiento general de los caballeros e hijosdalgo y concejos / (Página 378) de todas las villas y lugares de las fronteras para que fuesen para él a Córdoba a defender la tierra. Y envió a Ecija a don Lope Díaz y a Jaén los maestres de Santiago y Calatrava; y dejó en la ciudad de Córdoba a don Esteban Fernández de Castro y a don Fernán Ruiz de Castro y él se partió a la ciudad de Sevilla porque Aben Jucef estaba en aquella comarca; y con gran diligencia proveyó a la defensa de las villas y lugares de aquellas fronteras (…)”. (199). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. 328


www.ebook2473.pdf Página 382. Capítulo CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. Muerte de Jaime I. “(…) Principio de la casa de Ijar en don Pedro Fernández hijo natural del rey. Tuvo en otra dueña principal que se llamó doña Berenguela Fernández, otro hijo natural que fue don Pedro Fernández; y a éste dejó la baronía de Ijar y sus sucesores tomaron aquel apellido. Casó en su vida a don / (Página 383) Jaime señor de Ejérica con doña Elfa hija de don Alvaz Pérez de Azagra señor de Albarracín y a don Pedro señor de la baronía de Ayerbe con doña Aldonza de Cervera hija de don Jaime de Cervera, que tuvo en Cataluña algunas villas y castillos, cuyos descendientes tomaron el apellido de Ejérira y Ayerbe, lugares principales de sus baronías (…)”. (200). ZURITA, Jerónimo. “Anales de Aragón”. Edición de Ángel Canellas López. Edición electrónica de José Javier Iso (coord), María Isabel Yagüe y Pilar Rivero. Zaragoza. Publicación nº 2473 de la Institución “Fernando el Católico”. Diputación de Zaragoza. www.ebook2473.pdf Página 382. Capítulo CI. Que el rey renunció el reino en el infante don Pedro su hijo; y de su muerte. Muerte de Jaime I. “(…) La casa de Rada, principal entre los linajes de Kavarra. Doña Marquesa López, mujer de don Pedro Fernández, funda el monesterio del Sepulcro de Zaragoza. Don Pedro Fernández casó con doña Teresa Gombal de Entenza hija de don Guillén de Entenza, de la cual no dejó hijos; y segunda vez casó con doña Marquesa, hija de Tibaldo rey de Gavarra que no se declara cuál de los dos reyes era, padre o hijo, y es muy verisímil que fue el primero, y de doña Marquesa López, que según parece por algunas memorias era de los de Rada, que fue uno de los linajes muy principales de Kavarra; y esta doña Marquesa mujer de don Pedro Fernández fundó el monesterio de religiosas de la orden del santo Sepulcro de Hierusalem de esta ciudad; de quien sucedieron los señores del linaje y casa de Ijar, y por su causa pusieron en sus escudos las armas reales de Kavarra (…)”. (201). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 110. Pedro

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Fernández, señor de Híjar y Urrea, hijo natural de Jaime I. “(...) 272. 1267. 20 o 22 abril. Valencia. El rey concede a su hijo natural Don Pedro Fernández y a sus herederos la mitad de la villa y castillo de Híjar y Urrea, según lo había recibido de Doña Ximena de Urrea, por precio de 3.200 sueldos anuales, que el rey debía percibir sobre las rentas del castillo y villa de Turis y otras posesiones en el reino de Valencia, que eran de Peregrín Monteagudo. Cit. por LASALA, pág. 22-26 y 28, indicando unas veces el día 20 y otras el 22. Este documento es el origen del señorío real de Híjar, cuyo resumen histórico puede brevemente hacerse así: En 1269 y 1272 se confirma la donación, como veremos; siguen luego al frente el rey Don Pedro, hijo del Conquistador y sus sucesores. En el siglo XV los Reyes Católicos elevan el señorío a la categoría de ducado en premio a los méritos personales y buenos servicios del señor de Híjar, Don Juan Fernández. En 1645 se dice que poseían los señores una muy suntuosa casa, y bosques, con jardines y casas de recreo. Poseía además dos villas: La Puebla de Híjar y Urrea de Híjar hoy de Gaén. Fue, pues, una casa de procedencia real que gozó de muchos privilegios (...)”. MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 115. Pedro Fernández, hijo natural de Jaime I. “(...) 288. 1269, 30 noviembre. Barcelona. El infante Don Pedro confirma el cambio y permuta hechos por el rey con su hermano Pedro Fernández de la mitad de los derechos que Doña Ximena de Urrea tenía sobre la villa de Híjar. “II kalendas decembris”. Cit. por LASALA, pág. 39 (...)”. Página 321. Don Pedro, Infante. Hijo de Jaime I. Hermano natural de Don Fernando Sánchez. “(...) 323. 1272, 20 febrero. Teruel. Carta del rey a su hijo el infante Don Pedro mandándole comparezca ante su presencia en el plazo de diez días para darle descargo 330


de las ofensas inferidas a su hermano natural don Fernando Sánchez, en Burriana. “Datum Turolii, Xº kalendas marcii, anno Domini Mº CCº LXXº primo”. A.C.A. reg. 18, fol. 90. Publ. por FOKDEVILLA. pág. 1103.- CHABÁS. en EL ARCHIBO, t. IV, doc XXII, pág. 300-01.- HUICI, núm. MCCCLXV (...)”. Página 127. Pedro Fernández, hijo natural de Jaime I y Doña Berenguela. “(...) 328. 1272. Perpiñán. Testamento de Jaime I legitimando a su hijo natural Don Pedro Fernández, y confirmándole en el señorío de Hijar con el título de baronía. Cit. por LASALA., pág. 24 y 28. En la página 33, refiriéndose también a este mismo doc. da fecha de 7 kal. septiembre. Este infante fue habido con Doña Berenguela, una de las últimas mujeres de Don Jaime (Véase el documento núm. 276) (...)”. (202). MARTÍNEZ ORTIZ, José. “Referencias a Teruel y su provincia en los documentos de Jaime I El Conquistador”. Instituto de Estudios Turolenses. Catálogos Documentales IV. Teruel. Diputación de Teruel. 1960. www.JaimeIdocumentosreferentesaTeruel.pdf Página 136. Pedro Fernández, hijo de Jaime I. “(...) 363. 1276, 26 mayo. Játiva. Don Jaime hace a su hijo Don Pedro Fernández concesión perpetua de las salinas de Segura, con libertad para que pueda vender su sal a las gentes de Montalbán, Aliaga, Villarroya, Fortanete, Castellote, Huesca y Albalate, con prohibición de hacerlo a las de Teruel y Daroca. “Datum Exative VII kalendas iunii anno Domini millesimo CCº septuagesimo sexto”. A.M.T. Inserto en perg. 130, líns. 2 a 11, y en perg. 131, líns 3 a 10. Lo citan: CARUAKA, Indice..., doc. 42, página 48.- MIRET, pág. 533 (...)”.

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(203). MIRET Y SANS, Joaquím. “Les cases de Templers y Hospitalers en Catalunya. Aplech de Koves y Documents Històrichs”. Barcelona. Imprenta de la Casa Provincial de Caritat. 1910. www.LescasesdeTempleryhospitalersaCatalunya.pdf Página 361. Capítol XVII. Altres donacions al Hospital. “(...) Es molt curiosa la escriptura de 1305 de concessió d´aigua per regar terres atorgada per lo senyor d´Ixar al orde: “Sepan todos como nos don Pedro Ferrandez, senor de izar y de la honor de Tormos y fillo del noble don Pedro ferrandez, padre nuestro que fue, de cierta ciencia y de agradable voluntat y con aquesta present publica carta a todos tiempos valedera y en alguna cosa non revocada, certificado de todo nuestro derrito por muytos y agradables servicios y plazeres que la orden de san Johan del Spital de Jerusalem al dito noble don pedro Ferrandez padre nuestro, qui fue en oltra mar y en la terra santa y en estas terrazas fizo e ha feyto e encara a la noble dona Marquesa Gil de Rada madre nuestra... damos a la dita orden... facultat de regar de la cequia de Remolinos”. Prova aquest document la anada de Pere Ferrandiç, fill illegitim del rey Jaume I a Orient, ab la fracasada expedició de 1269, com pot veures en la monografía d´en carreras Candi La creuada a Terra Santa, en lo volúm del “Congrés Històrich de la Corona d´Aragó dedicat al rey Jaume I” (...)”. (204). MIRET Y SANS, Joaquím. “Les cases de Templers y Hospitalers en Catalunya. Aplech de Koves y Documents Històrichs”. Barcelona. Imprenta de la Casa Provincial de Caritat. 1910. www.LescasesdeTempleryhospitalersaCatalunya.pdf Página 533. Principals comandes de la castellanía d Emposte desde la extinció del Orde del Temple. Calavera-Vallonga. “(…) Joan de Paternos, 1587 (…)”. (205). MIRET Y SANS, Joaquím. “Les cases de Templers y Hospitalers en Catalunya. Aplech de Koves y Documents Històrichs”. Barcelona. Imprenta de la Casa Provincial de Caritat. 1910. www.LescasesdeTempleryhospitalersaCatalunya.pdf Página 535. Principals comandes de la castellanía d Emposte desde la extinció del Orde del Temple. Orrios-Albentosa. “(…) Joan de Paterno, 1591(…)”. (206). MIRET Y SANS, Joaquím. “Les cases de Templers y Hospitalers en Catalunya. Aplech de Koves y Documents Històrichs”. Barcelona. Imprenta de la Casa Provincial de Caritat. 1910. 332


www.LescasesdeTempleryhospitalersaCatalunya.pdf Página 537. Principals comandes de la castellanía d Emposte desde la extinció del Orde del Temple. Villel. “(…) Joan de Paternos, 1596 (…)”.

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