“El secreto Templario: Lo que la Iglesia de Roma quiso ocultar, a través de la intrahistoria de las leyendas griálicas medievales” Lola Carbonell Beviá
“(…) El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino también todos los que han conocido la verdad. A causa de la verdad que permanece en nosotros, y estará para siempre con nosotros. (…)”. (2 Juan 1, 1-2).
1. El linaje real de Jesús. Jesús El Cristo fue descendiente de linaje de los reyes de Israel. Procedía por línea materna del linaje de de la casa de David. Sus ascendientes reales desde el primer milenio a. C., fueron: David, Salomón, Roboam, Abíam, Asa, Josafat, Joram, Ocozías, Joás, Amasias, Azarías, Jotam, Acaz, Ezequías, Manasés, Josías, Joacim, Jeconías, Pedaías, Ananás, Secanías, Nearías y Elioenai (1). Jesús no reinó como rey de la casa de David, pero fue pretendiente al trono que le correspondía por línea hereditaria (2), por ello, cuando fue crucificado Pilato ordenó que fuese escrito en una tablilla sobre su cruz, las palabras “Jesús nazareno, rey de los Judíos”, aunque en el mismo texto bíblico, uno de los presentes señaló, que las palabras que Jesús El Cristo reivindicó antes de morir fueron: “Soy rey de los judíos” (3). 1.1. La ubicación geográfica del linaje real de Jesús: Ramá, Arimatea, )azaret. En la geografía bíblica del antiguo reino de Israel figuran dos ciudades llamadas Ramà. Los descendientes de Salomón, del linaje de los reyes de la casa de David, se establecieron en Ramá (Arimatea), construida por Baasa, rey de Israel (4). Entre el siglo I a. C., y el I d.C., vivieron en Ramá, o su equivalente, Arimatea, José, el discípulo de Jesús, que recogió
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