Una fecha importante para todo poblado y los habitantes del mismo es conocer su fecha de fundación o creación. Esto ha sido motivo de investigaciones y consultas en bibliotecas, archivos e incluso en el caso de nuestros países de Latinoamérica visitas a otras tierras para conocer los verdaderos orígenes de los pueblos. Para el año 1751 se extingue la Real Audiencia de Panamá y pasan las provincias de Panamá, Veragua, Darién y Portobelo a ser parte de la Comandancia de Tierra Firme desde el Río Atrato hasta los linderos de la Capitanía General de Guatemala. Después de esta fecha, se inician las fundaciones de diversos poblados dentro del territorio de Veragua, muchos de ellos se mantienen hasta nuestros días y muchas fundaciones fueron producto de misiones religiosas. Entre ellos tenemos que, en San Francisco Javier de Cañazas, la Ermita de Rio de Jesús a cargo de la Compañía de Jesús, la Fundación de Calobre. En 1773 el Gobernador Félix Francisco Bejarano define un pueblo de indios de 200 fieles, se estima que habla de Las Palmas. Para ubicar la fecha de fundación de Cañazas, debemos remitirnos al Siglo XVIII, donde, como nos indica Mario Molina en su libro “Veragua Tierra de Colón y Urracá”, se realizan las tareas de reducción del poblado indígena de Cañazas que formaba parte del partido llamado Santiago de Veragua y que se lleva a cabo en la década de 1750, aunque ya antes de esa fecha, se había realizado el primer intento de fundación registrado, el cual fue realizado por el padre jesuita Esteban Ferriol, del cual se tiene poca información, solo algunos datos ofrecidos por el obispo de Panamá Francisco Javier de Luna Victoria y Castro y también por Pedro Mega en su obra “compendio bibliográfico de los ilustrísimos y excelentísimos monseñores, obispos y arzobispos de Panamá”, aquí indica que Ferriol nació el 21 de agosto de 1681 en Panamá y profesó votos en 1715, por lo cual su trabajo en Cañazas fue posterior a esta fecha y antes de 1750, cuando llegan otros personaje a los que se atribuye la fundación. El jesuita Ferriol, se encargó de realizar un poblado o reducción indígena en el área, pero al morir este sacerdote los indios reducidos se esparcieron a los montes quedando desintegrado el poblado. Se tienen datos que ya para 1734, existían algunos asentamientos que fueron refundidos a la población de San Francisco Javier de Cañazas más tarde como: Sitio de Balbuena y Cañazas (con 280 habitantes), Sitio de Cañacillas (17 habitantes), Sitio de Corita (30 habitantes), Sitio de Cañazas de Corita (41 habitantes) y Sitio de Boba (27 habitantes). Años después, como ya se indicó en la década de 1750, llega al territorio actual de Cañazas, el Lic. Pedro Regalado de Aizprúa, al cual se le atribuye la fundación del poblado de San Francisco Javier de Cañazas, por solicitud del obispo de Panamá Francisco Javier de Luna Victoria y Castro, primer obispo nacido en Panamá El poblado o reducción indígena en sus inicios, es catalogado por Molina, como un ejemplo de la evolución poblacional de la provincia, al ser un tanto heterogéneo, de mayoría indígena, gente blanca y afro mestizos. En cuanto a su diseño poblacional lo denomina una proyección de las elites eclesiásticas seculares. Las causas del poblamiento de Cañazas era concentrar un gran número de indígenas y familias mestizas que vivían dispersos en áreas aledañas y que, según el obispo de Luna Victoria y Castro, “hacían vida de gentiles en el Río Piedras y Cañazas”. También menciona Molina, que en ese momento preocupaba el mestizaje de esclavos dispersos con mujeres indígenas cristianizadas o de españoles trasladados al lugar procedentes de pueblos aledaños. Cuando los colonizadores llegaron a esta región encontraron un pequeño poblado de 7 casas habitados por los indios Guaimíes (Gnobe-Bugles) eran los únicos pobladores de esta región. El poblado de San Francisco Javier de Cañazas fue ubicado entre las montañas altas de Veraguas, cercanos al Cerro Viejo y Cerro San Javier.