SOBREMESAS
HABLEMOS DE COGER C: ¿Entonces cogés con el desenfreno de Sklar?
CHIRI: El otro día vi Voley, la película de Martín Piroyansky. Ese actor que se parece a Mairal. HERNÁN: ¿Está en Netflix?
H: No, en absoluto. Cojo con el desenfreno del abuelo de Sklar.
C: Sí.
C: ¿El vivo o el muerto?
H: ¿Y qué onda?
H: El muerto.
C: La verdad es que no apostaba dos mangos, pero la terminé pasando muy bien. Me hizo acordar un poco a la novela de Sklar.
C: Igual es difícil escribir sobre sexo. ¿O no? H: Totalmente. Siempre estás al borde del ridículo. Y a veces yo creo que el que escribe nunca está del todo seguro si en realidad se fue de pista y está haciendo un papelón. No conozco a muchos escritores argentinos que lo hagan bien, salvo Guillermo Martínez…
H: Los catorce cuadernos es, hasta el cierre de esta edición, la única novela de Juancito Sklar. C: ¿Acabás de poner voz de locutor para decir eso?
C: Para mí la que mejor escribe sobre sexo es Alejandra Rampolla.
H: Sí. C: Sigo. Las dos historias cuentan una convivencia de muchachotes en el Delta del Tigre, chicos y chicas tratando de estirar todo lo posible la entrada al mundo adulto, con ganas de cogerse entre todos y drogarse hasta caer desmayados…
H: Rampolla es sexóloga, no es escritora. C: Es lo de menos… Además el apellido Rampolla, de entrada, me pone cachondo. Suena a una zona erógena del cuerpo femenino... «Me encanta cómo me acaricias la rampolla». «¿Quieres mi rampolla? Aquí la tienes, zorrito…».
H: Ahora que lo decís, en un momento se levantó cierta polvareda porque no se sabía quién le había robado la idea a quién. No vi la peli, ¿es tan así?
H: No pienso seguir adelante con esta conversación. Y hacés el acento ibérico muy mal.
C: No, salieron las dos al mismo tiempo. Si la historia de Sklar transcurriera en San Clemente del Tuyú, y no en el Tigre, a nadie se le habría ocurrido decir nada. Incluso creo que las los historias se complementan de alguna manera.
C: ¿Te da vergüenza o maduraste? H: Creo que le damos demasiado importancia al sexo, cuando en fondo no hay nada más fácil que coger.
H: Igual que Sklar y Piroyansky, ¿no?
C: Esa una gran frase, querido amigo.
C: ¿Ellos también se complementan, según vos?
H: Sí, pero no es mía. Lo dice Carolina Aguirre en el texto que sigue.
H: Piroyansky es un actor que al mismo tiempo escribe… Y Sklar es un escritor que se sube al escenario y actúa vestido de mujer.
C: O sea que vamos a seguir hablando de sexo. ¡Genial!
C: Lo mismo que vos.
H: No. Vamos a leer la historia de una escritora en crisis a la que no le interesa tanto el sexo, ni los tipos con los que se acuesta, sino las peripecias del romance.
H: Yo no me visto de mujer, Christian Gustavo. Soy un escritor serio. C: Tampoco cogés al mismo ritmo que Sklar.
C: Algo que le sirva para distraerse un poco, ¿no?
H: No prejuzgues. Lo que no hago es escribir sobre todo lo que cojo, ni cómo cojo.
H: Y, sobre todo, para poder contarlo después. x
EL LORO PLAGIA LA PALABRA, PERO QUIEN ESTÁ PRESO ES EL CANARIO. 46