MOSAICO

“En esta primera edición de Mosaicos, me dirijo a ustedes, estimados lectores, como Henry Salcedo, editor en jefe de esta nueva publicación, para compartir con entusiasmo el propósito que da vida a este proyecto. Mosaicos surge como un espacio destinado a la exploración y reflexión sobre la cultura y la sociedad que nos rodea, especialmente desde la perspectiva de nuestra identidad venezolana, pero sin limitarnos a ella. Este esfuerzo busca satisfacer un doble objetivo: cumplir con una inquietud académica que me motiva y ofrecer un lugar donde informaciones y opiniones puedan difundirse de manera abierta y enriquecedora.
La esencia de Mosaicos radica en su capacidad de tejer los múltiples elementos que conforman nuestra cultura y analizar cómo estos se influyen y entrelazan con la sociedad en que vivimos. Nuestro compromiso es proporcionar contenido que sea tanto accesible como significativo, dirigido a una audiencia diversa que comparta el interés por comprender y cuestionar nuestro entorno cultural y social.
En cada edición, encontrarán desde recomendaciones y reseñas de películas, series o libros hasta artículos con un enfoque más académico que invitan a un análisis profundo. Nuestro propósito no es solo informar, sino también provocar reflexión y fomentar conversaciones que trasciendan lo cotidiano.
Fotografía: Valeria Salcedo.
Mosaicos nace del deseo de construir puentes entre el conocimiento y la experiencia, entre lo académico y lo popular, entre lo local y lo global. Es nuestra esperanza que esta revista se convierta en un punto de encuentro para todos aquellos que buscan comprender mejor el mundo que habitamos y las historias que nos definen. Gracias por acompañarnos en esta primera entrega. Los invito a explorar, cuestionar y, sobre todo, a formar parte activa de este mosaico en construcción.”
Con gratitud, Henry Salcedo
En un mundo donde la polarización política y el ascenso de líderes autocráticos han cambiado la forma en que interpretamos el poder y la justicia, la adaptación cinematográfica de Wicked llega como una pieza tan espectacular como reflexiva. Bajo la dirección de Jon M. Chu y con las actuaciones principales de Cynthia Erivo como Elphaba y Ariana Grande como Glinda, esta obra no solo deslumbra por su impecable diseño visual y su emocionante banda sonora, sino también por su habilidad para conectar con las tensiones y dilemas políticos del presente.
Basada en el musical homónimo de Broadway, Wicked reimagina la historia del Mago de Oz desde la perspectiva de los villanos, o al menos de quienes han sido etiquetados como tales. Elphaba, conocida como la “Malvada Bruja del Oeste”, no es más que una joven idealista con un don extraordinario y un profundo sentido de la justicia. La película explora cómo su carácter desafiante y su rechazo a aceptar las reglas del poder establecido la convierten en un blanco fácil de desprestigio público.
Por otro lado, Glinda, la “Bruja Buena”, representa a quienes, atrapados en las estructuras de poder, deben decidir si actuar según lo que creen correcto o preservar su posición privilegiada. La relación entre ambas protagonistas, llena de tensiones y reconciliaciones, es el corazón emocional de la película. Es también una alegoría de los conflictos sociales actuales.
Uno de los aspectos más cautivadores de Wicked es su subtexto político. El Mago, quien se presenta como un líder salvador y carismático, manipula la percepción pública mediante una maquinaria propagandística que demoniza a sus opositores y glorifica su régimen. Este personaje, que podría parecer un antagonista lejano en un mundo fantástico, es inquietantemente familiar en el contexto global actual, donde líderes autocráticos y
Fotografía: Cortesía de Universal mesiánicos han sabido aprovechar el miedo y la desinformación para consolidar su poder.
La película plantea preguntas fundamentales: ¿quién define el bien y el mal en una sociedad?, ¿cómo se construyen los héroes y los villanos?, ¿y qué precio estamos dispuestos a pagar por desafiar el status quo? En un mundo cada vez más polarizado, donde la verdad parece ser moldeada según las conveniencias de quienes están en el poder, Wicked es una invitación a cuestionar las narrativas dominantes y a buscar la verdad, incluso cuando resulte incómodo.
Wicked no se limita a ser una crítica al poder, sino que también examina cómo las sociedades polarizadas tratan a quienes se apartan de la norma. Elphaba, por su apariencia y habilidades poco convencionales, se convierte en el chivo expiatorio de un sistema que necesita un enemigo común para mantenerse unido. Esta dinámica resuena profundamente en un mundo donde el discurso del odio y la estigmatización de las minorías son herramientas recurrentes en manos de gobiernos autoritarios.
El viaje de Elphaba, desde su lucha por la aceptación hasta su transformación en una figura de resistencia, ofrece un mensaje esperanzador: incluso en los momentos más oscuros, la valentía y la integridad pueden prevalecer. Por su parte, la evolución de Glinda, de ser una figura superficial y complaciente a una mujer que reconoce las injusticias del sistema, es un recordatorio de que el cambio es posible, incluso desde dentro de las estructuras corruptas.
Wicked es, también, un deleite para los sentidos. Jon M. Chu entrega una producción visualmente deslumbrante que capta la magia y la oscuridad del mundo de Oz. Desde los majestuosos paisajes hasta los elaborados números musicales, cada escena está cuidadosamente diseñada para sumergir al espectador en una experiencia inolvidable.
Cynthia Erivo ofrece una interpretación poderosa como Elphaba, transmitiendo tanto su vulnerabilidad como su fuerza. Su voz, cargada de emoción, da vida a canciones emblemáticas como Defying Gravity, que se convierten en himnos de resistencia y empoderamiento. Ariana Grande, por su parte, sorprende con una actuación matizada como Glinda, aportando profundidad a un personaje que podría haber caído fácilmente en el estereotipo.
Fotografía: Daniela Briceño.
El pasado 31 de octubre, el ambiente 15, conocido como “La Pecera” del campus Mora 2 de la Universidad Yacambú, fue el escenario de “Making the Podcast”, un evento que reunió a estudiantes y profesores de la Escuela de Comunicación Social para conocer de cerca la experiencia de dos destacados periodistas venezolanos, Juan Hurtado y Stephany Monaco, creadores del podcast Dos Locos de Amor.
Durante la charla, los invitados compartieron sus vivencias al concebir y desarrollar su proyecto, abordando no solo los aspectos creativos y técnicos de producir un podcast, sino también los retos específicos que enfrentan los creadores de contenido en Venezuela. Desde consejos prácticos para dar los primeros pasos en este formato, hasta reflexiones sobre la importancia de la autenticidad y la constancia en un entorno
El pasado 25 de noviembre, el Salón Libertador del campus Mora 1 de la Universidad Yacambú fue el escenario para el capítulo piloto del podcast “Hablando sin Tabúes”, una propuesta antológica de entrevistas con distintos moderadores e invitados en cada episodio. En esta ocasión, los moderadores y estudiantes de comunicación social Henry Salcedo y Dailymar Mendoza dirigieron una conversación sobre la problemática de la cultura de la violación, contando con la participación del antropólogo Félix Gil, la psicóloga Aline Nuñes y la abogada María José Paradas.
A lo largo del evento, los especialistas ofrecieron análisis desde sus respectivas disciplinas, abordando temas como la construcción cultural, el impacto psicológico en las y los sobrevivientes y los retos legales para combatir esta problemática. A pesar de que el auditorio no se llenó completamente, el contenido fue ampliamente elogiado por su perspectiva de género.
marcado por limitaciones tecnológicas y económicas, Hurtado y Monaco ofrecieron una perspectiva inspiradora y realista.
El evento resaltó el potencial del podcasting como medio de expresión y conexión, dejando claro que, incluso en contextos desafiantes, la creatividad y la pasión pueden abrir caminos para nuevas narrativas en el país.
Fotografía: Elianny Rodríguez.
El Arte de la Guerra, de Sun Tzu, es un clásico atemporal que trasciende el ámbito militar para ofrecer lecciones aplicables a múltiples contextos, desde los negocios hasta la vida personal. Escrito hace más de 2,500 años, este breve tratado de estrategia se divide en 13
Fotografía: StoryShots.
capítulos que abordan temas esenciales como la preparación, el uso eficiente de los recursos, el manejo de la información y la importancia de conocer al adversario y a uno mismo.
Uno de los principios más destacados de Sun Tzu es que “la mejor victoria es la que se obtiene sin necesidad de luchar”, lo que pone de manifiesto el valor de la planificación estratégica y la inteligencia por encima de la confrontación directa. Este enfoque subraya que el conocimiento y la anticipación son las armas más poderosas en cualquier tipo de conflicto.
Más allá del ámbito militar, El Arte de la Guerra ha encontrado un espacio privilegiado en disciplinas como los negocios, el liderazgo, la política y el desarrollo personal. Conceptos como “ocupar el terreno estratégico” o “economizar fuerzas” se han traducido en lecciones prácticas para la gestión de equipos, la toma de decisiones y la competencia en mercados globales. El texto invita a sus lectores a actuar con propósito, evaluar riesgos y adaptarse al cambio con inteligencia y precisión.
El estilo de Sun Tzu es deliberadamente conciso, cargado de frases que condensan grandes ideas en pocas palabras. Esta cualidad, aunque accesible, exige una lectura reflexiva para captar la profundidad de su contenido. Las traducciones modernas, acompañadas de comentarios históricos, han facilitado su comprensión y lo han hecho aún más relevante para audiencias contemporáneas.
El impacto de El Arte de la Guerra radica en su capacidad para conectar con las necesidades del lector moderno. En un mundo interconectado y lleno de incertidumbres, sus enseñanzas ofrecen una guía para enfrentar problemas complejos y aprovechar las oportunidades de forma estratégica. Tanto para líderes que buscan gestionar equipos de manera efectiva, como para individuos que enfrentan decisiones importantes en su vida personal, este libro es una fuente inagotable de inspiración y aprendizaje.
En conclusión, El Arte de la Guerra no es solo un tratado sobre tácticas militares, sino un testimonio de cómo la estrategia puede ser aplicada en todos los ámbitos de la vida. Es una obra que, a pesar de su antigüedad, sigue resonando en un mundo moderno donde la adaptabilidad, el conocimiento y la inteligencia estratégica son más importantes que nunca. Sin importar cuántas veces se lea, siempre habrá algo nuevo que descubrir y aplicar.