Revista Hegemonía Nº. 2 Año I/Abril de 2018

Page 14

(PCdoB) y dos partidos más. Era el corolario de 35 años de lucha y abnegación desde la militancia inicial en el Sindicato de Obreros Metalúrgicos, pasando por la fundación y desarrollo del Partido de los Trabajadores hasta llegar a tres candidaturas frustradas a la presidencia de la Nación. Brasil tenía por primera vez en su historia un presidente obrero, líder sindical y sin educación formal. Empezaba la insólita transformación de unos de los países más extensos, populosos y desiguales del mundo, que culminaría en la ubicación de Brasil como quinta mayor economía del planeta, con una movilidad social inimaginable y 45 millones de personas abandonando la miseria y obteniendo la dignidad. Pero para eso faltaban todavía ocho años. La lucha estaba por empezar.

Los años más felices El triunfo en las elecciones de 2002 fue en el ballotage o segunda vuelta electoral, con impresionantes 61,27%.

Pero no vaya a creer el atento lector que no mereció ganar ya en primera vuelta: la ley electoral de Brasil pone la vara mucho más alta que en Argentina, por ejemplo, para evitar el ballotage. Allí, para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener el 50% de los votos válidos más uno, sin importar cuánto haya obtenido el segundo más votado. Si rigiera allí una ley similar a la de Argentina, donde con el 40% de los votos válidos y 10 puntos de ventaja sobre el segundo mejor ubicado ya son suficientes, Lula habría arrasado ya en primera vuelta, pues obtuvo el 46,44%, con mucha ventaja sobre el candidato de la derecha neoliberal gobernante, José Serra, que logró apenas el 23%. Además, Lula ganó en 24 de los 27 estados federados —lo equivalente a nuestras provincias— en primera vuelta y en todos menos uno (justamente en Alagoas, uno de los más insignificantes en términos de colegio electoral y reducto histórico de la derecha; Fernando Collor de

14 HEGEMONIA - MARZO DE 2018

Mello es el caudillo allí) en segunda vuelta. Sea como fuere, Lula se convirtió en el tercer presidente con más votos en todo el mundo: la marca de casi 53 millones de electores solo es superada por Ronald Reagan y por George W. Bush, y solo porque los Estados Unidos tienen una población de alrededor de 300 millones de habitantes, ya que los porcentajes tanto de Reagan como de Bush son inferiores a los obtenidos por Lula. A partir de tan expresivo triunfo, el Partido de los Trabajadores y Lula empezaron un proceso de transformación de las estructuras jamás visto en Brasil y únicamente verificado en Bolivia y en Venezuela con Evo Morales y Hugo Chávez. Con el gobierno de los trabajadores, Brasil experimentó a la par un crecimiento histórico de su PBI, un desendeudamiento del orden de 168 mil millones de dólares y una redistribución de la riqueza que, en el país más desigual de América Latina y uno de los más desiguales del


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.