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A MI VIRGEN DE LA ENCARNACIÓN

No encuentro palabras exactas, para decirte lo que nunca te he dicho, las guardo en un tintero, y hoy para ti, las escribo.

Con amor a mi Virgen, mis versos son para ti, son rezos en forma de canciones, Patrona mía, este es mi sentir.

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En esta mañana de primavera, me he levantado en tu día, para llevarte rosas blancas, mis manos no fueron doloridas.

Son rosas de mi rosal, que blanco tienen tan fino, paséalas por tu pueblo, no pinchan, aunque son del espino.

Que brinco dio mi sueño… oí que alguien me llamaba, justo abrieron mis ojos, cuando contigo soñaba.

Soñé que hoy era tu día, por fin ya ha llegado, para que salgas en procesión, de ti, dos años, nos han privado.

Que cara más guapa reflejada en tu camerino, con tu hijo en brazos, ¡qué niño más divino!

Entre salves, rezos y vivas, pasea por tu pueblo en procesión, al llegar a la plaza de la Súplica, nos desborda la emoción.

Madrinas y Pastiras, van en tu compañía, ¡en tu Trono dorado, que hermosa vas, Madre mía!

Engalanada en tu día, de rosas a cuál mejor, ¡Tú destacas la más hermosa, ¡Virgen de la Encarnación!

La afonía me apaga la voz, de regocijo y emoción, de tanto decir …..viva

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