FIESTAS EN HONOR A LA VIRGEN DE LA ENCARNACIÓN

Saluda Del P Rroco

La gran pregunta: ¿Por qué tanto mal en el mundo? La respuesta fácil es echar la culpa a otros, a un dios malo o al demonio. Pero aquí nos interesa, no el análisis del pecado y de sus consecuencias, sino la promesa salvadora de Dios. La lucha entre el bien y el mal continúa; se puede perder una batalla, pero no la guerra, al final el mal será vencido. Un hijo de mujer y la mujer misma pisarán la cabeza de la serpiente. Abiertos pues al compromiso en la lucha y a la esperanza en la victoria. María, “la mujer”, la madre, tiene mucho que decir y que hacer.

La estampa de la Encarnación es la contraria a la de la tentación en el paraíso, y va a significar el principio de la restauración deseada. En vez del demonio, un ángel. En vez del espíritu de la maldad y la mentira, el Espíritu de la santidad y la verdad. En vez de una mujer orgullosa que duda y desobedece, una joven humilde que cree y se entrega. En vez de castigos, gracia, bendiciones y promesas de salvación. En vez de unos hombres que quieren ser Dios, un Dios que quiere hacerse hombre. En vez de una divinidad conquistada, una divinidad regalada. Y María dijo: “Hágase”. Y el ángel se retiró y el Espíritu descendió y Dios y el hombre se abrazaron sustancialmente.

Ésta es la cuarta ocasión en la que me dirijo a vosotros; de nuevo, os deseo a todos una feliz novena y aún más una feliz Fiesta de Nuestra Señora de la Encarnación, Madre, Alcaldesa Honoraria y Patrona de nuestro pueblo, Peal de Becerro. Que, en estos días, la Virgen de la Encarnación nos alcance, del Altísimo, las mejores bendiciones para todos y, personalmente, le pido poder hacerle la Súplica desde su lugar de costumbre, que, aunque vaya por el cuarto año, aún carezco de esa experiencia; espero poder vivirla ya este año.

Madre del Redentor. Virgen Fecunda, Puerta del Cielo, siempre abierta. Estrella del mar. Ven a librar al pueblo que tropieza y se quiere levantar. Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu Santo Creador y permaneces siempre Virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel y ten piedad de nosotros, pecadores.

Os bendigo en el nombre del Señor. Que la Madre de la Encarnación os cuide a todos.

¡VIVA LA VIRGEN DE LA ENCARNACIÓN!

Jaime González Fernández

Cura-Párroco de Ntra. Sra. de la Encarnación y Capellán de esta Hermandad