CALLEJEANDO Por: Gloria Castro, Manuel Herrera Navarro y Meybell Lewis
Fotografía cortesía de Luis Bruzón
EL PERIODISMO ETNOGRÁFICO DE LUIS BRUZÓN Viajero buscando transmitir la realidad 4
El quehacer antropológico es un algo que desde los principios de su existencia, a finales del siglo XIX, se ha caracterizado por ser una labor de viaje y descubrimiento dentro de la diversidad humana de nuestra especie.
A continuación, se presenta parte de lo que es su propia historia de vida y de cómo es que desde un enfoque comunicativo se ha ido desarrollando cierto tipo de trabajo vinculado estrechamente con lo que es la antropología.
La antropología implica necesariamente el retomar aportes de otras áreas, otras ciencias y otras perspectivas para alcanzar realmente su visión holística. A su vez, esta retribuye complementándolas y nutriéndolas. Dado que los diálogos interdisciplinares realmente son construidos a partir de vivencias; creemos que la mejor forma de acercarnos al tema es a través de la visión de personas que han construido este enfoque.
Desde el momento 0 hasta el minuto 8:20 (por ahí…)
Luis Bruzón, que es a quien se confiere el honor de relatar su testimonio en el presente artículo, ha desarrollado gran cantidad de trabajo profesional vinculado con la antropología, sin partir necesariamente de un saber académico de formación pero sí de vasta experiencia en campo.
Yo soy Luis Bruzón Delgado. Soy madrileño. Yo creo que siempre tuve una vocación por los viajes, siempre me llamaba la atención las culturas, otras latitudes del mundo. También me gustaba la imagen, la fotografía y me gustaba ver los documentales de viajes. Mi padre era profesor de fotografía, me dio algunas nociones, me gustaba proyectar las películas que hacíamos en plan casero (pues antes todo era en cine, sin soporte fílmico, no había video). Después del colegio, en la universidad, me metí en periodismo. La verdad es que no sabía si estudiar imagen, cine… al
final estudié periodismo, complementé con temas de imagen, pero yo tenía la idea de no ser periodista convencional. Pronto me salió la oportunidad, un poco sin quererla (o más bien sin buscarla), en el mundo de la cooperación al desarrollo. Bien joven salí de España, 23 años. Mi primera experiencia fue en el Norte de Argentina, tuve una pasantía en un canal de televisión regional (digamos territorial) de la provincia de Santiago del Estero, eso fue en el año 90...; y en el 91 me seleccionaron para un programa de cooperación de jóvenes (“Jóvenes Cooperantes”), yo me apunté, lo leí en el periódico, me seleccionaron y me mandaron a Costa Rica. Era un proyecto en la Universidad para la Paz. Había una productora de vídeo, que se llamaba Centro Gandhi de Comunicación, y yo me integré como guionista, y periodista... ahí estuve seis meses, porque el contrato era improrrogable, pero como había estado antes en Argentina, la idea era seguir ahí, no devolverme a España.
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