Sobre lo inmaterial de lo material (en la Escuela de Artes Plásticas de Oaxaca) El propósito del presente texto es intentar entender la Escuela de Artes Plásticas de Oaxaca (2005) de Mauricio Rocha Iturbide, desde una perspectiva más local para intentar dar argumentos de por qué la atemporalidad en esta obra se evidencia a partir de la materialidad y la monumentalidad. Se intenta llegar a la atemporalidad como máxima expresión de este edificio, la cual apela a una concepción del tiempo no abstraída en segundos como la occidental, sino desde la concepción prehispánica del tiempo a partir de ritmos que van hilando una temporalidad cíclica, en lugar de lineal. Se pretende una visión no tan analítica para demostrar el trasfondo que tiene la obra con la arquitectura prehispánica. Se abordan una serie de textos que dan indicios de esta arquitectura pasada, así como de la concepción del tiempo de la cual, a veces, nos olvidamos. En un primer paso se habla de la materialidad del edificio y lo obvio para los ojos; lo físicamente presente en el proyecto. En un segundo lugar se encuentra el tema de monumentalidad, que viene del punto anterior pero apela más a los perceptual dentro del proyecto. El último paso, el paso culmine, es la atemporalidad. En este se explica por qué es un edificio que retoma elementos de la cultura prehispánica, tanto de arquitectura como de cosmología, para evidenciar el salto temporal que hacen estos elementos para llegar a Rocha y con ello, trascender al tiempo. El texto se desarrolla a partir de elementos o conceptos presentes en casi todas las categorías, en las cuales, a medida que avanza el texto, se profundizan para desmaterializarse. MATERIALIDAD En el capítulo Palaces, Temples and Sacred Centres del texto The Art & Architecture of the Aztec & Maya de Charles Phillips, el autor habla sobre los modos de construcción así como de la materialidad. Los Mayas generalmente construían sobre plataformas levantadas edificios con cuatro apoyos en las esquinas y tejiendo una malla de palos y adobe, parecido al bahareque. Usualmente tenían una forma rectangular y se les hacía un zócalo de piedra antes de hacer las paredes. Utilizaban materiales que se encontraran a su alrededor como tierra, piedra y madera.1 En la Escuela de Artes se utilizan materiales de su entorno; tierra del sitio, piedra y concreto. Al igual que los mayas, se hacen zócalos en piedra que soportan los altos muros de tierra. La tierra se compacta usando formaletas de madera, dejando la marca de esta en las paredes de los volúmenes. En otro capítulo llamado Building the Cities se presentan algunos sitios arqueológicos presentes en el territorio de América Central. Monte Albán presenta una gran plaza central con edificaciones en su interior y tiene una materialidad distinta al resto de la ciudad; está recubierta por estuco blanco.2 Algo parecido sucede en el proyecto de Rocha: hay una variedad de 1
Charles Phillips, The Art & Architecture of the Aztec & Maya (Londres: Southwater, 2007), 18.
2
Phillips, The Art & Architecture, 40.