Beneixama y sus embajadas. Una mirada retrospectiva a la poesía de la fiesta

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Colabora:

Ajuntament de Beneixama

Beneixama y sus embajadas

Subvenciona:

Beneixama

y sus embajadas Una mirada retrospectiva a la poesĂ­a de la fiesta


Autores: Juan Bautista Pastor Aicart (Embajadas de Moros y Cristianos)

José Mª Milán Álvarez (Ambaixada dels Estudiants) y poesía final de la tercera embajada de Moros y Cristianos) Francisco Camús Bellod (La Brega dels Llauradors) Lorenzo Ferrero Sarrió (Ambaixada dels espies) Equipo de redacción: Juan Bautista Payá (cronista de Beneixama), Manuel Juan Amorós, Andrés Ferrero, Francisco José Pérez y Guillermo Valdés.

Edita: Comissió de Festes de Moros i Cristians, Nostra Sra. de la Divina Aurora

Diseño y maquetación: Estudio Comunico

Impresión: Gráficas Royanes Primera edición: Septiembre de 2016 ISBN 978-84-617-4880-8

© Es propiedad de los autores y queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de la obra por ningún medio físico o electrónico sin la autorización expresa del editor o los autores.


Índice Presentación

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Prólogo 7 Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

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Juan Bautista Pastor Aicart

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Sobre las embajadas

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Embajadores a lo largo de la historia

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Las embajadas Embajada primera

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Embajada segunda

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Embajada tercera

44

Capítulo II Embajada de los Estudiantes

55

José María Milán Álvarez

56

Sobre la embajada

59

Embajadores a lo largo de la historia

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L’Ambaixà dels Estudiants 63 Capítulo III La Brega dels Llauradors 87 Francisco Camús Bellod “Pana” 88 Sobre La Brega dels Llauradors 89 Embajadores a lo largo de la historia

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La Brega dels Llauradors 91 Capítulo IV L’Ambaixada dels espies 97 L’Ambaixada dels espies de Beneixama L’Ambaixada dels espies (extracto)

98 101

Bibliografía 104


A todas las personas amantes de Beneixama y fieles seguidoras de nuestras embajadas.


Presentación

PRESENTACIÓN Beneixama tiene en sus embajadas de Moros y Cristianos un gran legado y patrimonio cultural, textos con un alto valor literario, con más de 140 años de antigüedad, que aportan la heroicidad y el tono épico necesario para rememorar durante nuestras fiestas una época histórica convulsa para nuestro país, como lo fue la de la Reconquista. Las embajadas del Poeta Pastor Aicart y la embajada humorística escrita por José María Milán son el complemento perfecto, cara y cruz de una misma moneda, de alto valor sentimental y que todos debemos proteger y aprender a valorar. Somos un pueblo singular con gentes ilustres como Pastor y Milán y al mismo tiempo con gente autodidacta como Francisco Camús, nacido de la tradición más popular y autor de un texto de fuerte arraigo en nuestra localidad, como es el declamado durante la festividad de San Isidro Labrador. Este libro recoge todas las manifestaciones culturales que, representadas en sus embajadas, engrandecen el nombre de Beneixama. Caleidoscopio perfecto que nos traslada una imagen muy particular de esta magnífica villa a través de sus embajadas festeras, día de los estudiantes y festividad de San Isidro. Quiero hacer mención también a la publicación en este libro del extracto de una embajada inédita fechada en 1915, de tono jocoso y firmada por Lorenzo Ferrero Sarrió, íntimamente ligada a la que la vecina localidad de Banyeres sí representó desde 1912 hasta 1918, pero que al parecer, en Beneixama no llegó a ser declamada de manera oficial. El equipo de redacción ha creído conveniente incluir este texto al considerar que esta embajada tiene un valor histórico, no solo por su antigüedad, sino también por el interés lingüístico de la obra al estar escrita en el valenciano hablado en nuestro pueblo hace más de 100 años. La edición y publicación de todas nuestras embajadas en un mismo libro supone para la Comisión de Fiestas que presido, un motivo de satisfacción y un reto conseguido. Manuel Juan Amorós, Juan Bautista Payá, Andrés Ferrero, Francisco José Pérez, gracias por vuestro trabajo y tiempo invertido en esta obra, sin vosotros esto no habría sido posible. 5


Beneixama y sus embajadas

Quiero también agradecer la colaboración que Mª Mercedes Molina, Francesc Gascó, Josep Miquel Conca, Carmen Laborda y Raúl Ferrero han aportado a este libro. Sin duda, sin sus conocimientos el resultado final no habría sido el mismo. Asimismo agradezco de manera especial al Sr. Alcalde, D. Vicente Ibáñez y al Concejal de Fiestas, D. Francisco Castelló, las facilidades dadas para que este libro sea hoy una realidad. Termino con los últimos versos que José María Milán escribió para la embajada de los estudiantes, unos versos que deberíamos tener presentes en nuestras vidas por su fuerte carga emocional, exaltación de los valores del esfuerzo colectivo y llamada a la unidad de todos en torno a un mismo sentimiento. Guillermo Valdés Sanz Presidente Comisión de Fiestas de Moros y Cristianos Nostra Sra. de la Divina Aurora

Por Ella y por Benejama luchemos, hermanos míos, con el ardor de la llama… Por Ella y por Benejama, seamos nobles y bravíos! Tanto arriba como abajo demos en toda ocasión, al hallarnos en el tajo, a nuestro pueblo, el trabajo, a La Aurora, el corazón! José María Milán

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Prólogo

PRÓLOGO La pretensión primigenia del equipo de redacción encargado de la confección del libro que ahora, querido lector, tiene en sus manos, era compilar las magníficas embajadas con que cuenta el pueblo de Beneixama. Un enorme legado cultural que tenemos la obligación, tanto de difundir como de preservar. Con algo más de tiempo y de espacio, el edificio literario que hemos construido sería más completo. Pero en ocasiones, estos dos conceptos vienen acotados, y uno tiene la obligación de amoldarse a las circunstancias. Aun así, el tiempo empleado en la elaboración del libro ha sido notablemente productivo. Sirva de ejemplo, la publicación en él, de un texto inédito que ha estado durmiendo el sueño de los justos durante casi 100 años: “L’Ambaixada dels espies de Beneixama”. Una obra jocosa fechada en 1915, que está firmada por nuestro paisano, Lorenzo Ferrero Sarrió, alcalde de nuestro pueblo, que fue además, tanto embajador moro como embajador cristiano. Pero, como desconocer lo que fuimos es no saber lo que somos, adentrémonos en la historia y recorramos un largo y tortuoso camino que nos llevará a la aparición de las Fiestas de Moros y Cristianos en nuestro entorno. Estas fiestas son una amalgama de piezas que han ido confluyendo a lo largo de la historia para conformar en la actualidad un colorido y variopinto puzle festero. Tengamos en cuenta que se celebran en casi 300 localidades de la Península Ibérica, el Continente Americano y alguna otra zona geográfica. Pero si bien es cierto que en la inmensa mayoría lo que se intenta rememorar es la “Reconquista”, también lo es que algunas evocan otros acontecimientos de la lamentable confrontación “mora y cristiana”. La primera pieza fundamental de este rompecabezas la encontramos en la interrelación entre la cultura cristiana e islámica en la Península Ibérica. Un espacio temporal que abarca, aproximadamente, desde la entrada de los musulmanes en el año 711, hasta la conquista de Argel por Francia en 1830. Hecho que acaba con la piratería berberisca en las costas mediterráneas. No obstante, el contraste entre ambas culturas, vuelve a implantarse en el imaginario colectivo con las guerras de Marruecos del siglo XIX y primer tercio del XX. Es probable, que esa nueva confrontación se plasme en el texto de “L’ambaixada dels espies de Beneixama”, fechado como ya vimos en pleno conflicto armado. De hecho, hay constancia de que hubo gente de Beneixama que participó en la contienda. Una contraposición cultural que se traslada también a las diversiones colectivas, tanto en el ámbito aristocrático como en popular. Los municipios, por ejemplo contando con los gremios, llegan a representarla montando espectáculos con ocasión de solemnizar acontecimientos reales: visitas, bodas, centenarios, etc. 7


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Tal como ocurre en Toledo (1533), Valencia (1586) o Alicante (1715). Curiosamente, en estas escenificaciones, son muy frecuentes las tomas de castillos defendidos por supuestos moros. Pero esas celebraciones son solamente un espectáculo puntual sin carácter de continuidad, por lo que sería un error calificarlas como fiestas populares. En Beneixama, en 1803, un acta municipal atestigua que con motivo de la visita de una autoridad eclesiástica se dispara con armas de fuego y morteretes. Aparte, el referido enfrentamiento pasa, en una época de esplendor cultural como el Siglo de Oro, de la literatura al mundo del teatro y la representación. Con Felipe II se inicia el apogeo de la comedia española, por aquel entonces las comedias de moros y cristianos están entre las preferidas de los asistentes a las corralas. Donde no existen, las calles se convierten en escenario improvisado. Quevedo, por ejemplo, refiere en “El Buscón”: “no hay autor que no escribiera ni representante que no traiga su farsa de moros y cristianos”. Otro de los fragmentos fundamentales que van a conformar el intrincando rompecabezas de la fiesta es el tema religioso. En los siglos XVII y XVIII, se generaliza el nombramiento de patronos en los pueblos. Esos festejos se solemnizan en ocasiones con representaciones al aire libre de una leyenda piadosa en forma de comedia hagiográfica relacionada con el santo o advocación mariana. Sirva de ejemplo que en Beneixama, en diversas actas de los plenos de los años 1797 y siguientes, consta la destinación de un presupuesto para la fiesta de los santos titulares y patronos. Asimismo, en 1821 José Parra, Salvador Vera y Vicente Luna, vuelven con sus carros de comerciar por la llanura manchega. De repente, una fuerte tormenta les sorprende en medio de la noche. Temiendo por su vida se aclaman en busca de protección divina a la Virgen de la Aurora. En ese momento, para su sorpresa, cesa la tormenta y contemplan una extraña luz, una “aurora boreal”. Es el comienzo de una veneración que hoy da título al patronazgo de nuestro pueblo. Las denominadas soldadescas son otro fragmento del organigrama festero que ha influido en la conformación actual de la fiesta. Los Reyes Católicos son los encargados de crear las milicias locales. Más tarde, Felipe II reorganiza las milicias estructurándolas de acuerdo con la siguiente jerarquía: Capitán, Alférez, Sargento, Cabo, Soldados. El monarca, preocupado por los levantamientos moriscos y los desembarcos de turcos y berberiscos, insiste en que la nobleza debe formar para aficionar a los plebeyos, cofradías o compañías de gente de armas que se ejercite en ellas. Con ocasión de las grandes fiestas, estas milicias de autodefensa comienzan a intervenir en las fiestas locales. Combinan la diversión con el entrenamiento militar, la puesta a punto del armamento y la escolta del patrón o patrona de la villa. Estas entidades están presentes en Beneixama en la Guerra de la Independencia. Para combatir a los franceses se crea aquí, con 59 hombres, una Guerrilla Honrada de la Villa compuesta por ocho partidas de 8


Prólogo

guerrilla. Aparte, en la segunda de las cinco compañías de la Milicia Honrada de la Hoya de Castalla, que combate contra los franceses en distintos puntos del territorio valenciano, hay 24 hombres de nuestro pueblo. Finalmente, en 1823 se constata un tercio de voluntarios realistas en nuestra localidad. Posiblemente, por las fechas que estamos viendo, sean estas milicias locales el punto de partida de la constitución de nuestras fiestas. De ahí, que en Beneixama se hayan preservado, acertadamente, muchas de las características de la soldadesca o milicia local; como el nombre de los cargos (Capitán, Alférez, Sargento), la denominación militar de algunos actos (Diana, Retreta), las evoluciones militares de las escuadras oficiales, etc. En un momento determinado de la historia, aunque en cada lugar con formas y tiempos diferentes, confluyen junto con otras que no hemos visto, las piezas del puzle explicativo que hemos analizado. En primer lugar, la confrontación entre la cultura cristiana e islámica en la Península Ibérica, un flujo que pasa, como ya hemos visto, de la literatura al mundo teatral. En segundo lugar, el nombramiento de los patronos en los pueblos. Y finalmente, la incorporación de las milicias locales a la fiesta. En 1839 se publica en el Semanario Pintoresco Español un artículo donde se describen de manera pormenorizada las Fiestas de Moros y Cristianos de la vecina población de Biar, haciendo referencia a otras poblaciones donde se celebran fiestas parecidas: “Alcoy, Onil, Benajama y otras muchas solemnizan el célebre día con fiestas anuales a las que dan el nombre de Moros y Cristinos”. Además, existe un texto de fecha 8 de septiembre de 1840 que trata sobre algunos aspectos de la reglamentación de nuestras fiestas. Finalmente, en 1841, nuestro ilustre Cardenal Payá plasma en la crónica sobre los actos de inauguración de la Iglesia Parroquial de Beneixama la siguiente frase: “Todos los días menos el último, hubo Moros y Cristianos…”. Toda esta documentación da a entender que tomando como referencia la fecha de 1821 en la que comienza el Patronazgo de la Virgen, el año del documento más antiguo que habla de nuestra fiesta (1839), y la milicia local de principios del siglo XIX, las Fiestas de Moros y Cristianos de Beneixama comenzaron en la década de los años veinte o treinta del siglo XIX. Es una fecha muy temprana, teniendo en cuenta que poblaciones tan significativas como Bocairent u Ontinyent, comienzan a celebrar sus fiestas en 1859 y 1860 respectivamente. Obviamente, para dotar de contenido a la fiesta, se implantaron, a modo de actos teatrales: los desfiles, las evoluciones marciales de las escuadras, las dianas, procesiones, cargos, etc. Pero posiblemente, el elemento festivo que más afinidades tiene con el mundo del teatro son las embajadas. Aunque, obviamente, son una pieza fundamental de un engranaje más general, pues no podríamos entenderlas sin los actos de arcabucería que se realizan, 9


Beneixama y sus embajadas

tanto antes (“serreta”), como después (“guanyà del Castell”) de la embajada. La batalla verbal da paso al enfrentamiento armando y las representaciones dan continuidad a la trama escenificada, otorgando unidad al conjunto de actos que de otra manera pudieran resultar inconexos. Las embajadas son actos teatrales patrióticos entre un embajador musulmán y otro cristiano, enmarcadas en un contexto de confrontación entre moros y cristianos, al tener algo material que conquistar y en nuestro caso, como en tantos otros, el castillo de la Villa. Las primeras referencias a la celebración de embajadas en nuestra zona las encontramos en Jumilla (1614), Alicante (1715), Alcoi (1741) o Benilloba (1747). El hecho de que estas primeras embajadas estén escritas en castellano, idioma que la población de la época apenas conocía, da a entender la relativa modernidad de los textos como elemento tardío a incorporar en el esquema de la fiesta. Más tarde, las primeras ediciones impresas, llegan a Alcoi en 1838, a Xixona en 1847, a Beneixama en 1878, a Onil en 1883, y finalmente, a Villena en 1892. Desgraciadamente, no ha llegado hasta nuestros días ningún texto de embajadas anteriores a los de Juan B. Pastor. Ahora bien, es probable que, tal como ocurría en localidades limítrofes, se tomaran prestadas de poblaciones vecinas y fueran transmitidas de manera oral para su posterior declamación. Finalmente, es preceptivo mencionar a modo de guía, que hemos estructurado la obra en cuatro capítulos: “Embajadas de Moros y Cristianos”, “Embajada de los Estudiantes”, “La “Brega dels Llauradors” y “L’Ambaixada dels espies”, donde se incluyen, en el último apartado de cada uno de ellos, las embajadas de Juan B. Pastor, José María Milán, Francisco Camús y Lorenzo Ferrero. También hemos incluido en cada capítulo tres apartados más: uno sobre el autor, otro sobre la propia embajada y finalmente, uno sobre los embajadores que la representaron a lo largo de la historia. La finalidad ha sido poder contextualizar las circunstancias especiales e históricas que rodearon a los autores cuando compusieron y modificaron los textos, para comprender mejor de este modo, las obras que crearon. Todos hemos oído alguna vez declamar a los magníficos embajadores de Beneixama, los textos compuestos por Juan B. Pastor y José María Milán. Además, todos hemos contemplado en el marco incomparable de la “Talaeta”, la representación de “La Brega dels Llauradors”. Forman parte de nuestra memoria colectiva y como referimos al inicio del prólogo, son un gran legado cultural que tenemos la obligación de difundir y preservar para que las generaciones futuras puedan disfrutarlo y sentirse, como nosotros, parte de un maravilloso colectivo: Beneixama.

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CapĂ­tulo I

Embajadas de Moros y Cristianos

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Beneixama y sus embajadas

JUAN BAUTISTA PASTOR AICART

El poeta Pastor Aicart. Fotografía expuesta en el museo del autor en Beneixama

Pretendemos sintetizar en unas pocas líneas1, los hechos más significativos que marcaron la vida de Juan B. Pastor Aicart para poder contextualizar, de manera más precisa, tanto las embajadas de nuestras fiestas, como al autor que las escribió. Cada año, los días 7, 8 y 9 de septiembre, escuchamos declamar a los embajadores de ambos bandos estos valiosos textos escritos por el que es, sin duda, la figura literaria más importante de Beneixama. Juan B. Pastor Aicart nace en Beneixama el 13 de octubre de 1849, su formación académica transcurre en Valencia, estudiando el bachillerato en el actual Instituto Lluis Vives. Allí conoce a un destacado miembro de la denominada “Renaixença Valenciana”2, el profesor de latín e historia Vicent Boix, quien obviamente influye, tanto en su formación académica, como en su formación lite12


Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

raria y personal. Pastor, como vemos, se mueve en estos primeros años en un ambiente culto y de cierto compromiso con el ideario republicano. Sin embargo, su ideología se decanta a partir de 1871 hacia temas religiosos, patrióticos y conservadores, alejándose cada vez más de posicionamientos políticos. Ahora bien, dicha transición ideológica se produce sin abandonar nunca un marcado carácter crítico en sus escritos y una clara defensa de su lengua materna. Cuando termina el bachillerato con 18 años, ya ha escrito tres zarzuelas, una colección de poemas en castellano (1868) y algún poema en valenciano, el denominado “Llemosí ”3 de la época. A continuación, siguiendo los pasos de su padre, se matricula en la Facultad de Medicina. En 1873, tras varios años de estudios universitarios, regresa a Beneixama con el título de Licenciado en Medicina y Cirugía. Aquí, el 20 de julio de 1878, siguiendo la estela de su progenitor, se convierte en el médico titular del pueblo. A partir de entonces sólo puede abandonarlo con el permiso de la autoridad y habiendo encontrado previamente un sustituto, obligación esta que reduce enormemente sus salidas y le aleja de los círculos intelectuales y literarios de la época. Circunstancia que no será óbice para que nuestro insigne poeta participe en la prensa y en numerosos acontecimientos literarios, donde mantendrá acalorados debates científicos, políticos e ideológicos. Su primer cuaderno de poesía data de 1867, aunque en el mismo, hay una composición fechada en el año anterior. Además, al margen de este cuaderno completo y datado, hay otro incompleto al que Josep Martínez Sanchis denomina en la biografía del poeta: “Cuaderno juvenil incompleto”, texto que podría ser del mismo año o incluso anterior a 1867. Son poemas de juventud donde el amor, la pasión y los temas bucólicos se entremezclan con temas religiosos, políticos e históricos. En el año 1870 ultima su segundo cuaderno de poesía, esta vez en valenciano, es un claro ejemplo de las pretensiones lingüísticas de la “Renaixença Valenciana”. 1

Para conocer mucho más sobre la figura y obra de Juan B. Pastor Aicart, es conveniente consultar el interesantísimo ensayo biográfico que sobre el poeta ha escrito Josep Martínez Sanchis.

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La “Renaixença Valenciana”, es un movimiento cultural valenciano surgido en el siglo XIX al calor del ideario literario romántico de la época. La pretensión del movimiento cultural, en el que se enmarca Juan B. Pastor, incluye un proceso de recuperación lingüística del Valenciano después de siglos de abandono cultural y postergación respecto al Castellano. Fecha clave del movimiento es la celebración, en 1859, de los Juegos Florales en Valencia.

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Todos los escritores valencianos de la “Renaixença” denominaban “Llemosí” a la lengua catalana en la que escribían.

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Beneixama y sus embajadas

En esta segunda obra, cargada de poemas dedicados al amor y sobre todo al desamor, no faltan tampoco las composiciones fervorosamente religiosas. Pastor no parará nunca de escribir, es un hábito que le acompañará siempre. Es un trabajador incansable y fruto de ese esfuerzo, y por supuesto de su talento, vendrán, a lo largo de su trayectoria literaria, multitud de premios, accésits y reconocimientos. En 1868 recibe una rama de olivo de plata por la “Joya de Valencia”, su primera composición premiada. Desde este primer galardón, hasta 1895, cuando recibe la prestigiosa “Flor Natural” de los Juegos Florales de Valencia, obtiene nada más y nada menos que 39 premios y 34 accésits. Además, tras esta especie de colofón a su carrera literaria, todavía consigue 24 nuevos trofeos. Entre las instituciones que le otorgan premios debemos destacar: la Academia Bibliográfico-Mariana de Lleida, el Ateneo Científico-Literario de Valencia, el Ateneo Mercantil de Barcelona o “Lo Rat Penat” de Valencia. Igualmente, los premios y reconocimientos, le llegan de todos los puntos de España: Valencia, Lleida, Barcelona, Girona, Lorca, La Coruña, Alcoi, Orense, Vigo, Alicante, Murcia, Santiago de Compostela, Lugo, Cullera, Torrent, Teruel, Jumilla, etc. Pero sin duda, la ciudad donde cosecha más éxitos es Alcoi, donde recibe seis premios y dos accésits. Finalmente, cabe mencionar, que numerosas personalidades del momento galardonan al poeta: S.M. el Rey D. Alfonso XIII, S.M. la Reina Dª María Cristina, la Infanta Isabel de Borbón, el Sr. D. José Canalejas y Méndez o los Cardenales Sancha, Almaraz y Guisasola. Juan B. Pastor Aicart fallece en Beneixama el 12 de diciembre de 1917, dejando tras de sí un extensísimo legado cultural: 1.500 poemas, más de 300 artículos de prensa, más de 30 obras de teatro, zarzuelas, ensayos científicos, cartas con diversas personalidades de la época y como no, el tema que nos ocupa, sus admiradas embajadas para Beneixama, Banyeres de Mariola y Fontanars dels Alforins. Finalmente, el 20 de diciembre del año de su fallecimiento, se le dedica la Calle Mayor de su pueblo, siendo además, hijo predilecto de Beneixama junto a otros ilustres personajes como el Cardenal Payá y Rico. Porque quien a Beneixama tanto supo dar, el agradecimiento no ha de faltar.

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Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

SOBRE LAS EMBAJADAS Las Embajadas compuestas por Juan B. Pastor Aicart para su Beneixama natal, son un tesoro entrañable que podemos disfrutar cada 7, 8 y 9 de septiembre. El poeta Pastor (1849-1917), junto con otros personajes de nuestro pueblo, fraguaron, a lo largo del Siglo XIX y principios del XX, las tradiciones, fiestas y costumbres que hemos sabido preservar como un gran legado cultural. No se han encontrado referencias escritas que puedan fechar la celebración de embajadas en Beneixama con anterioridad a 1872. Ahora bien, es probable que, tal como ocurría en localidades limítrofes, se tomaran prestadas de poblaciones vecinas y fueran transmitidas de manera oral para su posterior declamación. De hecho, como ya referimos, se constata la celebración de Moros y Cristianos en Beneixama en 1839, una fecha muy anterior a las primeras embajadas de Pastor. No se tiene constancia de qué impulsó a nuestro insigne poeta a la creación de las embajadas. La autoría de las de Onil, que datan de 1848, se atribuye históricamente a Vicent Boix, destacado miembro de la “Renaixença Valenciana” y profesor de Juan B. Pastor. Podemos pensar que éste, al no existir en Beneixama este tipo de textos, siguió la senda de su preceptor y vio la imperiosa necesidad de su creación. De hecho, Boix, como ya vimos anteriormente, es un referente para él, tanto académico, como literario y personal. La primera versión de las embajadas (a la izquierda), escrita por nuestro poeta, data de 1872. Se trata, en estos primeros años, de un texto abierto a la incorporación de nuevos elementos, adaptándose así, a la evolución de la fiesta. Por ello, en 1876, Pastor completa la versión de las primeras embajadas de 1872, estas son editadas en Ontinyent en 1878. Podemos apreciar en ellas, claramente, algunas correcciones respecto de los dos textos anteriores.

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Beneixama y sus embajadas

Manuscritos del poeta Pastor. 1872 (arriba) y 1876 (abajo). Se pueden observar con claridad las correcciones efectuadas por el propio autor en el segundo cuaderno.

Además, como parece que nunca ve cerrado el texto definitivamente, en 1897 compone otra versión de las embajadas que sustituye a las precedentes. Curiosamente, el autor, va realizando de forma manuscrita las correcciones, variaciones y nuevos versos sobre los textos de las anteriores versiones. Es conveniente referir que estas obras no figuran entre las favoritas del propio poeta, quien las considera más bien un juego poético al tiempo que le sirven

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Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

para participar en la vida social y cultural de la comarca. Pero contribuye así, de manera notable, a la configuración de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos. Las embajadas, escritas en castellano, no tienen ni buscan una fidelidad histórica de los hechos acaecidos en la Reconquista. Los textos de esta época, ensalzan la moral cristiana y el espíritu patriótico. En definitiva, como refiere Juan B. Pastor Valdés en el prólogo de la edición impresa de 1949: “se trata de un drama de estilo clásico y corte caballeresco en tres actos o embajadas”. El poeta Pastor, con gran influencia cultural en la comarca, escribe igualmente los textos de las embajadas de Banyeres de Mariola y Fontanars dels Alforins. En 1876 se incluye la conversión del moro al cristianismo, añadiéndose así un tercer acto o embajada. Llamado despojo o conversión, se generaliza a principios del S. XIX en las poblaciones de nuestro entorno: Banyeres de Mariola, Fontanars dels Alforins, Bocairent o Villena. Son textos de índole religiosa donde se da una sumisión del vencido, no sólo militar, sino también cultural y religiosa. En todos los textos de esta naturaleza las alusiones al patrón/patrona son continuas.

Primera edición de 1878 (izquierda) y edición de 1897 (derecha).

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Beneixama y sus embajadas

Estos versos de José Mª Milán, declamados al final de la tercera embajada o conversión del moro por el embajador de este bando, plasman, de manera magistral, el enorme agradecimiento que el pueblo de Beneixama debe tributar al autor de sus Embajadas de Moros y Cristianos, Juan B. Pastor Aicart: No es noble y bien nacido con el olvido pagar al que te supo legar con su embajada un tesoro, cuyo madrigal sonoro nos acaba de arrullar.

Instantánea de la embajada del 8 de septiembre de 1971

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Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

EMBAJADORES A LO LARGO DE LA HISTORIA La figura del embajador es fundamental para el desarrollo correcto de una embajada. Por eso, este importantísimo símbolo de la fiesta debe ser asumido por una persona que reúna una serie de cualidades: una voz potente y timbrada, una figura airosa, un gesto noble y marcial, una entonación sutil, y como no, una pronunciación clara. En Beneixama muchas han sido las personas que, dando buena fe de lo anteriormente apuntado, han sabido brillar de manera notable en el viejo oficio de embajador. A todos ellos, como no podía ser de otra manera, el pueblo les tendrá siempre en el recuerdo y les estará eternamente agradecido. Embajadores, Centinelas, Capitanes y Alféreces, son los protagonistas que dan la réplica perfecta a los textos escritos, con estilo magistral, por Juan B. Pastor Aicart. Recordemos pues, tanto en el Bando Moro como en el Bando Cristiano, la amplia nómina de personas que asumieron el difícil reto de ser embajador a lo largo de la historia:

CRISTIANOS

MOROS

Juan Bta. (?)

Lorenzo Ferrero Sarrió

Juan Bta. Valdés Sarrió

Juan Silvestre Sanchis

Fulgencio Sirera Sirera

José Sirera Luna

José A. Camarasa Michavila

José Payá Valdés

José Sanchis Pascual

Francisco Payá Valdés

Rodolfo Crespo Parra

Gabriel Molina Vicent

Leandro Sarrió Pérez

José Vte. Sanchis Barceló

Juan Bta. Payá Molina

Andrés Ferrero Camús

Miguel Sempere Martínez

Eugenio Amorós Molina

Lorenzo Ferrero Sarrió

José A. Frigols Silvestre

Pedro Amorós Vidal

Alfredo Molina Pérez

Pedro Amorós Bravo

Valeriano Silvestre Luna

Juan Bta. Ferrero Valles

Vicente Ferrero Sanchis

José Mª Milán Álvarez

José I. Richart Ferriz

Juan Silvestre Sánchis 19


Beneixama y sus embajadas

EMBAJADA PRIMERA Acompañado de un clarín de guerra que tocará llamada de trecho en trecho, llegará hasta el castillo, ocupado por los cristianos, un guerrero moro a caballo, llevando un mensaje a su caudillo.

ESCENA I Moro y Centinela cristiano Centinela (Con voz fuerte). ¿Quién vive? Moro Llama a tu jefe. Pues me importa hablar con él. Centinela Espera. Moro (Como impaciente). Sólo un momento… Centinela Sólo un momento. Moro Está bien. (Retírase el centinela, saliendo breves momentos después el Capitán cristiano).

ESCENA II Moro y Capitán cristiano Capitán (Saludando). Salud y prez… Moro Portador de un mensaje hasta vos llego, y que lo admitáis os ruego, que en ello hay honra señor. Capitán Siempre la hubo en recibir cuando es cortés, un mensaje. Moro (Con altanería). No juzguéis que es homenaje con que a honraros va el Emir, pues ni él encontró razón que así a honraros le moviera, ni dio en soñar que pudiera querer tal honra Aragón. Capitán Hacedme presto merced de ese mensaje… Moro Tomadlo y si hay razón, contestadlo. (Entregando el mensaje a un guerrero cristiano, quien a su vez lo pone en manos de su Capitán).

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Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

Capitán (Tomándole). Guardad silencio… Moro (Imperiosamente). Leed… (Después de romper los sellos del pergamino, y de leer atentamente el mensaje, lo hace pedazos que arrojará con desdeñoso desprecio). Capitán Bien está… Moro (Con voz airada). ¡Villano alarde! ¿Quién os armó caballero? Capitán (Con altivez). Nada esperes… Moro (Con arrogancia). Nada quiero. Capitán Pues ve en paz, y Dios te guarde. (Vuelve grupas el guerrero moro, dirigiéndose de nuevo a su campamento).

ESCENA III Capitán cristiano (Dirigiéndose a los guerreros cristianos). Arcabuceros al muro: ¡por la Cruz! ¡por Aragón! ¡por Don Jaime el invencible! ¡por el Rey conquistador! ¡por la patria! ¡por sus glorias! ¡por nuestro excelso pendón! ¡Que nadie tiemble medroso, que a nuestra vera está Dios! (Retirándose después al interior de la torre, mientras los guerreros cristianos se aprestan a la defensa del castillo).

ESCENA IV Embajador moro (Acompañado de sus capitanes y guerreros, llega hasta cerca del castillo, y después de un toque de clarín, recita el siguiente monólogo). ¡Siempre orgulloso y altivo! ¡Siempre soberbio y osado! Ni los reveses lo humillan, ni quiso un punto ser cauto. 21


Beneixama y sus embajadas

Rasgรณ con odio el mensaje que hice llegar a sus manos, sin presumir que esa ofensa centuplicรณ mis agravios; ยกsin mentar que son mis iras, cual tormentoso nublado que arrasa, tala y destroza la mies que es gala del campo. (Breve pausa). Mรกs orgulloso que fuerte, y altivo mรกs que arrojado de esa muralla hace escudo para vencerme y burlarnos, no entendiendo en su soberbia, que de mi hierro al amago ruedan mรกs presto vencidos los que se encuentran mรกs altos. Desde que invadรญ esta vega con el tropel de mis bravos, visten de luto las madres, tiemblan de horror los ancianos, se esconden los que luchaban, vencidos y acobardados; doblan los bronces sonoros con voz que llena de espanto, la Cruz vacila humillada ante el pendรณn mahometano, y hasta el sol palideciendo como un hachรณn funerario parece que agonizante rueda medroso al ocaso. (Transiciรณn). Rasgรณ con ira el mensaje, mas por Alรก que anda errado, si dio en pensar que tolero tan injurioso sarcasmo, pues ni ha de valerle el muro que da a sus huestes amparo, ni ha de burlar mis intentos si es que se arroja a burlarlos. Su ardiente fe le espolea, mas cuente, necio o villano, que ni su fe ha de valerle,

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Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

ni ha de valerle su brazo, que aún tienen sed de victoria y hambre de muerte y estrago, los que curtió el fuego ardiente que cierne el sol africano. Cuando mis fieles muslimes den a ese fuerte el asalto y en polvo tornen sus muros que el tiempo va cuarteando, juguete será del viento su pendón hecho guiñapos; las palmas con que lo ciñen, corona de mis soldados; trono de la Media Luna el de la Cruz ya en pedazos, y en mazmorras convertidos sus hogares y en serrallos, haré ceñir de cabezas que a cercén corte mi mano, los muros de ese castillo ya rotos y aportillados. (Breve pausa). Rasgó soberbio el mensaje, sin presentir insensato que acrecentó mis rencores con su desdén temerario; ¡sin juzgar lleno de orgullo, que yo le tengo aún sobrado para azotar sus espaldas con la crin de mi caballo! Aunque Aragón arme altivo sus bandas de mercenarios, y en el monte al apostarlas sueñe vencerme luchando, ni hará que ceje en mi empresa ni que huya el rostro azorado, pues sé que a lucha más dura, ¡gloria mayor! ¡mayor lauro! (Dirigiéndose a los guerreros que le rodean). Adelante, y nadie tiemble, ni huya la faz con espanto, ¡que somos hoy los gigantes! ¡que ellos son hoy los enanos!

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Como huracán del desierto vuestro furor brame airado; torrente sin diques sea nuestro guerrero entusiasmo, y en los fosos del castillo dejemos amontonados, ¡su pendón todo en girones! ¡y su Cruz toda en pedazos!

ESCENA V Embajador moro y Centinela cristiano (Después de un toque de clarín, se aproxima el Embajador al castillo, poniéndose al habla con el centinela cristiano). Moro ¡Centinela! Centinela (Resueltamente). Atrás… Moro Advierte, que soy Emir… Centinela Atrás digo. Moro (Con gravedad). Repare bien el cristiano si aprendió a ser advertido, que el que es atento, no ofende, pues el que ofende, no es digno. Centinela ¿Qué quieres? Moro (Con altivez). ¡Necia pregunta! ¿Eres tú acaso el caudillo de las mesnadas cristianas? Centinela Soberbio sois… Moro Soy altivo con los que precian de osados. Centinela Lo soy por ser tu enemigo. Moro (Ásperamente). Pues basta ya, no demores dar un momento el aviso. (Después de retirarse el Centinela). Inspíreme Alá, y consigan sus intentos mis designios.

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ESCENA VI Moro y Cristiano (Sale el Embajador Cristiano saludando al Moro). Cristiano Guárdate Dios, Emir. Moro Que Alá te guarde, y orle tu frente de inmarchitas palmas, que él es el fuerte, el poderoso, el justo… Cristiano ¡Sólo es grande el Señor! ¡Sólo Él me ampara! Moro Pues que Él te inspire, oh Capitán, y sean eco fiel de las suyas tus palabras, y al mensaje cortés de mi Califa, respuesta des que por atenta aplauda. Cristiano Fío en tu honor, y en tu prudencia espero. Moro Soy cortés y leal. Cristiano (Con ironía). ¡Virtudes raras! Moro Fiero en la lucha… Cristiano Como el odio… Moro (Interrumpiéndole). ¿Acaso eres tú blando en los combates? Cristiano Habla. Moro No a recordarte mi historia, y heraldo a ser de mi gloria vengo orgulloso y audaz, ni a que mis cantos de guerra llenen de luto esta tierra, de amor sedienta y de paz; no a ser turbión desatado que a talar llega este prado de flores lleno y de mies, ni a derribar tu grandeza, y a vencer tu fortaleza para humillarte a mis pies; vengo a llamarme tu amigo, y a pactar llego contigo si en ello no hallas baldón, que me tengas por monarca de esta fecunda comarca donde alcé ayer mi pendón. (Breve pausa). 25


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Con ser mi patria tan bella; con hallar mi anhelo en ella cuanto dio el alma en señar, ¡selvas de mirtos y azahares! ¡bosques de verdes palmares! ¡huertos de flores sin par! con ser mis vegas jardines que huello con mis chapines cual perfumado tapiz, y admirar siempre los tules de sus espacios azules ardiendo en rojo matiz, me enamoró la hermosura de esta espléndida llanura que Mayo torna en vergel, y hallé más puro este cielo que el alba parece el velo que ostenta el sol por dosel. Soñé que son por ser bellas tus seductoras doncellas, las que nos brinda el Corán ¡la luz del alba en sus ojos! ¡la rosa en sus labios rojos, y en su mirada el imán! soñé que cantan amores tus frondas llenas de flores de fragantísimo olor, tus horizontes serenos de aroma y cadencias llenos, ¡llenos de vida y color! Soñé… perdona si osado, la paz del valle he turbado, si mi pendón hinqué en él; ¡si han invadido esta tierra lanzando gritos de guerra mis chusmas siempre en tropel! La fuerza que es mi derecho, y el odio que arde en mi pecho me empujan hoy a luchar, mas fiando en tu prudencia y apelando a tu conciencia, vengo contigo a pactar. Ya vencida y sojuzgada tu aventurera mesnada la espalda a mis bravos dio,

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y en las agrestes colinas de este hondo valle vecinas, quebrantada se amparó. Ni enardecen ya su anhelo la santa audacia y el celo con que tremola la Cruz, ni es ya su aliento y su guía la fe que puso en María que es aún su aurora y su luz. Ya no inflama su bravura la sagrada calentura que era espuela a su ambición; no resiste ya mi empuje, ¡ya ni espanta cuando ruge con ahullidos de león! (Breve pausa). Nada esperes; la victoria me acompaña, soy la gloria, la fortuna, y el laurel; seré el odio, si no cedes; ¡si rechazas mis mercedes seré el fuerte y el cruel! No te enoje mi arrogancia, ni orgullosa tu jactancia burle altiva mi valor, ni blasones de valiente; ni me atajes diligente con encono y con furor; deja al punto tus hogares, labra templos y alza altares si te place donde estés, que Aragón ya es todo mío, pues mis bravos con su brío lo humillaron a mis pies. (Después de una breve pausa). Cristiano Pues blasonas de audaz y de avisado porque goza tu orgullo en parecerlo, y te engríe el poder que alcanza el fuerte, ¡no el que otorgan las leyes y el derecho! huelga pactar y suscribir promesas que arguyen odio, o que demuestran miedo, pues pactando por fuerte te envileces, y si pactas por débil te desprecio.

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Moro Soy la fuerza y el número… Cristiano (Con arrogancia). No importa. Moro Soy el audaz y el vencedor… Cristiano No es cierto… eres aquel que atropellando corre… Moro ¡Soy el que vence!… Cristiano (Irónicamente). ¡El que soñó vencernos! Plugo a Dios darme por hogar la vega que tus bandas salvajes invadieron, y en su defensa agotarán tenaces su ardor mi brazo, y su alentar mi pecho. Moro Cuenta que aún llora en la florida orilla del Guadalete acongojado un pueblo; cuenta que en ella el infeliz Rodrigo perdió su trono, y con su trono el reino. Cristiano No importa… Moro ¿Acaso en humillarme sueñas? Cristiano Cuenta si insistes, que descanso en ello. Moro ¡Vana arrogancia! Cristiano (Con altivez). Semejanza somos del noble Cid… ¡del burgalés escelso! ¡del que dio por alfombra a su caballo tapiz valioso de albornoces regios! Su misma cruz nuestro pendón corona… Moro Su cruz tal vez; mas su valor… Cristiano (Vivamente). Temednos; somos herencia de Pelayo, y somos de su estirpe inmortal viril renuevo; nuestro escudo es su fé, y es su constancia nuestro acicate, y su valor el nuestro. Moro (Con briosa entonación y enérgicos ademanes). ¡Necia soberbia! Al despeñar los montes con fragor de huracán a mis guerreros, ¡presto el temor desmayará a tus fieles! ¡presto su brazo agotará su esfuerzo! ¿Viste del sol encapotarse el disco cuando la nube al esponjar sus senos, del campo azul la inmensidad invade velando así con su crespón los cielos?

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Pues si eres sol eclipsaré tus rayos, nube seré que empujarán los cierzos, y en noche eterna sumiré este valle, que es todo hoy luz, y como luz es bello. ¿Viste del monte en la empinada cumbre gigante erguirse y descollar el cedro, y al rudo golpe que le asesta el rayo vencido el trono vacilar desecho? Pues si en erguirse tu valor presume mal que pese a tu enojo y a tu acero, rayo he de ser que abrasaré tu orgullo: chispa que el odio trocará en incendio. Cristiano Nunca esa nube eclipsará mi gloria; nunca ese rayo abatirá mi anhelo. Moro Cedros más altos derribé a mis plantas; soles más vivos a eclipsar me atrevo. Cristiano Mientras brille la cruz en mis en mis enseñas, y arme mi diestra fulminando el hierro, y honre Aragón sus heredadas glorias y arme el laurel que a su valor es premio, no en soñar des que abatiré vencida la Cruz que es gloria a mi viril aliento, que es ella sol de ineclipsables rayos y árbol que vence en duración al tiempo. Moro ¡Harto en su cruz el orgulloso espera! Cristiano Bordada siempre en mi pendón la llevo, y más alta que el sol has de adorarla gozoso, humilde, y de ternuras lleno. Moro Ven pues al campo, y a luchar se arrojen su esperanza en la cruz tus caballeros; ven con la furia atronadora y brava de la tormenta al empujarla el viento; vibre el clarín con desgarrados sones como en la altura al estallar el trueno, y si aún sueñan tus leales que no hallan rival sus bríos, precien los laureles míos que son por serlo, inmortales. Cristiano (Con viveza). Basta; fulmine tu acero como en la tormenta el rayo, que es un nieto de Pelayo quien aquí espera…

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Moro (Briosamante). Eso quiero, que esperes no ha de tardar ni un momento mi venganza, blande con ira tu lanza, desciende al campo a luchar; ven con la Cruz cuya luz me ofende; ven con tus bravos cuya cadena de esclavos forjaré al pie de esa cruz; vibren con roncos clamores cuando tu cólera estalle todos los ecos del valle. ¡De mieses huérfano y flores! copia las iras del mar, siempre soberbio y airado, pero siempre encarcelado , ¡siempre vencido al luchar! y si en tu altivo desdén sueñas el paso atajarme, no esperes más, y a humillarme con los que te siguen ven. Cristiano Para humillar tu valor, y así humillado vencerte, me valdrá Dios que es el fuerte. Moro (Airado). Yo humillaré al valedor. Cristiano (Con viveza). ¡Villano!... la lengua ten… Moro Si con llamarme villano quiso ofenderme el cristiano, que entienda que juzgó bien. Cristiano No te ofenda la verdad si tus injurias mantienes… Moro ¡Siempre ofenden tus desdenes! ¡Siempre ofende tu amistad! Pues diste en burlar mi honor dando al olvido mi gloria, yo haré pedazos tu historia mal que pese a tu valor; yo te haré sentir cruel las iras de mis enojos, y haré que lloren tus ojos en vez de lágrimas, hiel, y al blandir mi indignación

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la espada en sangre teñida, dándole en tu pecho hundida por vaina tu corazón; de mi ligero alazán que en rapidez vence al viento, tapiz manchado y sangriento tus rotos timbres serán. Cristiano (Con fuego). Pues ya no esperen de mí ni tregua ni paz tus iras; si osado a vencerme aspiras, huelga que injuries así. No des paz fiero y cruel ni a tu enojo, ni a tu acero; sube al castillo el primero, y álzate el primero con él; no mengües la viva saña de tus soberbios alardes que aún no se dieron cobardes en este rincón de España; deja del monte el breñal donde lloras tus reveses; con sangre de aragoneses dobla del río el caudal; ven sin tardanza a la lid con tu furor y tus bríos, que aún son retoño los míos de las mesnadas del Cid, y ardiendo en indignación ven a rasgar mi bandera, que aquí apostado te espera la cruz al pecho, Aragón. Moro Rota he de hollarla en pedazos sobre el polvo de tu fosa. Cristiano Siempre se alzará piadosa tendiendo abiertos sus brazos. Moro ¡Ay de ti cuando cruel mi hierro a romperla acierte! Cristiano No será… Moro Necio… Cristiano ¡Ay del fuerte! Moro Soñador…

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Cristiano ¡Ay del infiel! Moro (Con ira). Tremola audaz tu pendón y haz de tu soberbia alarde, pero tiembla… Cristiano ¡Ay del cobarde! Moro ¡Miserable! ¡ Ay de Aragón!

ESCENA VII Embajador moro (Dirigiéndose a sus guerreros, con energía en la voz y en los ademanes) Al arma guerreros; altivos y fieros y ardiendo en furores corred a la lid; luchad sin desmayos, y a guisa de rayos los corvos alfanjes con ira blandid. Tremole en la almena la luna agarena; negad al vencido perdón y merced; ceñid inmortales laureles triunfales, y en odios ardiendo luchad y venced.

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EMBAJADA SEGUNDA (Llega el embajador cristiano hasta cerca del castillo ocupado por los guerreros moros, acompañado de sus capitanes, hombres de armas y clarines de guerra).

ESCENA I Embajador cristiano ¡No el desaliento, oh patria, desmayó mi valor, ni acongojado mi pecho se lamenta, ni ociosa al cinto la tizona guardo; no de la lid los fieros horrores temo y el mortal estrago, ni suspirar me place con estéril clamor mi hondo quebranto, que aún guarda el alma vivos sus anhelos, y aún sabe enderezarlos por la gloriosa senda que Don Jaime y los suyos allanaron. Si ayer venció la astucia que fue siempre el valor de los villanos, hoy venceré el derecho, que es escudo a la ley, y a la fe amparo; si ayer los invasores su roja enseña en el castillo hincaron, hoy se alzará la nuestra del viento al beso sus colores dando. Quien dio a las olas muro de leve arena, y levantó al espacio la cima de los montes, y forja el pie de su escabel los rayos; quien dio por eje al mundo su cetro de oro, y matizó los campos de flores, y a los hombros cuelga del día su encendido manto, no olvidará a los suyos, que es su Cruz siempre hincada en el Calvario, aquella que en su enseña nuestros reyes y príncipes bordaron. (Breve pausa).

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No el desaliento, oh patria, invadió el corazón de mis vasallos, ni es luto a sus pupilas la amarga nube que condensa el llanto; no su valor desmaya ni tiembla el hierro en su robusta mano, ni su constancia cede, si aman vivir del islamita esclavos, que aún guardan orgullosos como herencia de glorias y de lauros, los hazañosos hechos que sus ínclitos padres numeraron. Ni el riesgo les azora, ni el temor a la muerte ha de atajarlos, ni han de llorar sus cuitas como lloran los pueblos sojuzgados, que aún sienten la grandeza de sus recuerdos, y sabrán honrarlos. La Cruz de Cristo al pecho, y su nombre santísimo en los labios. (Transición). Seremos los vencidos si así place al Señor que es nuestro brazo, mas no los que cobardes vuelven el rostro con medroso espanto; seremos los que mueren sin temores, zozobras ni desmayos, ¡oh dulce Madre mía! (Descubriéndose con fervor). Que aún tus hijos y siervos nos llamamos, mas no seremos nunca los que temen la muerte acongojados, ¡que siempre fue gloriosa la que alcanzan los buenos peleando! (Plegaria). No desmaye mi esfuerzo en la lid ruda Divina Aurora, y de tu excelso manto con sólo un pliegue a restañar mi llanto tu amor, oh madre, presuroso acuda. Danos, oh Virgen tu piadosa ayuda, y tu Nombre que al árabe es espanto, cadencia hoy sea en el glorioso canto

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con que el pueblo te aclama y te saluda. No huya el rostro mi rey, Aurora mía, ni alce sin lauros la tostada frente, ni deje holgar su vencedora espada, y al eclipsarse en el ocaso el día, torne en el muro su fervor valiente a hincar la Cruz en su pendón bordada. (Cubriéndose, y después de breve pausa). No más llorar, pueblo mío, que aún te sobra corazón para vencer a ese impío que corre audaz y bravío las campiñas de Aragón. No en abatir des tu frente siempre de lauros orlada, y sé de nuevo el torrente que desborda su corriente por la tormenta engrosada. Ni ofenda nadie el valor que te hizo ser el primero para ser siempre el mejor ni envaines tu invicto acero si has de hacerlo sin honor. ¿No alcanzaste por ventura ser el más fuerte en la lid? ¿No es proverbial tu bravura? ¿No es tu gigante estatura la de Don Jaime y el Cid? Tregua el llanto, pueblo mío, y alza otra vez tu pendón sobre el pendón de ese impío, que aún es gigante tu brío y osado tu corazón.

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ESCENA II Embajador cristiano y Centinela moro (Después de un toque de llamada del clarín, se aproxima el Embajador al Castillo, poniéndose al habla con el centinela moro). Embajador Ah del fuerte, centinela… Centinela Alto… Embajador No temas… Centinela No temo. Embajador Dile a tu Emir, si es que gusta ser hoy más noble y atento, que en son de paz he llegado y que impaciente le espero. Centinela Calmad vuestras impaciencias… Embajador Advierte que salga presto, pues me creyera ofendido por su tardanza o silencio. (Después de retirarse el centinela). ¡Cuán breves son, Virgen pura las glorias que ama el acero! Ni aun la flor que vive un día vive tan breves momentos. Visión cual ninguna hermosa, pero aunque hermosa, sin cuerpo, ¡Vive lo que el sueño vive! ¡muere como muere el sueño!

ESCENA III Moro y Cristiano (Sale el Embajador moro, saludando a usanza árabe al Embajador cristiano) Moro Salud y prez, oh Capitán. Cristiano Dios guarde al noble Emir; al que venció a mis deudos. Moro Fue Alá mi guía, mi pendón su enseñanza, su ley mi norte, y su poder mi acero.

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Cristiano Nadie ante Dios se ensoberbezca, y suyos juzgue el valor, la majestad y el cetro; nadie sin Él a blasonar se arroje de esforzado, de fuerte y de guerrero, que Él es tan solo en fortaleza y gloria, el justo, el santo, el vencedor, el bueno, ¡luz siempre viva que ilumina el mundo! ¡Sol sin ocaso en la extensión del tiempo! Moro ¡Vano discurso! Cristiano Si a escucharme accedes y hallo hoy en ti la compasión que espero, triste una historia narraré de penas, de hondas tristezas y angustiosos duelos. Moro Habla, oh cristiano… Cristiano En tu prudencia fío que has de atenderme… Moro Escucharé tus ruegos. (Pequeña pausa). Cristiano ¡Venciste! Ciñó el laurel de la victoria tu frente: vencido fue el pueblo fiel, y altivo más que valiente cebaste tu encono en él. Ni halló a tus ojos piedad la madre en llanto anegada, ni la triste ancianidad logró detener tu espada con su augusta majestad. Nadie escapó a tu furor en la sangrienta refriega; ¡fuiste el viento asolador que no deja en esta vega ni un solo jardín en flor! Tal como el mar irritado, con furia que al alma espanta socava el acantilado que a guisa de muro alzado por Dios sus iras quebranta, y porque el muro no ataje su ímpetu fiero y cruel, pide al revuelto oleaje su voz airada y salvaje

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para que luche con él, así orgulloso al triunfar, su encono al odio pediste, y holgaste altivo al hollar mi hogar solitario y triste, mi pobre templo y su altar. ¿Por qué así? ¿Por qué te plugo ser sanguinario y ser fiero, y uncirnos fiero a tu yugo? ¿Cómo olvidó el caballero que ser así es ser verdugo? ¿Dónde aprendió tu valor que es vil despojo el vencido del que alzó vencedor? ¿Quién te enseñó envilecido que esa vileza es honor? Quien ciñe espada ha de ser valiente, mas no inhumano; quien lucha y puede vencer nunca gozó en ser tirano; ni a serlo quiso aprender; quien al honor es leal, no hiere con mano airada cuando es vencido el rival; quien se honra ciñendo espada, nunca la trueca en puñal. Venciste, mas no vencido tiembla a tus pies Aragón, ni se estremece aturdido; de Cristo a la Cruz asido y en su Aurora el corazón, sabrá vencer o morir, mas no aprenderá jamás a temblar, ceder y huir, pues no le importa el vivir cuando el morir vale más. Pudo tu encono cruel hollar con planta enojada de esta llanura el dintel, y en hoz trocarse tu espada para arrasar su vergel, mas no podrá tu ambición hollar osada y altiva la Cruz que alzó por pendón la fe ardientísima y viva que es nuestro escudo y blasón.

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Moro (Con enojo). Basta… Cristiano Me importa afirmar si es que me escuchas cortés, que no he venido a rogar… Moro Te importa más no olvidar que estás vencido a mis pies. Cristiano (Con brío). Vencido, mas no humillado, que aún ciño acero y no quiero pudiendo ceñirle honrado, que entiendas torpe u osado que olvidé ser caballero. Por quien soy que he de arrostrar tus iras sin que me espante tu furor y he de luchar con alientos de gigante, ¡sin ceder y sin temblar! Si diste en ser el torrente que engrosó ayer el turbión, yo seré valla que intente detener de tu corriente la furiosa inundación; si fuiste la tempestad cuya saña arrasó el prado con inaudita crueldad, seré el iris encorvado que anuncia serenidad; si eres tú el chacal rastrero, yo haré por ser el león; si tú el vil, yo el caballero; si tú el audaz, yo el primero de los hijos de Aragón, pues aún alienta esforzada corriendo el reino mi grey, siempre desnuda la espada, la Cruz al pecho bordada, y en ella, Cristo, su rey. Moro ¡Rey sin corona! Cristiano De encendidos soles cíñela siempre en la inmortal altura. Moro Dizque de abrojos la ciñó enclavado. Cristiano ¡Sólo la ciñen de jazmín las culpas!

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Moro Rey sin grandeza… Cristiano (Con valentía). ¡Miserable! ¿Acaso tiene lindes su reino? ¿no es la oscura noche su sombra, su sonrisa el día, su espada el rayo y su crespón la bruma? ¿no es su manto el azul? ¿no humea el monte si le hiere su dedo? ¿no murmuran con hondo son las encrespadas olas su excelsa majestad? ¿no es lira augusta por sus dedos pulsada la tormenta? ¿no duerme al pie de su escabel la luna? Moro Pues con ser Él quien en la lid te guía, lloras vencido, y mi valor te burla. Cristiano No en lid leal me derribó tu acero; ¡fuiste el audaz que con aleve astucia tiende su red y agazapado espera! ¡fuiste el villano! ¡el sanguinario! Moro Nunca… Cristiano Fuiste la nube en cuyo seno el rayo forja su arpón que la tormenta aguza fuiste el torrente que rompió sus diques y arrasa el valle y la pradera inunda. Aún hierve el viento en clamorosos ayes, y en roncos gritos, y en rumor de lucha; aún palidece el encendido disco del sol, que el polvo del combate enluta, y aún del monte vecino entre las quiebras donde la fiera en su cubil aúlla, con rumores de trueno que agoniza del ronco parche el redoblar retumba. Venciste, sí, peo la grey cristiana ni se da por vencida, ni se oculta; con nuevo brío tornará al combate sin que amengüe su bélica bravura, y hasta ese sol que al contemplar mi rota con densa nube sus fulgores nubla, con luz más viva alumbrará mañana desde las cumbres del azul la tuya. Moro ¡Vana altivez! Cristiano ¡La que la fe inspira! Moro ¡Necio valor!

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Cristiano ¡El que mi pecho escuda! ¡El que puso en mi diestra el duro hierro! ¡El que ha uncido a mi carro a la fortuna! Moro ¡Soberbio y loco! Si en tu afán persistes sin que rija tu intento la cordura, ni el riesgo cierto tu valor desmaye, blande el acero, y que el acero arguya. Torne de nuevo a enrojecer sus ondas el claro arroyo que la vega cruza; torne a buscar en los vecinos montes tu grey su amparo en presurosa fuga, y hacinando vencidas tus enseñas, tu Cruz ya rota, y tus guirnaldas mustias, corran mis huestes tus vencidos campos y a su amago moral tus greyes huyas. Cristiano (Con brío). Pues desatiendes mis ruegos, hable la espada… Moro Eso importa, pues no con vanas razones se ganan lauros y glorias. Cristiano Para ganarlos de nuevo, bríos y alientos me sobran. Moro Quien siente tan duros bríos, nunca suplica ni llora. Cristiano Ni quien se tiene por noble gusta de burlas ni mofas. Moro Ni me amedrantan tus iras, ni tus ofensas me enojan, mas no holgará mi venganza si a nueva lid me provocas. Cristiano Rescatar quiero esta villa que tu presencia baldona, hincar de nuevo mi enseña donde la tuya tremola, y orar de nuevo en el templo con alma y lengua devotas, besando los pies benditos de mi divina Patrona. Moro No alegres tu fantasía con sueños color de rosa, ni juzgues fácil y breve la codiciada victoria.

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Cristiano Me vale Dios que es mi aliado. Moro Pues si de fuerte blasonas, y así a la lid me convidas, y así a la muerte te arrojas, torne al valle tu mesnada, vibre sus agudas notas tu clarín, arme tu diestra la ensangrentada tizona, alza al viento tus pendones; viste la acerada cota, invade el valle y murmuren tus chusmas como las olas que en blanca espuma deshechas mueren el pie de las rocas, que yo llamaré a los míos, y haré que a tu avance opongan sus pechos… Cristiano Así lo espero, que si los valientes honran sus timbres, y así proclama sus altos hechos la historia. Presto hincaré en el Castillo mi bandera gualda y roja, y haré que a mis plantas sean las tuyas vencida alfombra, presto haré que mis valientes ciñan de nuevo gloriosas las de laureles y palmas valiosísimas coronas, y que de nuevo en mi valle torne a ser reina y señora la paz ciñendo diadema de mirto, espigas y rosas. Moro No será sin que a torrentes derrame tu sangre, y corra por tus mejillas el llanto que las abrasa y colora. Cristiano Mi llanto es siempre fecundo… Moro Pues yo haré, si es que te importa que abrase cual lava ardiente… Cristiano Selle el silencio tu boca, y hable el hierro…

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Capítulo I Embajadas de Moros y Cristianos

Moro Así me place… Cristiano ¡Viva España! Moro Alá nos oiga. (Retirándose el Embajador moro, y el caudillo cristiano arenga a sus huestes)

ESCENA IV Proclama del Cristiano Al arma, mis peones; cual chusma de leones de nuevo la ancha vega con ímpetu invadid; corred como furioso torrente impetuoso, ¡y en glorias y en proezas emularéis al Cid!

José Payá Valdés, Embajador Cristiano desde 1952, que en 2002 celebró su 50 aniversario como Embajador titular.

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EMBAJADA TERCERA Acompañado de sus guerreros y precedido de un batidor que enarbola bandera blanca, se aproxima el Embajador moro al castillo.

ESCENA I Embajador Moro ¡Estaba escrito! Hollé osado con planta audaz la alta cima de esa torre en cuyos muros hinqué la enseña islamita, y un punto solo holgué ufano con las volubles caricias de la fortuna y la gloria cuyos laureles ceñía. Luché en vano; el duro alfanje con que me armó mi Califa, contra la Cruz al romperse saltó deshecho en astillas, y aquel perdón victorioso que era mi honor y mi guía; roto en manchados girones a escarnio mueve y a risa. Sordo es Alá al triste ruego de mi dolor sin medida; medrosa tiembla mi hueste y acongojada vacila y como ayer toda flores que al beso nacen del día, ¡hoy es la senda que huelo, de abrojos toda y espinas! (Transición). Tú me has vencido, Dios grande; Tú me has vencido y humillas; Tú cuya espada es el rayo; Tú cuyo aliento es la brisa. ¡Tú que en los claros cristales del mar en calma te miras! ¡Tú a cuyas plantas murmuran las tempestades dormidas! Con ronco silbo bramaron

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dentro del pecho mis iras, como en los bosques el viento cuando en sus frondas se agita, pero al poder de tu brazo que a los soberbios derriba, ¡cual niebla fueron mis sueños! ¡cual humos mis alegrías! (Nueva transición). Tú eres, Señor el que es santo; Tú el que es verdad, luz y vida; Tú el que es torrente de amores; Tú el sumo bien; Tú la dicha. Ya no sueño antojadizo con esas glorias mezquinas, ¡Cómo la sombra impalpables! ¡Cómo la espuma vacías! Ya no amo aquella grandeza que a los soberbios fascina, ni aquellas palmas gloriosas siempre con sangre teñidas; visiones castas y bellas son de mi pecho delicia; sueños de gloria más alta mi corazón purifican, y a través de esos espacios que el sol incendia y matiza, vislumbro amores eternos, y arcana luz me cautiva. (Transición). Corazón salta de gozo, despierta alegre, alma mía, ¡que ya llega la mañana! ¡que ya la noche agoniza! Glorias que amé con delirio, sed como breves, malditas, que precio más las que viven donde es eterna la vida. Rasgó la sombra sus velos, besó la luz mis pupilas, cadencias nunca escuchadas con dulce son me acarician, y alegre estalla en mis labios con voz en ternezas rica

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la fervorosa plegaria que alza el cristiano a María (Descubriéndose para recitar la plegaria). Dulce Madre, hermosa Aurora, fuente de amor cristalina, flor que derrama a torrentes su regalada ambrosía. Trono de Dios, tesorera de su piedad sin medida, sol que vence en claridades y en resplandor al del día, danos hogar a tu lado y ampáranos compasiva, y haz que adoremos humildes tu majestad de rodillas. (Cubriéndose y dirigiéndose a sus guerreros) Nobles hijos del desierto, prez de la raza islamita, dad paz al hierro que el odio con fiero encono esgrimía; trocad los himnos guerreros en las canciones festivas con que el hijo de este valle templa sus duras fatigas, y con la Cruz por enseña si ayer odiada, hoy bendita, la paz amemos que el cielo como regalo nos brinda.

ESCENA II Moro y Centinela cristiano Terminado el monólogo anterior, y despuésde un toque de llamada de los clarines, se aproxima el Embajador moro al Castillo, poniéndose al habla con el Centinela cristiano. Moro ¡Centinela! Centinela ¿Qué pretendes? Moro Vengo a humillarme vencido; vengo a llamarme tu hermano pues ya no soy tu enemigo.

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Centinela Dios te bendiga Moro Dios quiera que tu valiente caudillo me perdone, sin que acuerde que ayer le infamaba altivo Centinela No temas… Moro ¡Que el cielo inspire su pensamiento y el mío. (Después de retirarse el centinela). Virgen que adoro creyente; Aurora del sol Divino; ¡no desatiendas mis ruegos! ¡llámame a ser de tus hijos!

ESCENA III Moro y Cristiano C ristiano Guarde Dios al Emir. Moro Que Dios te guarde noble caudillo, y que mi amparo sea. Cristiano Será tu gloria y tu esperanza. Moro ¿Acaso querrá dar al olvido mis vilezas? Cristiano Desde la Cruz que enclavado un día tendió sus brazos y abarcó la tierra, y con flores y espinas enlazadas la alfombra urdió que los cristianos huellan, de su pecho tiernísimo en el seno que es seguro de amor a los que esperan, gusta el que llora las sabrosas mieles de su dulzura, y se embriaga en ellas. Ama la Cruz y su inmortal corona que es la del cielo, y que por serlo es cierta, y así del polvo en que abatido vives te alzará su piedad a su derecha. Moro (Con tristeza). ¡Su piedad! Cristiano Repara bien, que en su red al cautivarte, la paz del alma ha de darte, ¡la que es mi amparo y sostén!

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Moro ¡Cuán engañado viví! ¡Cuantas venturas queridas contemplo desvanecidas! ¡Cuanta vileza hallo en mí! ¡Con qué angustiosa ansiedad se agita mi pensamiento! ¡Cuán breve gusté el contento de mi hinchada vanidad! Cantando estrofas de guerra todo Aragón he cruzado; de luto y duelo he dejado sanguiento rastro en tu tierra; con sanguinario furor me ensañé en ti de odio lleno; hinqué alevoso en tu seno mi acero deslumbrador; de yelmos, cotas y arneses, y enseñas hechas girones, llenaron mis escuadrones los campos aragoneses; doblaron su afán mis bríos cuando a mi paso te hallaron; su hiel mis odios volcaron con ciega cólera a ríos; corrió mi chusma en tropel tu valle que hierve en flores; tapiz de muertos y horrores tendí a mis plantas en él, y en mi soberbia ambición quise por ella empujado, que temblase acongojado todo el reino de Aragón. Cristiano (Vibrante). Mas no tiemblo… Moro Ya lo sé; De la Cruz santa hizo escudo, y confieso ya, y no dudo que es ella amparo a su fe. Con ella al pecho bordada vas escribiendo tu historia, ella arrancó a la victoria su talismán con tu espada; por ella ciñes laruel, santo es por ella tu anhelo,

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y es de los tuyos el cielo pues reinan con ella en él. Cristiano Buscas en sus brazos tu honor, tu bien, tu gloria, tu suerte…, ¡que así se levanta el fuerte! ¡que así despierta el valor! ¿Quieres sentir la esperanza que mi ambición endereza? ¿Precias la eterna grandeza que mi invencible fe alcanza? Moro Precio tu gloria… Cristiano Pues ven; vuelve hacia la Cruz tus ojos; llora y suplica de hinojos ante Jesús que es mi bien; da al olvido tus agravios, condena al ocio tu espada de mi Aurora idolatrada canten la gloria tus labios; despierta alegre a sentir goces de eterna ventura; sube del polvo a la altura donde es eterno el vivir y hallarás del bien en pos libre de engaños y duelos, ¡la mayor gloria en los cielos! ¡la mayor grandeza en Dios! Moro ¡Como me alegra escucharte! ¡como adivino tu gloria! Cristiano Borre hoy el llanto tu historia, si hasta Dios quieres alzarte. Moro Ser tu vasallo ambiciono; gozar su grandeza quiero. Cristiano Sé de la Cruz, caballero, busca en sus brazos su trono; póstrate al pie del altar donde mi pueblo la adora; ten fe en mi Divina Aurora sus castos pies al besar; y en dulce llanto deshecho, sé el cansado peregrino

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que halla al fin de su camino, pan y hogar, cariño y lecho. Moro (Con ternura). ¡Madre mía! Cristiano Ama el honor de orar a sus pies postrado, canta su nombre adorado que es miel sabrosa al amor, y en besar su santa huella goce tu ilusión querida, que Ella es la paz de la vida, y es ser con Dios, ser con Ella. Moro ¡Cómo me holgará en cantar con tu fervor su hermosura! Cristiano Canta que es bella, y que es pura, que así la debes amar. Finge que el valle en abril viste a su prado de gala; que es su perfume el que exhala de flores lleno el pensil; que la ciñe de arrebol la luz en la ardiente zona; que engarzado en su corona de rubí a guisa está el sol; finge que el arpa del mar su dulce nombre murmura; que es de luz su vestidura, y es de estrellas su collar; que al beso de sus miradas se abren en mayo las rosas y en nidos de mariposas se tornan las enramadas; finge que copian su acento batiendo el ala las brisas, y que sus dulces sonrisas vibra en acordes el viento; que nace llena de encanto la luz en sus vivas huellas; que el cielo lleno de estrellas sirve de fimbria a su manto; canta que es bella sin par, pues no halla par ni en el cielo; cifra en amarla tu anhelo si al cielo quieres llegar,

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y hollando el sacro dintel donde vive el que es su amado, el trono hallarán alzado que para ti labró en él. Moro Esa gloria envidio y quiero; ¡no la que amaba en la guerra! ¡no la que alcanza en la tierra teñido en sangre el acero! ¡no la que arranca a los ojos dos ríos de llanto ardiente! ¡no la que ciñe la frente de asperísimos abrojos! Quiero olvidar mis vilezas para sentir tu alegría; quiero olvidar que fui un día quien mancilló tus grandezas; quien te ofendió vencedor de su orgullo haciendo alarde; quien te tuvo por cobarde que es afrenta y deshonor; quien holló torpe el hogar donde rodaste tu cuna; ¡quien hincó la Media Luna de tu templo en el altar! Cristiano No abras de nuevo la herida que mi perdón ha cerrado. Moro (Con alegría). ¡Tu perdón!... Cristiano Ven a mi lado, y ama a Jesús que es mi vida. Moro (Con fe). ¡Dios mío!... Cristiano Crezca tu fe, cual llama que aviva el viento. Moro ¡Ya terminó mi tormento! ¡Ya la luz que amaba hallé! Presto me verás llorar ante la cruz que te guía y el casto pie de María con labio ardiente besar. ¡Cuán puro mi regocijo! ¡cómo el pensar me enamora que tu Patrona la Aurora querrá llamarme tu hijo!

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Cristiano Su hijo serás… Moro ¡Madre mía! Perdona mi antiguo anhelo; dame que adore en el cielo tu casta belleza un día; dame sentir tu grandeza y en tu mirada abrazarme, y a tu lado regalarme con tu divina terneza, que así mi amor gozará presa en la red de tus ojos, y al pie de la Cruz de hinojos, “tú eres mi enseña” dirá, “tú eres mi escudo y mi ley”, “tú mi lecho regalado”, “y es Jesús en ti enclavado, mi Redentor y mi Rey”. Cristiano Ven a mis brazos… Moro (Con entusiasmo). ¡Dios mío! Tuyo soy… tuyos mis fieles… mis grandezas… mis laureles… mi corazón… mi albedrío. (Dirigiéndose a sus guerreros). Mis guerreros, mis hermanos; ya la lucha terminó; paz al hierro den las manos que el Señor de los cristianos que es el Fuerte, nos venció. Nuestras frentes humillemos posternados a sus pies, y la Cruz enarbolemos, y sus glorias proclamemos como el pueblo aragonés. Texto de Juan Bautista Pastor Aicart Estrenada en 1872 y editada en 1878

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Poesía final de la tercera embajada declamada por el embajador moro Préstame, pueblo querido, sólo un instante atención, y que tu fiel corazón vibre hoy aquí agradecido. No es noble y bien nacido con el olvido pagar al que te supo legar con su embajada un tesoro, cuyo madrigal sonoro nos acaba de arrullar. De la cuna al ataúd la más bella condición del humano corazón, siempre fue la gratitud. Demos rienda a esa virtud Que nuestro pecho atesora, y en esta mística hora llena de encanto y poesía vamos a honrar al que un día supo loar a la Aurora. ¡Gloria el poeta Pastor que llevado por la fama, honra y prez dió a Benejama, cuna y pueblo de su amor! ¡Gloria al mago trovador que en estrofas inmortales supo verter a raudales toda la dulce ambrosía que le inspiraba María, por quien tejió madrigales! ¡Gloria a tí, excelso cantor de nuestra Divina Aurora! ¡Gloria a tu lira sonora Que cantó siempre en su honor! ¡Gloria a ti, genio creador de la Oda inmaculada!

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¡Que a tu postrera morada llegue el aplauso ferviente con que tu pueblo elocuente premia tu hermosa embajada! ¡Gloria en fin, al hombre aquel que a la cumbre del Parnaso, supo llegar paso a paso, recamado de laurel! ¡Nunca te olvides de él, pueblo que amó con fervor, ríndele culto y amor, y porque te oiga en la gloria suene tu aplauso en memoria de DON BAUTISTA PASTOR! José Mª Milán Álvarez

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JOSÉ MARÍA MILÁN ÁLVAREZ

José María Milán (el primero por la derecha).

En el seno de una extensa familia de clase media de Beneixama nace, el 17 de enero de 1889 nuestro ilustre personaje, José María Milán Álvarez1 . Su padre, Adelaido Milán Valdés, se ve abocado a dejar Beneixama a la búsqueda de mejores oportunidades de trabajo, arrastrando consigo a su numerosa familia. Ocaña y Bocairent son testigos del éxodo familiar y seguramente, ese trasiego e incertidumbre influyen en la prematura muerte del cabeza de familia. El primogénito varón, José María, asume con presteza su responsabilidad a la muerte de su padre y como éste, no tiene reparos en cambiar de residencia para procurar el sustento familiar. En un primer momento se dirige hacia Alzira, allí traba amistad con el compositor José Serrano, autor del Himno Regional y de numerosas zarzuelas, quien obviamente le influirá a nivel artístico. Finalmente, tras una breve estancia en Alicante, se dirige sin saberlo a su destino definitivo, Barcelona, donde llega en febrero de 1913. 56


Capítulo II Embajada de los Estudiantes

España vive en los “felices años veinte”, un momento de fuerte crecimiento económico que invita a la diversión, Barcelona, obviamente no es ajena a ello. Se convierte, por tanto, en un hervidero artístico donde José María Milán encuentra el escenario perfecto para dar rienda suelta a su producción artística. Encauzada, en buena medida, a través de las letras de un género muy en boga por aquel entonces: “El Cuplé”. Canciones de melodía pegadiza y letras sugerentes interpretadas2 en los abundantes cabarets y teatros de la Ciudad Condal. Títulos como “Muñecos”, “Calla Corazón”, “No estoy celosa”, “El sabor de un beso” o “Rosario la Cava”, se convierten en grandes éxitos que comparte con compositores como E.P. Requena, Costa y sobre todo el maestro Palencia. Incluso su exitoso cuplé “Muñecos”, es interpretado en la conocida película “Aquellos Tiempos del Cuplé”, por la famosísima Lilian de Celis. Las largas ausencias no son óbices para que el poeta se olvide del pueblo que le vio nacer, más bien al contrario, el sentimiento de añoranza inspira algunos de sus mejores y más conocidos versos: “Dichoso en que la fortuna le deparó un bienestar, sin privaciones ninguna y no tuvo que rodar lejos del patrio solar donde mecieron su cuna…” Prueba irrefutable del cariño que sentía por Beneixama son las emotivas y valiosas composiciones que realizó para el patrio solar donde mecieron su cuna. Las “Coplas de la Aurora” de la noche de San Juan, el “Himno Oficial de la Divina Aurora”, el “Himne de Beneixama”, entre otros, son letras que todos conocemos y que forman parte de nuestro ADN colectivo. Sin olvidar tampoco los sentidos homenajes versados a personajes ilustres3 de Beneixama.

1

Para saber más sobre la vida y obra de José María Milán Álvarez, es necesario consultar el magnífico libro editado por la Comparsa d’Estudiants de Beneixama con motivo de la celebración de su 75 aniversario.

2

Algunas de las más afamadas cupletistas interpretan sus composiciones: Aurorita Esteve, Pepita Carles o Angelita Ros, entre otras.

3

Juan B. Pastor Aicart, Olegario Pastor, Manuel Parra, entre otros.

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Beneixama y sus embajadas

El amor, es el gran tema de las composiciones poéticas barcelonesas de José María Milán, y como dos caras de una misma moneda, el desamor. Le ayuda en estos poemas, el profundo conocimiento que tiene del alma femenina. Algo que seguramente adquiere por motivos de trabajo, entre las bambalinas del mundo del teatro y el cabaret, tan feliz y deslumbrante cuando se abre el telón, pero en ocasiones, tan sórdido e ingrato cuando cae. En sus versos no elude tampoco la actualidad de la época que le toca vivir. En política, por ejemplo, hace referencia al movimiento anarquista, que conocerá de primera mano en la Barcelona de principios del siglo XX. Además, no se muestra insensible ante las situaciones de miseria que contempla horrorizado. Las influencias poéticas de José María Milán hay que buscarlas en Gabriel y Galán, Rubén Darío y Campoamor, a quien cita admirativamente en varias composiciones. No obstante, su figura espacial más próxima y por quien siente verdadera veneración, es Juan B. Pastor Aicart. Por ello, intenta seguir su ejemplo en algunos de sus versos, adoptando no obstante, un estilo totalmente diferente. Anualmente, cuando acaba por desgracia para él su estancia en Beneixama, debe coger el famosísimo “Tren Xitxarra” en la estación del pueblo. Podemos imaginarlo con su traje, su maleta, su sombrero de ala ancha, y su inseparable e inconfundible pajarita. Como en una procesión de despedida, el trayecto hacia la estación lo realizaba a pie acompañado por familiares y amigos. En 1950, por un equívoco, los que siempre le acompañan llegan tarde y el poeta parte solo por el “Camí dels Molins”. Cuando son conscientes de la confusión parten con presteza para tratar de alcanzarlo. Detrás de él lo observan con detenimiento, cada pocos pasos, como si se tratara de un ceremonial, se da la vuelta y contempla cada rincón de su pueblo y de su valle. Milán, posiblemente sabe, por la enfermedad que le aqueja, que puede estar ante su última contemplación de su amada Beneixama. Efectivamente, el 31 de enero de 1951, el poeta fallece en su casa de Barcelona encomendándose a su querida Divina Aurora.

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

SOBRE LA EMBAJADA En la segunda década del siglo XX, un grupo de jóvenes de Beneixama, siente la imperiosa necesidad de crear un componente más desenfadado y alegre dentro de las Fiestas de Moros y Cristianos. Para ellos, quien mejor puede interpretar ese papel, es una entidad festera que observan en las poblaciones del entorno1: “La Estudiantina2”. Finalmente, se deciden a dar el paso definitivo, y en 1924, fundan la Comparsa d’Estudiants3 de Beneixama. Lógicamente, en esos primeros años, existen recelos a la hora de incluir a la nueva entidad en el organigrama festero. Además, carece de actos exclusivos donde poder dar rienda suelta a su afán de alegría, ilusión e imaginación desbordada. Por eso, sólo dos años después de su fundación, la nueva comparsa celebra “El dia dels Estudiants”. Seguramente, con la pretensión de dotar este día de contenido, y teniendo como referente las embajadas humorísticas de algunas poblaciones vecinas4, la Estudiantina de Beneixama, encarga a José María Milán una embajada. Milán siendo embajador moro, conoce de primera mano el texto y el contexto de las embajadas de su venerado poeta Pastor. El 10 de septiembre de 1926, se representa por primera vez un texto que queda grabado con letras mayúsculas en la historia de la Estudiantina de Beneixama: “L’Ambaixada dels Estudiants”. Es preceptivo mencionar, el ambiente desenfadado y abierto en el que se mueve Milán en Barcelona, que se traslada, obviamente, a los versos de la embajada. En ella, se escenifica de manera satírica la contienda entre el bando moro y el bando cristiano, mediante un lenguaje popular, medio en valenciano medio en castellano, con escasas referencias a particularismos de la localidad, como ocurre en otras poblaciones.

1

Banyeres de Mariola, Bocairent, Ontinyent o Villena, ya cuentan, por aquel entonces, con Comparsa de Estudiantes.

2

Además, es posible que escucharan algunas anécdotas sobre la Comparsa d’Estudiants que existía en Beneixama en el siglo XIX. Con motivo de la conmemoración, el 2 de octubre de 1887, de las Bodas de Oro como Prelado del Cardenal Payá, el Boletín del Arzobispado de Toledo, realiza una referencia que atestigua la existencia de esta comparsa en Beneixama en esa época.

3

Para saber más sobre la Comparsa d’Estudiants de Beneixama, es conveniente consultar la extraordinaria publicación que la comparsa edita con motivo de la celebración de su 75 Aniversario. Es además, una magnifica crónica de Beneixama que abarca gran parte del siglo XX.

4

Alcoi (“Contrabando o alijo”, 1857), Bocairent (“Ambaixada de la risa”, 1873), Villena (“Graciosa embajada”, 1884), Banyeres de Mariola (“Ambaixada humorística”, 1908), etc.

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Manuscritos de L’Ambaixada dels Estudiants firmados por José María Milán.

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Pero el texto debe adaptarse a los tiempos, nada tiene que ver la época más aperturista en la que nace la embajada, con la moral estricta de la etapa de la Dictadura. Imaginemos, por un momento, que le parecerían a la censura de la época frases como: “salió Don Pelayo más malo que un rayo” y hablando de las mujeres “Con ellas los moros felises vivían / porqu’ellas lo hasían y ellos también”. Por ello, en los años cuarenta, la comparsa decide escribir al autor para que reforme la embajada “excluyendo las frases que se consideran que están en pugna con la moral”. En 1945, Milán remite el texto definitivo, y tras dar el visto bueno la comparsa, se envía a las autoridades locales para que den su aprobación. Es la modificación más significativa que sufre la obra, ampliando notablemente su extensión y como ya hemos visto, modificando y adaptando expresiones incómodas para la época. Por suerte, los nuevos aires aperturistas, volverán a traer una “Ambaixada dels Estudiants”, tal como la concibió nuestro insigne poeta, sin ningún tipo de censura. El texto de José María Milán, es un gran legado cultural con el que cuenta, tanto la Comparsa d’Estudiants como el pueblo de Beneixama, una herencia que nos dejó y que conviene preservar: Aquel que tuvo que rodar lejos del patrio solar, pero que tanto amó, donde mecieron su cuna.

Instantánea de L’Ambaixà dels Estudiants de la década de los 60

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EMBAJADORES A LO LARGO DE LA HISTORIA “L’Ambaixada dels Estudiants” forma parte de la idiosincrasia de la Comparsa d’Estudiants de Beneixama. Sin ella, no se entendería con tanta claridad, el espíritu alegre y desenfadado que la caracteriza. Es mérito de José María Milán, que el texto, después de 90 años, continúe en plena vigencia, provocando la sonrisa y en algunos casos la hilaridad del numeroso público que asiste a la representación. Ayuda a ello claramente la introducción irónica de temas que han sido actualidad a lo largo del año. Pero al margen de la inmensa importancia que por sí misma tiene la obra, no conviene olvidar la impronta marcada por los que la han escenificado a lo largo de la historia. Recordemos pues, quienes han tenido el valor y el orgullo de declamar como embajadores, “L’Ambaixada dels Estudiants”:

BANDO MORO

BANDO CRISTIANO

Juan Bautista Sanz Pérez Vicente Amorós Quiles Rosendo Amorós Silvestre Cristóbal Hernández Barceló Evaristo Milán Vera Sebastián Sánchez Delgado Francisco Nácher Ferre

Pedro J. Soler Francés Juan Bautista Soler Sanz Miguel Payá Amorós Valeriano Silvestre Luna Pascual Sanjuán López Juan Payá Pérez Juan Pérez Luna Juan Vicente Molina Sirera Juan Pérez Castelló

Seguramente, si pensamos en la embajada, a muchos les vendrá a la memoria la característica voz ronca, irónica y la socarronería de “Pepe el Carat”, quien durante muchos años, con la gran llave del castillo a cuestas, interpretó el papel de Centinela. Por tanto, es conveniente recordar también, a los que representaron ese importante personaje y a los que actuaron como mensajero en el bando cristiano. Mensajeros: Honorio Sanchis, Valeriano Silvestre, Miguel Payá, Juan Pérez, Salvador Sanchis, Ismael Parra, Juan Vicente Molina y Santiago Nácher. Centinelas: Daniel Sarrió “Godalla”, José Pérez “Pepe el Carat” y Cristóbal Nácher.

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

L’AMBAIXÀ DELS ESTUDIANTS Lloc d’escena: en el castell les tropes disseminades. En l’interior de la torre, les odalisques, l’ambaixador i en el balconet de guàrdia, el sentinella. Una volta arriba el missatger al peu del castell, comença el parlament. Missatger Sentinela!… Sentinela!… Uno Chí contestesta, so gandul… Sentinella Tu es fiques la llengua al cul, o jo em ficaré en t’agüela. Missatger Sentinela!… Sentinela!… Sentinella ¿Qué es lo que buscas aquí? Missatger Gràcies a Déu que contestes maleducat marroquí! Sentinella ¿Qué pretiendes? Missatger Un mensaque vinc a portar per a ti. Sentinella Per a mi un mensaque tu? Missatger Per a tu un mensaque jo, i no fagas más el bú qu’aspero cotestació. Sentinella Pos amolla eixe present que ací s’examinarà pero muy en cuenta ten que no has d’anar-t’en content si en fas alguna empastrà. Missatger En hombres de mi linaque no caben tales asiones... Sentinella No me’n fio, triqui-traque... venga, venga ese mensaque y basta ya de raones. Missatger Toma y contiesta enseguida que mi pasiensia s’acaba... (Després de vist el missatge). Sentinella Por tu sangre corrompida esta burla maldesida

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no l’aguanta mi chilaba! Vés-t’en d’ací, perro anfame... Vés-t’en d’ací, baladró... Missatger I, qué li conteste jo al meu capità aguerrit? Sentinella Que és un canalla… un pendó!... Missatger ¿Cómo dises? Sentinella Un pendó!… d’eixos pendons tan podrits… Missatger Pos ai de tu quan li conte lo que m’acabes de dir! Sentinella Vés-t’en d’ací lo més prompte! Missatger Ja me’n vaig, rinoceronte! Sentinella Ri-no-ce-que…? Missatger Ja ho he dit! (Una volta el missatger ha desaparegut). Sentinella A mí los guerreros valientes y fieros!... Blandid vuestro asero, tireu-se a matar, y a golpes de rayo sampar sin desmayo matem a eixe paio de perro cristià, salid odaliscas… (Eixen les odalisques de l’interior de la torreta i baixen a col·locar-se entre la gent del castell). Decat vuestras triscas y cual basiliscas l’alfanque blandid… Bisarros aunucos pilleu los trabucos i d’eixos recucos las panxas aubrit! I en tanto que vienen los perros cristianos frotant-se las manos pensando en guanyar cantemos el himno

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de nuestros mayores que llena d’ardores el pecho al luchar. (Sona un clarí i al seu compàs la gent del castell canta). Alà..., Alà... fes de los cristianos una gran penjà, i a mi…, i a mi… dona’m all-i-oli, xulles i bon ví. Alà…, Alà…, Aliiiiiiiii… (Calla el cor i diu el sentinella): Así quiero veros, valientes muchachos igual que fardaxos en un cara-sol, esteu sempre alerta i a punt l’aspindarga duent-la amagada de baix del llançol. Oidme una historia que voy a contar-vos pa ver si en vengar-vos penseu en matar. Allá por los años de Mari Castaña reinando en Aspaña Muley Abd-el-Chon, Aspaña era amperio de la morería y ni otro amo había, ni otro pendón. Debío a sus leyes, a cual la más sabia los moros con labia, podían tener la mar de muqueres p’haser su alegría y había ca tía... qu’habia que ver. Con ellas los moros felises vivían Porqu’ellas lo hasían y ellos también, que todo eran besos, jolgorio y jaranas, qu’al suelo d’Aspaña troncaba en harén. Por este motivo, ca moro llevaba su rico tesoro de ninfas y aurís y cuando con ellas s’acaramelaba un crío encargaba a París. Por esto, l’amperio cresía y cresía, pos tasa no había en aquel ven y ven y allí donde un moro, su harén levantaba al año contaba los crios por sien. Y aquello era gloria, mis bravos muslines. Qué ricos festines y qué rico aulor... Y qué borracheras las moras pillaban y cómo besaban borrachas de amor.

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Pero, ay hicos míos!, salió Don Pelayo, más malo que un rayo, que vino a acabar con nuestros harenes, con nuestras muqueres, con nuestras farteras y aquel disfrutar. Dende el Guadalete, anda nuestros días, el sorro no hasía más que dar que fer y sempre arreando con furia tigreña mos ha dao más ñeña qu’a un burro forner. Por ello vamos todos por esos caminos igual que beduinos cremats per el sol, pos ja no mos queda más qu’este castillo, qu’está el pobresillo que un atre ja en vol. Però antes s’afona i es fa en mil estelles, morint tots dins d’ell com bons fills d’Alà, que d’ell al cristiano l’hasemos entrega, si es que hasta aquí llega, que no llegará. Y por si llegara, pensad que esa quente son los desendientes d’aquel bravucón que con sus mesnadas, furtónos cual fiera tot lo que nos diera Muley-Abd-el-Chon. A ellos si vienen, con furia y con saña! pegueu ca castaña, pensando al pegar, que per ca cristià que caiga en la guierra mos toquen sis xiques, y así, hi ha a on triar!... Mireu que boniques i que resalaes! en ca que pintaes son bellas aurís, que en nuestros harenes, cuando las tengamos faran qu’escribamos ca instante a París. Las hay d’ocos negros, qu’al verlos marejan. Las hay que simbrean su cuerpo al andar. las hay que al mirarte despliegan tal maña, qu’entre sus pestañas t’anredran al pasar. Pos bien, hicos míos, ya que son tan bellas luchemos por ellas con fe y con tesón y cuando triunfantes la gloria alcansemos, la ley impondremos del gran Abd-el-Chon. (Pausa). Sentinella Atensión!... Atensión!... quente astraña s’acuesta por la planisa... Que todos luchen con saña

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y con astusia y maña, peguémoslos la gran palisa. (Arriba l’ambaixador cristià davant del castell). Ambaixador Sempre torpe i desllenguao… sempre buscando camorra… sempre tan mal educao… Ya estoy señores cansao d’ese hico de la porra. Sin piensar el mameluco Qu’ahí lo tengo encauao como faldero perruco, se siente el hombre farruco i mi mensaque ha llansao. Buena la ha hecho el muy chulo al despresiar mi mensaque con tan roín desimulo, porque con su piel de mulo tinc que forrar-me jo un traque. No sabe ese sorro impío Qu’estic cansat d’aguantar-li su desplante i griterío i qu’así no hi ha mes tio que jo, vaig a demostrar-li. Trató con torpe osadía mi mensaque cariñoso y ensima un recao m’anvia que s’afrontró hasta ma tia por lo qu’era d’afrontoso. Tractar-me a mi de pendó i de roín mal cristià eixe marroc baladró... Ah, senyores, eso yo no se lo puc tolerar! Penjar-me a mi tal baldó eixe gandul malfainer que va vestit en faldó i no gasta mocaor perqué es moca... en un paper! Llamarme podrit a mi, Qu’estic, Senyor, tan sanet!… Dende que tal cosa oí

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no pot passar-me ni el ví jo qu’en colodra m’el bec! Ben pronto verá ese maco -que disen los catalanescomo los feches le saco, y en la refriega m’atraco de tripas de sus sultanes. Antes qu’el sol rodolando s’amague tras d’esa sierra i el sielo se vaya enfoscando no ha de quedar baladrando un moro musa en mi tierra. A saco en guante he de entrar por todas sus posesiones i me los tinc que menjar, o me deco yo cortar cacho a cacho, los “mondongos”. Basta ya de complasensia con tots esos bereberes qu’han llevao su insolensia a montar en mi presensia un serrallo de muqueres! A pesar de qu’en Aspaña el divorsio s’ha implantao no consiento esa patraña… ¿Quieren muqueres?... pos hala! una sola i s’acabao! Que basta i sobra con una i dixós el que no en té, trons i rellampecs!, ninguna, i baix la llum de la lluna pot dormir soles... que bé! Por qu’hay que ver el tesón con que t’acosan furiosas, empenayes -botu al mónen que “tiqueritas son” cuando se ponen selosas. Per què has anat al café? Per què a Roseta Madroño la mires en tanta fe? Per què t’ampenyes, per què, en que li arranque jo el moño?

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I chilla que es desbarata, si has cambiat la camisa, si t’has posat corbata i t’amolla una sabata si has fet tard a misa. I observa tot lo que fas... i de tot es te que dir... de tot l’ous remugar i es fa pendre ca cabàs com per a sampar-li un tir! I si en compte de selosa, la que t’ha de fer feliç, t’arriba a eixir “melindrosa”? Ja pots dir en veu fogosa que t’has “venut al panís”! Quan no li fa mal el fetge se resent de la freixura, i a tota hora vol qu’el metge, en ca que el pobre ranquetge, vinga a vore si la cura. I home, fes-me alguna tassa... I home, fes-me algunes fregues d’ungüentet de carabassa... i tu, en tant que li passa, frega, encara que t’aufegues! Pos, i si t’eix gastaora? I si es caresera?... Ai, ma tia la pastora... En compte d’una senyora, tindràs una agranaora netejant-te la cartera. Que si pasta pa les dents... que si calces de seda... que si els brials... el sostens... els polvos... la permanent... I tu soltant vas “l’argent” fent sempre el paper de bleda. (Pausa). Per este patró tallaes són totes, contra-panís!… per fora molt ben plantaes,

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però per dins, sancallaes!, la que no suma, se’n ix! (Transició). Però aixina i tot, redell, són lo millor d’este món… Mos fan bollir el cervell i com goset del cordell, mos porten, ai!, de corcoll! I qui s’aguanta quan ella, en el cor te s’ha ficat, i arrimant-te una mamella va i te diu a cau d’orella: Ai lladre... Què m’has donat? Per això hemos de luchar contra eixa fiera morisca que mos les vol arrancar, com s’arranca un melonar o els trunfos en la brisca! Y eso no!... de ningún modo lo podemos consentir... Contra eso iremos todos, ausolutamente todos, a luchar, danda morir! Andavant pues, quente mía... caiga sobre ese baldón qu’anfecta esta cercanía toda vuestra valentía y que no quede un morrón. Degollad a esa morisca Que’es la vergüensa d’aquí, no desmayeis en la trisca, y si halláis una odalisca me la decáis para mí. Que denguno sea osao de tocar a esas donsellas, que son carne de pecao... Traédmelas a mi lao, que yo veré qu’hago d’ellas. A la carga pues, muchachos!... con andomable valor,

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asclafarle los mostachos No temáis a esos morachos, Qu’ací darrere estic jo! (Després d’un toc de clarí, avancen un poc cap al castell i continua el parlament). Ambaixador Sentinela del castelo! Sentinella (Apuntant-li). P’atràs o t’ansiendo el pelo!!. Ambaixador Y qu’has d’ansenderme tú si estás, pobre marabú muertesito de canguelo! Sentinella ¿Canguelo yo?... Ambaixador Cabalmente Sentinella ¿Qué pretiendes?... Ambaixador ¡Ansolente! Qui eres tu pa preguntar a què i perquè vinc jo ací?... Sentinella Pooos..., Què tinc que fer? Ambaixador Pasar aviso pronto i liquero al quefe d’ese castillo, de que’hay aquí un caballero con más pelos qu’un sepillo que quiere hablarle primero i després, sacarle brillo. Sentinella Eso será si es que tienes lo que no tiene el aunuco que va por nuestros harenes... Ambaixador Pos claro está, mameluco!... yo traigo pa estos belenes ...narises y trabucos! Con que pásale recao y que salga de seguida... Sentinella Voy corriendo, “es-capao”... Ambaixador Que no tarde el demandao perquè sino, de contao asaltamos su guarida. (Mutis del sentinella). Ambaixador Musas, dadme anspirasión... fortalesed mi gargante...

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Poned brío a mi aspresión, per a qu’a eixe fanfarrón li cante hui les quaranta! (Apareix l’ambaixador moro saludant). Moro Guárdete Alá, Capitán, y te conseda los dones que promete en su Corán! Ambaixador Ninguna falta me fan de tu Corán los sermones! Moro A mi saludo cortés contiestas mal i briós, sin piensar, en tu altivés, qu’ací i en el Salze eso es un rebusno y una cos! Ambaixador Vés molt en compte, so loco, i tingam la festa en pau... Moro Ya ascomiensa a verse el “coco”, tan farruco hasta hase poco i ara tan manso i suau. Ambaixador Es que en calma quiero hablarte de todas tus perrerías. Moro I jo en calma haig d’escoltar-te, però a l’hora de samparte Ja voràs que lletanía. Ambaixador Nadie en camás de mi hombría en este mundo dudó!... Moro Eso, tal vuelta sería, porque a tu frente no hauría un mascle ací, como jo!... Ambaixador Pos mascles como tú ne tinc jo un montó anterrats molt mes grans qu’el Gurugú... Moro No m’asustes, “tu-ru-rú”, Qu’este matí m’ha porgat Ambaixador ¿Me desafías acaso? Moro Me pongo a tono de ti... Ambaixador Dios te lliure de mi braso!

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Moro Y Alá te guardé, pelmaso, de mi astaca y de mí. Ambaixador Ja lo veremos! Moro Primero, puesto que tienes que hablarme, parla sin miedo... Ambaixador Eso quiero, ja que després, con mi asero, tiempo tendré d’anfilarte. Moro Bies está!... Ambaixador Oye pues!... Moro Parle el señor caballero, sin qu’eche al aire los pies. Ambaixador Ascomienso... Moro Ja t’escucho!... Ambaixador ¿Ya m’escuchas?... Moro ¿No lo ves?... Ambaixador Pues entonses ascomienso... Uno Xi bosau d’una, rediés! (Pausa). Ambaixador En esta mi hermosa tierra Qu’era un florido verquel, dende una sierra a otra sierra todos estamos en guierra por culpa tuya, redell! Dende qu’entraste aquí, no hay muquer qu’esté segura, ni segur tenim el ví, ni la figa en el cofí, ni en l’olla la fassegura. Ni la palla en el paller al teu pas mos has deixat, a on, fester o no fester, a dormir anava el pet quan s’havia emborratxat. Res has deixat de profit en esta esplèndida vega

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Beneixama y sus embajadas

a on tot era abans florit... Al teu pas tot s’ha pansit... Tot al teu pas s’andoblega. A saco en guante has entrao por mis altos panisales, y ni hoca seca has decao, pos todo lo has arrasao con tus tropas creminales. Acostumbrado a mirar los anmensos cudolares de tu africano lugar, no has sabido repetar mis llampantes pomerales. Sempre en medio de chumberas y peñascos gurugurescos qu’han sido tus madrigueras, de mis vierdes auliveras t’han enlluvernat sus reflecos. Y sin pudor lo has tractao, ¡cafre de la cafrería! y por mi vega has entrao como potro desbocao por una cacharrería. Como galerna infernal causando astragos y horrores, no has decao un figueral a on anar puga un pardal, a fartar-se de bacores. No has deixat ni les bellotes per a criar un porquet... Hasta les pobres granotes S’han amagat com marmotes per no voret tan relleig! I a què seguir relatant el mal qu’has fet en ma terra? si al teu costat es Satán un ballaor de Can-Can o un tocaor de guitarra. Pero ya está al final

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

de tus desmanes, so pillo... Igualito qu’un chacal has de morir, creminal, ahí dentro d’ese castillo! Ja estic cansat de tus moros y de tu vos más pudienta que la suor dels teus poros... Basta d’ansultos y ploros Perquè plorar, me rebenta! Te doy dos horas de plaso pa que deques tu guarida y te llargues a buen paso, o si no, d’un trabucaso, decas ahí dentro la vida. Tú verás al contestarme lo que me vas a desir... No des lugar a que m’arme, que si m’armo... Moro No m’alarmes... Ja, ja, ja!... m’haséis reir... Ambaixador Pos no lo tomes a broma y abandona este lugar... Moro Ascucha, linda paloma: toma pastillas de goma que són bones pa suar. Ambaixador No me gastes chirigotas que no está el forn pa rosquilles y la pasiensia m’agotas... Moro Pos aflócate las botas y ascúchame mantequilla: M’has dicho que por tus lares M’adentré sin respetar ni tus llampantes pomerales, ni tus vierdes aulivares, ni el vino tinto, ni el clar. M’has dicho que como potro desbocao he recorrío tus campos d’un lao a otro y que pa tós vosotros d’esclavos mi trato ha sido...

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M’acuses d’atracaor i de marroc despiatat i de mil coses pitjor, i jo he de dir-li al senyor que todo eso es verdad. ¿Mas sabes, sorro, por qué vos tracto a todos así?... Porque olvidar no logré aquellos tiempos en que mos arrocasteis d’aquí. Por ca lágrima arrancá a los ocos de Boabdil al tirarlo de Graná; el meu alfaque fará que tus ocos viertan mil. Por aquel fondo suspiro que de su pecho salió cuando salió hasiendo “el piro”. Hui, com si fora de un cuiro, de ta pell faré un manchó. Que de piensar solamente lo que sufrió el pobresito por culpa de tu roín quente, siento un deseo ferviente d’haseros a bosinitos! Per aixó soc eixe fiero Qu’ha curao por Alá ser un chacal carnisero hasta no deixar sansero un cristià farandulero en tota esta contornà. (Pausa). M’acusas i el escoltar-te es para mí un gran plaser... ¡Vergoña deuría darte... No sent mascle pa vengarte, ¡chilla i plora cual muquer! Ambaixador Basta ya, perro tirano, Qu’em bull la sang de sentir-te! Moro No m’anterrumpas, cristiano, y ascucha d’este africano lo qu’encara té que dir-te. 76


Capítulo II Embajada de los Estudiantes

(Pausa). ¿A santo de qué te quecas, devorador d’aiguardent, pos si vienen como abecas tus muqueres con sus quecas a consolarse en mi harén? ¿Tú no sabes macadero, que me vienen a buscar porque soy muy sanduguero i perquè tinc més salero que grans d’arena té el mar? ¿Es que tú t’has fegurao, porque les das un cornal que no hi ha ni pa un guisao, han d’estar sempre a tu lao fen-te festes, carcamal? Ambaixador Ten la llengua, desllenguao, porque sino, ¡Voto a tal! Moro Xé que tio més salao... Després que m’has insultao vols que calle, re-pardal? Pos encara no he acabao, i arromanga’t un camal si es qu’estás acalorao, perque t’haurás empinao antes de vindre el barral, y ascucha, mal educao, pa que veas al final lo qu’es mi harén comparao con tu chosa y tu corral. Ambaixador (Oh, buen Dios, dóna’m paciència per a aguantar a eixe loco sin pudor y sin consiensia). Moro ¿Qué remuga su aselensia? Ambaixador No remugue!... Poco a poco! Qu’aún me quedan mis trabucos para poderte gritar a ti y a tus mamelucos. Moro Y yo tengo a mis aunucos! Ambaixador ¿Tus aunucos?... Vols callar?... 77


Beneixama y sus embajadas

Eixos pobrets qu’han de fer que no siga badallar, si les falta pa bregar el motor qu’es menester? Moro Si tenen o no motor pa trencar-te a tu les dents o algún os de més valor, aixó després ho vorem. Ambaixador Ja està vist! Moro ¡Ca!... ¡No señor! Quan pose en marcha el tractor de tota la meua gent, voràs, banyat de suor, les barres que trencarem. Però abans d’eixe “asclafor” i com anàvem dient, parlem, cristiano, parlem del motiu cautivador pel cual me fan l’honor de venir al meu harén tus aurís buscando amor. Ambaixador ¿Qué motivo puede haber, que no sea un desvarío de tu roín proseder? Moro Pos chi ascolta, tros d’impío, Que todo el deseo mío es hasértelo saber. (Pausa). Yo curo por mi muslí, por Alá y su consistorio y su amperio marroquí, que la muquer viene a mí, por mi fama de Tinorio. Como en antes te desía, la suyuga mi fegura, las delisias de mi harén, mi arrogansia, mi postura mis paraulas de ternura y de mi dansa el “va-y-ven”.

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

Las pobres, viendo qu’ahí, han d’anar traent el lleu, triscan desde bon matí hasta qu’es fa ben de nit o d’on mandoble els dobleu. Viendo qu’han de ir a bregar lo mesmo que bestias vivas, en el verano a segar y en el invierno a plegar muertas de fret, las aulivas. Viendo que tienen qu’haser de fregones a deshora pa qu’aneu vosatros bé, y un consuelo camás té del seu home cuant l’implora. Viendo, en fin, que las tenéis sense pasta en la pastera, sense brials, ni sostens, las enlluarna mi harén y vienen pa que las quiera. Perque mientras que tu grey las tracta como borricas y las carga como un buey, yo tracto a cuerpo de rey a mis aurís y odaliscas. (Pausa). Yo las llamo con ternura: “Choto”… “Rateta”… “Lusero”… “Orseta de confetura”… y cantando su hermosura soy la mar de pamplinero. Yo las doy para que coman servellitos de canari, morellitas de coloma, suquito de fresa y poma y hoquitas de calendari. Yo las visc con tiersopelo y con gasas trasparentes. Las doy mucho cañamelo, y las compro para el pelo, ricos perfumes d´Oriente.

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Yo las tengo entre coxines, entre brocaos y tocas, entre sedas y casmines, y tengo sien mil muslines pa qu’els aguxen las moscas. Yo las baño cada día, de la cabesa a los pies con aigua d’Alecandría y en una peluquería me las pentinen després. Yo la compro coyas bellas Qu’en sus cuerpos de bambú lusen más que las estrellas… ¡Yo, pirraíto por ellas, las tracto mecor que tú!. Por todo esto que te digo Anlluarno a tus muqueres… ¡Solas vienen a mi abrigo, no queriendo estar contigo per lo “panfigol” qu’eres! Ambaixador ¡Calla eixa llengua, tirano… No ansultes a la muquer D’este pueblo soberano, Qu’eso que dises, villano, es falso…, no puede ser! Moro Nunca en camás he mentido ni tengo por qué mentir… Ambaixador ¡Pos mientes ahora, bandido! Moro Calle el perro descreído Qu’ellas lo van a desir. (Dirigint-se a les odalisques, que, una darrere de l’altra munten a la torre i formen quadro una a cada costat d’ell). Moro Ven aquí, Sobdeyda hermosa… Tú, Moraima, ven también… Digau, mis ninfas presiosas, Qué soc jo per a vosotras? Les dos Oh, señor, sou nuestro bien! Moro ¿Qué es lo más os gusta del morito? Les dos Su pito.

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

Moro ¿Qué os vuelve locas? Les dos Su boca. Moro Tu veus como hases la oca no creyendo lo qu’es dia? Ya has oído de sus bocas que por mi amor están locas estas muquersitas mías! Ambaixador Pos despedix-te d’ellas porque la vas a diñar... Por el sielo y sus estrellas que de pervertir donsellas ahora mesmo has d’acabar! Sobdeyda Pero ascucha, resalao... ojitos de perdigón... ¿Es que vienes ajumao os que tu mujer t’ha dao con er palo l’escobón? Ambaixador Qu’és lo que dius, desgrasià? Sobdeyda ¡Malas puñalás te den! ¡Si me güerves a insurtá, te vi a dar una bofetá que va a oirse en Armadén! Ambaixador Ay m’agüela quin furor i quina poca vergoña! A on t’has deixat el pudor? Moraima En la bañera, dotor... Por eso hasemos aulor D’esensia “Quelque” y “Bogoña”. Ambaixador Mira quin atre lorito!... Moro ¡Ves con tiento en ansultar y en levantarles el grito!... Sobdeyda ¡Deja pa mí ese chorlito, que te lo vía a peiná! (Desafiant-lo). Ascucha, cara armiré, sentrañas de carabú, cristiano de remangué, aquí no hay mas fló de té ni más lorito que tú.

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¡Y así permita Undibé que te vea yor corgao como un reló de paré y que te piquen los pié tos los moquitos del prao! Moraima ¡Muy bien dicho, quitanasa! Moro ¡Muy bien dicho y oportuno! Vols mes proves, carabasa? Ambaixador Lo que vullc és, con mi espasa, degollar-vos uno a uno! Moro I això, quan serà? Ambaixador En seguida!... que ja no puc tolerar per més temps eixa guarida, y aunque me cueste la vida ahora mismo has d´acabar. Sobdeyda ¡Más quisieras, so pringoso!... Ambaixador ¡Lo veremos!... Moraima ¡Ja, ja, ja, ja!... Ambaixador Poca vergoña!... Sobdeyda ¡Tiñoso! Ambaixador ¡Andesentes! Moraima ¡Lagañoso! Sobdeyda ¡Burrisiego! Ambaixador Descarà!... Moro ¡Bueno, bueno, basta ya!... (Pausa). Ambaixador No puedo ver sin sonroco lo qu’ahora acabo de ver... ¡A qué extremo la muquer pierde el pudor por un loco! Què llenguatge tan atròs... i què manera de lladrar... danda que no els pose un bos i les trinque com a un gos, no me les tinc que deixar!

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

Què dones més desgrasiaes... què modals de més mal gust... de mirar-les tan pintaes i pegant faldironaes m’he quedat d’asombro, mut! Que per tindre-les contentes “las viste con tiersopelo y con gasas transparentes” ¡Que vergüensa, santo sielo! ¡Qu’andesentes... qu’andesentes! Que, “las compra pedrería y con aigua perfumà me las baña cada día...” ¡¡Re-bombas!! qué porquería... ¡Están todas condenás! Ara m’explique per què mos falta aigua i ni ha poca si en gasta tanta eixa gent en rentarse la bajoca! Pero esto s’acabó ... ¡Fuera ese anfecto burdel! Ahora mismo pucho yo y cremo a tots dins d’ell. (Pausa). Ascucha, moro moraso: Per segon volta t’ho dic… No sigues burro i fes caso Perqu’es forade el melic. Te doy dos horas de plaso pa que deques tu guarida y te llargues a buen paso o si no d’un trabucaso, decas ahí dentro la vida. (A les odalisques, enviant-les a l’interior de la torre). Moro Arreeu paca l’harén, Qu’así han tocat aldabaes... Les dos ¡Ven con nosotras también! Moro Antes a tota eixa gent tinc d’unflar a bofetaes.

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(Mutis d’elles). Ya estoy dispuesto a bregar y a repartir-vos més ñeña, qu’un burro en pot aguantar… Ambaixador El cuello os tinc que cortar a todos con mi sigüeña. Con que deca ese castillo i pirando d’esta tierra... Moro No será sin qu’haiga guierra y os clave con mi “tornillo”. Ambaixador ¿No te marchas? Moro ¡No me marcho! Ambaixador Pues vamos todos a él ¡A las armas, mis muchachos, a asclafarle los mostachos y a acabar con el burdel! Moro Puja ací dalt, cos melós, i voras quina toñina!... Ambaixador Clar que vaig, cara de gos!... Moro Ací t’aspere, gallina! Ambaixador ¡A ellos, cristianos, con alma y valor! Matem a eixos moros Qu’anfaman a Dios! Moro ¡A ellos, aunucos, Por mí y por Alá!... ¡Que no quede vivo ni un perro cristià! (Assalten el castell, lluiten i quan tots els moros estan morts, ix de la torre l’ambaixador dient). Ambaixador ¡Ni uno con vida ha quedao... todos moridos están... Oh, pueblo, ya estás vengao, y con esto s’acabao l’Ambaixà dels Estudiants! (Transició ràpida).

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Capítulo II Embajada de los Estudiantes

¡Un momento!... no he acabado... algo me falta decir, aunque un poco emocionado, yo te ruego, pueblo amado, te dignes mi voz oir. (Pausa). Ante todo he de elevar un saludo respetuoso al Alcalde del lugar, al ministro del Altar y a ti, pueblo cariñoso. Todos a una habéis tenido con nosotros atenciones que no damos al olvido... Si alguno os ha ofendido pido por él mil perdones. Y en esta paz y armonía luchemos por Benejama, cuna de nuestra alegría, añadiendo cada día un florón más a su fama. En la lucha cotidiana por nuestros hondos anhelos pensemos que nos hermana nuestra Virgen Soberana: La Aurora, Reina del Cielo. Puestos en ellos los ojos vamos al campo a labrar olivares y rastrojos, y Ella se cuida, que abrojos, no hallemos nunca al pasar. ¿Qué importa que cada cual tenga un distinto sentir y un diferente ideal si con su amor maternal a todos nos sabe unir? Porque todos la adoramos con tanta veneración que por ella nos jugamos, si es preciso, el corazón.

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Dígalo, sino, el fervor con que esperamos los días de las fiestas en su honor, y el afán arrollador de rendirle pleitesía. Y es que a Ella están unidas nuestras santas tradiciones como en el alma prendidas, de nuestras madres queridas, llevamos las oraciones. Y pensamos al mirar de sus ojos el fulgor, que ante Ella vino a rezar y por nosotros a orar, nuestra madre con amor Y es por esto que olvidamos el político ideal cuando a estos días llegamos y ante Ella rivalizamos en cariño sin igual. Por Ella y por Benejama luchemos, hermanos míos, con el ardor de la llama… Por Ella y por Benejama, seamos nobles y bravíos! Tanto arriba como abajo demos en toda ocasión, al hallarnos en el tajo, a nuestro pueblo, el trabajo, a La Aurora, el corazón! Fi

José María Milán Álvarez

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CapĂ­tulo III

La Brega dels Llauradors

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FRANCISCO CAMÚS BELLOD “PANA”

Francisco Camús Bellod, fundador y primer presidente de la Comparsa de Llauradors

Francisco Camús Bellod “Pana”, nace en Beneixama el 29 de diciembre de 1924 y pasa su infancia realizando duras labores agrícolas con poco tiempo para acudir a la escuela, algo habitual en gran parte de la sociedad local de la época. Persona de trato afable y gran motivación personal, es un autodidacta que a lo largo de su vida forja y conserva tres grandes pasiones: la familia, la agricultura y la Comparsa dels Llauradors de Beneixama, de la que será su primer Presidente entre 1971 (año de su fundación) y 1984. Además, participa de manera activa en numerosas asociaciones del pueblo. Desde un primer momento, la Comparsa de Llauradors, que se encarga de organizar en Beneixama todos los años la Festividad de San Isidro Labrador, ve la imperiosa necesidad de crear una embajada para la misma. 88


Capítulo III La Brega dels Llauradors

“Pana”, con mucha ilusión y una elevada dosis de motivación, se pone manos a la obra. Una mañana, mientras realiza sus labores agrícolas diarias, los olivos y los almendros en flor le dan la inspiración necesaria para plasmar en una pequeña libreta, “La Brega dels Llauradors”, la embajada que se representa todos los años en el paraje de la “Talaeta”. Francisco Camús, es también el autor de la letra del himno de la Comparsa dels Llauradors y de un libro de memorias, donde plasma canciones populares y vivencias que tiene a lo largo de su vida, que desgraciadamente, expira el 19 de octubre de 2004.

SOBRE LA BREGA DELS LLAURADORS Como ya vimos, “La Brega dels Llauradors”, fue creada en 1972 para ser interpretada en la festividad de San Isidro Labrador. Está escrita en el valenciano popular que se utilizaba por aquel entonces, muy alejado, obviamente, del idioma ortográfico y normativo actualmente aceptado. El texto, ha adquirido con el tiempo un valor sentimental importante, tanto para los miembros de la Comparsa de Llauradors, como para el resto de beneixamins, que disfrutan de la representación y las ocurrencias más desternillantes de los embajadores. La obra forma parte ya del patrimonio cultural de Beneixama y es un claro ejemplo de la nueva cultura y tradición popular. La embajada es una representación en la que participan dos agricultores, uno de edad avanzada, con una enorme experiencia por los años de trabajo en el campo y otro más joven con nuevas formas e ideas de tratar la tierra. Ataviados con los trajes de la Comparsa y algunos utensilios de labranza, ambos, tratan de convencerse mutuamente de las bondades de sus respectivos métodos de trabajo. Como ocurre con otras embajadas y con la intencionalidad de darle un tono más jocoso, parte del texto es renovado anualmente en función de la actualidad social del momento, se trata en definitiva de una lucha dialéctica entre lo tradicional y lo moderno.

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Beneixama y sus embajadas

EMBAJADORES A LO LARGO DE LA HISTORIA Como todos sabemos, las embajadas, son una forma de teatro popular escenificadas al aire libre. Qué sería de una obra teatral sin los actores que le dan vida y la representan. La figura del embajador, por tanto, es fundamental para el desarrollo correcto de la embajada. Por eso, recordemos ahora quienes han representado “La Brega dels Llauradors” durante sus más de cuarenta años de historia:

Francisco Camús Bellod de 1972 a 1999. Jordi Francés Camús de 1972 a la actualidad. Juan Bautista Sirera Valls en 1984.

Rafael Sirera Conca de 1999 a la actualidad.

José Juan Alonso Hernández de 2005 a la actualidad.

Vicenta Sanz Martínez en 2015.

Jordi Francés Camús y Rafael Sirera Conca, el día de San Isidro de 2002

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Capítulo III La Brega dels Llauradors

LA BREGA DELS LLAURADORS Jove Atenció, molta atenció mireu allà en la llanura redell, que mala figura” És un llop o un lleó? Però si resulta un vell d’abans de l’agricultura Què mos voldrà preguntar eixe tio tan sarnós? És que voldrà ascorcullar com vivim hui els llauradors? Pos que vaja en cuidaet en lo que tinga que dir i no mos vaja a insultar perquè el podriem tollir. Vell Escolta tu, arma ruidos. Jove No dic jo, açò a on va a parar? Vell Devoraor de citrons què passa en l’agricultura que no ixen llauradors. Jove Conforme estan hui les coses qui vols que vaja a llaurar si enguany que anava l’any bé mos ha tornat a gelar. Vell Quan mos acabem els vells que ja cobrem el retiro vos se quedarà tot erm quin desastre, senyor meu! En el gust que abans donava ser un xiquet llaurador i ara no vol ni sa tia ser un gran agricultor. Es deixen el monyo llarg s’apunten al P.P.O. fan cualquier barbaritat ans que agarrar un llegó. No vos agrada el llaurar no voleu anar a peu i per si vos escaldeu sempre aneu a cavall. 91


Beneixama y sus embajadas

Sou més gossos que xacal i no agarreu mai l’aixà ni pa netejar un braçal. Dona asco anar per l’horta tot està ple de fenàs i pa travessar la séquia es tens que tapar el nas. Escarben totes les fites no tapen ni els portells derroquen totes les sendes i els bancals estan erms. I lo que fan els tractors? arrastraes i muntons i encara no ha eixit del bancal ja verdegen els citrons. I quin pla de desarrollo senyores més afamat que no es pot anar pels camins per estar tots arramblats. Jove Què parles tu, vegestorio analfabeto perdut tot és enveja que tens que veus que els teus descendents tots viuen millor que tu. Vell Fes el favor de parlar en algo d’educació, no comencem a faltar que encara no t’ha faltat jo. Jove Xe que tio més rebruto com que no m’has insultat si m’has tractat d’arma ruidos i d’eixos del monyo llarg. Però… si vols que parlem es diré la veritat vivim millor que vosatros perquè heu passat tots més fam que una serp en un forat. Vell Abans en l’ agricultura donava gust treballar perquè hi havia alegria i en quant en quant es sentia algun llaurador cantar. 92


Capítulo III La Brega dels Llauradors

Jove No cantàveu a tota hora pos teníeu que parar perquè entre cançó i cançó teníeu que badallar. Anàveu sense control entre el dia a treballar fent hores de sol a sol i quan veníeu per la nit vos posàveu a cordellar. I entre unes coses i altres escassament feu rogle pa poder-vos rebolcar. Ara treballem tranquils, treballem poquetet i quan venim per la nit mos agarrem en la dona i acabem de fer el paquet. Vell I quina poca vergonya fer el paquet totes les nits i que cosa més cotxina al pas que va hui esta gent no tardarem molt a ser molt més que són ara en Xina. Jove No sigues tan carabassa que les coses mal interpretes que quan arribem a casa fem el paquet de les batetes. Vell Que tios més desgraciats Senyor, quina corrupció! fan les tres mil barbaritats per tindre televisió. Tornem a l’agricultura I parlem dels pomerals. jo he vist postes i fils per ahí. És que espereu enemics? O és per a espantar els pardals? Jove Eixos postes que tu has vist són pomerals emparrats, perquè fan més pomes que els altres desmamparats. Vell I què farem de tantes pomes quan estiga en producció?

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Jove Pos les tirarem al riu si no hi ha altra solució. Vell També he vist bancals d’orenga que gasten pa les botifarres Què quins potingos feu ara que consumiu tantes salses? Jove Pos no sigues tan reburro i despeja la mollera que de l’orenga fem ara colònia pa la banyera. Vell I quina poca vergonya i que falta de brutura si gasteu més aigua llavant-vos que regant en l’agricultura. Jove A vore si es creus que ara som tan gorrinos com antes, no vos llavàveu la cara i teníeu tots la ronya de l’any que vo’n demanaren. Res heu fet en la vida en pla de comunitat, no heu tingut cooperativa ni ninguna societat. Pos ara tenim de tot, de tractors hi ha una secció i no es preocupes pels conters que allí es fan la liquidació. Quan l’aigua estiga en marxa dels pous de les Saleretes, el de les cases de Sant Joan, a tot açò els de la Torre, que ja reguen en Baltasar. Entonces serà altra cosa i tindrem satisfacció perquè també per a estes feches, funcionarà el P.P.O. Un consell vaig a donar-te, que ja resulta prou vell ara falta que el comprengues, ja que tens tan poc cervell.

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Capítulo III La Brega dels Llauradors

Bancalets de l’ Estremera, vinyetes del Forseguer, i el figueral de Bordera, de qualsevol podrà ser. A treballar lo millor, i lo demés que es quede erm! Vell I què bé que viviu ara què tranquils, què satisfets. En tant que hem patit mosatros des de que erem xiquetets. De xiquetets a llaurar hem fet herba hasta pa el ruc i no mos hem ensenyat a fer la O en un canut. Vullguera que em perdonares eminència adelantà, i si en algo t’he faltat es done autorització que em pegues una galtà. Jove Pos no pensava pegar-te que d’això em faig càrrec jo de lo que va patir antes la vostra generació. Vell Senyor, això s’ha acabat millor de lo que pensava perquè en lo bruto que és eixe jo creia que en nafrava. Jove Vine ací i farem un trago Perquè hem fet un cos les dos i per ara s’ha acabat La brega dels llauradors. Francisco Camús Bellod, “Pana” Febrer 1972

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Capítulo IV

L’Ambaixada dels espies

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Beneixama y sus embajadas

L’AMBAIXADA DELS ESPIES DE BENEIXAMA Presentamos en este libro un texto inédito, una embajada de la que muy pocos tenían noticias y que está fechada en 1915: “L’ambaixada dels espies de Beneixama”. Esta obra jocosa, de principios del siglo XX, está firmada por el vecino de Beneixama Lorenzo Ferrero Sarrió, quien fuera embajador, tanto del bando moro, como del bando cristiano. Por tanto, Ferrero, estaba totalmente familiarizado con el texto y el contexto de las embajadas. No sabemos con certeza si fue representada en Beneixama de manera oficial, aunque todo apunta a que no fue así. Es posible que fuera interpretada por algún grupo de amigos con la única pretensión de pasar un buen rato. No obstante, ante el interés evidente que tiene conocer un texto centenario prácticamente desconocido, así como su forma de escritura, expresiones o gramática valencianas utilizadas en Beneixama a principios del siglo pasado, el equipo redactor ha creído conveniente publicar un extracto de la misma. Lo primero que llama la atención en esta obra es el título: “La Embaixa de les espies de Beneixama”. A nadie Lorenzo Ferrero Sarrió, el 7 de Abril de se le escapa la probable relación de 1915 a los 61 años, siendo Alcalde Mayor de Beneixama. la palabra “espies” con Biar. Nada nuevo por otra parte, puesto que términos utilizados coloquialmente en las fiestas de Beneixama, como “serreta”, tienen su origen en la vecina localidad. Hipotéticamente, pensamos que varias circunstancias impulsaron a Ferrero a utilizar el término “espies” en el título de la obra. En primer lugar, tal como ocurre en “El Ball dels Espies” de Biar, no faltan en la embajada de Ferrero las alusiones paródicas a la gente del pueblo: “Pues mira que tu, y el mut, y el morrut per a fer tres, que no vos guanyen a beure aunque tinguen mols dines…”

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Capítulo IV L’Ambaixada dels espies

Y en segundo lugar, posiblemente pretendía poner de manifiesto la parte jocosa de la obra. Es preceptivo reseñar la semejanza que esta obra tiene con la embajada1 anónima que entre 1912 y 1918 se representó en Banyeres de Mariola entre las comparsas de “Estudiants” y “Moros Nous”. Llama la atención la similitud de ambos textos y sirva como muestra, el prólogo de ambas obras donde las coincidencias son evidentes.

Manuscritos de la Embaixa dels moros y estudiants de Bañeres, 1912 (arriba) y de La embaixa de les Espies del poble de Beneixama, 1915 (abajo). 1

En Banyeres de Mariola continúa representándose una embajada humorística, pero nada tiene que ver ya con el texto de Lorenzo Ferrero Sarrió, pues varios autores, han ido creando otros textos a lo largo de la historia.

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Beneixama y sus embajadas

Por tanto, no sería descabellado pensar que Lorenzo Ferrero fuera también el autor de la embajada humorística representada en Banyeres de Mariola, afirmación que procedería certificar con un estudio caligráfico de ambos textos originales. Además, sería interesante, tanto un estudio más riguroso de las obras, como del propio autor. Sí queda contrastado que el autor tenía fuertes lazos familiares con Banyeres de Mariola, así como relaciones de amistad con varios de sus vecinos. Finalmente, cabe reseñar que sus familiares no cuestionan su autoría en ambas embajadas. “L’ambaixada dels espies de Beneixama”, es una obra de carácter popular claramente costumbrista, con un estilo inconfundible muy típico de la época. Claro ejemplo de ello son las alusiones escatológicas que humanizan la obra. No elude tampoco la actualidad política del momento, que en plena Primera Guerra Mundial, el autor utiliza como argumento para desear la paz al final del parlamento:

Cristia Si les inglesos tingueren un barril per a chamar convidan als alemans les paus podrien firmar les gerres desta manera es com se deguen tratar, menchan y beure pea viure no com aquells, pea matar.

Manuscrito de La embaixa de les Espies, de Lorenzo Ferrero.

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Capítulo IV L’Ambaixada dels espies

AMBAIXA DE LES ESPIES (EXTRACTO) SEGONA ESENA Avansa el embaixador y es poxa al habla en el sentinela del Castell.

Cristia Sentinela ha del fort.

Sentinela Estas seguit o estas tort, Ó as somiad esta espra.

Cristia No en fases riure pues digesli al capita que axi ya un cristia de pau, que li porta una embaixa. Sentinela Yo crec que no vens a tems de poder comunicar, per que al vore que venieu ell sen anat a cagar.

Cristia ¿Pues que cage, o que no cage, Tu la veu li deus pasar? Sentinela ¡No tincomodes, y espera y vorem si la cagera lo matex que la llansera ya se li pod acabar!

TERSERA ESENA Hixs el embaixador moro atacanse es pantalons y el saluda el cristia.

Cristia Bones tardes moro musa. Moro Mol rebones, mort de fam. Cristia Y la dona y els chiquets.

Moro Tots menchen del olla gran.

Cristia Malegre que estigen be pero axo sa cabara, per que yo vinq esta espra a demanar el castell, per ques una herensia nostra que la tenim de mol vell. 101


Beneixama y sus embajadas

Moro No estiq enterat de axo. Cristia Pos yo te nesplicare Moro Parla y no endigues mentires. Cristia Vach a dirte en un istan la istoria de Benixama nincara que no es mol gran. Des del moli de Cagetes asta alla al raco del cam, tenim moltes pomeretes ahon poder matar la fam. Y si mos provaren mal tame tenim bona treta, que tenim el carrascal, ahon cullim la billoteta, ques un estrinchent mol bo que mos lleva la cageta. Y lo millor que tenim no vull dirteu pues asi, que tu encara no el sabras son les bodegues del vi.

Moro Mantequilla heres mol tonto, si tas cregut que no se qui te les millors bodegues, no tan informat mol be. Coneq la bodega Emilio, lo mateix la del vellet, la de Francico Amoros, tame la del señoret, la de Micalet Payá, y la del seu chermanet. Son bodeges des cristians de les moros, no diq res, si taplege á referirne ten diq mol mes que dines. Ya saps que tiq tanta uforia del poble de Benixama y tu ed ereus que no se res. ¿Tagera guañat ahir sense tindre consellers.

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Capítulo IV L’Ambaixada dels espies

Cristia Pues no estiges tan ufan, tot haxo tegua enseñat, el tio Miguel el teuler, y Gargori el teu cuñat.

Moro Pues mira que tu, y el mut, y el morrut per a fer tres, que no vos guanyen a beure aunque tingen mols dines.

Cristia Tu ha mi no me trages noms, per que no eres retor.

Moro Pues soq un poquet pichor.

Cristia El fill de la Carrampana.

Moro No diràs que soq traidor.

Cristia Pues beus fora dels menchars. Moro Per a mi aixo es un honor.

[…]

Lorenzo Ferrero Sarrió Agosto de 1915

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Bibliografía

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