Con una superficie de más de 710 hectáreas, la zona arqueológica de Kohulinch representa la más grande del Caribe Mexicano. Visitada por primera vez en 1912 por el arqueólogo norteamericano Raymond Merwin, se le llamó Kohunlich, en referencia al nombre de un campamento maderero cercano al sitio.
Los variados conjuntos arquitectónicos permiten conocer aspectos diversos de la vida cotidiana y ceremonial de sus antiguos habitantes mayas.
El asentamiento habría iniciado hacia el año 200 antes de nuestra era, hasta adquirir cierta importancia en la última parte del Clásico temprano (aprox. 500-600 de nuestra era). En esta época se construyó el Templo de los Mascarones, estructura ornamentada originalmente con ocho figuras moldeadas en estuco (de los cuales sólo se conservan cinco), considerados como una de las muestras más acabadas de la iconografía maya de su tiempo.