Mito Un mito es una narración maravillosa protagonizada por dioses, héroes o personajes fantásticos, ubicada fuera del tiempo histórico, que explica o da sentido a determinados hechos o fenómenos. La palabra, como tal, proviene del griego μῦθος (mythos). Los mitos, en este sentido, forman parte del sistema de creencias de un pueblo o cultura. Considerados en conjunto, los mitos conforman una mitología. La mitología, como tal, es la que sustenta la cosmovisión de una cultura, es decir, el conjunto de relatos y creencias con los cuales un pueblo se ha explicado tradicionalmente a sí mismo el origen y razón de ser de todo lo que lo rodea. Ejemplo: Mito Siriono: Sirionó o mbía es un pueblo indígena que habita en los bosques de las tierras bajas de Bolivia y Perú, al sur de Beni y al noroccidente de Santa Cruz (entre los 2° y 17° S. y desde 62° a 65° W). Su autodesignación, mbía, significa "gente", en tanto sirionó es un nombre foráneo que los refiere como pueblo de la palma siri ("tucuma" o "cumare").
La Luna La luna existía antes con mucha gente, la luna caminaba con la gente, él era brilloso y la gente se reunía con él, daba de comer a la gente y la gente comía con él, cuando la luna existía en la tierra, él quería un hijo y la gente se lo dio era muy chico el hijo que le regalaron él lo crio, un día la luna se fue a caminar por ahí, y dejó a su hijo para que la Pava lo cuidara, a ella le habían encomendado muchísimo que lo cuide pero ella no lo cuido bien, no supo por dónde se fue a caminar, no lo cuido bien, ya cuando apareció la Luna ahí se enojó mucho por su hijo perdido, seguía insistiendo que aparezca su hijo y nadie le dio dato, había un grupo de gente en el agua, pescando, estaban sacándolos en un cogollo de motacú, tejido en forma de tarrafa y ellos no le dieron dato, había un montón de peces afuera tapados y había otra cosa tapada que era el hijo de la Luna, ellos fueron los que taparon al hijo de la Luna con el cogollo de motacú tejido, esos zorros que le dicen, ocultaron al Hijo de la Luna, volvió a repetir, ¿Dónde está mi hijo? Nadie, nadie, le dio dato por su hijo hasta que se enojó la luna. Tan enfurecida estaba la luna que grito, los voy a castigar te voy a castigar, a la empleada le dijo te voy a zunchar al fin agarró su arco y lo estiró para lanzar la flecha y se la ensartó en el cuello, por eso está así por eso tiene esa campanilla, grito la pava ya se enojó la Luna, hasta aquí conmigo, los voy a castigar, incluso