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LA TECNOLOGÍA Y LA EDUCACIÓN

Desde siempre, la tecnología ha revolucionado la forma en que los estudiantes aprenden y los maestros enseñan. Recordemos que la tecnología y el aprendizaje han acompañado al hombre desde el inicio de su travesía en este planeta. La invención de la rueda, el descubrimiento del fuego y sus usos, la enseñanza de la caza, la pesca, la agricultura y la creación del lenguaje, son todos ejemplos de tecnología y educación que acontecieron desde la prehistoria humana.

Al ubicarnos en un pasado más reciente, desde los primeros días de la educación en línea hasta la actualidad, las tecnologías emergentes han mejorado la accesibilidad y la calidad de la educación para muchos estudiantes, especialmente aquellos que viven en áreas remotas o que tienen necesidades especiales.

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1 https://digi.usac.edu.gt/bvirtual/informes/cultura/INF-2021-46.pdf

En Guatemala, la tecnología se ha convertido en una herramienta valiosa para mejorar la educación. Según un informe1 reciente de la Dirección General de Investigación - DIGI de la USAC, publicado también por el Ministerio de Educación, el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha mejorado la calidad de la educación en el país, y ha permitido una mayor participación de los estudiantes en el proceso de aprendizaje, creciendo de forma exponencial durante la pandemia de COVID-19.

La tecnología, sin duda alguna, ha transformado la forma en que los maestros enseñan y los estudiantes aprenden. Las aulas han evolucionado de un modelo tradicional centrado en el profesor a uno más interactivo y dinámico, en el que los estudiantes son participantes activos en su propio aprendizaje.

En este contexto, la Inteligencia Artificial (IA) está emergiendo como una de las herramientas disruptivas que pueden mejorar aún más la calidad de la educación. La IA tiene la capacidad de procesar grandes cantidades de datos y generar conclusiones precisas y útiles a partir de ellos. Esto puede ser especialmente útil para los maestros, que pueden utilizar la IA para identificar las áreas en las que los estudiantes necesitan más ayuda; y para los estudiantes, que pueden obtener una retroalimentación más detallada y personalizada sobre su desempeño.

Además, la IA también puede ayudar a los maestros a desarrollar planes de enseñanza más efectivos y a ofrecer una mayor personalización del aprendizaje. Puede identificar el ritmo de cada estudiante y adaptar los planes de enseñanza en consecuencia, lo que puede ayudar a mejorar la retención y comprensión del material.

Sin embargo, es importante recordar que ninguna tecnología puede reemplazar por completo la interacción humana en el aula. Los maestros son fundamentales para fomentar el pensamiento crítico, la creatividad y el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes. Además, tecnologías tan novedosas como la IA pueden tener limitaciones en su capacidad para comprender el contexto cultural y las necesidades específicas de los estudiantes.

En Guatemala, es crucial que se realicen inversiones significativas en infraestructura tecnológica y capacitación docente para aprovechar al máximo el potencial de la tecnología en la educación. Es necesario garantizar el acceso equitativo a la tecnología y las telecomunicaciones en todas las escuelas y comunidades, especialmente en aquellas áreas más remotas y desfavorecidas.

Una formación adecuada para los maestros, les brindará las habilidades y el conocimiento necesarios para integrar eficazmente la tecnología en el aula. Esto implica no solo aprender a utilizar las herramientas tecnológicas, sino también comprender cómo adaptar y personalizar el currículo para aprovechar al máximo estas nuevas herramientas.

Lo que no podemos negar es que la relación entre la tecnología y la educación, particularmente en Guatemala, ha experimentado cambios significativos en los últimos años.

Durante los años 2020 y 2021 tuve la oportunidad de observar de cerca esta relación. Viví la ansiedad que generaba en los maestros el uso de las videollamadas como herramienta para poder comunicarse con sus estudiantes. La mayoría se sentía como pez fuera del agua, totalmente fuera de su zona de confort, intentando emular un salón de clases dentro de la pantalla de una computadora. Fueron ellos los que tuvieron la suerte que sus estudiantes tuvieran computadoras y acceso a internet. Porque hubo muchos, la mayoría, a los que les tocó usar herramientas tecnológicas mucho más austeras como grupos de WhatsApp e intentar que sus alumnos de primer grado de primaria aprendieran a leer y escribir. Y no solo lo lograron, sino que lo hicieron con honores.

Hoy que las cosas vuelven lentamente a la normalidad, debemos aprovechar la tracción que generamos en dicha relación. Para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la tecnología, Guatemala debe invertir en recursos tecnológicos y capacitación docente, asegurando que todos los estudiantes tengan acceso equitativo a estas herramientas. De esta manera, la tecnología puede ser una aliada poderosa en la transformación de la educación, preparando a nuestros estudiantes para enfrentar los desafíos y oportunidades del siglo XXI.

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