La mañana de ese 10 de octubre no era la más indicada para registrar aves en el Alto Mayo. Llovía a cántaros en el sector de El Afluente, provincia de Rioja, y los cuatro miembros del equipo de la Universidad Estatal de Luisiana reunidos ese año para participar en el Big Day 2014, la competencia de avistamiento de aves más importante del planeta, se esforzaban por mantener la calma. Fernando Angulo, birdwatcher curtido en estos menesteres y líder indiscutible de importantes expediciones de este tipo en el Perú, pensó que no iban a poder batir el récord que el dúo Ted Parker y Scott Robinson habían impuesto
para nuestro país en 1982: trecientos treinta y
un especies registradas en solo un día en los
alrededores de la estación biológica de Cocha
Cashu, Madre de Dios, uno de los lugares más
biodiversos de la tierra.