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Observatorio de la Biomasa: situación actual del sector y perspectivas BIOENERGÍA EN ESPAÑA: CRECIMIENTO SOSTENIDO Y SOSTENIBLE

Según datos y estimaciones elaboradas por el Observatorio de la Biomasa para 2021, se instalaron 75.832 dispositivos nuevos y se superaron las 512.000 unidades operativas entre estufas y calderas de pellet, astilla, hueso y otros biocombustibles (sin contar la leña). Esta tendencia se ha prolongado a lo largo de la mayor parte del año 2022 y, a pesar del descenso de ventas observado en el último trimestre a causa del aumento de precios de pellets y otros biocombustibles sólidos, en 2022 estimamos que se han instalado otras 70.000-80.000 unidades más.

La contribución de la biomasa a la descarbonización y la mejora de la eficiencia de nuestra economía sigue aumentando año tras año en todas sus modalidades: biomasa sólida para usos térmicos y para generación eléctrica y, desde hace poco, pero con un grandísimo empuje, también los gases renovables.

Así, en el último año, la bioenergía ha aumentado en un 1% su contribución al mix energético español y ya aporta el 9% de toda la energía que consumimos, gracias a la valorización de 4,3 millones de toneladas de biomasa. Esto demuestra que nuestro sector sigue consolidando un crecimiento sostenido y sostenible.

Nuestro “Día de la Bioenergía 2022” se celebró el 29 de noviembre, cuatro días antes que el año anterior. Esta campaña, impulsada por Bioenergy Europe desde 2017 para mostrar la importancia del sector a los ciudadanos, resalta la contribución de la bioenergía “traduciéndola” a días de autonomía energética en cada país. Tenemos capacidad para que esta celebración siga adelantando su fecha cada año. Primero, porque la bioenergía está demostrando ser capaz de soportar mejor que otras fuentes de energía –gas, gasóleo, electricidad de origen fósil y otros combustibles fósiles–los efectos de la crisis y de la inflación derivadas de la subida de los precios de los combustibles fósiles y de la guerra en Ucrania. El papel fundamental de la bioenergía en la transición energética de nuestro país es especialmente importante cuando hablamos de seguridad energética. Y también, porque disponemos de millones de toneladas de materias primas tanto forestales como agrícolas susceptibles de valorizarse y de gran cantidad de subproductos de la agroindustria.

Según el último Inventario Forestal Nacional (IFN), España acumula cada año, desde los años 90 del siglo pasado, 46 millones de metros cúbicos, de los que solo se aprovecha alrededor de un 40% (mientras que en Europa la media se sitúa en un 65-70%), causando una acumulación tal de biomasa, y de energía, que complica, o incluso hace imposible, la extinción de un incendio en caso de iniciarse.

Gracias al proyecto Agrobioheat, en 2022 hemos averiguado que la actividad agrícola genera cada año en España 17 millones de toneladas de materia seca de restos herbáceos y leñosos, con las que se podrían reemplazar siete millones de toneladas de petróleo. Además, los sectores ganadero y agroindustrial necesitan gestionar más de 50 millones de metros cúbicos de residuos cada año, cuya transformación en gases renovables podría reemplazar el equivalente a 1,5 millones de toneladas de petróleo.

La última noticia positiva ha llegado en marzo, cuando la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo sobre la próxima Directiva de Energías Renovables, que ampliará el objetivo de energías renovables al 45%, y que reconoce a la biomasa como 100% renovable, reafirmando su papel fundamental para garantizar que el objetivo de emisiones cero de la UE pueda alcanzarse en 2050. Así que uno de los desafíos que se presentan para los próximos años es la movilización sostenible de la biomasa infrautilizada.

Cerca de 600.000 equipos de calefacción doméstica con biomasa

Además de los ya mencionados 75.832 dispositivos nuevos instalados en 2021, y los más de 512.000 unidades operativas entre estufas y calderas de pellet, astilla, hueso y otros biocombustibles (sin contar la leña), según datos y estimaciones elaboradas por el Observatorio de la Biomasa, cabe destacar, en paralelo, que la potencia total instalada alcanzó en 2021 los 14.090 MW, gracias a un aumento de 1.391 MW en 2021, y en 2022 se habrán superado fácilmente los 15 GW instalados en el sector térmico nacional.

Estos equipos e instalaciones están suministrando agua caliente y vapor de proceso de origen renovable y sostenible a la industria y calefacción y agua caliente a grandes edificios como hospitales, hoteles, universidades, oficinas o comunidades de vecinos, y a viviendas unifamiliares a un coste (€/kWh) que será siempre inferior al que pueda ofrecer cualquier combustible fósil o la electricidad.

Por otra parte, desde 2021 la leña está atrayendo la atención de muchos consumidores domésticos, fundamentalmente por su menor precio en comparación con otros biocombustibles más afectados por la actual coyuntura inflacionaria. Este renovado interés por la leña ha venido acompañado de un aumento de alrededor del 25% anual en las ventas de estufas, chimeneas, cocinas y calderas de leña moder-

Observatorio de la Biomasa: situación actual del sector y perspectivas nas, según hemos averiguado gracias a los datos obtenidos por el Observatorio de la Biomasa; esto supone cerca de 70.000 unidades nuevas en estos dos últimos años. Estudios del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) muestran que dos tercios del consumo de energía en los hogares españoles se destinan a usos térmicos como calefacción y agua caliente sanitaria, los cuales se cubren en un 46% con electricidad y en otro 46% por gas natural y gasóleo.

Centrándonos en estos últimos, la biomasa sólida y el biometano podrían sustituir una buena parte de la necesidad térmica de nuestros hogares que ahora está cautiva de la inestabilidad de los mercados internacionales del gas natural y del gasóleo a través de calderas individuales o, mucho mejor, por conexiones a redes de calor.

Redes de calor, eficiencia y confort

En 2022 se han puesto en funcionamiento 17 nuevas redes de calor y frío con biomasa en nuestro país y ya contabilizamos 479 instalaciones que aportan cerca de 462 MW de potencia térmica. El 75% de estas instalaciones suministra energía a edificios de uso público y la mayor parte se encuentra en poblaciones de menos de 10.000 habitantes. Cerca del 20% de las redes dan energía a viviendas, ya sea de forma exclusiva o en redes mixtas, pero el gran potencial de desarrollo para las redes de calor con biomasa se encuentra en el sector industrial, donde tan solo tenemos constancia de 14 instalaciones.

Las redes de calor, incluidas las que utilizan biomasa como energía principal, están empezando a evolucionar y mejorar su eficiencia integrando otras fuentes de calor residual disponibles y sistemas de operación inteligentes. Se necesita un apoyo institucional decidido para un despliegue de redes de biomasa en el próximo decenio, dado que es uno de los sistemas más eficientes para obtener energía térmica. Castilla y León y Cataluña se sitúan a la cabeza del número de instalaciones y potencia instalada de este modelo ejemplar de comunidad ciudadana de energía.

Dejando atrás el difícil año para los biocombustibles sólidos

En 2022, el sector de los biocombustibles sólidos en España y Europa sufrió, como el resto de productos energéticos, un aumento de los costes de producción y de transporte que provocó un aumento de los precios de venta al consumidor nunca visto.

Pero desde noviembre, el precio del pellet de madera en fábrica está bajando de manera consistente y en marzo ya había descendido 47 puntos porcentuales. Este descenso en el precio en origen se está produciendo de forma más notable en Europa, donde también la escalada fue más pronunciada. El final temprano de la campaña de calefacción indica que la tendencia bajista continuará, al menos, hasta el final del verano. Este descenso de los precios puede ser más lento que el registrado durante los primeros meses de 2023, puesto que, aunque los costes de producción se han estabilizado bastante en los últimos meses, siguen altos, sobre todo el de la materia prima.

En septiembre de 2022 inventariamos 73 fábricas de pellet, que suman una capacidad productiva cercana a los 2 millones de toneladas al año; 57 centros de producción de astilla, que podrían generar alrededor de millón y medio de toneladas al año; y 29 plantas donde se obtiene hueso de aceituna en cantidades que podrían alcanzar el medio millón de toneladas en un año. De cara a las próximas temporadas, hay que señalar que se están construyendo nuevas plantas de pellets en Europa y, en España, hay nuevos proyectos y algunas plantas están aumentando sus capacidades de producción. Y, por supuesto, reconocer el compromiso que mostraron los productores nacionales en este año tan extraordinario, asegurando en todo momento el abastecimiento de la demanda de biocombustibles.

En 2023, Avebiom organiza los dos eventos más importantes del país que acompañan y promueven el desarrollo de la biomasa sólida y los gases renovables en España: por un lado, la 14ª edición de Expobiomasa, que se celebra del 9 al 11 de mayo de 2023, con más de 350 empresas y marcas líderes en los sectores de calefacción, biocombustibles y producción industrial de energía con biomasa procedentes de 30 países. Por otro, el 3 y 4 de octubre de 2023 organizamos junto con Aebig la tercera edición del Salón del Gas Renovable y el 16º Congreso Internacional de Bioenergía, dedicado en exclusiva a este dinámico sector energético.

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