Sostenibilidad, innovación y digitalización, los retos de un sector que repunta tras la pandemia

ARQUITECTURA INTERIOR

Balance y perspectivas del sector de mobiliario y equipamiento de oficinas y colectividades

SOSTENIBILIDAD, INNOVACIÓN Y DIGITALIZACIÓN, LOS RETOS DE UN SECTOR QUE REPUNTA TRAS LA PANDEMIA

Ofita

� Carlos Leal Presidente de FAMO (Asociación de Fabricantes de Mobiliario y Equipamiento de Oficinas y Colectividades) El sector del mueble y equipamiento de oficina y colectividades es especialmente sensible a las crisis económicas, a las que responde con caídas mucho más acentuadas que el resto de las áreas de actividad, especialmente en momentos de incertidumbre empresarial. En estos momentos, a la difícil coyuntura económica mundial, se añade también el hecho de que esta pandemia llevó a los trabajadores fuera de nuestro mercado, las oficinas. Y este traslado ha revolucionado el propio concepto y el uso de la oficina: la transformación del espacio de trabajo, que se ha revelado como una oportunidad para el sector.

L

a crisis sanitaria ha puesto sobre la mesa que existen otros modelos laborales aparte de la presencialidad y que, además, funcionan muy bien en términos de la productividad, seguridad y del bienestar del trabajador. Pero esto no significa que las oficinas tiendan a desaparecer. El modelo más extendido entre las empresas es el “trabajo híbrido” entre lo remoto y lo presencial, de forma que el trabajador nunca pierda el contacto con el equipo y los valores corporativos. Resulta evidente que la configuración de los espacios de trabajo se encuentra inmersa en un profundo proceso de transformación, abriendo nuevas posibilidades a todas aquellas empresas capaces de abordar la innovación necesaria. Esto representa una gran oportunidad para nuestro sector, en la medida en que la competitividad futura de todas las empresas va a depender, en cierta medida, de nuestra capacidad para desarrollar nuevas soluciones acordes con la evolución de las formas de trabajo. Pero ello no solo requiere una mayor capacidad de innovación, sino también

una mayor sensibilización sobre las estrategias más adecuadas de modernización por parte de las empresas. Las nuevas formas de trabajo aceleradas por la pandemia impactan en el home office -que demanda mobiliario y equipamiento seguro y confortable-; e impactan directamente sobre los espacios de trabajo. A este respecto, crece la preocupación del sector por la falta de información por parte de las empresas y los usuarios sobre las normativas exigibles al mobiliario de oficina -exigibles tanto si los puestos de trabajo están en las oficinas de las empresas o si los han equipado en los hogares de sus trabajadores-. Se están adquiriendo productos, en algunos casos, que no están avalados por una certificación adecuada con el consiguiente perjuicio para la salud del trabajador, la productividad de la empresa y, por supuesto, para los fabricantes del sector, debido a la competencia desleal que se genera en el mercado.

Seguridad, salud y bienestar

En primer lugar, hoy más que nunca la seguridad, la salud y el bienestar deben primar en el diseño de las oficinas. El foco ha de estar puesto en las personas, lo que nos conducirá a repensarlas para que sean espacios saludables, desde la distribución de espacios (distancias mínimas, elementos de separación, etc.), un mobiliario ergonómico y cada vez más adaptable al usuario y la utilización de materiales que permitan una limpieza y desinfección frecuente. Otra variable importante es la necesidad de contar con espacios muy flexibles y soluciones de amueblamiento fácilmente adaptables y reconfigurables para que puedan responder a todas las necesidades puntuales de las empresas. En ese sentido, los espacios de trabajo deberán contar con espacios y mobiliario de usos múltiples que puedan facilitar diversos tipos de actividades. El equipamiento deberá moverse fácilmente para permitir que los espacios puedan ampliarse o reducirse según las necesidades.

Sostenibilidad, valor diferencial

Tampoco debemos olvidar el aumento progresivo de la conciencia medioambiental de los usuarios y clientes, que exigen EL FOCO HA DE ESTAR PUESTO EN LAS PERSONAS, LO QUE NOS CONDUCIRÁ A REPENSAR LAS OFICINAS PARA QUE SEAN ESPACIOS SALUDABLES, DESDE LA DISTRIBUCIÓN DE ESPACIOS, UN MOBILIARIO ERGONÓMICO Y CADA VEZ MÁS ADAPTABLE AL USUARIO Y LA UTILIZACIÓN DE MATERIALES QUE PERMITAN UNA LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN FRECUENTE

cada vez más espacios de trabajo respetuosos con el medio ambiente. Esto implica igualmente al mobiliario y los materiales y procesos utilizados en su fabricación. Recordamos que desde la Federación Europea de Mobiliario de Oficina (FEMB) se ha realizado la primera norma europea de sostenibilidad para los muebles de oficina, la certificación FEMB Level, la más amplia certificación de sostenibilidad en Europa del sector de muebles de oficina y no doméstico, que tiene en cuenta la legislación europea, los principios de Compra Pública Verde y las directrices de la Unión Europea para la economía circular. Cada día son más las empresas del sector del mobiliario de oficina que apuestan por la sostenibilidad y así lo garantizan con la certificación Level. Cerca de 250 productos están ya certificados a nivel europeo. La mayoría de ellos ya cumplen con los requisitos para el nivel 3, el más alto. Level adopta un enfoque global y cumple los requisitos europeos para los conceptos de Green Public Procurement (proceso en el que las autoridades públicas buscan obtener bienes, servicios u obras con un impacto ambiental reducido) y de economía circular. El proceso europeo de certificación Level establece que un producto es sostenible desde múltiples perspectivas y, para ello, no solo evalúa las características del producto, sino también las de la organización y las instalaciones donde se fabrica el mueble, teniendo en cuenta criterios como la responsabilidad social de la compañía, su uso de la energía y el impacto sobre el medio ambiente y la salud humana. Desde Famo, defendemos que esta certificación permite a los fabricantes posicionar su marca, asegurando a todos sus grupos de interés que los productos certificados cumplen con los estándares sociales y ambientales más exigentes aplicables a la industria. Obtener este certificado garantiza la máxima transparencia de los procesos desarrollados por los fabricantes espa-

ñoles y facilita su entrada en los mercados europeos más exigentes al homogeneizar los requisitos solicitados en materia de sostenibilidad.

Seis retos necesarios

Las tendencias que acabo de enumerar corroboran los retos del sector, entre los que destacan seis objetivos prioritarios de Famo: la innovación y transformación digital del sector; su promoción exterior; el apoyo técnico a las empresas; la cooperación empresarial; el Plan de Renovación y Relanzamiento del sector e incrementar su visibilidad ante las instituciones y los sectores público y privado. El sector del mobiliario de oficina se ha ido recuperando en 2021, tras la fuerte caída provocada por la pandemia. Resulta evidente que la crisis sanitaria ha afectado duramente a este sector; se paralizaron muchos trabajos y las medidas de distanciamiento social empezaron a replantear no solo el trabajo en casa, sino también la forma de trabajar en el espacio de trabajo. El sector cayó un 30% en aquel momento, pero ya en 2021 ha empezado a recuperar, con un crecimiento del 13% en el mercado nacional en el acumulado de enero a diciembre respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Según, el último Análisis de Coyuntura de Famo, el sector comenzó el año con una caída acumulada del -29% que ha ido remontándose mes a mes hasta situarse en ese 13% positivo (ver gráfico 1). Por mercados regionales, la zona Centro es la que registra un mejor comportamiento, con un crecimiento del 66%, seguida de la zona noroeste y Madrid, con incrementos del 23 y el 20%, respectivamente. Barcelona continúa la tendencia negativa, con un descenso acumulado del -2%, aunque inferior al que registró en los primeros meses del año, superior al 20% (ver gráfico 2). Madrid concentra el 39% de las ventas nacionales de mobiliario de oficina y Barcelona el 14%. Las exportaciones, por su parte, aumentaron un 16% en el acumulado de los ocho primeros meses del año respecto al ejercicio anterior, alcanzando los 240 millones. Continúa el alto grado de concentración en el primer destino de la exportación de muebles y equipamiento de oficina y colectividades, que es Francia, con más del 32% de nuestras ventas al exterior. Le siguen: Italia y Alemania. Las importaciones crecen en el mismo periodo un 82%, un dato que preocupa especialmente a Famo puesto que las compras al exterior, especialmente las de producto barato, crecen muy por encima de las exportaciones. Asia ya representa el 79% de las importaciones españolas de asientos, por ejemplo.

Un sector que mira hacia el futuro

Ahora bien, lo importante no es el nivel de recuperación, sino las expectativas que se abren de cara al futuro. Porque lo que está claro es que el espacio de trabajo va a sufrir una verdadera revolución. La oficina ya no va a ser como era y esa transformación va a afectar a toda la sociedad. Impacta en las empresas porque de la nueva configuración del espacio de trabajo va a depender su competitividad y la forma en la que implementan nuevas formas de gestión, de planificación y de trabajo en equipo. Pero también afecta a la sociedad porque el espacio de trabajo juega un papel cada día más importante en la vida de las nuevas generaciones. Por ello, es necesario provocar una reflexión sobre los nuevos entornos laborales profunda y colectiva, junto con sociólogos y psicólogos, para averiguar y marcar cuáles van a ser las direcciones de ese nuevo espacio de trabajo. Vamos evolucionando hacia unas empresas más humanas y más creativas, y es necesario generar para ellas otro tipo de espacios de trabajo, tanto en la oficina como en casa o en el denominado “tercer espacio”. La innovación es lo que va a diferenciar a las empresas y les va a permitir hacer frente a las amenazas que se ciernen sobre el sector, como el crecimiento de las importaciones de producto asiático más barato.

Debilidades y fortalezas del sector

A la competencia de las importaciones de bajo coste se suman otras debilidades y amenazas del sector, como las siguientes: • El reducido tamaño empresarial y atomización, que disminuye potencialmente la capacidad de inversión, sobre todo de las empresas más pequeñas, especialmente en comparación con sus competidores europeos. • La baja rentabilidad económica y por empleado. • La menor conexión con los grupos y redes globales, que puede influir en la menor presencia internacional. Preocupan igualmente la disrupción en la logística internacional, la dependencia de

importaciones de materia prima e insumos y el elevado coste energético. Todo ello ha provocado y sigue provocando tensiones importantes en la cadena de suministros, los plazos de entrega, el coste de los materiales, y cómo no, en el margen de beneficio de las empresas fabricantes que decidieron no trasladar en principio las subidas al precio final del producto hasta finales de 2021, en que se vieron compelidos a hacerlo en aras de su propia supervivencia. Entre las oportunidades que debe aprovechar el sector destacan, entre otras: • Nuevas tecnologías (Industria 4.0), materiales y fuentes de energía renovable disponibles. • Consumidores concienciados con la sostenibilidad (social y medioambiental). • Renovación de los espacios de trabajo (Covid-19). • Disponibilidad de redes locales de apoyo y conocimiento (asociaciones, centros tecnológicos y de investigación, etc.). Con este análisis en la mano, desde Famo ya hemos definido unas líneas estratégicas en las que ya se ha empezado a trabajar, como el fomento del enfoque sostenible, de la internacionalización o de las inversiones en I+D.