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PADRES Noviembre de 2017
educar hoy
Método Dedimat
Yo también puedo aprender
Matemáticas El hijo de Irene tiene ocho años y se llama Andrés. Ella, profesora de matemáticas, se dio cuenta desde muy pronto que los números, las cuentas, las operaciones aritméticas se resistían, tal vez sin motivo, a niños con síndrome de Down como el suyo. Muchos pequeños con o sin discapacidad se benefician de otra forma de acercarse a las Matemáticas.
TERRY GRAGERA El joven que había delante de la máquina de bebidas repetía:“Está rota, está rota”. Había echado 20 céntimos y se sorprendía de que el refresco que había solicitado no saliese. Su noción de cantidad era errónea o inexistente. Contemplando la escena se encontraba Irene Tuset. Esta profesora de Matemáticas, especialista en su didáctica y dedicada muchos años a niños con altas capacidades, sintió que debía hacer algo para que el chico de la máquina de bebidas, su hijo Andrés y muchos otros con síndrome de Down pudieran acceder al mundo que a ella le fascinaba. “Empecé a formarme, a leer sobre el tema y vi que se acumulaba mucho retraso en esta área. Si a nivel cognitivo es más esforzado el lenguaje oral que las matemáticas, ¿por qué les costaba tanto? Las matemáticas son uno de los grandes problemas de los niños con síndrome de Down, es algo que suele esquivarse”, reflexiona. ATASCO CON LOS NÚMEROS Pero los números no solo se atascan cuando hay síndrome de Down. Muchos niños con otros problemas como dificultades en el lenguaje, retraso de aprendizaje y alteraciones en la capacidad de abstracción se encuentran con un muro que parecía infranqueable cuando hablamos de matemáticas. Había mucho trabajo que hacer, así que Irene Tuset comenzó a investigar y a perfilar un método distinto de enseñanza de las matemáticas que tuviera en cuenta la particular forma de aprender de niños como su hijo Andrés. El resultado de sus muchas horas de estudio es el Método Dedimat, primera parte de un programa más amplio de acercamiento a las
Así les beneficia n “Sentir que también pertenecen al mundo del número les da seguridad, aumenta su autoestima y eleva su iniciativa. Al integrar los números en su vida, los chicos con discapacidad sienten más seguridad en sí mismos y desarrollan más interés por lo numérico, que no queda excluido de su día a día”, corrobora Irene Tuset.
matemáticas que, por ahora está totalmente probado en niños de hasta seis años, pero que irá creciendo en el futuro, y que presenta 60 ejercicios que van aumentando en dificultad. LA SUBITIZACIÓN Uno de los pilares de la enseñanza de las matemáticas en niños con dificultades es comenzar cuanto antes. “La estimulación temprana en este ámbito debe iniciarse desde los dos-tres años, dependiendo de la capacidad de atención del niño”, explica Tuset. Los padres han de descubrirle las matemáticas que hay en su vida cotidiana: contando los escalones del tobogán, introduciendo conceptos como: “Voy a cortar la mitad del pan”… El segundo paso es la coordinación de padres y colegio y la formación de ambos para enseñar en la misma dirección. Así, ella imparte cursos tanto presenciales como online. Y, por último, la subitización (de “súbito”). “Cuando queremos saber una cantidad, contamos, pero el conteo es complicado si alguna
El método sustituye el conteo con la subitización donde se utilizan otras herramientas.
Matématicas inclusivas n Esta forma de enseñar matemáticas es inclusiva; es perfectamente válida para niños con o sin discapacidad, por eso ha sido adoptada para todos
función neuronal no trabaja bien. El 40% de la población con síndrome de Down que participó en esta prueba se equivocaba en el conteo;
sus alumnos en cinco colegios ordinarios de Madrid que la han introducido en sus aulas para renovar el aprendizaje de esta materia.”
eso hacía que no tuvieran un concepto adecuado de cantidad y no les permitía sumar, restar…”, detalla la experta.
La subitización sustituye al conteo para llegar a los números de otro modo. ¿Cómo? Mediante lenguajes aumentativos como los pictogramas; materiales adecuados como el Numicón (las tablillas binarias en que las que se basa el método); y exponiendo al niño a distintos juegos y situaciones variadas en las que tiene que resolver problemas matemáticos. Así se consigue llegar al concepto de cantidad mediante un desarrollo visual y no a través del conteo.