Tips nutricionales para nuestros hijos en el verano Ya estamos en verano, el calor arrecia, los chicos pasan varias horas jugando o haciendo diversas actividades al aire libre y gastan más energía; por ello, necesitan una alimentación especial. Pensando en esto, Hablemos en familia solicitó a la nutricionista Krizia Frantzen Raschio unos consejos al respecto. Aquí los “tips” que brindó para los padres:
ADVIERTE PSICÓLOGA
Las vacaciones no son sinónimo de ausencia de límites El estudiante debe mantener un mínimo de hábitos de estudio y organización para que no le cueste mucho adaptarse a un nuevo año escolar “Si bien las vacaciones sirven para relajarse, divertirse y realizar las cosas que no se pueden hacer durante el tiempo de clases, esto no implica dejar de lado la organización y la supervisión”, afirmó Liliana Díaz, psicóloga especializada en niños y adolescentes, en una conversación con Hablemos en familia. Muchos padres piensan que, como los chicos están de vacaciones, estos pueden levantarse, bañarse, comer o acostarse a la hora que prefieran. La especialista declaró que, aunque no exista la rigurosidad de la rutina diaria del tiempo de clases, los chicos siempre requieren de cierta organización, lo cual a los niños pequeños les brinda la sensación de seguridad, y en los mayores desarrolla la responsabilidad. Por este motivo, en el periodo de vacaciones también deben existir ciertas normas y hay que fomentar la asunción de responsabilidades de acuerdo con la edad.
• Asegúrese de que su hijo beba dos litros de agua durante el día. Evite el consumo de las famosas bebidas hidratantes. • No olvide ofrecerle tres frutas diarias y dos porciones de verduras de, mínimo, tres colores. • Aproveche las frutas de estación; por ejemplo, sandía, la cual contiene vitaminas (C y A), colina (nutriente esencial para el cerebro), licopeno (fabuloso antioxidante) y luteína. • Hay varias opciones agradables y saludables para que su hijo se refresque. De vez en cuando puede consumir un heladito, pero para el diario son preferibles otras alternativas. A continuación, el modo de prepararlas: - Mezcle en un vaso yogur y fruta picada; deje que se congele… y listo: un postre fresco, rico y nutritivo. - Prepare en casa chups de yogur, chicha morada, maracuyá o leche con vainilla o fresa. Endúlcelos con estevia o poca azúcar. - También es bastante apropiado un jugo de fresa. • Propicie que su hijo consuma palta, ya que contiene caroteno y luteína, sustancias anticancerígenas que protegen la piel contra el daño que generan los rayos ultravioleta. • Evite las bebidas gaseosas; prefiera limonada, chicha morada, refresco de maracuyá, con estevia o bajos de azúcar. • Eleve en su hijo el consumo de pescado. • Es importante no omitir ninguna comida; se debe cumplir con el desayuno, el refrigerio de media mañana, el almuerzo, el alimento de media tarde y la cena. Supervise que se cumplan ahora que su hijo está de vacaciones. Recuerde que los hábitos alimentarios son aprendidos.
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Es necesario que su hijo dedique un tiempo para la lectura, la escritura o la práctica de la matemática durante las vacaciones. Esto lo ayudará a reforzar los aprendizajes; más aún si su rendimiento en el año anterior no fue muy bueno, aun cuando no haya salido “jalado” en ningún curso, pues aprobar no significa necesariamente haber aprendido. El tiempo para ello puede ir desde los treinta minutos para los niños de Primaria, combinando las áreas en
periodos de diez minutos cada uno (diez para lectura, diez para escritura y diez para matemática), hasta los noventa para los más grandes, dos veces por semana, buscando temas de su interés para facilitar la motivación. Algo muy importante que Liliana Díaz compartió con Hablemos en familia es que este refuerzo no tiene que ser únicamente en un horario formal, sino que deben aprovecharse las actividades diarias. Por ejemplo, a los más pequeños se les puede pedir que lean los ingredientes o indicaciones de los productos; y a los mayores, que calculen los gastos de una salida, realicen el presupuesto para un paseo familiar o colaboren con la organización elaborando la lista de requerimientos, etcétera. También se puede aprovechar para visitar museos, parques zoológicos o temáticos y después conversar sobre la experiencia. La reorganización del horario al finalizar las vacaciones debe realizarse paulatinamente empezando por ajustar el horario de acostarse y levantarse, aproximadamente diez días antes de que empiecen las clases, dependiendo de qué tanto le cueste adaptarse a su hijo. Solo de esta manera lo ayudará a responder con mayor facilidad a las exigencias de un nuevo periodo escolar.