del mundo sensible? ¿Lugar donde reside la luz pero también la sombra profunda que subyace en el inconsciente colectivo y como impronta queda impresa al interior de los textos-memoria, y en eco… como en múltiples recuerdos (Bloch, 1924) se proyecta y se prolonga en un tiempo de larga duración? ¿Fundamentos de una vieja disciplina que aspira al estatus de ciencia y se ve obligada a contactar el nivel de lo profundo, de lo subjetivo y abstracto, de lo subterráneo y oscuro? Porque es en este nivel donde se encuentran las imágenes memoria que en resistenciaresonancia y en oposición, proponen un trastrocamiento de lo tradicional e invitan un ad fontes, es decir, un volver la mirada al comienzo, al retorno de lo que somos, a la revisión de interpretaciones elaboradas desde los viejos prejuicios. Representaciones del imaginario y escritos con voces profanas, voces que la colectividad, en la búsqueda de su cohesión y permanencia, ha sacralizado la mayor de las veces y que ahora exigen una lectura de sospecha (una re-lectura) que propicie una dialógica, una re-construcción y re-acentuación de los haceres colectivos. Sean penetradas estas voces (AHLG, Tomo LV, legajo 1, 1837, f.1) desde su superficie y profundidad, para descubrir y recrear la poética del diario vivir, la actuación y el desenvolvimiento de las creencias en general, las costumbres y tradiciones, los comportamientos y las intencionalidades, los símbolos y las prácticas rituales sagradas o profanas. Para descubrir y recrear la manera como la colectividad ha enfrentado la disputa por el poder, el amor o el odio, la soberbia o la humildad, el placer o el dolor, la tragedia y la dicha, las fobias, los miedos a la muerte, a los cambios de los estilos de vida ante las catástrofes naturales —como terremotos y epidemias, la falta de agua, los incendios y el hambre— y cómo, la condición humana promueve la atrocidad y los castigos en el ingenio del tormento aplicado en los interrogatorios para que se confiese hurtos, homicidios o delitos de bestialidad y en la horcas, los azotes y garrotazos, la violencia y la XX