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TIERRA 4 . Estructura espacial Es muy importante aprender a leer los datos que el propio territorio nos brinda y estudiar las dimensiones de un lote. Si se trata de una plaza, debemos analizar la relación de la trama y cuando se trabaja con un jardín, respetar la arquitectura de la casa. Por ejemplo, en la llegada desde los estacionamientos al clubhouse de Terravista diseñamos una plaza de acceso, denominada Paseo del Encuentro, bajo encargo del estudio de arquitectura Lacroze, Miguens, Prati. Este paseo incorpora la estructura espacial a lo ancho de la distribución de las dársenas del estacionamiento, y plantea un ancho similar de 5 m para canteros, 6 m para el acceso peatonal al clubhouse y otros 5 m para un arenero de juegos infantiles. Todo se diseñó en proporción al edificio del clubhouse. El paisaje y la arquitectura quedaron así unidos en el espacio y estructurados de la misma forma.
Ya no se puede pensar el paisaje como un elemento desligado de la arquitectura y del urbanismo. Ahora se considera un territorio integrado.
5 . Programas A la hora de diseñar, es esencial tener en mente el producto que se va a proyectar y entender el uso que se dará a ese espacio. Recuerdo que a fines del año pasado nos contrató el Estudio de Fernández Prieto para diseñar los jardines de Zencity: un emprendimiento inmobiliario que promete ser el de mayor impacto paisajístico en Puerto Madero. Los programas para los jardines incluyen distintos espacios, como tres sectores de piscinas para adultos y para chicos. También al sur, para protegerse de los vientos, se proyecta incorporar una selva densa de palmeras con un sotobosque espeso y terrazas con colores de herbáceas y arbustivas, para descansar o leer un libro. El proyecto también comprende un paseo de gramíneas como rough que desemboca en un rosedal y un sector de jacuzzi, más retirado, con una cascada de agua entre piedras y palmeras, que simula la espesura de la selva. Este tipo de programas permite experimentar sensaciones y vivir el paisaje desde los aromas, las texturas y los colores. 6 . Identidad Quizás uno de los últimos conceptos filosóficos incorporados al mundo del paisaje y de la arquitectura es aquél de la identidad en los proyectos. En Aprendiendo de Las Vegas, escrito a mediados de los setenta, el arquitecto Charles Jenks citaba la presencia de una nueva teoría de pensamiento: el postmodernismo y la incorpo-
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ración del significado y el significante. A principios del siglo XXI, el filósofo Harold Proshansky añadió que el paisaje es uno de los elementos constitutivos de la identidad y que los proyectos que atienden a una identidad espacial mejoran la calidad de vida de las personas. Recuerdo que, de algún modo, aplicamos estos principios en el paisajismo de Las Palmas del Pilar, en diciembre de 2001. Le planteamos al comitente que, al tratarse de “Las Palmas”, debíamos trabajar con palmeras de alguna especie exótica que el público en general no estuviera acostumbrado a ver en Buenos Aires. Fue así que trajimos, con los permisos adecuados, 33 palmeras Butia yatay de la provincia de Misiones. Como el proyecto incluía tres patios con canteros y un patio de comidas, determinamos que cada uno tuviera una identidad diferenciada e incorporara especies que exaltaran sus colores en distintas épocas del año. Así surgió el Patio de la primavera con una gran cantidad de Hemerocallis y especies que florecen en septiembre, octubre y noviembre; el Patio del verano, enfatizado especialmente con palmeras; y el Patio del otoño, con árboles caducos que cambian de color en esa estación. El patio de comidas, cerrado y con un techo de vidrio, como un invernadero, se pensó como el Patio de invierno. 7 . Vegetación Con respecto a la vegetación, deben estudiarse los climas, los ecosistemas, los suelos y el cuidado que se pretende brindar en cada proyecto. No se puede usar cualquier planta. Un parque público no requiere el mismo mantenimiento que el acceso de un barrio, de un clubhouse o de un jardín. Cuando me contratan para hacer, por ejemplo, el jardín de una casa, lo primero que hago es plantear un anteproyecto, para determinar cada uno de estos siete puntos, y luego le entrego al propietario un herbario con las 250 especies que mejor crecen en Buenos Aires. Finalmente, dejo que el cliente elija para poder conocer sus gustos; él debe ser quien me de a conocer lo que le gusta, no será mi jardín sino el suyo. Una vez que conozco sus gustos, recomiendo cuáles usar, de qué manera y cómo combinarlas. Para despedirme, les dejo un mensaje para reflexionar a la hora de realizar un proyecto de paisaje o de arquitectura: “…lo importante ante la oportunidad de realizar un proyecto no es cómo se construye, sino qué se quiere decir…”.