EV - II
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EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA VIDA
Segunda etapa:
SEGUIR A JESÚS DE CERCA En la primera etapa me he aceptado como pecador, que por mí mismo no puedo valerme y, por consiguiente, necesito imperiosamente de la ayuda de Dios. Por ello me he dispuesto a esperar con mucho agradecimiento lo que Dios pueda hacer en mí. He quedado en actitud de disponibilidad… He sentido el movimiento interior de la conversión y el deseo de quitar los obstáculos que me estorban para cumplir el hermoso proyecto que tiene Dios sobre mí. Ahora me toca buscar lo que Dios quiere concretamente de mí, y la fuerza necesaria para poderlo llevar a la práctica. Entramos en una etapa nueva, centrada en la persona de Jesús. Durante varios meses mi petición se centrará en conocer a Jesús tanto cuanto sea posible, para que lo ame sinceramente y pueda así seguirlo cada vez más de cerca. Buscaré, con toda reverencia, sentir lo que Jesús siente, ver con los ojos de él, pensar lo que él pensó y hacer algo semejante a lo que él hizo: seguirle como amigo y colaborador... Y según vaya consiguiendo un conocimiento interno de Jesús, me iré conociendo más a mí mismo y aclarándome sobre lo que él quiere de mí. En esta segunda etapa San Ignacio pone dos tipos de meditaciones: contemplaciones de la vida de Jesús y meditaciones de discernimiento. Los dos tipos de oración, combinados entre sí, me ayudarán a realizar una buena elección del camino a seguir. En estas semanas debo “cristocentrarme”, de forma que pueda aclarar con agudeza espiritual cómo se concretará mi seguimiento histórico del Señor. En las contemplaciones de la vida de Jesús se trata de hacerme activamente presente con la imaginación en diversos pasajes de su vida. Todos hacemos este ejercicio imaginativo de vez en cuando. Cada vez que recordamos algún acontecimiento de nuestro pasado, estamos contemplando momentos difíciles o agradables de nuestra vida. O cuando vemos televisión y nos sentimos implicados sicológicamente en una escena. Algo parecido sucede al contemplar la vida de Jesús. Podemos participar de forma activa en un pasaje de su vida, conversando o haciendo algo junto con él o sencillamente mirándolo en silencio. Lo importante será centrarme en la persona de Jesús, por el método que me resulte más fácil, pues sólo la vida de Jesús puede cambiar mi propia vida. Buscaré un encuentro integral con él, que abarque tanto mi dimensión individual como la familiar y social. Quiero meditar su vida para poder asimilar sus actitudes fundamentales, aprendiendo a hacerlo todo “a la manera de Jesús”. Necesito conocerlo profundamente para amarlo de forma que pueda seguirlo. La clave está en dejarme llevar por el mismo Jesús. Él mismo me ha invitado y hace así posible cumplir el proyecto del Padre: “No me eligieron ustedes a mí, sino que soy yo quien los eligió a ustedes” (Jn 15,16). “En verdad les digo: El que crea en mí, hará las obras que yo hago y, como ahora me voy donde está el Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo” (Jn 14,12s).
Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. (Benedicto XVI, Dios es amor, 1) En esta segunda etapa (Segunda Semana), que es la más larga, debe el ejercitante poder leer alguna Cristología. Sugerimos, entre otras, alguna de las siguientes: - Alberto Nolan, Jesús antes del Cristianismo, ¿Quién es este Hombre?, Sal Terrae / Vicaría Sur de Quito. - José L. Caravias, El Dios de Jesús, Paulinas / Edicay, Cuenca / Montoya, Asunción / CRT, México / - Carlos Mesters, Con Jesús a contramano… en defensa de la vida, Paulinas, Bogotá y São Paulo; Edic. Mundo, Santiago; Cristo resucitado, Quito; CEPAG, Asunción; Emaús, Buenos Aires. Los puedes bajar de: http://uca.edu.ni/koinonia/biblioteca/biblica www.mercaba.org También, a lo largo de estos meses, sería bueno ver con tranquilidad algunas películas modernas sobre Cristo, como, por ejemplo: - Jesús de Nazaret, de Zeffirelli, Filmax, 400’ - Jesús de Montreal, de Denys Arcand, Super video, Buenos Aires, 114’ - Evangelio según Mateo, de Van den Bergh, Paulinas, 265’ - El hombre que hacía milagros, de Sokolov, DIVISA, 87’.