EL SENADO APRUEBA UNA PROPUESTA DEL PSOE PARA FOMENTAR EL “CAMINO ESCOLAR SEGURO”

Francisco Jiménez Araya subraya la necesidad de “recuperar el espacio público y hacer de las ciudades y los pueblos un lugar más habitable para los más jóvenes” EL SENADO APRUEBA UNA PROPUESTA DEL PSOE PARA FOMENTAR EL “CAMINO ESCOLAR SEGURO” Madrid, 14 de septiembre de 2011 El Senado aprobó este mediodía, de forma mayoritaria (234 votos a favor y 8 abstenciones), una enmienda transaccional a una propuesta del Grupo Socialista por la que insta al Gobierno, en colaboración con las Comunidades Autónomas, Ayuntamientos y Comunidades Educativas, a fomentar y apoyar, en el ámbito educativo, el “Camino Escolar Seguro” como buena práctica y útil herramienta para la educación vial en los colegios.

Del mismo modo se pretende mejorar la movilidad sostenible, la autonomía personal, el ejercicio físico y la relación con su entorno de los menores a través de medios de desplazamientos saludables y no contaminantes, como son: andar, la bicicleta o el transporte público.

El impulsor de esta iniciativa, Francisco Jiménez Araya, explicó los dos objetivos prioritarios y complementarios de la propuesta. Por un lado, actuar sobre la movilidad humana para conseguir cambiar el modo en el que nos desplazamos y, por otro, reducir las situaciones de riesgo del colectivo infantil como usuario de las vías.

Araya, senador del PSOE por Badajoz, explicó que el “Camino Escolar Seguro” es una experiencia contrastada que tiene por finalidad que los menores se puedan desplazar con seguridad e independencia en las calles de su uso más frecuente. “También fomenta, añadió, la autonomía de los escolares en sus trayectos habituales, educa en valores de respeto, convivencia, responsabilidad con los demás y el entorno”. Además, reduce el número de vehículos que desplazan a los menores a los colegios mejorando la movilidad y la reducción de la contaminación, favoreciendo un nuevo modelo de ciudad.

Advirtió de que el éxito de este modelo depende de varios factores. En este sentido, aclaró que debe estar integrado en una estrategia global de movilidad y seguridad vial de la ciudad y que al ser un proyecto colectivo requiere la colaboración y participación de diferentes agentes (niños, padres, colegios, administración local, policías, etc...). Además, exige el análisis de las necesidades y expectativas de los principales actores, un diagnóstico del entorno, un sistema de seguimiento para su mejora y un soporte o apoyo económico.

“En definitiva, concluyó, se trata de recuperar el espacio publico para el día a día de miles de niños, de hacer de las ciudades y los pueblos un lugar más habitables para ellos”