Si entre los objetivos del milenio, aparecen la lucha contra la pobreza, el hambre, las enfermedades y la degradación del medio ambiente, cabría subrayar la meta nacional establecida para el 2015, de reducir a la mitad la proporción de personas sin acceso al agua potable y a servicios básicos de saneamiento en este país en el que el 50% del agua es de mala calidad y donde aparecen regiones con acceso limitado al vital líquido. Pero si el panorama del agua en Colombia no es alentador, se debe a que, mientras la demanda hídrica continúa expandiéndose, la oferta se afecta no solo por factores como la deforestación y la degradación de los ecosistemas, sino también por la contaminación antrópica, máxime ahora que afrontamos los graves retos en relación con un calentamiento global que compromete el patrimonio hídrico en Colombia. Por: Gonzalo Duque Escobar; Profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Manizales, octubre 14 de 2015 (Act. 2021).