La tragedia ocurrida en Manizales tras un fuerte aguacero de 156 mm en abril 19 de 2017, que generó eventos hidrogeológicos similares a los que han afectado la ciudad, invita a reflexionar sobre las causas de su mayor incidencia en los barrios populares. Como hipótesis, se trata de pasivos ambientales relacionados con múltiples factores, que han intervenido en la construcción social e histórica de un territorio de laderas vulnerables a los eventos climáticos extremos, lo que obliga a fortalecer la prevención de factores como: 1 corregir las deficiencias en una planificación precedente que no contempló la dimensión ambiental y del riesgo; 2- prevenir la separación de costos y beneficios en la explotación del medio ambiente; y 3- controlar las dinámicas de un mercado del suelo que especula con la plusvalía urbana. Por: Gonzalo Duque Escobar, Profesor de la Universidad Nacional de Colombia Sede Manizales. Manizales, mayo 1 de 2017. Posted in Razón Pública.